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víctimas

Mar 6 Dic 2022

Iglesia cercana a familiares de fallecidos y heridos por deslizamiento de tierra en vía Pueblo Rico

Tras el deslizamiento de tierra que tuvo lugar sobre la vía Pueblo Rico – Santa Cecilia, con un saldo 34 personas fallecidas y un número más de desaparecidos y heridos, la Diócesis de Istmina - Tadó, presidida por su obispo Mario de Jesús Álvarez Gómez, ha expresado su cercanía y oración ante estos hechos dolorosos. En un mensaje, ofrece su saludo de condolencia a los familiares de las víctimas. "Expresamos con nuestra oración y cercanía espiritual nuestros sentimientos de condolencias por tan lamentable pérdida". Así también, se une en oración por los sobrevivientes deseándoles una pronta recuperación. El deslizamiento se produjo este domingo 04 de diciembre, cuando parte de la montaña se desprendió llevándose por delante un trozo de la carretera que comunica los departamentos de Risaralda y Chocó, en el sector de La Cabaña, zona rural del municipio de Pueblo Rico.

Jue 10 Feb 2022

Diócesis de Granada rechaza acto terrorista contra Batallón del Ejército

Tras el atentando en el Batallón de Infantería N.21 Batalla Pantano de Vargas, ubicado en el municipio de Granada, en el departamento del Meta, monseñor José Figueroa Gómez, obispo de esta Jurisdicción y su presbiterio emitieron un comunicado donde expresan su rechazo a este acto terrorista, que dejó dos personas muertas, y al menos cuatro uniformados heridos. En su mensaje, manifiestan su cercanía y solidaridad a las comunidades de Granada y la región del Ariari, quienes están siendo víctimas por los brotes de violencia e inseguridad que sigue creciendo en estos territorios llaneros. Recuerdan además, que como Iglesia católica están llamados a promover la defensa de la vida y el respeto por la persona, por lo que rechazan cualquier tipo de acción que genere violencia o muerte. Hoy 10 de febrero a las 6:300 p.m., el obispo y el presbiterio de la Diócesis de Granda, se reunirán en la Catedral Nuestra Señora del Carmen, para celebrar una eucaristía con la intención de pedir la reconciliación y la paz de estos territorios. Descargar subsidio[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Vie 12 Mar 2021

Agencia italiana SIR entrevista a obispo de San José del Guaviare

Ante la noticia del bombardeo del Ejército Nacional de Colombia al séptimo frente de la disidencia de las FARC, donde fallecieron 14 personas en zona selvática de San José del Guaviare, el obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Nelson Jair Cardona Ramírez, en diálogo con la Agencia de Información SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, lamentó lo sucedido e hizo un llamado a la guerrilla, al Estado y al Ejército colombiano. “A la guerrilla que sigue reclutando menores, le digo que no interrumpa los sueños de los jóvenes, que los dejen cultivar sus ideales. Pido al Estado que cree las condiciones para un desarrollo social y económico más equitativo de esta zona, para no dejar sin perspectivas a las generaciones más jóvenes. Pido prudencia al Ejército y que considere a los menores involucrados en la guerra de guerrillas ante todo como víctimas, porque sobre todo lo son”, dijo el obispo. Durante su entrevista, el prelado expuso que la realidad de estos territorios no ha sido nada fácil, por cuenta de la presencia del grupo de las Farc, aún después de la firma de los acuerdos de paz en 2016. “Se sabía incluso antes de la firma, que el séptimo frente que está activo aquí no habría aceptado el acuerdo. Así, la guerrilla continuó controlando el territorio, especialmente las zonas rurales, para realizar apuestas a tráficos ilícitos y reclutamiento de menores”. Monseñor Cardona afirmó que la situación es muy compleja y devela dos corrientes de pensamiento: quienes dicen ser víctimas y quienes se presentan como victimarios. “Hay situaciones de extrema pobreza, falta de trabajo, algunos quieren salir de situaciones familiares difíciles. Por supuesto, son muy pocos los que se unen por motivos ideológicos (…) También es cierto que aprenden a empuñar las armas y entran en el engaño de la guerra”. Por último, el obispo advirtió que frente a esta difícil realidad se hace necesario, una mayor presencia del Estado. "Sé que son zonas inaccesibles y periféricas, pero el Estado debe contrarrestar estas tentaciones, la represión no es suficiente, el Estado debe dar respuestas".

Mié 11 Nov 2020

Cercanía del CELAM con las víctimas del huracán Eta

A través de una carta dirigida a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Centro América y México, las directivas del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), expresaron su cercanía a las poblaciones de los países que fueron víctimas del huracán Eta. "Las víctimas y los daños causados por este violento huracán nos llenan de profundo dolor; por eso, queremos acercarnos espiritualmente a ustedes con el consuelo de la oración, pero también con la ayuda concreta, que ya se ha activado a través de Cáritas Latinoamericana y Caribeña", reseña la misiva. Además este órgano eclesial, extendió una invitación afectuosa para que todas las Conferencias Episcopales se unan a "cooperar y contribuir como Iglesia Samaritana, para acompañar y aliviar el dolor de los que sufren estas devastadoras consecuencias". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar carta del CELAM[/icon]

Jue 8 Ago 2019

El servicio como Evangelio

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía -“La Verdad te hizo libre, para que el amor te haga esclavo”, escribió el gran San Agustín. Para servir como Jesús, necesitamos ser liberados, tener desatados el corazón, los pies y las manos. A mayor libertad en el corazón y en las condiciones de vida, mayor capacidad para amar y darse a los demás. Podremos ser “servidores del Evangelio” solamente si nos transforma “el Evangelio del servicio”. Y éste no es otro que la persona de Jesús, “Siervo de Yahvé” y “servidor de todos”. Jesús es el enviado del Padre y el Buen Samaritano de la humanidad que sufre: de las víctimas por la discriminación de género (mujer samaritana), por la violencia de los ladrones (parábola del samaritano) y por la degradación y la exclusión (leproso samaritano). Esta “trilogía samaritana” del Evangelio, marca la ruta del servicio al Dios Único, al prójimo victimizado y al Cuerpo de Cristo (comunidad eclesial), saliendo de la “lepra” egocéntrica, que despedaza y excluye. Jesús no solamente se compadece de todo ser humano, sino que asume en su pasión, en su cruz y muerte violenta, todo el dolor causado por la inhumanidad y por los antihumanos de la historia. Es el Siervo que sufre y el Servidor a quien le dan vinagre en su sed. “Yo doy mi vida...nadie me la quita”, podrá decir ante los lobos que asedian al pastor y a su rebaño (Jn10, 17.18). “Él dio su vida por nosotros para que también nosotros demos nuestras vidas por los hermanos” (1Jn3,16). Este es el kerigma, el Evangelio del servicio que dará como fruto la conversión pastoral del ministerio apostólico (obispos, presbíteros y diáconos), para que, dando testimonio de quien “está entre nosotros como el que sirve”, podamos conformar la Asamblea de Servidores en cada parroquia, inicio del Plan Pastoral. Recibir esta gracia del kerigma y anunciarlo, personalmente, cada uno de los párrocos, marcará el comienzo de la renovación de la parroquia, del paso de una Iglesia clericalizada a una comunidad y cuerpo de servidores, que se conforma desde el Altar del Sacrificio, desde la asamblea eucarística. Este comienzo significa hoy el fin del clericalismo y de su exclusión de los laicos, hombres y mujeres, del abandono a los esposos y familias, del inexcusable e intolerable abuso a menores, abuso sexual, de autoridad y de la conciencia débil ante la figura religiosa. Desde los inicios, la Eucaristía, sacramento del sacrificio de sí mismo que ofrece el Siervo-Servidor, Jesús, estuvo esencialmente unida al “lavatorio de los pies”, como sacramento de su diakonía o servicio en el mundo. La comunidad creyente de Juan, el apóstol y autor del cuarto evangelio, sitúa este gesto de Jesús en el Cenáculo de la institución eucarística y del mandamiento nuevo del amor fraterno. En el seno de la comunidad creyente, el servicio como Evangelio adquirió categoría de ministerio apostólico, como lo tiene hoy, en proceso de restauración, la Iglesia del Vaticano II, en el Diaconado Permanente (Lumen Gentium, 29). Este ministerio identifica la vocación de todo creyente, de toda comunidad eclesial y de todo ministerio, a vivir la vida como servicio a Cristo, a Dios y a la humanidad. En sintonía con la reorganización de la Santa Sede, que recoge en un nuevo dicasterio todas las obras e instituciones eclesiales para el servicio al desarrollo humano integral, la Arquidiocesis de Cali iniciará, también, una articulación de la obra de pastoral social o evangelización de las diversas realidades sociales. Será la nueva vicaría episcopal para el servicio al desarrollo humano integral. Desde la Escuela Diaconal Paulo VI y la parroquia de Nuestra Señora de Los Remedios, Jesús Siervo de Yahvé y María Sierva del Señor, Remedio para los enfermos y pobres, emprenderemos esta nueva etapa de la “pastoral de la sociedad” o pastoral social. El Evangelio del servicio, el ministerio de los servidores o diáconos permanentes y la Vicaría del Servicio al DHI, nos permitan a todos avanzar hacia la madurez de los “servidores buenos y fieles”, que deberá ser la vocación y misión de todos en la Iglesia. Sustentados en esta comprensión de la vida humana como servicio a Cristo y al prójimo en la comunidad de la Iglesia, se ilumine también el valor ético del existir humano, personal y cultural. La Iglesia “servidora de la humanidad”, anime así a nuestros pueblos a construir la vida y la política, la autoridad y las responsabilidades sociales, sobre el perfil de todo ser humano como servidor. Haciéndonos servidores unos de otros, podremos desmontar la inhumana cultura del abuso, de la opresión y explotación, de la depredación y trata de personas, de tantas formas de violaciones y violencias. El servicio de Cristo sea la verdad que nos libera de los pasos mal dados en la vida y de las culpas acumuladas (lavatorio de los pies), para que, con Él, el amor nos vuelva esclavos unosde otros en la entrega por los demás. +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Vie 7 Sep 2018

Cuatro miradas a un año de la visita de Francisco a Colombia

El 6 de septiembre de 2017 Jorge Mario Bergoglio aterrizaba en Bogotá. En el marco de la Semana por la paz, el miércoles 5 de septiembre se realizó en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) el conversatorio ‘A un año de la visita del papa Francisco: sigamos caminando juntos‘, con la participación de Pastora Mira García –víctima del conflicto–, el teólogo Ignacio Madera Vargas, el fraile capuchino Manuel Alfonso Vargas, y el decano del periodismo colombiano Javier Darío Restrepo. Invitar a la sociedad civil a continuar avanzando hacia la consolidación de la paz como bien común a partir del mensaje de reconciliación que Francisco legó al pueblo colombiano durante su visita al país, ha sido el propósito del evento organizado por la CEC, el Secretariado de Pastoral Social, la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), Vida Nueva Digital Colombia, la editorial PPC y el canal Cristovisión. La apertura estuvo a cargo del sacerdote Farly Gil, secretario adjunto de la CEC, quien recordó que “todavía está en nuestros corazones la palabra, imagen, los sentimientos que nos dejó el papa Francisco en su visita” y refirió que “en cada diócesis, en cada parroquia, hay acciones concretas para que el mensaje del Papa se renueve constantemente”. El conversatorio estuvo moderado por Oscar Elizalde, coordinador de Vida Nueva Digital en Colombia. Una de las invitadas de honor fue Pastora Mira García, cuyo testimonio el año pasado en Villavicencio, en el parque las Malokas, conmovió profundamente al Papa y mereció sus palabras de aliento. Por eso tras el inicio de su intervención expresó que “no me canso de decirlo ni me cansaré, sigo siendo una bendecida y el 8 de septiembre del año pasado fue el abrazo fraterno de papá Dios por parte de su representante en la tierra”. “Ese abrazo fue como se le da un niño que está maltratado, abandonado y encuentra a ese padre que nos recoge y les da esas palabras de aliento”, expresó, al tiempo que aseguró que este gesto fue reconfortante “después de toda la ignominia y la injustica sufrida en mi ser y en mi familia por parte de los seres humanos que han pasado haciéndonos daño”. El abrazo del Papa, el abrazo de Dios En su testimonio valiente y vivo, Pastora advirtió que “es muy fácil señalar, pero estirar la mano completamente es difícil”, en una clara referencia al tema del perdón y la reconciliación. Además hizo un llamado para que el pueblo colombiano haga un ejercicio de escucha plena y a dirimir las diferencias y encontrar el perdón sin condicionamientos. “El Papa con su visita hizo una gran tarea invitándonos a dar ese gran paso” –comentó Pastora–, pero desafortunadamente la irracionalidad del ser humano en este momento de polarización, el poder y el tener todavía ganan terreno en el ser. “Así lo hemos visto con las muertes de los líderes sociales” que a pesar del proceso de desarme, del silencio de los fusiles, “siguen cayendo víctimas de la violencia”. El futuro de la paz, la reconciliación y el perdón está en los niños y en los jóvenes colombianos, agregó la lideresa antioqueña, complementando a guisa de conclusión que “si todos y cada uno de nosotros asumimos el compromiso desde nuestro quehacer la vida sería diferente”. “No se perdona cuando no se tiene misericordia” Por parte del equipo de teólogos de la CRC, Ignacio Madera, sacerdote salvatoriano, conferencista e investigador, presentó su testimonio desde una perspectiva teológica a la luz de la vida consagrada y recordó que el Papa hace un año se dirigió especialmente a la Iglesia en Medellín cuando celebró el encuentro por las vocaciones cristianas. “Francisco en Colombia fue un fenómeno”. A criterio de Madera el Santo Padre movilizó incluso a sectores no católicos habidas cuentas de las grandes multitudes presentes en cada uno de sus actos, por eso “la herencia que nos dejó todo este movimiento masivo de colombianos es que a un año de la visita vale la pena que nos preguntemos si estamos desafiados a despertar una experiencia religiosa cristiana más vital y centrada en las prácticas de construcción de la justicia y solidaridad”. El centro del mensaje teológico del Papa en su visita a Colombia, especialmente en su encuentro con los jóvenes, fue mostrar a un Dios que es misericordia, “en contraste a veces con algunas visiones demasiado centradas en un Dios omnipotente, poderoso, al cual no se le acepta preguntas porque todo lo sabe”, aseveró el teólogo En efecto, la misericordia es el horizonte fundamental que nos posibilitará el perdón y la paz, mencionó el sacerdote, “porque no se perdona cuando no se tiene misericordia y no se tiene misericordia cuando no se perdona”. “En tiempos de tribulación el cristiano se crece, digamos entonces que en tiempos de polarización los cristianos tenemos que erguirnos como hombres y mujeres que generan comunión más allá de todos los despropósitos”, expresó Madera al final de su intervención. Reconciliarse también con la creación Manuel Alfonso Vargas Reales, fraile capuchino, especialista en ecoteología, misionero en Leticia (Amazonas), y representante de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), dio su aporte desde la perspectiva ecoteológica: “si gritan los pobres, grita la tierra y el grito de la tierra es el grito de los pobres”, dijo, citando a Leonardo Boff. “Retomo aspectos de la visita del Papa sobre todo en Villavicencio, cuando tituló su homilía ‘Reconciliarse en Dios con los colombianos y con la creación’, destacando en ella un tema de Juanes: Los árboles están llorando son testigos de tantos años de violencia”, señaló. Además, hizo mención de la violencia que llena al corazón humano herido por el pecado y también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivos, citando apartes de la encíclica ‘Laudato si’’ usadas por el Papa en su homilía en Villavicencio. El misionero capuchino destacó el llamado de Francisco a los obispos: “no abandonen la Amazonía”, como algo expreso, bien dirigido, bien concreto. Asimismo, afirmó que como franciscano, para lograr consolidar pasos camino a la paz es necesario “ser hermanos en su integralidad, de forma muy honesta, reconocernos que somos hermanos”. Colombia requiere los cuidados de un buen samaritano Desde la mirada periodística, Javier Darío Restrepo, uno de los comunicadores más destacados en Colombia y América Latina, quien integra el equipo de formadores de la fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano desde 1995, fue director de la revista Vida Nueva Colombia y actualmente es columnista en importantes diarios nacionales, hizo también su balance. Pensando en este primer aniversario recordó a Guillermo León Escobar, quien fuera embajador ante la Santa Sede, resaltando que en una de las conversaciones con él “me hablaba de la importancia que tenía el que se le diera continuidad al hecho de la visita papal”, al punto se cuestiona: “¿Valdría la pena o no esa visita?” Respecto al alarmante asesinato de líderes sociales, aseguró que “se han quedado cortas las hipótesis sobre el origen de estas matanzas”, por lo cual “ese veneno del odio y la intolerancia es un virus hecho de deseos de venganza y allí está el origen de la enfermedad que el Papa detectó durante su visita y que le hizo ver a Colombia como un paciente que reclama cuidados intensivos”. Además señaló que un año después de la visita se han multiplicado las disidencias, los grupos criminales y la violencia urbana no da señales de apaciguamiento, recordando también lo que decía Francisco: “El odio no tiene la última palabra, el amor es más fuerte que la violencia y las muertes”. Restrepo destacó que Francisco “sabía de qué hablaba y para qué lo decía, veía a los colombianos necesitados como nunca del sacramento del amor a los demás”. Por ello concluyó que “Colombia es un país enfermo que requiere lo mismo que aquel herido de la parábola, los cuidados de un samaritano y es la manera de tener a mano lo que puede ser el resumen de todos los sacramentos: el sacramento del amor al otro como indispensable para que todo lo demás mantenga vigencia”. Por: Portal Vida Nueva Digital

Mié 17 Ene 2018

Episcopado expresa solidaridad con víctimas del puente de Chirajara

En un comunicado de prensa, la Conferencia Episcopal de Colombia lamentó el fallecimiento de las nueve víctimas y los heridos que suscitó la caída del puente de la carretera Bogotá-Villavicencio, a la altura de Chirajara. “Los obispos aseguramos nuestra cercanía, a través de la oración y de los sentimientos de fraternidad, a todos los familiares y seres queridos de los fallecidos; rogamos, así mismo, por la pronta recuperación de quienes han resultado heridos”. En su mensaje, hicieron un llamado al Gobierno y a las compañías constructoras para que se investiguen las causas del accidente y se tomen las correcciones necesarias para que estos hechos no vuelvan a ocurrir.

Mar 16 Ene 2018

Iglesia de Villavicencio ora por víctimas en Chirajara

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Villavicencio, monseñor Oscar Urbina Ortega, lamentó la muerte de 9 personas tras el desplome de un puente en la segunda calzada del tramo medio de la carretera Bogotá-Villavicencio, a la altura de Chirajara. En un comunicado el arzobispo y el clero de la ciudad de Villavicencio expresaron su solidaridad a los familiares de las víctimas y a los heridos, deseándoles una pronta recuperación. “Le pedimos al Señor acoja en su misericordia a quienes han fallecido, consuele y fortalezca a sus familias y conceda pronta recuperación a los heridos”, señala el mensaje. Foto: Tomada de Internet