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libertad

Vie 17 Nov 2023

“Para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gálatas 5, 1)

Por Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar-El mundo entero siguió con especial atención y preocupación la privación de la libertad, por parte de la guerrilla del ELN, de Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del famoso jugador guajiro del equipo Liverpool, de la liga de futbol inglesa.La fama de este jugador, por sus excelentes cualidades futbolísticas, hizo que toda la atención del mundo deportivo, y la del mundo entero, se centrara en esta desagradable y vergonzosa noticia. La gente estaba indignada y Colombia apareciendo en las primeras páginas de los periódicos y en los titulares de las más prestigiosas cadenas televisivas y radiales del mundo.Sí, la gente estaba indignada, porque el secuestro es una fragante violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Es que el secuestro, sin importar las motivaciones que lo inspire, afecta a las víctimas, a sus familias, a un departamento o ciudad, como también a un país. No hay nada que pueda justificar su práctica.Sabida la noticia, las fuerzas del Estado se movilizaron de manera inmediata, por orden del señor presidente de la Republica al rescate de la víctima; hasta el mismo Director de la Policía Nacional, el General Salamanca, asumió la operación de rescate con sus mejores hombres y mujeres de la institución. La Fiscalía General de la Nación se puso en búsqueda de los presuntos secuestradores, con resultados casi de manera inmediata. Después de varios días de angustia de su familia, de Colombia y del mundo entero, el ELN en un comunicado reconoció tener a Luis Manuel en sus manos, aduciendo una lamentable equivocación. Este acontecimiento reprochable hizo que los creyentes en Dios elevaran súplicas fervientes para alcanzar la pronta liberación de “Mane”, pues desde la fe se tiene la certeza, que si bien las mediaciones humanas son importantes para lograr nuestros propósitos, como en este caso, la liberación de un secuestrado, no son suficientes pues falta el ingrediente de la Gracia, es decir, de la ayuda de Dios, pues la fe da la certeza de que “si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes” (Salmo 126,1). Sí, esfuerzo humano y Gracia de Dios, que jamás debe faltar en la cotidianidad de la vida del creyente.Al saber de la liberación del señor Luis Manuel, gracias a la mediación de la ONU y de la Iglesia Católica, el mundo entero también se alegró y festejó su regreso a la libertad física, aunque los efectos físicos y psicológicos del secuestro continúan en Luis Manuel. Difícil romper estas cadenas pues sus efectos perdurarán en la memoria del secuestrado durante toda su vida. ¡Qué gran daño hace el secuestro!Ahora, nos queda como creyentes seguir orando por los 241 secuestrados anónimos que aún permanecen en manos de sus captores. Si, los secuestrados anónimos, cuyos nombres sólo saben sus familias, pues muchos de ellos, pareciera que al Estado no les interesa. Al gobierno le asiste el compromiso de usar sus buenos oficios a través de las fuerzas del Estado, como también de sus organismos de inteligencia, y, por supuesto, a través del diálogo con los captores, llámense como se llamen, para lograr erradicar definitivamente esta mala práctica, para que todos los secuestrados vuelvan a sus hogares, pues así se evita dar la impresión de que en Colombia haya secuestrados de primera y de segunda clase, como bien lo manifiestan los familiares de quienes están pasando por esta tragedia; o como afirma la opinión pública al conocer de los grandes operativos desplegados por el ejército y la policía en procura de la liberación de Luis Manuel Díaz. Sí, es que en Colombia no puede haber secuestrados de diversos niveles; todos son humanos y colombianos, sin importar su condición o estrato social, por lo cual merecen que se hagan esfuerzos para alcanzar su pronta libertad.A los secuestradores les pido que entiendan que el ser humano no es una mercancía, ni mucho menos un medio para satisfacer necesidades. A ellos, Colombia entera les pide que liberen a todos los que tienen privados de libertad. Mientras esto ocurra seguiremos elevando súplicas a Dios, hasta que la libertad de todos los seres humanos se nos vuelva costumbre. Y seguiremos, por supuesto, celebrando los triunfos de Colombia con su goleador estrella, que con sus magistrales goles nos enseña que hay que trabajar en equipo y que, a pesar de los infortunios del camino, hay que seguir adelante celebrando la vida, y la vida en libertad.Oh Dios, Padre de misericordia y amor, gracias por haber escuchado nuestra oración por la liberación de nuestro hermano Mane. Gracias por traerlo sano y salvo al seno de su hogar. Gracias, Señor, por haberlo mantenido con la fe intacta en Ti, a pesar del sufrimiento que experimentó en el cautiverio.Te pedimos, Señor, que traigas a la libertad, a aquellos que siguen en cautiverio. Que puedan volver a sus hogares con sus seres queridos, vivir en paz y en armonía Contigo. Que tu misericordia y amor sean derramados, sobre todas las personas secuestradas. Que puedan sentir tu poder sanador, y encontrar en Ti su fuente de esperanza. Pues, “para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gal. 5, 1).+Mons. Francisco Antonio Ceballos EscobarObispo de Riohacha

Jue 1 Sep 2022

La Pastoral de Justicia y Libertad ofrecerá ciclos de reflexión

Durante cuatro miércoles del mes de septiembre, la Dirección de Pastoral Justicia y Libertad de la Conferencia Episcopal de Colombia, en camino Sinodal, ha programado un itinerario de charlas en el marco de la celebración de Nuestra Señora de la Merced, Patrona de los Cautivos. Estas jornadas de reflexión estarán iluminadas por el lema: “Estoy en la cárcel, ¿has venido a verme?”, tomado del Evangelio de San Mateo 25,36 y buscan profundizar en la incidencia de un agente de pastoral en la vida de un privado de la libertad. La Pastoral Justicia y Libertad, presidida por el padre Eliécer Montañez Grimaldos, a través de una comunicación ha indicado que el objetivo principal de estas charlas será “Incidir en la resignificación de las personas en el ámbito penitenciario, que contribuya al perdón, la reconciliación y la paz”. Así también, buscará fortalecer la dignidad humana y la espiritualidad en el ámbito penitenciario; y brindará herramientas al mundo penitenciario, para contribuir en los procesos de reconciliación y paz. Todo esto iluminado a la luz de la Palabra y del magisterio de la Iglesia, llamando a una conversión pastoral, por lo que documentos como el de Aparecida V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, del Papa Francisco, entre otros, marcarán la ruta de las reflexiones de estos días, que iniciarán el próximo 7 de septiembre de 2022. En el mensaje ofrecido por la Pastoral Justicia y Libertad de la CEC, se extiende un saludo de agradecimiento a las jurisdicciones eclesiásticas, a los arzobispos, obispos, capellanes, a los voluntarios, a los agentes de pastoral del mundo penitenciario, por su servicio y testimonio y los animan para que se sigan trabajando en el acompañamiento y defensa de quienes padecen la exclusión social y están privados de libertad. Finalmente, se extiende una bendición a todos los privados de la libertad para que el Señor los bendiga, les de la libertad interior, les de la paz y que la Santísima Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora de La Merced los acompañe siempre. Fechas y transmisión Las charlas se realizarán de manera virtual los días miércoles 7, 14, 21 y 28 de septiembre y podrán seguirse en vivo a través de las redes sociales del CELAM @celam.oficial y en diferido los días 8, 15, 22 y 29 de septiembre por la Conferencia Episcopal de Colombia, a las 7:00 p.m. hora Colombia. Invitados especiales -Sr. Luis Eduardo Correa Correa, Licenciado en Música de la Universidad de Antioquia Charla: La incidencia de un agente de pastoral en la vida de un privado de la libertad. -Diácono Edgardo Farías, Ministerio de Prisiones Estados Unidos de Norte América. Charla: La Conversión Pastoral, a la luz de Aparecida V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. - Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, Argentina y Secretario General – Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe – CELAM Charla: “Estuve en la cárcel y viniste a verme” Mt. 25, 36 a partir del Magisterio de S.S. Francisco. - Hna. Gloria Liliana Franco Echeverri, ODN, Superiora Provincial de la Compañía de María y presidenta de la CLAR - Confederación Latinoamericana de Religiosos Compartirá Charla: “El arte de escuchar”, desde la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, S.S. Francisco. Apoyo institucional Este ciclo de espacios de reflexión se ha organizado con el apoyo del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y el INPEC - Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, con la finalidad de aunar esfuerzos en los procesos de dignificación de la Población Privada de la Libertad y acompañar las actividades que se estarán realizando en los 128 establecimientos de reclusión del orden nacional durante el mes de septiembre, tales como: celebraciones eucarísticas, jornadas de confesión, acompañamiento a las familias, actos culturales, entregas de kits de aseo, brigadas, entre otros. Fiesta de Nuestra Señora de la Merced La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una advocación mariana que nace en España y se difunde por el resto del mundo. Una antigua tradición narra que en el año 1218 la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco recomendándole que fundara una comunidad religiosa dedicada a socorrer a los que eran llevados prisioneros a sitios lejanos. Su nombre significa: misericordia, ayuda, caridad.

Mié 28 Nov 2018

El Mesías nos traerá la justicia y la libertad

La liturgia de la Palabra en este primer domingo de Adviento nos introduce en la dinámica de la espera del Salvador. Los pasajes de la Escritura nos aseguran que el Mesías nos traerá la justicia y la libertad; y al mismo tiempo nos indican las actitudes con las que debemos esperar y acoger al Señor que viene. Primera lectura: Jeremías 33,14-16 Salmo: 25(24),4-5ab.8-9.10+14 (R. cf. 130[129],5) Segunda lectura: 1Tesalonicenses 3,12 - 4,2 Evangelio: Lucas 21,25-28.34-36 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Isaías, en el breve oráculo que hemos escuchado, recoge la esperanza que el pueblo de Israel mantuvo a través de los siglos: ¡vendrá un Salvador, el Mesías, el Señor! Esta promesa hallará cumplimiento con la encarnación del Hijo de Dios; ésta es su primera venida. En el pasaje de San Pablo a los Tesalonicenses la perspectiva se amplía a la segunda venida del Señor. El tono del apóstol es exhortativo; invita a los fieles a “presentarse” santos e irreprochables ante Dios cuando vuelva Jesucristo. La idea central del texto es la necesidad de esforzarse permanentemente por agradar a Dios en todo, mientras se espera el encuentro definitivo con él. El Evangelio nos anuncia, con símbolos y señales propios del género apocalíptico, el momento de la llegada del Señor. Si bien en un primer momento aparecen como señales terroríficas, ellas son indicación de la conmoción de todo lo creado frente a la presencia inminente e inmediata del Señor, que, para los cristianos, es señal inequívoca del momento esperado: “¡levántense, alcen la cabeza, se acerca su liberación!”. La condición para acoger esta acción salvífica en plenitud es “tener cuidado” o “mantenerse despiertos”.

Vie 24 Ago 2018

Vivamos en la libertad del amor

Primera lectura: Jos 24,1-2a.15-17.18b Salmo Sal 34(33),2-3.16-17.18-19.20-21.22-23 (R. cf. 9a) Segunda lectura: Ef 5,21-32 Evangelio: Jn 6,60-69 Introducción Tres ideas fundamentales que, en este XXI domingo nos presenta la Palabra de Dios y que se nos ofrece para nuestra reflexión y vivencia, son: La libertad para decidir servir a Dios. La libertad para elegir la vida de familia. La libertad para decidir seguir a Cristo. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura nos presenta la interpelación de Josué al pueblo de Israel acerca de su decisión para servir al Dios del éxodo, al Dios que los liberó de la esclavitud en Egipto. Y ese cuestionamiento, fuerte y hasta incisivo, lleva consigo no solo palabras exhortativas, sino también el testimonio de quien dirige al pueblo en su camino hacia la tierra prometida: “Yo y los míos serviremos al Señor”, expresó Josué. Esta actitud de liderazgo, sin duda alguna, no dará espera en la reacción del pueblo: “También nosotros serviremos a Yahvé, porque él es nuestro Dios”. Por su parte, Pablo, en la carta escrita a los efesios, expresa consejos prácticos para la vida conyugal, presentándola como reflejo del amor de Cristo por su Iglesia. Se muestra así cómo, desde la familia, iglesia doméstica, también se sirve al Señor. El evangelio de Juan nos recrea un encuentro de Jesús con muchos de sus discípulos. Unos, entre los que está Pedro, deciden seguirlo; y, los otros, que no se dan la oportunidad de estar más tiempo con el Maestro para conocerlo mejor, optan por abandonarlo. ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Este domingo, la Palabra de Dios nos exhorta a vivir en la libertad del amor para poder tomar decisiones que favorezcan no solo nuestros intereses particulares, sino también los de la comunidad. Se trata, pues, de una libertad que condiciona las decisiones del ser humano ante la verdad y la mentira, ante lo bueno y lo incorrecto, ante la justicia y los abusos, ante la pobreza y la riqueza… ante la elección radical de seguimiento a Dios y el rechazo a los falsos dioses como el poder para oprimir, el dinero para malgastar y las relaciones por simple satisfacción personal. Retumba hoy en nuestros corazones la pregunta de Cristo a Pedro y al grupo de discípulos que lo acompañaba: “¿Acaso también ustedes quieren irse?” La respuesta a esta pregunta, sin duda, parte en dos la historia de quien decide, libremente, seguir al Señor Jesús, pues se trata de abrirse conscientemente a lo infinito del amor de Dios, liberándose de la angustia y la desesperanza que produce el pecado. ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decirle a la comunidad? Más que bienestar, éxito o fama, el seguimiento a Cristo nos exige valentía para transformar situaciones oscuras con la luz de Cristo y dejar, como bien lo sugiere la Conferencia Episcopal de Colombia en su lema de este trienio (2018 – 2020), que la “misericordia y la verdad se encuentren, la justicia y la paz se abracen” (Salmo 85,11) Cabe aquí recordar la sabia invitación que nos hiciera el Papa Francisco en su reciente visita a Colombia cuando concluyó en Villavicencio el gran encuentro por la reconciliación nacional: “Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar. No temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno.” Se trata, pues, del compromiso que asumen los seguidores de Cristo de sentirse libres, de renunciar a la caducidad de este mundo para poder tomar decisiones que, inspiradas por el mismo Dios, favorezcan siempre la dignidad humana y honren a nuestro Creador. ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Esta palabra nos insta a superar las fronteras de la desidia, de acomodarnos a las situaciones adversas y, más bien, nos anima a estar siempre atentos a encontrar el otro camino, la otra opción, aquello que es compatible con Dios: lo justo, lo noble, lo solidario, lo bello, lo alegre…

Vie 29 Sep 2017

El Señor nos invita a la libertad

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Tweets by cardenalruben

Vie 24 Mar 2017

Secretario General reitera llamado a la libertad de religiosa secuestrada

“No hemos olvidado a la hermana Gloria Cecilia Narváez, seguimos orando por ella, pidiendo por su familia, por su comunidad y estamos atentos a las acciones que se puedan adelantar para lograr noticias y un pronto regreso a su comunidad”, señaló Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, Obispo Auxiliar de Medellín y Secretario General de la Conferencia Episcopal de Colombia. El prelado reiteró el llamado a “la libertad, al respeto de su dignidad humana y de su condición de religiosa que ha estado entregada completamente al servicio de los más necesitados en esa tierras de Misión”. El secuestro de la religiosa, perteneciente a la Congregación Hermanas Franciscanas de María Inmaculada se produjo en la aldea de Karangasso, cerca de Koutiala, unos 400 kilómetros al este de Bamako ( República de Malí – África Occidental). Al momento del plagio, la hermana Gloria desarrollaba su trabajo misionero junto a otras tres hermanas: Sor Sofía, de Tumaco (Nariño), Sor Clara, de Medellín y Sor Adelaide, de Burkina-Faso.