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Visita Papa

Vie 12 Oct 2018

Medellín vivirá su Expo Arquidiócesis

Se tendrán espacios académicos, litúrgicos, celebrativos y culturales, donde niños, jóvenes y adultos no tendrán tiempo para aburrirse. Quienes deseen participar, solo deben llevar su documento de identidad e ingresar por cualquiera de las porterías de la institución universitaria. Expo Arquidiócesis comenzará a las 12:00 del mediodía, cerrando el viernes 12 a las 8:00 p.m. El sábado 13, la feria se desarrollará desde las 8:00 a.m., hasta las 8:00 p.m. y el domingo 14, desde las 8:00 horas, hasta las 2:00 de la tarde. Con motivo del 150º aniversario de la creación de la Arquidiócesis, se ha concedido la Indulgencia Plenaria, que puede lucrar todo fiel que visite piadosamente la Catedral Metropolitana de Medellín, o alguno de los templos parroquial de las cuatro Vicarías Episcopales, así las parroquias del a Arquidiócesis; además de cumplir las condiciones habituales: confesión sacramental, comunión Eucarística y ofrecer las intenciones por el Santo Padre. El evento que hará parte de sesquicentenario de la Arquidiócesis de Medellín, tendrá lugar en el Polideportivo en la Universidad Pontificia Bolivariana. La Arquidiócesis de Medellín fue erigida el 14 de febrero de 1968 por el Beato Pío IX. Su primer obispo fue Mons. Valerio Antonio Jiménez Hoyos, quien tomó posesión el 8 de diciembre de aquel año. Hasta la fecha la jurisdicción eclesial colombiana ha contado con 12 obispos.

Lun 1 Oct 2018

A un año de la visita del Papa

Por: Mons. Luis José Rueda Aparicio - El año pasado el Papa Francisco nos visitó, para animarnos desde la fe, a buscar los caminos de la paz social tan anhelada en nuestra patria. Quienes tuvimos la oportunidad de vivir el encuentro del Santo Padre con las víctimas del conflicto en Villavicencio, recordamos con emoción cómo las víctimas y los victimarios reconocieron la gran equivocación de la violencia; además pudimos escuchar el testimonio de varias personas que lograron dejar la guerra y dedicarse a reconstruir sus vidas. La paz social requiere que reconstruyamos la vida de las personas, y así, una persona reconstruida en su dignidad es un protagonista de la paz social, no solo porque se desmoviliza y deja las armas, sino porque es luz y motivación para otros que piensan que la guerra es eterna. En Villavicencio el Papa Francisco, después de escuchar a víctimas y victimarios, se inspiró en la Palabra de Dios para llenarnos de esperanza, y esa esperanza no puede morir en nosotros, los Cristianos Católicos misioneros permanentes de la reconciliación, la fraternidad y la paz. Nos dijo el Papa Francisco:“Resulta difícil aceptar el cambio de quienes apelaron a la violencia cruel para promover sus fines, para proteger negocios ilícitos y enriquecerse o para, engañosamente, creer estar defendiendo la vida de sus hermanos. Ciertamente, es un reto para cada uno de nosotros confiar en que se pueda dar un paso adelante por parte de aquellos que infligieron sufrimiento a comunidades y a un país entero. Es cierto que en este enorme campo que es Colombia todavía hay espacio para la cizaña. No nos engañemos. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo, no pierdan la paz por la cizaña. El sembrador, cuando ve despuntar la cizaña en medio del trigo, no tiene reacciones alarmistas. Encuentra la manera de que la Palabra se encarne en una situación concreta y dé frutos de vida nueva, aunque en apariencia sean imperfectos o inacabados (cf. Exhort. ap. Evangelii gaudium, 24). Aun cuando perduren conflictos, violencia o sentimientos de venganza, no impidamos que la justicia y la misericordia se encuentren en un abrazo que asuma la historia de dolor de Colombia. Sanemos aquel dolor y acojamos a todo ser humano que cometió delitos, los reconoce, se arrepiente y se compromete a reparar, contribuyendo a la construcción del orden nuevo donde brille la justicia y la paz”. Al cumplirse un año de la profética visita del Papa Francisco a Colombia, le suplicó a todos aquellos actores de violencia en los distintos territorios de Colombia, que respeten la vida de las personas, que se dejen amar por Dios Padre, rico en misericordia. Animados por la presencia y el mensaje del Papa Francisco, los colombianos tenemos derecho a esperar un país sin narcotráfico, unas ciudades sin extorsión, unas tierras distribuidas con equidad, unos ciudadanos honrados, unos dirigentes políticos sirviendo al bien común, unos medios de comunicación cultivando los valores humanos, un sector bancario con sentido cooperativo superando toda tentación de usura, una Iglesia en salida misionera comprometida con el desarrollo humano integral, unas Fuerzas Armadas sirviendo al desarrollo social. Tenemos derecho a esperar y tenemos el deber de aportar todos, para que se vean en Colombia “los cielos nuevos y la tierra nueva” (Apocalipsis 21,1). A la luz del mensaje del Papa Francisco podemos formularnos tres preguntas para responderlas en los escenarios personal y social: ¿Somos capaces de promover y aceptar el cambio de quienes apelaron a la violencia? ¿Somos conscientes de que en nuestra propia vida y en la sociedad hay presencia de cizaña? ¿Somos obstáculo con nuestro estilo de vida, para que la justicia y la misericordia se encuentren? Jesucristo nuestro Señor en el llamado sermón de la montaña, nos dejó un verdadero desafío de vida, que sigue siendo muy actual en campos y ciudades de Colombia: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9). En el mes de septiembre de cada año los Cristianos Católicos celebramos el mes de la Biblia y también en este mes, celebramos en la Iglesia de Colombia la Semana por la Paz del 9 al 16. La Palabra de Dios nos anima a vivir la paz y la reconciliación, a superar los odios y a dar paso al perdón, a construir una sociedad no violenta. El trabajo por la paz comienza en nuestra propia conciencia cuando somos capaces de superar toda tentación corrupta, vengativa, guerrerista, agresiva, pesimista. El cultivo de la no violencia comienza en nuestra propia interioridad, cuando somos capaces de superar nuestros odios para dar paso a la valoración de la dignidad de todas las personas incluyendo aquellos que piensan diverso a lo nuestro. «El amor y la verdad se encontrarán, la justicia y la paz se abrazarán» (Salmo 85,11) + Luis José Rueda Aparicio Arzobispo de Popayán

Lun 10 Sep 2018

Y Ahora, ¿qué?

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Indudablemente el viaje apostólico del Papa a Colombia fue un torrente de bendición y de gracia que millones de connacionales experimentamos. «El Señor no es selectivo, no excluye a nadie, el Señor abraza a todos; y todos somos importantes para Dios». Para el pueblo fue redescubrir la fuerza y vitalidad de la fe que se renueva en el encuentro con Dios por medio del sucesor de Pedro. Cada celebración y encuentro con el Papa fue una fiesta de fe; se podía casi que tocar la identidad cristiana de la nación. «Cuando las víctimas vencen la comprensible tentación de la venganza, se convierten en los protagonistas más creíbles de los procesos de construcción de la paz… ¡Basta una persona buena para que haya esperanza!». Para las víctimas y los que han sufrido por décadas el impacto de la violencia y las injusticias, la presencia del Sucesor de Pedro, sus gestos, sus palabras, su cercanía, fueron un impulso a la esperanza, a no dejar de creer que es posible caminar en la construcción de un futuro mejor. «Dios no nos quiere sumidos en la tristeza… Nuestra alegría tiene que es el primer testimonio de la cercanía y del amor de Dios». Para Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, la visita representó poder encontrar al hermano mayor que confirma en la fe y afianza la opción de servicio auténtico, creíble y valiente. Un modelo para asumir Así mismo, poder ver y escuchar al Papa fue una lección que deja mucho por interiorizar e incorporar en la acción eclesial. «…deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta nación y en cada una de sus vidas». Vimos la pastoral de la cercanía, del respeto, del actuar desde los sentimientos y necesidades del otro. «Los ciudadanos deben ser valorados en su libertad y protegidos por un orden estable. No es la ley del más fuerte, sino la fuerza de la ley, la que es aprobada por todos, quien rige la convivencia pacífica». Escuchamos al profeta valiente, pero no agresivo que tuvo la palabra clara y oportuna para todos e invitó a construir, a superar, a unir. Y finalmente, en las agotadoras jornadas por Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, acompañamos al misionero infatigable, que lo dejó todo y lo puso todo para sembrar en cada colombiano le buena semilla del Evangelio. Seguramente son muchas cosas más, pero a un año de este acontecimiento histórico, se encuentran estos dos sentimientos: Gracias, Señor, por los pies del mensajero que nos trajo palabras de bendición y paz; y ¡Cuánta tarea nos dejó! que se nos va el tiempo y hay que apurarse para ponerla en práctica. + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Auxiliar de Cali

Jue 16 Nov 2017

El magisterio del Papa

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Con ocasión de la visita del Papa Francisco a Colombia y los escritos, homilías y mensajes del Romano Pontífice, es importante valorar la posición que los católicos debemos tener ante cada uno de ellos. Existen dos textos claves en la vida de la Iglesia: la “Profesión de Fe y el Juramento de fidelidad al asumir un oficio que se ha de ejercer en nombre de la Iglesia”, publicados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 9 de enero de 1989. Lastimosamente el pueblo en general no los conoce ampliamente, sino que conoce el texto litúrgico de la profesión de fe. En general, la profesión de fe ampliada y el juramento, se hacen cuando un clérigo, religioso o laico asume un oficio de especial responsabilidad en la Iglesia. Entre estos oficios destaco: el episcopado, el párroco, rector de una institución educativa católica, docente en una facultad de filosofía o teología, docente en un seminario, oficios de la Curia, etc. Al final de la profesión de fe, se afirma: “Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y entendimiento a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo”. Esta adhesión al magisterio del Papa, es la más clara manifestación de una fe sincera, humilde y abierta a la verdad. Una fe confiada en que el Sucesor de Pedro, que nos confirma en la fe, es fiel a la misión que le ha sido encomendada y nos guía por el camino correcto. Por eso, estamos siendo invitados para leer con atención, todas y cada una de las homilías, mensajes y exhortaciones que el Papa nos hizo en Colombia. Todos tienen su raíz en la Sagrada escritura, en el Concilio Vaticano II, en el magisterio de los Obispos de América Latina y en el magisterio en general de los Papas, especialmente Pablo VI y Juan Pablo II quienes también nos visitaron. Al respecto dice el Papa Francisco: “No soy el primer Papa que les habla acá en casa. Dos de mis más grandes predecesores han sido huéspedes aquí: el beato Pablo VI y san Juan Pablo II. Las palabras de ambos son un recurso permanente. Quisiera que cuanto les diga sea recibido en continuidad con lo que ellos han enseñado” (Discurso a los Obispos Colombianos, septiembre 7). Es que en la Iglesia existe la llamada “Tradición”, que recoge lo antiguo y lo nuevo, para ayudarnos a discernir lo que desea Dios de cada uno en el tiempo en que le ha tocado vivir. De esta manera, los mensajes del Papa Francisco en Colombia hacen parte del Magisterio de la Iglesia católica que acogemos con fe y esperanza. +Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Mié 1 Nov 2017

Se dio inicio en Bogotá a la CIV Asamblea Extraordinaria del Episcopado

Hoy 1 de noviembre de 2017 en las instalaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia en Bogotá, se dio inicio a la CIV Asamblea de obispos, la apertura del evento fue presidido con la alocución del Excelentísimo Monseñor Oscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal. En su discurso Monseñor Urbina Ortega, comenzó agradeciendo al Santo Padre por motivar a la Iglesia católica al desarrollo de la Asamblea Extraordinaria de Obispos en Colombia. El prelado presentó los motivos por los cuales se dio esta convocatoria extraordinaria, en la que invita en primer lugar a discernir lo que el Señor nos ha dicho por medio del “peregrino de esperanza y de paz”, en segundo lugar, expuso que debemos recoger el llamamiento del Papa Francisco, a partir de “crear una cultura del encuentro”… “enriqueciendo nuestros procesos evangelizadores e involucrando a todos los que la acepten en una nueva etapa de nuestra historia”. Monseñor Oscar Urbina Ortega rescató 3 puntos clave de la visita del Papa Francisco. 1. Cuidar la Siembra: Es el llamado a que “cuidemos con santo temor y conmoción el primer paso de Dios hacia ustedes y, con su ministerio, hacia la gente que le ha sido confiada, en la conciencia de ser ustedes sacramento viviente de esa libertad divina que no tiene miedo de salir de sí misma por amor, que no teme empobrecerse mientras se entrega, que no tiene necesidad de otra fuerza que el amor”…. “nos anima a no tener miedo de migrar de las aparentes certezas en busca de la verdadera gloria de Dios, que es el hombre colombiano, nos anima a ser un vientre de luz capaz de generar, aun sufriendo pobreza, las nuevas creaturas que esta tierra necesita. Nos hace tomar conciencia de nuestra misión de pastores que vemos con nuestros propios ojos y conocemos como pocos la deformación del rostro del país, que somos custodios de las piezas fundamentales que hacen una a la nación”. 2. Discernir: En el cual se anuncia “¡Dios está escondido, no ausente!, a pesar de las avalanchas del retiro de lo religioso de la esfera pública, la disminución de la creencia la práctica religiosa y la creciente alternativa humanista encerrada en la inmanencia del presente” haciendo el llamado ante la adversidad de recordar (1 Cor 2, 14) “y abrimos el corazón a la luz del Espíritu Santo para no auto-condenarnos a la ceguera. Monseñor evoca las palabras del Santo Padre en su visita “Colombia necesita la participación de todos para abrirse al futuro con esperanza” 3. Proponer: Donde el Santo Padre hizo una invitación a los obispos diciendo: “A los obispos de todo el continente nos pidió trabajar sin cansarnos para construir puentes, abatir muros, integrar la diversidad y promover la cultura del encuentro y del dialogo, educar al perdón y la reconciliación, al sentido de justicia, al rechazo de la violencia, y el coraje de la paz” El Prelado cerró su discurso planteando que: “La visita del Santo Padre deja un ambiente de esperanza, de compromiso y de vitalidad para este pueblo que acogió masivamente su mensaje y que ahora se siente comprometido a seguir dando pasos hacia la reconciliación y la paz”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon]

Mié 25 Oct 2017

El mensaje del Papa ha calado en el corazón de Colombia, Cardenal Salazar

Poco más de un mes después del histórico viaje del Papa Francisco a Colombia, el Vaticano ha querido hacer un balance del mismo a través de la Pontificia Comisión para América Latina (PCAL) y alguno de sus miembros. Entre los participantes, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Villavicencio, monseñor Óscar Urbina Ortega; el Arzobispo de Bogotá, Cardenal Rubén Salazar Gómez; el director de la visita del Papa Francisco a Colombia y obispo Castrense, monseñor Fabio Suescún Mutis y el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. En conversación con ACI Prensa, el Cardenal Rubén Salazar afirmó que “el balance es realmente positivo, y no solo porque la respuesta de los colombianos fue amplia, generosa, una alegría y una verdadera fiesta, sino también porque su mensaje ha ido calando poco a poco en el pueblo, en el corazón de la gente”. “Las frases del Papa han resonado en el contexto nacional, y lo siguen haciendo, y esto indudablemente es una enorme riqueza para todos nosotros, especialmente ahora que estamos en un momento político e histórico importante para el país”, añadió. Para el Cardenal Salazar, la visita tuvo especial resonancia porque se escogieron cuatro ciudades “que eran, de alguna manera, representativas de todo el país”. En cada una de ellas “el mensaje resonó con fuerza, porque evocaba una temática que estaba en el corazón del país”. Como Arzobispo de Bogotá, aseguró que “fue un momento de gracia en todos los sentidos. La gente se volcó en las calles. Por ejemplo, el último día no estaba previsto que el Papa hiciera el recorrido en papamóvil, pero viendo como crecía el número de fieles que salían a saludarlo a la calle se decidió que también lo hiciera al ir al aeropuerto para salir a Cartagena. Hubo casi un millón de personas”. “Esto muestra cómo la gente quería ver al Papa, recibir su bendición y abrirse a la acción de Dios en sus vidas. Fue maravilloso”, subrayó. “En Colombia vivimos un momento decisivo para el futuro y el Santo Padre fue a darnos los elementos que necesitamos para construirlo con más serenidad y seguridad”. Ahora queda “la construcción de un país mejor”. Lo primero es que tiene que reajustarse. Ya hemos empezado a dar los primeros pasos”. En el encuentro que se desarrolló en Roma, estuvieron también presentes algunos embajadores ante la Santa Sede de países latinoamericanos, quienes expresaron su reconocimiento a la buena marcha de la visita del Papa. Fuente: Agencia católica ACIPRENSA

Vie 6 Oct 2017

Tips pastorales católicos

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - No deja de ser significativo constatar cómo la semilla de la religión católica salió a flote cuando recibimos al papa Francisco en Colombia. Hay una serie de elementos constitutivos del catolicismo que, consciente o inconscientemente, aparecen en momentos fuertes de la vida del creyente. Una misma profesión de fe, la acogida y vivencia de todos los sacramentos y el respeto y seguimiento del régimen eclesiástico, hacen que el creyente esté en comunión con la Iglesia católica. Son evidentes y necesarios también, el amor a la Eucaristía, la devoción mariana, el respeto y sentimientos de filiación y afecto al Papa, sea quien sea, en este caso, el Papa Francisco. Fue muy difícil que alguien en Colombia, por convicción o por simple curiosidad, no hubiera seguido algún momento de la visita del Romano Pontífice. Cómo no agradecer aquí a todos los medios de comunicación que lograron finalmente entender el sentimiento religioso de un pueblo, que sin temor alguno, salió a las calles, colmó escenarios y elevó incesantes plegarias a Dios por el buen éxito de la visita del Papa. Lo que viene es más complejo. La emoción de la visita no se puede quedar en un sentimiento que puede resultar pasajero. La visita del Papa tiene que ayudarnos a iniciar algo nuevo. Un antes y un después de la visita, tiene que ser la consecuencia de un esfuerzo tan grande en favor nuestro, como el que hizo Papa, anciano en años (81), pero joven en espíritu y vitalidad. Los católicos, que experimentamos el amor que Dios tiene a su Iglesia, es decir a nosotros, no podemos seguir siendo los mismos. Ser católicos de verdad, animados por el mensaje del Papa, significa que asumamos el reto de vivir con coherencia nuestra fe, que no nos de miedo salir a callejear esa misma fe y que con la fuerza que viene de lo alto, seamos los artesanos de la paz y de la reconciliación en un país que requiere de grandes dosis de esperanza. Si en Cali acogimos al Papa en nuestros corazones, su palabra deberá ser la guía de nuestro caminar. Con orgullo, pero a la vez con humildad, nos sentimos de verdad católicos. Al Papa agradecemos sus orientaciones, sus enseñanzas, sus reclamos, sus signos de cercanía y de amor. Sentimos que el Papa cumplió radicalmente el objetivo de su viaje: “He venido hasta aquí justamente para confirmarlos en la fe y en la esperanza del Evangelio: manténganse firmes y libres en Cristo, firmes y libres en Cristo, porque toda firmeza en Cristo nos da libertad, de modo que lo reflejen en todo lo que hagan. Asuman con todas sus fuerzas el seguimiento de Jesús, conózcanlo, déjense convocar e instruir por Él, búsquenlo en la oración y déjense buscar por él en la oración, anúncienlo con la mayor alegría posible” (Homilía en Medellín). +Luis Fernando Rodríguez Velásquez Obispo Auxiliar de Cali

Jue 5 Oct 2017

“Demos el segundo paso”: Francisco

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía - En el avión que lo transportó de Cartagena a Roma, tras cuatro días de visitas pastoral a igual número de ciudades, el Papa Francisco señaló que si él regresara a Colombia, le gustaría que el lema al menos fuese: “DEMOS EL SEGUNDO PASO”, en alusión al “Demos el primer paso” de su reciente periplo por el país. “Dar el primer paso” es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Y Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. “SI COLOMBIA QUIERE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA TIENE QUE DAR URGENTEMENTE UN PASO EN ESTA DIRECCION, QUE ES AQUELLA DEL BIEN COMÚN, DE LA EQUIDAD, DE LA JUSTICIA, DEL RESPETO DE LA NATURALEZA HUMANA Y DE SUS EXIGENCIAS.” “SÓLO SI AYUDAMOS A DESATAR LOS NUDOS DE LA VIOLENCIA, DESENREDAREMOS LA COMPLEJA MADEJA DE LOS DESENCUENTROS: SE NOS PIDE DAR EL PASO DEL ENCUENTRO CON LOS HERMANOS, EL DE ATREVERNOS A UNA CORRECCIÓN QUE NO QUIERE EXPULSAR, SINO INTEGRAR, SE NOS PIDE SER CARITATIVAMENTE FIRMES EN AQUELLO QUE NO ES NEGOCIABLE; EN DEFINITIVA, LA EXIGENCIA ES CONSTRUIR LA PAZ, HABLANDO, NO CON LA LENGUA, SINO CON MANOS Y OBRAS, Y LEVANTANDO JUNTOS LOS OJOS AL CIELO: ÉL ES CAPAZ DE DESATAR AQUELLO QUE PARA NOSOTROS PARECE IMPOSIBLE. ÉL NOS PROMETIÓ ACOMPAÑARNOS HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS, Y ÉL NO VA A DEJAR ESTÉRIL TANTO ESFUERZO” (Homilía en Cartagena, Contecar, 10 de septiembre). “No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo: SE TRATA DE UN ACUERDO PARA VIVIR JUNTOS, DE UN PACTO SOCIAL Y CULTURAL”, nos reitera el Papa Francisco, recordando sus propias palabras en “La Alegría del Evangelio (239). Y pocos momentos después, en el avión, hablando de DAR EL SEGUNDO PASO, nos dijo: “se trata de querer ir adelante en este proceso que va más allá de las negociaciones que se están haciendo o que se deban hacer. EL PUEBLO QUIERE RESPIRAR….TRAS 54 AÑOS DE CONFLICTO CON LA GUERRILLA, SE ACUMULA MUCHO ODIO, MUCHO RENCOR, MUCHA ALMA ENFERMA. GUERRILLAS, PARAMILITARES Y CORRUPTOS HAN COMETIDO PECADOS MALOS QUE HAN PROVOCADO ESTA ENFERMEDAD DEL ODIO. SE HAN DADO PASOS DE ESPERANZA, PASOS EN LA NEGOCIACIÓN. EL ULTIMO DE LOS QUE SE HAN DADO ES EL CESE DEL FUEGO DEL “ELN” Y LO AGRADEZCO MUCHO, AGRADEZCO MUCHO ESO”. “Ver al papá, a la mamá, que alzaban a sus niños para hacérselo ver al Papa, para que el Papa los bendijera. Como diciendo, ¡este es mi tesoro, esta es mi esperanza! ¡Este es mi futuro! Es la imagen de los colombianos que más me ha llegado, desde la gente en las calles. Esto es un símbolo: Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, es UN PUEBLO QUE TIENE ESPERANZA Y TIENE FUTURO”. DAR EL SEGUNDO PASO significará, entonces, muchos retos para todos, en esta hora de Iglesia y de Patria, de humanidad y Evangelio. Comprometernos en este proceso de ponerle punto final a las confrontaciones armadas, a la violencia, la corrupción, el narcotráfico, la mentira: está en manos del pueblo todo, de su ejercicio cotidiano, ordinario, y del ejercicio democrático, electoral, UNIRNOS EN ESTE PROCESO. “En Bogotá y Colombia peregrina una inmensa comunidad que está llamada a convertirse en UNA RED VIGOROSA QUE CONGREGUE A TODOS EN LA UNIDAD, trabajando en la defensa y el cuidado de la vida humana, particularmente cuando es más frágil y vulnerable: en el seno materno, en la infancia, en la vejez, en las condiciones de discapacidad y en las situaciones de marginación social”. (Homilía en el Parque Simón Bolívar, 7 de septiembre). Con estos pocos elementos, tomados de los muchísimos que podríamos extraer de los mensajes del Papa Francisco en Colombia, los invito a consolidar el primer paso y a CONSTRUIR JUNTOS EL SEGUNDO PASO, indicado ya por el mismo Papa. “San Pedro Claver no se quedó parado: después del primer paso, siguieron otros, y otros, y otros. Su ejemplo nos hace salir de nosotros mismos e ir al encuentro del prójimo. COLOMBIA, TU HERMANO TE NECESITA, VE A SU ENCUENTRO LLEVANDO EL ABRAZO DE PAZ, LIBRE DE TODA VIOLENCIA, ESCLAVOS DE LA PAZ PARA SIEMPRE”. Este sello pontificio a su homilía final en Cartagena, debería convertirse en la CALCOMANÍA DE TODA PUERTA, quizás en el TATUAJE DE TODO BRAZO humano. ¡¡ESCLAVOS DE LA PAZ PARA SIEMPRE!! Los bendigo a todos. Y como el Papa Francisco, me atrevo a pedirles un favor: “Recen por mí”. Yo lo hago por todos, sin excepción. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali