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derechos humanos

Lun 13 Feb 2023

Encuentro de Pastoral Social: “Nos vamos con el compromiso de seguir implementando estrategias para la paz”

Al concluir el Encuentro Nacional de Pastoral Social que se desarrolló en Bogotá del 1 al 3 de febrero, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social ofreció un balance positivo del mismo. El prelado explicó que gracias a la dinámica del encuentro se logró estudiar y analizar de manera detallada el documento “Hacia una Pastoral para la Reconciliación y la Paz”, permitiendo plantear estrategias para que pueda ser luego socializado en otros ambientes eclesiales y sociales. El también obispo de Soacha, dijo que espera que los contenidos de este documento, sirvan de "insumo fundamental para que laicos, sacerdotes y comunidades religiosas, inspirados en la Palabra de Dios y las enseñanzas sociales de la Iglesia católica, se comprometan con criterios y acciones pedagógicas a en la construcción de paz junto a otras organizaciones e instituciones del país". Expuso además que, este documento tiene todos los contenidos para que en la práctica se implemente en las Jurisdicciones Eclesiásticas una Pastoral para la Reconciliación y la Paz, basado en la palabra de Dios y la enseñanza del Magisterio de la Iglesia. Cabe recordar que este documento “Hacia una Pastoral para la Reconciliación y la Paz” es fruto de un período de consulta realizado por la Conferencia Episcopal de Colombia, a diversos sectores eclesiales, donde se tuvieron presentes las opiniones y prácticas de algunos sectores de la sociedad civil y la comunidad internacional. En otro aspecto, destacó la riqueza del compartir de las experiencias presentadas por los diferentes delegados presentes en el encuentro, donde resaltaban sus logros, sus temores y planteaban sus interrogantes frente a la construcción de paz, al respecto afirmó el prelado “nos dedicamos a analizar cuáles eran los retos que se nos plantean como Iglesia en el actual contexto de la propuesta que hace el Gobierno Nacional hacia una ‘Paz Total’”. Por su parte, el padre Johnny Milton Córdoba Mosquera, director de la Pastoral Social de la Diócesis de Quibdó, quien participó de este espacio de diálogo, resaltó el compartir y las experiencias allí expuestas, resaltando como desde la Iglesia se continúa siendo constructores de paz en medio de las comunidades. “Las expectativas quedaron muy bien despejadas y es que todo esto que recibimos nosotros debe ser llevado y bajado a las comunidades, porque o sino no tiene ningún sentido que hayamos recibido todo esto que nos ha impartido el Secretariado Nacional de Pastoral Social -SNPS”. El religioso exhortó a no dejarse robar la esperanza, más en estos momentos en los que el país gesta un proceso de paz, que para su concepto será posible si va tomado de la mano de Dios, por lo que hizo un llamado a los incrédulos a que crean que la paz es posible y empieza por cada uno. Durante el evento se llevó a cabo un conversatorio con el Alto Comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda Rodríguez, sobre las posibilidades de articulación entre el Gobierno nacional y el acompañamiento de la Iglesia para el desarrollo de acciones de paz en las regiones. En su intervención, el Alto Comisionado para la Paz señaló concordancias profundas en relación a los principios propios del Evangelio y lo que se espera de la política de gobierno en relación con “la paz total”, reconociendo que la paz es sinónimo de justicia social y requiere de tres principios éticos para su desarrollo: 1. La ética del respeto a la vida; 2. la ética fundada en el diálogo y escucha, y, 3. la ética de la honestidad. El Comisionado Rueda, señaló que, para dar el primer paso, es necesario concertar ceses al fuego con los grupos a nivel territorial y “pactos por la vida”, que den apertura al diálogo entre comunidades e integrantes de los grupos de violencia urbana y rural desde un enfoque de justicia restaurativa. Luego de socializar el avance en los diálogos, señaló importantes retos que aún persisten, como poder generar procesos de comunicación de manera diferente donde la ética de la honestidad esté en el centro de la práctica de la construcción de la paz. Por esta razón, expresó la intención del Gobierno nacional de articularse con los señores Obispos y Directores de Pastoral Social, y extendió una invitación para aunar esfuerzos que permitan seguir construyendo escenarios dialógicos con los grupos armados que hacen presencia en los territorios, ya que se ha identificado que “cuando la Iglesia es mediadora o hace presencia en un espacio de diálogo, da confianza a los actores involucrados”, señaló el Alto Comisionado. Fuente: Of. comunicaciones SNPS

Vie 23 Dic 2022

Iglesia en Quibdó, seguirá explorando, mediando, animando, impulsando y construyendo caminos hacia la paz

Un llamamiento a los actores armados realiza el Administrador Apostólico de Quibdó, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, para que hagan un cese al fuego, respeten la vida, y se reincorporen a la vida civil. Así lo dio a conocer el prelado a través de un comunicado, donde señala que este mismo llamado urgente lo hacen los jóvenes y la sociedad quibdoseña; y asegura que, hay grupos armados interesados en solicitar la intervención de la Diócesis de Quibdó para que acompañe e impulse los procesos de exploración, acercamiento y diálogo. Si bien califica como positivo el levantamiento del Paro Armado decretado por el ELN, pide a este grupo permanecer en actitud de diálogo con el Gobierno Nacional y dejar por fuera del conflicto a la población civil. Igualmente, celebra el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas RPS – Cartel del Norte, de las Fuerzas Revolucionarias Mexicanas y de las Fuerzas Armadas Los Yan, grupos armados urbanos de Quibdó, de querer sentarse a dialogar y cesar sus hostilidades. Por lo que el jerarca ofrece los oficios de la Iglesia para velar que se cumplan y respeten los acuerdos a que pudieran llegarse si se diera este proceso de diálogo. Sin embargo, hace un llamado urgente a las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, a los Urabeños, el Clan del Golfo, a Los Sureños, a los Calvos o Chukys, a Los Palmeños, a Los Zetas, a los de Kennedu y a los Rapados, a “hacer pública su manifestación de voluntad de sentarse a dialogar y buscar una salida pacífica a este conflicto, cesando extorsión y el derramamiento de sangre en la ciudad de Quibdó”. Al Gobierno Nacional, le solicita crear “las condiciones necesarias en la ciudad de Quibdó, que conduzcan a verdaderas medidas sociales de garantías de derechos, que atiendan las genuinas causas del conflicto y a rodear, de manera decidida, las iniciativas de diálogo, manifestadas por diferentes grupos armados, la voluntad de la sociedad quibdoseña y la Iglesia Católica”. Anima a la Comunidad Internacional para que continúe apoyando e impulsando la implementación del Acuerdo de Paz y todos los espacios de diálogo con los diferentes Actores Armados que operan en el Departamento del Chocó. Finalmente, asegura que la Iglesia seguirá “explorando, mediando, animando, impulsando y construyendo caminos de acercamiento con diferentes actores para hacer posible LA PAZ en este territorio”. El mensaje concluye agradeciendo el apoyo del Nuncio Apostólico de Colombia, Luis Mariano Montemayor, de la Conferencia Episcopal de Colombia y del Secretariado Nacional de Pastoral Social, quienes en los últimos días se congregaron en Chocó, con el fin de escuchar a las comunidades y apoyar de manera decidida el acercamiento a unos diálogos de paz con los diferentes actores armados. DESCARGAR COMUNICADO AQUÍ

Lun 28 Nov 2022

Diócesis de Riohacha inaugura oficina de Derechos Humanos

Como una necesidad urgente de blindar la promoción, defensa y protección de los Derechos Humanos de los habitantes en el Departamento de la Guajira, el obispo de Riohacha, Francisco Antonio Ceballos Escobar, creo la oficina de Derechos Humanos. Durante el acto inaugural, el prelado expuso que esta es una iniciativa que surge en atención al momento actual de conflicto que toca estos territorios y agregó que será un organismo eclesial inspirado en el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, que se encargará de “promover, defender y proteger los Derechos Humanos en la Guajira, aun sabiendo de la existencia de varias organizaciones en la región que tienen como fin la salvaguarda de los derechos humanos”. “En este momento de tanta sensibilización por los Derechos Humanos y, a la vez, de tanto irrespeto a los mismos, estoy convencido de que la evangelización es integral, por lo cual, en el anuncio del Evangelio jamás puede faltar la proclamación y defensa de los Derechos Humanos, pues el anuncio es integral; así podemos hacer realidad el axioma teológico: “lo que no es asumido, no es redimido”; verdad que debe empujar nuestra acción pastoral”, apuntó. Así mismo, expresó su agradecimiento a las agencias internacionales de Adveniat y Helpage, quienes desde un principio de conocer esta iniciativa, extendieron generosamente sus campos de ayuda. También mostró gratitud a la Pastoral Social, Banco de Alimentos, oficina de la Educación Contratada, oficina de la Mujer, a las parroquias, al Centro de Comunicaciones e Instituciones Educativas de la Diócesis de Riohacha, a la Abogada Pamela Natalia Loaiza Barrios y demás organizaciones defensoras de derechos humanos. Al acto inaugural que se realizó el pasado 17 de noviembre, asistieron representantes de entidades e instituciones tales como: Defensoría del Pueblo, Fiscalía General de la Nación, Comando de Policía de la Guajira, oficina de la Mujer, Fundación Restaurar, Instituto Educativo Eusebio Séptimo Mari, Instituto Educativo Divina Pastora, sede Vila Fátima, Pastoral Social, JCI, Educación Contratada, Nodo Ambiental de Riohacha y Migración Colombia. DESCARGAR PALABRAS DE MONS. FRANCISCO CEBALLOS

Mar 15 Nov 2022

Diócesis de Cúcuta entrega la distinción San Pedro Claver

A través de la Corporación de Servicio de Pastoral Social (COSPAS), de la Diócesis de Cúcuta, se hizo entrega este 13 de noviembre de la distinción San Pedro Claver, un galardón que en reconocimiento reciben las personas o instituciones que trabajan en este departamento del Norte del Santander en favor de los menos favorecidos. En su séptima versión, la estatuilla fue entregada en esta ocasión a las hermanas de la Caridad de santa Teresa de Calcuta; hermanas Adoratrices; hermanas Lauritas, y a las hermanas de María Auxiliadora. “Este es un galardón que reciben las personas o instituciones que trabajan por los Derechos Humanos, y que, ante los diversos problemas sociales, aportan soluciones que expresan la caridad de Cristo y el mejoramiento de la condiciones sociales de la población vulnerable en esta Iglesia Particular”, expusieron sus organizadores. La ceremonia de entrega tuvo lugar en el Centro Comercial Unicentro, después de la Sagrada Eucaristía que presidió el Vicario General de la Diócesis de Cúcuta, el sacerdote William Aguilar Vargas y concelebrada por el padre Abimael Vaca Vargas, director de COSPAS. La distinción Orden San Pedro Claver fue instituida en el año 2009 y busca reafirmar un compromiso con las instituciones y personas para seguir trabajando en la promoción de la dignidad humana en sus condiciones menos favorables.

Lun 13 Dic 2021

Derecho a tener derechos

Por: Mons. Fernando Chica Arellano - La expresión original proviene de la filósofa judía Hannah Arendt, que reflexiona acerca de la vulneración radical de los derechos humanos en la Alemania nazi, especialmente en el caso de judíos y gitanos, cuando fueron convertidos en apátridas. Estas personas sin patria no pueden ejercer los derechos mínimos ni reclamarlos ante una autoridad, que ni siquiera los reconoce como ciudadanos. Por eso, indica Hannah Arendt, el “derecho a tener derechos” es el primero de todos. Estas consideraciones nos pueden ayudar para enfocar la reflexión en torno al 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, en el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Si bien Arendt se centraba en la importancia del Estado-nación como garante de la protección de los derechos humanos, la evolución de estas décadas y la situación actual nos conducen a unas consideraciones más globales, es decir, a afrontar el reto de que los derechos humanos sean, verdaderamente y en lo concreto, universales. Pensemos, por ejemplo, en la pandemia de Covid-19, en el proceso de vacunación y en las implicaciones que está teniendo la nueva variante ómicron. Mientras que Estados Unidos y Europa han vacunado al 70% de su población, en África sólo el 7% de las personas han recibido la pauta completa. Los países ricos han acumulado reservas de vacunas y se han lanzado ya a inocular la tercera dosis, cuando millones de personas en muchas regiones del planeta aún no tienen acceso a las mismas. Las iniciativas para lograr una moratoria en las patentes de las vacunas (que hubieran facilitado el proceso de producción y distribución de las mismas) han sido un rotundo fracaso. La pregunta, entonces, es clara: ¿Acaso no tenemos todos los humanos el mismo derecho a tener derechos? En lo concreto, ¿no tenemos un derecho similar a recibir una vacuna para una pandemia que, por definición, es global? La miopía desde la perspectiva de la salud pública se cruza con la miopía etnocéntrica de quienes no parecen creer que todos tenemos los mismos derechos. Reivindicar, pues, el “derecho a tener derechos” se ha convertido en algo básico. La alimentación en el mundo nos ofrece un segundo ejemplo. Mientras en determinadas zonas geográficas y sociales estamos seriamente preocupados por el sobrepeso y la obesidad (otra forma de malnutrición), millones de personas en el mundo sufren hambre, escasez de alimentos, infra alimentación, anemia y enormes dificultades de acceso al agua potable. Parecería que unos se dejan llevar por las ilimitadas dinámicas del deseo y del consumo compulsivo acrecentado por la publicidad (reclamando como “derecho” lo que, en el fondo, son casi caprichos) mientras que otras muchas personas no logran satisfacer sus necesidades básicas. De nuevo, nos encontramos con la importancia de reconocer el “derecho a tener derechos”. Si no, parece que nos habituamos a que haya ciudadanos de primera y de segunda categoría. Estos últimos no entran siquiera en la consideración de que tienen derechos verdaderamente exigibles. Un tercer ejemplo lo encontramos en el ámbito de las migraciones. Ya sea que miremos el desierto de Arizona o de Argelia, el mar Mediterráneo o el canal de la Mancha, la frontera entre Bielorrusia y Polonia o la que divide Haití y República Dominicana, o cualquier otro punto caliente del globo, constatamos que muchas personas sufren las consecuencias de no ser consideradas, en verdad, como sujetos de derechos. De ahí provienen los abusos, los malos tratos, la explotación laboral, la exclusión residencial, las redes de trata y tráfico de personas, las humillaciones en frontera, la xenofobia, la aporofobia y todo tipo de discriminación. En el fondo, da la impresión de que funcionamos como si algunas personas no tuvieran todos los derechos (que, en teoría, son universales por ser humanos). De nuevo, hay que reivindicar este “derecho a tener derechos”. A partir de estos ejemplos y de estas reflexiones, podemos acercarnos al magisterio del papa Francisco, formulado en su última encíclica, Fratelli Tutti, sobre la fraternidad y la amistad, que aborda estas cuestiones de manera explícita. Así, por ejemplo, dice el Obispo de Roma: “Muchas veces se percibe que, de hecho, los derechos humanos no son iguales para todos” (FT 22). De este modo, se establecen “categorías de primera o de segunda clase, de personas con más o menos dignidad y derechos. De esta manera se niega que haya lugar para todos” (FT 99). E insiste en fomentar un talante abierto, en procurar un corazón amplio y promover una actitud universal, “la que se requiere para reconocer los derechos de todo ser humano, aunque haya nacido más allá de las propias fronteras” (FT 117). Frente a ello, advierte el Sucesor de Pedro: “Las diferencias de color, religión, capacidades, lugar de nacimiento, lugar de residencia y tantas otras no pueden anteponerse o utilizarse para justificar los privilegios de unos sobre los derechos de todos” (FT 118). Por el contrario, “si se acepta el gran principio de los derechos que brotan del solo hecho de poseer la inalienable dignidad humana, es posible aceptar el desafío de soñar y pensar en otra humanidad. Es posible anhelar un planeta que asegure tierra, techo y trabajo para todos. Este es el verdadero camino de la paz” (FT 127). Y concluye de manera asertiva: “Todavía estamos lejos de una globalización de los derechos humanos más básicos” (FT 189). Para salir de este atolladero, debemos pedir fuerzas a Dios, de modo que crezcamos en respeto por los demás y así convencernos de que necesitamos reconocer y garantizar el derecho de todos a tener derechos. Mons. Fernando Chica Arellano Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, el FIDA y el PMA

Jue 10 Jun 2021

Iglesia y varias organizaciones denuncian “panorama sombrío” en el Chocó

En un comunicado, los representantes de organizaciones sociales y etnicoterritoriales del departamento del Chocó, y las diócesis de Quibdó, Istmina - Tadó y Apartadó, expresan su preocupación por las constantes amenazas que siguen sufriendo las comunidades de estos territorios del Pacífico, así como por el creciente empobrecimiento de la población. "La situación de violencia continúa siendo insoportable en la gran mayoría de los municipios del Chocó. Los grupos armados y la delincuencia organizada ejercen control en gran parte del territorio, afectando gravemente sectores urbanos y rurales (...) El empobrecimiento de la población del departamento continúa aumentando, haciendo que cada vez sea más difícil la supervivencia del 70% de sus habitantes", alertan en su mensaje. Igualmente, señalan que a esta difícil situación se suma el incremento en el número de contagios por COVID-19, llevando a decretar la alerta roja en el tema de salud. "Es lamentable que, en este contexto, el departamento padezca por la pésima atención hospitalaria, caracterizada por falta de atención a los pacientes, deudas salariales, desórdenes administrativos y una precaria infraestructura". En este contexto, advierten que la Misión Médica que ha venido apoyado esta emergencia sanitaria, está siendo "atacada sistemáticamente por la criminalidad organizada y por las prácticas de corrupción privada y estatal que ponen en riesgo la vida del personal médico y la salud de los usuarios". En materia educativa, los firmantes de la misiva observan que, tras la pandemia, niños y jóvenes se han visto afectados en sus procesos de formación y el Ministerio de Educación "se niega a garantizar las condiciones necesarias para el retorno seguro a la presencialidad". Frente a este panorama sombrío, hacen un nuevo llamado al Gobierno Nacional, regional y local para que, prontamente, sean atendidos los "reclamos que históricamente se han hecho desde la sociedad civil". Así mismo, invitan para que en el contexto del Paro Nacional, todos los actores, de manera especial los jóvenes, se unan a un diálogo regional "que le permita al departamento encontrar caminos concretos para exigir sus derechos y sumarse con propuestas al nuevo horizonte del país", puntualizan. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 13 Mayo 2021

Ante crisis nacional, reflexiones y llamados de la Diócesis de Quibdó

La Diócesis de Quibdó, presidida por su obispo Juan Carlos Barreto Barreto, ha presentado un comunicado en el que ofrece algunas reflexiones y llamados frente a la actual situación que se vive en el país. En el mensaje reconocen como legítimas las motivaciones que han llevado a que los colombianos salgan a las calles a manifestar su inconformidad “con las situaciones de injusticia que se viven en el país”. Así también, enumeran diferentes factores, que aseguran, han sido los detonantes para que se dieran los resultados que hoy vive el país. “Los jóvenes, los campesinos, los indígenas, las comunidades afrodescendientes, los empleados y desempleados y otros sectores, han decidido defender la vida, aun en el contexto de los riesgos evidentes a causa de la pandemia que azota a la humanidad, pero con la certeza de que la muerte también llega disfrazada de oportunidades negadas en los campos de la educación, la salud, el trabajo y la paz”, señala la misiva. La Iglesia, en esta región del pacífico, se solidariza con quienes han perdido a sus seres queridos, heridos y desaparecidos. Expresa su rechazo a los casos de evidente represión estatal violenta y abusiva que se han presentado, así como también por parte de extremistas radicales. A la vez que lamentan que personas ajenas a la protesta social estén utilizando estos espacios para actos delincuenciales. Esta jurisdicción eclesiástica hace la debida aclaración de que, a pesar de estar apoyando la movilización pacífica, en ningún momento ha convocado a los fieles para que salgan a la calle. Esta aclaración se hace en consideración a la emergencia sanitaria que vive hoy el Departamento de Chocó por el aumento de contagios. Sin embargo, advierten que apoyarán desde diversos espacios, donde no se atente contra la vida humana, los reclamos de la sociedad civil colombiana, así como los derechos de la comunidad chocoana. Finalmente, advierten que son grandes los retos que se plantean para que se garanticen los derechos sociales y económicos de los ciudadanos, por lo que enumeran una serie de llamados que van dirigidos a los diferentes actores del país. Terminan su mensaje haciendo una invitación a orar por la paz y la justicia social. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Jue 4 Mar 2021

Comunicado de los obispos del Pacífico y Suroccidente colombiano

Este jueves, 04 de marzo, en rueda de prensa, los obispos del pacífico y suroccidente del país, concentrados desde el pasado 02 de marzo en la ciudad de Buenaventura, dieron lectura a un comunicado en el que expresaron su respaldo y cercanía al obispo de esta jurisdicción eclesiástica, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, y a los miembros de esta comunidad del puerto vallecaucano. “Venimos a expresar la solidaridad, cercanía, afecto y apoyo a nuestro hermano obispo de esta diócesis, monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, por las amenazas que desde hace un tiempo ha venido recibiendo contra su integridad y vida, él y otros servidores de la comunidad. Es la solidaridad que extendemos a las diferentes comunidades del territorio que acompaña con dolor”. Los obispos presentes de las jurisdicciones eclesiásticas de Apartadó, Quibdó, Itsmina – Tadó, Buenaventura, Tumaco, Guapi, Popayán, Tierradentro, Pasto, Ipiales, Cartago, Buga, Palmira y Cali, han señalado que se trató de una reunión donde se hizo una lectura a las diferentes problemáticas que se vienen presentando con mayor celeridad en estas regiones de Colombia y que siguen causando tanto dolor en la población. “Tuvimos la oportunidad de hacer una aproximación a las realidades de incertidumbre, pobreza, dolor, muerte y desesperanza, generadas por la confluencia de situaciones de distinto orden que, lastimosamente, percibimos y denunciamos como cada vez más crecientes, tales como el narcotráfico, el incremento de grupos armados, la corrupción, la extorsión, la pérdida de fe y valores, la ineficiencia de amplios sectores públicos y privados y el maltrato a la casa común”. Frente a esta difícil realidad, han dicho los obispos, “no nos resignamos a aceptar estas situaciones” y, por el contrario, reafirmaron su compromiso como pastores para seguir acompañando a estos pueblos que durante años vienen sufriendo el flagelo de la violencia. Igualmente, exhortaron a los gobernantes y a las comunidades a que se unan a trabajar en la búsqueda de “soluciones integrales a corto y mediano plazo que hagan posible la transformación real de esta triste y angustiante realidad”. Al evocar las palabras del Papa Francisco, cuando decía: “no hemos escuchado el grito de los pobres y de nuestro planeta gravemente enfermo”, los jerarcas agregaron a este llamado del Pontífice: “Hoy nosotros pedimos: ¡abramos los oídos y los corazones, pues el grito del hermano que sufre sube al cielo!”. Finalmente, pidieron la intercesión de san José, para que se muestre misericordioso con quienes habitan estas tierras del pacífico y suroccidente colombiano: “concédenos gracia, misericordia y valentía, y defiéndenos de todo mal”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon] audio