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obispo electo de pasto

Jue 8 Oct 2020

Un adelanto a la nueva Encíclica del Papa Francisco

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Para los días que este artículo sea publicado, el Papa habrá ya firmado su nueva Encíclica (en Asís el 3 de octubre). Como es obvio, es adentrarse en un terreno que no conocemos, al no tener todavía el texto, aun así, intentemos sintonizar con el corazón del magisterio pontificio de Francisco. Por ello quisiera contextualizar la publicación de este documento pontificio. Tres Encíclicas A Fratelli tutti (Hermanos todos), la han antecedido la Encíclica Lumen fidei (La luz de la fe) que podemos considerar el enlace entre el pontificado de Benedicto XVI y su sucesor Francisco; y Laudato Si (Alabado seas), en la que Francisco, inspirado en aquel de quien tomó el nombre, presenta su apremiante llamado al cuidado de la Casa Común. Ahora, en el contexto de la crisis global que vivimos por causa de la pandemia del COVID-19, ve la luz su tercera Encíclica. En estos tiempos tan duros, el Papa ha sido un líder que ha elevado su voz para traer esperanza a la humanidad, para recordarnos que estamos juntos en esto y que sólo juntos podremos superar la tormenta. Pero el Santo Padre también ha llamado al mundo a la solidaridad, a superar los ánimos de dominación que a veces generan en muchos lugares del planeta tantas injusticias y sufrimientos, para propiciar las condiciones que hagan posible salir de la pandemia no pensando en volver atrás ni peores sino mejores en humanidad. Fe, Ecología integral y Fraternidad se vuelven un importante trípode para el magisterio del Papa Francisco que desde el primer momento no solo nos ha llamado, sino que nos ha dado ejemplo de ser una Iglesia que, movida por la fe, se pone en salida, misericordiosa y cercana especialmente con aquellas periferias existenciales a donde hemos de llegar para curar heridas. Fraternidad y amistad social Se ha informado que esta nueva encíclica desarrollará su argumentación sobre la amistad social. Vale la pena que recordemos los valores que sustentan esta vocación por la amistad social. El primero de ellos, por su puesto, es el de la fraternidad. El Papa ha venido recordando, inspirado entre otras cosas en el Pobrecillo de Asís, que todo está interconectado. Si bien la humanidad aparece como un prisma con tantas diferencias y matices, que muchas veces son justificación para tantas exclusiones y arbitrariedades, es evidente que hay algo ineludible que todos tenemos en común: la humanidad. Podemos distinguirnos por nuestra etnia, nuestra cultura, nuestras creencias, pero podemos reconocernos por nuestra humanidad. Es la fraternidad humana por la cual tenemos el imperativo moral de respetarnos, protegernos y acompañarnos, más allá de nuestras diferencias. Entendiendo que todos somos hermanos, se abren paso otros valores importantes: entre ellos, dos que hoy más que nunca nos convocan para superar juntos esta crisis. Uno de ellos es la solidaridad. Esta es definida por el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia como «la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos» (DSI, n. 193). Porque somos hermanos, no podemos estar moralmente tranquilos cuando hay otros seres humanos que sufren. Seguramente el Papa nos convocará una vez más a dejar de lado la autorreferencialidad para salir hacia el hermano y “tocar la carne herida de Cristo” en nuestro prójimo. Otro de ellos es la subsidiariedad. De este, el Compendio nos dice que «toda acción de la sociedad, por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social, pero no destruirlos y absorberlos» (DSI, n. 186). La comunidad humana debe ver la diferencia como una riqueza que embellece nuestra condición. Por este motivo, aquellos que tienen mayores recursos tienen el deber moral de “subsidiar” a quienes tienen menos, sin por ello creerse con el derecho de eliminar, subyugar o subestimar sus culturas, creencias, territorios. Esperemos con atención esta Encíclica y leámosla sintiendo en ella un llamado particular a asumir la responsabilidad que a cada uno le corresponde frente al otro y a los otros para que juntos sigamos construyendo la que san Juan Pablo II llamara “civilización del amor”. +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo electo de Pasto Secretario General del CELAM

Vie 2 Oct 2020

“Voy como un hermano que quiere ir de la mano con ustedes”: Mons. Cárdenas

A través de una rueda de prensa virtual, el obispo electo de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, manifiesta que recibe con alegría y esperanza el nombramiento que el Papa Francisco le ha hecho para dirigir los caminos de la Iglesia en esta zona del suroccidente del país, en la región Andina. “Abrazo con alegría y esperanza el nombramiento que me hace el Papa Francisco, él es el sucesor de Pedro. Si el Papa me ha pedido este destino, es lo que Dios me pide y lo acojo con gozo”. Recibo una Iglesia viva y dinámica Al expresar su saludo al pueblo nariñense, destaca los 161 años de historia eclesial que han marcado el caminar de esta Iglesia particular. Resalta el legado que deja monseñor Julio Enrique Prado Bolaños, a lo largo de estos 25 años de servicio en la diócesis. “Mi saludo de gozo para este pueblo Nariñense y al apreciado hermano Julio Enrique Prado Bolaños mi gratitud. Desde el primer momento les he puesto en oración delante de Jesús Sacramentado, sé que hacen parte de una Iglesia viva y dinámica; destaco la bondad de su gente, sé que hay un laicado maduro que participa activamente en la vida de la Iglesia junto con los ministros ordenados, la vida religiosa, el seminario y otras instituciones, a todos les saludo y les abrazo”. Voy como un hermano que camina con ustedes El también secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), afirma “pido de Dios tener ese corazón de pastor que la diócesis necesita, que él quiere que yo sea para esta jurisdicción” y añade “voy como un hermano que camina con ustedes, voy como un hermano que quiere ir de la mano con ustedes”. Observa que va con la confianza de poder escuchar y entender las necesidades que se tienen para caminar juntos a través del diálogo permanente. Queremos ser una voz clara y solidaria De manera particular se refiere a la situación de violencia que se vive en estos territorios, por lo que llamó a la cordura, al diálogo para que toda vida sea respetada y, pide que a pesar de las diferencias de pensamiento no se sacrifiquen injustamente personas inocentes dentro de este conflicto. “Nos duele que en una región tan bendecida por Dios por su naturaleza y su gente, esté viviendo circunstancias históricas de violencia, sobre todo en los últimos días con el asesinato de jóvenes, ellos son el futuro de una región, nos duele estas vidas sacrificadas injustamente, queremos ser una voz clara, solidaria, una voz que llama a la cordura”, agrega. En este contexto, el prelado manifiesta estar dispuesto a trabajar de la mano con las principales autoridades, si así lo requieren, con el fin de contribuir a “ser una voz que se eleva a nivel nacional e internacional para que se entienda y dignifique la realidad de esta región (…) Tiene que ser una región que esté en el corazón del país, muchas de estas situaciones sociales se dan por una débil presencia del Estado, porque no se fortalece una suficiente inversión social que permita oportunidad digna de vida para todas las personas”. Una Iglesia cercana en tiempo de pandemia También ha expresado su cercanía, oración y compromiso ante el sufrimiento de tantas familias por el impacto de la pandemia. “El tema de la pandemia ha golpeado a las comunidades no solo en la salud, sino en aspectos sociales como el empleo, la educación, entre otros. Así mismo, ha tocado a los sacerdotes, voy con el deseo de escucharlos, entender y saber cómo están tramitando y gestionando estos días de crisis, y así poder discernir con ellos caminos para continuar de forma creativa esta vida pastoral de la diócesis”. Finalmente, se encomendó a las oraciones de todos para poder ser el Pastor que Dios quiere y el pueblo necesita. La posesión canónica del nuevo obispo de Pasto, se realizará el 21 de noviembre, víspera a la fiesta de Cristo Rey, en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Vea también saludo del Obispo electo de Pasto al pueblo nariñense[/icon]