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iglesia colombiana

Vie 23 Jun 2023

La Voz del Pastor | 25 de junio de 2023

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 10, 26-33

Vie 23 Jun 2023

En Colombia también se amenaza la libertad religiosa

Este jueves, 22 de junio, la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) Colombia dio a conocer en Bogotá el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo, un análisis riguroso que evalúa la situación de este derecho humano fundamental para los creyentes de todas las tradiciones religiosas en 196 países. Este documento es elaborado desde el año 1999 por ACN. Este espacio, en el que estuvo presente el episcopado colombiano a través de monseñor Luis Manuel Alí Herrera, su secretario general, se desarrolló en tres momentos: en primer lugar, la socialización del informe oficial 2023, que estuvo a cargo de Marcela Szymanski, jefe del Religious Freedom Report (RFR). Marcela, conectada al evento virtualmente desde España, explicó que “la libertad religiosa se viola en 61 países del mundo, pero la situación más crítica se presenta en 28 países donde existen persecuciones por motivos religiosos y en 33 más, la discriminación es una constante. Según se ha indicado, los autores de este tipo de situaciones “son los gobiernos totalitarios, el extremismo religioso y el nacionalismo etnoreligioso”. Tras la presentación de este informe, se desarrolló un conversatorio interreligioso al que fueron invitados el obispo auxiliar de Bogotá, monseñor Alí Herrera, en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); Marcos Peckel, director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia y el Sheikh Ahmad Tayel, presidente de la Asociación Benéfica Islámica. En dicho espacio de diálogo, monseñor Alí recordó que “es muy importante que nos conozcamos, que tengamos en cuenta la riqueza de las tradiciones religiosas y culturales de cada uno”; además, compartió que su familia llegó como migrante a Colombia después de la Segunda Guerra Mundial y en los primeros años tuvo que experimentar las dificultades propias a las que se enfrentaban en aquella época las personas con tradiciones diferentes. Por su parte, Marcos Peckel insistió en que “aún existe la idea equivocada de que una persona religiosa es de un estatus inferior si se le compara con las personas ateas. Romper ese mito es difícil; ser religioso no es un crimen, ni profesar una religión es solo para los pobres o las personas enfermas psíquicamente”. El Sheikh Tayel confirmó que se deben “eliminar muchos de los malentendidos que hay en la sociedad; los líderes religiosos somos parte de la sociedad, no somos enemigos; todos podemos trabajar en equipo en beneficio de la comunidad”. Finalmente, el evento contó con la participación especial de la hermana Gloria Cecilia Narváez FMI, religiosa colombiana que fue secuestrada en Malí (África) por un grupo extremista islámico durante casi cinco años por motivos religiosos. Precisamente fue la consagrada quien escribió el prólogo de este nuevo informe. La hermana Gloria dio a conocer su testimonio titulado “Mi fe durante el secuestro”, a través del cual compartió con la audiencia su experiencia de retención. Con una conmoción evidente recordó los vejámenes que tuvo que sufrir y las pérdidas de vidas humanas que presenció por la intransigencia de sus captores. Sin embargo, dejó en los participantes la convicción de que el trabajo misionero de la Iglesia en tierras de no cristianos, no es una labor que busque la conversión religiosa de estos sino la expresión del amor de Cristo que no tiene fronteras: “No fuimos a convertir a nadie al catolicismo; fuimos a hacer presencia”, puntualizó. Algunas frases de la religiosa que ahora desarrolla su misión pastoral en la Diócesis de Tumaco (Nariño), suscitaron la reflexión: “Oraba por mis captores no para que se convirtieran a la fe cristiana, sino a la fraternidad”; “aprendí a callar para desarmar la guerra”; “mi espíritu nunca estuvo secuestrado”; “Yo simplemente oraba diciendo: Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios…”. “La Eucaristía me sostuvo durante el cautiverio: dibujaba en la arena del Sahara el cáliz y la patena, y contemplaba la presencia de Cristo, luego hacía la comunión espiritual”. En el espacio también estuvo presente el padre Raúl Ortiz Toro, director del Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo (PUD) del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Precisamente, desde esta dependencia, que trabaja en torno a estos temas, confirmó que, en el caso particular de Colombia, cada año la Iglesia Católica presenta a la sección política de la Embajada de los Estados Unidos un informe sobre el estado de libertad religiosa para sus miembros. Según se ha indicado, en la actualidad, causan alarma distintos proyectos de ley en el Congreso de la República que atentan contra la libertad de los católicos para profesar su fe. Algunos de estos casos que preocupan a la Iglesia Católica son: 1). La iniciativa que pretende convertir las capillas católicas de las instituciones públicas en lugares de culto interconfesionales. 2). El proyecto que busca la reforma de la ley estatutaria de libertad religiosa de 1994 sin escuchar a las entidades del sector religioso. 3) El proyecto encaminado a adoptar en el país la “Convención interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia” que, erróneamente, amplía el concepto de discriminación, pasando del ámbito objetivo al subjetivo, al punto de que si una persona no religiosa se siente indispuesta porque ve a un sacerdote usar su vestido clerical o porque una comunidad realiza una procesión por las calles, etc., puede denunciar su malestar ante las autoridades. Además, si alguien se siente inconforme por un principio o doctrina de la fe, podría igualmente denunciar que es objeto de discriminación. En palabras de Marcela Szymanski “cada día más se difunden leyes que muestran como legal la privación del derecho fundamental a la libertad religiosa”. Según ha dicho, la respuesta para evitar esto es “permanecer vigilantes, estar conscientes de los derechos fundamentales, protestar, denunciar, compilar la lista de violaciones al derecho y exigir a los gobiernos que cumplan la ley y los compromisos internacionales, porque nuestra fe no es una opinión ni un sentimiento”. Algunas claves de lo planteado en el XVI Informe de Libertad Religiosa en el Mundo Entre las conclusiones que destaca en el documento la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, se encuentran también: - “Aumento del número de comunidades religiosas mayoritarias que sufren persecución. “Hasta la fecha, la mayoría de los grupos confesionales que sufrían persecución pertenecían a comunidades religiosas minoritarias. Cada vez son más las comunidades religiosas mayoritarias que también sufren persecución (Nigeria, Nicaragua). - La respuesta cada vez más callada por parte de la comunidad internacional ante las atrocidades cometidas por regímenes autocráticos «estratégicamente importantes» (China, India) ha puesto de manifiesto una creciente cultura de la impunidad. Países clave (Nigeria, Pakistán) han escapado de las sanciones internacionales y otros castigos tras las revelaciones de violaciones de la libertad religiosa contra sus propios ciudadanos. - En Occidente, la «cultura de la cancelación», que incluye un «discurso obligatorio», ha evolucionado desde el acoso (verbal) a individuos que, por motivos religiosos, defienden opiniones diferentes, hasta llegar a las amenazas legales y la pérdida de oportunidades laborales. Se ha amenazado con sanciones legales a personas que, debido a su fe, no han defendido posturas que respalden claramente opiniones acordes con las exigencias ideológicas imperantes («cultura de la cancelación»). Las redes sociales han constituido un factor importante para impulsar esta tendencia. - Aumento de los ataques contra líderes religiosos y otras personas dedicadas a las Iglesias por parte de grupos delictivos organizados (Latinoamérica). Representantes religiosos, defensores de los migrantes y otras comunidades desfavorecidas han sido objeto de ataques (secuestros e incluso asesinatos) por denunciar a las bandas de delincuentes y tomar medidas para detenerlas. Aumento de las iniciativas de diálogo interreligioso. El papa Francisco y otros líderes eclesiásticos de todo el mundo han ampliado sus contactos con otras comunidades religiosas. Los líderes religiosos de Indonesia, a través de la organización islámica Nahdlatul Ulama, han incrementado el diálogo con sus homólogos hindúes, y en el G20 crearon un grupo permanente sobre religión, en el que participan otras comunidades religiosas importantes”. ACCEDA AL INFORME AQUÍ

Jue 22 Jun 2023

Arquidiócesis de Cartagena será sede del último congreso de preparación al gran centenario misionero

Bajo el lema “Con María misionera más allá de las fronteras”, del 23 al 25 de junio, la Arquidiócesis de Cartagena acogerá el Cuarto Congreso Regional Misionero organizado por la Iglesia Católica colombiana como parte del camino de preparación para la celebración de los 100 años del Primer Congreso Nacional Misionero, conmemoración que se llevará a cabo en octubre del 2024. El espacio es impulsado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Centro Nacional Misionero, y por Obras Misionales Pontificias (OMP). Este nuevo congreso reunirá en la capital del departamento de Bolívar a más de 250 personas, entre obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, integrantes de las comunidades que conforman los COREMI’s (Comité Regional de Misiones) de la costa caribe y del nororiente del país, correspondientes a las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona. Entre marzo de 2022 y enero de 2023 se llevaron a cabo otros tres congresos regionales en las diócesis de Pereira y Chiquinquirá y en la Arquidiócesis de Popayán. Durante este encuentro se llevarán a cabo diferentes ponencias, talleres y espacios de reflexión que, de acuerdo con el padre Samir García Valencia, director del Centro Misionero y encargado de las OMP de Colombia, permitirán reforzar el compromiso de los participantes con la naturaleza propia de la Iglesia: ser misionera, con una nueva prospectiva, especialmente de cara al gran acontecimiento centenario. Monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, administrador apostólico de la Diócesis de Quibdó y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, quien ha estado liderando este proceso, presidirá la Eucaristía de apertura en Cartagena durante la tarde del día viernes 23. En este caso, monseñor Francisco Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, será el anfitrión del encuentro. Asimismo, realizando diferentes ponencias sobre aspectos relacionados con la misión estarán monseñor José Clavijo Méndez, obispo de la Diócesis de Sincelejo, monseñor Jorge Ossa Soto, arzobispo de Nueva Pamplona y monseñor Francisco Ceballos Escobar, obispo de la Diócesis de Riohacha. Al cierre, el señor Cardenal Jorge Enrique Jiménez Carvajal, celebrará la Eucaristía de clausura y envío misionero. Según lo ha indicado el padre Samir García, este último congreso regional representa “el culmen de estos cuatro momentos que han reunido a toda la Iglesia misionera en Colombia y, al mismo tiempo, será también el punto de partida para el lanzamiento oficial del XIII Congreso Nacional Misionero”, con el que se conmemora el centenario del Primer Congreso Nacional celebrado en 1924 y que será inspirado por el lema “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”.

Mié 21 Jun 2023

En Pasto culminó la primera etapa de la iniciativa 'Iglesias Particulares Seguras y Protectoras'

Del 14 al 15 de junio, la Diócesis de Pasto acogió las últimas jornadas de capacitación del proyecto pedagógico que desde octubre del 2022 viene adelantando la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en las provincias eclesiásticas del país bajo el propósito central de apoyar a las jurisdicciones en la implementación de políticas orientadas a la protección de menores y prevención de la violencia sexual contra niños, niñas, adolescentes y adultos vulnerables en ambientes eclesiales. En el caso de la Provincia Eclesiástica de Popayán, conformada por la Arquidiócesis de Popayán, las diócesis de Pasto, Ipiales y Tumaco, así como por los vicariatos apostólicos de Guapi y Tierradentro, más de 300 personas, entre obispos, ministros ordenados, consagrados y fieles laicos participaron en el espacio desarrollado a través de diferentes conferencias y talleres prácticos. El proceso, que ha tenido como documento orientador las ‘Líneas guía para la cultura del cuidado’ de la CE, ha contado con el apoyo directo de los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado, organismo de la Iglesia Católica colombiana presidido por la doctora Ilva Myriam Hoyos Castañeda, quien afirmó que, aunque durante este recorrido se han “advertido heridas de personas que, de una u otra forma, se sienten afectadas, también se han encontrado miradas y rostros esperanzadores por el accionar y por el caminar de la Iglesia” en este rumbo de la prevención. Durante el acto de instalación de las jornadas en Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas Toro, obispo de esa jurisdicción, indicó que este proyecto “es resultado del discernimiento y el trabajo colegial del episcopado de Colombia” sobre el que han pensado que “esta realidad dolorosa de los abusos cometidos contra menores y personas vulnerables, nos debe llamar necesariamente a la conversión, a la purificación, pero, sobre todo, al compromiso con la prevención”. Según ha dicho monseñor José Saúl Grisales, obispo de la Diócesis de Ipiales, también presente en el evento, esta formación ha posibilitado “una toma de conciencia que llama a todos a sentirse involucrados porque la protección, el cuidado, la cercanía, el respeto, la justicia, la atención de las personas que han sufrido alguna vulneración en algún momento, es una manera de hacer posible que vivamos hoy el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo”. Por su parte, el Vicario Apostólico de Guapi, monseñor Carlos Alberto Correa, ha rescatado la posibilidad de ver de frente esta compleja realidad, pero aprendiendo que “tenemos una Iglesia que humaniza…Nos coloca una tarea, esta tarea de acercarnos a esta realidad con la claridad de la caridad”. Agregó también monseñor Correa que de este espacio de capacitación llevan importantes insumos “con esperanza y con alegría, con entusiasmo y con fortaleza, porque tenemos una provincia eclesiástica que acaba de crecer”. Seis provincias eclesiásticas fueron sede de realización de la primera parte de estas jornadas de capacitación en prevención de abusos adelantadas por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) gracias al trabajo articulado con las diferentes jurisdicciones y al apoyo solidario de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos. Según lo ha indicado la CEC, a partir del mes de septiembre del presente año, se espera poderle dar continuidad a estas jornadas de capacitación en las demás provincias del país. Durante los espacios de formación, los miembros del Consejo Nacional para la Cultura del Cuidado adelantaron también reuniones específicas de orientación con los obispos, los responsables de adelantar procesos canónicos y con los miembros de los equipos diocesanos de protección de menores y atención a víctimas. Aunque la meta inicial del proyecto era poder capacitar en primera fase a 2.500 personas, la masiva respuesta a la convocatoria realizada por las diferentes Iglesias particulares de estas primeras provincias permitió orientar a cerca de 3.700 personas. Al cierre de las jornadas, la doctora Ilva Myriam agradeció a quienes hicieron posible el proceso, de manera especial, a los participantes. “También nuestra gratitud va dirigida a todas y cada una de las personas que nos escucharon, que expectantes nos recibían y que de manera también esperanzadora nos abrían sus corazones. Con todos ellos, estamos generando cultura del cuidado y llevando la Buena Nueva de un Evangelio que nos invita a no ser los viajeros que nos olvidamos de nosotros, sino los buenos samaritanos que queremos cuidar para hacernos prójimo, cuidando a los demás”, puntualizó. Conozca más detalles a través del siguiente video:

Mié 21 Jun 2023

Detalles del documento que orientará los trabajos del Sínodo sobre la Sinodalidad

Este martes, 20 de junio, el Vaticano dio a conocer el Instrumentum laboris para la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo sobre la Sinodalidad que será realizada del 4 al 29 de octubre del año en curso. El texto recoge las ideas centrales que orientarán los trabajos de este encuentro, que se enmarca en el título ‘Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión’. Los contenidos del documento son fruto de los aportes hechos por las diferentes Iglesias en el mundo durante las etapas diocesana y continental del Sínodo, adelantadas desde octubre del 2021, cuando el papa Francisco lo puso en marcha. De manera especial, dan cuenta de la experiencia de aquellas comunidades que sufren guerras, pobreza, desigualdades y diferentes tipos de abusos. Por lo que, según se ha explicado, más que producir un documento se trata de “abrir horizontes de esperanza para el cumplimiento de la misión de la Iglesia”. Estructura del documento El Instrumentum laboris consta de dos macro-secciones que aportan una visión dinámica del concepto "sinodalidad". En la sección A se destaca la experiencia de las etapas previas del proceso y el camino a seguir para llegar a ser cada vez más Iglesia sinodal; la Sección B aborda las "tres prioridades", en el centro del trabajo en octubre de 2023, vinculadas a los tres temas principales: crecer en la comunión acogiendo a todos, sin excluir a nadie; reconocer y valorar la contribución de cada bautizado con vistas a la misión; identificar estructuras y dinámicas de gobierno a través de las cuales articular la participación y la autoridad a lo largo del tiempo en una Iglesia sinodal misionera.

Dom 18 Jun 2023

Esperanzador procedimiento practicado en hospital de la Diócesis de Pasto

Dicha intervención fue realizada por un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, encabezado por la médico nariñense Paola Muñoz Cabezas, cirujana experta en nefrología, quien dio a conocer que en este momento, tanto la donante como el receptor, se encuentran en proceso de recuperación, y en estricta vigilancia. En una carta enviada por monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de esta jurisdicción eclesiástica al doctor Óscar Mosquera Daza, gerente de la institución de salud, el prelado expresó su gratitud por permitir que la Fundación Diocesana Hospital San Pedro haya sido el escenario de un momento histórico como este. El obispo agregó que este hecho representa esperanza no solo para este joven sino también para “cientos de personas, no solo de Nariño sino también de Putumayo y del sur del Cauca que luchan en la espera de una oportunidad de vida con un trasplante”. Por su parte, el padre Luis Germán Rosero Arce, delegado por monseñor Juan Carlos como presidente de la Junta Directiva de la Fundación Diocesana Hospital San Pedro, recordó que, aunque en Colombia hace 57 años se realizó por primera vez un procedimiento como este de tan alta complejidad, en esa región, este es el primero que se practica. El presbítero también precisó que se trata de una medicina apoyada “en el mandato evangelizador de ir a sanar y a curar toda dolencia en el mundo”. Recordó que, tras recibir el Espíritu Santo, los discípulos fueron encomendados a esta tarea por parte del Señor Jesús, “que es el médico de los cuerpos y de las almas”. Por eso, para el sacerdote “apoyar la medicina es apoyar una de las tareas evangelizadoras más importantes y más significativas en cualquier momento de la historia, y mucho más en el mundo de hoy, donde apoyados con la tecnología y con la ciencia, podemos hacer presente el mandato”. La Diócesis de Pasto ha informado que el Hospital San Pedro continuará desarrollado su misión institucional desde los valores del Evangelio para brindar servicios integrales de salud hasta la alta complejidad, con estándares de calidad y humanismo dirigidos al paciente y a su familia. Conozca el informe audiovisual:

Sáb 17 Jun 2023

Ante tantos flagelos e incertidumbres, Iglesia colombiana pide volver a Jesús

Este viernes 16 de junio Colombia vivió, una vez más, la renovación de su consagración al Sagrado Corazón de Jesús. Toda la Iglesia Católica, desde las diferentes regiones del país, se unió a este importante momento de devoción y oración, a través del cual obispos, sacerdotes, consagrados y fieles laicos pidieron a Cristo, de manera especial, justicia, verdad, paz, amor y reconciliación para la nación. Durante la Solemne Eucaristía celebrada en horas de la mañana en la Catedral Primada de Colombia por monseñor Luis José Rueda Aparicio, el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) encomendó todas las familias y a los integrantes de los diversos sectores de la vida nacional; oró por la superación de los flagelos que nos azotan, entre ellos: la violencia, el narcotráfico, la corrupción y la pobreza; pidió, además, por la vida, la reconciliación y la paz del país. En su homilía monseñor Rueda se dirigió de manera concreta a quienes están inmersos en la violencia, la guerra y el narcotráfico, empuñando armas, reclutando menores y causando dolor; les pidió acogerse al llamado del Señor transformando su corazón. “No podemos seguir viviendo a la defensiva, Colombia sí tiene futuro en Cristo Jesús”, enfatizó. El presidente del episcopado recordó también que la misericordia de Dios puede transformar la historia del país y que, entre sus frutos, están la renovación de nuestra esperanza, la conversión personal, eclesial y social, igualmente, el perdón. Al tiempo pidió a todos no ser indiferentes con la patria, sino ser voluntarios y servidores de la verdad, la fraternidad y el cuidado de la casa común. En este sentido monseñor Rueda dijo:“esta es una llamada a todos a volver a Jesús; en Él está la verdad, la paz, la reconciliación. En Él se renueva la esperanza”. Por su parte, desde la Catedral Basílica Nuestra Señora de la Asunción de la Arquidiócesis de Popayán, monseñor Iván Marín López, arzobispo emérito de esta jurisdicción, resaltó la importancia de la consagración como un acto de entrega total a Cristo y como un llamado a vivir desde el amor y la solidaridad. El prelado ratificó la importancia de la unidad para construir una sociedad más justa y fraterna, inspirados por el ejemplo del Sagrado Corazón de Jesús. Asimismo, acogiendo el llamado hecho por la Conferencia Episcopal de Colombia para vivir esta renovación en todas las jurisdicciones del país, desde la Catedral Sagrado Corazón de Jesús de Pasto, monseñor Juan Carlos Cárdenas, obispo de esta Iglesia particular, dio gracias a Cristo por lo que hace por el Pueblo de Dios que peregrina en el país. De esta manera dirigió la oración el prelado: “Señor Jesucristo, hijo de Dios vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna. Reunidos juntos en tu nombre, que está por encima de cualquier otro nombre, nos consagramos nosotros y consagramos a Colombia a tu Sacratísimo Corazón en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad. Al consagrarnos a ti, renovamos nuestro ferviente deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor. Señor Jesucristo Rey de amor y Príncipe de la paz, reina en nuestros hogares, en nuestros corazones y en Colombia”.

Vie 16 Jun 2023

Al ver Jesús a las gentes, se compadecía

DÉCIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 18 de junio de 2023 Primera lectura: Éxodo 19, 2-6a Salmo: 99, 1b-2,3,5 (R.:3c) Segunda lectura: Romanos 5, 6-11 Evangelio: Mateo 9, 36-10,8 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La palabra de Dios en este domingo nos lleva a tomar una conciencia más clara de nuestra condición de pueblo de Dios, de discípulos y misioneros, de llevar el alivio de la caridad a los más pobres y necesitados. Recibimos la invitación para trabajar en la mies del Señor y para orar pidiendo que haya más obreros en ella. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La primera lectura del Éxodo se refiere a Israel como pueblo de la alianza, que ha experimentado las maravillas obradas por el Señor. El Señor llama a Israel pueblo de su propiedad, reino de sacerdotes y nación santa. Son tres apelativos que denotan la especial consagración del pueblo a Dios en todas las instancias de su existencia, condición que le exige ser “distinto” a los demás pueblos, guardando los preceptos del Señor. Escuchado el Evangelio asistimos al llamado y primer envío misionero de los Apóstoles; se alude, en primer lugar, al “recorrido” de Jesús por los poblados y a su compasión frente al cansancio y abandono de la muchedumbre, la cual está “como ovejas que no tienen pastor”. Así, el actuar de Cristo aparece como modelo de toda acción pastoral, que lleva a quienes sufren el alivio, el descanso, la sanación, la esperanza, en pocas palabras, la verdadera y completa salvación. La invitación a pedir al dueño de la mies que envíe obreros a su mies, de un lado constata que es tiempo de sembrar y cosechar en la instauración del reinado de Dios, y que son necesarios cooperados en esta tarea. En estrecha continuidad con este mandato, se sitúa la vocación de los doce Apóstoles, quienes, llamados con nombre propio, son enviados por Jesús, con autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y violencia. Podemos decir que esta misión, que se detalla aún más al final del pasaje evangélico, es fruto y prolongación de la compasión y de la acción del mismo Cristo, Buen Pastor de las ovejas. La segunda lectura, en este contexto, nos hace presente la salvación que Cristo ha obrado en nosotros, llamándola “reconciliación y salvación”. Aunque no se menciona directamente en estos versículos, el propósito es que la comunidad cristiana viva y promueva la reconciliación con Dios y con los hermanos: “ser embajadores de reconciliación” (cfr. 2Cor 5, 20). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La palabra de Dios nos estimula en este día que volvamos sobre nuestra identidad y misión, especialmente como “pueblo, nación santa, reino de sacerdotes”. En efecto, no debemos olvidar que… • Somos pueblo elegido y comunidad consagrada a Dios: el Señor nos ama eligiéndonos y haciendo alianza de amor con nosotros. A la elección de Dios debemos responder con santidad, es decir consagrando a él toda nuestra vida y optando diaria y radicalmente por los mandamientos, como senderos de libertad. • Somos comunidad apostólica: porque nuestra fe está vinculada a los doce que Jesús llamó y porque todos somos enviados como ellos a combatir el mal a fuerza de bien (cfr. Rom 12, 21) y a curar toda enfermedad y dolencia. Somos Iglesia que anuncia la maravillosa buena nueva del amor de Dios, a todos, sin exclusión. • Somos comunidad que da testimonio de unidad fraterna, de caridad, de esperanza, en medio de un mundo que sufre por tantas realidades que van en contravía del plan de salvación del Señor; una Iglesia embajadora de la reconciliación que Cristo consiguió para el mundo con su muerte en cruz y resurrección gloriosa. • Somos Iglesia que prolonga la compasión de Cristo frente al agobio y el sufrimiento de tantos hermanos por la pobreza, la violencia, la injusticia, el desplazamiento, la exclusión, la enfermedad… 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Le pedimos al Señor, como él mismo nos recomienda, que envíe obreros a su mies; que todos los bautizados asumamos con mayor entusiasmo y arrojo nuestro discipulado misionero; que avancemos sinodalmente por los caminos de la comunión, la participación y la misión. Suplicamos igualmente que el Señor, además suscite vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada para que, trabajando en comunión con todo el pueblo santo de Dios, no se malogre la cosecha de la gracia divina, que no deja de actuar en el mundo y en cada persona. _______________________ Recomendaciones prácticas: • Día del Padre. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Nos reunimos en el Día del Señor, para celebrar el Misterio de nuestra fe. Jesús, en varias ocasiones al ver a las multitudes solas y sin pastor, aparece en el Evangelio movido a compasión por ellas: se conmueve en lo más hondo de su ser, porque andaban maltratadas, abatidas y desorientadas. Por eso, Jesús, dirigiéndose a los discípulos, dice: “La mies es mucha, pero los obreros pocos”. Reavivemos la conciencia del llamado que se nos hace a todos como bautizados: prolongar la obra de Cristo, anunciar su Reino, y asumir compromisos concretos de Evangelización en los diversos ambientes en los cuales nos encontramos. Participemos con fe y alegría de esta celebración. Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra nos recuerda la identidad y misión de la Iglesia, pueblo de Dios en el hoy de nuestra historia, comunidad de discípulos y misioneros. Por eso, las lecturas nos animan a pedir al Señor que suscite en nuestras comunidades hombres y mujeres dispuestos a descubrir el sentido vocacional de su vida; que no solo les baste ser buenos, sino que se sepan llamados a ser obreros en la viña del Señor y correspondan generosamente. Escuchemos con atención a Dios que nos habla. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos nuestras oraciones al Padre, que es rico en misericordia, y que está siempre presto a atender las súplicas de quienes lo invocan confiada y filialmente. Digamos con fe: R. Señor, envía obreros a tu mies. 1. Por el Papa, para que el Señor le conceda la fortaleza necesaria para vencer las dificultades que se le presentan cada día y así puedan seguir guiando a la Iglesia con amor, valentía y sabiduría. 2. Por los gobernantes de las naciones y todos los que están comprometidos con la vida política, para que reconozcan que su gran misión es velar por el bienestar común de los que les han sido confiados. 3. Por los enfermos y sus familias, por los secuestrados, por los que han debido abandonar sus familias en busca de mejores oportunidades, para que encuentren en el Señor la ayuda, el consuelo y la paz que necesitan. 4. Por nosotros, reunidos en torno al altar, para que, a la luz del Evangelio, nos comprometamos, a partir de la familia, a ser casas abiertas al paso de Dios y a atender las necesidades de nuestros hermanos con sensibilidad y caridad cristianas. 5. Por los padres de familia, para que reciban el auxilio de Dios y sigan cumpliendo con responsabilidad la misión encomendada en el cuidado de sus familias y por los que ya fallecieron para que reciban el gozo del encuentro con el Padre Celestial. Oración conclusiva Padre bueno, que velas continuamente por nosotros, atiende las plegarias que te presentamos confiadamente. Por Jesucristo, Nuestro Señor. R. Amén.