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Justicia

Lun 13 Mayo 2019

Tumaco emprende diálogo social por la vida y la justicia

Entre enero de 2017 y febrero de 2018 la situación de orden público en Tumaco se agravó. Homicidios selectivos, extorsiones, panfletos amenazantes, accidentes e incidentes por minas antipersona y desplazamiento forzado eran pan de cada día. El terror mandaba en esta tierra. Por ello, diferentes sectores se reunieron para sostener un diálogo social por la vida y la justicia y de esta forma transformar su realidad. Liderados por la Iglesia Católica, el "Comité Tumaco, Unidos por la vida y la justicia" busca promover, dinamizar y articular acciones entre diversos actores que impulsen programas y proyectos para la región. Para conseguir este objetivo se conformaron seis mesas de trabajo en los ámbitos más urgente como la educación, salud, jóvenes, desarrollo productivo, infraestructura y seguridad. Hasta la fecha se han logrado importantes avances, sin embargo, el camino es largo para alcanzar un desarrollo real y efectivo para Tumaco y la costa del pacífico colombiano. En "Especiales Pastoral Social" presentamos el tercer reportaje denominado: "Tumaco: Diálogo social por la vida y la justicia" que hace una revisión sobre la situación de violencia y abandono que vive esta región y los esfuerzos que se realizan por superar este estado y convertirse en un polo de desarrollo. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Vea los especilaes de Pastoral Social[/icon]

Sáb 15 Dic 2018

¿Qué hacemos nosotros?

Por Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo: “La conversión comienza en la cabeza, pasa al corazón y culmina en el bolsillo”. La conversión no se realiza sólo en el plano moral, sino también en la mente; aún más, para que la conversión moral sea real y efectiva, debe haberse dado primero en la mente. Sin cambio de mentalidad no hay conversión moral. Según el evangelio, Juan Bautista hablaba con tal convicción que la gente termina preguntando: ¿Y nosotros qué tenemos que hacer? Una vez más, es necesario decirlo: La conversión inicia desde dentro hacía afuera. Es decir, la conversión inicial es cambiar de mentalidad, es una manera novedosa de ver la historia y la vida. Conversión es empezar a amar a los demás desde los criterios de Dios y no desde los criterios humanos. Recordemos que Juan escucha la Palabra de Dios en el desierto y desierto en Sagrada Escritura, según el libro del Deuteronomio (Cf Dt 8, 15) es un lugar vasto y terrible, con serpientes de hálito abrasador y escorpiones, región árida carente de agua. Según el profeta Jeremías, el desierto es un lugar solitario, pero no siempre totalmente estéril o desprovisto de vegetación y agua, se trata de un lugar, en el cual a pesar de todo hay pastoreo (Cf Jer 9, 9; 17, 6). Cuando el Evangelio dice que a Juan Bautista le vino la Palabra de Dios en el desierto, quiere decir que eran tempos sumamente difíciles, donde reinaba la incertidumbre y la incredulidad y por lo tanto habían muchísimos falsos profetas. Cualquier parecido con la realidad de hoy con seguridad que no es mera coincidencia. En el mundo nunca ha sido fácil anunciar el evangelio. Sin embargo, observemos cómo a pesar de la gran indiferencia que reinaba en el pueblo, queda aún un pequeño grupo, los anawin o pobres de Yaveh, que esperaban al salvador. En este contexto tan doloroso, el evangelio nos ofrece una pregunta común: ¿Y nosotros qué tenemos que hacer?, pregunta que brota del corazón de la gente, de unos publicanos y de unos militares. El texto al ir de lo general a lo particular, nos está demostrando que el interrogante es valido para todos, también para nosotros hoy. Frente a la pregunta el evangelio nos ofrece tres respuestas: (1) Caridad - Compartir: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo”. (2) Justicia: “No exijan más de lo establecido”. (3) Honestidad: “No hagan extorsión a nadie, ni se aprovechen con denuncias, sino conténtense con la paga”. A pesar de la situación difícil, aún corriendo riesgo por su vida, Juan Bautista “exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia”. El profeta es un hombre de Dios. El profeta no se anuncia a sí mismo. El profeta obra con el poder que ha recibido de lo alto. Para el profeta no hay barreras. El profeta sabe que para Dios nada es imposible, él mismo lo ha experimentado. El profeta se sabe amado de Dios, por eso, sus palabras y sus acciones brotan de un corazón agradecido que ha sabido gozarse del amor divino. Hermanos, hoy nos corresponde a nosotros asumir el evangelio y aplicarlo a nuestra vida. Miremos: la actitud de Juan el Bautista en el evangelio de hoy es la de un hombre que no regaña, pero muestra caminos concretos de superación. Recordemos que la invitación a la conversión no debe partir de la critica ni de los defectos de los demás, la invitación a la conversión debe ser una buena noticia. Cuando se predica la conversión, lo importante es hacer ver la gracia que pierde la persona que vive en el pecado. La primera acción de quien predica la conversión es escuchar a Dios y desde Dios escuchar a los hermanos. Frente a la pregunta: ¿Y nosotros qué tenemos que hacer?, la respuesta de nuestra parte, al igual que la de la época de Juan, ha de ser la de buscar la justicia social. Hermanos, igual que en la época de los profetas, hoy también, nuestras devociones religiosas deben cederle el paso a toda forma de justicia social. Nuestras devociones debe concordar con la caridad, con la fraternidad, con la justicia, con el respeto por la vida y el amor por el hermano, de lo contrario, no pasamos de vivir ciertos actos que lo que hacen es hacernos perder el norte. Recordemos las palabras de San Juan de la Cruz: “Al final de la jornada seremos juzgados en el amor”. La conversión no se puede quedar en un discurso o en una idea, recordemos: “debe pasar de la mente al corazón y del corazón al bolsillo”; es decir, a la conversión hay que darle cuerpo, esto se logra cuando adquirimos, con la gracia y el poder de Dios unas acciones nuevas y concretas. “La conversión se reconoce en la “praxis”, sobre todo la de la caridad y la justicia” (Fidel Oñoro). En el evangelio cada categoría de persona es invitada a realizar su proceso de conversión (la gente, publicanos, militares). Igual para nosotros hoy, cada uno poseemos una misión especifica, tenemos una personalidad concreta, tenemos una manera única e irrepetible de ser, así a de ser la conversión. Cada uno de nosotros nos conocemos, lo propio es que en la intimidad de nuestro ser hagamos nuestro examen de conciencia, nos reconozcamos pecadores y necesitados del poder salvador del Señor, y desde nuestra “mismidad”, asumamos nuestro proceso de conversión. Terminemos nuestra meditación con una pregunta personal: ¿Y yo qué tengo que hacer? Juan el Bautista le dice a los cobradores de impuestos: “No exijan más de lo justo”, los está invitando a que renuncien a la “corrupción”. Hermanos, ¿esta invitación nos dirá algo en la actualidad?, cada uno da su propia respuesta. Estemos atentos porque precisamente el evangelio de Lucas nos va a contar muchos episodios en los que varios cobradores de impuestos se convirtieron e incluso terminaron siendo discípulos del Señor. Para Dios y para el hombre de Dios ninguna causa es perdida, todos tenemos siempre la oportunidad de convertirnos, lo importante es dejar actuar a Dios. Ánimo hermanos, todo es posible para Dios. Entendamos una cosa más: la conversión tiene que ser para nosotros una buena noticia y no una mala noticia. ¿Por qué nos extrañamos tanto cuando una persona decide comenzar una vida nueva en Dios, en el fondo no será envidia? Conozco muchas personas que cuando inician un proceso de conversión serio y honesto, en un inicio, son ridiculizadas por sus compañeros de trabajo e incluso por algunos miembros de su propia familia. ¡Cuánto nos falta hermanos conocer y experimentar mayor alegría en la vivencia de las cosas de Dios! La conversión total, continua y cotidiana va llenando el corazón de luz, de justicia, de amor, de paz y de alegría. Una persona que comienza de verdad un buen proceso de conversión y logra perseverar, su vida va cambiando poco a poco, hasta tal punto que su mismo cuerpo comienza a ser diferente. Hermanos, vivir en Dios y para Dios es causa de alegría y de belleza aún física. Atentos hermanos, porque el signo más elocuente de la persona que vive en Dios, desde Dios y para Dios es la alegría. San Lucas, durante el presente año en su evangelio nos lo va a demostrar. Por favor, que este tiempo de adviento y navidad, sea para todos nosotros un tiempo de gracia, de bendición, de paz y de alegría en el Señor. Cuidado con la pólvora, con el licor, con los abusos en la comida… Para vivir una buena navidad, se necesita sólo dejar que Dios tome nuestra vida y desde Él transformemos nuestras relaciones dolorosas con los demás, en relaciones de hermandad y fraternidad. Evangelio: Lucas 3, 10-18 En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: ¿Entonces, qué hacemos? El contestó: El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo. Vinieron también a bautizarse unos publicanos; y le preguntaron: Maestro, ¿qué hacemos nosotros? El les contestó: No exijáis más de lo establecido. Unos militares le preguntaron: ¿Qué hacemos nosotros? El les contestó: No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga. El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga. Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia. Tarea: Compartir, justicia, honestidad. En cada una de estas virtudes hagamos un compromiso para esta navidad.

Mié 28 Nov 2018

El Mesías nos traerá la justicia y la libertad

La liturgia de la Palabra en este primer domingo de Adviento nos introduce en la dinámica de la espera del Salvador. Los pasajes de la Escritura nos aseguran que el Mesías nos traerá la justicia y la libertad; y al mismo tiempo nos indican las actitudes con las que debemos esperar y acoger al Señor que viene. Primera lectura: Jeremías 33,14-16 Salmo: 25(24),4-5ab.8-9.10+14 (R. cf. 130[129],5) Segunda lectura: 1Tesalonicenses 3,12 - 4,2 Evangelio: Lucas 21,25-28.34-36 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El profeta Isaías, en el breve oráculo que hemos escuchado, recoge la esperanza que el pueblo de Israel mantuvo a través de los siglos: ¡vendrá un Salvador, el Mesías, el Señor! Esta promesa hallará cumplimiento con la encarnación del Hijo de Dios; ésta es su primera venida. En el pasaje de San Pablo a los Tesalonicenses la perspectiva se amplía a la segunda venida del Señor. El tono del apóstol es exhortativo; invita a los fieles a “presentarse” santos e irreprochables ante Dios cuando vuelva Jesucristo. La idea central del texto es la necesidad de esforzarse permanentemente por agradar a Dios en todo, mientras se espera el encuentro definitivo con él. El Evangelio nos anuncia, con símbolos y señales propios del género apocalíptico, el momento de la llegada del Señor. Si bien en un primer momento aparecen como señales terroríficas, ellas son indicación de la conmoción de todo lo creado frente a la presencia inminente e inmediata del Señor, que, para los cristianos, es señal inequívoca del momento esperado: “¡levántense, alcen la cabeza, se acerca su liberación!”. La condición para acoger esta acción salvífica en plenitud es “tener cuidado” o “mantenerse despiertos”.

Mié 16 Mayo 2018

Ante grande y grave compromiso

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez: A quince días de cumplir con el sagrado derecho y deber de dar el voto por quien a conciencia se crea que debe gobernar y dirigir acertadamente nuestra amada Colombia cada uno de los colombianos tenemos qué tomar conciencia de que estamos ante un grande y grave compromiso que hemos de cumplir, y responder de ello ante Dios y ante la Patria. Cruzarse de brazos ante este deber con escusa, de los incumplimientos, y hasta traiciones, de quienes son elegidos, es falsa escusa pues siempre habrá fallas humanas en los escogidos, las cuales serán mayores en quienes previamente tengan malos antecedentes o ideologías que llevan al desastre moral y económico a los países. Los malos gobiernos los eligen los que se creen “buenos ciudadanos”, apoltronados en irresponsable e imperdonable abstencionismo. Para dar el voto, y cumplir debidamente con la madre Patria, que reclama de sus buenos hijos necesario apoyo en palpables emergencias como las de Colombia en este momento, es preciso hacerlo en forma reflexiva, serena y libre, por quien, por encima de toda pasión o pequeños intereses, sea quien se estime la mejor entre las opciones para llevar adelante al País. Qué vergonzoso cuando esta tan importante actuación se llegue a dar por dadivas o promesas económicas, o por ciega pasión política de afecto o desafecto. Para dar este paso trascendent - al, es preciso, en primer término, tener análisis imparcial sobre la calidad del candidato, pues solo un árbol bueno puede dar frutos buenos. Hay qué tener en cuenta su rectitud de pensamiento, persona guiada por correctos principios morales y sociales, ser defensor de la familia fundada en la ley natural de unión entre hombre y mujer, que tenga hogar bien conformado, que sea claro defensor del fundamental derecho a la vida desde su inicio en el vientre materno hasta su muerte natural. Importante, igualmente, que tenga debido conocimiento y visión en lo económico y en lo social, con respeto a un bien encauzado derecho a la propiedad privada, con debida proyección y sensibilidad social, a la vez que respetuoso de derechos como el de libertad religiosa y a objeción de conciencia, a la luz de las determinaciones constitucionales. Necesitamos elegir un primer mandatario que respete la Constitución y la voluntad popular, sin atropellos a ellas, que no solo ofrezca como aliciente electoral sino que su pasado dé garantía de cumplir en el Ejecutivo, y propiciar en las otras ramas de poder, erradicación de procedimientos corruptos. Que asuma real compromiso, de afrontar las fallas en la educación, en cuanto a calidad y amplitud, atendiendo los reclamos en ésto de toda la Nación lo mismo que de los vinculados directamente con ella, pero que no sean desbordados sino dentro de la posibilidad presupuestal, con nivelación similar a solicitudes de otros gremios. Es indispensable que esté listo a afrontar la grave problemática de la salud, y que busque poner en orden todo lo relacionado con la recta administración de una Justicia que sea garantía para todos los ciudadanos. Sí votamos exigiendo en el candidato esas calidades, respeto a los principios y real compromiso con las situaciones mencionadas, habremos cumplido bien nuestro deber de buenos hijos, con la Madre Patria. Los creyentes invocaremos a Dios que nos dé sus luces, para acertar, y que nos dé lo mejor para Colombia. Venga lo que viniere, estaremos, así, tranquilos en nuestra conciencia, y satisfechos de este esfuerzo, como contribución a una paz verdadera. Esta solo será posible con el cumplimiento fiel y leal, sin subterfugios y amañados reclamos a acuerdos aprobados, así sean discutibles, encaminados a la paz, con apertura de todos a enmiendas que en forma realmente democrática se acuerden, luego. De esta manera habremos contribuido a la paz verdadera, que anhelamos todos los buenos colombianos. + Libardo Ramírez Gómez Obispo Emérito de Garzón Email: [email protected]

Mar 6 Mar 2018

Católicos reflexionan sobre su responsabilidad en la participación ciudadana

Bajo el lema “Caminos para edificar una sociedad reconciliada y armonizada en la justicia y en el amor”, se realizó el 3 de marzo la primera jornada de formación ProVida y católica, en la Conferencia Episcopal de Colombia. Brindar herramientas prácticas para la formación de formadores en la cultura de la vida frente a los retos y dinámicas actuales que desafían la pastoral, fue el objetivo del encuentro liderado por el departamento de Promoción y Defensa de la Vida. El compromiso de la participación de los católicos en los ámbitos de la sociedad a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia – Principalmente en la política para la construcción del Bien común; análisis de la realidad política y de la comunidad internacional; y acción eclesial en el contexto de la Doctrina Social de la Iglesia hicieron parte de las temáticas analizadas durante la jornada, que contó con la participación de 40 asistentes y más de 5000 visitas en durante la transmisión Facebook live.

Jue 23 Nov 2017

CELAM ingresó como consultor de la OIT

El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a través del departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL), ingresó como consultor de la plataforma Global de Organizaciones de la Sociedad Civil ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta asignación se da como producto de su participación en la IV Conferencia Mundial sobre erradicación sostenida del Trabajo Infantil, realizada en Buenos Aires, del 14 al 16 de noviembre, con la anuencia de representantes sindicales, empresarios, trabajadores y sociedad civil venidos de 193 países del mundo. En este sentido, para el periodo 2017- 2025, el CELAM a través de su Programa Centralidad de la Niñez (PCN), adscrito al Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL), durante la clausura de esta importante conferencia, realizó una serie de propuestas con las que asume trabajar para aportar al objetivo de desarrollo sostenible 8.7 de la ONU que es la erradicación total del trabajo infantil en todas sus formas. Es por ello que se compromete a: 1. Ser voz profética por la dignidad de la infancia latinoamericana y caribeña en pos de luchar por su derecho pleno a tener vida y tener vida en abundancia convocando a la acción concreta, articulada y mancomunada desde la visión del desarrollo humano integral con diversos organismos internacionales, comunidades organizadas, instituciones y sociedad en general a la luz de la palabra, espiritualidad ecuménica, inclusión, creatividad y vigor necesarios para erradicar las causas estructurales y de fondo que originan el trabajo infantil. 2. Promover la ternura como elemento de relaciones entre niños y adultos, este concepto que rescata el valor de la solidaridad y la fraternidad más allá de nuestras diferencias, entendiendo que el trabajo infantil es un tipo de violencia resultado de la peor de las violencias como lo es la pobreza, decimos que Necesitamos a todo el mundo Cero violencia 100% Ternura como un desafío colectivo donde Estado, Sociedad y trabajadores puedan confluir en formas concretas para solución de problemas desde la razón y el corazón para movilizar voluntades en un mundo donde todos cabemos. 3. Con Kailash Sayarthi, premio Nóbel de la Paz 2014, también decir que en nuestra próxima cumbre debemos celebrar los logros obtenidos y no continuar reuniones para mirar solo problemas, a decir juntos más acción menos discursos. Finalmente es importante destacar que el PCN es un esfuerzo interinstitucional creado en 2012, a la luz de la Conferencia de Aparecida, además del DEJUSOL, está integrado por dos importantes organizaciones con trabajo en infancia cuya base es la fe, como lo son World Vision América Latina y Pastoral da Criança Internacional, ente perteneciente a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil. Por ello, para el año 2018, estas organizaciones adscritas al PCN propiciarán diálogos regionales, en una modalidad en línea (sincrónica y asincrónica) sobre la temática del trabajo infantil, para finalmente consustanciar las diversas posiciones en el ámbito eclesial, pastoral y espiritual por medio de un Foro Latinoamericano denominado “Las voces de las Iglesias sobre trabajo infantil”. Fuente: Agencia católica AICA

Mar 17 Oct 2017

Así se vivió el XIII Congreso de Reconciliación de la Revista Optantes

#Verdad,#justicia y #reconciliación fueron los temas principales del XIII Congreso de la Revista Optantes, donde la Conferencia Episcopal Episcopal de Colombia (CEC), a través de la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) estuvo presente. Al evento que se realizó del 11 al 13 de octubre en la sede de la Universidad Santo Tomás, asistieron aproximadamente unas 300 personas, entre obispos, estudiantes universitarios, académicos, religiosos, sacerdotes y víctimas del conflicto armado. En el marco del congreso, se hizo la Clausura y entrega de certificaciones del Diplomado “Inter-Acciones por la paz”, a los primeros 20 ex-combatientes de las Farc. Este proceso de formación fue dirigido por la CCN, con el apoyo solidario de la embajada de Alemania y el aval académico de la Universidad Santo Tomás. El siguiente es el informe de lo ocurrido durante los tres días del Congreso.

Vie 17 Mar 2017

“La Arquidiócesis de Cali llora todavía a su pastor”

15 años han transcurrido desde el fatídico día en que manos, mentes y corazones criminales, cegaron la vida de Monseñor Isaías Duarte Cancino, un pastor que fue valiente para anunciar y denunciar. “La Arquidiócesis de Cali llora todavía a su pastor, pero ahora lo hace con la esperanza cierta de que él desde el cielo, intercede por esta su Iglesia Particular y por éste, su país, al que tanto amó”, ha manifestado Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, durante la celebración eucarística en el aniversario de su fallecimiento, realizada en la Parroquia El Buen Pastor, donde Mons, Cancino fue objeto de un ataque sicarial, a sólo unos metros del atrio parroquial. Retomando la liturgia del día, al referirse a las palabras del profeta Jeremías: “Nada hay tan engañoso y sin remedio como el corazón humano, ¿Quién podrá entenderlo?”, Monseñor Luis Fernando Rodríguez rechazó, una vez más, el ataque al obispo quien “fue valiente para anunciar y denunciar, aún con el convencimiento de que esta valentía le podía implicar asemejarse más a Jesús, como bien lo recordó en la reflexión sobre la Cuarta Palabra del viernes santo 2012, grabada antes de ser asesinado: “Asumamos el compromiso de amar y seguir a Cristo, asumamos el compromiso de padecer con él y de ofrecer este sufrimiento, para que el Señor transforme nuestros corazones”. De otra parte, el obispo auxiliar, tras referirse al legado y obra de Monseñor Cancino, quien “soñó con que las generaciones de colombianos de todos los tiempos, pudieran vivir en una nación en paz, por lo que denunció todo lo que significara acomodaciones interesadas”, se refirió a algunas reflexiones que esté pronunció: “En la actual situación que vive Colombia, violencia (por la guerrilla, paramilitares y delincuencia organizada), corrupción, injusticia social, justicia por la propia mano, intolerancia, falta de oportunidades para la educación, la vivienda, la salud, el empleo…, en definitiva, desconocimiento y violación de los derechos fundamentales, vale la pena anotar los desafíos concretos de la Iglesia Católica…”. “Esto que describió entonces el Arzobispo inmolado, no se aleja en nada de lo que hoy vive nuestro país. Hoy, tal como lo narra también el texto bíblico, siguen las actitudes de discriminación y de pobreza, repitiendo el pasaje del rico epulón y Lázaro, en el que los ricos son menos y más ricos, y los pobres son más numerosos y más pobres. Es un dato cierto, que Colombia ocupa el triste lugar de ser uno de los primeros países más inequitativos de América latina. Contra esta inequidad luchó proféticamente Mons. Isaías, y estoy más que seguro, que hablará proféticamente también el Papa Francisco, cuando nos honre con su visita”, aseveró el prelado. Finalmente, precisó: “La fuerza y la valentía de Mons. Isaías brotaban de su fe en el Señor. Él vivía y entendía plenamente lo que dijimos con el salmista: “dichoso el que pone su confianza en el Señor”. Sí, como pastor de un pueblo perteneciente a “un mundo violento, intolerante e insensible”, como lo dijo en 1999, Mons. trabajó para que el anuncio de Jesucristo se realizara con entusiasmo, se recuperara la esperanza en uno mismo, en el otro, en Colombia y en Dios, y se presentaran, cumplieran, defendieran y anunciaran los derechos humanos como hilo conductor de todo el quehacer pastoral (cfr. Revista Metropolitana, Cali, 1999). Foto:Cortesía Archivo El Tiempo