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evangelización digital en Colombia

Mié 21 Mayo 2025

Era digital: Iglesia que acompaña a los jóvenes en su mundo

Por Pbro. Mauricio Rey - Hoy no basta con que la Iglesia tenga redes sociales, debe tener presencia viva y significativa en los entornos digitales donde los jóvenes se expresan, cuestionan y buscan sentido. Ellos no van ya a preguntar en la sacristía, ni esperan el domingo para escuchar un mensaje inspirador. Lo hacen en línea, muchas veces en silencio, desplazándose por historias de Instagram o buscando respuestas en videos de menos de 60 segundos.La pregunta es directa ¿estamos ahí, con ellos?No con estrategias de marketing ni con publicaciones que imitan el lenguaje juvenil sin comprenderlo. No como espectadores pasivos o como emisores de contenido programado, sino como presencia que acompaña, escucha y camina a su lado. Porque el verdadero desafío de la era digital no es técnico, sino evangélico. El reto es aprender a habitar con sentido y ternura un territorio nuevo, lleno de vida y también de heridas silenciosas, que gritan desesperadamente.Los jóvenes no están alejados de la fe por desinterés, sino porque la forma tradicional de presentar el Evangelio no siempre conecta con sus búsquedas reales. Muchos no han rechazado a Dios; simplemente no han encontrado una Iglesia que los escuche sin prejuicio, que los mire sin temor, que los entienda con honestidad. Quieren ser acogidos en su complejidad, en sus preguntas abiertas, en su manera única de habitar la realidad.Vivimos en un entorno saturado de imágenes y mensajes fugaces, lo que más falta es alguien que mire con atención, que permanezca, que escuche sin interrumpir. Y ahí es donde la Iglesia puede ser verdaderamente significativa; no compitiendo por atención, sino ofreciendo profundidad. No buscando viralidad, sino construyendo vínculos. No gritando en medio del ruido, sino susurrando esperanza en medio del cansancio digital.Acompañar en el mundo digital no significa multiplicar publicaciones. Significa comprender las heridas, las búsquedas y los lenguajes de los jóvenes, y atreverse a estar cerca sin invadir. Significa que cuando alguien tropieza con una historia de fe, un testimonio honesto o una palabra serena, no se encuentre con una campaña, sino con una comunidad que ora, que sostiene, que desde una vida íntegra, camina con ellos.La Iglesia necesita dejar de hablar “sobre” los jóvenes y empezar a hablar “con” ellos. Y muchas veces, más que hablar, necesita aprender a callar y escuchar. Porque el Evangelio no se impone, se comparte en el cruce de miradas, en los gestos sencillos, en la fidelidad a la vida concreta.La era digital no es una amenaza ni un obstáculo, sino un nuevo territorio de encuentro, no porque sea moderno o llamativo, sino porque es donde está el pueblo. Y si los jóvenes están ahí, la Iglesia no puede ser y/o estar ausente. Como Jesús con los discípulos de Emaús, estamos llamados a acercarnos con discreción, caminar a su ritmo, preguntarles qué les preocupa y dejar que nos cuenten a su modo por qué arde o no arde su corazón.La pastoral juvenil no puede limitarse a invitar a eventos o a replicar contenido atractivo. Necesita cultivar relaciones, acompañar procesos, abrir espacios de confianza donde la fe se viva en diálogo con la cultura digital, sin miedo a las preguntas difíciles y sin ansiedad por tener siempre la última palabra.En lugar de pensar en cómo volver a atraerlos al templo, tal vez debamos preguntarnos ¿qué imagen de Iglesia les estamos ofreciendo? ¿Una que exige, pero no escucha? ¿Una que señala, pero no se acerca? o ¿una que camina con ellos, también en sus dudas e inquietudes, en sus profundas búsquedas y en su modo de habitar el presente? Por tanto, no basta con que la Iglesia tenga presencia en redes, la iglesia está llamada a ser red de vínculos, de escucha, de comunidad verdadera. Una red que no encierra, sino que sostiene. Una red tejida con humanidad, paciencia y Evangelio encarnado.Porque, los jóvenes no buscan fuegos artificiales. Buscan algo o mejor, alguien que no desaparezca cuando se apague la pantalla. Y ahí, en ese anhelo callado y sincero, la Iglesia tiene todavía mucho que ofrecer... si está dispuesta a estar, mirar y acompañar con la fuerza del Evangelio.Pbro. Mauricio Rey SepúlvedaDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana

Mié 22 Nov 2023

Encuentro de evangelizadores digitales de Colombia se convirtió en el primer paso para animar la creación de la Pastoral Digital en el país

Del 17 al 19 de noviembre, la Diócesis de Buga fue sede del primer encuentro de evangelizadores digitales de Colombia, realizado en el marco de “Hechos 29”, la iniciativa liderada por el sacerdote mexicano José Juan, conocido en el entorno digital como “Padre Borre”. Un espacio de fraternidad, oración, reflexión, aprendizaje y construcción colectiva de ideas en el que participaron 37 jóvenes dedicados a anunciar la Buena Nueva a través de las redes sociales. Este evento, en el que estuvo presente monseñor José Roberto Ospina Leongómez, obispo de esta jurisdicción eclesiástica del Valle del Cauca, marca el inicio de una contundente propuesta para animar la creación la Pastoral Digital en el país.“Ser y hacer Iglesia” fue el lema que inspiró este espacio convocado por el Instituto Jesús Adolescente de Buga y respaldado por el Dicasterio para las Comunicaciones del Vaticano, así como por la Conferencia Episcopal de Colombia, especialmente mediante el acompañamiento del Director del Departamento de Comunicaciones y Tecnologías, el padre Martín Sepúlveda.Justamente el padre Martín expresó que en este espacio se evidenció la importancia de trabajar en una espiritualidad del misionero digital, basada en la oración, la escucha de la palabra, para que “en una iglesia que es comunión y misión, participación y escucha, se pueda también dar un complemento de alma a todo este entusiasmo que tienen los jóvenes por anunciar a Cristo”, precisó.Por su parte, el seminarista y evangelizador digital Rafael Beltrán valoró la oportunidad que este espacio brindó para el encuentro personal entre los misioneros: "la experiencia de "Hechos 29" se resume en el compartir fraterno, no únicamente en el "like" de la red social sino en la posibilidad de interactuar con el otro, en el ser y caminar con el otro, que tengamos la oportunidad, como dice el Papa, de ir al mundo entero anunciando la Buena Nueva pero recordando que somos signo de la Iglesia".La religiosa antioqueña Marta Moreno, conocida en redes como "Sor Selfie", quien desde el inicio de la pandemia inició a adelantar un importante trabajo en ese sentido, inicialmente en el ambiente educativo, afirmó que este encuentro significó una experiencia de renovación y formación, a través de la cual se logró identificar aciertos y desaciertos de la evangelización digital y aterrizarlos en la realidad de Colombia. Dijo, además, que fue un espacio para compartir la experiencia de diversos proyectos evangelizadores que están en marcha en el país, así como sus esperanzas, desafíos y sueños, que son entregados a Dios.¿Y por qué “Hechos 29” si el libro de Hechos solo tiene 28 capítulos? “El capítulo 29 lo ha estado escribiendo la Iglesia a partir de los apóstoles, de los santos padres de la Iglesia, todos los santos y toda la historia de la Iglesia hasta la actualidad; lo que están haciendo los nuevos apóstoles después de que Jesús nos dejó es esta labor que ahora estamos escribiendo. Y este evento en particular que le pusimos “Hechos 29”, hace referencia a un versículo de este nuevo capítulo donde hablamos de la evangelización digital, de los nuevos “ciberapóstoles””, así explica el “Padre Borre” la inspiración de este encuentro que busca animar la consolidación de la misión digital.“Hechos 29” se ha llevado a cabo en México en dos oportunidades, otra en Lisboa, en el marco de la reciente Jornada Mundial de la Juventud y ahora en Colombia donde, tras este primer momento en Buga, fue anunciada la realización de un nuevo encuentro de en Colombia, en julio de 2024, pero esta vez en la Arquidiócesis de Bogotá.