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monseñor Wiston Mosquera Moreno

Mar 12 Nov 2024

Emergencia invernal y paro armado en el Chocó: Obispos de Istmina-Tadó y de Quibdó piden ayuda urgente para las comunidades

La agudización de la crisis humanitaria en el Chocó preocupa profundamente a la Iglesia Católica. A la fuerte ola invernal que enfrenta por estos días el departamento y que estaría afectando a cerca de 200.000 habitantes en 27 de los 31 municipios, se suma el nuevo paro armado anunciado por el ELN el pasado 9 de noviembre, que ya tendría confinadas a más de 45.000 personas.Ante esta crítica situación, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, lanzó un SOS para alertar a las autoridades municipales, departamentales y nacionales, sobre la urgencia de que estas comunidades del pacífico colombiano reciban atención y ayuda inmediata, pues muchas de ellas, enfrentan, además, graves condiciones de vulnerabilidad. “Quiero, en nombre de la Iglesia, hacer un llamado para que todas las autoridades, desde el Gobierno nacional, el gobierno departamental, los entes territoriales, tomen en consideración de lo que están viviendo muchos hermanos y hermanas nuestros en este momento. Nosotros como Iglesia estamos solícitos, tanto la Diócesis de Quibdó como la Diócesis de Istmina-Tadó, a través de Secretario Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombia, a llegar con una mano tendida, pero esto tiene que ser concurso de todas las instituciones y, específicamente del Gobierno, a quien nuestros ciudadanos confían la responsabilidad de dirigirlos”.Así mismo, el obispo de la Diócesis de Quibdó, monseñor Wiston Mosquera Moreno, informó que los habitantes de la mayoría de veredas y corregimientos que están en la riberas de los rios Atrato y Baudó, así como quienes habitan en cuencas del Atrato, están sufriendo por esta emergencia. Pidió ayudar a quienes han perdido sus enseres, cultivos y animales, y enfatizó en que muchos necesitan ser reubicados, “porque esto no puede continuar de esta manera, cuando estos ríos se crecen, salen de sus cauces y terminan haciendo estragos”, agregó el prelado.Por otra parte, a través de un comunicado publicado este 10 de noviembre, monseñor Wiston rechazó el confinamiento al que nuevamente el ELN está sometiendo a las comunidades y pidió auxilio urgente para ellas.“Desde la Diócesis de Quibdó seguimos con atención y rechazamos con toda claridad este nuevo confinamiento al que se ha sometido a toda la comunidad en los municipios de la cuenca del San Juan en el departamento del Chocó. Situación que afecta a todas las personas residentes del territorio y a quienes por distintos motivos deben movilizarse por la región”.En contexto:Esta ola invernal en el Chocó ha producido el desbordamientos de ríos, deslizamientos de tierra y ha dejado incomunicadas, sin servicios básicos y acceso a atención médica, a miles de personas. Sin embargo, no es la primera vez que estos territorios se ven seriamente afectados, por lo que los obispos también ha insistido en la necesidad de que se fortalezcan los sistemas de prevención y se den soluciones sostenibles y definitivas.Vea a continuación el pronunciamiento de los obispos sobre la ola invernal:

Lun 7 Oct 2024

Con la posesión de monseñor Wiston Mosquera, la Diócesis de Quibdó inicia un histórico camino de su vida pastoral por la ruta de la paz

El sábado 5 de octubre, un día después de que la Iglesia Universal celebrara la fiesta litúrgica de San Francisco de Asís y al cierre de las tradicionales fiestas de ‘San Pacho’ en el departamento del Chocó, la Catedral San Francisco de Asís acogió la emotiva ceremonia de posesión canónica de monseñor Wiston Mosquera Moreno como obispo de la Diócesis de Quibdó.Con gran alegría y participación multitudinaria, la Iglesia que peregrina en ese importante territorio del pacífico colombiano recibió a su nuevo pastor; monseñor Mosquera Moreno se convierte en su quinto obispo. Además de ser el primer afrodescendiente en asumir esa misión episcopal, es hijo de uno de sus territorios vecinos; nació en el municipio de Andagoya.En la ceremonia participaron cientos de fieles laicos, miembros del clero, seminaristas, diáconos, religiosas y religiosos de esta y de otras regiones del país, entre ellas, la Diócesis de Istmina-Tadó, jurisdicción donde está su lugar de nacimiento, y la Arquidiócesis de Cali, en la que se formó y recibió, tanto su ordenación presbiteral como episcopal. Además, lo acompañaron doce de sus hermanos obispos, entre ellos, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia. Asimismo, el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta.En la Eucaristía también estuvieron presentes la Gobernadora del Chocó, Nubia Córdoba, la vicepresidenta Francia Márquez y el canciller Luis Gilberto Murillo, así como otros alcaldes y autoridades locales.“Ha llegado para servir a los pobres con el compromiso ineludible de la paz”Previo al rito de posesión, intervino en la celebración monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de Istmina-Tadó, quien venía ejerciendo como administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó desde el 29 de junio de 2022, luego de que el papa Francisco nombrara a monseñor Juan Carlos Barreto como obispo de Soacha.En su mensaje, monseñor Mario hizo referencia a la relación especial existente entre los compromisos evangélicos del escudo de la Diócesis de Quibdó y el escudo episcopal de monseñor Wiston:“El escudo de la diócesis tiene como compromiso “Me envió a evangelizar a los pobres” y su escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz”, mejor armonización no pudo darse porque llega a un pueblo pobre, aquí todos somos pobres; pobres porque necesitamos de Dios. Somos pobres porque con facilidad se nos escapa, atraídos por las invitaciones del mundo sin Dios, lo que significa vivir con Dios. Somos pobres porque ahogados en las aspiraciones humanas, no nos damos cuenta que la verdadera liberación está en Dios (…) Llega a un pueblo que está en guerra ansioso la paz. Estamos en guerra porque no permitimos que el sermón de las bienaventuranzas penetre entre nuestras conciencias, estamos en guerra porque a todos nos da miedo el martirio al asumir el Evangelio y confiamos equivocadamente alcanzar nuestra redención humana siguiendo nuestro capricho personal y aunando nuestros compromisos particulares. Estamos en guerra porque no queremos ser hijos de Dios”.“Querido monseñor Wiston, bendito el que viene en el nombre del Señor”Por su parte, el Nuncio Apostólico en Colombia, quien dio posesión a monseñor Wiston, agradeció la misión episcopal de monseñor Fidel León Cadavid Marín y a monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, anteriores pastores de esa jurisdicción, presentes en la posesión del nuevo obispo. Además, agradeció la administración ejercida por monseñor Mario de Jesús.El representante del papa Francisco en Colombia reconoció los valores, riqueza familiar y formación en la fe de monseñor Wiston, así como la experiencia ganada en la Arquidiócesis de Cali, donde desde el año 2017 se desempeñaba como Vicario General, para su misión pastoral en Quibdó:“Llegas a esta tierra chocoana, que bien conoces y que en tu pueblo natal Andagoya, en la Diócesis de Istmina-Tadó, te ha engendrado en la fe. Llegas a esta Iglesia de Quibdó enriquecido de los dones que aquí en esta tierra has recibido de tu familia; dones de una cultura tan rica de humanidad, en los valores de la hermandad, del compartir, de resistir en las luchas de la vida de esta cultura afrocolombiana, de una fe profunda testimoniada con la generosidad de tantos hombres y mujeres, fe que ha permitido mantener la esperanza frente a tantas dificultades. Llegas a esta tierra, querido monseñor Wiston, rico de la experiencia de vida y de fe de la Iglesia, en la que te has formado, en la que has dado tus primeros pasos como sacerdote aprendiendo de los hermanos la misión de pastor y convirtiéndote tú mismo en guía y ejemplo de muchos en tu calidad de Vicario General, tarea que te ha permitido conocer de cerca el ministerio del obispo”.Además, haciendo referencia a los símbolos episcopales que recibió durante su ordenación, celebrada el pasado 14 de septiembre en Cali, recordó los compromisos que asume en el inicio de este ministerio, especialmente frente a la difícil realidad que viven las comunidades de Quibdó:“Tú mismo estás llamado a defender la grey que se te confía. Muchas son las amenazas que la rodean, la violencia que sigue azotando estas tierras, las injusticias que se vuelven estructurales, la cultura de la ilegalidad que corrompe los corazones. Frente a todo eso, la única arma que tú tendrás es el Evangelio bajo el cual estabas al momento de la plegaria de consagración episcopal y del cual has sido constituido heraldo; arma que es débil a los ojos del mundo, pero poderoso porque es la fuerza de Dios que solo puede convertir los corazones y así transformar la tierra. Y tú pastoreo será también el signo del compromiso permanente de esta iglesia de Quibdó con la realidad de esta tierra”.“Trabajemos generosamente por el bien de esta diócesis y del departamento del Chocó…Que nadie se sienta excluido de esta tarea”Por su parte, monseñor Wiston evocó la figura de santidad de Francisco de Asís, patrono de Quibdó. Afirmó que es el relativismo de los criterios humanos el que no permite reconocer en el Dios hecho hombre a aquel hermano, pero que es ese encuentro con el otro, donde se da la oportunidad para aprender y buscar soluciones a los males que están afectando a la comunidad, entre ellos, el conflicto armado. Recordó que Jesús llama a colaborar en la pacificación del entorno desde la difusión del Evangelio sin miedo.Sobre su misión, monseñor Wiston afirmó que llega a la Diócesis de Quibdó en el nombre del Señor y no en el suyo; “llego como enviado y es Jesús quien me ha buscado; Él me trae de nuevo para seguir sirviendo en esta misión con ustedes, a todos nuestros hermanos de la Diócesis de Quibdó y de la Iglesia universal, para anunciarlo con vehemencia y con amor”.Asimismo, el nuevo obispo explicó que muchos son incapaces de escuchar el llamado de Dios porque solo tienen oídos para escucharse a sí mismos, creen que pueden prescindir de las personas a su alrededor, incluso del mismo Jesús.Y como si trazara un camino pastoral muy claro, el obispo de Quibdó dio a conocer su deseo de que la búsqueda constante de la paz cuente con la participación de todos en el territorio chocoano. En este sentido, aprovechó para hacer un contundente llamado:“Desde esta majestuosa Catedral, quiero convocar a todas las fuerzas vivas del departamento a que aunemos esfuerzos para sacar adelante esta capital, para que supere sus rezagos y brille con el esplendor de sus riquezas humanas y las riquezas que la naturaleza le provee (…) Espero que los sacerdotes, todos, y cada uno de los servidores, laicos, religiosos y religiosas, sean promotores de la evangelización y de la reconciliación entre miembros de una misma familia, de la familia de la parroquia, de la familia de la Iglesia. Desde ya, los quiero convocar a que trabajemos generosamente por el bien de esta diócesis y del departamento del Chocó…Que nadie se sienta excluido de esta tarea”.

Lun 16 Sep 2024

Ordenación de monseñor Wiston Mosquera: un signo de alegría y esperanza para la Iglesia en el Chocó

Este sábado, 14 de septiembre, en la Catedral Metropolitana San Pedro Apóstol de la ciudad de Cali, se llevó a cabo la ordenación episcopal de monseñor Wiston Mosquera Moreno, obispo electo de la Diócesis de Quibdó. La ceremonia fue presidida por monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, arzobispo de Cali.El nuevo obispo estuvo acompañado por diez de sus hermanos en el episcopado, provenientes de diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país. En representación de la Nunciatura Apostólica estuvo presente monseñor David Paul Charters. Además, a la ceremonia, cargada de símbolos litúrgicos y culturales, acudieron sus familiares, cientos de fieles, autoridades municipales y la vicepresidenta de la República de Colombia, Francia Márquez.Monseñor Wiston había sido designado para tal misión por parte del papa Francisco el pasado 5 de julio. Su nombramiento ha significado un motivo de gratitud y celebración especial, no solo para el pueblo católico en el Valle del Cauca y en el Chocó, sino para todo el país, pues se trata del primer obispo afrodescendiente que tiene la Iglesia colombiana; además, oriundo del territorio que pastoreará. El obispo electo de Quibdó nació en el municipio de Andagoya (Medio San Juan), ubicado en el sur del departamento del Chocó, territorio que hace parte de la Diócesis de Istmina-Tadó.Un hijo del Chocó que, como pastor, llevará el pregón de la reconciliación y la pazDurante la homilía, monseñor Luis Fernando Rodríguez expresó su alegría por el ministerio episcopal de monseñor Wiston, quien se desempeñaba desde el año 2017 como Vicario General de la Arquidiócesis de Cali y párroco en esa misma parroquia catedral desde el 2018. Un nombramiento para que, “sin dejar de ser un hombre igual todos, salga colmado de la plenitud del Espíritu Santo para enseñar, santificar y gobernar”.Iluminado por las lecturas de la celebración eucarística, el arzobispo de Cali describió el llamado que Dios mismo le hizo a monseñor Wiston:“En la primera lectura, tomada del profeta Jeremías (1, 4-9), podemos identificar:· Tres decisiones: “Te elegí, consagré y nombré profeta”.· Dos mandatos: “A donde yo te envíe irás, y lo que yo te mande, lo dirás”.· Y una promesa: “No les tengas miedo, que yo estoy para librarte”.Querido padre Wiston, tu historia de vida, de ayer y de hoy, refleja el itinerario existencial de Jeremías. Desde el bautismo fuiste elegido, consagrado y designado sacerdote, profeta y rey (…) Ahora, llamado al episcopado, has sido nuevamente objeto de una elección, una consagración y una misión. Has sido designado profeta, para regresar a la tierra que te vio nacer y que espera tanto de ti, para anunciarles el amor del Padre y darles a conocer más y mejor el mensaje de su Hijo Jesucristo con la fuerza del Espíritu Santo”.A propósito de la compleja realidad social, económica y política que vive el pueblo chocoano, monseñor Luis Fernando se refirió a lo planteado en el documento ‘Dignitas infinita’ publicado por el Dicasterio de la Fe el 8 de abril del año en curso; una declaración que da importantes luces a la Iglesia y a la sociedad sobre la dignidad humana. Le pidió a monseñor Wiston ser, en la Diócesis de Quibdó, instrumento de comunión, fraternidad, solidaridad, reconciliación y salvación, teniendo presente el mandato del Señor. Así lo explicó el Arzobispo de Cali:“Deberás anunciar, a tiempo y a destiempo, la persona de Jesús, dador de sentido a la vida humana, pues “el Hijo de Dios, en el misterio de la Encarnación, confirmó la dignidad del cuerpo y del alma que constituyen el ser humano” (DI n. 19) (…) No puedes, y nosotros tampoco, olvidar que cuando se evangeliza, esa Buena Nueva ha de llevar a la conversión de los corazones y a descubrir en el otro, en el prójimo, la imagen viva de Dios, por lo que una misión especial que tienes en tus manos, será proclamar la dignidad de toda persona con la valentía que viene del mismo Dios que te envía; una dignidad que sea la base de la paz que está siendo tan esquiva no solo en el Chocó, sino también en Colombia y en el mundo. Por eso el lema de tu escudo episcopal, “Bienaventurados los que trabajan por la paz” (Mt. 5,9), te anime a trabajar por hacer de todos los quibdoseños y chocoanos artesanos de la paz (…) En la persona de Jesús, el Buen Pastor (Juan 10, 11-16) tienes el modelo perfecto que haz de imitar. Como él, debes ser capaz de dar la vida por las ovejas, conocerlas y buscar las que se hubieran perdido y las que no son del redil, continuando de esta manera la ingente tarea misionera que desde siglos atrás los frailes Jesuitas, Carmelitas, Capuchinos, los Claretianos, y otras comunidades religiosas masculinas y femeninas, así como los muy queridos presbíteros y diáconos diocesanos y laicos, han realizado y realizan con tanto amor”.En nombre del episcopado colombiano, monseñor Hugo Alberto Torres Marín, arzobispo de Santa Fe de Antioquia, provincia eclesiástica de la que hace parte la Diócesis de Quibdó, le dio la bienvenida a monseñor Wiston; le expresó sus deseos de bienestar, así como frutos pastorales y espirituales en la porción del Pueblo de Dios que le confió el Santo Padre; afirmó que serán muy importantes los aportes pueda ofrecer el obispo electo de Quibdó al cuerpo colegiado para el bien de la evangelización en Colombia.“La Iglesia particular de Quibdó recibe en usted la bendición de un nuevo pastor diocesano que llega con la insignia de ser un hombre de su tierra, llevando el pregón de la reconciliación y la paz, como ha quedado grabado en su escudo episcopal: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”” (Mt 5, 9) (…) Grandes esperanzas se ciernen sobre nuestra sociedad al contar con pastores cercanos al pueblo, sensibles al dolor de los menos favorecidos, alegres en la entrega generosa de su vida, constantes en la fe y administradores fieles y prudentes de los sagrados misterios, le deseamos todas estas virtudes y actitudes durante el ejercicio de su ministerio episcopal y una abundante cosecha de frutos espirituales y de desarrollo humano integral para su Iglesia local”."A esta tierra bendita...Donde Dios ha manifestado su encanto y su poder"Tras recibir estos mensajes y al cierre de la ceremonia, monseñor Wiston Mosquera Moreno agradeció especialmente a Dios, al papa Francisco, al Nuncio Apostólico, a los obispos y presbíteros de las diferentes jurisdicciones allí presentes, las comunidades religiosas y movimientos apostólicos; además a sus familiares, de manera particular, a su madre María Jerónima Moreno, quien, a sus 99 años de edad, pudo acompañar la ceremonia de ordenación de su hijo.Inició su mensaje destacando las bondades del territorio que lo vio nacer y de las comunidades que ahora pastoreará: “A esta tierra bendita, bañada por grandes ríos y afluentes exuberantes, bosques y fauna majestuosa y esa cultura contagiosa donde Dios ha manifestado su encanto y su poder”.Afirmó que su misión episcopal tendrá un importante vínculo con en el trabajo por la defensa de los derechos humanos, el Derecho Internacional Humanitario y la paz que tanto necesita el Chocó y el país.“Desde ya, pongo este ministerio recibido en las maternales y amorosas manos del Inmaculado Corazón de María, patrona de la Diócesis de Quibdó, y del patrocinio del San Francisco de Asís, para que este encargo sea fecundo para el bien de la evangelización de nuestros pueblos”.“La mies es abundante pero los obreros son pocos”: con esta afirmación bíblica tomada de Mateo 9, el nuevo obispo manifestó su deseo de emprender en esa Iglesia particular una tarea que permita llegar con más misioneros a aquellos territorios que claman la voz de Dios en sus entornos y la guía espiritual que la Iglesia Católica les puede ofrecer. Afirmó, además que, en su caso, pese a llevar 34 años fuera del departamento, nunca se desligó de él.Monseñor Wiston enfatizó en la importancia de trabajar por la paz y la reconciliación de manera articulada con diferentes actores en el territorio, con énfasis especial en las comunidades más vulnerables:“Al regresar a mi departamento, ahora en calidad de obispo y pastor, en una grey como esta que se debe continuar con una labor pastoral que han venido desarrollando todos mis predecesores, con una voz clara en defensa siempre de los derechos humanos individuales y colectivos, trabajar con las distintas organizaciones sociales y las ONG que están apostando por la paz y la reconciliación en todo el pacífico colombiano; por el respeto y la dignidad de las comunidades vulneradas y de aquellas personas que están cruzando por el Tapón del Darién en la búsqueda de mejores condiciones de vida para sus familias”.La Iglesia colombiana da un paso adelanteEl obispo electo de Quibdó manifestó también que su nombramiento representa un importante paso hacia la inclusión en la Iglesia. Agregó que esto no solo es necesario a nivel eclesial, sino también desde las demás estructuras e instituciones del país, para que realmente en Colombia se pueda avanzar hacia la igualdad y el desarrollo:“Con este paso que ha dado la Iglesia, está dando un importante paso a la inclusión en la historia de evangelización de los pueblos en el continente americano; todos sabemos que hay que seguir avanzando en esa dirección, no solo la Iglesia sino todas las instituciones en Colombia, si, efectivamente, queremos un país más incluyente, más igualitario más desarrollado y próspero y menos insensible desde las instancias del poder ante el abismal y escandaloso atraso en el que se encuentran grandes regiones del país”.La ceremonia de posesión de monseñor Wiston Moreno en la Diócesis de Quibdó será el próximo 5 de octubre.