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comicios electorales

Jue 26 Mayo 2022

Obispos invitan a participar en los comicios electorales pensando en la paz y el bien común del país

A tres días de las elecciones presidenciales, monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo de Popayán y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, renovó la invitación a los colombianos para discernir a conciencia entre las "opciones reales" que se tienen para poner un presidente en la dirección del país. Exhortó a ejercer el derecho al voto de manera pacífica, acudiendo a las urnas con la convicción de que el pueblo colombiano tiene grandes potencialidades para generar el cambio que favorezca el bien común. “Este es un momento muy importante de Colombia y necesitamos que todos participemos. Es verdad que tenemos dificultades y justamente por eso debemos participar, pero también tenemos grandes potencialidades, concurramos a las urnas”, afirmó el prelado. Finalmente, observó que esta patria necesita “renovarse en sus opciones y proyectar el país que queremos”, donde los temas de paz y desarrollo integral sean prioridad. Lea también el COMUNICADO DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE COLOMBIA SOBRE LAS ELECCIONES PRSIDENCIALES Descargar comunicado

Jue 17 Feb 2022

Mensaje de la Iglesia católica en Colombia a propósito del año electoral

En el marco de la 112 Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, desarrollada en un momento de profundos desafíos para la nación, permeada por “la inequidad, la corrupción, la devastadora acción del narcotráfico y del microtráfico, la pobreza y la violencia”, los obispos católicos del país insistieron en la urgencia de “fortalecer el sistema democrático” y comprometerse con el desarrollo integral de la población. A los ciudadanos, les pidieron ejercer el “voto libre y responsable, fruto de una decisión informada y tomada en conciencia”. Conocer la trayectoria y propuestas de campaña de los candidatos, que deben ser “honestos y competentes”, comprometidos con el desarrollo de las comunidades, en los distintos territorios. A los líderes políticos, los exhortaron a “encontrar en el bien común la mayor motivación para su servicio (…) e incluir a todos en un proyecto de nación que cuide la paz, acreciente la confianza en las instituciones y en el prójimo”. Finalmente, alzaron su voz en defensa de la vida, la sana convivencia, la reconciliación y el cuidado del ambiente. Encomendaron a Nuestra Señora de Chiquinquirá el país: “Ella interceda por todos nosotros para que el Señor “nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo y la vida de los pobres” (Evangelii Gaudium, n. 205). [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar MENSAJE[/icon]

Lun 2 Sep 2019

Voto que impulse paz

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - Septiembre es “el mes de la Paz”, no solamente en Colombia sino en el mundo entero. Será, además, la antesala de las elecciones locales y regionales: la elección popular de alcaldes, gobernadores, concejos, juntas administradoras y asambleas departamentales. Este marco democrático de los entes territoriales es de vital importancia para canalizar la institucionalidad del Estado. Son las instancias intermedias que unen el nivel central con los núcleos concretos de población. Al mismo tiempo, legitiman e integran como Estado el “auto-gobierno” y la autogestión que ejercen estos núcleos, organizados como ciudadanía local. Juntas locales, municipios y departamentos, con el ejecutivo y legislativo, se eligen con el voto mayoritario, ojalá libre, secreto, en conciencia y consecuente con el bien común, con la convivencia social, con el cuidado de la “casa común” y con el mejor futuro para las próximas generaciones. Un voto que impulse paz, debería ser la consigna al pensar, no solamente en la trayectoria de los políticos, que es fundamental, sino en la pertinencia de las políticas que nos permitan avanzar como sociedad, para salir del pantano de las barbaries y de su actual conector, fraudulento y corrupto, que es el narcotráfico. Para San Agustín la paz es la “ordenada concordia”, que se puede dar en los tres grados de la sociedad humana: la casa, la urbe y el orbe. Respectivamente, la paz doméstica, la paz cívica y la paz internacional. A ellas habría que añadir hoy la paz territorial y ambiental. El país necesita que la paz sea el clima constitucional en el que se hacen posible las demás políticas. No debe quedar duda alguna que el conflicto con armas y confrontación letal, subversivo y en su contra, así como las economías criminales que se absorbieron a ambos bandos e infiltra la sociedad y la institucionalidad, requieren decisión espiritual y moral para ponerle fin. Colombia en paz, en reconciliación y progreso, requiere de una votación masiva, contundente, que separe del poder legítimo a todos los violentos y corruptos que se escudan en “la democracia”, quieren la continuidad de la confrontación armada y asaltan el presupuesto de la nación. Septiembre es el mes de la paz, con fechas imborrables: día internacional de la paz (21), semana por la paz colombiana (2 al 9) de septiembre, día de la firma de los Acuerdos con las FARC (26 septiembre 2016, en Cartagena), y segundo aniversario de la visita del Papa Francisco (del 6 al 10, en 2017). Septiembre es, entonces, toda una inspiración para retomar el camino del proceso de paz, impulsando la implementación de los Acuerdos y generando un nuevo proceso, más desde la población y los territorios, más integral y sincrónico, simultáneo, que supere el no dialogo oficial. Colombia requiere la distensión anímica y la inclusión posible de todos los antagonistas en mesas y procesos: entre gobierno y opositores, entre gobierno y subversiones, entre Colombia y Venezuela, entre gobierno y sectores populares que construyen paz. Distensión, diálogo y avance, sean propósitos para este mes y preparación popular para las elecciones de octubre. +Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Vie 23 Feb 2018

“Pedimos que el voto sea consciente, responsable y libre”: Mons. Elkin Àlvarez

En entrevista concedida a la revista Ecclesia de España, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo auxiliar de Medellín y secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), expone los criterios que la Iglesia católica propone a los ciudadanos para tener en cuenta en los próximos comicios electorales. A continuación la entrevista completa: Colombia entera está inmersa en un proceso electoral que la llevará a decidir quiénes serán sus nuevos representantes en el Congreso así como quién será su nuevo presidente. El 11 de marzo se realizarán las elecciones legislativas que colocarán a 102 senadores en el Senado de la República y a 166 representantes en la Cámara de Representantes. Más adelante el 27 de mayo los colombianos volverán a las urnas para elegir a un nuevo Jefe de Estado. En este contexto los obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) fueron los primeros en alentar la participación responsable y ética de los colombianos en todas las etapas del proceso electoral, “derrotemos la indiferencia y comprometámonos” indicaron en su mensaje denominado: “Construir juntos un país que sea patria y casa para todos”. Para monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general de la CEC, las elecciones del presente año se desarrollan en un momento definitivo y trascendental para el proceso histórico del país, “encontramos que hay muy buenas posibilidades de hacer un proceso serio que realmente nos deje gobernantes que necesitamos en este momento en Colombia o también que el proceso electoral puede tomar vías contrarias a esas necesidades” nos dice. En medio de las actividades que los candidatos sostienen en las plazas y lugares más representativos a lo largo y ancho del territorio nacional en busca del voto, las propuestas, la propaganda y el debate se mudan también de las calles a las redes sociales, en este sentido el también obispo auxiliar de Medellín anota “…particularmente encontramos un fuerte riesgo de polarización de que las campañas se conviertan en mutuas acusaciones y que se vayan a los extremos, cosa que no conviene en este momento cuando lo que necesitamos es un proyecto común de país”. La historia de las elecciones en uno de los países más grandes de la Comunidad Andina está marcada por un alto ausentismo en las urnas, la última vez sólo el 40% de los ciudadanos habilitados para participar acudieron a depositar su voto. De aquí que los obispos hayan invitado a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a reflexionar sobre su participación en la vida democrática del país, ejerciendo su derecho al voto. Consultado sobre si en esta ocasión la participación tendría novedades, monseñor Elkin Álvarez apunta a que en estas elecciones podría ser diferente, “creemos y por eso nos anticipamos a enviar un mensaje con palabras claras”, “buscamos ante todo promover el voto joven” nos comenta y precisa que esta invitación especial a los jóvenes se viene realizando desde la Conferencia Episcopal y a través de las diócesis. “Colombia necesita ser gobernada por personas íntegras, honestas, dignas, competentes, capaces de vencer la corrupción y la violencia, que se preocupen por la salvaguarda de la casa común”, indicaron los obispos en su mensaje a razón de estas elecciones llamando a los colombianos a elegir “a quienes quieran afrontar las situaciones de injusticia, enfermedad, drogadicción, desempleo y falta de oportunidades que está padeciendo el país en las ciudades y en los campos”. “Nosotros hemos señalado unos problemas que nos parecen nucleares en la realidad colombiana y que si no los abordamos, no los enfrentamos con perspectiva del bien común, tarde o temprano generarán más problemas para vida del pueblo”, precisa monseñor Álvarez Botero en diálogo con ECCLESIA y destaca –de las propuestas de los candidatos- que se han puesto en el centro del debate pre electoral temas verdaderamente importantes para la vida del pueblo colombiano pero también advierte que se notan posiciones muy encontradas en torno a temas fundamentales del camino de Colombia -como la reconciliación y la paz-. “Esperamos que se puedan proponer de manera que el pueblo tenga la verdadera posibilidad de enterarse y de decidir. Ojalá que se continúe también trayendo al debate electoral aquellas realidades que realmente necesita discernir el país en este momento” expresa. Tras el Acuerdo de Paz firmado con las FARC, el desarme y el acuerdo de paz con el ELN es uno de los frentes abiertos de la sociedad colombiana. Para el obispo entrevistado este es un tema que va estar en primera plana en todo el debate electoral. “(…) hay partidos que rechazan de plano cualquier intento de negociación con la guerrilla del ELN, mientras que otros exigen que se pongan condiciones antes de continuar el diálogo”, nos trasmite y deja claro que en medio de este panorama los obispos insisten en la vía del diálogo. Guerrilla y Gobierno “deben mostrar la verdadera disposición de escuchar el clamor del pueblo colombiano de parar las acciones violentas -que dañan finalmente a los más pobres y necesitados- y encontrar caminos para poder concertar cosas, para poder realmente solucionar el conflicto armado” apunta. El acompañamiento de la Iglesia en el proceso de paz en Colombia no es nuevo además de su papel mediador en los momentos de conflicto. “La Iglesia acompaña los intentos de diálogo, se ha convertido de alguna manera en la que siempre anima a buscar la salida negociada y esperamos que finalmente se pueda tener pronto”, nos dice monseñor Elkin Álvarez subrayando que el cese a la violencia es vital si se quiere alentar la confianza entre las partes y detener el sufrimiento de la población. Así las cosas, los obispos colombianos esperan que los católicos participen en la construcción integral de la nación, que oren mucho por el buen fruto del proceso electoral “esto lo hemos invitado reiteradamente para que no haya violencia, para que el ejercicio democrático sea en paz”, nos recuerda el secretario general de la CEC y va más allá “buscamos coherencia en las opciones, que los fieles católicos piensen en cuanto creen y siguen para poder hacer una elección de un candidato”. También “pedimos que el voto sea consciente, responsable y libre” nos recuerda el obispo colombiano y con gran esperanza agrega “que nosotros acudamos a las urnas, al ejercicio de la democracia sabiendo que es una participación en el derrotero, en el itinerario de vida de una nación”, “porque somos cristianos y al mismo tiempo ciudadanos y debemos impregnar de nuestra fe todas las dimensiones de nuestra vida”, finaliza.

Mar 20 Feb 2018

El voto de todos es importante y necesario

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En nuestro País, tenemos una tradición de respeto y de participación democrática que pese a sus grandes limitaciones nos permite contribuir en las decisiones referidas al gobierno y a la elección de los gobernantes. Toda democracia debe fomentar la participación para fortalecer, defender, informar escuchar a todos los ciudadanos. Esta es la doctrina social de la Iglesia, que nos quiere enseñar acerca de nuestro empeño en la sociedad como católicos (Compendio de la Doctrina social de la Iglesia, n. 190b). En poco menos de un mes estaremos llamados a dar nuestro voto, para la elección de los órganos legislativos, los cuales han estado en muchos cuestionamientos en los últimos tiempos. Como católicos, no podemos permanecer distantes y pasivos de frente a unas importantes decisiones, en la que está marcado y proyectado el futuro de Colombia, nuestra Patria. Nuestro voto tiene que ser un voto responsable, que tome cada una de las propuestas de quienes se postulan para entrar a definir todo el ordenamiento legislativo de Colombia. También comenzará la definición de quienes aspiran a la Presidencia de la República. El Presidente, ocupa una carga pública en la cual tiene que trabajar por los altos intereses de todos los colombianos, velar por su seguridad, por su trabajo, por los medios y recursos necesarios para la educación y la salud. Las modernas ideas políticas pretenden que los gobernantes tomen seriamente las necesidades y realidades sociales de cada uno de los miembros del Estado. La participación de todos debe medir propuestas, indicaciones, elementos con los cuales pretende servirse a Colombia y los intereses de cada uno de los asociados. La Conferencia Episcopal de Colombia ha publicado un Mensaje en el que nos “invita a involucrarnos en el proceso electoral”, derrotando la indiferencia y comprometiéndonos. Comprendiendo que el voto es “un derecho inalienable y un deber fundamental”. Como católicos tenemos que revisar también los temas que se refieren al respeto de la vida humana, de los valores fundamentales del hombre a los cuales no puede renunciarse, la educación en valores y contenidos superiores para los hijos, la defensa de la Institución familiar (entendiendo la familia como una comunidad de vida sacramental entre un hombre y una mujer). Este discernimiento tiene que estar llamado a identificar precisamente esos valores morales necesarios a consolidar la vida social (Compendio…, n. 568). Es una invitación a elegir los valores fundamentales. La Conferencia Episcopal de Colombia nos invita a un “voto responsable” donde podamos elegir y examinar a cada uno de los candidatos para buscar soluciones a fondo a nuestra Patria, Colombia. En esta campaña hemos podido observar cómo se presentan situaciones y hechos que se han apartado de principios éticos y de respeto, donde se pretende, en muchas situaciones, descalificar al adversario y, con muchos medios, obtener el beneplácito de los ciudadanos. Hemos tenido también en algunos momentos la posibilidad de reflexionar sobre la Paz y su futuro, la forma de llegar a ella serenamente y el diálogo que debe prevalecer siempre, como horizonte para alcanzar la PAZ; las propuestas para educación, salud, infraestructura, políticas agrarias. En el respeto de la decisión que cada uno debe tomar en el respeto de su conciencia y de sus propias reflexiones, es necesario que tengamos en cuenta la situación de nuestra región, el Nororiente de Colombia, la frontera, que vive una profunda crisis social reflejo de cuanto sucede en Venezuela. Uno de los fenómenos más preocupantes que ha salido a la luz y se ha fortalecido, a lo largo de las últimas elecciones, es el tema de la abstención, muchos, muchos han preferido no participar en la elección con su voto. Otros lo han hecho en blanco, como lo establece la Constitución, como vía democrática. Es necesario participar responsablemente, sin que el voto sea comprado o vendido descaradamente. El Compendio de la Doctrina social de la Iglesia dice: “La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones del ciudadano, llamado a ejercer libre y responsablemente el propio papel cívico con y para los demás, sino también uno de los pilares de todos los ordenamientos democráticos” (Pacem in Terris) (n. 190). El voto de cada uno de los ciudadanos es necesario, importante, legítimo. Pidamos a Dios que ilumine un voto responsable de cada uno de nosotros, que con la ayuda de Dios podamos escoger un gobernante que solidifique nuestra patria, fortalezca y ayude la vida de los más pobres, defienda la vida, acompañe a los pobres y campesinos en sus legítimas aspiraciones. Que con suficiente tiempo reflexionemos y participemos en la democracia que se nos ofrece. ¡Alabado sea Jesucristo! + Victor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta