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Cuaresma

Mar 16 Feb 2016

Señor: ¡Transfórmame!

La Liturgia de la Palabra de este domingo es una invitación clara y directa a hacer la voluntad del Señor, para ser transformados a su imagen. Jesús, como a sus discípulos, también nos muestra de manera anticipada el esplendor de su gloria. Escuchemos atentos. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Génesis 15,5-12.17-18[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 27(26),1.7-8.9abc.13-14 (R. 1a)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Filipenses 3,17 - 4,1[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Lucas 9,28b-36[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] El Evangelio del segundo domingo de Cuaresma nos trae el episodio de la Transfiguración. Lucas, en su evangelio, dice también el motivo por el que Jesús aquel día «subió al monte»: lo hizo «para orar». Fue la oración la que hizo su vestido blanco como la nieve y su rostro resplandeciente como el sol. Deseamos partir de este episodio para examinar el lugar que ocupa en toda la vida de Cristo la oración y qué nos dice ésta sobre la identidad profunda de su persona. La clave de lectura y de reflexión de este relato nos la trae San Pablo, que en la segunda lectura nos recuerda que nuestra verdadera patria es el cielo y que Jesús mismo «transfigurará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo». La Transfiguración de Jesús es un signo y una profecía de aquello que será de nosotros un día en la patria definitiva. Aquello que ha hecho la cabeza debe completarse en el cuerpo: no solo la Pasión, sino también la Transfiguración. Nuestra vida cristiana se desarrolla entre un ser y un llegar a ser: el ya, pero todavía no de nuestra vida cristiana es la transformación en Cristo Jesús; debemos llegar a ser otros cristos, para llegar a ser hombres perfectos, «a la medida del Señor», como lo afirma San Pablo en la carta a los Efesios (4,13), y para ello debemos subir a la montaña, donde de operará de manera definitiva nuestra propia transfiguración. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] Aquí nos podemos preguntar: ¿Quién y cómo es el hombre transformado en Cristo? Es uno que tiene como alimento hacer la voluntad del Padre, es alguien que se deja conducir dócilmente por el Espíritu, sea que lo lleve al desierto o a lo alto del monte. El hombre transformado en Cristo es uno que ama a los hermanos hasta dar la vida por ellos (tiempo, afecto, bienes espirituales y materiales). Es alguien que se deja seducir por la pasión por el Reino, y que no antepone nada a él, dispuesto a darlo todo sin esperar nada a cambio, sino solo la amistad con Cristo el Señor. Esta entrega sin medida es justamente el comienzo de la verdadera transfiguración. En tres momentos podemos resumir nuestra entrega generosa a Cristo: conocerlo, imitarlo y comulgarlo. Debemos ser apasionados en el verdadero conocimiento de Cristo, un deseo ardiente de oír hablar de él, y buscar una permanente y efectiva comunicación con Él, en una relación personal, viva y verdadera. Acercarnos a la Palabra de Dios, lo mismo que al Magisterio vivo de la Iglesia, nos da la seguridad de que lo estamos conociendo. Este tal conocimiento de Cristo nos debe llevar necesariamente a imitarlo. El «escucharlo» que nos recuerda el Evangelio, es un imperativo para ser puesto en marcha cuanto antes. La cruz se convierte en la clave de todo, ya que entre ella y la transfiguración hay una relación directa, semejante a la muerte y a la resurrección de Cristo. Debemos llegar hasta tener los mismos sentimientos de Cristo Jesús (Cf. Flp 2,5). Lo que nos salva no es nuestra voluntad de ser salvados, sino la voluntad de Dios de salvarnos, o sea su gracia. Es Él quien nos reviste del manto de la salvación. La comunión de vida con Cristo alcanza su máxima expresión en el sacramento de la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia de nuestra transfiguración en Cristo. En la Eucaristía, más que tomarlo a Él, es Él quien nos toma a nosotros y nos convierte en Él. El efecto saludable de la Eucaristía es convertirnos en aquello que comulgamos, como nos los recuerda San León Magno y San Agustín. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] Jesús no fue al desierto para ser tentado sino para orar y hacer penitencia, ni subió al monte para transfigurarse sino también para orar: era esta su intención. La Trasfiguración fue en cierta forma el efecto de la oración. Esto es de importancia máxima para nuestra transformación: no hay asimilación a Cristo sin oración, y sin aquel tipo de oración que Jesús nos ha mostrado: con calma, en silencio, en un lugar solitario. Nunca lograremos ser buenos cristianos sin el recurso de la oración. Jesús nos lo repite siempre, «velen y oren»; velar y orar sin cansarnos jamás. La Eucaristía que estamos celebrando es oración de acción de gracias al Señor, por todos los beneficios que a diario nos concede, y en esta acción de gracias Él también nos alimenta con su Cuerpo y con su Sangre. El Padre también nos ha dicho: «Este es mi Hijo, escúchenlo». Y a nosotros que lo hemos escuchado en su Palabra, se nos da también en alimento, para que al final de nuestro peregrinar terreno seamos conformados a su cuerpo glorioso. [icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon] La escucha de la narración de la Transfiguración es invitación a los cristianos a afianzar la fe en el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, para adherir en plena fidelidad a la alianza, a la voluntad de Dios, y ser verdaderos discípulos de Cristo. Proponer a los fieles la práctica de las obras de misericordia en este Tiempo de Cuaresma, muy recomendadas por el Papa Francisco para este Año Jubilar. En el marco del Año de la Misericordia, aprovechar el Tiempo de Cuaresma para ganar la indulgencia plenaria. Recordar que mañana lunes 22 de febrero, es la Fiesta de la Cátedra de San Pedro, Apóstol; invitar a orar de manera especial por el Santo Padre el Papa Francisco.

Jue 11 Feb 2016

Descarga el calendario litúrgico para Cuaresma

¿Sabes cuáles son las principales fechas del calendario litúrgico en Cuaresma? Aquí te presentamos con las lecturas y anotaciones especiales tomadas del Ordo de la Iglesia Católica en Colombia. A través de la aplicación calendario de Google, podemos a disposición de los fieles el calendario con la fechas más significativas del Tiempo de Cuaresma. Si tienes cuenta en Google puede añadir este calendario a tu lista de calendario de Google y tener presente cada una de las fechas. Simplemente debes hacer clic en Calendario litúrgico Cuaresma [icon class='fa fa-hand-o-right' link='']Visita también nuestro especial Web de Cuaresma[/icon]

Jue 11 Feb 2016

Siendo fieles al Dios vencemos a las tentaciones

El ser humano está permanentemente expuesto a las tentaciones del dinero, los bienes materiales, el placer y la manipulación de las conciencias. Para evitar estas tentaciones debemos aferrarnos y ser fieles a Dios, así como Cristo lo hace. Este es el eje central de la reflexión que el cardenal Rubén Salazar Gómez comparte para el primer domingo de Cuaresma. “Cristo vence a la tentación apoyado de la Palabra de Dios, por ello se mantiene firme”, explicó el arzobispo de Bogotá. A la luz de la Palabra preguntémonos ¿Cuáles son las tentaciones que tenemos en nuestra vida? [icon class='fa fa-youtube fa-2x' link='']Ir a lista de reproducción[/icon]

Jue 11 Feb 2016

Acojamos con Fe la Palabra

No solo con el ayuno, sino también con la Palabra de Dios, Jesús logró vencer las insidias del tentador. San Pablo nos recuerda que la Palabra está cerca de nosotros, en nuestros labios y en nuestro corazón. Escuchémosla y hagámosla vida, pues ella es vida y salvación para quienes la acogen con fe. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Deuteronomio 26,4-10[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo de respuesta: 91(90),1-2.10-11.12-13.14-15[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Romanos 10,8-13[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Lucas 4,1-13[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO BÍBLICO[/icon] En el curso del Año Litúrgico, este es un domingo muy importante: comienza la Cuaresma y con ella nuestra subida a Jerusalén para acompañar a Jesús en su pasión, muerte y resurrección. Por una antigua tradición, el primer domingo de Cuaresma nos trae el relato de «las tentaciones de Jesús en el desierto». El Evangelio de Lucas, que leemos durante este año, fue escrito, como dice él mismo en la introducción, para que el lector creyente se pudiera «dar cuenta de la solidez de las enseñanzas que había recibido». Esta intención es de extraordinaria actualidad. Frente a los ataques desde toda parte a la historicidad de los evangelios y frente a las manipulaciones sin límites de la figura de Cristo, es más importante que nunca que el cristiano, y todo lector honesto del Evangelio, se dé cuenta de la solidez de las enseñanzas y de los relatos en él referidos. Partiendo siempre del Evangelio del domingo, descubrimos quién era verdaderamente Jesús: si un simple profeta y un gran hombre, o algo más y diferente, para vencer nuestra ignorancia y pode salir al paso de concepciones erradas y equivocas sobre el Hijo de Dios, tan recurrentes en estos tiempos. Es un hecho innegable, y entre los más seguros históricamente, que Jesús liberó a muchas personas del poder destructivo de Satanás. Frente a la liberación clamorosa que Jesús había obrado en un endemoniado, sus enemigos, al no poder negar el hecho, dicen: «Expulsa a los demonios en nombre de Belcebú, el príncipe de los demonios» (Lc 11,15). Jesús demuestra que esta explicación es absurda (si Satanás estuviera dividido contra sí mismo, habría acabado desde hace tiempo su dominio; en cambio, prospera). La explicación es otra: Él expulsa los demonios con el dedo de Dios, esto es, con el Espíritu Santo, y esto demuestra que ha llegado a la tierra el Reino de Dios. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] Satanás era «el hombre fuerte» que tenía bajo su poder a la humanidad; pero ahora ha venido uno «más fuerte que él» y lo está despojando de su poder. Esto nos dice algo formidable sobre la persona de Cristo. Con su venida ha comenzado para la humanidad una nueva era, un cambio de régimen. Una cosa de este tipo no puede ser obra de un simple hombre; tampoco de un gran profeta. Es importante observar el nombre o el poder con base en el cual Jesús expulsa a los demonios. La fórmula habitual con la que el exorcista se dirige al demonio es: «Te conjuro por... o en nombre de... te ordeno que salgas de esta persona». Apela, por lo tanto, a una autoridad superior, que es la de Dios, que es la de Jesús. No así Jesús: Él dirige al demonio un tajante «te ordeno». «¡Yo te ordeno!» Jesús no necesita apelar a una autoridad superior; Él es la autoridad superior. La derrota del poder del mal y del demonio era parte integrante de la salvación definitiva (escatología) anunciada por los profetas. Jesús invita a sus adversarios a sacar la consecuencia de lo que ven con sus propios ojos: así que ya no hay más que esperar, que mirar adelante; el reino y la salvación está en medio de ellos. El tan mencionado discurso sobre la blasfemia contra el Espíritu Santo se explica a partir de esto. Atribuir al espíritu del mal, a Belcebú, o a la magia, aquello que era manifiestamente obra del Espíritu Santo de Dios significaba cerrar obstinadamente los ojos ante la verdad, ponerse contra Dios mismo, y por lo tanto privarse solos de la posibilidad de perdón. Una sugerencia práctica del evangelio del día de hoy es que el mal también es fuerte a nuestro alrededor. Asistimos a formas de maldad que van más allá de nuestra capacidad de comprender; nos quedamos abatidos y sin palabras ante ciertos episodios que nos traen los medios de comunicación. El mensaje consolador es que existe en medio de nosotros uno que es «más fuerte» que el mal. La fe no nos sitúa a resguardo del mal y del sufrimiento, pero nos asegura que con Cristo podemos orientar el mal hacia el bien, hacerlo servir para la redención nuestra y del mundo. Algunas personas experimentan en la propia vida o en la propia casa una presencia de mal que les parece de origen directamente diabólico. A veces ciertamente lo es (conocemos la difusión que tienen las sectas y los ritos satánicos en nuestra sociedad, especialmente entre los jóvenes), pero es difícil entender en casos individuales si se trata verdaderamente de Satanás o de perturbaciones de origen patológico. Afortunadamente no es necesario llegar a la certeza sobre las causas. Lo que hay que hacer es adherirse a Cristo con la fe, la invocación de su nombre, la práctica de los sacramentos. Es necesario precisar que el evangelio de hoy no solo nos recuerda que estamos en constante peligro sino, aún más, que podemos vencer y salir victoriosos de la tentación, valiéndonos de dos armas: el ayuno y el recurso de la Palabra de Dios. Ya lo habíamos recordado el miércoles pasado: «Con el ayuno cuaresmal tu vences las pasiones, elevas nuestro espíritu...». [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] El Evangelio de este domingo nos sugiere un medio con vistas a esta lucha, importante para cultivar sobre todo en Tiempo de Cuaresma. Jesús no fue al desierto para ser tentado; su intención era retirarse en el desierto a orar y a escuchar la voz del Padre. En la historia ha habido muchedumbres de hombres y mujeres que han elegido imitar a este Jesús que se retira al desierto. Pero la invitación a seguir a Jesús al desierto no se dirige sólo a monjes y ermitaños. De manera distinta, también se dirige a todos. Monjes y eremitas han elegido un espacio en el desierto; nosotros debemos elegir al menos un tiempo de desierto. Pasar un tiempo de desierto significa hacer un poco de vacío y de silencio en torno a nosotros; reencontrar el camino de nuestro corazón, sustraernos al bullicio y a los apremios externos, a fin de entrar en contacto con las fuentes más profundas de nuestro ser y de nuestro creer. Esta eucaristía que estamos celebrando se puede convertir en un buen comienzo para ello: para entrar en desierto. En ella el Señor nos alimenta, como al profeta Elías, para que con su fuerza podamos recorrer no solo cuarenta días sino muchos más. [icon class='fa fa-play' link='']Recomendaciones prácticas[/icon] Invitar al pueblo de Dios a vivir la cuaresma como camino de conversión eclesial a través de la escucha de la Palabra, la oración y ayuno. Recordar a los fieles que durante la Cuaresma se desarrolla la Campaña de la Comunicación Cristiana de Bienes. También que, los viernes de Cuaresma son días de abstinencia de carne, que obliga a todos los mayores de catorce años. Recomendar el ejercicio piadoso del santo Viacrucis y el fomento de la oración. Este domingo se celebra el rito «de la elección» o «inscripción del nombre» para los catecúmenos que serán admitidos a los sacramentos de iniciación cristiana en la Vigilia Pascual, empleando las oraciones e intercesiones propias, como se encuentran en las páginas 799-800 del Misal Romano.

Mié 10 Feb 2016

¿Qué es el Miércoles de Ceniza?

La imposición de la ceniza es el gesto simbólico en la frente (fruto de la cremación de los ramos del año pasado) que se hace como respuesta a la Palabra de Dios que nos invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua. La ceniza, del latín "cinis", es producto de la combustión de algo por el fuego. Muy fácilmente adquirió un sentido simbólico de muerte, caducidad, y en sentido trasladado, de humildad y penitencia. La Iglesia primitiva la Cuaresma comenzaba 42 días antes de la Pascua. Eran 36 días de ayuno, excluyendo los domingo. En el siglo VII se agregaron 4 días, antes del primer domingo, para imitar el ayuno de Cristo en el desierto. En Roma era costumbre que los penitentes comenzaran su penitencia pública el primer día de Cuaresma. Eran salpicados de cenizas, vestidos de sayal y obligados a mantenerse lejos hasta que se reconciliaran con la Iglesia el Jueves Santo o el Jueves antes de la Pascua. Esta práctica quedó en desuso del siglo VIII al X.* Sagrada Escritura: Primera lectura: Joel 2,12-18 Salmo de respuesta: 51(50),3-4.5-6a.12-13.14+17 (R. cf. 3a) Segunda lectura: 2Corintios 5,20 - 6,2 Evangelio: Mateo 6,1-6.16-18 [icon class='fa fa-hand-o-right' link='']Orientaciones para la Homilía[/icon] [icon class='fa fa-hand-o-right' link='']Celebración de la Palabra de Dios con imposición de la ceniza (P. Diego Uribe)[/icon] [icon class='fa fa-hand-o-right' link='']Visita también nuestro especial Web de Cuaresma[/icon]

Mié 10 Feb 2016

“Estaba en la cárcel, y vinisteis a verme”

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía – Llega la Cuaresma 2016, en el marco del Año de la Misericordia. Desde el miércoles de ceniza, empezamos la colecta de COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES. Y por cinco años, hasta 2020, Dios mediante, estará dedicada en nuestra arquidiócesis de Cali a la fundación y financiación de LA PARROQUIA PERSONAL DE LAS CÁRCELES. Será uno de los más significativos frutos de este año, cuya sexta obra corporal de misericordia reza: “visitar a los presos”. Villahermosa, Jamundí (hombres y mujeres), las cárceles de menores en Cali, la cárcel de Yumbo, las URI y demás entes similares, albergan una gran población e involucran en este drama a las familias, al personal de guardia (INPEC), al personal administrativo y, de alguna ,manera, a las comunidades y escenarios de influencia de las personas encarceladas. Situaciones de hacinamiento, de reincidencia sistemática, de difícil convivencia, de mercado de armas y drogas, de extorsión, de asistencia humanitaria y jurídica, de vacío educativo y de reeducación, de oportunidades laborales, de un post-penado con condiciones de reintegración afectiva y social, son previsibles en la cotidianidad de los penales. La Iglesia en Aparecida (Brasil), denunció esta difícil realidad (DA427) y llama a los Estados del continente a que se planteen “con seriedad y verdad la situación del sistema de justicia y la realidad carcelaria” y a que apoyen la labor formativa ética y de valores (DA428). Pero, ¿qué pasa en el campo religioso, de espiritualidad y asistencia pastoral, de evangelización e iniciación cristiana, de formación de internos para la labor apostólica, de solidaridad eclesial con las familias, de vinculación de reclusos a la reconciliación y la paz? ¿Cómo se está dando la labor de Iglesia, de los capellanes y la pastoral penitenciaria católica, de otras organizaciones laicales? ¿Cómo esta población debería ser destinataria de esa “responsabilidad social” educativa, desde alfabetización y escuelas digitales hasta grados y postgrados, y de la formación cristiana y de agentes pastorales que ofrece la Iglesia, aprovechando mejor su condición de internado? ¿Cómo podrían los creyentes cristianos y católicos de las cárceles ser formados en la espiritualidad de la intercesión a Dios como camino de reconciliación y sanación, de rehacer los vínculos inexistentes, heridos o rotos? “La Iglesia agradece a los capellanes y voluntarios que, con gran entrega pastoral, trabajan en los recintos carcelarios. Con todo, se debe fortalecer la pastoral penitenciaria, donde se incluyan la labor evangelizadora y de promoción humana por parte de los capellanes y del voluntariado carcelario. Prioridad tienen los equipos o Vicarías de Derechos Humanos que garanticen el debido proceso a los privados de libertad y una atención muy cercana a la familia de los mismos” (DA429). “Se recomienda a las Conferencias Episcopales y Diócesis fomentar las comisiones de pastoral penitenciaria, que sensibilicen a la sociedad sobre la grave problemática carcelaria, estimulen procesos de reconciliación dentro del recinto penitenciario e incidan en las políticas locales y nacionales, en lo referente a seguridad ciudadana y a la problemática penitenciaria” (DA430). La tarea que asumimos como Arquidiócesis, de crear desde lo existente, y en cooperación de Iglesia y con las Instituciones pertinentes, la PARROQUIA PERSONAL DE LAS CÁRCELES, la encomendamos muy especialmente a Nuestra Señora de Las Mercedes, primer rostro de María que conoció América desde el descubrimiento, Patrona liberadora de los cautivos y prisioneros y faro de la justicia y libertad que el Señor Jesús anunció en el comienzo de su misión pública (Lucas 4,18-19): “Me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos”. Que el reclamo de Jesús Preso no nos encuentre vacíos. Que no le suceda hoy a Jesús “el abandono” de los suyos cuando fue detenido en Getsemaní: “Y, abandonándole, huyeron todos” (Mc14, 50). Los bendigo en esta Cuaresma 2016 con el Abrazo de la Misericordia que nos arropa a todos. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Mar 9 Feb 2016

4 claves para entender la Cuaresma

En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Este año - en particular - el Papa Francisco nos invita a que a través de las obras de misericordia mostremos al prójimo el amor de Dios, capaz de transformar “el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia”. El departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) comparte cuatro claves que nos permitirán conocer los principales aspectos que este tiempo de conversión. [icon class='fa fa-hand-o-right' link='']Visita también nuestro especial Web de Cuaresma[/icon]

Lun 8 Feb 2016

Visita especial Web para Cuaresma

El Departamento de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) pone a disposición de los fieles el sitio web: Camino a la Pascua 2016. El proyecto tiene como objetivo acercar al creyente a este tiempo litúrgico a través de insumos y materiales multimedia. "En el contexto del Año de la Misericordia que vive nuestra Iglesia queremos brindar una web donde el creyente encontrarán contenidos sobre la Cuaresma en clave de misericordia, perdón, reconciliación y paz", explicó el padre José Elver Rojas Herrera, director de Comunicación Social del episcopado. El sitio ofrece al visitante 8 secciones: Cuaresma, con información conceptual de este tiempo litúrgico; calendario, con las principales fechas de este tiempo; Miércoles de Ceniza, información de este día en el que se inicia la Cuaresma; Lecturas, las lecturas de los 5 domingos; Prácticas, con datos de las principales prácticas cuaresmales; Mensajes, todos los mensajes emitidos desde 1978; Insumos, materiales catequéticos y de reflexión acerca de la Cuaresma y finalmente Campaña, sección donde se explica todo acerca de la tradicional Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes. "Con estos materiales queremos ayudar que los creyentes preparen sus corazones para recibir la luz de Cristo en sus vidas", aseguró el padre Rojas Herrera. [icon class='fa fa-hand-o-right fa-2x' link='']Ingresa al sitio Web[/icon]