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familias colombianas

Jue 27 Mar 2025

Proteger y defender la familia

Por Mons. Ramón Alberto Rolón Güepsa - “Después que ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga. Porque Herodes va a buscar al niño para matarle.»Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se retiró a Egipto; y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera el oráculo del Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». (Mateo 2,13-15) Desde el nacimiento del niño Jesús, la familia de Nazaret sufrió persecución, injusticia e incomprensión por parte de quienes le ven como competencia y siguen los lineamientos y normativas del rey judío, pretenden acabar con Él.La levadura de Herodes, enemigo de la fe, sigue hoy persiguiendo y hostigando a la familia tal como el Señor la instituyó desde el principio. Se intenta minar la concepción cristiana de la familia, desorientándola con ideologías que distorsionan su más sana visión. Por ejemplo, la ideología de género desarticula y divide, poniendo en riesgo el futuro de la humanidad. El mandato primordial «Crezcan y multiplíquense» queda sujeto al vaivén de interpretaciones humanas. Ya se observa cómo la población envejece y los nacimientos son cada vez menos; nuestros jardines escolares y escuelas tienen menos alumnos. Esto debe ponernos en alerta.Por otra parte, la posición abortista sigue cobrando la vida de inocentes, avalada por legislaciones de tinte ideológico que agravan la crisis de nuestra humanidad.Nuestro cometido, como miembros de la familia cristiana, es defenderla de estos ataques de sabor herodiano. Debe ser un compromiso de fe. Es necesario escuchar la voz de Dios, como lo hizo José con la Sagrada Familia, y apartarnos de todo lo que pueda atentar contra ella. Debemos seguir la voz del Señor, confiar en su Palabra para preservar y hacer realidad su plan.Hoy deben resonar las palabras de Jesús en el Evangelio de Mateo: «¿No han leído que el Creador, desde el comienzo, los hizo varón y hembra, y que dijo: por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mateo 19, 4-6).Es necesario hacer una alianza santa para preservar la familia de ataques, muchas veces sutiles, disfrazados de bien para confundir. Es un llamado a todos los que siguen los pasos del Maestro divino, para hacer resplandecer el Evangelio de la familia, defender la verdad sobre ella y comprometernos en la defensa de nuestra fe. La familia es la Iglesia doméstica donde crece y se fortalece la fe.¿Qué deberíamos hacer?1. Reconocer la obra de Dios en la familia y aceptarla en nuestras vidas. Esto implica asumir la misión encomendada con valentía y determinación. La Sagrada Familia fue llamada de Egipto para dar testimonio en medio del pueblo de Israel, ocupado por el régimen romano. Es tiempo de ocupar los espacios invadidos por ideologías extrañas y llenarlos con la verdad de Dios y el testimonio de nuestra fe. Debemos vivir con parresía la fe que confesamos y nos salva.2. Valorar la familia como llamada a la santidad en el sacramento del matrimonio. Es necesario recuperar la vida espiritual de la familia como Iglesia doméstica, para recibir las gracias necesarias y permanecer en el camino de fe, fidelidad y amor a Cristo. En el matrimonio se consagra el amor sagrado, haciéndolo puro y santo, proyectado a la prole y llamado a santificar a los hijos.3. Convertir la familia en una verdadera familia de Dios. Debemos trabajar constantemente para liberarla del pecado y colocarla en el corazón de Dios. En el Génesis, Noé y su familia fueron salvados del diluvio porque obedecieron la voz de Dios. Hoy, el Señor nos invita a subir a la barca de su Iglesia y reconstruir nuestra familia. Dios no nos abandona; siempre nos da una nueva oportunidad. «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Romanos 5,20). Cristo ha vencido el pecado y nos llama a la victoria sobre el mal. Nada está perdido si confiamos y esperamos en Él.4. Recuperar la dignidad de la familia en cada uno de sus miembros. La paternidad debe asumirse con responsabilidad, amor y gracia, teniendo como referente a San José, padre adoptivo de Jesús, y a Dios Padre, quien nos protege con amor misericordioso. La maternidad encuentra su más alta representación en María, Virgen y Madre por bondad de Dios. Cada mujer tiene en María el modelo a seguir para asumir su gran misión de madre y asegurar el futuro de la humanidad. En Cristo, tenemos el ejemplo preclaro de los hijos: obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.5. Orar por y con la familia. La familia debe abrirse a Dios y cumplir su misión siguiendo el ejemplo de la Sagrada Familia de Nazaret. Poner en manos de Dios nuestra familia para que Él nos dé la fuerza y la luz necesarias para defenderla como su don y regalo.Dios Padre Todopoderoso bendiga nuestras familias, las guíe y las proteja de todo mal. Reciba nuestro acto de gratitud por habernos dado una familia donde recibimos la vida, el amor, el sustento y el reconocimiento, para seguir realizando su plan.Dios bendiga nuestras familias.Mons. Ramón Alberto Rolón GüepsaObispo de MonteríaMiembro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia

Mié 27 Nov 2024

Reflexiones sobre los hijos, el matrimonio y la familia a la luz de la doctrina de la Iglesia Católica: Mons. Miguel Fernando González Mariño

En estos tiempos, en los que abunda la información y las narrativas polarizadas o ideologizadas, que, a menudo, desorientan, asustan o generan incertidumbre entre los católicos colombianos, en un espacio digital denominado “Verdad con Caridad”, monseñor Miguel Fernando González Mariño, obispo de la Diócesis de El Espinal y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia, comparte importantes reflexiones sobre temas de interés personal, familiar o asociados a coyunturas sociales del país, desde la doctrina de la Iglesia Católica.Con el Catecismo en la mano, de manera concreta y usando un lenguaje muy sencillo, a través del canal de YouTube de la Diócesis de El Espinal, monseñor Miguel Fernando se ha referido allí, entre otros, a aspectos asociados a la vocación y la familia, la formación de los hijos, la educación en la fe, la dignidad de los niños, los deberes de los padres en cuanto a la fecundidad, la Eucaristía y, a propósito de temas de interés general como la recién desarrollada COP16, habló de las diferencias entre ecologismo ideológico y ecología humana a partir del magisterio de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y del papa Francisco.El interés especial de monseñor Miguel Fernando por ofrecer esta catequesis está asociado a la importancia de los temas que trabajan los obispos de la Comisión Episcopal que preside, pero también a su formación. El prelado, quien, también es Administrador Apostólico de la Diócesis de Garzón, estudió Teología Dogmática de la Pontificia Universitá della Santa Croce, por lo que, su pedagogía se basa en la exposición específica de la doctrina y se centra en la importancia de la verdad propuesta, por encima de las experiencias o percepciones.Aunque muchos creyentes creen que el Catecismo solo es una herramienta usada en la preparación de niños y jóvenes para recibir los sacramentos o para su educación religiosa, espacios como este que tiene monseñor Miguel Fernando, dejan claro que también es absolutamente necesario para fortalecer la vida espiritual de los adultos y para proporcionar mayor claridad sobre la forma en que se deben asumir o vivir ciertas situaciones a nivel familiar y social desde los principios de la fe cristiana y la doctrina de la Iglesia Católica.Vea algunos de esos episodios a continuación:

Vie 4 Ago 2023

Iglesia articula esfuerzos y movimientos para fortalecer el trabajo por las familias colombianas

La sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en Bogotá acogió el primer Encuentro Nacional de Movimientos Laicales Familiares. Un espacio convocado los días 29 y 30 de julio por el Departamento de Matrimonio y Familia bajo tres propósitos centrales: reconocer la situación actual de las familias en el país, consolidar una red de trabajo y profundizar en la riqueza teológica de la experiencia de la comunión misionera en el ministerio de San Pablo y los Hechos de los Apóstoles, con miras a asumir sinodalmente el desafío de responder conjuntamente a las necesidades formativas de las comunidades eclesiales.La iniciativa, desarrollada bajo el lema "Llamados y Enviados a ser Comunidades al Servicio de la Evangelización", surgió como fruto del Encuentro Nacional de Pastoral Familiar, realizado del 20 al 22 de octubre del año pasado. A este espacio asistieron representantes de diversos movimientos, asociaciones y delegaciones de familia, provenientes de ciudades como Barranquilla, Neiva, Pereira, Popayán y Bogotá, entre otras.El encuentro se desarrolló bajo la metodología “ver, iluminar y actuar”. Cada una de estos momentos permitió enriquecer la comprensión y abordaje de los desafíos que enfrenta la familia en la sociedad.En la primera parte, denominada "Ver – La Realidad de la Familia en Colombia", el doctor Iván Darío Moreno, representante del Instituto para la Familia de la Universidad de La Sabana, presentó estudios y estadísticas que revelan la situación actual de las familias en nuestro país. Allí se puso de manifiesto la disminución de la tasa de natalidad y las consecuencias que esto traería a la sociedad, el incremento de divorcios y uniones libres, así como el desinterés de las personas jóvenes por establecer uniones sólidas, duraderas y tener hijos. De acuerdo con los participantes, estas estadísticas se convirtieron en un llamado a la acción para encontrar estrategias y soluciones que promuevan una sociedad más sólida y acogedora para las familias.Durante el segundo momento, titulado "Iluminar - Evangelización como Servicio Eclesial", fray William Vásquez Alarcón, miembro de la Orden de Predicadores de los Dominicos, destacó la importancia de la evangelización como un acto de amor y servicio hacia los demás. Inspirados en la experiencia paulina, se invitó a los asistentes a ser agentes de cambio y esperanza en sus comunidades, reconociendo a cada familia como un espacio propicio para el encuentro con Dios y la propagación del mensaje evangélico.Finalmente, en la tercera parte, "Actuar - Un Nuevo Camino hacia la Evangelización Familiar", el padre Nelson Ortiz, director de los departamentos de Matrimonio y Familia, y Promoción y Defensa de la Vida de la CEC, presentó apartes del “Documento de Aparecida” que trazan el camino hacia un trabajo conjunto entre movimientos y la Iglesia Católica.Un momento clave fue el encuentro con Elvira de los Ángeles, coordinadora general de los Equipos Itinerantes de Pastoral Familiar (EIPAF) con sede en España. Los EIPAF son un grupo de seglares comprometidos con la evangelización de las familias, provenientes de diversos movimientos y realidades de la Iglesia, dispuestos a servir al pastor diocesano. Su misión consiste en reactivar la pastoral familiar en diócesis y parroquias, llevando a las familias la cultura del Evangelio del matrimonio y de la vida.Al cierre del encuentro, se abrió un espacio de diálogo entre los representantes de los movimientos y el padre Ortiz, en el que se propuso la creación de una “Comunidad Itinerante de Servicio a la Evangelización de la Familia”. Esta iniciativa representa un punto de partida clave para abordar la problemática de las familias en la sociedad actual. La unión de esfuerzos, la articulación entre los movimientos y la institucionalidad de Iglesia Católica se perfilan como pilares fundamentales para dar respuesta a los retos actuales y construir un futuro más esperanzador para las familias colombianas.De acuerdo con María Isabel Mejía, participante del encuentro, la sinergia creada allí “se convierte en una fuerza inspiradora que motiva a seguir trabajando por el bienestar de la familia en Colombia”. Agrega también que “la evangelización familiar es una tarea ineludible, y con la guía de la Iglesia y el esfuerzo conjunto de los diferentes movimientos, se podrá lograr una sociedad más sólida, fraterna y comprometida con los valores cristianos, en la que las familias sean un refugio de amor y esperanza para todos”.

Mar 9 Mayo 2023

CEC invita a orar por las familias del país entre el 14 y el 21 de mayo

Las familias son protagonistas de la esperanza y de la vida humana en todas sus dimensiones, de manera especial, en la formación de cada persona, su rol social, su relación con la ecología integral y en la misión evangelizadora de la Iglesia. Inspirada en el magisterio del papa Francisco, esta es la premisa bajo la cual este año la Iglesia Católica, a través de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), promueve la celebración de la Semana de la Familia 2023, del 14 al 21 de mayo. Durante estos días, inspirados en el Día Internacional de la Familias, jornada animada cada 15 de mayo por Naciones Unidas, la CEC propone a todos los miembros de la Iglesia, reflexionar y orar por todas las familias del país reconociendo su rol como principales formadoras de colombianos dispuestos a contribuir en la construcción de un mejor país, y a las familias cristianas, como sujetos claves en la tarea misionera. Para ello, el Departamento de Matrimonio y Familiaha preparado una guía de trabajo que permitirá vivir esta celebración de manera práctica. En el documento se explica que cuando una familia no logra este rol en el acontecer humano, social, ecológico y eclesial, sino que, por el contrario, hay ausencia o debilidad, “puede ser causa de graves heridas. La fuente de su fuerza transformadora está en su identidad propia de ser íntima comunidad de vida y amor, llamada a recibir el don del amor de Dios para irradiarlo en los distintos ambientes en los que su acción tiene una repercusión más inmediata”. Desde el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano se ha extendido la invitación para que los distintos hogares, diócesis y parroquias de Colombia se sumen a esta celebración especial por las familias. Esta es la invitación que hace el padreNelson Ortiz Rozo, director del Departamento de Matrimonio y Familia de la CEC: