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Iglesia

Sáb 3 Abr 2021

Él había de resucitar de entre los muertos

DOMINGO DE PASCUA EN LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR Abril 4 de 2021 Primera Lectura: Hch 10, 34a.37-43 Salmo: 118(117),1-2. 15c+16a+17.22-23 (R. 24) Segunda Lectura: Col 3,1-4 o 1Co 5,6b-8 Evangelio: Jn 20,1-9 I. Orientaciones para la Predicación Introducción De los textos de este domingo de resurrección podemos extraer algunas ideas: • Cristo Resucitado, es nuestra esperanza. • Portadores de la noticia de la resurrección y de la esperanza. • Todos somos testigos de la resurrección por la fe y la palabra. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Una de las situaciones reales del hombre de ayer y de hoy, es que no sabe cómo confrontar su propia existencia no sabe a qué atenerse y tampoco en quien poner su esperanza, pero sobre todo en la vida más allá de la muerte. Estamos en una sociedad materialista que cada día va decayendo esa esperanza en la vida eterna y suele vivirse una vida sin sentido. La preocupación del hombre de la vida más allá de la muerte lo ha llevado pensar que sólo existe esta vida y no hay otra, debido a que nadie ha regresado después de la muerte, esto es una gran crisis que ha afectado a algunos hombres y mujeres que adolecen de una fe sólida y no saben en qué poner su propia esperanza, no saben vivir la vida, como si la vida no tuviera ningún sentido. En la humanidad no todo es oscuro, hay de todo, los que creen y los que no creen. A los que no creen les hace falta una experiencia con Cristo Resucitado y victorioso, en la palabra, los sacramento y en la Eucaristía. Por eso carecen de esperanza y no pueden ver a futuro la luz de la resurrección. Hay que salir corriendo como Juan y Pedro al encuentro con Cristo resucitado, saliendo de las incógnitas y dejando que Jesús quite las oscuridades del pensamiento y del corazón que no permiten verle, hay que ir la a tumba vacía, ver, creer y contemplar. La fe y verdadera contemplación nacen del misterio de la resurrección, es la resurrección de Jesús en donde se aclaran todas las dudas y quedan resueltas de tal manera que el hombre sin fe pasa a ser un hombre de esperanza y futuro, convirtiéndose en testigo del milagro de la resurrección, en ser anunciador de Cristo, nuestra esperanza. En los textos proclamados, la Iglesia, nos presenta al ser Resucitado, colocando como testimonio la tumba vacía, a unos testigos, a María Magdalena sumida en el dolor, a Juan el discípulo amado y a Pedro, convirtiéndose en portadores de la gran noticia de la resurrección. Creyentes, se puede caer en la actitud de algunos de los personajes antes mencionados al sumirse en el dolor que no permite ver la gloria y la grandeza de la resurrección o el correr y cansarse o el temor que no deja entender o comprender este misterio. Es en el encuentro personal con Cristo en donde salimos de las dudas, cansancios, miedos, y llegamos anticipadamente a participar de la vida nueva como don del resucitado. Todo lo anteriormente dicho hace pensar que, de una manera u otra, se comienza ser testigo de Cristo Resucitado por la palabra anunciada y el don de la fe que se ha recibido, por eso, se es testigo como Pedro para dar testimonio de la resurrección y como Pablo ser hombres buscadores de los bienes del cielo. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Cristo ha resucitado, en verdad ha resucitado. Esta es la noticia que se anuncia y se proclama en toda la iglesia, es un día de alegría y gozo porque nuestras esperanzas muertas recobran vida. Como bautizados y testigos de Cristo, no podemos vivir una vida como si Cristo no hubiese resucitado, Cristo está vivo y nuestra vida es nueva. Los textos de este domingo de resurrección me invitan a dejar mi pasado y a vivir mi hoy con la novedad de vida que trae Cristo, siendo conscientes que Él es Señor, que Él es mi Señor. Debo tener los deseos de María Magdalena o los apóstoles de buscar a Cristo hoy en la Palabra, los Sacramentos y de manera especial en el de la Eucaristía. Hoy también nosotros podemos ver, escuchar y contemplar al Resucitado que no es un mito y tampoco un fantasma, él es real y está vivo y quiere trasformar mi vida y me compromete a compartir la alegría de la resurrección. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, tus palabras son espíritu y vida, enséñanos a descubrirte en la palabra proclamada y anunciada, permítenos dejarnos contagiar de la alegría y el gozo que produce encontrarnos contigo en la Palabra. Ayúdanos a acercarnos a tu santa Palabra sin miedo y temores, sino que se despejen las dudas del pensamiento y del corazón para que siendo tus testigos te anunciemos en los hermanos que viven sin esperanza. Amén. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa ¡Cristo ha resucitado, en verdad resucito! Hermanos, nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía en este domingo de Resurrección, en el cual escucharemos con toda la Iglesia la alegría pascual de Cristo Resucitado y glorioso, que es nuestra pascua. Con mucha fe, alegría y gozo iniciemos nuestra celebración eucarística. Monición a la Liturgia de la Palabra Todos los textos que se proclamarán en la liturgia de este día nos anuncian la alegría de la Pascua: este es el día en que actuó el Señor sea nuestra alegría y nuestro gozo. El Evangelio, nos presenta la tumba vacía como testimonio de la resurrección de Cristo para que creyendo y escuchando tengamos fe y anunciemos a los hermanos que Él está vivo siendo sus testigos. Escuchemos atentos la palabra de Dios y dejémonos nutrir de su pan de vida. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Alegres por la resurrección de Cristo, con corazón purificado y espíritu renovado, dirijamos al Señor nuestras súplicas diciendo: R. Señor de la vida, escúchanos 1. Para que la Iglesia, renovada en la esperanza, pueda anunciar al mundo a Cristo Resucitado, Roguemos al Señor. 2. Por los que se han bautizado en la noche de Pascua y comenzaron a formar parte de nuestra Iglesia, para que, renacidos del agua y del Espíritu, se hayan revestido de Cristo, perseveren en la fe y la esperanza. Roguemos al Señor. 3. Por los gobernantes de la nación, de los departamentos y municipios, para que administren legalmente los bienes de la nación, ayuden al progreso y desarrollo de la sociedad. Roguemos al Señor. 4. Por los sufren en el alma y el cuerpo, para que, el Señor Jesús, alivie sus dolores y aflicciones, aumente la fe y la esperanza en la liberación de todos sus males, Roguemos al Señor. 5. Por nosotros, que celebramos esta Pascua de Resurrección; para que, con Cristo, vida y esperanza nuestra, algún día aparezcamos juntamente con Él en gloria, Roguemos al Señor. En un momento de silencio presentemos al Padre, nuestras intenciones personales Oración conclusiva Padre, que por la resurrección de Jesús llenas de gozo y esperanza nuestro caminar, acoge con bondad estas súplicas que te presentamos. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Sáb 3 Abr 2021

Jesús el Nazareno, el crucificado, ha resucitado

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA Abril 3 de 2021 Lecturas del Antiguo Testamento 1ª lectura: Gn 1,1 - 2,2 (forma larga) o Gn 1,1. 26-31a (forma breve) Salmo: Sal 104(103), 1-2a.5-6.10+12.13-14ab.24+35c (R. cf. 30) o Sal 33(32),4-5.6-7.12-13.20+22 (R. 5a). 2ª lectura: Gn 22,1-18 (forma larga) o Gn 22, 1-2.9a.10-13.15-18 (forma breve) Salmo: Sal 16(15), 5+8.9-10.11 (R. 1) 3ª lectura: Éx 14,15 - 15,1 (nunca se puede omitir) Salmo: Sal Éx 15,1-2ab.2cd.3-4. 5-6.17-18 (R. 1a). 4ª lectura: Is 54,5-14 Salmo: Sal 30(29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a) 5ª lectura: Is 55,1-11 Salmo: Sal Is 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3) 6ª lectura: Ba 3,9-15.32 - 4,4 Salmo: 19(18),8. 9.10.11 (R. Jn 6,68c) 7ª lectura: Ez 36,16-17a.18-28 / Sal 42(41),3. 5bcd; 43(42),3.4 o, cuando se celebra el Bautismo Salmo: Sal 51(50), 12-13.14-15.18-19 (R. 12a) o Sal Is 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3) Lecturas del Nuevo Testamento Lectura: Rm 6,3-11 Salmo: Sal 118 (117),1-2.15c+16a+17.22-23 Evangelio: Mc 16,1-7 I. Orientaciones para la Predicación Introducción La Vigilia Pascual (VP) está caracterizada por la abundancia de los signos de la creación: la luz, en el rito de la bendición del fuego nuevo y el valor teológico del Cirio Pascual; el Gloria, el Aleluya, el agua, elemento natural con el cual la Iglesia materializa la grandeza del bautismo; la Eucaristía y una característica esencial de esta celebración es llevar a la comunidad a un encuentro orante con la Palabra de Dios. La liturgia de la Palabra nos presenta una visión amplia de la historia de la salvación y de manera progresiva introduce a la comunidad de fe a la contemplación de los principales acontecimientos. Las etapas de la historia de la salvación presentes en la Pascua del Señor se convierten en Pascua de la Iglesia (Rom 6,3-11) en el sacramento del Bautismo y, en la celebración Eucarística. (Augé Matías, a través del año litúrgico, 169). Las oraciones que se dicen después de las lecturas del Antiguo Testamento interpretan los pasajes bíblicos proclamados en clave: cristológica, eclesial y sacramental. Las lecturas que la Iglesia proclama en la Vigilia Pascual, se pueden distribuir, por razones pedagógicas, en tres bloques: a) Creación e historia de la salvación; b) anuncios proféticos; c) la palabra se cumple en la persona de Cristo. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? A. Creación e historia de la salvación Gn 1,1 – 2,2 La acción creadora de Dios tiene como centro de su amor al hombre quien es constituido sagrario de la confianza divina. Una expresión de la misericordia de Dios es asociar al ser humano a la obra de la creación. La misión del hombre en la creación es parte del proyecto de Dios. La figura literaria del “jardín del Edén” tiene un valor profundamente teológico, con ella se expresan aspectos fundamentales: El bienestar por excelencia, la felicidad, la comunión misteriosa de Dios con el hombre donde él es el soberano de la historia. Gn 22,1-18 o Gn 22, 1-2.9a.10-13.15-18 El llamado de Dios a Abrahán está marcado por la dimensión de universalidad, lo que acontece en él, sus dudas, temores, fatigas, son el camino que debe recorrer para hacer la opción por el Dios de la promesa y constituirse en padre y modelo de la fe para la humanidad. La columna vertebral de esta narración se encuentra en el texto “toma a tu hijo único, a Isaac, ve a la zona de Moriá y sacrifícalo en mi honor, en el monte que te voy a indicar”. Nos ayuda a entender la presencia de este texto en la vigilia pascual el hecho que Isaac es figura de Jesús, “el predilecto, el amado del Padre” (Jn 3,16; Rom 8,32), Aquel a quien reconocemos como el “sacramento de nuestra fe”. Éx 14,15 - 15,1 Esta lectura contiene la narración de la acción liberadora de Dios sobre su pueblo. En este texto se pueden identificar dos momentos: La acción de Moisés que pone en alto su bastón, extiende su mano y el mar se divide y el resultado de esta acción es el paso del pueblo a la libertad (Ex 14,16). La obediencia de Moisés a Yahvé es sino de fe. El segundo momento es la angustia y el temor del pueblo que se enfrenta a Moisés que los exhorta a permanecer y a contemplar el signo de la nube que los cobija y los “oculta” de la mirada de los egipcios. La acción de Yahvé no se hace esperar: levanta el viento, acción que va más allá de lo natural y genera asombro y pánico entre el ejército egipcio que perece. Dios obra a favor de su pueblo como soberano y Señor y el pueblo confirmó su fe en Él (Ex 14,31). B. Anuncios proféticos y esperanza cierta Is 54,5-14 Sal 30(29),3-4.5-6.12ac-13 (R. 2a). Isaías presenta la figura del esposo y la esposa para significar la relación entre Dios y el pueblo. Dios como el esposo fiel y el pueblo como la esposa infiel a quien Dios-esposo ha creado y a pesar de la infidelidad, la vuelve a llamar y a tomar como propiedad. La manera de ser de Dios rompe la lógica de la tradición israelita sobre la fidelidad que era considerada sagrada y quebrantarla traía consigo graves castigos. El profeta expresa que el poder de Dios supera esa realidad y él se mantiene fiel a su palabra de salvación. El trasfondo de este texto es la Alianza de Dios con su pueblo. Is 55,1-11Sal Is 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3). Dios soberano dirige la historia de todos los pueblos e invita a participar de los dones de la nueva Alianza. En la figura de la lluvia que cae sobre la tierra se desvela una sana dependencia en la cual la promesa de una tierra no solo la da Dios, sino que es Él quien la riega, la cuida y cultiva. Apertura a la novedad de Dios. La acción misericordiosa de Dios es un llamado permanente a modificar conductas, a entrar en el sagrario de la propia conciencia y confrontarse con la Alianza. Contemplar los planes de Dios. En la expresión “mis planes no son vuestros planes, el lector debe fijar su mirada en un Dios que es universal, espiritual y salvador; su grandeza no le impide ser cercano, providente, misericordioso y bueno. Ba 3,9-15.32 - 4,4Sal 19(18),8. 9.10.11 (R. Jn 6,68). El texto de Baruc centra su mensaje en el pueblo que fue exiliado y se encuentra en Babilonia. Su predicación describe lo que significa para el pueblo la ciudad santa de Jerusalén, que con su templo y prácticas religiosas es el fundamento de su identidad y anuncia que ese amor por la tierra santa provocará el regreso y la restauración definitiva. Destacamos dos ideas: El profeta con sutileza confronta al pueblo con su realidad. El dolor de saberse fuera de su tierra es la consecuencia de haber suplantado el camino de Dios y trasgredido la Alianza. El profeta le sugiere al pueblo caminar en el esplendor de Dios y debe hacer memorial de las enseñanzas de la ley de la cual emerge la luz; los exiliados deben hacer conciencia que su mayor gloria es Dios, que están llamados a ser ejemplo para los otros pueblos y deben asumir su misión desde la Palabra del Señor. Ez 36,16-17a.18-28 / Sal 42(41),3. 5bcd; 43(42),3.4 o, cuando se celebra el Bautismo, Sal 51(50), 12-13.14-15.18-19 (R. 12a) o Sal Is 12,2-3.4bcd.5-6 (R. 3). El profeta Ezequiel invita a entender la Palabra de Yahvé que ilumina e interpreta la historia de su pueblo, y en medio del sufrimiento quiere sacarlo de su realidad de víctima y permitirle, ya no solamente desde una culpa colectiva, sino individual, ser sobreviviente en la nueva Alianza. La esperanza ocupa el centro del mensaje que busca hacer una lectura de las causas que originaron el exilio del pueblo elegido e identificar los caminos para volver a Dios. Entre las causas está la inclinación a la idolatría que generó una conducta social contraria al fundamento de la Alianza, “no tendrás otro Dios fuera de mi” (Ex 20,1-6). El comportamiento equivocado del pueblo ha profanado el nombre de Yahvé, han olvidado que Dios comprometió su nombre, y por la dignidad de su nombre devuelve la esperanza al pueblo. El honor del nombre de Yahvé es la salvación de su pueblo. La reunificación del pueblo en Jerusalén es la nueva esperanza; una nueva creación donde se infunde un espíritu nuevo que es figura de Cristo resucitado que sopla sobre los apóstoles y les confía la misión de la nueva creación. C. La Palabra se cumple en la persona de Cristo Rm 6,3-11 / Sal 118 (117),1-2.15c+16a+17.22-23 La salvación y la vida son el centro del texto. La Participación en la vida y la salvación obrada por Cristo, el apóstol la presenta en dos momentos: a. Participamos en el misterio de la pasión, muerte y resurrección del Señor por la gracia del Bautismo. Somos redimidos sumergiéndonos en la vida sacramental, en la cual muere el hombre viejo y emerge la nueva vida. ¡He aquí! la razón de la liturgia Bautismal en esta noche santa. b. El hecho que Cristo haya asumido nuestro pecado en el Misterio Pascual es la mayor expresión de la solidaridad de Dios con la humanidad Mc 16,1-7 La estructura de este pasaje del evangelio ofrece cuatros momentos: a. El signo de encontrar la piedra corrida y la evidencia del sepulcro vacío expresan la realidad de la Resurrección, pero exigen la experiencia personal y comunitaria del Cristo vivo para identificar al Resucitado con el Crucificado. b. La realidad del sepulcro vacío genera fascinación, temores, dudas, admiración, se está ante la presencia de lo divino. Algo que trasciende la materialidad está sucediendo y los signos externos pasan a un segundo lugar y lo que se debe privilegiar es el contenido del mensaje que nos da la razón por la cual el sepulcro está vacío. c. ¡Cristo ha Resucitado! La Resurrección lo es todo, la víctima de la Cruz es el sobreviviente por excelencia, es la nueva vida. d. Es imposible estar en la presencia de Dios y guardarse para sí lo vivido. Las tinieblas del miedo y de la duda se han disipado con la realidad de la resurrección; el testimonio de las mujeres llena de nuevo contenido y significado la creación entera e introduce a la humanidad en el misterio de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Enseña el Papa Francisco “el predicador debe ser el primero en tener una familiaridad personal con la Palabra de Dios…necesita acercarse a la Palabra con un corazón dócil y orante antes de preparar concretamente lo que uno va a decir en la predicación, primero tiene que aceptar ser herido por esa Palabra que es viva y eficaz…” (EG 149-150). Confrontemos nuestra vida y ministerio. a. La obra de la creación también ha sido entregada a mi cuidado, en ella, Dios actúa la salvación para mí. Como miembro de ese nuevo pueblo estoy llamado a la fidelidad y a una vida coherente que refleje mi opción por Cristo. b. El pecado original del pueblo de Israel fue su inclinación a la Idolatría. Es importante que podamos identificar esos nuevos ídolos que nos apartan de la Nueva Alianza en Cristo. c. Como consagrados hemos sido revestidos del sacerdocio de Cristo, somos un nuevo Moisés que debe escuchar la Palabra de Dios para llevar la acción liberadora de Dios. Esto exige obediencia, contemplación, momentos de presencia en el sepulcro vacío para admirarnos, dejarnos seducir por la presencia del Resucitado; un tomar en serio la conversión pastoral para glorificar el nombre de Dios en el servicio oblativo a los Hermanos. d. Los Sacerdotes y consagrados tenemos la tentación de pensar que tenemos claridad teológica y espiritual frente al Misterio Pascual y su presencia en los sacramentos que celebramos. Hoy es una oportunidad para preguntarse qué sé del Bautismo, pero más aún, ¿cómo vivo mi propio Bautismo? e. Mi proceso de conversión personal, me permite en esta Vigilia Pascual afirmar realmente con la secuencia: “Sabemos que Cristo verdaderamente ha resucitado de entre los muertos” y ¿vive planamente en mí? Igualmente, nos dice el papa Francisco: “Un predicador es un contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo” (EG 154). Compartimos lo contemplado con la comunidad. a. Reconocer el señorío de Dios sobre la historia de la humanidad. Él hace presencia de manera silenciosa pero eficaz y requiere del discípulo una vigilancia permanente para contemplar el paso de la providencia de Dios por su propia vida, por la historia y la cultura. El Papa Francisco nos enseña: “Colombia es una nación bendecida de muchísimas maneras: la naturaleza pródiga no sólo permite la admiración por su belleza, sino que también invita a un cuidadoso respeto por su biodiversidad...Colombia es rica por la calidad humana de sus gentes…” (Encuentro con las autoridades, Bogotá, 7 de septiembre de 2017). b. Caminar es la actividad que debe realizar toda quien se siente llamado a cooperar con Dios en el cuidado de la creación y en la promoción integral de las de los pueblos. Pero caminar no de cualquier manera, sino en plena libertad, y como Abraham, tener la certeza que “lo acompaña el don de la fe y la esperanza que palpita en el corazón de su pueblo y su cultura”. “los pasos dados hacen crecer la esperanza, en la convicción que la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto… y que exige el compromiso de todos…” (Papa Francisco, Visita Apostólica a Colombia, encuentro con las autoridades, Bogotá, 7 de septiembre de 2017). c. Escuchar como Moisés la Palabra de Dios que tiene poder para transformar el miedo, la persecución, la muerte, la injusticia, la esclavitud en una oportunidad de nueva vida. Tenemos un trabajo por hacer “que nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad de la nación y, a pesar de los obstáculos, diferencias y distintos enfoques sobre la manera de lograr la convivencia pacífica, persistir en la lucha para favorecer la cultura del encuentro que exigen colocar en el centro a la persona humana, su altísima dignidad y el respeto por el bien común” (Papa Francisco, Visita Apostólica a Colombia, encuentro con las autoridades, Bogotá, 7 de septiembre de 2017). d. Conversión es un llamado permanente del mensaje profético. El pueblo reconoció su infidelidad, su desobediencia. Colombia, sus regiones, debe reconocer las raíces que alimentan tanta violencia. Una de ellas es “cuando el hombre se aparta de Dios, cuando el corazón humano busca sus fines lejos de Dios, hiriendo, abusando, dominando, destruyendo y ultrajando” (CEC. Artesanos del perdón, la reconciliación y la paz, 21). Convertirnos exige una opción por Cristo resucitado; Él es “el primer paso y es un paso irreversible. Proviene de la libertad de un amor que todo lo precede”. Convertirse es asumir el camino que el Papa Francisco propone: a. el todo es superior a la parte; b. el tiempo superior al espacio; c. la realidad es superior a la idea; d. la unidad es superior al conflicto (EG 217-237). Vivir con el resucitado es tener la certeza que “aquellos que lo reconocen y lo acogen reciben en herencia el don de ser introducidos en la libertad de poder cumplir siempre con Él ese primer paso.” (Papa Francisco, Visita Apostólica a Colombia, encuentro con los Obispos, Bogotá, 7 de septiembre de 2017). e. Orar. La Iglesia atenta a la Palabra de Dios, entiende que el mensaje liberador y salvífico de Dios, contemplado en Cristo Resucitado, requiere una respuesta: La oración para creer y entender que la verdadera paz está entre nosotros. Orar con el resucitado es vivir la grandeza del Bautismo y de la Eucaristía, por eso la Pascua de Cristo es Pascua sacramental de la Iglesia. El resucitado “nos pide que recemos juntos; que nuestra oración sea sinfónica, con matices personales, diversas acentuaciones, pero que alce de modo conjunto un mismo clamor… (Papa Francisco, Visita Apostólica a Colombia, Homilía, Cartagena, 10 de septiembre 2017). f. “Primerear”, es el testimonio de la Magdalena que toma la iniciativa de ir a buscar al Señor; vive la novedad del misterio en el sepulcro vacío y corre a anunciar a los apóstoles lo que ha visto y oído. La Iglesia, iluminada con la luz del Resucitado, sabe que en el pueblo se actualiza el Misterio de la entrega oblativa de Jesús que libera del pecado y, “renunciando a la pretensión de controlar aquello que no es su obra sino la de Dios, permanece con Jesús, aun cuando su nido y su resguardo es la Cruz” (Papa Francisco, Visita Apostólica a Colombia, encuentro con el CELAM, Bogotá, 7 de septiembre de 2017). “Primerear” desde el resucitado es salir, involucrarse, ser testigo del Señor resucitado que nos ha “primereado” en el amor (1Jn 4,10). La comunidad que celebra la Resurrección, descubre su identidad misionera, encarna una espiritualidad de éxodo que conduce a la reconciliación, el perdón y la paz (Papa Francisco, Mensaje jornada mundial de las misiones 2017). 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? a. La autenticidad del espíritu misionero del bautizado se anima y fortalece asumiendo la espiritualidad que tiene el Misterio Pascual de Cristo: Conocimiento sublime de Jesucristo (Fip 3,8): Oración, formación, apostolado. b. Ser fuente de auténtica esperanza. Le está prohibido al misionero la “quejumbrosidad”, la esperanza viene de lo alto, el Señor es siempre fiel. c. Hacer el trabajo evangelizador con pasión “poner el corazón en todo lo que hagamos, pasión de joven enamorado y de anciano sabio, pasión que transforma las ideas en utopías viables, pasión en el trabajo de nuestras manos, pasión que nos convierte en continuos peregrinos en la Iglesia”. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Vigilia Apreciada comunidad: Esta noche la Iglesia asume el papel de los criados del evangelio, que, con lámparas encendidas, esperamos y acogemos al Señor resucitado que nos invita a volver a Él y, a sentarnos a su mesa eucarística. Esta noche nos enseña que Cristo resucitado es luz de nuestro diario vivir; proclamamos la Palabra de la salvación que tiene pleno cumplimento en la resurrección del Señor y, actualizamos esta salvación, en la celebración del Bautismo, en la renovación de las promesas bautismales y, en la Eucaristía. Con la alegría de Dar el primer paso con Cristo resucitado, participemos en la solemnidad de la Pascua. Monición introductoria presidencial La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el Misal, p. 194. Monición a la Liturgia de la Palabra La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el Misal, p. 204. Monición a la Liturgia bautismal La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el Misa, pp. 209 o 214 (según haya o no bautizados en la celebración). Monición a la Renovación de los compromisos bautismales La monición, que corresponde al Presidente, se encuentra en el Misal, p. 215. Monición a la Liturgia de la Palabra La liturgia de la Palabra nos presenta la historia de la salvación, el proyecto de Dios para la humanidad y su realización en el Misterio de Jesucristo Resucitado. La Palabra nos permite entender, en esta noche, el sentido de los sacramentos pascuales. Tendremos un dialogo con Dios que nos habla y nosotros que le respondemos con los salmos y las oraciones después de cada lectura. La clave para entender las lecturas la ofreció Jesús a los peregrinos de Emaús, "todo lo escrito en la Ley de Moisés y en los profetas y salmos acerca de mí, tenía que cumplirse, y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a Él en la Escritura (Lc 24,27). Oración Universal o de los Fieles Presidente: con la alegría de celebrar la Resurrección del Señor, dirijamos a Él nuestra oración, confiados en su fidelidad y misericordia. R. Tu luz nos guíe a la reconciliación, Señor 1. Por la Iglesia de Dios para que, bajo la guía del Papa Francisco, sea en medio de la humanidad, sacramento de unidad, esperanza y caridad. 2. Por los gobernantes de las naciones para que, frente a la opresión, la violencia, los conflictos, la corrupción, respondan con la promoción del amor y respeto por la vida y su dignidad. 3. Por el poder legislativo para inspirados en Cristo resucitado, promulguen leyes con el deseo de resolver las causas estructurales de la pobreza que generan exclusión y violencia. 4. Por quienes creemos en Cristo resucitado, para que, fijando la mirada en los pobres, excluidos y marginados de la sociedad, promovamos la construcción de una cultura del encuentro donde no nos olvidemos de los pobres. 5. Por nosotros aquí reunidos para que, en el seguimiento de Cristo resucitado, seamos constructores de la paz, promotores de la vida y apasionados defensores de la dignidad de la familia. Oración conclusiva Padre todopoderoso, que en tu Hijo muerto y resucitado nos has salvado escucha las súplicas que la Iglesia te presenta en esta noche santa, Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

Sáb 3 Abr 2021

“Ha muerto un amigo, un apóstol de los habitantes de calle”: Arzobispo de Bogotá

Este viernes Santo, 02 de abril, la Fundación Callejeros de la Misiericordia, dio a conocer la triste noticia del fallecimiento de fray Gabriel Gutiérrez, más conocido como 'Frayñero'. Un sacerdote reconocido como el ángel de los habitantes de calle en Bogotá, pues dedicó gran parte de su vida a ayudar a los más vulnerables. El sacerdote, de 64 años, y oriundo de Villavicencio, tras haber contraído el covid-19, se encontraba internado en la Clínica Marly desde inicios de marzo, así lo informó la Fundación Callejeros de la Misericordia, de la cual él era sido su fundador. Tras conocer la noticia del fallecimiento, el arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Luis José Rueda Aparicio, se mostró triste por la noticia y expresó “ha muerto un amigo en Bogotá, un franciscano, un cristiano, un hermano, un apóstol de los habitantes de calle, ha muerto fray Gabriel, se lo llevó el covid”. “fue un servidor hasta el final de los marginados, de aquella Bogotá subterránea, de aquellos hombres y mujeres que están tirados en la calle, que no tienen techo, que no tienen amor, que encontraron en él cariño, cercanía, fe, un anuncio de buena noticia, una amistad y comprensión”, observó. El prelado extendió su saludo de cercanía a la Comunidad Franciscana Provincia de Santa Fe de Colombia, a los miembros de la Fundación Callejeros de la Misericordia y a su familia, a quien agradeció el haber ofrecido a uno de sus hijos para el servicio de los más marginados. FRAY GABRIEL GUTIÉRREZ RAMÍREZ, OFM Nació en Bogotá en 1957. Recibió la ordenación presbiteral el 3 de diciembre de 1998 en Bogotá. Su servicio pastoral lo llevó a seguir los pasos de San Francisco de Asís, entregando su vida a los más pobres. En función de su misión estuvo en zonas golpeadas por la pobreza, el conflicto armado y el narcotráfico, como Guapi, en la costa Pacífica colombiana, en las ciudades de Villavicencio y San Martín, en el Meta, luego viajó por varios años en una misión en Mozambique, sur de África. En el 2015 regresó a Bogotá y tras ver los desalojos de la llamada zona del Bronx comenzó una labor pastoral por los ciudadanos habitantes de calle como él mismo los llamaba. En estas expresiones callejeras encontró a desplazados, migrantes, indígenas, desempleados, prostitutas y comunidad LGTBI a quienes apoyó con diversas acciones en defensa por su dignidad.

Vie 2 Abr 2021

Arzobispo de Popayán: “Queremos vestir al Cauca de Blanco”

Frente a la compleja situación que se vive actualmente en el municipio de Argelia y otras regiones del Cauca, donde la violencia y el desplazamiento de la población no da tregua, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Sánchez Cubillos, ha convocado a todos los caucanos para que este domingo 04 de abril, se unan en un gesto de paz vistiendo prendas blancas, izando banderas blancas o portando un signo blanco. Monseñor Sánchez Cubillos, desde el municipio de Argelia, en visita pastoral para acompañar a las comunidades y a través de un video mensaje, hizo un llamado a sus sacerdotes y les animó para que promuevan en las comunidades esta expresión simbólica del uso del color blanco, que busca mostrar a todos los actores que en estos territorios se quiere la paz y la reconciliación. “A todo el presbiterio quiero extenderles desde aquí desde Argelia, en esta coyuntura dolorosa para Argelia, El Plateado, El Corinto y el Cauca, hacerles una invitación y llamarlos a una acción muy fuerte, queremos vestir al Cauca de Blanco, queremos mostrar a través de un signo que añoramos la paz, que tenemos derecho a ella y que invocamos por ella. El prelado al hacer esta invitación al clero, les exhortó igualmente para que animen y comprometan a las comunidades de las parroquias a que se hagan partícipes con este signo. “Esta es una iniciativa muy valiosa no podemos permitir que nuestro silencio, finalmente se vuelva resignación, hagamos este signo juntos (…) Que no nos de miedo decir que nuestros sueños tienen que ver con la paz”. A esta iniciativa se unieron igualmente Belsy Cerón Mosquera, gestora social de Argelia-Cauca, quien invitó a la solidaridad y a caminar en un proceso educativo por la paz; el padre Nilton Cesar Ramírez, párroco de Argelia, animó a trabajar unidos con las comunidades para fortalecer la paz; el padre Víctor Arboleda, párroco de El Plateado, invitó a mantener viva la esperanza y a mostrar un gesto de unidad; el padre Sebastián Barrera, sacerdote de la arquidiócesis, se dirigió a los sacerdotes que han pasado por estas tierras del Cauca, pidiéndoles seguir con el compromiso de continuar extendiendo la alegría del Evangelio; y finalmente Jhonnatan Patiño Cerón, Alcalde municipal de Argelia, quien afirmó “desde nuestro territorio queremos que en el Cauca y en todo Colombia resucite la paz”.

Jue 1 Abr 2021

"Dios amó tanto al mundo, que dio su Hijo unigénito"

VIERNES SANTO EN LA PASIÓN DEL SEÑOR Abril 2 de 2021 Primera Lectura: Is 52,13 - 53,12 Salmo: 31(30),2+6. 12-13.15-16.17+25 (R. 6a) Segunda Lectura: Hb 4,14-16; 5,7-9 Evangelio: Jn 18,1 - 19,42 I. Orientaciones para la Predicación Introducción En este día celebramos la muerte de Jesús como paso necesario hacia la resurrección, este recuerdo está lleno de esperanza y de victoria. Es un día centrado en la cruz, pero no con aire de tristeza, sino de celebración, ya que Cristo Jesús, como Sumo Sacerdote, en nombre de toda la humanidad, se ha entregado voluntariamente a la muerte para salvarnos a todos. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Isaías nos anuncia uno de los momentos culmen de la revelación veterotestamentaria: el cuarto cántico del Siervo de Yahveh. Este siervo se presenta ante los demás, en primer lugar, como raíz de tierra árida o flor gris del desierto sin profundidad ni colorido. El Siervo es presentado como despreciado y abandonado por todos. Es condenado a la muerte. Ahora bien, no era culpable, nos dice Isaías. Al contrario, es a causa de nuestras faltas como ha llegado a esta situación. Pero lo que aparecía como un oprobio se ha convertido en una exaltación. Será elevado. Cuando su vida parecía acabar en un fracaso y en soledad, llevaba el pecado de las muchedumbres. Su vida da fruto, verá su descendencia. Será colmado. La vida, muerte y revivificación del Siervo han sido el único modo de aplacar la ira divina, de satisfacer por los pecados de judíos y gentiles conjuntamente. Abandonado en manos de Yahveh, el Siervo ha conseguido lo que no consiguiera ni el Israel histórico con la multitud de sacrificios. Por eso en él se cumplirá la promesa abrahámica de vida perenne expresada en fecundidad. Asimismo, todos los rasgos atribuidos al Siervo de Yahveh, del Israel de la fe, los evangelistas, inspirados por el mismo Dios, lo vieron realizado plenamente en el Jesús histórico de Nazaret. El salmo 31 (30) es un canto individual de acción de gracias en el que se expresa la actitud de quien ha sido liberado de sus aflicciones y alaba a Dios en el templo. En efecto, al inicio del salmo se expresa la súplica de un acusado inocente, de un enfermo, de un moribundo, expuesto a la persecución: es un maldito, excluido de la comunidad, y “que produce miedo en sus amigos”, porque se lo considera como objeto de desecho. Se huye de él como de un apestado. La parte final del salmo es la dulce oración de intimidad de un huésped de Yahveh: a pesar de las acusaciones injustas de que es objeto este moribundo, continúa cantando la felicidad de su vida de intimidad con Dios: “¡Qué grande es tu bondad, Yahvé! La reservas para tus adeptos… ¡Bendito Yahvé que me ha brindado maravillas de amor! ¡Tengan valor, y firme el corazón, ustedes, los que esperan en Yahvé! La carta a los Hebreros nos presenta el sumo Sacerdocio de Cristo como un incentivo más para la perseverancia. La argumentación tiene delante el patrón del Antiguo Testamento. Una vez al año, el gran día de la expiación, el sumo sacerdote judío entraba en el santo de los santos, con la sangre de las víctimas, para llevar a cabo la expiación de los pecados de todo el pueblo. Sobre este patrón familiar a todos los judíos, se describe la función sacerdotal. Allí, ante Dios, ejerce su oficio sacerdotal a favor de todos los hombres. Cristo siendo Hijo de Dios se compadece de nosotros, comprende nuestra fragilidad y asume la condición de sumo sacerdote de forma renovada. Él, desde esta condición, asume nuestra humanidad, menos en el pecado, para enseñarnos el camino a Dios y ofrecernos su salvación. Por ello, la lectura nos invita a acercarnos con confianza al Trono de la Gracia, con la seguridad de encontrar auxilio y misericordia por nuestros pecados y la fortaleza que nos sustenta en la lucha diaria. En el relato completo de la pasión según san Juan, se evidencia una de las características del Jesús joánico durante la pasión: su soberanía. Jesús se presenta como el hombre libre que camina hacia su muerte con plena conciencia. La cruz no lo agarra desprevenido. Habría podido escapar, pero se deja atar porque da su vida para que todos tengan vida (Jn 18,1-19,42). De esta manera, está cumplido el plan de Dios para redimir al hombre. Esta entrega plena de Jesús en la cruz es testimonio de algo sublime, que nos lleva a preguntarnos ¿por qué Dios permitió que su Hijo viviera tantos vejámenes y muriera en cruz, si Él hubiera podido decir una palabra para dar el perdón a todos los hombres? La respuesta a esto solo tiene una razón: el amor. Jesús mismo declaró su libertad de compadecerse de toda la humanidad y de entregar su vida por la redención de todos. Asimismo, este don pleno de su amor es la invitación a que sepamos, creamos y comprendamos, ante pruebas tan absolutas, la inmensidad sin límites de ese amor que nos tienen. Ahora sabemos, en cuanto al Padre, que "Dios amó tanto al mundo, que dio su Hijo unigénito" (3, 16); y en cuanto al Hijo, que "nadie puede tener amor más grande que el dar la vida" (15, 13). En definitiva, el empeño de Dios es el de todo amante: que se conozca la magnitud de su amor, y, al ver las pruebas indudables, se crea que ese amor es verdad, aunque parezca imposible. De ahí que, si Dios entregó a su Hijo como prueba de su amor, el fruto sólo será para los que así lo crean (3, 16, in fine). El que así descubre el más íntimo secreto del Corazón de un Dios amante, ha tocado el fondo mismo de la sabiduría, y su espíritu queda para siempre fijado en el amor (Cfr. Ef. 1, 17). 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En este camino del Triduo Pascual llegamos al gran acontecimiento de la salvación por medio de la muerte en cruz de Cristo-Jesús. Por eso, con fe cantamos ¡Victoria, tu reinarás; oh Cruz tú nos salvarás! Esta aclamación recoge la más profunda significación de la Cruz y la misión que adquirimos los discípulos del Maestro. A propósito de esto, el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda, ante este gran misterio de fe y amor, que “la muerte violenta de Jesús no fue fruto del azar en una desgraciada constelación de circunstancias. Pertenece al misterio del designio de Dios, como lo explica san Pedro a los judíos de Jerusalén ya en su primer discurso de Pentecostés: "Fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios" (Hch 2, 23). Este lenguaje bíblico no significa que los que han "entregado a Jesús" (Hch 3, 13) fuesen solamente ejecutores pasivos de un drama escrito de antemano por Dios”. (CIC 599) Por lo tanto, al morir Jesús por nuestros pecados entendemos que este designio divino de salvación a través de la muerte del "Siervo, el Justo" (Is 53, 11; Cfr. Hch 3, 14) es misterio de redención universal, es decir, de rescate que libera a los hombres de la esclavitud del pecado (Cfr. Is 53, 11-12; Jn 8, 34-36). La muerte redentora de Jesús cumple, en particular, la profecía del Siervo doliente (Cfr. Is 53, 7-8 y Hch 8, 32-35). Jesús mismo presentó el sentido de su vida y de su muerte a la luz del Siervo doliente (Cfr. Mt 20, 28). Después de su Resurrección dio esta interpretación de las Escrituras a los discípulos de Emaús (Cfr. Lc 24, 25-27), luego a los propios apóstoles (Cfr. Lc 24, 44-45). (Cfr. CIC 601) Entendemos como creyentes que éramos nosotros, la humanidad, la que debía sufrir tantos vejámenes y dolores por habernos negado a obedecer la ley divina. En realidad, todos hemos pecado mucho. Y por nuestros pecados fue tenido por maldito quien no conoció el pecado, para liberarnos de la antigua maldición. Si alguien merecía la cruz era cada ser humano, cada uno de nosotros, porque a pesar de su entrega, muchas veces seguimos repitiendo los actos que nos apartan de su voluntad y de su amor. Actualizar el misterio de la salvación desde la cruz ha de motivarnos, para que de este Triduo Pascual nos comprometamos a emprender con mayor decisión la vida de santidad. No llegaremos efectivamente a la perfección y a la total unión con Dios, sino anteponiendo su amor a la vida terrena y proponiéndonos luchar animosamente por la verdad. Bellamente lo expresó nuestro Señor Jesucristo: “El que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí”. En efecto, tomar la cruz significa, renunciar al mundo y posponer todo aquello que nos aparta de su amor. Por consiguiente, los que seguimos a Cristo estamos también con él crucificados, muriendo a nuestra antigua conducta, somos introducidos en una vida nueva conforme al evangelio. Por eso decía Pablo: “Los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos”. Y nuevamente, como hablando de sí, dice de todos: “Para la ley yo estoy muerto, porque la ley me ha dado muerte; pero así vivo para Dios. Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí”. Y a los Colosenses les dice: “Si moristeis con Cristo a lo elemental del mundo, ¿por qué os sometéis a reglas como si aún vivierais sujetos al mundo? De hecho, la muerte del elemento mundano que hay en nosotros nos introduce en la conversión y en la vida de Cristo”. En consecuencia, si Cristo en la Cruz es la suprema expresión del amor del Padre, es necesario anunciar a los hermanos que en la Cruz se produce el más auténtico y genuino encuentro con Dios. Que Dios a los que ama los prueba, como un buen Padre que es. Por los sufrimientos, Jesús aprendió a obedecer y encontrarse con la voluntad genuina de Dios. Y eso se produce en sus discípulos. El creyente es un testigo vivo, en medio del mundo, del amor de Dios desde y en la cruz dolorosa y gozosa. Sólo el creyente puede transmitir esta sabiduría y poder del amor de Dios. Y el mundo lo necesita. En este día solemne y de gracia se requiere insistir en el don de la entrega libre y por amor de Cristo en la cruz, para la salvación de toda la humanidad. Es oportuno hacer evidenciar todo aquello que llevó a que el Señor fuera conducido al Gólgota y crucificado, pero además que se reconozca que hoy nuevamente, de muchas formas, llevamos a Cristo a la cruz: cuando destruimos al otro con palabras y obras, cuando atentamos contra la justicia, la verdad, la paz y el cuidado del medio ambiente. En consecuencia, es necesario recordarle a todo el santo pueblo fiel de Dios que para ser discípulo de Cristo hay que renunciar a todo (incluso a sí mismo), tomar su Cruz y seguirle; que para ser discípulos de Jesús es necesario permanecer fieles a su Palabra que es la verdad y que es la única que proporciona la libertad; que la Cruz de Cristo es el valor que subvierte todos los demás valores en los que el hombre cree encontrar su libertad y su felicidad como son el poder, el bienestar, el prestigio, la ciencia humana; que conseguida la liberación, el discípulo descubre que la Cruz es un motivo de gloria, es el único valor que merece realmente su atención. Finalmente, hacer ver que, si es posible conseguir la libertad de los hijos de Dios, porque Cristo en la Cruz es la suprema expresión del amor del Padre en favor de la humanidad esclavizada por lo único que no la deja realizarse: el pecado. Sólo se puede amar al otro de verdad en la dimensión de la Cruz, es decir, cuando se descubre y se experimenta el amor que el Padre nos tiene a todos los hombres. Por eso podemos comprender la fuerza liberadora de la Cruz. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? El encuentro con la persona de Cristo transforma la existencia del ser humano. Quien se encuentra íntimamente con el Señor no podrá seguir siendo el mismo, su vida se fundará plenamente en Él y se proyectará buscando dar gloria a su nombre. Por eso, si queremos que este Triduo Pascual nos lance a una misión de evangelización, es necesario recordar las palabras del papa Francisco, en el Ángelus, el 03 Julio de 2016: “la misión del cristiano en el mundo es una misión estupenda y destinada a todos y ninguno está excluido; ella requiere mucha generosidad y sobre todo la mirada y el corazón dirigida a lo alto para invocar la ayuda del Señor. Hay mucha necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio cada día”. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición inicial La muerte de Cristo que hoy celebramos está llena de esperanza y victoria. Es muerte por el amor, es muerte para la vida. Cristo en la cruz, se ha entregado voluntariamente a la muerte para salvar a todos. Contemplamos en ella el árbol que da fruto, el árbol de la victoria. Vivamos con mucha fe y piedad los tres momentos principales de esta celebración: Liturgia de la Palabra, adoración a la santa Cruz y sagrada Comunión. Monición a la postración La postración rostro en tierra es el gesto más completo de humildad que una persona puede hacer ante Dios, rico en misericordia. En este día lo hace el ministro que preside la celebración. Nosotros lo acompañamos poniéndonos de rodillas. Monición a la Liturgia de la Palabra Esta Palabra de Dios proclamada hoy, en un ambiente de sobriedad y silencio, nos invita a reconocer que en Cristo Jesús está reflejada nuestra vida. Como Él mantengámonos firmes en la fe que profesamos y aprendamos a confiar sólo en Dios. Monición a la Oración Universal Cristo en la cruz oró por todos sin distinción alguna. Nosotros, siguiendo su ejemplo, oremos por las necesidades e intenciones de la Iglesia y del mundo entero. (En este día se hace la forma solemne prevista en el Misal). Monición a la Adoración de la santa Cruz La cruz del Señor es el símbolo de nuestra salvación. Nuestra fe en el Crucificado es el fundamento de nuestra esperanza. Al acercarnos procesionalmente a la cruz, reconozcamos a Jesús como nuestro único Salvador y Redentor, y adorémoslo. Monición a la Sagrada Comunión Hoy no celebramos la Eucaristía. Ahora se trae el Pan que fue consagrado en la celebración de ayer y con Él comulgaremos. Al comulgar expresemos y vivamos la unión con Aquel que se entregó por nosotros en la cruz. Monición final Después de haber sido testigos del amor del Padre por nosotros, al entregarnos a su propio Hijo, con la gracia del Espíritu Santo y en compañía de María Santísima, prolonguemos en el silencio de hoy y de mañana la contemplación del Misterio de la Pasión, y preparémonos al gozo de la Resurrección.

Jue 1 Abr 2021

Sermón de las Siete Palabras 2021

La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del departamento de Comunicaciones y Tecnología, pone a disposición el Sermón de las Siete Palabras, predicadas por un grupo de obispos de las distintas Jurisdicciones del país, además un subsidio elaborado por el Departamento de Liturgia para el tiempo de Semana Santa 2021. >>SUBSIDIO LITÚRGICO PARA EL TIEMPO DE SEMANA SANTA 2021 EL SERMÓN DE LAS 7 PALABRAS: Primera palabra: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” Predica:Mons. Oscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcop Lucas 23, 34 I Cuando llegaron al lugar llamado la calavera, crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Primera palabra: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” Predica:Mons. Pablo Emiro Salas Anteliz, Arzobispo de Barranquilla Lucas 23, 34 I Cuando llegaron al lugar llamado la calavera, crucificaron allí a Jesús y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar reflexión escrita PRIMERA PALABRA[/icon] Segunda palabra: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso” Predica:Mons. Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de Tunja Lucas: 23, 39 - 43 I Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿no eres tú el Cristo? ¡sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste, nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar reflexión escrita SEGUNDA PALABRA[/icon] Segunda palabra: “En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso” Predica:Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo Castrense de Colombia Lucas: 23, 39 - 43 I Y uno de los malhechores que estaban colgados allí le lanzaba insultos, diciendo: ¿no eres tú el Cristo? ¡sálvate a ti mismo y a nosotros! Pero el otro le contestó, y reprendiéndole, dijo: ¿ni siquiera temes tú a Dios a pesar de que estás bajo la misma condena? Y nosotros a la verdad, justamente, porque recibimos lo que merecemos por nuestros hechos; pero éste, nada malo ha hecho. Y decía: Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso. Tercera palabra: “Mujer: He ahí a tu hijo” Predica:Mons.Omar de Jesús Mejía Giraldo, Arzobispo de Florencia Juan: 19, 26 - 27 I Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien el amaba, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! Después dijo al discípulo: ¡he ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar reflexión escrita TERCERA PALABRA[/icon] Tercera palabra: “Mujer: He ahí a tu hijo” Predica:Mons. Elkin Fernando Álvarez Botero /Obispo de Santa Rosa de Osos Juan: 19, 26 - 27 I Y cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien el amaba, dijo a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! Después dijo al discípulo: ¡he ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar reflexión escrita TERCERA PALABRA[/icon] Cuarta palabra: “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” Predica:Mons. Orlando Olave Villanoba, Obispo de Tumaco Marcos: 19, 33 - 34 I Y desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿Lema Sabactani? Que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Cuarta palabra: “Dios mío ¿por qué me has abandonado?” Predica:Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro, Obispo de Pasto Marcos: 19, 33 - 34 I Y desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Eli, Eli, ¿Lema Sabactani? Que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?… [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar reflexión escrita CUARTA PALABRA[/icon] Quinta palabra: “Tengo sed” Predica:Mons. Carlos Alberto Correa Martínez, Vicario Apostólico de Guapi Juan: 19, 28 - 29 I Después de esto, sabiendo Jesús que todo se había ya consumado, para que se cumpliera la escritura, dijo: tengo sed. Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo y se la acercaron a la boca.… Sexta palabra: “Todo… está consumado” Predica:Mons. Rubén Darío Jaramillo Montoya, Obispo de Buenaventura Juan: 19, 30 I Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡todo… está consumado! E inclinando la cabeza, entregó el espíritu. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar reflexión escrita SEXTA PALABRA[/icon] Séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Predica:Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lucas: 23, 44 - 46 I A la hora sexta descendieron las tinieblas sobre la tierra hasta la hora novena y el sol se eclipsó. El velo del templo se rasgo en dos y Jesús clamando a gran voz dijo: padre en tus manos encomiendo mi espíritu, y diciendo esto expiró. Séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Predica:Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali Lucas: 23, 44 - 46 I A la hora sexta descendieron las tinieblas sobre la tierra hasta la hora novena y el sol se eclipsó. El velo del templo se rasgo en dos y Jesús clamando a gran voz dijo: padre en tus manos encomiendo mi espíritu, y diciendo esto expiró. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar reflexión escrita SÉPTIMA PALABRA[/icon]

Jue 1 Abr 2021

La voz del Pastor | 04 de abril de 2021

Reflexión de monseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Juan 20,1-9

Jue 1 Abr 2021

Episcopado colombiano ofrece el Vía Crucis 2021: "El Camino de la Cruz"

En el ejercicio orante de recorrer las estaciones del Vía Crucis para este tiempo especial que vive la humanidad, por cuenta de la pandemia COVID-19, el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano, con la colaboración de los sacerdotes: Dr. Diego Uribe, miembro de la Comisión Nacional de Liturgia, y Francisco Mejía, director del Departamento de Catequesis de la Conferencia Episcopal, ofrece un recorrido al “Camino de la Cruz”, iluminado por el texto del profeta Isaías 53,5 "Sus heridas nos han curado". Cada año, alrededor de las celebraciones pascuales, especialmente el Viernes Santo de la Pasión del Señor, se tiene el Vía Crucis, como práctica de piedad, iluminada por textos y reflexiones que nos permiten hacer de la dolorosa pasión del Señor un camino de fe y de esperanza que, a su vez, puede recoger las intenciones de la Iglesia, su lectura de la historia, su cercanía con el dolor del mundo que Jesús recoge en su gloriosa pasión. En esta ocasión, cada estación del Vía Crucis tendrá una intención especial por la que se invita a orar: 1. Víctimas de la injusticia 2. Los enfermos Covid19 3. Los servidores de la salud 4. Las madres 5. Los agentes de la caridad 6. Los desaparecidos 7. Los niños enfermos 8. Las personas ancianas. 9. Los desplazados y migrantes 10. Los perseguidos por la fe 11. Los Mártires 12. Las innumerables víctimas de la violencia 13. Las mujeres víctimas de la violencia 14. La vida Contemplativa Es deseo de los autores de este insumo pastoral que el mismo “sea de gran ayuda para el crecimiento, celebración y vivencia del Misterio Pascual de Cristo que da sentido a nuestra vida cristiana”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] DESCARGAR Vía Crucis: "El Camino de la Cruz"[/icon]