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penitencia

Jue 25 Mar 2021

Llamados por Dios

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - La Cuaresma 2021 ha estado marcada, para nosotros los creyentes, por un sinnúmero de signos que tienen que ayudarnos a pensar en lo importante de nuestras vidas y en el llamado que nos hace el Señor a la esperanza. Comenzamos por la ceniza. Es un signo de penitencia. Este año muchos la recibieron no en la frente sino en la cabeza. De pronto no cayeron en la cuenta de que para recibir la ceniza en la frente en forma de cruz, se levanta la cabeza, se acercan erguidos para ser signados; con la imposición en la cabeza, se acercan con la cabeza abajo, un signo muy interesante para mostrar nuestra humildad y pequeñez ante la misericordia de Dios. A Él nos acercamos no para exigir, sino para pedir, como el leproso del evangelio: “Señor, si quieres, puedes curarme”. Seguimos con la Palabra de Dios. Esta en sí misma no es un signo, es la presencia viva del Señor. En la Cuaresma, la Palabra se convierte de manera especial en luz de nuestros pasos. Por eso el llamado a intensificar su lectura y meditación que nos ayude a descubrir lo que Dios nos está diciendo en estos tiempos de prueba. Pasamos luego a las expresiones de nuestros deseos de conversión: la limosna, la penitencia y el ayuno. Estos sí que nos permiten entender la compasión del Padre del cielo hacia nosotros sus hijos. A través de estas realidades, para tantos dolorosas, ya que están en estado permanente de ayuno, de abstinencia y penitencia, pues no tienen ni siquiera dónde dormir ni qué comer, al tomar conciencia de estas realidades y ser compasivos como Dios, el llamado es a ser a austeros, solidarios, generosos y misericordiosos a través de las obras de caridad. No puede faltar en la Cuaresma el sacramento de la misericordia, el sacramento del perdón. Nos acercamos al sacerdote para recibir el perdón de los pecados y hacer delante suyo el compromiso de no volver a pecar. Es el llamado a la reconciliación con Dios, con los hermanos y con la naturaleza. En la encrucijada de la pandemia, llega la vacuna contra el coronavirus. Prácticamente coincidió su llegada con el inicio de la cuaresma. Desde la fe un mensaje, basado en la misma Palabra de Dios: “el que persevere hasta el fin se salvará”. Así es, la vacuna surge como un signo de esperanza para seguir nuestro camino en este mundo, con entusiasmo. No todo estaba acabado, todo saldrá bien. ¿Acaso no fue ese el anuncio constante de Jesús a sus discípulos, que al final no comprendían?: “él debía ir a Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas y ser matado y resucitar al tercer día” (Mt., 16, 21). Ahora sentimos de nuevo el llamado a la esperanza en la acción misericordiosa del Señor que no nos abandona. El Papa Francisco, el miércoles de ceniza, decía que “la Cuaresma es el camino del retorno a Dios”. Es el camino para el encuentro con el Resucitado. Es el camino para llegar a la meta de la vida nueva, movidos por la esperanza que no defrauda. Estemos atentos al llamado que nos hace Dios a ser mejores, a estar con él, a disponernos para el encuentro definitivo con Dios, a renovar la fe, la esperanza y el amor. +Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo auxiliar de Cali

Dom 23 Oct 2016

Testimonios que cambian historias de vida en ExpoCatólica

Durante los ciclos de conferencias programados en el marco de ExpoCatólica, la Fundación Creo, se hizo presente con su trabajo evangelizador a través de los libros de “Penitencia por Amor.” Herramienta espiritual que nos brinda la oportunidad de volver a nacer, de volver a empezar en nuestro libro de la vida. odos llevamos heridas en nuestro corazón desde el vientre materno hasta la edad que estemos viviendo. Sin embargo, de la mayoría de heridas no tenemos conciencia porque estábamos muy pequeños cuando se produjeron, o porque las hemos sabido ocultar para que queden en el cuarto oscuro de nuestra inconsciencia, pero allí siguen latentes y no han cicatrizado, no han sanado e incluso han infectado nuestro actuar. Un buen regalo para cambiar el rumbo de nuestra historia Si realmente llegamos a un momento de la vida en que decidimos hacer un proceso serio de sanación interior a través del Señor y la Virgen María, el libro Penitencia por Amor es una herramienta integral. Este libro contiene un método que ayuda a sanar la vida, a liberar cadenas y a reparar la historia personal de vida. Son dos libros: “Penitencia por Amor “, sanación interior de toda la historia de vida. El otro libro: “Penitencia por Amor Extraordinaria” que pertenece a la sanación desde el vientre materno. Ambos libros son complementarios entre sí. Dos libros escritos por Janet Martínez Niño, laica católica a quien el Señor le regaló hace 14 años atrás, el Don del Espíritu Santo quien la guió para plasmar en estos escritos esta herramienta espiritual que ayuda a quien se arriesga a vivir esta penitencia, solo por amor. Por amor así mismo y por amor a los seres que se aman. A continuación entrevista completa con Janet Martínez y más detalles sobre Penitencia por Amor y la Fundación CREO:

Mié 7 Sep 2016

"Volvamos al Señor y descubramos su misericordia"

[icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon] Este es el llamado que nos hace el Evangelio de este domingo que nos recuerda el profundo amor y misericordia que tiene Dios por cada uno de nosotros. Así lo manifiesta el cardenal Rubén Salazar Gómez en su habitual reflexión. El purpurado recordó que en diferentes momentos de nuestra vida somos como la oveja perdida, la moneda perdida y el hijo pródigo. Este extravío - explica - es el resultado del desconocimiento que tenemos de Dios. "No siempre estamos bien con Dios porque generalmente no lo conocemos bien". En este contexto, el arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) aseguró que en nuestra vida la presencia de Dios es vivificantes y planificante que permite que nuestra existencia sea feliz. Cardenal Salazar Gómez explicó que el Año de la Misericordia tiene el objetivo de que conozcamos la imagen correcta de Dios, que no es otra que la de un padre amoroso, misericordioso, que perdona, acoge y que nos abraza. Finalmente recordó que en el sacramento de la penitencia el Señor ha unido su misericordia para que volvamos a él. Tweets by cardenalruben