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domingo

Sáb 28 Ene 2023

Voz del Pastor | 29 de enero de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Mateo 5, 1-12a

Vie 7 Oct 2022

Voz del Pastor | 09 de octubre de 2022

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Lucas 17,11-19

Vie 13 Ago 2021

El Poderoso ha hecho obras grandes por mi; enaltece a los humildes

ASUNCIÓN DE SANTA MARÍA VIRGEN Agosto 15 de 2021 Primera lectura: Ap 11, 19a; 12,1-6a.10ab Salmo: Sal 45(44), 7a+10bc.11-12a.14-15 (R. cf. 10b) Segunda lectura: 1Co 15,20-27a Evangelio: Lc 1,39-56 I. Orientaciones para la Predicación Introducción Los textos bíblicos que la liturgia nos propone para esta solemnidad están caracterizados por: • El “gozo”; presente de modo especial en el Evangelio de Lucas. • El “gozo” es fruto de la presencia de Dios entre nosotros y también de nuestra íntima unión con Él. • Celebrar la Asunción de Santa María al Cielo, es celebrar el “gozo eterno”, del cual ya María hace parte. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En una lectura pausada y atenta del Evangelio se puede evidenciar una estructura de dos Partes. La primera que relata el saludo entre María y su prima Isabel. Un saludo que hace saltar de gozo al niño que Isabel lleva en su vientre (Cfr. Lc 2,39-45). En la segunda parte se puede contemplar el bello cántico del “Magníficat”, que en definitiva es un canto de alegría por las promesas y maravillas realizadas por Dios (Cfr. Lc 2,46-56). En la lectura orante de la palabra para este día, sería interesante fijar un poco nuestra atención a aquellas palabras, frases, actitudes que hacen referencia al gozo que proporciona esta solemnidad de la Asunción de Santa María al cielo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Nuestra realidad personal, familiar y social en ocasiones se puede caracterizar por la tristeza, la angustia, la depresión. Se hace apremiante encontrar motivaciones profundas, que generen en nuestra vida una auténtica alegría. Dios cuando llega o está en nosotros, siempre genera un gozo auténtico que puede transformar toda nuestra realidad como lo hizo con la Virgen María. Contemplar a María asunta al cielo, nos llena de esperanza, porque nos hace creer que todo el gozo experimentado con Dios no tiene fin, sino que va más allá de cualquier frontera espacio-temporal, porque se trata de un gozo eterno que sólo proporciona nuestro creador. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La Palabra de Dios nos hace pensar en muchos hermanos nuestros que padecen una profunda tristeza en sus corazones por diversos motivos, dado que no encuentran una esperanza firme o no logran visionar un futuro lleno de paz y felicidad. Nuestra misión como creyentes debería ser la de llevar a Jesús a todos aquellos que se encuentran abatidos, para transmitirles una luz que guíe sus pasos en los momentos de oscuridad. Gestos como un saludo, la escucha atenta, una manifestación de cariño, pueden hacer que el prójimo recobre la esperanza que ha perdido. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Celebramos hoy la gran fiesta de la Asunción de María. El Señor ha hechos grandes maravillas, nos dirá ella. El Señor la ha glorificado y la ha convertido en luz de alegría y esperanza para nuestro caminar hacia Jesús. En este caminar estamos seguros que tenemos una madre y una intercesora que nos lleva a Cristo. Con estos sentimientos, dispongámonos a vivir la Eucaristía de modo, activo, pleno y consciente. Monición a la Liturgia de la Palabra María es primicia de los redimidos, imagen de la Iglesia. María, como la Iglesia salvada por Cristo, da a luz a su vez al mismo Cristo, que crece con la Iglesia hasta llegar a incorporar y recapitular el universo. La Asunción es una afirmación de esperanza. Creemos que también nosotros y el mundo caminamos a una transformación y glorificación que ya ha sucedido primero en María. Ella ha recibido el fruto de su fe. “Dichosa tú que has creído”. El Magníficat, su canto de fe en la acción de Dios transformadora, alumbra nuestra fe y nuestra esperanza. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos, hermanos, al Señor, que en el día de hoy ha querido ensalzar a la Virgen María por encima de los coros de los ángeles y de los santos, y pidámosle que escuche nuestra oración: R. Mira a la llena de gracia y escúchanos. 1. Para que los hijos de la Iglesia, unidos a la gloriosa y santa Virgen María, Madre de Dios, proclamen la grandeza del Señor y se alegren en Dios, su salvador, roguemos al Señor. 2. Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles de generación en generación, y todos los pueblos feliciten a aquella en la cual Dios ha hecho obras grandes, roguemos al Señor. 3. Para que el Señor, con las proezas de su brazo, enaltezca a los humildes, colme de bienes a los pobres y auxilie a Israel, como lo había prometido a los antiguos padres, roguemos al Señor. 4. Para que Cristo, el Rey que ha coronado a María como reina, cuando entregue la creación al Padre, nos conceda como a María, la posesión del reino preparado desde antes de la creación del mundo, roguemos al Señor. 5. Por nosotros y todos los que nos hemos reunido para celebrar la Asunción de la Virgen María al cielo y por nuestros familiares y amigos, para que guiados por ella lleguemos a tu reino, roguemos al Señor. Oración conclusiva Dios nuestro, que constituiste a la Madre de tu Hijo madre y Reina nuestra, escucha nuestra oración para que, ayudados por la intercesión de María, participemos un día de la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 25 Jun 2021

La voz del Pastor | 27 de junio de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio segúnSan Marcos 5,21-24.35b-43

Sáb 11 Abr 2020

El sepulcro vacío es el escenario del “ver y creer” de los apóstoles y de la comunidad eclesial

Primera Lectura: Hch 10, 34a.37-43 Salmo: Sal 118(117),1-2. 15c+16a+17.22-23 (R. 24) Segunda Lectura: Col 3,1-4 o 1Co 5,6b-8 Evangelio: Jn 20,1-9 o Mt 28,1-10 Introducción El tema central de la liturgia de este solemnísimo domingo de Pascua es la Resurrección del Señor. Esta realidad toca lo íntimo de la creación entera y se constituye en el elemento fundamental de la fe. A la luz de la liturgia de este domingo podemos meditar tres ideas: • El sepulcro vacío es el escenario del “ver y creer” de los apóstoles y de la comunidad eclesial. • La Resurrección del Señor se constituye en el contenido que dinamiza la predicación y suscita una vida de testimonio en la comunidad. • En la experiencia de Pablo, el acontecimiento de la Resurrección transforma la vida y el apóstol de los gentiles lo expresa en la imagen de la “masa nueva” y todo en virtud que, Cristo “nuestra Pascua ha sido inmolado”. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Es evidente que el sepulcro vacío no es por sí mismo prueba de la resurrección del Señor. La presencia de la Magdalena y de Pedro en el sepulcro les permitió inferir a ella, que “se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto”, y a Pedro constatar que las “vendas que le habían colocado al sepultarlo estaban allí”; pero la presencia de Juan va más allá y el evangelista destaca dos acciones “vio y creyó”. Las enseñanzas de Jesús se hacían realidad, la fuerza de su Palabra proclamada le permitió al apóstol “ver” pero con profundidad, fijar su mirada en los signos y ser capaz de desvelar lo que en profundidad se desvelaba ante él: Ha resucitado y esa verdad se hace objeto de la fe personal y comunitaria. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que, el sepulcro vacío no es en sí una prueba directa de la resurrección, sin embargo, es un signo que permitió a los discípulos reconocer el hecho de la resurrección y constatar que el estado del sepulcro vacío, que la ausencia del cuerpo de Jesús no había podido ser obra humana y que Jesús no había vuelto simplemente a una vida terrenal como había sido el caso de Lázaro (Jn 11,44; CIC 640). El amor del apóstol por el Señor le permitió entender que la Palabra de Dios es verdadera. Enseña el Papa Francisco “En Él también nosotros estamos resucitados, pasando de la muerte a la vida, de la esclavitud del pecado a la libertad del amor. Por lo tanto, dejémonos alcanzar por el mensaje consolador de la Pascua, y envolvernos por su gloriosa luz que disipa las tinieblas del miedo y de la tristeza, porque Jesús resucitado camina junto a nosotros. Él se manifiesta a todos los que lo invocan y lo aman. Antes de nada, en la oración, pero también en las alegrías sencillas vividas con fe y agradecimiento. Podemos sentirlo presente también compartiendo momentos de cordialidad, de acogida, de amistad, de contemplación de la naturaleza” (Ángelus, 22.04.2019). En síntesis, Jesús Resucitado aviva la alegría de la fe y nos invita al anuncio. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La vivencia de la resurrección del Señor nos permite entender que la alegría y el gozo que produce el encuentro con Cristo resucitado (EG 1), suscita en la vida de las personas la fuerza del anuncio, y el contenido de esa proclamación es Cristo resucitado. Una de las principales tareas para quienes creemos y esperamos en Cristo, es orar y pedir la gracia de llenarnos de la Palabra del resucitado que nos permite “ver y creer” para proclamar la verdad de la fe y ser testigos creíbles de su amor. En el reciente documento sobre la Palabra, el Papa Francisco afirma que, “La relación entre el Resucitado, la comunidad de creyentes y la Sagrada Escritura es intensamente vital para nuestra identidad. Si el Señor no nos introduce es imposible comprender en profundidad la Sagrada Escritura, pero lo contrario también es cierto: Sin la Sagrada Escritura, los acontecimientos de la misión de Jesús y de su Iglesia en el mundo permanecen indescifrables. San Jerónimo escribió con verdad: «La ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo» (Aperuit Illis 1, del 30.09.2019). Otra tarea que va unida a la oración y a la Palabra, es estar dispuesto a la transformación que ofrece el resucitado. El mundo, en la multiplicidad de los escenarios necesita una transformación ética que exige la experiencia y la cercanía con el espíritu del Señor Resucitado, es descubrirse en su identidad de bautizado y enviado a ser luz en medio de los hermanos. Este proceso de transformación toca las raíces mismas del hombre: la sinceridad y la verdad. En síntesis, una persona que vive en la dinámica del Resucitado siente la alegría de anunciar, de salir al encuentro de los hermanos y contarles con su testimonio la nueva vida que, impregnada de luz, se arriesga a disipar las tinieblas de la división, el pecado, la injusticia social. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Encarnar la misión de anunciar la alegría de la Resurrección lleva consigo sacrificio, momentos difíciles, porque el anuncio de la Palabra interpela, cuestiona y exhorta. Afirma el Papa Francisco “La Sagrada Escritura realiza su acción profética sobre todo en quien la escucha. Causa dulzura y amargura. Vienen a la mente las palabras del profeta Ezequiel cuando, invitado por el Señor a comerse el libro, manifiesta: «Me supo en la boca dulce como la miel» (3,3). También el evangelista Juan en la isla de Patmos evoca la misma experiencia de Ezequiel de comer el libro, pero agrega algo más específico: «En mi boca sabía dulce como la miel, pero, cuando lo comí, mi vientre se llenó de amargor» (Ap 10,10; Aperuit Illis 12). RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Al llegar a este día, el cansancio de la semana se hace sentir y se corre el riesgo de restar importancia a la celebración del domingo de resurrección. 2. Preparar con delicadeza de detalles: el altar, la dignidad y centralidad del cirio pascual, colocar en un lugar sobresaliente la imagen del resucitado. 3. En la celebración de la misa de hoy se pueden usar algunos elemen- tos pastorales de incalculable valor, contenidos en la Vigilia Pascual, especialmente en las asambleas que no han participado en la Noche Santa. (cf. Misal Romano tercera y cuarte edición, p. 197. Domingo de Pascua, segunda forma). En efecto, dice que se pude realizar procesión de entrada con el Cirio Pascual, usando las expresiones propias de “Luz de Cristo”; renovación de los compromisos bautismales con cirios encendidos; terminado el credo se puede hacer la aspersión con el agua que se bendijo en la Vigilia Pascual. 4. Motivar de manera especial a la comunidad para que cante o recite con entusiasmo el Gloria, así como el responsorio del Sal 118(117): «Este es el día…». 5. Recordar que el Prefacio es el de Pascua I: «El Misterio Pascual», Misal, p. 375, con la parte propia: «en este día». Es recomendable seguir el Canon Romano o Plegaria Eucarística I, con las partes propias que contiene. 6. La Bendición final de la Misa es solemne, como en la Vigilia Pascual, agregando en la despedida el doble Aleluya, que se mantiene durante toda la Octava de Pascua. 7. Con las Vísperas de este día termina el Sagrado Triduo Pascual. 8. Los ocho primeros días del Tiempo Pascual, incluyendo el domingo segundo de Pascua, constituyen la Octava de Pascua; estos días tienen la celebración como las solemnidades del Señor (cf. Normas Universales sobre el Año Litúrgico y sobre el Calendario, n. 24). 9. Evangelizar la piedad popular: • “Vía Lucis”: Sería muy conveniente que en estos días de la octava de pascua se realice este ejercicio de piedad, para poner de relieve la presencia del resucitado en medio de la comunidad. • El “encuentro de la Madre del Señor con el Resucitado”: En la mayoría de las comunidades se realiza esta procesión y convendría darle su importancia, para significar que la Virgen fue la primera que participó plenamente de la Resurrección del Hijo (Cfr. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia 142): 10. Organizar un ágape para los movimientos apostólicos, un detalle para los miembros de la comunidad, hacer sentir la alegría del sentido espiritual de la Pascua.

Sáb 21 Mar 2020

¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión?

Primera Lectura: 1S 16,1b.6-7. 10-13a Salmo: Sal 23(22),1-3a.3b-4.5.6 (R. cf. 2a) Segunda Lectura: Ef 5,8-14 Evangelio: Jn 9,1-41 (forma larga) o Jn 9,1-3-17.34-38 (forma breve) Introducción Desde el encuentro personal con la Palabra de Dios, los textos para este domingo nos ofrecen reflexionar sobre: • Dios ve el corazón, el hombre las apariencias. • El buen Pastor. • Jesucristo, luz del mundo que vence las tinieblas del pecado. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Este cuarto domingo de cuaresma, Laetare (gozo y alegría por la cercanía de la Pascua), en que se lee el capítulo noveno del Evangelista según san Juan, nuestro Señor Jesucristo se manifiesta como la luz del mundo que vence las tinieblas del pecado y de la muerte. El evangelista San Juan muestra a Jesucristo como la Luz, mediante una pieza magistral de la narrativa propia del ciego de nacimiento. Este Evangelio, introduce al lector en una narrativa fascinante, que esconde una enseñanza profunda sobre la identidad de Jesucristo que se devela progresivamente. En esta narración el evangelista ilustra dos formas pedagógicas de la narrativa: el contraste y la espiral. El contraste, ya que constantemente está contraponiendo la Luz con las tinieblas, la Gracia con el pecado, la Resurrección con la muerte; y la espiral, que es la forma progresiva de ir develándose el Señor, y de irse descubriendo a quienes tienen un encuentro personal con Él. Por tanto, en este contraste el evangelista muestra, mediante la narración, que Jesucristo es la Luz que vence el pecado y la muerte-tinieblas, manifestadas en un hecho real de la ceguera física. Los judíos daban una explicación heredada de la tradición para quienes nacieran con un defecto físico, asociándolos a un malestar espiritual, producto de un pecado; así, la ceguera, era consecuencia del pecado heredado de sus padres o ancestros. Jesucristo corrige esta interpretación mostrando que las deformaciones congénitas o las enfermedades, no corresponden estrictamente a una consecuencia de una vida moral pecaminosa; y se vale de la debilidad, usándola como oportunidad para generar una nueva interpretación, una nueva creación, una oportunidad de mostrar la obra perfectísima de Dios en la creación, mediante la Redención de Jesucristo, Dios hecho hombre. En esta misma línea, se manifiesta Jesucristo, quien vence las tinieblas, por medio de la Luz, con una nueva creación. Él hace nuevas todas las cosas, Él vino al mundo a renovar y a redimir. El hecho simbólico de usar barro y soplar, agua y enviar a lavarse, purificar, indica el sentido de una nueva creación. En el relato de la creación que se encuentra en las primeras páginas del Génesis, Dios crea al hombre Adán, con este gesto simbólico del barro e insufla aliento de vida. Jesucristo, Dios hecho hombre, que obra sobre la creación, la restaura, la perfecciona y le da un nuevo sentido, un nuevo horizonte de vida. En este mismo sentido se mueve la segunda lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Efesios, puesto que el apóstol contrasta la luz con las tinieblas, usando la figura de la noche y la oscuridad, con la figura del día con la luz. Jesucristo, es la Luz que no tiene ocaso, que vence las tinieblas del pecado y de la muerte, mediante la resurrección y la vida definitiva. Será en la noche de la Pascua, dónde se develará el misterio escondido, en el que Jesucristo, Luz del mundo, mediante el Cirio Pascual encendido del Pregón Pascual, vence toda oscuridad, tiniebla, pecado y, sobre todo, vence la muerte con su Resurrección. Otro aspecto que muestra el Evangelio, es que la ceguera no es simplemente física, sino que hay una ceguera espiritual, que impide ver la obra de Dios, que obstaculiza la fe, mediante el increencia; por ello, el evangelista san Juan también va a indicar este contraste entre los ciegos que no ven, aunque vean físicamente, pero que, en realidad, están ciegos, porque no creen en la obra de Dios, que vence las tinieblas del mundo. La otra forma pedagógica que usa el Evangelista San Juan es la narrativa de la espiral. En el capítulo nueve, se va mostrando de una manera progresiva, en un crescendo, la forma cómo se va realizando un itinerario de fe de una persona que no conoce al Señor, porque era ciego, hasta el punto de ser interrogado sobre él y su identidad, y desde dentro va emergiendo la forma como va creciendo el conocimiento del Señor desde lo físico hasta lo espiritual. Al principio, el ciego de nacimiento ignoraba la identidad de quién era Jesús, y poco a poco va pasando por pruebas de interrogatorios, que empuja a la persona a buscar, saber dar respuesta a quienes le preguntan; y así, paulatinamente, indicar que se trata de un profeta, da cuenta con sus palabras, que es el Señor, y finalmente, capaz de manifestar que es discípulo, de confesar que cree en el Señor y postrarse ante Él, asumiendo las consecuencias de ser expulsado de la sinagoga 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Las lecturas de este domingo invitan, tanto personal como comunitariamente, a revisar cuáles son aquellas tinieblas, oscuridades, pecados que impiden ver la Luz de Cristo, manifestada en cada uno de nosotros desde el Bautismo. Los textos sagrados invitan a hacer un recorrido progresivo de nuestra historia de fe. Identificar los momentos, en que, de manera ciega, ignorábamos, desconocíamos, o no veíamos las obras de Dios en nuestra vida. Instantes de la vida de desolación, oscuridad y hasta crisis y pérdida de la fe. La Palabra de Dios, invita, sin ambages, a no quedarse en las tinieblas, a identificar esos instantes de oscuridad, en donde la luz, puede vencer las tinieblas, en dónde Jesucristo está rompiendo los moldes de nuestros egoísmos y pecados y está ungiendo nuestro barro, haciendo nuevas creaturas e invitando a que renovemos nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor. El Evangelio nos invita a que busquemos en la Iglesia la piscina probática, dónde lavarnos; la fuente bautismal, donde como manantial de agua viva nos brinda la oportunidad de verlo, sentirlo, experimentarlo en nuestra vida; pero también, de confesar su nombre, sin miedo a que seamos rechazados. El mundo de hoy se debate entre las tinieblas y la luz. Los cristianos de hoy serán, con su testimonio de vida, quienes puedan mostrar al mundo la vida nueva que Jesucristo realiza en la comunidad, mediante la alegría del Evangelio, la fe de poder creer en Él, y la esperanza de poder brindar al mundo desahuciado, razones para seguir esperando mediante la vivencia fraterna del amor. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromi- so la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Pedimos al Señor que podamos ser discípulos misioneros al encuentro de Jesucristo vivo y resucitado, mediante el compromiso misionero de ser instrumentos de salvación, catequistas, lectores, ministros de la Eucaristía, evangelizadores, laicos comprometidos en la misión de la Iglesia, para llevar al mundo sumido en las tinieblas, la luz de Jesucristo. Que podamos iluminar las tinieblas, ayudar a la humanidad a quitarse las escamas que le impiden ver al Señor; que podamos confesar nuestra fe, sin miedos al qué dirán, que podamos llevar a otros hermanos a la fe, que ayudemos encontrar la luz de Jesucristo a muchas personas que carecen de sentido en sus vidas, porque no han encontrado la forma que Jesucristo les ilumine sus tinieblas. Le pedimos al Señor que seamos instrumentos de luz mediante las buenas obras de misericordia. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Es el cuarto domingo de Laetare, indica gozo, alegría y esperanza por la cercanía de la Pascua. 2. En este domingo se puede usar ornamento de color rosado, signo de ir dando pasos hacia el blando de la fiesta pascual. También, se pueden emplear los instrumentos musicales y adornar el altar con flores. 3. El Prefacio de hoy es propio: El ciego de nacimiento, Misal, p 103 4. Se podría emplear como oración de bendición sobre el pueblo, la propia para este domingo, Misal, p. 105 5. Invitar a prepararse bien y acudir al sacramento de la Reconciliación y Penitencia. Pastoralmente, sería oportuno programar celebraciones penitenciales por arciprestazgos. 6. Tener presente que, el miércoles 25 de Marzo, es la solemnidad de la Anunciación del Señor.

Lun 30 Sep 2019

Aperuit Illis: Motu Proprio que Instituye el Domingo de la Palabra de Dios

En el contexto de la Fiesta de San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín, el Papa Francisco presentó, el 30 de septiembre, la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio ‘Aperuit Illis’, con la que se instituye el Domingo de la Palabra de Dios, que será celebrado cada tercer Domingo del Tiempo Ordinario para hacer “crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura”. “Con esta Carta tengo la intención de responder a las numerosas peticiones que me han llegado… para que en toda la Iglesia se pueda celebrar con un mismo propósito el Domingo de la Palabra de Dios”. Este día, explica el Santo Padre, también, se invita a “fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos. No se trata de una mera coincidencia temporal: celebrar el Domingo de la Palabra de Dios expresa un valor ecuménico, porque la Sagrada Escritura indica a los que se ponen en actitud de escucha el camino a seguir para llegar a una auténtica y sólida unidad”. “La Biblia no puede ser sólo patrimonio de algunos, y mucho menos una colección de libros para unos pocos privilegiados. Pertenece, en primer lugar, al pueblo convocado para escucharla y reconocerse en esa Palabra (…) La Biblia es el libro del pueblo del Señor que al escucharlo pasa de la dispersión y la división a la unidad. La Palabra de Dios une a los creyentes y los convierte en un solo pueblo”. En este sentido, insiste en la importancia de “ayudar a profundizar en la Palabra de Dios, con un lenguaje sencillo y adecuado para el que escucha”; por ello, advierte, “No se puede improvisar el comentario de las lecturas sagradas. A los predicadores se nos pide más bien el esfuerzo de no alargarnos desmedidamente con homilías pedantes o temas extraños. Cuando uno se detiene a meditar y rezar sobre el texto sagrado, entonces se puede hablar con el corazón para alcanzar los corazones de las personas que escuchan, expresando lo esencial con vistas a que se comprenda y dé fruto”. El título de la Carta Apostólica se basa en el pasaje bíblico de San Lucas del capítulo 24 en el que se describe el gesto de Jesucristo a los discípulos con el cual “les abrió́ el entendimiento para comprender las Escrituras”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta apostólica[/icon] Foto: Tomada de Internet

Sáb 10 Mar 2018

Voto responsable, libre y consciente

Por Monseñor Edgar de Jesús García Gil - La democracia bien manejada y vivida es obrar con la verdad, es decir con la luz que nos lleva por los caminos del bien común. Esta dimensión también es un compromiso cristiano. “Construir un país que sea patria y casa para todos es la consigna de nosotros los obispos para los comicios que tendrán lugar en este primer semestre del año 2018. Hoy 11 de marzo elección del congreso de la república: senado y cámara de representantes. Todos estamos comprometidos a cumplir con nuestro derecho democrático de votar para que entre todos miremos el futuro con esperanza. El voto es un derecho inalienable y un deber fundamental. Es inmoral e ilegal comprar y vender votos por dinero, regalos o puestos, pues esta práctica no solo vicia el mismo proceso democrático, sino que atenta contra la dignidad de la persona humana. Las campañas políticas que se sustentan en intereses particulares, que se financian ilícitamente o que derrochan injustamente el dinero atenta contra la democracia y genera confusión en el electorado. Para dar nuestro voto responsable, tenemos que llegar a la convicción moral de que la persona, el proyecto político y el equipo de trabajo que se elige aportaran realmente al bienestar de todos los colombianos. Pensemos en las necesidades más urgentes de nuestra nación. No nos dejemos llevar simplemente por propuestas populistas, por simpatías y antipatías o por intereses particulares. Debemos elegir a quienes quieran afrontar las situaciones de injusticia, enfermedad, drogadicción, desempleo y falta de oportunidades que está padeciendo el país en las ciudades y en los campos. No a la colonización ideológica de opciones políticas y legislativas (la eutanasia para niños y adolescentes) que contradicen los valores fundamentales y los principios éticos de la persona humana. Apoyemos, siguiendo la enseñanza de la Iglesia, a quienes defienden la dignidad de la persona humana, el matrimonio entre un varón papa y una mujer mamá, el derecho primario de los padres en la educación de sus hijos, la libertad religiosa y las instituciones democráticas”. Criterios y fundamentos para un voto responsable. Conferencia episcopal de Colombia. 2018. + Edgar de Jesús García Gil Obispo de Palmira