Pasar al contenido principal
Photo Profile
Arquidiócesis de Barranquilla
Arquidiócesis de Barranquilla
Provincia eclesiástica de Barranquilla
Dirección: Calle 75B Nº 42F-83
Teléfono: (605) 3600047/ 3690767

Arzobispo

Historia

1932

El territorio de la Arquidiócesis de Barranquilla perteneció desde 1534, por decreto del papa Clemente VII, a la diócesis de Cartagena de Indias.

 

El 7 de julio de 1932, por gestión de los padres Carlos Valiente y Pedro Revollo, la Santa Sede, bajo el gobierno de su Santidad Pío XI, crea la Diócesis de Barranquilla, con la Bula “Máxime Quiden”, siendo elevada a la dignidad de Catedral la parroquia san Nicolás de Tolentino, nombrando como Administrador Apostólico a monseñor Pedro Adán Brioschi, quien tomó posesión el 19 de marzo de 1933.

 

En el ejercicio de su rol de pastor monseñor Pedro Brioschi nombra a monseñor Carlos Valiente Tinoco como su delegado para la diócesis naciente de Barranquilla. El 21 de noviembre de 1933 Pío XI nombró como primer obispo al entonces sacerdote huilense Luis Calixto Leiva Charry, cuya posesión se llevó a cabo el 12 de mayo de 1934. El ejercicio del ministerio episcopal de monseñor Leiva se desarrolló en un breve período de tiempo, debido a que en cuatro años y medio se enferma y muere en Medellín (Antioquia, Colombia), el 16 de mayo de 1939; por tal razón la Santa Sede nombró a monseñor Joaquín García Benítez, obispo de Santa Marta (Magdalena, Colombia), como Administrador Apostólico de dicha sede vacante. Así la Iglesia de la diócesis de Barranquilla no deja de ser asistida, amparada, ni pastoreada. Monseñor García Benítez C.J.M. contó con el apoyo de su Vicario General, monseñor Luis Pérez Hernández C.J.M., quien después sería el primer obispo de Cúcuta (Norte de Santander, Colombia).

 

1942

 

Fue nombrado como segundo obispo, monseñor Julio Caicedo Téllez S.D.B, se posesionó el 29 de agosto de 1942, hasta marzo de 1948. En su período se inició la construcción del seminario conciliar san Luis Beltrán, así mismo, se creó la primera junta para la construcción de la catedral de la diócesis. Como tercer obispo estuvo monseñor Jesús Antonio Castro Becerra, estuvo guiando a la Iglesia de Barranquilla desde 1948 hasta el 18 de diciembre de 1952; y es en su gobierno donde se bendice la primera piedra de la catedral metropolitana, el 13 de junio de 1950. Queda la Sede Vacante; por tal motivo es nombrado monseñor Pedro María Revollo como Administrador Diocesano de la Sede Vacante, en 1952 y Monseñor Francisco Gallego Pérez, fue nombrado como cuarto obispo, el 3 de febrero de 1953 y tomó posesión de la sede de Barranquilla el 27 de marzo de 1953. Le correspondió durante su ministerio las primeras obras de construcción de la catedral metropolitana. Al ser el 2 de febrero de 1959 nombrado nuevo obispo de Cali, quedó vacante nuestra Iglesia particular, y en su persona se le encarga la Administración Apostólica de la sede que espera nuevo obispo, actuó como su delegado el presbítero salesiano Stanley María Matutis S.D.B.

 

1959

 

El 5 de febrero de 1959 el Santo Padre Juan XXIII, nombró como quinto obispo de Barranquilla a monseñor Germán Villa Gaviria, obispo auxiliar de Cartagena. Su episcopado fue de gran impulso pastoral y misionero para la diócesis. Se destaca la Gran Misión Diocesana de 1961, con sus 140 misioneros y 350 religiosos, junto con numerosos apóstoles seglares, dejó frutos inolvidables. El Santo Padre Pablo VI, el 25 de abril de 1969, promueve a nuestra Iglesia particular a la dignidad de ser Sede Metropolitana y designa como su primer arzobispo a monseñor Villa Gaviria. El 22 de agosto de 1982, en el marco de los 50 años de la creación de la diócesis de Barranquilla, por voluntad de la Santa Sede, se inició la construcción del seminario mayor para la provincia eclesiástica de Cartagena. También se continuaron sin descanso los trabajos de la catedral. Creado por decreto 1326 del 3 de diciembre de 1968 el seminario regional de la Costa Atlántica Juan XXIII, por monseñor German Villa Gaviria.

 

1987

 

El 11 de mayo de 1987 por mandato del Santo Padre Juan Pablo II es nombrado como segundo arzobispo de Barranquilla, monseñor Félix María Torres Parra, quien se desempeñaba como obispo de Santa Marta (Magdalena, Colombia). En el marco de su ministerio en nuestra Iglesia particular celebró sus 25 años de episcopado y también sus 50 años de sacerdocio, se distinguió por ser un gran expositor de la Teología y la Biblia en sus homilías y discursos; en su pastoreo, es nombrado como obispo auxiliar de Barranquilla monseñor Oscar Aníbal Salazar Gómez, quien se dedicó incansablemente a las visitas pastorales de cada una de las parroquias de la arquidiócesis. Después de un ministerio episcopal de 12 años es aceptada la renuncia de monseñor Félix por límite de edad, el 18 de marzo de 1999 es nombrado como tercer arzobispo de Barranquilla monseñor Rubén Salazar Gómez, tomando posesión de esta Iglesia el 15 de mayo de 1999.

 

1999

 

Por iniciativa de monseñor Rubén Salazar Gómez y con él, todo el presbiterio, se declara a la arquidiócesis en "Estado de Misión Permanente". Esto en el marco de la celebración del Gran Jubileo del Año 2000, así se comienza la implementación del Plan Diocesano de Renovación y Evangelización (PDR/E), con el cual se quiere lograr la vivencia de la Eclesiología del Vaticano II. En este tiempo también nuestra Iglesia, ha contado con la guía de dos obispos auxiliares, siendo el primero de los elegidos monseñor Luis Antonio Nova Rocha y el segundo, monseñor Víctor Antonio Tamayo Betancourt. Esta Iglesia particular ha vivido momentos significativos de todo tipo en el marco de esta experiencia de renovación y evangelización: Se llevó a cabo la Primera Asamblea Arquidiocesana (mayo de 2002); la celebración del Jubileo concedido por mandato del Papa Benedicto XVI en el marco de los 75 años de la creación de la diócesis; la inauguración de la Casa Sacerdotal Luis Calixto Leiva Charry; la actual sede de la curia arzobispal y la vivencia de la Catedratón.

 

2010

 

Luego de la partida de monseñor Salazar para asumir su pastoreo en Bogotá, el arzobispo, monseñor Jairo Jaramillo asumió siete años la guía de los fieles de la arquidiócesis de Barranquilla en comunión con su clero. Durante este período de tiempo intensificó el amor por el plan pastoral que había iniciado su antecesor y que poco a poco se fue aplicando con miras a llegar a una Iglesia Comunión, Participación y Misión. Monseñor Jaramillo en el departamento del Atlántico procuró y promovió diversas obras que fortalecieron la pastoral social, renovaron las estructuras pastorales, mejoraron la formación, las respuestas a la vida vocacional y acrecentaron la comunión por la promoción y garantía del bien común. Fue un periodo en el que enseñó a compartir lo que se tiene para darlo a los que menos tienen: se dieron viviendas, templos y una formación de calidad, procurando el reconocimiento y valor de la dignidad humana que es impronta de Dios.

 

2017

 

En este contexto de actualización del Proceso de Evangelización, llega a la arquidiócesis de Barranquilla, monseñor Pablo Salas Anteliz, como nuevo pastor de esta iglesia particular, quien asume, con ímpetu el discernimiento, que ya había iniciado, sobre los medios de renovación del proceso. Y con este fin, en 2018 se vivió el año del Encuentro, un año de transición que ayudó a discernir cómo continuar el camino. Un año en donde se escuchó la voz del Señor y de los hermanos, para que, iluminados bajo la acción del Espíritu Santo, se continúe con paso firme hacia esa Iglesia: Comunidad Misionera, Comunidad de Comunidades Diversas, Casa y Escuela de la Comunión, de Participación y Solidaridad, con rostro Materno y Misericordioso. Y este discernimiento pastoral dio como fruto el itinerario a seguir, que es el mismo itinerario trazado en Aparecida: Encuentro con Jesús, Seguimiento de Jesús, la Comunidad del Maestro y Enviados por el Señor, ligado a presupuestos y criterios, pero atado a un principio que debe estar latente siempre: La Iglesia existe para Evangelizar.