SISTEMA INFORMATIVO
En Colombia también se amenaza la libertad religiosa
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Este jueves, 22 de junio, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) Colombia dio a conocer en Bogotá el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo, un análisis riguroso que evalúa la situación de este derecho humano fundamental para los creyentes de todas las tradiciones religiosas en 196 países. Este documento es elaborado desde el año 1999 por ACN.
Este espacio, en el que estuvo presente el episcopado colombiano a través de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, su secretario general, se desarrolló en tres momentos: en primer lugar, la socialización del informe oficial 2023, que estuvo a cargo de Marcela Szymanski, jefe del Religious Freedom Report (RFR). Marcela, conectada al evento virtualmente desde España, explicó que “la libertad religiosa se viola en 61 países del mundo, pero la situación más crítica se presenta en 28 países donde existen persecuciones por motivos religiosos y en 33 más, la discriminación es una constante. Según se ha indicado, los autores de este tipo de situaciones “son los gobiernos totalitarios, el extremismo religioso y el nacionalismo etnoreligioso”.
Tras la presentación de este informe, se desarrolló un conversatorio interreligioso al que fueron invitados el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Alí Herrera, en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); Marcos Peckel, director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia y el Sheikh Ahmad Tayel, presidente de la Asociación Benéfica Islámica.
En dicho espacio de diálogo, monseñor Alí recordó que “es muy importante que nos conozcamos, que tengamos en cuenta la riqueza de las tradiciones religiosas y culturales de cada uno”; además, compartió que su familia llegó como migrante a Colombia después de la Segunda Guerra Mundial y en los primeros años tuvo que experimentar las dificultades propias a las que se enfrentaban en aquella época las personas con tradiciones diferentes.
Por su parte, Marcos Peckel insistió en que “aún existe la idea equivocada de que una persona religiosa es de un estatus inferior si se le compara con las personas ateas. Romper ese mito es difícil; ser religioso no es un crimen, ni profesar una religión es solo para los pobres o las personas enfermas psíquicamente”. El Sheikh Tayel confirmó que se deben “eliminar muchos de los malentendidos que hay en la sociedad; los líderes religiosos somos parte de la sociedad, no somos enemigos; todos podemos trabajar en equipo en beneficio de la comunidad”.
Finalmente, el evento contó con la participación especial de la hermana Gloria Cecilia Narváez FMI, religiosa colombiana que fue secuestrada en Malí (África) por un grupo extremista islámico durante casi cinco años por motivos religiosos. Precisamente fue la consagrada quien escribió el prólogo de este nuevo informe.
La hermana Gloria dio a conocer su testimonio titulado “Mi fe durante el secuestro”, a través del cual compartió con la audiencia su experiencia de retención. Con una conmoción evidente recordó los vejámenes que tuvo que sufrir y las pérdidas de vidas humanas que presenció por la intransigencia de sus captores. Sin embargo, dejó en los participantes la convicción de que el trabajo misionero de la Iglesia en tierras de no cristianos, no es una labor que busque la conversión religiosa de estos sino la expresión del amor de Cristo que no tiene fronteras: “No fuimos a convertir a nadie al catolicismo; fuimos a hacer presencia”, puntualizó.
Algunas frases de la religiosa que ahora desarrolla su misión pastoral en la Diócesis de Tumaco (Nariño), suscitaron la reflexión: “Oraba por mis captores no para que se convirtieran a la fe cristiana, sino a la fraternidad”; “aprendí a callar para desarmar la guerra”; “mi espíritu nunca estuvo secuestrado”; “Yo simplemente oraba diciendo: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios…”. “La Eucaristía me sostuvo durante el cautiverio: dibujaba en la arena del Sahara el cáliz y la patena, y contemplaba la presencia de Cristo, luego hacía la comunión espiritual”.
En el espacio también estuvo presente el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Precisamente, desde esta dependencia, que trabaja en torno a estos temas, confirmó que, en el caso particular de Colombia, cada año la Iglesia Católica presenta a la sección política de la Embajada de los Estados Unidos un informe sobre el estado de libertad religiosa para sus miembros. Según se ha indicado, en la actualidad, causan alarma distintos proyectos de ley en el Congreso de la República que atentan contra la libertad de los católicos para profesar su fe.
Algunos de estos casos que preocupan a la Iglesia Católica son: 1). La iniciativa que pretende convertir las capillas católicas de las instituciones públicas en lugares de culto interconfesionales. 2). El proyecto que busca la reforma de la ley estatutaria de libertad religiosa de 1994 sin escuchar a las entidades del sector religioso. 3) El proyecto encaminado a adoptar en el país la “Convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia” que, erróneamente, amplía el concepto de discriminación, pasando del ámbito objetivo al subjetivo, al punto de que si una persona no religiosa se siente indispuesta porque ve a un sacerdote usar su vestido clerical o porque una comunidad realiza una procesión por las calles, etc., puede denunciar su malestar ante las autoridades. Además, si alguien se siente inconforme por un principio o doctrina de la fe, podría igualmente denunciar que es objeto de discriminación.
En palabras de Marcela Szymanski “cada día más se difunden leyes que muestran como legal la privación del derecho fundamental a la libertad religiosa”. Según ha dicho, la respuesta para evitar esto es “permanecer vigilantes, estar conscientes de los derechos fundamentales, protestar, denunciar, compilar la lista de violaciones al derecho y exigir a los gobiernos que cumplan la ley y los compromisos internacionales, porque nuestra fe no es una opinión ni un sentimiento”.
Algunas claves de lo planteado en el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo
Entre las conclusiones que destaca en el documento la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, se encuentran también:
- “Aumento del número de comunidades religiosas mayoritarias que sufren persecución. “Hasta la fecha, la mayoría de los grupos confesionales que sufrían persecución pertenecían a comunidades religiosas minoritarias. Cada vez son más las comunidades religiosas mayoritarias que también sufren persecución (Nigeria, Nicaragua).
- La respuesta cada vez más callada por parte de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas por regímenes autocráticos «estratégicamente importantes» (China, India) ha puesto de manifiesto una creciente cultura de la impunidad. Países clave (Nigeria, Pakistán) han escapado de las sanciones internacionales y otros castigos tras las revelaciones de violaciones de la libertad religiosa contra sus propios ciudadanos.
- En Occidente, la «cultura de la cancelación», que incluye un «discurso obligatorio», ha evolucionado desde el acoso (verbal) a individuos que, por motivos religiosos, defienden opiniones diferentes, hasta llegar a las amenazas legales y la pérdida de oportunidades laborales. Se ha amenazado con sanciones legales a personas que, debido a su fe, no han defendido posturas que respalden claramente opiniones acordes con las exigencias ideológicas imperantes («cultura de la cancelación»). Las redes sociales han constituido un factor importante para impulsar esta tendencia.
- Aumento de los ataques contra líderes religiosos y otras personas dedicadas a las Iglesias por parte de grupos delictivos organizados (Latinoamérica). Representantes religiosos, defensores de los migrantes y otras comunidades desfavorecidas han sido objeto de ataques (secuestros e incluso asesinatos) por denunciar a las bandas de delincuentes y tomar medidas para detenerlas.
Aumento de las iniciativas de diálogo interreligioso. El papa Francisco y otros líderes eclesiásticos de todo el mundo han ampliado sus contactos con otras comunidades religiosas. Los líderes religiosos de Indonesia, a través de la organización islámica Nahdlatul Ulama, han incrementado el diálogo con sus homólogos hindúes, y en el G20 crearon un grupo permanente sobre religión, en el que participan otras comunidades religiosas importantes”.


Política y ética
Mar 17 Jun 2025

“Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 24)
Mar 17 Jun 2025

Mié 18 Jun 2025
La religiosa colombiana Inés Arango, defensora de la Amazonía y de los indígenas, avanza hacia los altares
El pasado 22 de mayo, el papa León XIV firmó el decreto que autoriza iniciar el proceso que conducirá a la beatificación de la religiosa colombiana Inés Arango Velásquez, Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia. Se trata de un hecho histórico para la Iglesia en Colombia; su muerte representa la fe audaz de una generación de misioneros que entregaron su vida por los más pobres y olvidados. El Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia comparte un minidocumental que narra algunos de los hechos más representativos de este testimonio, que se anticipó al llamado del papa Francisco en Laudato Si'.La hermana Inés, conocida como‘María Nieves de Medellín’, fue asesinada el21 de julio de 1987en la selva amazónica del Ecuador, junto al obispo españolAlejandro Labaka, por miembros de la tributagaeri, un pueblo indígena amenazado por la explotación petrolera.En la casa de la congregación en Bogotá (Provincia Madre del Buen Pastor), la hermana Lilia Barrera, superiora, explica lo que ha significado esta noticia para ellas y recuerda algunas de las virtudes de la hermana Inés:“Para nosotros ha sido una alegría, una sorpresa. Siempre fue una mujer sencilla, humilde, que quiso estar con los más olvidados, con los últimos, con los más vulnerables. Eso es parte de nuestro carisma: estar con ellos. ¿Qué nos está diciendo Dios con estas experiencias? Es un compromiso que debe ser permanente”.Una familia de fe y vocación misioneraInés nació enMedellín el 6 de abril de 1937, en el seno de una familia profundamente católica. Fue la penúltima de12 hermanos, dos de los cuales también se consagraron como terciarias capuchinas:Fabiola (97 años)yCecilia (90 años), esta última vive en Bogotá y aún aporta mucho a su comunidad llevando labores de contabilidad.También en su familia ha habido varios sacerdotes, principalmente franciscanos. Uno de ellos, fue monseñor José de Jesús Arango Velásquez, quien ejerció como primer Prefecto Apostólico de Guapi (1954 – 1970). Según lo narra el Vicariato, allí, monseñor Arango llevó con alegría, entrega y optimismo “el mensaje de paz y bien a negros, mestizos e indígenas, desde los límites del Naya y Yurumangui en el rio Micay, hasta el sur occidente del municipio de guapi, límites con Nariño”.Pocos días después de recibir esta noticia, también visitamos en el Colegio María Inmaculada de Bogotá a la hermana Cecilia. Así recordó la vocación de su hermana Inés, ahora venerable:“La vocación misionera de Inés surgió desde niña. Como mi hermana mayor era capuchina, seguimos su ejemplo. Inés, desde chiquita, decía que quería ser misionera...En octubre, que es el mes de las misiones, con sus alumnas, salía a la calle y hacía retenes para recoger dinero, para mandar para las misiones. Todo el tiempo fue trabajando por las misiones hasta que logró llegar allá”.La misión en la Amazonía: Entrega de amor, entrega de vidaInés tomó los hábitos a los 17 años de edad. Durante mucho tiempo dictó clases en diversas escuelas de los departamentos del Tolima, Córdoba y Antioquia.En 1977, finalmente, su sueño se hizo realidad: la religiosa llegó a la selva ecuatoriana para evangelizar a loshuaorani, un pueblo indígena aislado. Junto a monseñor Labaka, trabajó durante10 añosen labores de alfabetización, defensa de derechos y promoción cultural.Observando un álbum de fotos con algunos recuerdos de su misión recolectados durante todos estos años por la congregación, la hermana Lilia Barrera destaca su alegría y libertad al estar allí:“Siempre la verás muy sonriente. Lo que le hacía brillar los ojos era estar con ellos. Fue una mujer libre, pero también obediente. Soñaba con ser misionera, pero estuvo 21 años en la educación. Cuando Dios le abrió el camino, lo abrazó con pasión”.La religiosa colombiana y el obispo capuchino decidieron ir al encuentro de los tagaeri, otro grupo indígena de la zona, hasta el momento no contactado. Sabían del riesgo que podían correr, pero decidieron tomarlo; querían acercarse para acompañar, evangelizar y mediar para evitar un posible conflicto mayor entre los nativos y los petroleros que invadían su territorio.El6 de julio de 1987, los misioneros partieron desdela ciudad de Cocahacia la zona del ríoTiguino, donde se sabía que los tagaeri estaban desplazándose. Llevaban pocas provisiones y algunos regalos, como señal de paz. El20 de julio llegaron cerca de un campamento tagaeri. Pasaron la noche en hamacas, rezando y preparándose para el encuentro.Al amanecer del 21 de julio, los tagaeri rodearon a la hermana Inés y monseñor Labaka, salieron con las manos en alto, mostrando que no llevaban armas, pero el uso de un helicóptero vinculado a una empresa petrolera para tal desplazamiento habría provocado la confusión y posterior agresión por parte de la tribu. Atacaron primero a monseñor Labaka. Cuentan que, al intentar socorrerlo, la religiosa terminó también perdiendo la vida.Su cuerpo fue traspasado por cuatro lanzas que miden 3 metros y medio. Una de ellas, reposa en la capilla de la casa provincial de su congregación en Bogotá y otra en el convento de Medellín, donde han construido un museo en su memoria.Tres días después sus cuerpos fueron hallados por un grupo de misioneros y militares. Los enterraron enCoca, donde hoy son recordados como mártires de la selva. Ceciliarelata el dolor de la pérdida de su hermana:“Fue un doble martirio: ver cómo mataron a monseñor y luego a ella. Para nosotros fue muy duro. Yo estuve en el entierro… los cadáveres estaban muy lastimados”.Un testimonio que inspira vocaciones y defensa de la AmazoníaSu legado sigue vivo. En Ecuador, cada mes de julio se realizan marchas en memoria de ambos misioneros, exigiendo protección para la Amazonía y sus pueblos.La hermana Liliaseñala:“El movimiento alrededor de ellos ha logrado reducir la tala y cuidar más la reserva. Socialmente, su lucha sigue vigente”.En vida, Inés inspiró vocaciones, como la dehermana Emperatriz Morocho, quien conoció a la religiosa en su colegio:“Ella nos decía: ‘¿Por qué no hay misioneras ecuatorianas en su propio país?’. Su ejemplo fue una luz para mí. Me escribía cada mes, animándome. Era una mujer feliz, que amaba la misión y encontraba a Jesús en los más pobres”.Tras ofrecer su vida, la congregación también espera que este este reconocimiento sobre la hermana Inés, se convierta en semilla de vocaciones para el mundo; para que muchos otros puedan decir sí a Cristo, anunciando el Evangelio y permaneciendo cerca de los más necesitados.“Yo creo que en este momento en la Iglesia necesita de personas que se entreguen a los demás en la misión, donde estén religiosos, laicos o incluso que no estén muy con la Iglesia. Se den cuenta de la necesidad de personas que se entreguen a los demás”, expresa la hermana Cecilia.Hacia la beatificación: Un llamado a la entrega radicalCon este decreto, la Iglesia reconoce las virtudes heroicas de la hermana Inés. Mientras avanza el proceso de beatificación, su historia sigue interpelando a la Iglesia y al mundo sobre laecología integral, lajusticia socialy elamor radical por los más vulnerables. La hermana Liliareflexiona: “Como María al pie de la cruz, Inés vivió un dolor profundo, pero con la paz de quien entrega todo por amor. Hoy nos invita a seguir su camino”.Un testimonio que se anticipó a Laudato Si'La vida y muerte de la hermana Inés cobran especial relevancia a la luz de laencíclica Laudato Si'del Papa Francisco. Tres décadas antes de que el Pontífice alertara sobre el "grito de la tierra y el grito de los pobres" (LS 49), esta misionera ya encarnaba esaecología integralque une la defensa de los pueblos originarios con el cuidado de la Casa Común. Su opción por vivir entre los huaorani - renunciando a seguridades y aprendiendo su lengua - refleja ese "diálogo de saberes" que hoy propone la Iglesia (LS 138), mientras su muerte se convierte en profecía contra un modelo de desarrollo que sacrifica culturas y ecosistemas. Como señala el numeral 16 de la encíclica: "los más frágiles son doblemente perjudicados", realidad que la hermana Inés denunció con su vida y selló con su sangre.Más de un siglo en Colombia: la huella capuchina que transforma fronteras de exclusiónLas Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fundadas en España durante el pontificado del Papa León XIII hacen presencia en Colombia desde 1905. Desarrollan su misión apostólica desde la pastoral educativa, de salud, programas de acogida; y diferentes obras eclesiales y sociales en favor de la promoción de la mujer, de los migrantes, la justicia, la paz y, por supuesto, la salvaguarda de la creación.Unos años después de la llegada de las primeras misioneras a Puerto Colombia, se establecieron en la Alta Guajira; en los internados de Aremasain (1910) y de Nazaret (1914). Este último es un hogar ancestral de los niños wayuu, ubicado en el corregimiento que lleva su mismo nombre, aún es regentado por las capuchinas. Con el apoyo de la Diócesis de Riohacha, su misión se convierte en signo de esperanza para cientos de niños que habitan Uribia, la capital indígena de Colombia, que aún hoy, en medio de la pobreza y las limitaciones, pareciera ser “la tierra del olvido”.Vea la pieza audiovisual a continuación:

Mié 18 Jun 2025
Obras Misionales Pontificas de Colombia acompaña la formación misionera en Panamá
En el marco del Primer Encuentro Nacional de la Pontificia Unión Misional (PUM), que se desarrolla del 17 al 19 de junio en Panamá, las Obras Misionales Pontificias (OMP) de Colombia se suman activamente a una serie de jornadas formativas dirigidas a obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas y animadores de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM). El objetivo de este espacio es claro: revitalizar el compromiso misionero y renovar el ardor evangelizador de la Iglesia local.El padre Samir de Jesús García Valencia, Director Nacional de las OMP de Colombia y Secretario Ejecutivo de la Comisión Episcopal de Misiones, participa como expositor principal, aportando su experiencia y visión pastoral a este proceso formativo. Su presencia refleja el espíritu de comunión misionera entre las Iglesias del continente y refuerza el papel de la PUM como alma y dinamismo de toda acción evangelizadora.El itinerario de formación se extiende por tres diócesis panameñas:•17 de junio: Diócesis de Chitré – Capilla Nuestra Señora del Carmen, en Los Canelos.•18 de junio: Diócesis de Penonomé – Comunidad Cristo Sembrador.•19 de junio: Arquidiócesis de Panamá – Casa Monte Alverna.Las jornadas proponen una espiritualidad misionera con enfoque sinodal, subrayando que la misión no es un apéndice de la pastoral, sino su núcleo esencial. A través de dinámicas formativas y momentos de oración, se anima a los participantes a redescubrir la identidad de la PUM como fuerza interior que anima, une y proyecta la misión de la Iglesia en todos sus ámbitos.Desde Panamá, OMP Colombia celebra la oportunidad de fortalecer los procesos formativos misioneros y reafirma su compromiso con una Iglesia en salida, donde cada bautizado asuma con alegría, profundidad y convicción su vocación evangelizadora.

Lun 16 Jun 2025
Desarmar la palabra y rechazar la violencia: acuerdo asumido por los representantes de los poderes del Estado colombiano durante encuentro convocado por la Iglesia
En medio de un ambiente “de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones” y como signo histórico, doce altos representantes de las instituciones del Estado colombiano se comprometieron a desarmar la palabra y a rechazar la violencia; pidieron al país acoger esta misma invitación. El acuerdo se suscribió en la Curia Arquidiócesis de Bogotá, durante un encuentro convocado por la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. En torno a una mesa redonda y en medio de un ambiente de escucha y diálogo, tranquilo y respetuoso, doce representantes de los organismos estatales compartieron un almuerzo y se pusieron de acuerdo para firmar un compromiso urgente para el país:“En un contexto mundial, nacional y local, de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones, como ciudadanos, servidores y representantes de las Instituciones del Estado Colombiano, nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermanad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales.Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, y por quienes en todos los rincones de nuestros territorios sufren hoy a causa de la violencia. Acompañamos a sus familias en este momento de dolor.Llamamos a mantener viva la esperanza en nuestro país e invitamos a que este tipo de encuentros se repliquen en los espacios donde sea necesario”.Los anfitriones del encuentro fueron el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, vicepresidente Conferencia Episcopal, monseñor German Medina Acosta, secretario general Conferencia Episcopal y el padre Hermann Rodríguez Osorio S.J., provincial de la Compañía de Jesús y representante de la Conferencia de Religiosos de Colombia.Como signo especial de fe, los representantes de la Iglesia entregaron a cada uno de los participantes un escapulario con la Cruz Tau y una estampa de la oración por la paz de San Francisco de Asís, que rezaron juntos al finalizar el almuerzo.Tras el encuentro, el cardenal Luis José y los miembros de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal ofrecieron una rueda de prensa. Los acompañó el Delegado para las Relaciones Iglesia-Estado, monseñor Héctor Fabio Henao. Véala a continuación:

Sáb 14 Jun 2025
El Papa León XIV designa Vicario Apostólico para Guapi: Pbro. Alfonso García López
El Papa León XIV designó al padre Alfonso García López, sacerdote de la Diócesis de Istmina–Tadó, como nuevo Vicario Apostólico de Guapi (Cauca). Su nombramiento se da tras una trayectoria de 27 años de servicio pastoral en diversas comunidades del sur del departamento del Chocó, experiencia en formación sacerdotal y una destacada trayectoria académica en diversas áreas teológicas y administrativas.El padre Alfonso García, nacido el 23 de febrero de 1971, fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998 por el entonces obispo de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruíz. Cursó sus estudios básicos en el Seminario Menor de Istmina y los superiores en el Seminario Mayor San Pío X de la misma diócesis.Su formación incluye una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa (Universidad Católica de Oriente, 2000), una especialización en Pedagogía y Didáctica (2002), una especialización teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el Instituto Teológico-Pastoral para América Latina (2005), una maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales (Universidad Phoenix, EE. UU., 2011) y una especialización en Estudios Bíblicos (Universidad Uniclaretiana, 2012).En su labor pastoral, se ha desempeñado como párroco en varias comunidades la Diócesis de Istmina-Tadó, entre ellas, Santa Rita de Casia (Río Iró), San Roque (Juradó) e Inmaculado Corazón de María (Bahía Cupica). También ejecutó roles formativos: rector y vice-rector del Seminario Mayor San Pío X (2002-2003; 2006-2008), y responsable de Pastoral Universitaria (2009-2010). Fue párroco de la Catedral San Pablo Apóstol (2011-2018) y, recientemente, de la parroquia Espíritu Santo (2024).Desde 2018 hasta la actualidad, ejerció como vicario general, exorcista, moderador de la curia y delegado de Pastoral Sacerdotal en su diócesis.El Vicariato Apostólico de Guapi es una jurisdicción eclesiástica con amplia presencia de comunidades afrocolombianas e indígenas, así como con múltiples desafíos sociales vinculados al conflicto armado y la pobreza. La nueva misión episcopal encomendada por el Papa León XIV al padre García López, con amplia experiencia en zonas de difícil acceso y formación en gestión, podría representar un importante signo de esperanza para el fortalecimiento de la labor pastoral de la Iglesia Católica en esta zona del país.BiografíaEl padre Alfonso García López nació en Juradó (Chocó) el 23 de febrero de 1971.Fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998, por S.E. Mons. Alonso Llano Ruíz, entonces Obispo de Istmina - Tadó.Cursó sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor de Istmina, posteriormente filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pío X de la Diócesis de Istmina – Tadó.Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente - Rionegro, Antioquia - (2000); en el 2002 realizó la Especialización en Pedagogía y Didáctica de la misma Universidad; en el 2011 la Maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales con la Universidad Phoenix, Arizona (EE. UU) y, en 2012, la Especialización en Estudios Bíblicos ante la Universidad Uniclaretiana.Ha tenido los siguientes encargos pastorales:-Párroco de Santa Rita de Casia, Río Iró (1998 - 2000).-Párroco de San Roque, Juradó (2000 - 2001).-Párroco del Inmaculado Corazón de María, Bahía Cupica, Bahía Solano (2001 – 2002).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X y, luego, Rector del mismo (2002 - 2003).-Estudiante de especialización Teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el ITEPAL (2004 – 2005).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X (2006 – 2008).-Responsable diocesano de Pastoral Universitaria, Adscrito a la Parroquia de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2009 – 2010).-Párroco de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2011 – 2018).-Vicario General, Exorcista, Moderador de la Curia Diocesana, Delegado de Pastoral Sacerdotal y Formación Permanente del Clero, desde 2018 hasta la fecha.-Párroco de la parroquia Espíritu Santo de Istmina (2024).-El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Guapi.