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pastoral juvenil en Colombia

Mié 29 Mayo 2024

The Rosary Run: ocho años haciendo lío para Dios, de la mano de la Virgen María

Cerca de tres mil personas participaron en la octava versión del "The Rosary Run" convocado por la Arquidiócesis de Manizales bajo el liderazgo de monseñor de monseñor José Miguel Gómez Rodríguez, arzobsipo de esta jurisdicción y a través de su Pastoral Juvenil, esta vez, bajo el lema “Yo soy tu madre”. Se trata de una iniciativa de evangelización con sello mariano y espíritu alegre que, en una noche, se toma algunas de las zonas más concurridas de las ciudades para decir y demostrar que Dios está vivo y que la Iglesia también.“The Rosary Run ha sido creado para realizarse en plena zona rosa de las ciudades. Lo que se busca con esto es hacerle un poco de contraste al mundo, decirle a las personas que están en estos lugares que nosotros también podemos acercarnos a Dios de una forma diferente y no por eso tenemos que ser aburridos. Vamos cantando, orando, abrazados, de una forma eufórica; también es decirle a ellos que se puede disfrutar la vida de una forma sana”, así lo explica Giovanny Bartolo, coordinador de montaje y música de la actividad en la Arquidiócesis de Manizales.Al final del evento hacen una oración por la ciudad y, al realizarse en el mes de mayo, también realizan una oración especial por las madres, inspirada en la "Madre de Madres".¿Cómo nació "The Rosary Run"?“The Rosary Run” es escencialmente un homenaje a la Virgen María y tiene sus orígenes en el año 2014. Previo a este momento, un grupo de jóvenes de Manizales hacía una actividad denominada “Rosario Juvenil”, en la que se desplazaban de una parroquia a otra rezando el rosario.“Un poco loca la idea de ir rezando por la calle, pero estos jóvenes se atrevieron cuando escucharon precisamente de la invitación que hizo el papa Francisco en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, en donde dijo “Vayan a las calles a hacer lío”. Y sí, se tomaron muy a pecho el llamado y se fueron haciendo lío por las calles. Una nueva forma de evangelizar y de buscar el Reino de Dios haciendo el rosario”, agrega Giovanny.Con el paso del tiempo la iniciativa de evangelización, ha ido evolucionando en diferentes niveles. Una de estas evoluciones se ha evidenciado en términos de asistentes, pues aunque inició siendo un evento de jóvenes para jóvenes, se han ido sumando sacerdotes, regliosas, diversas comunidades eclesiales y familias enteras. Así mismo, en lo relacionado con la manera de vivir la experiencia, pues ya no solo implica el Santo Rosario y la adoración al Santísimo, sino que también se alternan con otros momentos de encuentro personal con Dios (contemplativos y reflexivos), así como con cantos, lo que ha permitido que sus asistentes generen mayor conexión e identidad con ella, sin importar su edad.Sus organizadores cuentan también que con “The Rosary Run” buscan unir a las personas a través de la oración: “Es una forma en que nos unimos como ciudad para orar por todas las intenciones, por toda la realidades y para también salir a las calles y decirle a la gente que Dios está vivo, que creemos en un Dios vivo y que estamos haciendo lío para Él”, afirma Mateo Ramírez, cordinador general de la actividad.Uno de los mayores retos que ha tenido que afrontar la iniciativa ha sido el de la pandemia del Covid-19, pues luego de haberla vivido, la participación de los fieles en actividades masivas migró mucho más a las plataformas virtuales. Así lo indica el coordinador de montaje: “Después de la pandemia fue un poco complejo porque la gente se tornó mucho a la virtualidad. Antes de pandemia eran casi 5.000 personas las que las que asistían. Pero hemos retomado este proyecto y definitivamente a la gente le gusta la ciudad”.Una iniciativa de evangelización que se ha tomado otras ciudades de ColombiaEn la Arquidiócesis de Manizales explican que “The Rorsary Run” ha sido una iniciativa especial para impactar no solo a quienes ya están cerca de la Iglesia o están vinculadas con un proceso de evangelización, sino también a otras personas de la ciudad, así como a las diferentes instituciones públicas, que también han dado permisos y prestado su colaboración para poder llevarla a cabo. Su acogida ha sido tan especial que otras jurisdicciones eclesiásticas del país también la han incorporado, entre ellas, las arquidiócesis de Barranquilla, Medellín y Bogotá, así como las Diócesis de Fontibón y Riohacha.Precisamente, el pasado 25 de mayo, también se llevó a cabo la octava versión de la actividad en la Arquidiócesis de Barranquilla bajo el lema “María, estrella de la esperanza”. Allí, con la compañía de monseñor Pablo Emiro Salas, arzobispo de esta Iglesia particular, cientos de personas de diferentes edades del departamento del Atlántico se unieron a esta experiencia de encuentro con Jesús, de la mano de la Virgen María. En esta oportunidad, la movilización inició en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y finalizó en la Catedral Metropolitana María Reina.Los diferentes momentos del trayecto en la capital del Atlántico fueron acompañados con la animación de los ministerios musicales Voces de Dios de Sabanagrande, Laus Sacro de Santo Tomás y Fuego y Vida de Soledad.Vea a continuación el informe audiovisual:Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Conf. Episcopal de Colombia (@episcopadocol)

Lun 11 Mar 2024

Sinodalidad, misión digital y cultura del cuidado: prioridades para la Pastoral Juvenil de Colombia

Entre el 4 y el 6 de marzo se desarrolló la versión número 38 del Encuentro Nacional de Delegados Diocesanos de Pastoral Juvenil. Tres temas protagonizaron los momentos de reflexión, aprendizaje y trabajo desarrollados en este espacio: el Sínodo de la Sinodalidad, la evangelización digital y la prevención de abusos y violencias.La reunión fue convocada en Bogotá por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su Departamento de Estado Laical, dirigido por la hermana Arelis Gaviria Montoya. En ella participaron cerca de ochenta personas provenientes de diferentes regiones del país; sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos encargados de animar y fortalecer la participación de los jóvenes en la Iglesia Católica colombiana.Monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco y miembro de la Comisión Episcopal de Estado Laical, lideró la reunión. El prelado resaltó que, de esta manera, la pastoral juvenil también asume la manera de ser Iglesia sinodal, desde una decidida actitud de escucha, a la que ha llamado el papa Francisco. Además, la relevancia de lo que significa este encuentro como primer paso conjunto en el camino de preparación de los jóvenes colombianos al Jubileo del 2025, tema que también fue abordado en el espacio.Durante los ejercicios de análisis, los participantes tomaron como base el capítulo 17 del informe de síntesis de la primera parte de la asamblea sinodal, titulado: “Misioneros en el ambiente digital”.A propósito de la misión digital, el obispo también afirmó que es una necesidad fortalecerla, pues representa una oportunidad importante para llevar el mensaje del Evangelio a más jóvenes. Eso sí, dejando claro que se trata de una tarea a asumir con responsabilidad:“Este tema de lo digital en la evangelización es un elemento esencial y lo que queremos es conocer este mundo, no ser simplemente comunicadores de un mensaje vacío, sino comunicadores de un mensaje que lleve esperanza, que lleve vida, que lleve alegría a nuestros jóvenes, no alegrías pasajeras, sino esa alegría que nace de un encuentro con Jesús".La orientación sobre temas asociados a la prevención de abusos con especial énfasis en el trabajo de esta pastoral, estuvo a cargo de la Oficina para la Cultura del Cuidado de la CEC. La psicóloga Diana Marcela Suárez Cristancho, miembro del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado y coordinadora de la Oficina del Buen Trato de la Arquidiócesis de Bogotá, abordó riesgos, protocolos de prevención y líneas guía en este sentido.Al respecto, el padre John Edison Saldarriaga, delegado de la Diócesis de La Dorada-Guaduas resaltó: “Nos han hablado sobre esos ambientes seguros en los cuales nuestros jóvenes y también nosotros. nos debemos mover, para tener unos encuentros pastorales y unos encuentros con esos jóvenes más seguros y por supuesto, más eficaces”.Por su parte, el padre Gabriel Peña Arciniegas, afirmó que lo aprendido en el encuentro les ayuda a enfrentar el reto, cada vez mayor, que significa llegar a los jóvenes, conociendo las realidades que viven y tocando sus corazones:“Ante la realidad y ante una cultura de la muerte, hoy nuestros jóvenes se ven expuestos a muchas situaciones difíciles que los oprimen, que los excluyen. Nosotros, como Pastoral Juvenil de Colombia, tenemos el reto de llegar a ellos. Hacer una pastoral desde los jóvenes y para los jóvenes, acompañándolos en su proceso de fe”.El encuentro permitió también la socialización de experiencias y desafíos a nivel regional, así como la proyección de nuevas acciones de fortalecimiento a nivel nacional, especialmente, especialmente en el camino de preparación al Jubileo del 2025. Además de destacar la importancia de insistir y formar a los delegados diocesanos para que sean cuidadores de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en cada Iglesia particular, al cierre del encuentro, la hermana Arelis Gaviria remarcó tres compromisos que asumirán ahora como pastoral juvenil:“El primero: la oración como preparación para el gran Jubileo que vamos a tener en el año 2025. El segundo compromiso grande es perder el miedo a las redes y hacer de ellas un uso adecuado donde podamos llevar el amor y la misericordia de Cristo. El tercero será seguir fortaleciendo nuestros equipos nacionales de Pastoral Juvenil: equipo nacional, equipo de asesores, equipo de formación, equipo de comunicación”.La religiosa también aprovechó para destacar la esencia central de esta pastoral en la Iglesia colombiana:“Porque somos una familia que, en el trabajo sinodal con nuestros jóvenes, busca tener claridad sobre los conceptos sobre el amor de Cristo, para que sigamos siendo una Iglesia que camina y peregrina en Colombia con la alegría de los jóvenes, porque ellos son el ahora de Dios, son tierra sagrada”.Conozca otros detalles del evento a través del siguiente informe audiovisual:

Lun 4 Dic 2023

“Trabajar por las nuevas generaciones, es darle futuro a la Iglesia”: Mons. José Roberto Ospina Leongómez

La Iglesia Católica colombiana está comprometida con fortalecer cada vez más su pastoral juvenil. El curso de formación para Asesores de Pastoral Juvenil (Nivel I), desarrollado del 19 al 25 de noviembre de 2023 en la Diócesis de Buga, fue un escenario propicio para avanzar en este propósito. En el espacio participaron sacerdotes y laicos, delegados de diversas jurisdicciones eclesiásticas del país, entre ellas, las arquidiócesis de la Barranquilla y Manizales, las diócesis de Cúcuta, Tumaco, Zipaquirá, Pereira y La Dorada, así como del Vicariato Apostólico de Puerto Leguízamo.Este encuentro, que estuvo acompañado de manera virtual por la hermana Arelis Gaviria Montoya, directora del Departamento de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), encargado de liderar esta tarea, facilitó la unificación de la Pastoral Juvenil Nacional, estableciendo un lenguaje común y fomentando la sinodalidad entre los participantes.Al respecto, monseñor José Roberto Ospina Leongómez, obispo de la Diócesis de Buga y miembro de la Comisión Episcopal de Estado Laical de la CEC, destacó: “Ojalá podamos seguir abriendo estos espacios en las regiones con mayor fuerza, trabajar por las nuevas generaciones, es darle futuro a la Iglesia; el reto es evangelizar al joven de hoy”.Por su parte, monseñor Orlando Olave, obispo de la Diócesis de Tumaco y delegado para la sección de juventud del Departamento del Estado Laical de la Conferencia Episcopal, afirmó: “En la Pastoral Juvenil, siempre debe existir un buen proceso de formación, eso es en lo que nos hemos comprometido desde la Pastoral Juvenil y la respuesta ha sido satisfactoria”.Tras este encuentro, los delegados se preparan para afrontar el año 2024 con un enfoque centrado en la formación, la comunión y la sinodalidad, con la certeza de que la Pastoral Juvenil Nacional estará aún más fortalecida.