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obispo de pasto

Vie 17 Mar 2023

Iglesia en Pasto da inicio a su Sínodo Pastoral Diocesano

Con una eucaristía presidida por monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de Pasto, el pasado 16 de marzo se llevó a cabo en la capital del departamento de Nariño la apertura del Sínodo Pastoral Diocesano 2023-2024. A la celebración asistieron los miembros del clero, representantes de comunidades religiosas y laicos, provenientes de varios municipios de esta jurisdicción eclesiástica. En su homilía, monseñor Juan Carlos, destacó la importancia y necesidad de la participación activa de todos en este proceso, para fortalecer la vida espiritual y pastoral de la comunidad, para trabajar juntos en la construcción del Reino de Dios, desde una iglesia samaritana, siempre disponible para el servicio. Al finalizar la Santa Misa se realizó la bendición de la cruz misionera del Sínodo Pastoral Diocesano y la entrega de este signo a cada una de las comunidades parroquiales que el próximo domingo 19 de marzo realizarán la apertura del Sínodo como inicio al tiempo de la escucha, en el cual se espera una activa participación de todos los fieles laicos. La cruz, que incluye el logo del sínodo diocesano y el escudo de la diócesis, representa el compromiso de nuestra misión evangelizadora en la región, en comunión con la Iglesia Universal. Al cierre del evento se realizó la presentación oficial del himno y la oración del Sínodo Pastoral 2023-2024. De esta manera, inicia un tiempo de gracia, oración, discernimiento y renovación, en el que todos en esta iglesia particular están llamados a caminar juntos bajo la guía del Espíritu Santo.

Lun 10 Oct 2022

Colombia presente en el VIII Congreso Mundial de Pastoral del Turismo

Este sábado 08 de octubre, en Santiago de Compostela concluyó la VIII edición del Congreso Mundial de Pastoral del Turismo, un evento oficial de la Iglesia católica que tuvo como lema: «Turismo y Peregrinación. Caminos de Esperanza». Por Colombia, estuvo presente monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, Obispo de la Diócesis de Pasto, quien presentó la experiencia y potencial de un proyecto de turismo teológico y religioso que se está gestando desde esta Iglesia particular. Durante su intervención observó sobre la importancia que tiene el turismo como camino para evangelizar, resaltando la belleza del encentro con la naturaleza, los lugares históricos, arquitectónicos y culturales que son fuente para llegar a Dios. "Démosle sentido a ese ejercicio de movernos por el mundo buscando encontrar a Dios en la belleza de esos espacios, del encuentro con los demás, ese es el llamado que queremos hacer". Según los organizadores fueron en principio dos los motivos que llevaron al desarrollo de este Congreso que se realizó del 05 al 08 de octubre: “Lo celebramos intentando emerger del momento más crítico y de mayor quebranto para el sector turístico a causa de la pandemia, y donde sólo en España se perdieron más de 600.000 puestos de trabajo en el sector. Lo hacemos también en el clima incierto que plantea la guerra en Ucrania y sus consecuencias directas que afrontamos a diario”, dicen. En segundo lugar, “La importancia de celebrarlo por primera vez en Europa, fuera de los iniciales en el Vaticano y en un lugar de alta significación como Santiago de Compostela, abre una puerta a la esperanza, ya que hoy en día, de esos mil trescientos millones que se desplazan para hacer turismo, trescientos millones lo hacen por motivaciones religiosas”. Algunos de los expositores presentes El congreso contó con la participación de expertos procedentes de distintas partes del mundo, quienes con sus exposiciones analizaron el fenómeno del turismo desde el punto de vista pastoral. Entre los que intervinieron estaban: los cardenales Michael Czerny SJ, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Leonardo Sandri, Prefecto de la Sagrada Congregación para las Iglesias Orientales; Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española. El anfitrión el arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio Barrio; el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa; monseñor Rino Fisichiella, prefecto del Dicasterio para la promoción de la Nueva Evangelización; monseñor Maurizio Bravi, Observador permanente de la Santa Sede para la Organización Mundial del Turismo. Delegado de la Santa Sede para los Caminos Culturales de Europa. Diez años hubo que esperar para realizar de nuevo este Congreso, que se celebró en Santiago de Compostela del 05 al 08 de octubre de 2022, el mismo fue organizado por la Archidiócesis de Santiago, con el Patrocinio de la Santa Sede y la colaboración de la Conferencia Episcopal Española. El primer Congreso Mundial de Pastoral del Turismo se llevó a cabo en el Vaticano en 1970, como así también los tres siguientes en 1978, 1979, y 1984. El quinto se celebró en Éfeso en 1998, el sexto en Bangkok en 2004 y el séptimo en Cancún en 2012. Mons. Juan Carlos Cárdenas, obispo de la Diócesis de Pasto, nos cuenta detalles del Congreso Mundial de Pastoral del Turismo y ofrece un mensaje, a propósito de la Jornada Mundial del Turismo que se celebró el pasado 27 de septiembre de 2022. Lea también: VIII Congreso Mundial de Pastoral de Turismo: El valor de las peregrinaciones

Vie 11 Feb 2022

Estar al lado de los que sufren

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro – El Papa nos invita a estar cerca de los enfermos - El viernes 11, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, se celebra la 30ª Jornada Mundial del Enfermo. Quisiera resaltar algunos puntos que el Santo Padre plantea en su mensaje para la ocasión y que nos vienen bien en este contexto de pandemia, no sólo por los afectados por el Covid, sino porque hay otra cantidad muy grande de personas que en este contexto, han relegado el debido cuidado de su salud y hoy están experimentando las consecuencias de esto. Así mismo, el descalabro que el sistema de salud, con la debacle de EPS como Coomeva y Emssanar, es un campanazo de alerta para mirar con unos ojos distintos a los enfermos y a los trabajadores de la salud. 1. La misericordia de Dios Recuerda el Santo Padre que «Dios siempre mira a sus hijos con amor […] y nos cuida con la fuerza de un padre y con la ternura de una madre». Los evangelios abundan en relatos de encuentros de Jesús con tantos enfermos. Jesús no pasó de largo ante el sufrimiento de la gente. Y eso es precisamente la misericordia: la capacidad de inclinarse ante la humanidad que sufre y hacer algo para aliviar ese sufrimiento. Inspirados en esta convicción acerca de Dios, los creyentes estamos llamados a ser «testigos de la caridad», derramando «sobre las heridas de los enfermos el aceite de la consolación y el vino de la esperanza». 2. Tocar la carne sufriente de Cristo Esta expresión que es tan propia del Papa Francisco es una invitación a no pasar de largo, a implicarnos ante la enfermedad de nuestros semejantes. Sobre este particular, el Santo Padre se dirige a médicos, enfermeros y enfermeras, personal que asiste y cuida a los enfermos, voluntarios, etc.: «Sus manos, que tocan la carne sufriente de Cristo, pueden ser signo de las manos misericordiosas del Padre. Sean conscientes de la gran dignidad de su profesión, como también de la responsabilidad que conlleva». Todo esto sobre la base de que «El enfermo es siempre más importante que su enfermedad». 3. Los centros de asistencia sanitaria, casas de misericordia ​Aunque en el contexto actual los servicios de salud tienen una fuerte connotación empresarial, el Papa no deja de convocar a que sean espacios de presencia y cercanía, marcados por un profundo sentido humano. Y resalta también el papel delas instituciones católicas, a las cuales califica como «un tesoro precioso que hay que custodiar y sostener». Damos gracias a Dios por los hospitales San Pedro e Infantil y los hospitales mentales que procuran poner al enfermo y sus familias en el centro de sus actividades. +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Mié 6 Oct 2021

El apostolado de la oreja

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro – La paciencia de escuchar - El Papa Francisco ha convocado a la Iglesia en todo el mundo para emprender un camino de encuentro con los más posibles, de cara al sínodo en la que se pretende discernir hasta el 2023 cómo llegar a ser una Iglesia más participativa, al estilo del evangelio. Y plantea la escucha como método para pensar juntos. La frase que da título a este artículo ayuda a entender bien lo que significa este método. No se trata de una simple técnica sino de una actitud espiritual, que brota de la fe. Se trata, como en el caso de Jesús, de saber detenerse y calle ante la voz del otro hasta que este pueda expresar libre, pero respetuosamente lo que tiene en su mente y corazón. Este ejercicio apostólico de escucha a que nos está invitando el Santo Padre requiere de algunas actitudes, tanto de quien habla como de quien presta atención. De parte de quien habla Lo primero necesario es la capacidad, antes de hablar, de guardar silencio, pensar, invocar la luz del Espíritu Santo y dejar que las palabras que resuenen primero en el interior. En segunda instancia, tener disposición para expresarse con valentía, pero respetuosamente. En tercer lugar, tener actitud crítica pero constructiva. Y finalmente, expresarse entendiendo que hay otros que también esperan poder hacer oír su voz. No tomarse la palabra como si se fuera el único que necesita ser escuchado. Después de expresarse volver a valorar el silencio como puerta que permitirá escuchar a los que hablarán a continuación. De parte de quien escucha La primera y fundamental actitud de quien escucha es disponerse pidiendo al Espíritu ayuda para captar el corazón de cada uno de aquellos que se van a expresar. En segundo lugar, se ha de considerar importante a cada persona. No hay un discurso que valga más que otro. Tercero, cuidar de dar la voz con especial cuidado a los que han tenido menos o ninguna oportunidad de ser oídos. Cuarto, infundir confianza a las personas para que puedan expresarse sin temores. Sin juzgar, acoger las experiencias positivas y las negativas que se digan. Más allá del llamado que hace el Papa, el método de la escucha, el “apostolado de la oreja” es clave para nuestro tiempo, donde hay tantas palabras que se lleva el viento porque no encuentran quien las quiera escuchar; pero también donde hay otros que solo quieren soltar sus discursos, pero no están dispuestos a callar para darse la oportunidad de escuchar a los demás. Hablar menos y escuchar más. Habría menos gritos reprimidos, menos palabras armadas de rencores guardados. Más diálogo, más encuentro, caminar juntos, avanzar. +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 27 Ago 2021

Volvamos a la familia. Su aporte social

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Los acontecimientos sociales desencadenados desde abril forzaron una pausa en las reflexiones sobre la familia, con ocasión del 5º aniversario de haber sido publicada la Exhortación Apostólica: La alegría del amor (Amoris laetitia), del Papa Francisco. Habíamos abordado hasta entonces 4 capítulos de la Exhortación. Propongo continuar con el 5º que tiene por título: amor que se hace fecundo (nn. 165-198). Partiendo de la premisa de que “el amor siempre da vida”, el papa recuerda que el amor de la pareja no se agota en ella misma sino que va más allá. Los hijos «La familia es el ámbito no sólo de la generación sino de la acogida de la vida que llega como regalo de Dios». El don de la paternidad y la maternidad se descubre también es un camino para redescubrir el amor de Dios, pues en los hijos se encuentra «la belleza de ser amados antes» y así sucede también con Dios, que toma la iniciativa en amarnos. Además de los hijos deseados, amados y acogidos, duele constatar que muchas personas rechacen a los hijos, los abandonen, o les roben su infancia y su futuro. Ante estas circunstancias, de niños que no son bien recibidos por sus padres y que evidencian relaciones de pareja marcadas por las heridas personales, el Santo Padre invita a abrirse con confianza al don que ellos significan y asumir la responsabilidad de acompañarles en su proceso de vida. Otra circunstancia es cuando no llegan los hijos. Aunque la ciencia hoy ofrece alternativas (la mayoría de ellas éticamente muy cuestionables), el Papa Francisco recuerda la opción (siempre vigente): «quiero alentar a quienes no pueden tener hijos a que sean magnánimos […] parar recibir a quienes están privados de un adecuado contexto familiar». Es la alternativa de la adopción. Los ancianos La familia también debe defender el espacio a que tienen derecho los adultos mayores, evitando relegarles a condiciones de vida indignas e indignantes. En este sentido, el Papa recuerda el clamor del anciano que teme ser olvidado y despreciado: «No me desprecies ahorra en la vejez, me van faltando las fuerzas…» (Salmo 71,9). El Sumo Pontífice alienta a cultivar el sentido de gratitud, aprecio y acogida que haga sentir al anciano parte viva y activa de la familia y de la comunidad. Y nos comparte su sueño: «¡cuánto quisiera una Iglesia que desafía la cultura del descarte con la alegría desbordante de un nuevo abrazo entre los jóvenes y los ancianos!». La familia grande Por último, el Papa recuerda que la familia es constructora de comunidad: familiares cercanos, amigos, vecinos y vecinas, tejiendo vínculos sociales y comunitarios que aportan a una mejor sociedad. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Mié 21 Jul 2021

El valor de ser auténticamente pueblo

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Reflexiones desde el pensamiento del Papa Francisco - Hoy, tomo del libro Soñemos juntos del Papa Francisco, apartes de su reflexión sobre la categoría “pueblo”. El Papa aborda la necesidad de «recuperar nuestro sentido de pertenencia, de sabernos parte de un pueblo. Como primera medida, su punto de partida, en cuanto creyente, es que los discípulos de Jesús, la Iglesia, no somos una institución: fundamentalmente somos pueblo de Dios, lo que nos llama a estar unidos». Qué significa ser “un pueblo” Esta pregunta implica para el contexto actual, una oportunidad de ir a lo que debe ser el fondo de todas las inquietudes y aspiraciones de determinada comunidad humana. Advirtiendo los riesgos que conlleva hablar de pueblo desde perspectivas populistas, el Santo Padre aclara que pueblo no es lo mismo que país, nación o Estado. Nos dice: «El pueblo es siempre el fruto de una síntesis, de un encuentro, de una fusión de elementos dispares que genera un todo superior a sus partes. Aun si tiene profundos desacuerdos y diferencias, un pueblo puede caminar inspirado por metas compartidas, y así crear futuro» (págs. 104-105). Un pueblo «es más que la suma de los individuos […] es una realidad viva, fruto de un principio integrador compartido». Al pueblo no se le puede mirar solo desde la ciencia, sociología o análisis; sólo es posible, según el Sumo Pontífice, «aproximarnos a él desde la intuición, entrando en su espíritu, su corazón, su historia y su tradición». Tentaciones que hieren la identidad de pueblo Una tentación que señala el Papa es el elitismo, que «reduce y restringe las riquezas que el Señor puso en la tierra, convirtiéndolas en posesiones para ser explotadas por algunos en vez de dones para ser compartidos». Puede haber élites intelectuales, morales, religiosas, políticas, económicas o culturales. Esta tentación se supera apelando a la unidad en la diversidad. La lógica de élite genera exclusiones (y no pensemos en la “lucha de clases”); quien reivindica derechos de algún colectivo, puede terminar siendo excluyente con los demás. Otra es la del individualismo. Según el Papa, es “autodestructiva”, pues genera asilamientos. Por ello invita como superación «a salir de mi “lagunita personal” y volcarme al ancho cauce del río de la realidad y del destino del que soy parte, pero que también va más allá de mí». Dios y la dignidad de un pueblo No hay que equivocarse, Dios no obstruye o anula al ser humano. El Papa recuerda la historia de la salvación: «Jesús le restaura la dignidad al pueblo con hechos y palabras que manifiestan la cercanía de Dios». Una fe auténtica convoca a la solidaridad y a la fraternidad: a la acogida. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 25 Jun 2021

El Papa y los jóvenes. Un llamado a la esperanza

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Después de un mes de constantes manifestaciones sociales, en las que los jóvenes han sido incuestionables protagonistas, bien vale la pena hacer unas consideraciones en el entendido de buscar sacar siempre lo mejor que la crisis nos puede mostrar. En la Exhortación Cristo vive, publicada luego del sínodo de los jóvenes en 2019, el Papa Francisco dirige con esperanza su voz a la juventud en medio de sus luchas e incomprensiones. Hago eco de ese mensaje: El riesgo y la virtud del mundo digital Frente al mundo digital, el Papa dice: «es verdad que el mundo digital puede ponerte en el riesgo del ensimismamiento, del aislamiento o del placer vacío. Pero no olvides que hay jóvenes también que en estos ámbitos son creativos y a veces geniales» (CV, 106). Y advierte de no caer en la trampa que los ambientes digitales traen: «terminar siendo más de lo mismo, corriendo detrás de lo que les imponen los poderosos a través de los mecanismos de consumo y atontamiento» (Cf. CV, 107). Ante esto, el Santo Padre invita: «Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa». Esto implica no quedarse en “ser una fotocopia” sino plenamente “uno mismo”. El valor de darse El Papa Francisco plantea que, «para que la juventud cumpla la finalidad que tiene […] debe ser un tiempo de entrega generosa, ofrenda sincera», y hace eco de una poesía de Francisco Luis Bernárdez: Si para recobrar lo recobrado debí perder primero lo perdido, si para conseguir lo conseguido tuve que soportar lo soportado, si para estar ahora enamorado fue menester haber estado herido, tengo por bien sufrido lo sufrido, tengo por bien llorado lo llorado. Porque después de todo he comprobado que no se goza bien de lo gozado sino después de haberlo padecido. Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado. El poder de trabajar juntos Finalmente, frente a la tentación de enfrentar solitarios al mundo y los peligros con los que aun se luchan desde adentro, el Papa propone la fuerza del grupo, de la comunidad. Y les dice a los jóvenes: «ustedes unidos tienen una fuerza admirable. Cuando se entusiasman por una vida comunitaria, son capaces de grandes sacrificios por los demás y por la comunidad» (CV, 110). Todo esto no puede asumirse olvidando las raíces, la historia – no se construye en el aire: el pasado trae luces que inspiran y sombras que no se pueden borrar para no repetirlas –. Y sobre todo, el valor de los ancianos: dialogar con su experiencia. Escucharlos. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Vie 11 Jun 2021

Identidad Nacional y Reconciliación

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Dos temas clave para considerar en la actual crisis social. La pregunta por la identidad nacional, en medio de esta histórica crisis social, cobra tal vez hoy como nunca muchísima relevancia. Sabemos, pero no hemos entendido. ¿A qué me refiero con esto? Sabemos que somos una nación caracterizada esencialmente por la diversidad: geográfica, étnica, cultural. Pero todavía no alcanzamos a entender cómo asumir un modelo de Estado que incluya esta caracterización de la nación y permita que todos se sientan parte de ella, no sólo afectiva sino efectivamente. Los reclamos de tantos sectores hoy son la explosión de un cúmulo de frustraciones y deudas sociales que el Estado no ha podido satisfacer suficientemente. El federalismo y el centralismo seguramente han aportado a la historia del país luces y sombras — expertos habrá que puedan identificarlas con argumentos objetivos. Tal vez ambos modelos y sus efectos no sean en sí mismos las causas de nuestros líos sociales. Lo cierto es que Colombia es percibida en muchas de las regiones como un país que se ha desarrollado mirando hacia el centro, y desentendido de las periferias, sin lograr sacar lo mejor del potencial y vocación propia que traen los diferentes territorios. Y los sueños que se vuelven frustraciones, se convierten en sentimiento de fracaso, de olvido y todo esto en inconformidad y la inconformidad alimenta rabia que se transforma en rebeldía y en muchos la rebeldía toma forma de violencias. Colombia es una nación con muchas heridas, causadas por problemas no resueltos, o resueltos a medias. Y se ha dejado pasar el tiempo sin detenerse a curarlas. Reconciliación, es una palabra recurrente en los ambientes eclesiales del país. A reconciliarnos nos invitó el Papa Francisco: «Colombia tiene necesidad de vuestra mirada propia de obispos, para sostenerla en el coraje del primer paso hacia la paz definitiva, la reconciliación, hacia la abdicación de la violencia como método, la superación de las desigualdades que son la raíz de tantos sufrimientos, la renuncia al camino fácil pero sin salida de la corrupción, la paciente y perseverante consolidación de la “res publica” que requiere la superación de la miseria y de la desigualdad», nos dijo a los Obispos esa 7 de septiembre de 2017. Reconciliarnos es una meta, pero también una tarea que presupone lo que el Santo Padre nos plantea: abdicar de la violencia como método, venga de donde venga y superar las desigualdades crónicas con un pacto social en el que “nadie se quede atrás”. Y esta tarea de construcción social nos debe incluir a todos. Recomponer confianzas, posibilitar escenarios de encuentro y constituir espacios permanentes de escucha, seguimiento y participacón, pueden ser un interesante comienzo. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto