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iglesia católica

Mar 21 Nov 2023

El Samaritano se acercó y curó las heridas

Por Mons. José Libardo Garcés Monsalve-Nos disponemos para la Jornada Mundial de los Pobres el próximo domingo, con el propósito que todos los bautizados seamos más sensibles a las necesidades de los más vulnerables de la sociedad. No se trata de hacer el bien solamente un domingo al año, es una jornada para tomar conciencia que la caridad cristiana debe ser el modo habitual como el cristiano vive su fe. El fruto maduro de la fe y la esperanza es la caridad, que constituye la corona de todas las virtudes y es a la vez la puerta de entrada a la gloria de Dios. “Vengan benditos de mi Padre, tomen posesión del reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber; era un extraño, y me hospedaron; estaba desnudo, y me vistieron; enfermo y me visitaron; en la cárcel, y fueron a verme” (Mt 25, 34-36).La caridad permite ver cercano al prójimo y hacerse uno con él en su necesidad espiritual y material y todo por amor a Dios, sabiendo que para obtener la vida eterna está escrito en la Palabra: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lc 10, 27), estando en estos mandamientos todo lo que se ha de hacer para llegar a la salvación eterna.En la parábola del buen samaritano del Evangelio un experto de la ley interroga a Jesús sobre quien es el prójimo y Jesús responde diciendo que el prójimo es aquel que está caído en el camino y quien obra correctamente desde la caridad; es el samaritano quien no dio rodeos cuando vio a su hermano herido en medio del camino, sino que se acercó, sintió lástima y le vendó las heridas cuidando de él (Cfr Lc, 10, 30 - 36), diciendo con esto que ese herido del camino le pertenece a todo cristiano que tiene como virtud esencial ejercer la caridad con los más vulnerables y necesitados de la sociedad.El desarrollo de nuestro Plan de Evangelización tiene como lema para este mes: “Caminemos juntos, animando la evangelización” que es el anuncio de Jesucristo para que habite en el corazón de cada creyente y que tendrá como manera de ser del cristiano evangelizado el ejercicio de la caridad. Es posible transformar el mundo si hacemos de la caridad el programa de vida del evangelizado.Vivimos en un mundo globalizado, pero a la vez individualista y egoísta, que busca resolver todos sus conflictos estando por encima del otro, no importa si cada uno se construye un trono sobre las cenizas de los demás, lo importante para el ser humano de hoy es el trono, el pedestal, sin importar los medios para conseguirlo. Frente a este panorama desolador para la humanidad, la propuesta de Jesús en la parábola del buen samaritano, es un grito de esperanza, porque donde hay una persona buena hay esperanza, donde existe un buen samaritano que se acerca y cura las heridas de otro, allí no hay desolación, ni destrucción y estamos en medio de muchos samaritanos que en el camino se acercan y curan heridas de las más desvalidos.El llamado para todos es que seamos los samaritanos de este momento, a pesar de la destrucción del otro, por la que pasa el ser humano individualista y egoísta. El Evangelio de la caridad sigue siendo la propuesta para transformar este mundo, haciendo presente a Jesucristo que nos propone el camino para vivir como hermanos y para ayudarnos como prójimos. El Papa Francisco al reflexionar sobre la realidad del necesitado expresa: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (FT 56).Este llamado del Papa Francisco nos ubica en la realidad humana que hay que fortalecer y enaltecer desde la apertura al otro, para sanarle sus heridas. En el camino encontramos muchos heridos física y espiritualmente, que necesitan un samaritano, un prójimo que se agache, sane y cuide heridas. El Evangelio de la caridad nos ayuda a descubrir esa potencia de amor que existe en cada corazón, porque hace parte de su ser abrirse a los otros. “Un ser humano está hecho de tal manera que no se realiza, no se desarrolla ni puede encontrar su plenitud, si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás. Ni siquiera llega a reconocer a fondo su verdad si no es en el encuentro con los otros: sólo me comunico realmente conmigo mismo en la medida en que me comunico con el otro. Esto explica por qué nadie puede experimentar el valor de vivir sin rostros concretos a quienes amar” (Fratelli Tutti 87).Con este itinerario que hemos realizado en torno a la Jornada Mundial de los Pobres, entendemos que la caridad va mucho más allá de una jornada en la que servimos a los más necesitados; la caridad es el sello del cristiano y debe estar todo el tiempo en su corazón. La caridad es la manera de ser del cristiano, que en el camino de la vida se agacha a sanar las heridas de quien está caído. “Caminemos juntos, haciendo la caridad” construyendo juntos un mundo nuevo y mejor desde la caridad, que es el amor de Dios que se hace presencia a través de cada uno de los cristianos. Que la Santísima Virgen María, madre de la Caridad y el glorioso patriarca San José custodien la fe y esperanza en nosotros, para que por la gracia de Dios produzcamos el fruto maduro de la caridad y así “Caminemos juntos, sanando las heridas del prójimo”. En unión de oraciones. Reciban mi bendición.+José Libardo Garcés MonsalveObispo de la Diócesis de Cúcuta

Vie 17 Nov 2023

“Para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gálatas 5, 1)

Por Mons. Francisco Antonio Ceballos Escobar-El mundo entero siguió con especial atención y preocupación la privación de la libertad, por parte de la guerrilla del ELN, de Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del famoso jugador guajiro del equipo Liverpool, de la liga de futbol inglesa.La fama de este jugador, por sus excelentes cualidades futbolísticas, hizo que toda la atención del mundo deportivo, y la del mundo entero, se centrara en esta desagradable y vergonzosa noticia. La gente estaba indignada y Colombia apareciendo en las primeras páginas de los periódicos y en los titulares de las más prestigiosas cadenas televisivas y radiales del mundo.Sí, la gente estaba indignada, porque el secuestro es una fragante violación de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario. Es que el secuestro, sin importar las motivaciones que lo inspire, afecta a las víctimas, a sus familias, a un departamento o ciudad, como también a un país. No hay nada que pueda justificar su práctica.Sabida la noticia, las fuerzas del Estado se movilizaron de manera inmediata, por orden del señor presidente de la Republica al rescate de la víctima; hasta el mismo Director de la Policía Nacional, el General Salamanca, asumió la operación de rescate con sus mejores hombres y mujeres de la institución. La Fiscalía General de la Nación se puso en búsqueda de los presuntos secuestradores, con resultados casi de manera inmediata. Después de varios días de angustia de su familia, de Colombia y del mundo entero, el ELN en un comunicado reconoció tener a Luis Manuel en sus manos, aduciendo una lamentable equivocación. Este acontecimiento reprochable hizo que los creyentes en Dios elevaran súplicas fervientes para alcanzar la pronta liberación de “Mane”, pues desde la fe se tiene la certeza, que si bien las mediaciones humanas son importantes para lograr nuestros propósitos, como en este caso, la liberación de un secuestrado, no son suficientes pues falta el ingrediente de la Gracia, es decir, de la ayuda de Dios, pues la fe da la certeza de que “si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes” (Salmo 126,1). Sí, esfuerzo humano y Gracia de Dios, que jamás debe faltar en la cotidianidad de la vida del creyente.Al saber de la liberación del señor Luis Manuel, gracias a la mediación de la ONU y de la Iglesia Católica, el mundo entero también se alegró y festejó su regreso a la libertad física, aunque los efectos físicos y psicológicos del secuestro continúan en Luis Manuel. Difícil romper estas cadenas pues sus efectos perdurarán en la memoria del secuestrado durante toda su vida. ¡Qué gran daño hace el secuestro!Ahora, nos queda como creyentes seguir orando por los 241 secuestrados anónimos que aún permanecen en manos de sus captores. Si, los secuestrados anónimos, cuyos nombres sólo saben sus familias, pues muchos de ellos, pareciera que al Estado no les interesa. Al gobierno le asiste el compromiso de usar sus buenos oficios a través de las fuerzas del Estado, como también de sus organismos de inteligencia, y, por supuesto, a través del diálogo con los captores, llámense como se llamen, para lograr erradicar definitivamente esta mala práctica, para que todos los secuestrados vuelvan a sus hogares, pues así se evita dar la impresión de que en Colombia haya secuestrados de primera y de segunda clase, como bien lo manifiestan los familiares de quienes están pasando por esta tragedia; o como afirma la opinión pública al conocer de los grandes operativos desplegados por el ejército y la policía en procura de la liberación de Luis Manuel Díaz. Sí, es que en Colombia no puede haber secuestrados de diversos niveles; todos son humanos y colombianos, sin importar su condición o estrato social, por lo cual merecen que se hagan esfuerzos para alcanzar su pronta libertad.A los secuestradores les pido que entiendan que el ser humano no es una mercancía, ni mucho menos un medio para satisfacer necesidades. A ellos, Colombia entera les pide que liberen a todos los que tienen privados de libertad. Mientras esto ocurra seguiremos elevando súplicas a Dios, hasta que la libertad de todos los seres humanos se nos vuelva costumbre. Y seguiremos, por supuesto, celebrando los triunfos de Colombia con su goleador estrella, que con sus magistrales goles nos enseña que hay que trabajar en equipo y que, a pesar de los infortunios del camino, hay que seguir adelante celebrando la vida, y la vida en libertad.Oh Dios, Padre de misericordia y amor, gracias por haber escuchado nuestra oración por la liberación de nuestro hermano Mane. Gracias por traerlo sano y salvo al seno de su hogar. Gracias, Señor, por haberlo mantenido con la fe intacta en Ti, a pesar del sufrimiento que experimentó en el cautiverio.Te pedimos, Señor, que traigas a la libertad, a aquellos que siguen en cautiverio. Que puedan volver a sus hogares con sus seres queridos, vivir en paz y en armonía Contigo. Que tu misericordia y amor sean derramados, sobre todas las personas secuestradas. Que puedan sentir tu poder sanador, y encontrar en Ti su fuente de esperanza. Pues, “para ser libres, Cristo nos ha liberado” (Gal. 5, 1).+Mons. Francisco Antonio Ceballos EscobarObispo de Riohacha

Vie 17 Nov 2023

Has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu Señor

TRIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO19 de noviembre de 2023Primera lectura: Proverbios 31,10-13.19-20.30-31Salmo: 128(127),1-2.3.4-5 (R. 1a)Segunda lectura: 1Tesalonicenses 5,1-6Evangelio: Mateo 25,14-30I. Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl problema del tercer siervo no es la pereza, sino la falta de confianza en su Señor y el descuido de su responsabilidad social con sus dones y cualidades (Evangelio). Un ejemplo concreto en la Escritura, del compromiso comunitario, es la actitud de la mujer fuerte, que trabaja fuera y dentro de casa, pone su esfuerzo y talento al servicio de la familia y de los necesitados (1ª. lectura). Estamos invitados a evitar la distracción para trabajar cada cual por dejar esta historia mejor de lo que nosotros la encontramos (2ª Lectura).1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Proverbios 31,10-13.19-20.30-31La frase “mujer vigilante” quiere decir “mujer de valor”: la que un hombre desposa si quiere ser feliz. Y, ¿qué tiene de especial? Es trabajadora, consagrada, es fiel, no olvida tender la mano a los pobres y a los desdichados; estos son unos valores seguros, que el texto denomina sabiduría y equivale a la expresión actual el secreto de la felicidad. Proverbios sueña con una pareja ideal: el varón reposa en su compañera “su marido tiene confianza en ella… Ella le ahorra desgracias y le da felicidad” … La pareja humana está unida por una alianza similar a la que une a Dios con Israel (2,17). Y destaca el valor de dos elementos en la felicidad de la mujer: primero, “Feliz de ti que temes al Señor” (amas al Señor); segunda, “Feliz de ti: con tu trabajo humilde, en apariencia inútil, pero creas felicidad”.1Tesalonicenses 5,1-6En Tesalónica los creyentes están preocupados por la venida del Señor. Pablo no habla de “regreso”, sino de la “venida” del Señor, pues está invisible pero no ausente. Los primeros cristianos hablaban con gusto de la venida del Señor o del “Día del Señor” y vivían en esta espera. El término ‘espera’ es hoy, quizá, ambiguo; hay esperas pasivas, pero la de Pablo y su comunidad es una espera impaciente, ferviente. Se siente la impaciencia de los cristianos detrás de la frase: “En cuanto a la venida del Señor, no es necesario que les hable de tiempo o de fechas”. El objetivo del anuncio es Pablo es doble: primero, fortalecer la fe de los lectores para no perder su ánimo, deben tener la audacia en el testimonio de su fe ante el mundo, a pesar de la dureza del tiempo presente, como también en tiempo de persecución.Mateo 25,14-30El tercer servidor solo tiene ojos para llorar y lamentar el mal juicio sobre su patrón. ¿Qué se le reprocha? Tener miedo. “Tuve miedo y fui a enterrar tu talento”. ¡En verdad, no ha hecho nada malo! “No mató, ni robó”. Le entrega a su patrón la suma confiada…, es la palabra central: era una cantidad “confiada”. El patrón tuvo confianza y él, en respuesta, tuvo miedo de su patrón. Todo se juega en este error: la confianza de un lado y la desconfianza, por el otro. La palabra “confiar” asoma varias veces: “Un hombre, que partía de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes” … y a su regreso, en el momento de hacer las cuentas, los dos primeros servidores le dicen “tú me has confiado cinco (diez) talentos… y yo he ganado otros cinco (diez)”; y el patrón le dice: “Muy bien, servidor bueno y fiel, has sido fiel en lo poco, te confiaré mucho”.Los tres servidores fueron tratados igual por el patrón, “cada uno según sus capacidades”, y el patrón solo pide confiar. ¡Es la primera lección de la parábola! Dios confía en nosotros; Él nos asocia a sus asuntos, es decir, a su Reino, cada uno según su condición. Esta expresión es para darnos seguridad. No se trata de culpabilizarnos de lo que sabemos hacer. El patrón no entra a detallar las cuentas con los dos primeros; constata que entraron en su proyecto, en sus asuntos, y los felicita. Es la única petición: hacer nuestro mejor esfuerzo por el Reino, así sea pequeño: “Tranquilo, haz hecho lo que podías”. Jesús se apresta para afrontar la muerte y confiar a la Iglesia, a sus discípulos, la misión: aún si su regreso se tarda, los discípulos de siempre deben gestionar el tesoro de la Palabra de Dios: tomar iniciativas para producir frutos.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?La Parábola de los Talentos nos invita a orar y hacer acontecer el Reino de Dios en nuestras vidas. Los dones, carismas y gracias recibidos de Dios deben producir. Todos tenemos cualidades, podemos enseñar y dar a conocer a los demás. Nadie recibe más ni menos que otros, cada uno tiene su don según su capacidad. Hay que poner el don al servicio del Reino. El corazón de la parábola no es producir más talentos, sino en cómo nos relacionamos con Dios en los hermanos. Los dos primeros no lo ven como algo suyo, sino que le dan utilidad, no buscan su bienestar, no son calculadores ni se entorpecen ni cierran sobre sí mismos, porque con su disposición hacen que los talentos rindan. El tercero no hace nada, se mantiene dentro de las exigencias de la ley, no gana ni pierde. Por ello pierde hasta lo poco que tenía, porque el Reino es riesgo.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Señor Jesús, gracias por Tu Palabra que ilumina y consuela, por los dones que nos has regalado. Danos la disposición de acontecer el Reino según las gracias entregadas para hacer siempre tu voluntad, dispón mi corazón para servirte, que me interese del hermano que sufre y los más pobres. “En lo poco has sido fiel…” Contemplo la alegría de escuchar la bendición del Señor porque pongo mi vida al servicio de la Iglesia. Hago una lista de los dones recibidos del Señor y medito cómo sirvo a la Iglesia en mi casa y comunidad._______________________Recomendaciones prácticas:-Jornada Mundial de los Pobres. Para celebrar esta jornada, se pueden suscitar diversas iniciativas. Por ejemplo, 1ra. reflexionar sobre la pobreza material negativa; Reflexionar sobre la pobreza material elegida (profética). 2ª. Suscitar en los centros académicos y centros de formaciónII.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la MisaEste domingo todos estamos llamados por Dios a vivir en comunidad el misterio de su amor por medio de la celebración de la eucaristía. Sean todos bienvenidos al banquete del amor pascual, en donde todos estamos llamados a dar lo mejor de sí, para el bien de la comunidad y así poder darle cumplimiento al mandato del Señor de amarnos todos como hermanos. Dispongamos nuestros corazones para acoger con alegría los dones que el Señor nos dará con su palabra y su pan partido y repartido con amor. Participemos con fe.Monición a la Liturgia de la PalabraLa escucha de la Palabra de Dios en este contexto celebrativo nos invita a reflexionar sobre nuestras obras y la respuesta que le damos al Señor por medio de la comunidad, en la justa y recta administración de los talentos que hemos recibido de su bondad. Que esta liturgia de la Palabra nos siga disponiendo a la espera gloriosa de la segunda venida de nuestro salvador. Escuchemos con el corazón y la mente abierta el mensaje que nos trae el Señor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos por las necesidades de la Iglesia y del mundo entero, para que nuestro Padre amoroso escuche las súplicas de su pueblo y nos prodigue lo que, por su voluntad, sea para el bien de todos y digamos:R. Padre misericordioso escucha nuestra oración1.Por el Papa y todos los obispos para que sean ejemplo de servicio en nuestras comunidades y, así, todos busquemos dar lo mejor de nosotros mismos por el bien de la comunidad. Oremos al Señor. 2.Por la Iglesia para que, a ejemplo de la mujer virtuosa del libro de los Proverbios, busque ser protectora de la vida y ejemplo para la sociedad, en el servicio y el amor por los más necesitados. Oremos al Señor. 3.Por los gobernantes de nuestro país, para que no desperdicien los dones que les han sido otorgados para administrar y trabajar por el bien común y, desde el servicio, multipliquen sus obras a favor de la vida. Oremos al Señor. 4.Por los que sufren y pasan necesidad, para que experimenten la fuerza de Dios y la solidaridad de los creyentes, y no se dejen vencer por las dificultades. Oremos al Señor. 5.Por nuestra comunidad para que sea dócil a la escucha de la Palabra y sirva con la alegría del amor de Dios presente en su corazón. Oremos al Señor. Oración conclusivaEscucha Padre de misericordia las súplicas que te dirigimos con fe y esperanza Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.R. Amén. 

Mié 15 Nov 2023

La séptima Jornada Mundial de los Pobres

Por Pbro. Rafael Castillo Torres - El próximo domingo 19 de noviembre, convocados por el Papa Francisco, la Iglesia celebra la Séptima Jornada Mundial de los Pobres con una exhortación muy concreta: “Un río de pobreza atraviesa nuestras ciudades y se hace cada vez más grande hasta desbordarse; ese río parece arrastrarnos, tanto que el grito de nuestros hermanos y hermanas que piden ayuda, apoyo y solidaridad se hace cada vez más fuerte”.Recordemos cómo esta Jornada surgió hace siete años, en el cierre del año de la misericordia celebrando el jubileo de las personas marginadas, empobrecidas y excluidas, por lo que el Papa Francisco, en su mensaje de este año, no duda en afirmar que “la Jornada mundial de los pobres, es una cita que la Iglesia va arraigando poco a poco en su pastoral, para descubrir cada vez más el contenido central del Evangelio”. Justamente el año inmediatamente anterior nos pedía “hacer un esfuerzo para que a nadie le falte lo necesario”, recordándonos que “no es el activismo lo que salva, sino la atención sincera y generosa que permite acercarse a un pobre como a un hermano que tiende la mano para que yo me despierte del letargo en el que he caído”.Una pregunta que nos cabe a quienes servimos en una nación como Colombia, inequitativa y desigual, es la que nos suscita el santo padre: ¿Qué pasos acertados debemos dar en todos nuestros ámbitos de la vida eclesial, para que esta jornada sea la oportunidad, que todos nos damos, para mantenernos en el contenido central del Evangelio?1.Una mayor toma de conciencia a partir de la realidad que estamos viviendo. No podemos ocultar que, durante décadas, y todavía hoy, se nos sigue diciendo con bastante insistencia, que la pobreza entre nosotros es un fenómeno residual y que basta con darle tiempo al tiempo para que vaya desapareciendo. No han faltado quienes afirmen que la tarea sigue siendo aumentar el tamaño de la torta sin necesidad de esas políticas redistributivas que ponen tan nerviosos a los sectores más dinámicos de la economía y que acaban produciendo efectos desastrosos.Mientras llegaba ese gran momento esperado, con el fin de no enturbiar ese clima alegre y confiado de una sociedad opulenta, cuyas utilidades son en cientos billones de pesos, se debía mantener, en las periferias existenciales, a los pobres. Lo que vemos, y podemos señalar con el dedo, es que la pobreza, lejos de disminuir crece en progresión geométrica extendiéndose a los pensionados que sobreviven y a los no pocos enfermos crónicos que ciertamente se están muriendo, a los migrantes y desplazados, a las víctimas de la violencia, a las minorías étnicas y las familias que luchan por mantenerse unidas. Amén de las personas en situación de discapacidad.Estas situaciones de injusticia constituyen un gran desafío para nosotros como Iglesia. Nuestras últimas conversaciones espirituales, y eso lo meditamos en el documento Luces en el Camino Hacia la Paz de nuestros Pastores, nos recuerda que el Espíritu de Dios nos está llevando a descubrir con mayor claridad que, hoy, la cima de la santidad y la santificación del Pueblo de Dios, no son posibles sin un compromiso con la justicia, sin una solidaridad con los pobres y oprimidos y sin hacer, juntos, de la sinodalidad un estilo de vida y una forma de ser Iglesia.2.Redescubrir las razones de Dios y de Jesús para estar con los pobres.Jesús siempre actuó prefiriendo a los que menos tenían y más sufrían. Colocó al centro todas las vidas echadas a perder. Su preferencia por ellos resultó ser escandalosa. Pero Jesús prefirió y prefiere a los pobres no porque en ellos encontró una cualidad especial, sino precisamente porque eran pobres. Creo que algunos ejemplos nos pueden ayudar.Prefirió a la ovejita número cien (Lucas 15, 4-6) que se apartó del rebaño, a las noventa y nueve juntas, sólo porque se había perdido y no tenía la capacidad de retorno. Tuvieron que traerla cargada. Esa fue su ovejita más querida, no antes de perderse, sino después de que se había perdido. A la hora de cumplir con un contrato laboral, da preferencia a los obreros que habían estado desempleados frente a los demás (Mateo 20 1 -16) únicamente porque nadie les había ofrecido trabajo estando disponibles y sabiendo trabajar. Y en el caso de Lázaro, (Lucas 16, 9 -31) éste no tenía otro mérito frente a Epulón que el de ser pobre.Como podemos ver, este Dios que siempre aborrece lo que sobresale, que en términos del Papa Francisco es la referencialidad, se complace en los pequeños, no por lo que puedan pensar o por su humildad, sino simplemente por ser lo que son, los pequeños. Esta predilección no viene de ellos, sino que nace de Dios. Dios siendo el Padre de todos no puede querer para nosotros sino el bien y la igualdad de sus hijos. Las desigualdades como las que vivimos en Colombia hieren a Dios en su amor. Y esta es una lógica que Jesús va a radicalizar radicalizando la paternidad de Dios. Por eso Dios y Jesús están siempre al lado de los pobres, porque viendo cómo la balanza se inclina siempre del lado del mas fuerte, en casi todos los aspectos, Ellos, decididamente, han querido restablecer el equilibrio.3.Volver a las fuentes que nos mantienen en lo esencial.Los concilios de los siglos V y VI como el de Vaisón del año 442, el de Roma bajo el Papa Símaco, año 504, el de Adge, año 506, el de Orleans, año 549, el de París, año 557 y el de Tours, año 567, serán reiterativos en afirmar que la asistencia a los pobres es una obligación tan fuerte que “el que retenga los dones hechos a la Iglesia debe ser excomulgado y considerado un verdadero “necátor pauperum” (Asesino de los pobres). Y ello precisamente, porque como afirmará más tarde Julianus Pomerius en el concilio de Arlés del año 836, en el tratado de Vita contemplativa “los bienes de la Iglesia son el patrimonio de los pobres”. Los santos padres igualmente tuvieron un radicalismo, aprendido en las sagradas escrituras, que inspiraron estas conclusiones conciliares. Si Dios ha querido el Destino Universal de los bienes como enseña la doctrina social de la Iglesia, ello nos lleva a pensar y a profetizar que las riquezas serán siempre injustas mientras coexistan con la pobreza, prescindiendo de cómo se hayan obtenido, como bien lo expresó monseñor Barreto presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, cuando afirmó: “ Estas reflexiones surgen del análisis de los datos oficiales (los cuales son incontrovertibles), de la preocupación por la desinformación que difunden muchos medios de comunicación, sectores políticos y económicos, y ante la tristeza de ver que el país puede seguir generando riquezas solo para los grandes empresarios, los banqueros, los terratenientes y otros ricos”.Permítanme citar los interrogantes de San juan Crisóstomo en su homilía sobre la 1ª carta a Timoteo: “Dime ¿De dónde te viene ser tan rico?, ¿De dónde recibiste la riqueza?, y ese otro, ¿De quién la recibió? Del abuelo, dirás, del padre. ¿Y podrás remontarte por el árbol genealógico, demostrando la justicia de tus posesiones? Seguro que no podrás. Necesariamente, en su principio y en su raíz hay una injusticia. ¿Que cómo llego a esa conclusión? Porque al principio Dios no hizo rico a uno y pobre al otro, ni tomo a uno y le mostró los grandes yacimientos de oro y al otro lo privó de este hallazgo. No, Dios puso, delante de todos, la misma tierra. ¿Cómo, pues, siendo todo común, tu posees tierras y más tierras, y el otro ni un terrón?También otro padre de la Iglesia, que vivió en Palestina, como es San Jerónimo, en su carta 120, dirigida a Edibia nos enseña: “Sabiamente habla el evangelio de “riquezas injustas” pues todas las riquezas proceden de la injusticia y uno no se puede adueñar de ellas a no ser que otro las pierda o se arruine. Por eso a mí me parece certísima aquella sentencia popular que dice: “el rico o es injusto o es heredero de un injusto”.”No son pocos los santos padres de la Iglesia como san Juan Crisóstomo y san Jerónimo que nos recordaran que aquello que le sobra el rico, le pertenece al pobre. En su tiempo fueron afirmaciones escandalosas, y hoy también lo son. Pero los santos padres jamás ignoraron que los ricos bien podían exhibir las escrituras de sus tierras y justificar sus propiedades mostrando todo en regla. No obstante, ellos, jamás dieron marcha atrás. Ellos distinguieron entre la legalidad formal y la justicia real cuestionando con su magisterio el orden social vigente. San Gregorio Nacianceno les dirá: “Esas son las leyes de los poderosos, no las del creador”. También san Ambrosio y san Agustín dirán de manera tajante: “continuamente se citan leyes en sus palacios, pero estas son las de Justiniano, no las del Señor”.4.Tener un encuentro más sincero con el Señor. Creo que nuestra principal tarea es traducir la belleza de las Plegarias litúrgicas, VC y VB, en nuestro compromiso con los pobres según el corazón de Dios y el querer de la Iglesia.Hoy se habla de la secularización y de la perdida de la fe, pero, no obstante, nuestro pueblo sigue siendo profundamente religioso y más de lo que se piensa. Seguimos buscando estar a bien con Dios y contar con su protección divina. La dificultad está en que no siempre nuestras celebraciones son un encuentro sincero con Dios. Muchas de nuestras celebraciones sacramentales quedan reducidas a una reunión de carácter social, un acto impuesto por la costumbre o un rito que se hace sin comprender muy bien lo que significa y sin que, por supuesto, implique compromiso alguno para la vida. Por ello, en la celebración de esta jornada, en la que debemos cultivar nuestras motivaciones internas, cuando nuestro párroco o el sacerdote celebrante nos diga al momento de la Plegaria eucarística: ¡Levantemos el corazón! Esa respuesta: ¡Lo tenemos levantado hacia el Señor! Debe ser muy sincera, porque lo que sigue es una oración muy sentida que ilumina esta jornada: “Señor, danos entrañas de misericordia frente a toda miseria humana. Inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado. Ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido. Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando. Que quienes te buscamos sepamos discernir los signos de los tiempos y crezcamos en fidelidad al Evangelio; que nos preocupemos de compartir en el amor las angustias y tristezas, las alegrías y esperanzas de todos los seres humanos, y así les mostremos tu camino de reconciliación, de perdón y de paz”. Bendecida celebración de esta jornada en la solidaridad y la esperanza.Pbro. Rafael Castillo TorresDirector del Secretariado Nacional de Pastoral Social

Vie 10 Nov 2023

Velad, porque no sabéis el día ni la hora

TRIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO12 de noviembre de 2023Primera lectura: Sabiduría 6,12-16Salmo: 63(62),2.3-4.5-6.7-8 (R. 2b)Segunda lectura: 1Tesalonicenses 4,13-18Evangelio: Mateo 25,1-13I. Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEn vísperas de la Pasión, Jesús instruye a los discípulos sobre la manera de estar preparados para el final de los tiempos; la primera condición es la vigilancia, porque no se sabe el día ni la hora de la segunda venida de Cristo. La parábola de las doncellas prudentes anima a los cristianos a mantener encendida la luz de la fe y la gracia que recibieron en el Bautismo (Evangelio). Jesús es la encarnación de la sabiduría divina que había de ser buscada sin descanso, velando por ella (primera lectura).En estos domingos finales del año litúrgico, san Pablo explica la esperanzadora doctrina cristiana sobre los últimos tiempos y sobre la suerte de los difuntos (segunda lectura).1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Sabiduría 6, 12-116:-Quien madruga a buscar la Sabiduría la encontrará en su puerta.-La Sabiduría va por todas partes buscando a los que son dignos de ella.Salmo 62:-Dios mío, yo te busco, mi alma tiene sed de Ti.1Tesalonicenses:-No se entristezcan como los demás que no tienen esperanzaMateo:-Vírgenes prudentes, quienes tenían listo el aceite en sus alcuzas2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Ya vamos llegando al final del año litúrgico y la Palabra de Dios en esta domínica nos ayuda a hacer una síntesis de lo que ha sido este año de búsqueda del Señor en nuestra vida personal y familiar. La primera interpelación es a no dejar nunca una actitud de búsqueda de la sabiduría, es decir, nunca dejar de cuestionarme sobre el sentido de mi vida y esto es posible con una actitud orante en el día a día. Una persona que cada mañana y cada anochecer eleve su corazón a Dios recibirá, sin duda, el regalo de la sabiduría, la gracia de encontrarle el auténtico sentido a su vida. Cuando en nuestro tiempo tantas personas se sienten a la deriva, sin horizonte hacia dónde dirigirse, aún en medio de riquezas, de bienestar material y vanidades de todo estilo, un cristiano que con sinceridad busca a Dios en su vida logra asumir que sólo Él le da sentido a su existencia y aprende a relativizar lo pasajero. Por eso el vehemente llamado del salmo 63 /62 “Dios mío yo te busco, mi alma tiene sed de Ti”. La sed de Dios es el mismo deseo interior de la Sabiduría.El Evangelio de Mateo hoy, en los primeros versos del capítulo 25, precisamente, nos ayuda a comprender lo que significa la búsqueda de la Sabiduría, representada en las 5 vírgenes sabias que tenían listo el aceite para encender sus lámparas. Estas mujeres sabias aplican muy bien el llamado de la primera lectura de hoy a buscar la Sabiduría, la cual no llega de una manera improvisada; al contrario, es necesario buscar el aceite, prepararlo con tiempo, estar preparados. El “vayan ustedes a buscarlo” (el aceite), significa la necesidad de estar todos los días listo, preparado y debe ser una preparación personal, nadie lo puede hacer por mí. Ese fue el error o pecado de las otras 5 vírgenes y por eso las conocemos como las vírgenes necias, cuya pasividad reflejaba su actitud de vida sin horizonte, sin esperanza, sin búsqueda, sin la capacidad de ver en profundidad el significado de cada día, la novedad de cada día. Está bien que las 10 vírgenes se quedaron dormidas, por el cansancio, sin embargo, cuando llegó la hora de recibir el esposo para ingresar a la boda, obviamente, las vírgenes necias no estaban preparadas para entrar con él. La Palabra de Dios nos está invitando hoy a asumir una actitud sincera de búsqueda de Dios, a buscarlo como un “esposo”, como mi amado que mantiene encendida mi lámpara para estar atento, siempre alerta, para recibirlo, como las 5 vírgenes sabias: “Solo el que ama encuentra la sabiduría, una sabiduría que está a la entrada, a la puerta”.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Dame, Señor, el don de la perseverancia en mi búsqueda de Tí, en el día a día de mi vida, en los momentos de prosperidad, luz y alegría, pero también en las dificultades, oscuridades y tristezas. Regálame, Dios mío, la gracia de la oración, que es la búsqueda incesante de tu Sabiduría. Que no me falte nunca el aceite en mi lámpara para estar siempre listo cuando llegues. AMEN._______________________Recomendaciones prácticas:II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Con las lámparas encendidas y el corazón en vela hemos venido a este banquete, ansiosos de alimentarnos de la Palabra y del cuerpo y sangre de Cristo. Dejemos que la Eucaristía sea hoy la celebración de la comunidad en la fe y que juntos podamos seguir en la búsqueda de la verdadera sabiduría. Participemos activamente.Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra de Dios, nos invita a estar preparados, con suficiente aceite en nuestras lámparas, para recibir el esposo en el día de las bodas. Utiliza así la Palabra de Dios, el simbolismo de las bodas matrimoniales, una fiesta de bodas, un banquete. Jesucristo es el esposo que llega y quienes tengan las lámparas encendidas con suficiente aceite en sus alcuzas entrarán con Él al banquete de bodas. Participemos con fe y esperanza.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, la Palabra de Dios que hemos escuchado nos ha invitado a asumir una vida de búsqueda sincera de la Sabiduría y de cumplir su Santa Voluntad, superando no solo la pereza, sino también el desgano y el rechazo a tu Palabra. Digamos al Padre juntos:R. Dios de amor, escúchanos.1.Por la Iglesia, el santo papa Francisco, los obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas para que, en su ministerio de servicio a la Iglesia, con la asistencia del Espíritu Santo guíen bien a su pueblo, sepan escucharlo en sus necesidades de cada día y lo conduzcan por los caminos de la sabiduría, la prudencia y el amor.2.Por las naciones del mundo, para que reine en ellas la paz, la armonía, la justicia y se estreche más la hermandad de todos los hombres.3.Por los laicos comprometidos en diversos servicios a la sociedad civil y a la Iglesia para que su ministerio lo realicen como las vírgenes sabias, siempre preparados para un servicio sincero y generoso, libre de toda actitud egoísta como las vírgenes necias.4.Por las familias de nuestra comunidad cristiana para que cumplan su misión de ser tus testigos en su vida de hogar, viviendo los valores evangélicos de la fe, la esperanza y la caridad como signos de tu amor a la humanidad.5.Por nuestros hermanos que han muerto en la Esperanza de la Resurrección para que su partida de entre nosotros nos llene del consuelo de tu misericordia y aleje de nosotros la tristeza y el vivir como aquellos que no tienen esperanza.Oración conclusivaTodo esto te lo pedimosen tu Hijo y Señor nuestro,Jesucristo, quien vive yreina por los siglos de los siglos.R. Amén.

Vie 10 Nov 2023

¿Qué dijo el dicasterio de doctrina sobre las personas transexuales y con orientación homoafectiva?

Por P. Raúl Ortiz ToroDirector del Departamento de DoctrinaEl 8 de noviembre pasado, en el portal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), fue publicado un documento de respuesta a varias preguntas enviadas por el obispo José Negri, de la diócesis de Santo Amaro en Brasil. En primer lugar, se debe tener en cuenta la catalogación del documento, es decir, se trata de una respuesta a seis preguntas particulares de carácter pastoral, concepto emitido por un Dicasterio con el aval del Papa Francisco. En este caso, la respuesta del DDF resuelve casos particulares, pero no tiene “fuerza de ley”, pues no corresponde a lo que se conoce como “interpretación auténtica” (canon 16) que es competencia del Papa o, en su defecto, del Dicasterio para los Textos Legislativos. Por otra parte, la ley canónica enseña la diferencia entre lo que “se ha de creer con fe divina y católica”, es decir, todo lo contenido en la Palabra de Dios, escrita o transmitida por tradición (este no es el caso – cf. canon 750) y las enseñanzas “acerca de la fe y de las costumbres” a las que se le debe “prestar un asentimiento religioso del entendimiento y de la voluntad, sin que llegue a ser de fe” (como en este caso – cf. canon 752).Esto indica que, con las directrices que ha dado el DDF, las Conferencias Episcopales pueden emitir orientaciones al respecto, considerando la situación pastoral de la Iglesia en cada país. Por ejemplo, el documento responde afirmativamente a si las personas transexuales (incluso si se han sometido a tratamiento hormonal y a intervención quirúrgica de reasignación de sexo) pueden ser bautizadas, si no lo están, pero con la condición de que se sigan los procesos habituales, “con las mismas condiciones de los demás fieles”. Esta expresión debe tenerse en cuenta pues quiere decir que si “Dios no hace acepción de personas” (Hechos 10, 34”), la Iglesia tampoco las hace, pero siguiendo la praxis pre-sacramental. Esto es: que haya deseo de recibir el sacramento, que se conozcan las verdades de fe, las obligaciones cristianas y que haya arrepentimiento por los pecados cometidos.Las anteriores son condiciones que se les pide a todos los que desean ser bautizados en la Iglesia. De modo que la respuesta del DDF considera, sobre todo, el deseo expresado por una persona de recibir la fe en Jesús a través de la Iglesia, con todo lo que ello implica; y es apenas lógico que si una persona transexual conoce la fe y reconoce las obligaciones que conlleva asumir esa fe, no tenga impedimentos para acercarse al sacramento; porque el bautismo es don y es tarea diaria por vivir las consecuencias de ese don. Así, la segunda respuesta sobre las personas transexuales deriva de este concepto: es decir, si están integradas a la comunidad de fe, pueden ser padrinos o madrinas de bautismo, excepto si ello conlleva el “peligro de escándalo, indebida legitimación o desorientación en el ámbito educativo de la comunidad eclesial”. Esta es una condición que debe tenerse muy en cuenta y que, seguramente, las Conferencias Episcopales explicarán con orientaciones específicas sobre la base de un discernimiento de acogida, pero también, de evitación de deformación de la doctrina.Por ahora el acento está en que se debe evitar el prejuicio que históricamente se ha tenido respecto de las personas y sus condiciones, de modo que en el servicio de acogida que hace la Iglesia se pueda contemporáneamente predicar la verdad sobre Jesús y las obligaciones que esto conlleva. El mismo principio aplica para la tercera respuesta en la que se indica que “en la legislación canónica universal vigente no existe prohibición de que una persona transexual sea testigo de un matrimonio”.El segundo bloque, también con tres respuestas, trata específicamente algunos casos de la práctica pastoral diaria en las parroquias respecto de las personas con orientación homoafectiva. La respuesta cuatro no pone reparos a que un niño sea bautizado, pues este no es responsable del comportamiento de sus padres o el método mediante el cual fue gestado, como, por ejemplo, a través de un vientre subrogado (es decir, de alquiler). El principio es muy válido y desde hace años se sigue en la Iglesia: los niños no tienen culpa respecto de estos temas; son criaturas de Dios y el bautismo no puede negarse aludiendo a condiciones de carácter moral que no le atañen al menor. El DDF ha respondido simplemente que “Para bautizar a un niño, se requiere que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica”, sin más explicaciones.Un poco más elaborada es la respuesta a la pregunta cinco, respecto de si “una persona homoafectiva y que convive con otra puede ser padrino o madrina de un bautizando”. El DDF aclara que, con base en la ley canónica (cf. canon 874), para ser padrino o madrina en un bautismo, basta con que la persona “tenga capacidad para esta misión” y “lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir”. Estas dos condiciones superan la clasificación de orientación sexual y se aplican a todos los padrinos y madrinas en general. El problema radica en si la comunidad eclesial tiene conocimiento de que los futuros padrinos de orientación homoafectiva sostienen convivencia estable, es decir, unión marital civil. En este caso el DDF invita a practicar “prudencia pastoral” que exige “que cada caso sea sabiamente ponderado, para salvaguardar el sacramento del bautismo y sobre todo su recepción, que es un bien precioso que se debe tutelar”.Incluso el documento permite considerar la conveniencia o no de la presencia de padrinos en el bautismo, ya que cada comunidad eclesial asigna diversos valores a este servicio, y la ley canónica no los exige como condición sine qua non sino, “en la medida de lo posible” (canon 872). No se ha de olvidar que, en Italia, este año y durante tres más, algunas diócesis han decidido suspender la exigencia de padrinos para el bautismo mientras se estudia su pertinencia y viabilidad, sobre todo en contextos culturales en los que se ha desnaturalizado esta misión y ha derivado en muestras de compromiso y conveniencia económica. El documento del DDF invita a los padres de familia para que los padrinos sean escogidos, preferiblemente, del círculo familiar y garanticen la formación en la fe de sus ahijados. Además, que consideren que hay otros modos de participar durante el rito de bautismo, por ejemplo, como testigos.Finalmente, como se advirtió respecto de las personas transexuales, el documento del DDF responde que tampoco existen actualmente impedimentos en la ley canónica para que las personas de orientación homoafectiva puedan ser testigos de un matrimonio.

Vie 10 Nov 2023

El administrador no es el dueño, es transitorio y está llamado a rendir cuentas: las tres enseñanzas del Cardenal a los colaboradores del episcopado colombiano

Pocos días después de su retorno a Colombia, tras haber permanecido en Roma durante cerca de 40 días, y, por primera vez, como cardenal de la Iglesia Católica Universal, este viernes 10 de noviembre, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), presidió una Eucaristía muy especial en la sede del episcopado, a través de la cual los presbíteros que dirigen los diversos departamentos junto a los colaboradores de esta institución, quisieron agradecer a Dios por su cardenalato y por el regalo que esta designación representa para la Iglesia colombiana.En la celebración también participaron otros 13 obispos, quienes durante este jueves 9 y viernes 10 de octubre han estado reunidos en Bogotá para llevar a cabo un nuevo encuentro de la Comisión Permanente del Episcopado, entre ellos, el vicepresidente y el secretario general de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez y monseñor Luis Manuel Alí, respectivamente.Durante su homilía, inspirado en la Palabra de Dios, concretamente en Romanos 15 y Lucas 16, el Cardenal compartió con la comunidad institucional tres enseñanzas concretas que invitó a poner en práctica a nivel personal y en el servicio de cada uno prestada a la Iglesia colombiana. Se trata de tres características que, según el Purpurado, son características de un administrador de la vida y las instituciones fiel a Jesucristo.La primera reflexión compartida por el primado de Colombia fue “el administrador no es el dueño”. Afirmó que no somos dueños de la Iglesia ni de los talentos que tenemos, ni del don de la vida que se nos ha otorgado, el único dueño es Dios y nosotros debemos asumir su administración. Por ello, advirtió que es fundamental no perder la humildad ni la serenidad en esta misión.Seguidamente, dijo que “el administrador debe reconocer que es transitorio”. “Hoy estamos nosotros, pero después vienen otros…No llegamos para quedarnos eternamente, somos peregrinos, pasajeros…El único eterno es el señor”, precisó. Aseguró que esto debe darnos el gozo y la convicción para trabajar con energía, a partir de lo que hicieron nuestros antecesores y reconociendo que otros vendrán después a continuar esa labor.Finalmente, afirmó que, “en nuestra condición de administradores, nos corresponde rendir cuentas”. De acuerdo con el Cardenal, esto se está profundizando cada vez más en la vida de la Iglesia. “Rendir cuentas con claridad para que el pueblo de Dios sepa a qué atenerse…Aunque no seamos perfectos en los resultados, pero somos una perfección en camino acompañados por el Espíritu Santo y por el amor de la Virgen María”.Al final de la Eucaristía, el purpurado recordó que la designación que le fue hecha por el papa Francisco como Cardenal no hace referencia al mérito de una persona, es decir, a su mérito propio. Al contrario, para el presidente del episcopado colombiana, se trata de una designación por los méritos del Pueblo de Dios, “de toda una comunidad que está sirviendo a la Iglesia, a la paz y a la reconciliación”.Vea la homilía aquí:

Jue 2 Nov 2023

03 de Noviembre | Lectura del santo Evangelio según San Lucas 14, 1-6

03 Noviembre, Viernes.Lc 14, 1-6¿A quién se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca en día de sábado?Lectura del santo Evangelio según san Lucas.UN sábado, entró él en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos le estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la Ley y a los fariseos: ¿Es lícito curar los sábados, o no? Ellos se quedaron callados. Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió. Y a ellos les dijo: «¿A quién de ustedes se le cae al pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?». Y no pudieron replicar a esto.Palabra del Señor.