Lun 7 Abr 2025
Pascua y año litúrgico
Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - El segundo eje pastoral propuesta en las líneas pastorales 2024 – 2027 es el año litúrgico y propone en el objetivo n. 1: “formar a la comunidad eclesial sobre el itinerario evangelizador y celebrativo que propone la Iglesia como proyecto de vida discipular”, y en el objetivo n. 2: “Desarrollar celebraciones arquidiocesanas, zonales y parroquiales que resalten el cierre, apertura y tiempos fuertes del año litúrgico como signos visibles del tiempo de Dios entre nosotros”.El Concilio Vaticano II ofreció a la Iglesia la Constitución Sacrosanctum Concilium sobre la sagrada liturgia, un bello texto que vale la pena leer con atención, y que ha sido aplicado en los diversos textos, directorios, manuales y rituales litúrgicos. Ahora, cuando se ha querido destacar el contenido del Concilio, es muy importante conocerlo para poder interpretar lo que el Espíritu está diciendo a la Iglesia en cuanto al misterio sacramental que la cobija.Solo les comparto dos textos de este importante documento conciliar, pues nos ayudan a comprender mejor el propósito de nuestra segunda línea o eje pastoral en Cali:La Liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial“No obstante, la Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo, todos se reúnan para alabar a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor. Por su parte, la Liturgia misma impulsa a los fieles a que, saciados "con los sacramentos pascuales", sean "concordes en la piedad"; ruega a Dios que "conserven en su vida lo que recibieron en la fe", y la renovación de la Alianza del Señor con los hombres en la Eucaristía enciende y arrastra a los fieles a la apremiante caridad de Cristo. Por tanto, de la Liturgia, sobre todo de la Eucaristía, mana hacia nosotros la gracia como de su fuente y se obtiene con la máxima eficacia aquella santificación de los hombres en Cristo y aquella glorificación de Dios, a la cual las demás obras de la Iglesia tienden como a su fin” (n. 10).Sentido del año litúrgico“La santa madre Iglesia considera deber suyo celebrar con un sagrado recuerdo en días determinados a través del año la obra salvífica de su divino Esposo. Cada semana, en el día que llamó «del Señor», conmemora su Resurrección, que una vez al año celebra también, junto con su santa Pasión, en la máxima solemnidad de la Pascua.Además, en el círculo del año desarrolla todo el misterio de Cristo, desde la Encarnación y la Navidad hasta la Ascensión, Pentecostés y la expectativa de la dichosa esperanza y venida del Señor.Conmemorando así los misterios de la Redención, abre las riquezas del poder santificador y de los méritos de su Señor, de tal manera que, en cierto modo, se hacen presentes en todo tiempo para que puedan los fieles ponerse en contacto con ellos y llenarse de la gracia de la salvación” (n. 102).Sin duda que la liturgia no abarca toda la vida de la Iglesia, pero sí, cuando ésta es celebrada con unción, con ardor y dignidad, se convierte en un medio evangelizador del pueblo de Dios que asiste a ella. No es vana la insistencia en que la liturgia se prepare bien, que la homilía sea adecuada y ayude a comprender la Palabra de Dios con un mensaje que llegue al corazón e invite al encuentro personal con Él, con unos cantos que permitan tener una experiencia vida de espiritual. Por eso en la liturgia se celebra la fe y a la vez ella se fortalece.Invito de esta manera a los sacerdotes y a los fieles a aprovechar todos y cada uno de los ciclos y celebraciones del año litúrgico, pues nos posibilitan avanzar en un proceso evangelizador que complementa la catequesis y sistemas de evangelización.Desde el pasado mes de marzo celebramos la Cuaresma, y al final del mes de abril la Pascua, que tiene como centro la gran fiesta de las fiestas que es la fuente de todo año litúrgico, con el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Que este año jubilar, sea la ocasión para vivir intensamente este gran regalo que nos hace la Iglesia.Y en la semana mayor, o Semana Santa, está la Misa Crismal. Es una misa que sintetiza toda la vida sacramental de la Iglesia al consagrar el Obispo el crisma y bendecir los óleos de los catecúmenos y de los enfermos. Pero también es un momento de gracia para orar por los sacerdotes y su ministerio ordenado.En las normas del ritual romano se dice que la Misa Crismal, se celebra habitualmente el Jueves Santo, “pero si este día el clero y el pueblo no pueden reunirse fácilmente con el obispo, se puede celebrar en un día cercano a la Pascua, utilizando siempre la misa especial” (Ritual).Para que los sacerdotes y fieles de la arquidiócesis de Cali de parroquias lejanas y rurales puedan asistir, esta misa se celebrará el Lunes Santo en nuestra Iglesia Catedral San Pedro Apóstol a las 9:30 am., donde adicionalmente podrán recibir el don de la indulgencia plenaria en este templo jubilar. Los espero a todos.Y desde ya, les deseo una Pascua de Resurrección, vivida intensamente, orando por la paz de nuestros pueblos.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali