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Solemnidad de la Ascensión del Señor

Vie 19 Mayo 2023

Subsidio litúrgico: Solemnidad de la Ascensión

En el marco de la Solemnidad de la Ascensión del Señor,día en el que la Iglesia Universal recibe el mandato de anunciar la buena noticia a todos los hombres, coincidiendo este año con la quincuagésimo séptima Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales para la que, tanto el papa Francisco como los obispos colombianos, nos invitan a “hablar con el corazón, en la verdad y en el amor” (Ef 4, 15), el Departamento de Comunicaciones y Tecnologías de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) comparte un subsidio litúrgico útil para esta celebración. El texto ha sido tomado de la motivación hecha para este caso por la Conferencia Episcopal Española, replicada, a su vez, por el Dicasterio para la Comunicación.

Vie 19 Mayo 2023

La Voz del Pastor | Ascensión del Señor | 21 de mayo de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 28, 16-20

Sáb 1 Jun 2019

Solemnidad de la Ascensión del Señor

En el séptimo Domingo de Pascua, la Iglesia Universal celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor al cielo. A los 40 días de la resurrección, según los Hechos de los Apóstoles, Jesús subió al cielo. “Dicho esto, los Apóstoles lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de la vista de ellos. Como permanecían con la mirada puesta en el cielo mientras Jesús subía, se les apareció dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Hombres de Galilea, ¿por qué siguen mirando al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá de la misma manera que lo han visto partir” (Hch 1, 9-11). En el contexto del Misterio Pascual, ha explicado el padre Farly Yiovany Gil Betancur, Secretario Adjunto del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, la Ascensión hace parte de la exaltación y glorificación de Cristo. Subió a los cielos, está sentado a la derecha del Padre. San Agustín nos dice que el hijo no abandonó al Padre al venir a nosotros. No nos abandona a nosotros al volver al Padre. Esto significa que es una nueva presencia permanente de Jesús en la Iglesia y en cada cristiano por la acción del Espíritu Santo. Esta solemnidad nos invita a continuar esa presencia con nuestro testimonio, anuncio y nuestro compromiso misionero: bautizados y enviados. Jesús sube al cielo y bendice a sus discípulos. Nosotros, como portadores de esa bendición, continuemos la obra de Jesús.