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Mar 10 Dic 2019

Cierra segunda fase del proyecto Participaz

Con evento de cierre en Tibú finaliza la segunda fase del proyecto Participaz La Tierra del Rrueno, como es conocida la región del Catatumbo, es un territorio de hermosos paisajes ubicada en el departamento de Norte de Santander y que agrupa a 11 de sus municipios. Un territorio que infortunadamente no solo se caracteriza por sus zonas montañosas y planas, sus fuentes hídricas, su fuerte potencial agropecuario o sus parques naturales, sino también por ser una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado colombiano. El no poder ejercer una ciudadanía plena, la imposibilidad de participar e incidir en espacios políticos y económicos que definen el modelo de desarrollo de la región, la estigmatización de la población, el aumento de la militarización de actores armados ilegales, cultivos ilícitos y demás, son algunas de las causas estructurales y coyunturales que enmarcan la conflictividad en el Catatumbo según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD. Es por ello que el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana con las Diócesis de Tibú y Cúcuta, iniciaron en 2014 la implementación del proyecto Participaz -Participación y autodeterminación política, económica y cultural; y la transformación pacífica de conflictos en el Catatumbo colombiano-, financiado por Cáritas Alemana y la Cooperación Alemana. El objetivo de este es afianzar las capacidades de participación de los habitantes de los municipios de El Tarra, Tibú, Sardinata y Bucarasica (Norte de Santander) y desarrollar acciones que incidan en la construcción de una paz participativa y sostenible en estos lugares afectados por el conflicto armado. Para poder intervenir en estas comunidades se plantearon tres líneas de trabajo: promover la participación e incidencia para el logro del futuro deseado plasmado en sus planes comunitarios, fortalecer las capacidades para la transformación de conflictos comunitarios para la reconciliación y convivencia, y consolidar estrategias productivas que generen ingresos sostenibles para las familias campesinas. La primera fase de este proyecto finalizó en 2016, en la cual su principal resultado fue la elaboración de planes de vida comunitarios que integran sus visiones de futuro deseado. Estos planes de vida fueron un insumo fundamental para que las comunidades participaran activamente en la formulación del PDET Catatumbo –Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial-. Esto dio paso a la segunda fase de Participaz que inició en 2017 y finaliza este 2019. “Son alrededor de 600 personas que hicieron parte de esta fase, fueron beneficiarias directas que se han formado en temas de incidencia, transformación de conflictos y que hacen parte de varias iniciativas productivas”, aseguró Iván Camilo Vargas Castro, especialista del proyecto. A lo largo de estos tres años el proyecto le brindó a la población varios talleres, capacitaciones e insumos que les permitieron potencializar sus habilidades y capacidades tanto personales como regionales. Por ejemplo, talleres sobre participación, incidencia y control social en los que se buscó dinamizar la reflexión para la toma de decisiones colectivas en búsqueda de la transformación del territorio y el diseño de apuestas compartidas por las comunidades que lo habitan. Asimismo, se realizaron varios encuentros productivos y agroecológicos que tuvieron como objetivo afianzar los saberes de las organizaciones productivas acompañadas por el proyecto y sus estrategias de incidencia para la generación de rutas de acción que transformen la economía de la región. También se desarrollaron varias iniciativas de paz creativas y auto-gestionadas que buscan transformar conflictividades estructurales presentes en las comunidades. De igual forma, se les brindó formación en mediación comunitaria con el objetivo de que tengan capacidades de gestión al momento de solucionar conflictos interpersonales o relacionales. Actualmente, siete de estas personas están en proceso de formación como Conciliadores en Equidad, programa desarrollado por el Ministerio de Justicia. Por otro lado, también es importante resaltar que iniciando el mes de noviembre se llevó a cabo en el municipio de Sardinata el primer Encuentro Comercial Cacaotero del Catatumbo, cuyo fin fue fortalecer el reconocimiento del cultivo de cacao, sus derivados y a su vez apoyar a los productores para que articulen con la institucionalidad privada y pública la mejora de la cadena productiva del cacao, haciendo énfasis en la comercialización. Para Luz Mery López, coordinadora local del proyecto en la Diócesis de Tibú, “esto ha ayudado a que las comunidades tengan mayor participación en escenarios donde usualmente no hacían presencia, a que tengan un mayor acercamiento a la institucionalidad, a que piensen claramente la planeación de su comunidad y territorio y también a que se potencialicen como líderes”. Termina la segunda fase Como parte de los resultados que deja el proyecto se encuentra un plan de incidencia regional que les permitirá a las comunidades seguir avanzando sin la ruta de trabajo sostenible a largo plazo, allí se han priorizado tres líneas de incidencia relacionadas con el tema ambiental, infraestructura estratégica y conectividad y con ruta de incidencia productiva y de articulación. “Algo muy bueno de este proyecto es que vinculó a la población joven, eso es muy importante porque nosotros somos los que debemos seguir con lo que hagan los mayores, por es muy bueno que el proyecto nos haya capacitado también para ser mediadores de conflictos dentro de nuestras comunidades”, comentó Luis Antonio Espinel Pérez del corregimiento Las Mercedes (Sardinata, Norte de Santander). Durante los días 2 y 3 de diciembre se llevó a cabo en el municipio de Tibú el cierre de esta segunda fase del proyecto Participaz, el cual contó con la participación de representantes de varias instituciones como la Comisión de la Verdad, la Agencia de Renovación del Territorio, Naciones Unidas, la MAPP OEA, Instituto Colombiano Agropecuario - ICA, Universidad Francisco de Paula Santander y Universidad Minuto de Dios, entre otras. El evento buscó visibilizar los aportes que se han hecho desde el proyecto para promover la construcción de paz en los territorios donde se ha implementado. El primer día se realizó la presentación de contextualización del proyecto y una plenaria de evaluación en la que se realizaron grupos focales que permitieran conocer la percepción de los beneficiarios sobre el desarrollo del mismo. Para el segundo día se llevaron a cabo varios paneles relacionados con los temas de construcción de paz territorial y economías locales. Con esta actividad se pudo tener un panorama general de los resultados del proyecto y cuáles fueron los impactos positivos y aspectos a mejorar para próximas intervenciones. “Nosotros le agradecemos a Pastoral Social por habernos ayudado y haberse comprometido con nosotros, de verdad que con los talleres y capacitaciones nos han ayudado mucho, a organizarnos y estar unidos”, puntualizó Juan José Luna Ovalles, vicepresidente de la Asociación de Juntas del corregimiento Luis Vero (Sardinata, Norte de Santander). Tomado de: Of. de comunicaciones Secretariado Nacional de Pastoral Social - Caritas Colombia

Mié 4 Dic 2019

El sueño de una película católica colombiana

El reconocido cantautor costarricense Martín Valverde llegará a Colombia el 5 de diciembre para presentar un concierto católico especial, “Nadie te ama como yo” que tendrá como fin recaudar fondos para la primera producción cinematográfica colombiana católica que será sobre la Virgen del Rosario de Chiquinquirá. El evento se realizará en Bogotá en el coliseo San Bartolomé la Merced (Cra. 5 No. 33B-80), a las 8 de la noche. El espectáculo cuenta con la organización de la Fundación Tierra de Gracia (www.tierradegracia.com.co) y con el apoyo de la Arquidiócesis de Bogotá, Patah, Semillitas Emaús y Lazos de Amor Mariano. “Colombia viene demostrando y destacándose en tener la mejor cara de la esperanza, este día la música será un pretexto para reunirnos y creer que la luz de la fe sigue estando en los corazones de los colombianos”, afirmó Martín Valverde. 30 años demostrando su amor en la música El artista Martín Valverde, con treinta años de trayectoria en el escenario musical con composiciones católicas contemporáneas y modernas, visitará la ciudad para apoyar la realización de la que se aspira será la primera película católica colombiana. Su recorrido artístico lo ha llevado a visitar prácticamente todos los países de Latinoamérica, las ciudades más grandes de Estados Unidos y parte de Europa, siendo uno de los pocos músicos católicos capaz de llenar escenarios con miles de fans por su calidad musical y la profundidad del mensaje que transmite. “Bogotá tendrá no solo la posibilidad de un rencuentro con Dios por medio de la música, sino que podrá disfrutar un momento para renovar su esperanza, espíritu y fe”, destacó Camilo Arana Novoa, quien será el director y productor de la película y quien hace parte de la Fundación Tierra de Gracia. El encuentro musical contará con artistas invitados como el grupo Union3, Gaby Arana, Martín Saldarriaga, estudiante de administración de empresas y música de la Universidad Javeriana, perteneciente al movimiento católico Regnum Christi, y Fran Correa, quien ganó el Grammy Latino el año pasado junto con la banda Alfareros y que ahora se lanza como solista. Las personas interesadas en participar se pueden comprar su bono de donación en la librerías de San Pablo o Hermanas Paulinas, o también comunicarse en prensa, con la señora Mayra Naranjo, al celular 318 2815310

Jue 28 Nov 2019

Subsidios litúrgicos para el Tiempo de Adviento

Una conveniente preparación, celebración y vivencia del Adviento, como disposición a la venida del Señor en el misterio de la Navidad, nos ayuda a tener una actitud de esperanza y vigilancia en la construcción del Reino de Dios que Él nos ha prometido, mientras esperamos la venida definitiva del Salvador. Es por esto que el Departamento de Liturgia de la Conferencia Episcopal de Colombia, con la colaboración del padre Diego Uribe C., ofrece los subsidios: [icon class='fa fa-download fa-2x'] Pregón y Vigilia de Adviento.[/icon] [icon class='fa fa-download fa-2x']Novenario en honor a la Inmaculada Concepción.[/icon]

Mié 27 Nov 2019

Arte popular, gran aporte a la paz

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de su departamento de comunicaciones, ha venido apoyando, desde el año 20104, el Salón de Arte Popular BAT que en estos días ha llegado al final de su sexta versión, que en esta ocasión rindió homenaje al colectivo de las Tejedoras de Mampuján, grupo de mujeres de María La Baja, en el departamento de Bolívar. El Salón BAT de Arte Popular es un espacio de reconocimiento para los artistas empíricos en el que su talento se hace visible y se proyecta. Además, impulsa la investigación sobre el tema propuesto en cada versión y construye memoria sobre el arte popular en Colombia. En esta ocasión, el Salón exhortó a los artistas a explorar el concepto de qué es lo popular entre el ámbito rural y urbano. De acuerdo a lo expresado por sus organizadores, los artistas que se presentaron al VI Salón BAT hicieron un trabajo de "reconstruir el tejido social recurriendo al arte como herramienta para lograr la reparación, la reconciliación y para reconstruir memoria histórica de sus comunidades". Qué dicen sus organizadores Para Ana María Delgado Botero, Gerente de la Fundación BAT, el Salón de Arte Popular “es una plataforma para todos los artistas empíricos que no habían tenido la posibilidad de darse a conocer y es importante para descubrir en todos los rincones del país a estas personas talentosas”. La premiación del VI Salón BAT que se realizó el pasado 06 de noviembre en Bogotá, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, entre 155 obras seleccionadas de 1.647 procedentes de todo el país. Previamente tuvieron lugar siete exposiciones regionales a lo largo del territorio nacional, donde el público fue el encargado de votar por sus obras favoritas. Según Ana María Delgado, la Conferencia Episcopal de Colombia ha sido un aliado importante en este proyecto, pues “gracias a ella hemos podido seguir creciendo en la convocatoria de este Salón BAT; la Conferencia nos ha apoyado para que a través de las parroquias se conozcan estas convocatorias y así descubrir nuevos artistas”. Qué dice el jurado El jurado agradeció la nutrida participación de artistas empíricos y destacó la presencia, en esta ocasión, de artistas de centros carcelarios; la alta calidad de las propuestas presentadas; así como la recursividad para elaborar las obras utilizando diversas técnicas. Para María de La Paz Jaramillo, más conocida como Maripaz y quien lleva como jurado cuatro versiones del Salón BAT, cada vez “es más emocionante ver como los artistas se van volviendo importantes, desarrollando y haciendo cosas maravillosas”. Esta artista plástica recalcó que el ideal es poder lograr crear un museo donde se puedan exponer las destacadas obras de los artistas que han sobresalido en las distintas convocatorias del Salón BAT, por lo que pidió el apoyo de alguna entidad que pueda hacer realidad este sueño. Por su parte Guillermo Londoño Durana, también artista plástico y quien ha sido jurado por tercera vez del Salón, expresó que esta versión ha permitido descubrir personas que son artistas de corazón, es decir, que se hacen artistas mostrando su talento sin tener ninguna formación y artistas que tienen un altísimo nivel profesional en el discurso de sus obras. Resaltó cómo los artistas que se han venido presentando en los últimos salones reflejan en sus obras, cada vez más, mensajes esperanzadores y poco de desconsuelo, aunque reitera que es propio de lo que cada artista vive en sus regiones. “Una de las cosas más bonitas que hemos notado a lo largo de estos tres años en las propuestas de los artistas es que la manifestación de la violencia como tema ha disminuido, cada vez lo vemos menos; sin embargo, vivimos en un país de conflicto social y violencia donde hay algunas obras que lo representan. Creo que la paz se está sintiendo de alguna manera en el reflejo de los artistas y su territorio”, aseveró. Al referirse al cómo fue la selección de los galardonados, Londoño comentó que debido a la alta calidad de las propuestas ofrecidas en el VI Salón, fue muy difícil dar solo a unos como ganadores. “El premio debería ser colectivo, pero no se puede; cada uno individualmente que esté aquí presente ya es un ganador y esto justifica nuestro trabajo y la representación de los artistas”. Qué dicen los artistas El triunfador de la noche de premiación fue el artista bogotano César Augusto Ortiz Ortega, quien recibió el gran premio por su obra “Translación”, de un gran valor artístico por la innovación en el empleo de la técnica de urdimbre y por la pertinencia del contenido. “Este trabajo establece un paralelo entre la historia de las guerras internacionales y el conflicto interno de Colombia. Se destacan el blanco y el negro, personajes que han sido víctimas de las guerras, y otros que representan estereotipos de la sociedad contemporánea. La realidad colombiana se representa en color, y la internacional en blanco y negro, con lo cual es clara la intención de comparar las dos instancias”, según lo explica el jurado. El artista Ortiz Ortega no dejó de expresar en su rostro la alegría de haber sido merecedor de este gran premio: “Me siento muy feliz y gratificado con la vida por haber recibido esta mención (…) Para mí hacer arte es una terapia que me tranquiliza (…) Fueron seis meses largos de trabajo diario para representar esta obra que significa de lo rural a lo urbano”. Por otra parte, el artista Eduardo Butrón Hodwalker, de Magangué, Bolívar, recibió el primer premio, por su obra "Intervenciones, una mirada desde lo rural”, que según el jurado se le concedió por el aporte que el artista realiza en la transformación del espacio urbano de Magangué, un municipio que ha sido afectado por el conflicto armado y la delincuencia. El artista utilizó material reciclable y le dio vida a su obra con una conciencia ecológica y pedagógica, y la convirtió en un elemento de reconstrucción social. Para este artista, el haber participado en el VI salón de arte popular ha sido una experiencia muy significativa “toda vez que el Salón BAT es uno de los salones más importantes y ha legitimado el papel del artista popular, ha promovido y exhibido a los artistas en salones muy importantes”. Otra de las artistas que recibió galardón fue Flor Stella Sierra Gallo, quien, desde Villa de Leyva, Boyacá, se presentó con la obra tallada en piedra: "Del campo a la ciudad, de la ciudad al campo”. “Su obra se destaca por la recuperación de un oficio que tradicionalmente ha sido trabajado por hombres, y que en esta obra se pone en manos de una mujer campesina, que consigue la piedra en su tierra y la trabaja para plasmar el contraste entre la vida rural y urbana”, explica el jurado. La artista, quien confiesa que es la cuarta vez que se presenta, agradece a los organizadores del Salón BAT el haber permitido mostrar, a quienes no tienen ninguna formación, el talento de sus expresiones. Al explicar el significado de su obra, la artista, que es de descendencia campesina, expresa el sentir propio de lo vivido en el campo y la añoranza de poder algún día volver a ese pasado. “Muy triste cuando por circunstancias de la vida, entre ellas el conflicto armado, llega de repente y hace que el campesino se tenga que ir y coger rumbo hacia la ciudad donde le es muy difícil vivir. En mi obra se muestran los campesinos asomados en los balcones y ventanas aburridos, tal vez añorando la vivencia que tuvieron en el campo”. Qué dice la Conferencia Episcopal Para el padre Jaime Alberto Marenco, director del departamento de comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el seguir apoyando esta iniciativa del Salón de Arte Popular es importante porque ayuda a descubrir aquellos talentos empíricos que se encuentran escondidos en las diferentes regiones del país. “No son artistas de escuela, ni de academia, son artistas de la vida, y gracias a ellos logramos conocer otra faceta de Colombia (…) A través de las obras del Salón BAT podemos descubrir lo bueno, lo malo, lo negativo o positivo, pero ante todo la esperanza de un país como Colombia que espera y anhela la reconciliación y la paz”, resaltó el sacerdote. Qué viene ahora Los interesados podrán visitar la exposición de las 155 obras de los artistas seleccionados, en el Centro Cultural Gabriel García Márquez, auditorio Rogelio Salmona y Sala de Exposiciones Débora Arango (Calle 11 No. 5 - 60), hasta el 18 de enero de 2020 con entrada libre. Luego de esta fecha las obras estarán itinerantes en varias ciudades del país. Datos adicionales * Además de los premios ya mencionados, se entregaron tres primeros premios; tres segundos premios; el público por su parte otorgó, a través de su voto virtual, el premio a la obra "Jugada de Esperanza", del artista Héctor Hernando Lemus. Y, finalmente, el jurado acordó conceder 23 menciones honoríficas para los artistas de todas las regiones del país que se presentaron en esta sexta versión. * Cada año, el Salón BAT de Arte Popular rinde homenaje a las personas que trabajan por el arte popular y este año el turno fue para las Tejedoras de Mampuján, un colectivo que abandera la reconciliación y el perdón en Mampuján, corregimiento de María La Baja (Bolívar), que fue azotado por la violencia. En el año 2000, los paramilitares del bloque Héroes de los Montes de María perpetraron una masacre allí en la que murieron 13 personas, amenazaron al resto de la población y desplazaron a más de 300 familias. * El jurado estuvo conformado por Elvira Cuervo de Jaramillo, exministra de Cultura y exdirectora del Museo Nacional; María Claudia López Sorzano, secretaria de Cultura, Recreación y Deporte de Bogotá; Gloria Triana Varón, socióloga y antropóloga, premio Vida y Obra del Ministerio de Cultura; María de La Paz Jaramillo, artista plástica; Eduardo Serrano Rueda, crítico y curador de arte; Guillermo Londoño Durana, artista plástico; Clara Ibeli Espinel Castro, artista empírica, ganadora de mención de honor en el tercer salón BAT de arte popular; y Giovanni Cuadros Espitia, artista popular y actualmente licenciado en educación artística.

Mar 26 Nov 2019

En marcha segundo nivel de formación para asesores de Pastoral Juvenil

Con la participación de representantes de 10 regiones del país, se desarrolla en Bogotá el segundo nivel de formación de asesores diocesanos de pastoral juvenil, comprometidos con “procesos pastorales que, partiendo de la realidad de los jóvenes colombianos, los ayuden a madurar la fe y comprometerse en auténticos dinamismos transformadores de su entorno”. Durante la jornada, que se cumple en la Casa Teresina y finaliza el 29 de noviembre, se abordarán tres ejes temáticos: El Kerigma en la Pastoral Juvenil, el Proceso del Grupo Juvenil y los P.E.F. en los grupos (Itinerarios Formativos). Este proceso, ha explicado el padre Rubén Darío García Ramírez, Director de Departamento de Estado Laical de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), responde al llamado del Papa Francisco a “trabajar por una Pastoral Juvenil abierta, que permita a los jóvenes su participación y la generación de experiencias de vida y de fe que los ayuden a responder a los retos de éste tiempo (…) Hay que preparar consagrados y laicos, hombres y mujeres que estén cualificados para el acompañamiento de los jóvenes”. La formación, además, se apoya en la experiencia de la Pastoral Juvenil latinoamericana y en las vivencias de los diversos agentes del país.

Lun 25 Nov 2019

Diplomado: Memoria para la construcción de cultura de reconciliación y paz

La Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia, durante el 2019 desarrollo el proceso pedagógico “Encuentro y memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz", en seis de las regiones del país afectadas por el conflicto armado. El video resumen presenta detalles de esta iniciativa avalada por la Universidad Santo Tomás y apoyada solidariamente por la Embajada de Alemania en Colombia. Este proceso se adelantó desde un trabajo articulado con la diócesis de Apartadó y Cordupaz; diócesis de Istmina – Tadó; diócesis de Yopal; diócesis de Arauca; arquidiócesis de Popayán y la diócesis de El Espinal.

Mié 20 Nov 2019

Iglesia colombiana trabaja en consolidación de una red de movimientos de familia

La iniciativa, liderada por el departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), busca articular acciones a nivel nacional y con los planes pastorales de las jurisdicciones eclesiásticas, a fin de fortalecer el acompañamiento espiritual y formativo brindado a novios y familias. “La idea es que frente a los cambios que viene teniendo la familia por las nuevas legislaciones, tenemos que entender que la familia tiene un papel protagónico. Ya lo decía el Papa: a través de la familia se salva la humanidad”, afirmó el padre Juan Carlos Liévano. El sacerdote explicó, además, que “la familia no es la que está en crisis, sino que se está presentando una crisis que afecta la familia. Esta sigue siendo una institución querida por Dios y válida; el problema es que hoy nos quieren presentar modelos de familia; entonces, se pretende homologar como familia todas las relaciones afectivas”. Ante esta realidad, el director del departamento de Matrimonio y Familia del episcopado colombiano señaló que el reto de esta estructura, núcleo de la sociedad, es “apersonarse de la educación de sus hijos y de la formación en valores. Como dice el Papa, deben convencerse que la familia es una pequeña iglesia doméstica donde se viven los valores, la fe y se celebra la vida”. La red empieza a consolidarse Con la participación de representantes de movimientos que tienen que ver con familia a nivel nacional se ha conformado un comité central, encargado de desarrollar el proyecto, establecer mecanismos de participación y trabajo. El próximo 28 de noviembre tendrán un encuentro de formación sobre temas cruciales relacionados con la legislación que se está proponiendo sobre el aborto, la eutanasia y la maternidad subrogada. También, en un esfuerzo articulado entre distintos departamentos de la CEC, se está preparando una jornada de oración para el 7 de diciembre, Noche de las Velitas.

Mié 20 Nov 2019

Inició encuentro Nacional de Reconciliación, cultura de paz y memoria

Durante la apertura del Encuentro Nacional de Reconciliación, cultura de paz y memoria, que se desarrolla por estos días en Bogotá, el Arzobispo de Tunja y miembro de la Comisión de Conciliación Nacional, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, dijo en su intervención que es importante superar los momentos de miedo y crisis que vive constantemente el ser humano, afirmando que esto solo se logra a través de la reconciliación. “Reconciliación significa volver a recuperar lo malo que ha sido de alguna manera nos ha flagelado, herido o golpeado, es volver a superar o recobrar ese equilibrio, esa serenidad de relacionarnos con los demás”, aseveró el prelado. Rostros de la reconciliación En un primer momento el prelado se refirió a la reconciliación personal con uno mismo, “cuantos de nosotros nos sentimos enemigos de nosotros mismos, luchando en una guerra interna y entonces es necesario que vayamos disipando todo ese odio para podernos sentir reconciliados con nosotros mismos”. Luego, se refirió a la reconciliación con las demás personas, es decir: “con quienes vivimos y nos han ofendido o amenazado, en un momento dado, hay que recordar esa reconciliación con estas personas. Reconciliación del ser humo con el ser humano”. La reconciliación ecológica. Al poner de ejemplo la realidad actual que se vive en el Pacífico, dijo que es “como si estuvieran en guerra y aparece tanta tragedia, el ambiente no es de reconciliación sino de amenazas, de susto, de sentirse que hay que defenderse como sea, pero esto no es la manera más humana de vivir, entonces es ahí donde tenemos que hablar de reconciliación ecológica, hacer del ambiente en que vivimos un espacio fraterno, más amigo y sereno”. La Reconciliación teológica. “Esta se refiere a la reconciliación con Dios, ¿Todos nosotros sabemos cuántas veces peleamos con Dios y cuántas, humildemente le pedimos perdón y nos reconciliamos para sentimos felices?”. La reconciliación es un proceso que necesita espacios de diálogo Por su parte Peter Ptassek , Embajador de Alemania en Colombia, aliado de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) para el desarrollo del proyecto denominado: "Memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz”, agradeció la invitación y fue enfático en afirmar que se requiere de más diálogo para poder llegar a la reconciliación. “Sin hablar, no habrá entendimiento ni diálogo. El diálogo es el camino, la herramienta de la convivencia y de la paz que se requiere para ayudar a reconstruir el tejido social, por eso ustedes todos están comprometidos con la paz y esta no se logra sin diálogo, esto es básico”, puntualizó. Al expresar sus agradecimientos a la CCN y los asistentes por el trabajo realizado en las diferentes regiones que cubre este proyecto, dijo “estoy muy satisfecho con el trabajo que están haciendo en todo el país, en circunstancias muy difíciles de lograr por lo complejo de los territorios. No se hacen avances sin saber de dónde provienen, qué pasó en el pasado, para finalmente abrir la puerta hacia el futuro (…) Estos procesos están contribuyendo al desarrollo de una cultura del diálogo, por eso la Embajada de Alemania en Colombia está en una posición de respaldar este trabajo tan importante, así como el embajador de Noruega quien envía también un saludo cordial”. Finalmente, expuso que este proyecto “es el símbolo de una sociedad que funciona, que está dialogando, que está transformando, tratando de dejar pasar ese dolor del pasado y permitiendo la participación de los diferentes actores de la sociedad”. El país tiene heridas muy profundas Para el padre Darío Echeverri, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN), el conflicto armado en las diferentes regiones del país ha dejado a mucha gente herida que requiere de ayuda profesional, de un trabajo de sanación, recuperación y reconciliación. “Entonces en aquellas regiones más golpeadas por el conflicto, nos hemos acercado para invitar a la gente más sencilla a que retome su historia y priorice un hecho emblemático para que hagamos sobre él un ejercicio que conduzca a una catarsis, a una sanación y le lleve finalmente a la reconciliación. Los logros son muy significativos y las personas de las regiones se convierten en maestros, en terapeutas de sus conciudadanos, para encontrar lo que todos anhelamos una Colombia reconciliada y en paz”, aseguró el religioso. El sacerdote explicó cómo este proyecto de reconciliación, que fue aplicado en 6 regiones y 8 localidades del país afectadas de manera especial por el conflicto armado, avanzó trabajando desde las bases: “que sean ellas las que realicen ese proceso paso a paso de reconstrucción de la memoria histórica. Nosotros hemos ido aportando nuestro granito de arena, ya los medios de comunicación y la Iglesia misma tienen que seguir este trabajo porque Colombia lo necesita”. Al cierre de esta primera jornada, los asistentes pudieron conocer seis video-documentales que narran hechos emblemáticos acaecidos en el marco del conflicto en cada zona y de los cuales hoy muy poco se ha hablado. Con estas piezas audiovisuales, la Iglesia busca contribuir a la visibilización de las comunidades y al conocimiento de la verdad. El proyecto: "Memoria para la construcción de una cultura de reconciliación y paz” desarrollado a lo largo del 2019, abarcó tres grandes líneas de trabajo: pedagogía, investigación y comunicaciones. Procesos que han sido posible gracias al trabajo articulado con diferentes Jurisdicciones del país, al compromiso de líderes sociales y gestores de paz locales que han participado en las diferentes actividades, y al apoyo de organismos de cooperación internacional como las Embajadas de Alemania y Noruega.