Pasar al contenido principal

cultura de paz

Mar 11 Abr 2023

Papa Francisco clama por una cultura de paz e invita a orar por ello

No a la violencia, no a la guerra y no a las armas: Son los principales llamados que ha hecho el Santo Padre en el "Video del Papa" publicado para el mes de abril. Al tiempo, ha pedido construir una cultura de paz desde la vida cotidiana y hacer de ella una guía para la actuación de cada uno. 60 años después de que san Juan XXIII publique la encíclica Pacem in Terris, en la nueva intención de oración que confía a toda la Iglesia Católica, a través de la Red Mundial de Oración del Papa, Francisco renueva su mensaje y denuncia de que “la guerra es una locura, está más allá de la razón”. “Desarrollemos una cultura de la paz. Cultura de la paz”, pide con fuerza el pontífice. “Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad", es la frase que lleva como subtítulo la encíclica escrita por Juan XXIII. Estas palabras citada por Francisco en el mensaje que acompaña su nueva intención de oración está más vigente que nunca, como lo están los testimonios dejados por algunas de las personas que plantaron semillas de paz en el siglo pasado: san Juan XXIII, por supuesto, pero también Mahatma Gandhi, Martin Luther King, santa Teresa de Calcuta. En el Video del Papa de este mes, sus retratos en blanco y negro aparecen en medio de las escenas de destrucción causadas por la violencia actual: desde la guerra de Ucrania a las de Oriente Medio, pasando por los enfrentamientos y tiroteos incluso en los países más ricos, como Estados Unidos. Aunque no han faltado testigos, en definitiva, el mundo aún no ha aprendido la lección fundamental: que "cualquier guerra, cualquier enfrentamiento armado, acaba siendo una derrota para todos". La paz es el objetivo En un artículo que Amnistía Internacional publicó sobre datos y estadísticas del uso de armas entre 2012 y 2016, se revela una muestra de lo que resulta de una cultura de violencia: por ejemplo, más de 500 personas mueren cada día por la violencia armada y un promedio de 2000 resultan heridas; además, el 44 % de los homicidios en el mundo se cometen con armas de fuego. Esto se relaciona directamente con la industria de las armas: 8 millones de armas portátiles son producidas cada año, junto a 15,000 millones de cartuchos de munición. Y en lo que respecta al conflicto armado, Acción contra la violencia armada (Action on Armed Violence, AOAV) adelantó que el panorama del 2023 no parece ser alentador: los nuevos enfrentamientos, en particular la invasión rusa a Ucrania y los estallidos en Asia, se sumaron a los conflictos y luchas armadas en curso en el Cuerno de África y Oriente Medio, entre otros. El único camino posible para frenar esta embestida es buscar y poner en marcha, en el ámbito local e internacional, vías de diálogo real y asumir “la no violencia” como “una guía para nuestra actuación”. Este mensaje se hace eco de lo que adelantó el Papa Juan XXIII hace 60 años: “La violencia jamás ha hecho otra cosa que destruir, no edificar; encender las pasiones, no calmarlas; acumular odio y escombros, no hacer fraternizar a los contendientes, y ha precipitado a los hombres y a los partidos a la dura necesidad de reconstruir lentamente, después de pruebas dolorosas, sobre los destrozos de la discordia”. Paz sin armas En un momento de la historia marcado por el conflicto en Ucrania, que ha implicado a un gran número de países en el último año, Francisco recuerda que, incluso en los casos de legítima defensa, el objetivo final debe ser siempre la paz: incluso cuando esta paz, como hoy, parece lejana. Pero "una paz duradera -añade- sólo puede ser una paz sin armas", y por eso insiste en el tema que le es muy querido del desarme a todos los niveles, incluso dentro de la sociedad: "la cultura de la no violencia -concluye de hecho, en su intención de oración- pasa por un recurso cada vez menor a las armas, tanto por parte de los Estados como de los ciudadanos". El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, comentó: “Frente a la violencia de nuestro tiempo Francisco propone todo un mes para orar ‘por una mayor difusión de una cultura de la no violencia’. La paz entre los pueblos comienza, de hecho, en lo más concreto e íntimo del corazón, cuando encuentro al otro en la calle, su rostro, su mirada, sobre todo el que viene de otra parte, el que no habla como yo y no tiene la misma cultura, el que es extraño en sus actitudes y al que se llama ‘extranjero’. La guerra y el conflicto comienzan aquí y ahora, en nuestros corazones, cada vez que permitimos que la violencia sustituya a la justicia y al perdón. El Evangelio nos muestra que la vida de Jesús revela el verdadero camino de la paz y nos invita a seguirlo. Es en este espíritu que estamos llamados a ‘desarmarnos’, en el sentido de ‘desarmar’ nuestras palabras, nuestras acciones, nuestro odio. Oremos pues, como nos invita Francisco para que ‘hagamos de la no violencia, tanto en la vida cotidiana como en las relaciones internacionales, una guía para nuestra actuación’”.

Mar 24 Ene 2023

Vaticano presenta mensaje para la 57ª Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales

La Santa Sede hizo público este 24 de enero, en la festividad de San Francisco de Sales, el Mensaje del Papa Francisco para la 57ª Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales, titulado: Hablar con el corazón, «en la verdad y en el amor» (Ef 4,15), jornada que se celebra el 21 de mayo, en la solemnidad de la Ascensión del Señor. “En el dramático contexto del conflicto global que estamos viviendo, es urgente afirmar una comunicación no hostil”. “Necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones”. Este es un pasaje de gran actualidad del Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2023. El Papa se dirige en particular a los trabajadores de la comunicación, pero señala que el compromiso de comunicar "con el corazón y con los brazos abiertos" es responsabilidad de todos. La dinámica de "comunicar cordialmente" El tema está idealmente conectado con el de 2022, que llamaba a “escuchar”, y con el anterior, que instaba a "ir, ver" como condiciones para una buena comunicación. Esta vez el Papa quiere insistir en "hablar con el corazón". En efecto, el corazón es lo que mueve a acoger, dialogar y compartir, desencadenando una dinámica que Francisco define como la de "comunicar cordialmente". Acoger al otro es lo que permite, después de escuchar, "hablar en la verdad y en el amor". “No debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda, sino a hacerlo sin caridad, sin corazón. Porque «el programa del cristiano —como escribió Benedicto XVI— es un “corazón que ve”». Un corazón que, con su latido, revela la verdad de nuestro ser, y que por eso hay que escucharlo. Esto lleva a quien escucha a sintonizarse en la misma longitud de onda, hasta el punto de que se llega a sentir en el propio corazón el latido del otro. Entonces se hace posible el milagro del encuentro”, observa el Papa. Hablar con el corazón significa dejar entrever una participación "en las alegrías y los miedos, en las esperanzas y en los sufrimientos de las mujeres y los hombres de nuestro tiempo", dice el Papa. Es un llamamiento que interpela especialmente a quienes comunican en un contexto hoy "tan propenso a la indiferencia y a la indignación, a veces sobre la base de la desinformación, que falsifica e instrumentaliza la verdad". El diálogo con el corazón de Jesús con los discípulos de Emaús El Papa Francisco señala el ejemplo de un comunicador con corazón en el "misterioso Peregrino que dialoga con los discípulos que van hacia Emaús": hablando con amor, Jesús acompaña "el camino de su dolor", respetando su tiempo de comprensión. El Papa continúa escribiendo: “En un periodo histórico marcado por polarizaciones y contraposiciones —de las que, lamentablemente, la comunidad eclesial no es inmune—, el compromiso por una comunicación “con el corazón y con los brazos abiertos” no concierne exclusivamente a los profesionales de la información, sino que es responsabilidad de cada uno. Todos estamos llamados a buscar y a decir la verdad, y a hacerlo con caridad”. Palabras que hacen bien Esta llamada interpela especialmente a los cristianos, prosigue Francisco, de cuya boca "nunca deberían salir palabras malas", sino sólo palabras capaces de hacer el bien a los demás y de conmover incluso a los "corazones más endurecidos". Es la "fuerza gentil del amor" a la que apunta el Papa, invitándonos a repensar sus consecuencias sociales: “Lo experimentamos en la convivencia cívica, en la que la amabilidad no es solamente cuestión de buenas maneras, sino un verdadero antídoto contra la crueldad que, lamentablemente, puede envenenar los corazones e intoxicar las relaciones. La necesitamos en el ámbito de los medios para que la comunicación no fomente el rencor que exaspera, genera rabia y lleva al enfrentamiento, sino que ayude a las personas a reflexionar con calma, a descifrar, con espíritu crítico y siempre respetuoso, la realidad en la que viven”. San Francisco de Sales, ejemplo luminoso de hablar con el corazón De san Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, obispo de Ginebra en una época de fuertes disputas con los calvinistas y proclamado por Pío XI patrono de los periodistas católicos, Francisco dice que "su actitud apacible, su humanidad, su disposición a dialogar pacientemente con todos, especialmente con quien lo contradecía, lo convirtieron en un testigo extraordinario del amor misericordioso de Dios". Para el santo, la comunicación era un "reflejo del ánimo" y una manifestación de amor. “Somos lo que comunicamos", nos recuerda, y su enseñanza, observa el Papa, aparece a "contracorriente" en un tiempo en la que la comunicación se instrumentaliza a menudo. Sus escritos son "una lectura sumamente agradable, instructiva y estimulante", dice el Papa Francisco citando las palabras de San Pablo VI y luego comenta: “Si vemos el panorama de la comunicación actual, ¿no son precisamente estas características las que debería tener un artículo, un reportaje, un servicio radiotelevisivo o un post en las redes sociales? Que los profesionales de la comunicación se sientan inspirados por este santo de la ternura, buscando y contando la verdad con valor y libertad, pero rechazando la tentación de usar expresiones llamativas y agresivas”. El sueño de Francisco 'Hablar con el corazón', el tema de esta Jornada Mundial se enmarca en el proceso sinodal que vive la Iglesia y el Papa Francisco señala que escucharnos unos a otros es el don más precioso que podemos hacernos. Hay tanta necesidad, escribe, de un lenguaje "al estilo de Dios, que se nutre de cercanía, compasión y ternura". Y describe su sueño: “Sueño una comunicación eclesial que sepa dejarse guiar por el Espíritu Santo, amable y, al mismo tiempo, profética; que sepa encontrar nuevas formas y modalidades para el maravilloso anuncio que está llamada a dar en el tercer milenio. Una comunicación que ponga en el centro la relación con Dios y con el prójimo, especialmente con el más necesitado, y que sepa encender el fuego de la fe en vez de preservar las cenizas de una identidad autorreferencial”. Una escalada que hay que frenar empezando por las palabras El Papa vuelve la mirada al contexto de conflicto global que vivimos y reitera lo necesaria que es una "comunicación no hostil" para promover una "cultura de paz" capaz de superar “el odio y la enemistad". La escalada bélica que hoy teme la humanidad, escribe Francisco, "se ha de frenar cuanto antes también a nivel comunicativo", porque las palabras se convierten a menudo “en acciones bélicas cruel violencia". En este contexto insiste que “necesitamos comunicadores dispuestos a dialogar, comprometidos a favorecer un desarme integral y que se esfuercen por desmantelar la psicosis bélica que se anida en nuestros corazones. […] Se ha de rechazar toda retórica belicista, así como cualquier forma de propaganda que manipule la verdad, desfigurándola por razones ideológicas. Se debe promover, en cambio, en todos los niveles, una comunicación que ayude a crear las condiciones para resolver las controversias entre los pueblos”. Oración del Papa por los comunicadores El mensaje del Papa Francisco concluye subrayando que el esfuerzo por encontrar las palabras justas para construir una civilización mejor es requerido a todos, pero en particular es una responsabilidad confiada a los trabajadores de la comunicación, y por ellos invoca al Señor para que con su profesión marcada por "la verdad en la caridad", nos ayuden a redescubrirnos como hermanos y a "sentirnos custodios los unos de los otros". Fuente: Vatican News DESCARGAR MENSAJE DE LA JORNADA AQUÍ

Vie 23 Abr 2021

Una apuesta de la Iglesia por la cultura de paz y la memoria histórica

Entre diciembre de 2020 y marzo de 2021 el Vicariato Apostólico de Puerto Gaitán, gracias al apoyo de la Comisión de Conciliación Nacional y a la solidaridad de la Embajada de Noruega en Colombia, desarrolló el proyecto denominado “Aporte a la construcción de cultura de paz y memoria histórica en la comunidad de Puerto Trujillo”. A través de esta iniciativa, liderada desde la Parroquia San José de Obrero por los sacerdotes Fernando Guevara y Benigno Zorro, se pusieron en marcha estrategias de sensibilización y formación con líderes comunitarios del centro poblado de Puerto Trujillo, ubicado junto al río Iteviare en el departamento del Meta. De acuerdo con el padre Guevara, este proyecto partió de “la necesidad de hacer conciencia sobre los impactos dejados por la violencia en el territorio en su momento más crítico, y de la oportunidad de recoger esa realidad sin miedo y afrontar este presente que están viviendo en relativa calma”. Cómo y por qué tener mayor conciencia frente a graves problemáticas ambientales como la deforestación, acudir a soluciones pacíficas de los conflictos, aprender a reconocer al otro y relacionarse con él rompiendo muros y aportar a la construcción de la memoria histórica: estos fueron algunos de los temas centrales abordados durante los encuentros. “Conocimos muchas historias, nos reunimos en torno al pasado, todas las personas que asistieron nos ayudaron (...) Tenemos que ir saliendo de ese pasado que tuvimos y tenemos que seguir evolucionando, no nos podemos quedar ahí”, afirmó Elizabeth Plaza, miembro de la junta de acción comunal y de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Puerto Trujillo, quien hizo parte de todo el proceso. Esta iniciativa de la Iglesia logró reunir a representantes de instituciones educativas, organizaciones de mujeres y de la junta de acción comunal, así como a campesinos de la zona, logrando acercarlos a un espacio de trabajo común desde el aprovechamiento de las fortalezas, intereses y voluntades particulares. Frente al impacto de la misma, en una comunidad que por muchos años ha sentido el peso de la ausencia institucional, el líder comunitario José Cipriano Rivas agregó: “el Vicariato nos ha traído una voz de aliento, un enlace directo con entes estatales para que se den cuenta que nosotros hacemos parte de esa bella Colombia”. Fuente: Oficina de comunicaciones de la CCN

Vie 17 Jul 2020

CCN dio inicio a diplomado en cultura de reconciliación y paz

Con un acto de apertura virtual transmitido a través de Facebook, el pasado miércoles 15 de julio, la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), la Diócesis de Yopal y la Diócesis de Sincelejo, dieron inicio al primer “Diplomado en herramientas para la construcción de una cultura de reconciliación y paz territorial” que avala la Universidad Santo Tomás y que financia la Embajada de Noruega, en el marco de la actual iniciativa de la CCN que busca aportar a la construcción de cultura de paz en diferentes regiones del país. En la primera parte del espacio, que reunió a cerca de 80 personas mediante la plataforma zoom y que hasta la fecha ha sido visualizado por más de 1.500 cibernautas gracias a la transmisión, participaron monseñor Elkin Álvarez Botero, secretario general de la CEC y miembro de la Comisión de Conciliación; monseñor Edgar Aristizábal Quintero, Obispo de Yopal; monseñor José Clavijo Méndez, Obispo de Sincelejo; y el padre Darío Echeverri, secretario general de la CCN. El mensaje de apertura estuvo a cargo de monseñor Edgar Aristizábal, quien evocó la séptima bienaventuranza “Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque el reino de los cielos les pertenece” (Mateo 5:9). El prelado afirmó que este es un trabajo que realiza cada día la Iglesia Católica y llamó la atención sobre la necesidad de que todos en Colombia trabajemos por esta misma causa “para superar los elevados niveles de violencia y demás situaciones que afectan la convivencia; para acompañar a tantos hermanos víctimas del conflicto armado y de tantas otras pandemias que hoy sufre el mundo”. Por su parte, monseñor Álvarez, también obispo auxiliar de Medellín, hizo referencia a lo vivido durante la reciente Asamblea Plenaria del Episcopado, que se llevó a cabo en días pasados por primera vez de manera virtual. El prelado afirmó: “pudimos compartir la realidad de las regiones y el común denominador sigue siendo la violencia que se ha recrudecido desde muchos factores”. Por esta razón, y por tratarse de un espacio para facilitar herramientas, insumos y motivaciones para formar servidores de la reconciliación y de la paz destacó la utilidad del diplomado; así como la importancia de desarrollarlo con enfoque territorial “porque debemos estar convencidos de que la implantación de una cultura de reconciliación y paz nace del trabajo en las regiones, de la respuesta a los desafíos específicos en esta materia, desde la realidad propia de la cada una de las zonas de nuestro país”. Por su parte, sobre el rol de la Comisión de Conciliación, el padre Darío Echeverri afirmó que la coyuntura que vivimos por cuenta de la pandemia del Covid-19 “no ha sido capaz de frenar nuestro impulso por intentar dar nuestro aporte a la construcción de una Colombia distinta, reconciliada y en paz”. El sacerdote agregó que este trabajo, que se estará desarrollando con 15 regiones del país, es “un aporte pequeño pero significativo frente al gran desafío que nos plantea esta nación cargada de odios, de violencia y de dolor”. Adriana Marcela Duque, agente de pastoral de la diócesis de Yopal invitada al diplomado, agradeció la oportunidad de participar, y sobre el tema y compromiso a asumir afirmó: “muchos individuos pensamos que la solución está en cabeza de los gobiernos y de los líderes (…) Sin embargo, cuando entendemos y descubrimos que hacemos parte de un gran engranaje y que somos una pieza importante en ese engranaje, y permitimos que la luz de la paz encienda nuestro corazón, podemos hacer que otros también enciendan esa luz (…) Es ahí cuando podemos ser agentes de cambio social”. Jorge García, quien se desempeña como defensor de Derechos Humanos en el departamento de Sucre y hace parte del grupo convocado por la diócesis de Sincelejo para este proceso, afirmó que a través del diplomado pueden continuar acompañando y dejando capacidades en su región para que estas formen parte de su cultura. Agregó: “tengo la certeza que una vez finalizado el diplomado y se inicien la fase de réplicas de la cual somos parte fundamental, abriremos un camino seguro que nos llevará a la construcción de paz en nuestros territorios”. Además de las cerca de 70 personas que ya iniciaron este primer proceso de encuentro y formación virtual, entre ellas, líderes sociales y comunitarios, defensores de derechos humanos y agentes pastorales de los departamentos de Casanare y Sucre; se conectaron con esta sesión inaugural en calidad de invitados especiales al acto: Monika Lauer Pérez, responsable de proyectos de Colombia/KZE de Adveniat; Ulrike Hemmerling, coordinadora el programa Servicio Civil para la Paz de Agiamondo; y la Dra. Socorro Ramírez, la Dra. Consuelo Corredor, el Dr. Juan Mayr y el General Retirado del Ejército, Juan Salcedo Mora, todos miembros de la Comisión de Conciliación Nacional. Una vez finalizado el acto oficial de apertura, el psicólogo Diego Lerma, especialista en Derechos Humanos, quien hace parte de la Secretaría Técnica de la Comisión de Conciliación y es uno de los facilitadores de este diplomado, dio inicio a la primera sesión pedagógica del proceso, con un módulo sobre reconstrucción de memoria histórica. Fuente: Oficina de comunicaciones de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN)