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predicación orante 1 de octubre de 2023

Mié 27 Sep 2023

Voy, Señor

VIGÉSIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO1 de octubre de 2023Primera lectura: Ezequiel 18,25-28Salmo: 25(24),4-5ab.6-7. 8-9 (R. cf. 6a)Segunda lectura: Filipenses 2,1-11Evangelio: Mateo 21,28-32I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa Palabra de Dios nos sale hoy al encuentro para reafirmar el don de la libertad en cada ser humano. Las decisiones y las acciones que se toman en las diversas experiencias y circunstancias de la vida son personales, soy yo quien elijo el camino de la vida o de la muerte, de la felicidad o de la angustia, de la libertad o de la esclavitud. Nada ni nadie es culpable de aquello que hoy se me pueda presentar en la vida, lo que asumo en el “aquí y el ahora” es resultado de lo que yo mismo he construido o he dejado de construir. Dios acompaña, ilumina, da fuerza, pero soy yo quien asumo la responsabilidad de mi propia existencia.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Frente a la inquietud y agitación del pueblo de Israel en el Exilio, el señalamiento a sus antepasados y la visión de castigo de Dios por la adversidad que experimentan, el Señor dirige su palabra para manifestar que cada uno es dueño de su destino y debe asumir la responsabilidad de sus propias decisiones y acciones.El salmo anima a confiar en la misericordia de Dios, a pedir y dejarse guiar por la enseñanza y la instrucción del Señor. Dios muestra los caminos, ilumina las sendas, fortalece y endereza los pasos del pecador.En la segunda lectura, San Pablo escribe a la comunidad de los Filipenses expresándoles no su dolor por estar encarcelado a causa del anuncio del Evangelio de Cristo, sino su gran deseo de verlos unidos en la caridad y el amor. Si ellos en verdad desean consolar a Pablo en medio de esta difícil circunstancia, lo mejor será que vivan de acuerdo al querer de Cristo y den testimonio de su amor ante los hermanos.En el Evangelio encontramos una expresión significativa de verdad y libertad. No son solo las palabras que confirman la verdad, sino la unidad entre la palabra y la obra, la coherencia en la vida.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El exilio en el que se encuentra el pueblo de Israel no es un castigo por el pecado de sus antepasados, no es momento de “echar la culpa a los otros”. Es tiempo que cada uno asuma su responsabilidad y tome sus propias decisiones. Dios acompaña, fortalece, inspira en su Palabra, pero cada ser humano cuenta con la libertad de elegir el sendero, cada persona toma la decisión de optar por el camino que lleva a la vida o por el que conduce a la muerte. Dios respeta la libertad. Cada decisión que se toma y cada acción que se emprende tienen una consecuencia personal de vida, felicidad y plenitud o de muerte, tristeza, angustia. Estamos invitados a elegir bien nuestros pasos y nuestros caminos.Aunque en el uso de la libertad se tomen decisiones que conllevan a la muerte y dejan al ser humano en el abismo, Dios siempre está dispuesto a levantarnos, a buscarnos, a no dejarnos solos, a rectificar nuestros caminos. Aunque el ser humano se aleje de Dios, Dios nunca se aleja de él, porque la misericordia de Dios es eterna, nunca se agota. Acerquémonos siempre a la fuente inagotable de la misericordia que es Dios, con el salmista supliquémosle que nos enseñe sus caminos, que nos instruya en sus sendas, así no tomaremos decisiones equivocadas. Apoyados por la sabiduría de Dios podremos hacer de esta existencia humana una experiencia de plenitud, de libertad, de felicidad. Si dejamos que Dios inspire nuestras decisiones, los caminos que elijamos ciertamente serán más acertados. Busquemos a Dios y dejémonos inspirar por él.El cristiano, entonces, está invitado a seguir los pasos de Cristo que se despojó de su condición divina para acercarse a la humanidad, para hacerse uno con nosotros. Cuánto bien hace a la vida personal y comunitaria la apertura hacia los otros, la acogida, la sencillez. Esto es lo que San Pablo escribe desde la cárcel a los Filipenses. Es un grito de amor hacia la comunidad, es un llamado paternal a vivir en la unidad.El Evangelio es el momento central de la Palabra de Dios que ilumina el camino de nuestra vida. Encontramos acá el elogio a la verdad, a la claridad, a la recta intención. Aquel estilo de vida que concuerda con lo que decimos y hacemos.En definitiva, pudiésemos indicar a la luz de la Palabra que son nuestras decisiones y acciones las que finalmente nos acercan o nos alejan de Dios. Él siempre está ahí, cerca de nosotros, dispuesto a todo por amor. Él quiere entrar a nuestra vida e indicarnos cuál es el sentido pleno de la existencia, cuál es la ruta de la felicidad y la libertad, pero somos nosotros quienes tomamos la decisión de seguir su propuesta o tal vez rechazarla y continuar con nuestro parecer. Dios nos da la plena libertad de elegir.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Oh, Dios, Padre misericordioso, gracias por tu Palabra que ilumina el camino de nuestra vida, gracias por guiar nuestros senderos, por enseñarnos e instruirnos. Gracias, Padre, porque nos amas y deseas que todos alcancemos la vida.Necesitamos, Señor, tu luz que ilumine nuestros caminos, ayúdanos a abrir nuestro corazón a tu gracia y a tus enseñanzas. Guía nuestros pasos, Señor. Amén._______________________Recomendaciones prácticas:•Inicia el mes del Santo Rosario y de las misiones. Animar a los fieles a que vivan con especial dedicación este triple compromiso con la misión: Oración, Sacrificio y Ofrenda.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Con este primer domingo del mes de octubre damos apertura al llamado “mes del rosario y de las misiones”. Es un tiempo en el que de manera especial la Iglesia separa un espacio para meditar en los misterios del Santo Rosario, la vida y ministerio de Cristo, que nos llama a la Misión, y siendo esta sencilla experiencia de devoción, una manera de meditar a través de los ojos de la Virgen María al Redentor.Dispongámonos a celebrar, como comunidad de hermanos alrededor del altar, el misterio de la fe.Monición a la Liturgia de la Palabra El Señor sale a nuestro encuentro y nos dirige su Palabra que es viva y eficaz. Nos anima a construir nuestra vida y ser responsables de nuestras decisiones. Somos libres en la elección. Escuchemos con atención al Señor que nos habla.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Unidos a la oración de toda la Iglesia, dirijamos nuestras súplicas confiadas al Padre diciendo:R. Padre misericordioso, escúchanos.1.Oremos por el Santo Padre Francisco y junto a él por toda la Iglesia y sus pastores, que seamos siempre discípulos atentos a las enseñanzas e instrucciones del Señor, nuestro Maestro.2.Oremos por los que gobiernan las naciones, para que sus decisiones y acciones estén siempre encaminadas hacia el bien común. 3.Oremos por todos los que más sufren en la sociedad, especialmente los pobres, los enfermos, los marginados y los encarcelados, que experimenten el amor y la misericordia de Dios. 4.Oremos por los misioneros, para que a través de su predicación la luz del Evangelio ilumine a los que aún no conocen a Cristo y los lleve a unirse a Él por el Bautismo.5.Oremos por nosotros reunidos como pueblo de Dios, que podamos asumir con responsabilidad nuestra vida e, iluminados por las enseñanzas del Señor, tomar decisiones y asumir acciones concordes al evangelio del amor.Oración conclusivaDios Padre misericordioso,mira con amor a tu puebloy ven en ayuda de sus necesidades.Por Cristo nuestro Señor.R. Amén.