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Liturgia

Vie 22 Sep 2023

Los últimos serán los primeros

VIGÉSIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO24 de septiembre de 2023Primera lectura: Isaías 55,6-9Salmo: 145(144),2-3.8-9.17-18 (R. 18a)Segunda lectura: Filipenses 1,20c-24. 27aEvangelio: Mateo 20,1-16I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEn este domingo veinticinco del Tiempo Ordinario, la palabra de Dios nos podemos en tono vocacional. El Señor nos llama a trabajar en su viña, la respuesta requiere una actitud de profundo discernimiento y conversión para descubrir la presencia del Señor y salir a su encuentro. Pues afirma el profeta: “mis caminos no son vuestros caminos”.En este camino de seguimiento del Señor, nos recuerda la palabra de Dios proclamada hoy, son tres las características que es necesario tener presente:•La generosidad del dueño de la viña proclama la bondad gratuita de Dios que supera la justicia sin lesionarla.•“Id también vosotros a mi viña” es el imperativo que proclama la llamada universal a participar del Reino de Dios•“Los últimos serán los primeros” es la lógica del Reino en la que se destaca que la prioridad en el reino de Dios es salir al encuentro de los alejados, marginados de la sociedad.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Isaías 55,6-9: buscad a Dios mientras se deja encontrar. Este pasaje hace parte del llamado “segundo Isaías” compuesto por los capítulos 40-55 del libro del profeta Isaías. El autor de esta obra, que se ubica en el tiempo del destierro, se caracteriza por su marcado tono esperanzador con el que se dirige y anima al pueblo.En nuestro texto de hoy, que se ubica al final de su predicación, el profeta nos da una clave que permite comprender todo lo que ha dicho. Si bien se presenta como una nueva invitación a convertirse y a recibir la salvación que viene, ésta implica asumir un cambio de vida, entendido como elevarse al plano de Dios.Algunos rasgos de este pasaje son:•v. 6: Presenta la dimensión trascendente y misteriosa de Dios. Él es siempre un más allá. Él no es previsible. Podemos buscarle y encontrarle, podemos llegar a saber algo de él y de sus planes, pero nunca podremos conocerlo del todo, ni comprenderlo del todo, porque es infinito.•v. 7: Presenta cómo el poder y la bondad de Dios se manifiesta especialmente en su capacidad de perdonar al hombre, de renovarlo todo, de recrearlo. Al hombre le corresponde, con actitud esperanzadora, volverse a Dios para dejarse perdonar para empezar de nuevo su camino.•Vv. 8-9: Esta conversión se entiende como cambiarse de perspectiva para descubrir los caminos y los pensamientos de Dios. No pretender a Dios desde la “lógica” humana, sino desde la “lógica” de Dios.Salmo: 145(144),2-3.8-9.17-18 (R. 18a): El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones.En este salmo de alabanza el primer tema que aparece en los vv. 3 a 7 es la grandeza de Dios que se manifiesta en sus obras. Luego en los vv. 8-9 comienza el segundo tema que es la misericordia. Y finalmente es el Reino de Dios (v. 10 a 12). Los versículos finales (13 a 21) siguen una serie de enunciados que resumen el estilo de Dios. El versículo de la respuesta (17) destaca los dos aspectos que en el Evangelio de hoy aparecen: la justicia y la bondad de Dios que no se contraponen, sino que muestran la grandeza de su obrar.Filipenses (1,20-27): «Vivir en Cristo»En esta carta escrita entre los años 48 y 49, Pablo expone su situación personal en medio de la cárcel y en espera del fallo que resolverá el camino que continúa para él. El de condena lo llevaría a la muerte para estar con Cristo, lo que para el apóstol sería lo mejor pues “para mí la vida es Cristo y la muerte una ganancia” (v. 21. 23). O la absolución que le llevaría a permanecer en medio de ellos, lo que sería un bien para la comunidad (v. 24).Evangelio de Mateo 20,1-16: la parábola del propietario generosoEsta parábola que sólo aparece en el Evangelio de Mateo y forma parte del discurso que anuncia la próxima venida del Reino de los Cielos en la que va presentando que la comunidad cristiana es el nuevo pueblo de Dios, a la cual se ingresa por el llamado que Dios hace y cuya respuesta es libre.La parábola está rodeada por dos afirmaciones que forman un quiasmo perfecto: en el versículo 19,30 dice: “pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros” y el versículo 20,16: “así, los últimos serán primeros y los primeros, últimos”.La imagen de la viña y la necesidad de trabajadores expresa que el Reino no es algo que Dios realiza sólo, sino que se hace con el concurso de todos. Pero a su vez, aunque se resalte la labor de los trabajadores, el personaje principal es el propietario de la viña, quien representa a Dios: Él es el dueño de la viña, Él es quien llama, Él es quien paga y Él es quien desborda en bondad.Dentro de la estructura del texto el centro está en el pago del jornal que se realiza: “empezando por los últimos hasta los primeros” (v. 8) les hace del jornal. La novedad está en que no estaban preparados para el tipo de justicia que muestra el propietario de la viña, pues al pagarles lo mismo a todos. De este modo resalta que la remuneración no depende de los méritos personales de los obreros sino de la generosidad del propietario.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Esta parábola, propia del Evangelio de san Mateo ha sido denominada como la parábola del patrón generoso o de los trabajadores de la viña. Estos dos nombres acentúan un aspecto que es central y que conviene meditar: la primacía del don de Dios y la respuesta humana en la acogida del don y el compromiso de conversión a la lógica del Reino.Así, en primer lugar, se reconoce que el protagonista es el dueño de la viña, que representa a Dios, quien con generosidad da la oportunidad de trabajar a muchos a distintas horas del día y quien, por libre iniciativa de su gracia, da una recompensa que no es proporcional al trabajo, sino que le supera con creces. Si bien todos trabajaron a si sea un poco, e pasaje bíblico destaca que el pago no es consecuencia del mérito, sino que es un don de Dios.En segundo lugar, la llamada a los trabajadores recuerda la vocación de todos como pueblo de Dios al servicio de la viña, que representa el Reino de Dios. El pueblo de Dios, la Iglesia, ha sido llamado y enviado para continuar la misión de Jesús que es proclamar e instaurar el reino de Dios. (Cfr. Rmi, 13). La Iglesia está al servicio del reino de Dios como primera beneficiaria de su salvación y como signo e instrumento de la acción de Cristo. De ahí que los laicos participan de la misión, no como una concesión extraordinaria, sino como eje de su propia vocación. Así lo destacaba san Juan Pablo II: “La dignidad cristiana, fuente de la igualdad de todos los miembros de la Iglesia, garantiza y promueve el espíritu de comunión y de fraternidad y, al mismo tiempo, se convierte en el secreto y la fuerza del dinamismo apostólico y misionero de los fieles laicos. Es una dignidad exigente; es la dignidad de los obreros llamados por el Señor a trabajar en su viña (ChL., 17).El tercer aspecto que nos propone el Evangelio para nuestra meditación es la lógica del Reino indicada con la expresión: “Los últimos serán primeros y los primeros últimos” (Mt 19, 30; Mt 20, 16; Mc 9, 35; Mc 10, 31; Lc 13, 30). Quienes han respondido desde el inicio a la llamada del Señor no han de conformarse con su respuesta personal, sino que movidos por el amor de Dios han de alegrarse y ser instrumentos para que muchos otros sigan respondiendo al llamado y, con paciencia, acompañarlos en su camino con la certeza que todos son los llamados a la salvación. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?“Este pasaje del Evangelio, esta parábola nos hace entender esto: Dios sale para encontrarnos. Durante cinco veces se habla en este pasaje de la salida: la salida de Dios, el jefe de casa, que va a buscar jornaleros para su viña. Y la jornada es la vida de una persona, y Dios sale por la mañana, a media mañana, a mediodía, por la tarde, hasta las cinco. No se cansa de salir. Nuestro Dios no se cansa de salir para buscarnos, para hacernos ver que nos ama. «Pero, Padre, yo soy un pecador...». Y cuántas veces nosotros estamos en la calle como aquellos [de la parábola], que están allí todo el día; y estar en la calle es estar en el mundo, estar en los pecados, estar... «¡Ven!» —«Pero es tarde...»— «¡Ven!». Para Dios nunca es tarde. Nunca, ¡nunca! Esta es su lógica de la conversión. Él sale de Sí mismo para buscarnos y tanto salió de Sí mismo que mandó a su hijo para buscarnos. Nuestro Dios siempre tiene la mirada en nosotros...” (Papa Francisco, Homilía, 24 de septiembre de 2017).A la luz de este texto del papa Francisco, en oración preguntémonos:•¿En qué momento de mi vida he percibido con más fuerza la llamada de Dios?•¿Cómo ha sido mi respuesta?•¿Qué cambios en mi modo de pensar ha implicado esta respuesta?Terminar la oración recitando este himno de la Liturgia de las Horas:Hora de la tarde, fin de las labores.Amo de las viñas, paga los trabajos de tus viñadores.Al romper el día nos apalabraste.Cuidamos tu viña del alba a la tarde.Ahora que nos pagas, nos lo das de balde,que a jornal de gloria no hay trabajo grande.Hora de la tarde, fin de las labores.Amo de las viñas, paga los trabajos de tus viñadores.Das al vespertino lo que al mañanero.Son tuyas las horas y tuyo el viñedo.A lo que sembramos, dale crecimiento.Eres Tú la viña, cuida los sarmientos.Hora de la tarde, fin de las labores.Amo de las viñas, paga los trabajos de tus viñadores, de tus viñadores.(Himno de la Liturgia de las horas)_______________________Recomendaciones prácticas:•Día Nacional del Recluso. Motívese visitas a los centros penitenciarios del municipio.•Día Mundial del Turismo.•Día del Recluso.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos, hermanos, a esta celebración de la Eucaristía. En este domingo el Señor nos vuelve a convocar para que, reunidos en torno a Él, renovemos nuestra la respuesta a seguir trabajando en su viña. Dispongámonos a participar con alegría en este encuentro fraterno con la certeza que el Señor nos ofrece con generosidad los dones de su gracia para compartir juntos el camino de la fe y dar frutos de caridad.Monición a la Liturgia de la Palabra Dios nos llama en distintos momentos de nuestra vida. La clave está es acudir a su llamado. Busquemos al Señor, descubramos sus caminos, dejemos encontrar por Él para experimentar su gracia, su bondad y su perdón. Escuchemos con atención.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Presentemos ahora nuestras peticiones ante nuestro Padre de bondad. Nosotros, pueblo convocado por su amor, le suplicamos que nos conceda con generosidad lo que con fe sincera le pedimos:R. Padre bondadoso, escúchanos.1.Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, las personas consagradas y todos los que trabajan en su viña, para que el Señor con su gracia providente les sostenga y acompañe siempre en la labor de hacer crecer el Reino. Oremos2.Por los jóvenes que escuchan la llamada de Dios y por aquellos que, en los Seminarios, se preparan al sacerdocio para que respondan con fidelidad y generosidad a su vocación. Oremos3.Por los que se encuentran privados de la libertad, para que transformadas sus costumbres y obrar, sean útiles a la sociedad. Oremos.4.Por todos los que pasan por dificultades, o están enfermos, para que descubran que tu mano misericordiosa les sostiene y fortalece. Oremos.5.Por todos los aquí reunidos para que, como nos pide Pablo, llevemos una vida digna del Evangelio de Cristo. OremosOración conclusivaSeñor, Tú que eres bondadoso,concede a tu Iglesia peregrinala alegría de caminar con Cristopara seguir sembrando el Reino de Diosen el corazón de todos los hombres.Por Jesucristo nuestro Señor.R. Amén.  

Vie 8 Sep 2023

Allí estoy Yo en medio de ellos

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO10 de septiembre de 2023Primera lectura: Ezequiel 33,7-9Salmo: 95(94),1-2.6-7ab. 7c-9Segunda lectura: Romanos 13,8-10Evangelio: Mateo 18,15-20I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl evangelio de Mateo está estructurado de manera catequética, así el evangelista presenta a Jesús predicando y actuando. De forma que quien lee el evangelio descubre a un Jesús maestro enseñando metódicamente cómo ejercer con poder y autoridad la vivencia de la Palabra. El pasaje del evangelio que este domingo contemplaremos nos dará las pautas para vivir la experiencia de la reconciliación en comunidad y, así, de manera profunda podamos experimentar la construcción de un itinerario permeado por el amor.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La perícopa que se leerá en la liturgia de este domingo, hace parte del discurso en el que Jesús presenta una serie de recomendaciones y ofrece algunas enseñanzas a su comunidad, sobre la vida fraterna. La opción de la escucha al hermano es el centro del mensaje de este texto, puesto que hay unos pasos para poder llegar a conseguir que aquel que cae en el pecado, pueda tener oportunidad de seguir en la comunidad y vivir plenamente inserto en ella. Hay un paso a paso, en el relato, para llegar a esta escucha asertiva en el evangelio.El texto parte de resaltar la importancia que tiene el hermano que ha llegado a pecar. Para ello, el evangelista propone la corrección fraterna, como una manera de reflejar la misericordia del ser humano por sus hermanos. Pero, en caso de no lograr la corrección en el pecado, la mediación de otros puede contribuir a un cambio y por ende un compromiso de reconciliación personal y con frutos en la comunidad.Sin embargo, los seres humanos tienden al no reconocimiento de sus faltas, errores o pecados. Allí es donde la comunidad acude en la recuperación de ese hermano de una forma fraterna. El texto mismo nos muestra las oportunidades que el pecador tiene, para poder superar aquellas situaciones que lo dejan por fuera de vivir la profundidad del amor, como alternativa, ante las situaciones de pecado que lo alejan de una vida armónica en la comunidad.La perícopa evangélica termina con una máxima propia del camino cristiano: «porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos». Esta sentencia, con la que se concluye el evangelio, es una forma de reconocer esa presencia amorosa de Dios en la vida de la comunidad. La fuerza de fe de la comunidad es una lección que está desde el principio al final de la enseñanza de este evangelio.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?Las comunidades apostólicas, fueron logrando una comprensión de la acción del Señor a su interior de manera paulatina. El tema de la reconciliación fue una de las experiencias más importantes en el aprendizaje de vivir en comunidad. Mateo presenta como la vida comunitaria es un caminar que convierte a quienes hacen parte del grupo, en seres conscientes de su labor de acompañantes en la comunidad.El texto del evangelio es un ejemplo de las acciones que, como comunidad, se pueden emprender. Jesús pone un ejemplo que hace parte de la vida de una comunidad no solo en su tiempo, sino que llega hasta los sentires y acciones de nuestras comunidades. Para conseguir el objetivo de la reconciliación en comunidad hay un paso a paso, un caminar que se centra en la persona, no en el pecado.Es así como, Jesús les propone a sus discípulos un camino de reconciliación en comunidad que se basa en tres pasos: primero acercarse a la persona, no por su pecado, sino por ser persona. Escuchar a la persona es un signo del reconocimiento de aquello que cada ser humano aloja de Dios en su ser, por ello, el perdón como expresión de la reconciliación es un indicativo del reconocimiento de Dios en cada persona. De allí que en este primer paso será importante cambiar la mirada; darle a la comunidad herramientas de aprendizaje que le inviten a quitar el prejuicio, y así darle importancia al valor absoluto de la persona.Un segundo paso en la reconciliación comunitaria enseñada por Jesús está centrado en la mediación; «Si [tu hermano] no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos» (Mt 18,16). La mediación en medio de una situación de pecado es una alusión directa al sacramento de la reconciliación. Para Jesús será importante que el pecador sea orientado en el camino de su conversión, “…el Señor nos invita a nuevas conversiones que permiten que su gracia se manifieste mejor en nuestra existencia” (Gaudate et Exultate, 17).El tercer paso de la reconciliación y el perdón esta mediado por la comunidad, la cual se convierte en la que debe acompañar el camino de la conversión. La comunidad es quien está llamada a recuperar al hermano perdido en el pecado; el texto constantemente repite que aquel que ha pecado tiene una condición de hermano. Sin embargo, hay una persistencia en el pecado por parte del pecador, por ello, es llevado a la comunidad, esta reincidencia del pecador es dolorosa para todos, pero, es allí donde la comunidad tiene la potestad de atar y desatar el pecado, partiendo, eso sí, de la actitud y compromiso de la persona que ve en el perdón un espacio de liberación.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?La comunidad de Jesús en el evangelio de Mateo es consciente del valor que hay en el aprender a vivir con los otros. Los aprendizajes en comunidad tienen la mediación del abrirnos al conocimiento del otro. “Como enseñaron los Obispos de Sudáfrica, la verdadera reconciliación se alcanza de manera proactiva, «formando una nueva sociedad basada en el servicio a los demás, más que en el deseo de dominar; una sociedad basada en compartir con otros lo que uno posee, más que en la lucha egoísta de cada uno por la mayor riqueza posible; una sociedad en la que el valor de estar juntos como seres humanos es definitivamente más importante que cualquier grupo menor, sea este la familia, la nación, la raza o la cultura». Los Obispos de Corea del Sur señalaron que una verdadera paz «sólo puede lograrse cuando luchamos por la justicia a través del diálogo, persiguiendo la reconciliación y el desarrollo mutuo»” (Laudato Si´ 229).Cuando la comunidad esta fortalecida en su fe descubre la fuerza de su plegaria; «Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.» (Mt 18, 20). El texto del evangelio finaliza con un llamado la plegaria en comunidad, la fuerza de la oración en comunidad tendrá el poder de desatar la condición pecadora de aquellos que se dejan opacar por sus pecados y su fragilidad humana._______________________Recomendaciones prácticas:•Día de Oración Compartida entre las Iglesias Hermanas de Aquisgrán y Colombia.•Este día, se recomienda concluir la celebración con la oración por la paz de San Francisco de Asís.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa En esta celebración dominical, el Señor nos regala en su Palabra un mensaje cargado del valor que tiene la reconciliación en comunidad. Dispongamos nuestros corazones a escuchar y compartir en la mesa de la Palabra y la Eucaristía la fraternidad que se teje en el encuentro de cada domingo, donde nos reconocemos como hermanos e hijos de Dios. Bienvenidos a este encuentro comunitario como signo de la acción de Dios en el amor que mostramos por nuestros seres amados. Monición a la Liturgia de la Palabra «La Palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que espada de doble filo, penetra hasta lo más profundo del corazón del hombre». Acojamos en esta celebración el mensaje de reconciliación presente en el itinerario de la Palabra de este domingo. Dejemos que la fuerza de la fe en comunidad sea el eje que oriente nuestra voluntad para cumplir con el deseo del Señor de perdonar y sabernos perdonados. Que la fuerza del Espíritu Santo nos acompañe en la escucha del mensaje de su Palabra en esta celebración.Oración Universal o de los Fieles Presidente: En tu corazón de padre, Dios amoroso y eterno, ponemos nuestras oraciones, como signo de la paz que procede de ti, por eso aclamemos juntos al Señor.R. Escúchanos, Padre de amor.1.Oremos por el Papa para que siga prestando su ministerio en pro de la reconciliación, y sigamos el llamado a la corrección fraterna que nos invita el evangelio, oremos al Señor.2.Oremos por las Iglesias Cristianas, para que, con acción y comprensión mutuas y una fidelidad a Cristo, superen sus divergencias y formen una sola Iglesia según el deseo de Cristo, oremos al Señor.3.Oremos por nuestras naciones para que el Señor nos muestre el camino que nos lleva a reconocernos hermanos y humanos en la misma dignidad, oremos al Señor.4.Oremos por las víctimas de todas las violencias para que, por medio de la justicia social, la rectitud de corazón podamos construir una sociedad reconciliada en el amor, oremos al Señor.5.Oremos por los trabajadores de la causa de la reconciliación, para que sean audaces y creativos en la misión que el Señor les ha encomendado, oremos al Señor.Oración conclusivaEscucha Dios de amor estas intenciones que te dirigimos,para que guiados por tu Palabra, nos reconciliemos en el amor tuyoy seamos cada vez más sensibles a las necesidades humanas.Por Jesucristo, nuestro Señor.R. Amén.

Jue 31 Ago 2023

Que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga

VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO3 de septiembre de 2023Primera lectura: Jeremías 20,7-9Salmo: 63(62),2.3-4.5-6.8-9 (R. 2b)Segunda lectura: Romanos 12,1-2Evangelio: Mateo 16,21-27I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl eje central de la contemplación de la Palabra para este domingo gira sobre el fundamento del llamado desde el discernimiento. La Iglesia ha enseñado que Dios es quien llama, y en esa vocación Dios nos da los medios y, por tanto, en la vivencia de su vocación el ser humano se hace feliz. Para vivir el llamado que Dios hace, los seres humanos, están invitados a dejarse moldear por su Señor. De allí que vivir la vocación engrandece el espíritu y ensancha el corazón de felicidad. En el camino de la experiencia sinodal de la Iglesia, de nuevo, el llamado del Señor es una forma de manifestar la predilección de Él por su pueblo. Así, Jesús lo expresa al llamar a los que él mismo eligió para formar la comunidad. Pues, Dios no hace promesas falsas, por ello, Mateo en el evangelio de este domingo reitera una condición para seguir al Señor: «Si alguno quiere seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga».1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?En la primera lectura el tono de reclamo del profeta Jeremías no es un detalle exclusivo de su profecía. Basta leer la travesía del pueblo de Israel en el desierto para verificar que constantemente en la Sagrada Escritura las menciones de reclamo de los seres humanos contra Dios son más frecuentes de lo que pensamos. Sin embargo, en la lucha espiritual interna, el ser humano también recuerda cómo en lo profundo de su ser hay una semilla del Verbo que hace que con el profeta recite: «había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos». La presencia de Dios, en el interior del ser humano, nunca deja de arder, y si así fuere, de nuevo Dios vuelve a seducir con amor, de modo que no hay batalla con Dios en la que él no salga victorioso, porque con su amor de nuevo el ser humano vuelve a no reusar la presencia de lo divino en su existencia. En la segunda lectura de este domingo, se presenta cómo el discernimiento es un don que paulatinamente el creyente va cultivando en su ser. De allí que Pablo da tres claves para alcanzar en el discernimiento la renovación de la mente. «Lo qué es bueno, lo que le agrada a Dios y lo perfecto»; estas claves paulinas, para el discernimiento, no son otra cosa que una forma de no dejarse amoldar, es decir configurar, al estilo del mundo, sino que por medio del discernimiento el ser humano se forja según el Espíritu de Dios. Así, la exhortación de Pablo a los Romanos es hoy, para la vida de la Iglesia, un aliciente para continuar el camino de santidad. Una santidad que es conducente a aquello que Dios, en la vocación a la que llama a todos, se convierte en don supremo para la humanidad.En el evangelio de este domingo el anuncio de Jesús de ir a Jerusalén revela para su comunidad apostólica un miedo que recorría su ser por el presagio en contra de los profetas que padecían en la ciudad Santa. Los seguidores de Jesús no lo quieren perder, quizá la tentación de no practicar un amor mediado por el desprendimiento es el que está presente en la respuesta de Pedro en la perícopa evangélica. Por esta razón, la respuesta de Jesús tiene que ser contundente para derribar de sus discípulos el manto de miedo que no los dejaba reconocer que la presencia de su Señor podría llegar a superar la barrera que imponen los límites del cuerpo y la carne. Por ello, la sentencia que desenvolverá el miedo de los apóstoles está proferida por Jesús: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga»; este llamado de Jesús mitigará el miedo con la valentía a la que el apóstol está llamado. Por ende, ser valiente es asumir la cruz como un estilo de vida, y a la vez, una manera de ser de quien da su vida por el Señor y su evangelio. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El camino de la santidad en la vida del cristiano es una meta con diversos derroteros, como diversos son los cristianos. De allí que, el mensaje de la Palabra de este domingo sea una invitación a construir de manera personal el camino para alcanzar por medio del seguimiento de Cristo un estilo de vida, una manera de ser. Pues, todo aquel que se siente llamado a vivir en el amor de Cristo debe disponer su vida a la acción del Espíritu, para ello, Pablo muestra en su carta a los Romanos el camino del discernimiento como una forma de apertura al Espíritu de Dios de modo que todo «Lo qué es bueno, lo que le agrada a Dios y lo perfecto» pueda ser ofrecido a Dios para la vida en Cristo.Pero ¿qué es lo bueno para Dios? Todo aquello que esté mediado por el amor, la compasión, la misericordia y el perdón es ajustado al querer de Dios y este querer de Dios moldea al ser humano. Para Dios todo lo que promueva el respeto, cuidado y defensa de la dignidad humana, es bueno. Y, puesto que el ser humano es la creatura más excelsa creada por Dios y todo lo que favorezca el cuidado de esta creatura es bueno para Dios. Por tanto, Dios es la bondad más alta por ello todo el que pertenece a Dios está ligado a lo bueno y es bueno.¿Qué es lo que le agrada a Dios? Puede estar definido por todo aquello que le genere capacidades de amar a los demás desde el amor que se tiene de sí mismo. Una de las grandes lecciones de Jesús fue agradar a su Padre del cielo, poniendo en el centro de sus relaciones al ser humano. Jesús expresa de modo original el amor que le venía del Padre porque él mismo es amor, y por ello, agradar a Dios es brotar desde lo más profundo del ser en amor, por amor y hacia el amor.¿Qué es lo perfecto? Bíblicamente el término perfecto significa llegar hasta el final. Así, el cristiano que discierne está llamado a ser fiel hasta el fin, por ello el discernimiento es aprender a escuchar qué es lo que Dios quiere de la persona, y en ese querer, entender la voluntad de Dios y el cómo relacionarnos mejor con Dios y por ende con sus congéneres. El permanecer fiel en Dios pasa por la fidelidad que nos lleva hasta dar la vida y vaciarnos en amor por completo por los otros, y esto se logra con los criterios que emergen del discernimiento.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Renovar el llamado del Señor en este domingo es renovar la confianza en el discernir de aquello que Dios quiere para la felicidad del ser humano. La Palabra del Señor vuelve a interpelarnos para hacer que el mensaje de aprender a cargar la cruz sea una manera de vivir el seguimiento de Cristo de manera real. La experiencia de la cruz es un camino de fortalecimiento de la fe y del amor por aquel que muestra en su entrega la manera de renovar la fidelidad a Dios.La vida del seguidor de Cristo es una constante forma de encontrarse con la cruz. Los discípulos del Señor temían al encuentro con las situaciones propias del camino de la cruz, de allí su reticencia a ir a Jerusalén. Esta reticencia es la misma que se puede experimentar en la vida cotidiana al tener miedo a las situaciones de sufrimiento, dolor, duelo, desprendimiento, separación, enfermedad y otras circunstancias que se asocian a la cruz. Por ello, permitamos que esta Palabra fortalezca de nuevo el camino de la comunidad para así asumir seguimiento de Cristo en las situaciones de cruz que reflejen el rostro del Señor en nuestras acciones de vida._______________________Recomendaciones prácticas:•Comienza la Semana por la paz.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Este domingo nos reunimos como comunidad de seguidores de Cristo para celebrar la presencia de Dios en medio de nuestras vidas. Este es el momento para agradecer por todos los bienes que recibimos de la infinita bondad de Dios por la humanidad. Participemos de esta celebración, rogándole al Señor para que dispongamos nuestra vida al misterio de la cruz como una manera de solidarizarnos en el amor, en la construcción permanente del bien común. Dispongamos nuestros corazones para seguir creyendo, celebrando y viviendo en nuestra vida la experiencia del amor oblativo del Señor en la eucaristía.Monición a la Liturgia de la Palabra La Palabra del Señor en este domingo nos presenta cómo Dios nos llama a ser discípulos por medio de la cruz. Para vivir nuestra vocación, Pablo muestra la importancia del discernimiento como camino de escucha permanente del Señor. Dejemos que el mismo profeta Jeremías nos presente cómo Dios nos llena de su amor de manera, pasiva, compasiva y misericordiosa. Dispongamos nuestra mente y corazón para que la Palabra nos permee profunda e íntimamente, escuchemos con atención el mensaje del Señor en este domingo.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Con la fe puesta en las promesas de Dios, dirijamos en este momento nuestras necesidades y peticiones, respondiendo a cada plegaria:R. Te rogamos, Señor.1.Por el Santo Padre y los ministros de la Iglesia, para que sigan el camino de cruz a ejemplo de Jesús que entregó su vida por la salvación de toda la humanidad, oremos.2.Por la Iglesia para que siga disponiéndose en este camino sinodal a descubrir desde el discernimiento la voluntad de lo que Dios nos pide, oremos.3.Por los gobernantes de toda la tierra para que trabajen por la paz de sus naciones y sigan construyendo una sociedad cimentada en la justicia, la fraternidad y el diálogo en medio de los conflictos, oremos.4.Por nuestros hermanos migrantes, refugiados y desplazados que cargan con la cruz del destierro para que en nuestras comunidades encuentren signos de acogida, cuidado y protección de su dignidad, oremos.5.Por esta comunidad de fe, para que encontremos en la escucha de la Palabra y la comunión un signo de fraternidad y reconocimiento del amor de Dios en nuestro prójimo, oremos.Oración conclusivaConcede, Padre de bondad,que tu pueblo guiado por tu amorreciba de tu misericordiaaquello que te pide con confianza.Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén.

Vie 25 Ago 2023

Vosotros, ¿Quién decís que soy yo?

VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO27 de agosto de 2023Primera lectura: Isaías 22,19-23Salmo: 138(137),1-2a. 2bc-3.6 y 8bc (R. 80[79],18)Segunda lectura: Romanos 11,33-36Evangelio: Mateo 16,13-20I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEn el tiempo durante el año, la Palabra de Dios va desarrollando un recorrido que permite una lectura semi continua del Evangelio de Mateo y que nos va llevando a una comprensión cada vez más clara del significado de este Evangelio de la Iglesia.En este domingo, el tema de las llaves aparece como hilo conductor en la liturgia de la Palabra y va llevando desde la idea de la pequeñez a la elección y llamada de Dios.En este domingo la liturgia nos presenta las llaves en el contexto del dominio de la casa (primera lectura), para ejercer el ministerio de la misericordia y suplicar el perdón (salmo responsorial), ya que, de Dios, por él y para él existe todo (segunda lectura), llegando así a la manifestación del misterio de las llaves en la persona de Pedro (Evangelio)1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?El Profeta Isaías presenta un oráculo contra Sobná, que era un alto funcionario de la corte y era de origen extranjero y reivindica la suerte de Eliaquín, a quien se le promete entrar la línea de la descendencia davídica y poder llenarse del poder del palacio (tema de las llaves)En el salmo 138 (137) es una acción de gracias y recuerda la mirada del Señor sobre el humilde en contraposición a las actitudes del soberbio.La carta a los Romanos en el apartado que se proclama en este domingo continúa la exposición ya iniciada el domingo anterior en torno a la llamada y la iniciativa divina pero ahora da un paso adelante alabando la sabiduría y la misericordia de Dios que gobierna todo, para presentar la obra de Cristo en conexión con el mundo para afirmar que todo existe por él y para él.El texto de este domingo continúa en los capítulos 14 al 18, que en Mateo corresponden al entorno del discurso comunitario o eclesial.El texto de este domingo nos pone en el camino de Cesarea de Filipo y en la contemplación de la misión de Pedro bajo el tema de las llaves. Como en otros textos bíblicos, el cambio de nombre indica la encomienda de una tarea o misión: Jesús cambia a Simón este nombre por el de Pedro, que traduce el arameo Kephas y quiere decir «roca»; de este modo señala la construcción de una casa o templo, de una nueva comunidad, en la que Pedro va a tener un papel fundamental. Este papel lo indican la expresión semítica «atar y desatar» y la imagen de las llaves. La primera implica autoridad doctrinal y disciplinar y manifiesta que Pedro, además de ser prototipo del discípulo de Jesús, es el garante de la interpretación auténtica de la enseñanza del Maestro (15,15; 17,24-27; 18,21) y tiene autoridad para excluir o incluir en la comunidad. Por su parte, la imagen de las llaves alude a la autoridad sobre la casa (véase Is 22,22), en la que subyace la consideración de la Iglesia como construcción. Esta declaración corresponde al papel eminente que Pedro jugó en los primeros tiempos de la Iglesia (Hch 1,13.15; 2,14; Gál 2,7, etc.).2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad?El tema de las llaves se comprende sólo y únicamente en el contexto eclesial, en el contexto de lo comunitario.Hoy es necesario mirarse como comunidad y descubrir la necesidad de la fidelidad a un ministerio que ha sido entregado por el Señor y que posibilita y garantiza la unidad.Si el domingo anterior se insistía en el reconocimiento de los otros, hoy se hace prioritario hablar de la comunidad como espacio de acogida, de apertura y desarrollo, pero siempre bajo el timón (poder de las llaves) de un ministerio que pueda ser signo de la unidad.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?Atar y desatar aparecen como la expresión concreta del poder de las llaves, por eso hay que suplicar al Señor para que la Iglesia, la gran comunidad de los creyentes pueda experimentar la unidad y la fidelidad, la obediencia a quien tiene las llaves.Este domingo tiene que llevar a la comunidad a un gran examen de consciencia sobre su identidad y su misión en medio del mundo: somos perdonados para perdonar, reconciliados para construir unidad. La vocación cristiana debe reflejar el encuentro con Cristo en la medida en que se aprende a obedecer y a escuchar, a no pararse en caminos paralelos.Para contemplar, el Evangelio nos regala una bella síntesis en las palabras que Jesús dirige a Pedro: “Tu eres Pedro, y te daré las llaves del reino de los cielos”._______________________Recomendaciones prácticas:Jornada Dona Nobis 2023: plan de sostenimiento de la obra evangelizadora de Colombia.La oración colecta habla de la firmeza en la perseverancia y ello puede ser una idea fuerza que se desarrolle pastoralmente en este domingo.El martes 29 se celebra la jornada nacional de oración por los cristianos perseguidosII.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Iglesia nace de la Eucaristía y por eso convocados en el día del Señor los cristianos de diversos rincones se reúnen para experimentar la vida que el Resucitado da a la comunidad, y la edificación que permanente hace de una casa para la comunidad, una casa que se vuelve espacio existencial. Dispongámonos para celebrar este misterio del amor de Dios.Monición a la Liturgia de la PalabraLa Palabra resuena en la asamblea litúrgica y reclama una actitud de escucha y obediencia, que lleve a la firmeza en la perseverancia. Abramos nuestros oídos y dejemos que el Señor siga construyendo la comunidad con su Palabra.Oración Universal o de los Fieles Presidente: La Iglesia, edificación de Dios es casa abierta siempre a todos los hombres y por ello nos invita a dirigir nuestra oración confiada. Respondamos a las intenciones:R. No abandones la obra de tus manos, Señor.1.Oremos por el Papa Francisco y nuestro Obispo N., para que siempre muestren un rostro de la Iglesia que es casa de la misericordia y lugar de acogida. Roguemos al Señor.2.Oremos por la Iglesia en Colombia, para que su misión de llevar la Buena Noticia y construcción del Reino de Dios, llegue a todos los rincones del país. Roguemos al Señor.3.Oremos por quienes están al frente de las comunidades y lideran los procesos de desarrollo en las comunidades, para que sean siempre constructores de unidad y fraternidad. Roguemos al Señor.4.Oremos por los que están aislados y no se integran en la vida de la Iglesia, por quienes se viven una fe como experiencia individual, para que puedan descubrir el valor de la comunidad y busquen vivir su fe en espacios que hagan crecer a todos. Roguemos al Señor.5.Oremos por esta comunidad que celebra su fe en la Eucaristía, para que en la fidelidad a la Iglesia pueda ser luz para los hombres y mujeres en la sociedad de hoy. Roguemos al Señor.Oración conclusivaRecibe Padre santo,la oración de tus hijos y fortalece la fidelidad de tu Iglesia . Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Vie 21 Jul 2023

El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo

DÉCIMO SEXTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 23 de julio de 2023 Primera lectura: Sabiduría 12,13.16-19 Salmo: 86(85),5-6.9-10.15-16a (R. 5a) Segunda lectura: Romanos 8,26-27 Evangelio: Mateo 13,24-43 Orientaciones para la Predicación Introducción San Juan nos define a Dios como amor; San Pablo, en su gran himno a la caridad nos ofrece la paciencia como una de sus características. En Dios brilla de manera refulgente esta característica de quien ama, tal como aparece en el texto del libro de la Sabiduría que hoy escuchamos, al igual que en el salmo y en el Evangelio. Su paciencia es muy grande, pero no destruye la justicia, según se afirma en la parábola de la cizaña en el campo; habrá un tiempo en que será separada del trigo y quemada. Lo anterior es un llamado a la responsabilidad, a fin de permitirle a Dios que trabaje en nuestro corazón y que su semilla produzca abundantes frutos de paciencia, comprensión, bondad, amabilidad, etc. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra de Dios de este domingo nos descubre una faceta muy hermosa y consoladora: la paciencia divina es muy grande. Y esto estimula una profunda esperanza y confianza. La debilidad que a diario experimentamos es grande, pero la bondad y misericordia divinas expresadas en su espera paciente son inmensamente mayores. No desesperemos de nosotros y de quienes amamos y deseamos su conversión. Lo anterior nos podría llevar a la pregunta: ¿Entonces Dios hace caso omiso del mal y de quién lo obra? ¿Todo terminará en una misericordia que no conoce límite y Dios se tapará la cara para no ver el mal y darle la bienaventuranza a quien obra la iniquidad? La parábola de la cizaña esclarece de manera muy nítida este interrogante: hay justicia, llegará el momento de la verdad; no será igual haber obrado la iniquidad que haberse esforzado por caminar en la verdad y el amor. Llegará un momento en el cual serán separados el trigo y la cizaña; y la suerte será distinta: el trigo será almacenado en el granero, mientras que la cizaña será atada en gavillas y quemada. Confianza y responsabilidad; estas son las dos actitudes que nos deben caracterizar como cristianos. Dios es muy bueno; su bondad inmensa se expresa en una gran paciencia; esta certeza impide la desesperanza que podría venir a nuestro corazón al experimentar nuestra profunda fragilidad: cuántos propósitos que no logramos cumplir, cuántos esfuerzos por superar un vicio o defecto y las pocas victorias que no pocas veces constatamos, cuántas tentaciones y caídas… La paciencia de Dios es la oportunidad para el cambio, para la conversión, para emprender un camino de regreso a la casa paterna y para responder con amor al gran Amor que nos ha salvado y espera a diario nuestro regreso a casa. Ahora bien, si decidimos vivir en contra del Amor, a espaldas de Dios, obstinados en el mal camino, entonces el mismo mal elegido nos destruirá, pues como dice San Pablo, el pecado paga con muerte. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? Soy obra preciosa a los ojos de Dios, soy hechura suya; Él me ha pensado desde toda la eternidad y me ha amado, por esto me ha creado, me ha hecho existir. Quien ama espera el amor de su amado. Dios espera nuestra apertura y nuestra correspondencia a su bondad; siempre nos espera; paciente y repetidamente llama a la puerta de nuestro corazón; solamente desea nuestro bien y nuestra felicidad. ¿Hasta cuándo tendrá que esperarnos? Dice el Apocalipsis: “Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien; si alguien escucha mi voz y me abre la puerta entraré en su casa y cenaré él y él conmigo” (3,19-20). No retardemos más nuestra respuesta, pues la vida es pasajera y llegará un momento en que deberemos presentarnos ante el Dios bueno y misericordioso, pero también justo y verdadero. Somos llamados a encarnar esta paciencia divina para con los demás. Nadie es insalvable. Todos podemos cambiar. No consideremos perdido definitivamente a nadie. Como el Padre misericordioso en la parábola del Hijo pródigo, esperemos la reacción y el cambio de los demás; mientras tanto, ejercitémonos en la espera paciente y en la caridad activa manifestada en un trato bondadoso y amable, en soportar animosamente todas las molestias que los demás nos puedan ocasionar y en hacerles el mayor bien posible. 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Señor, Tú que nos has amado de tantas maneras y solamente deseas nuestro bien y nuestra felicidad: haz que no retardemos más nuestra decisión de corresponderte; danos un corazón decidido y firme para luchar contra aquello que nos impide abrirte completamente nuestro corazón; que no te sigamos crucificando más; antes, por el contrario, que nuestra vida pueda ser en adelante una alabanza permanente a tu gloria y un rendido homenaje de sumisión amorosa, sabiendo que en seguirte y obedecerte está nuestro mayor bien. Señor, Tú que fuiste manso y humilde de corazón, danos la gracia de tener tus mismos sentimientos de paciencia y bondad frente a las limitaciones y defectos de los demás, esperando su conversión y superación. Todos somos frágiles y necesitados de misericordia y compasión. Ayúdanos a vivirla con los demás para que, así, podamos gozar de tu benevolencia, según nos los dices en el Evangelio: la medida que uséis la usarán con vosotros. ______________________ Recomendaciones prácticas: Jornada mundial de los abuelos y de los mayores. La lectura del contenido de la homilía y de sus partes textuales del Papa Francisco en su Misa matutina en la Capilla de la Domus Sanctae Marthae, tenida el lunes 12 de febrero de 2018. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa La Eucaristía es el encuentro con el Dios bueno, clemente y que espera con paciencia nuestra conversión. Vivamos esta fiesta con espíritu de fe y devoción, dispuestos a dejarnos moldear y plasmar por sus mismos sentimientos, para que nuestra vida sea una prolongación de su amor y misericordia. Monición a la Liturgia de la Palabra El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad para que la Palabra de Dios penetre en la tierra de nuestro corazón, lo permee de sus mismos sentimientos y sea el principio de acciones de misericordia y bondad para con los demás. Escuchemos con fe y atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Confiemos nuestras súplicas a nuestro buen Padre paciente y rico en misericordia y, llenos de confianza, digámosle: R. Padre bueno, escúchanos. 1. Por la santa Iglesia esparcida por todo el orbe de la tierra, para que la proteja de las asechanzas del maligno y la purifique en sus miembros. 2. Por todos los que sufren, para que, mirando al Dios misericordioso y paciente, encuentren la fuerza para unir sus padecimientos a los de Cristo y, así, contribuyan a la salvación de la humanidad. 3. Por los abuelos y los mayores, para que en sus familias encuentren el rostro amoroso de Cristo, que los consuela y conforta en sus sufrimientos. 4. Por todos los que se llaman cristianos, para que comprendan que Dios quiere la salvación de todas las personas y, de este modo, se esfuercen por mirar con misericordia y compasión a los más alejados y descarriados. 5.Por todos nosotros, para que tengamos un corazón paciente y misericordioso para con aquellos que viven a nuestro lado. Oración conclusiva Recibe, Padre santo, estas súplicas que te hemos dirigido y concédenos cuanto te hemos pedido con fe y humildad, por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Lun 17 Jul 2023

Nuevas conclusiones del estudio de la Iglesia colombiana sobre la Sacrosanctum Concilium

La edición 84 del documento formativo e informativo de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) sobre liturgia,trae cuatro textos especializados sobre temas asociados a la Constitución Conciliar Sacrosanctum Concilium que, en diciembre de este año, cumplirá 60 años de promulgación. Estos artículos conclusivos son producto de un estudio adelantado por el Departamento de Liturgia del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), con el apoyo de varios especialistas, “para redescubrir los temas de fondo de la renovación litúrgica impulsada por los padres conciliares, comprobar su recepción y mirar al futuro”, así lo explica el padre Jairo de Jesús Ramírez Ramírez, director de este departamento. La primera parte del análisis se dio a conocer en la pasada edición del boletín publicada en el mes de febrero. Esta nueva entrega recoge las demás conclusiones del grupo investigador, conformado por sacerdotes de diferentes jurisdicciones eclesiásticas del país. El primero, “el movimiento litúrgico”, fue preparado por John Álvaro Jiménez Carvajal, sacerdote de la Arquidiócesis de Bogotá; el segundo, “naturaleza de la liturgia”, por Samuel Darío Parada Lemus, sacerdote de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona; el tercero, “la reforma del Misal romano”, por Ferney Alonso Castañeda Marín, sacerdote de la Diócesis de Armenia; el cuarto, “el rito de la Misa reformado”, por Marco Aurelio Castaño Arias, sacerdote de la Diócesis Sonsón-Rionegro. Además, los lectores podrán encontrar una sección denominada “Entérese”, a través de la cual se dan a conocer novedades del Departamento de Liturgia, como es el caso del nuevo Evangeliario de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) que ya se encuentra disponible. Lea también Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 83 Lea también Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 82 Lea también Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 81 Lea también: Boletín "Notas de ACTUALIDAD LITÚRGICA" No. 80

Sáb 15 Jul 2023

Salió el sembrador a sembrar

DÉCIMO QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 16 de julio de 2023 Primera lectura: Isaías 55,10-11 Salmo: 65(64),10.11.12-13. 14 Segunda lectura: Romanos 8,18-23 Evangelio: Mateo 13 ,1-23 Orientaciones para la Predicación Introducción Comienza la parte del Evangelio de Mateo llamada “libro de las parábolas”; se leerán cinco de ellas: el sembrador, la cizaña, el tesoro escondido, la perla y la red. En ellas se esconden los “secretos del reino de los cielos”, como los diferentes grados de aceptación que tiene la Palabra de Dios según la disposición personal de cada oyente. Dios no fuerza la libertad para escucharle o no (Evangelio). Sin Embargo, la Palabra es poderosa y eficaz para producir siempre alguna forma de fruto, porque procede de Dios (primera lectura). Toda la creación ha de participar también de la gloria a la que están destinados los creyentes. Pablo muestra su visión del mundo creado que, en su estado caótico, manifiesta su ansiosa espera cósmica de alcanzar la misma meta a la que tiende el hombre: “la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (tercera lectura). ¿Qué dice la Sagrada Escritura? “Aquel día, Jesús salió de casa y se sentó a orillas del mar” (13,1). Jesús sale de la casa en la que estaba y se va a la orilla del mar, recordamos se evoca el pasaje de la tempestad calmada (8,23). La multitud que se reúne en torno a Él es grande (13,2). Con él subido en una barca y la gente sentada a la orilla. En este bello escenario comienza la enseñanza. La parábola del sembrador (13,3b-9), la primera en contarse distingue diversos tipos de terreno en los cuales caen las semillas arrojadas por el sembrador, destacando al final un terreno que es apto para la inmensa producción de que es capaz una simple semilla. Y al sembrar, unas semillas cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Al caer en el camino donde no puede ser cuidada, cae de superficialmente, así son las personas que oyen la palabra, pero no llega al corazón, no se arraiga no tiene raíz y el maligno la arranca. Otras cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no tener raíz, se secaron. La semilla que cae en un terreno rocoso donde no puede hacer raíz y con el sol inclemente se seca, es el hombre que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría, pero no admite la raíz es superficial, es incoherente en su actuar y por tanto no germina. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y las ahogaron. Aunque el suelo es bastante profundo para hacer raíz se encuentra con hierba, compara con el que oye la palabra, pero las preocupaciones personales y del mundo sofocan la palabra y no da frutos. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, un ciento, otra sesenta, otra treinta. La semilla sembrada en la tierra es buena, en suelo profundo, no tiene abrojos, es la persona que abre su corazón, escucha la palabra y da diferentes frutos. El comportamiento del sembrador, que es un profesional en la materia, ciertamente parece extraño cuando deja caer algunas semillas en terreno impropio para el cultivo. Sin embargo, esto corresponde a la realidad del evangelio: antes que la calidad de la tierra, lo que vale es la calidad de la semilla. Así obraba Jesús: arrojaba su semilla en corazones sobre los cuales los fariseos ya habían dado su dictamen negativo y consideraban excluidas de la salvación. Entonces la imagen de un sembrador arrojando las semillas en los tres primeros terrenos es un retrato de la obra de Jesús quien no ha venido “a llamar a justos, sino a pecadores” (9,13). Ante todo, se proclama la bondad de Dios, quien no tiene límites para ofrecer sus bendiciones (ver 6,45), pero esto implica de parte de cada hombre el hacerse a sí mismo “buena tierra” para que la semilla de la Palabra pueda crecer. La Palabra de Dios se nos da como un don, él no cuenta con la respuesta del hombre, la semilla cae en diferentes corazones, pero a pesar de ello tendrá éxito en la mayor parte. Es un relato que nos lleva a la esperanza. 2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? La razón de ser de la creación fue preparar un espacio adecuado para el hombre, creatura con la que Dios quería compartir y dialogar, porque Dios es comunidad de amor que comparte con los otros, esos otros son las personas humanas y en cada ser humano Dios comparte su espíritu como semilla de su reinado, esa semilla es su palabra, la buena noticia, que se ha hecho carne en Jesús el Cristo, para enseñarnos a vivir su proyecto de reino, compartiendo de manera justa y respetuosa nuestra casa común, con relaciones marcadas por la verdad, el respeto, la equidad y solidaridad. Ante esa palabra que Dios nos comparte en Cristo Jesús, las personas podemos tomar algunas actitudes: Apenas oírla, pero ni siquiera meditarla, simplemente dejarla pasar; otros la oyen, pero no profundizan en ella; otros la escuchan, es decir profundizan en ella, pero luego de entusiasmarse no se comprometen a aplicarla en sus vidas en su hacer y cómo hacer y por último hay algunos que la escuchan, se conmueven y se comprometen. Conviene revisarnos a diario y preguntarnos ¿a qué tipo de persona o terreno pertenezco, respecto a la acogida de la semilla de la palabra de Dios? 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? La liturgia de este domingo me mueve a suplicar al Señor, que nos siga sacudiendo con la acción del espíritu santo: Sacudiendo nuestra capacidad de asombro y sensibilidad ante las situaciones que nos rodean y niegan los valores del reino. Que el Espíritu Santo, que recibimos junto al agua viva del bautismo, nos siga empapando, haciendo germinar en nosotros las semillas de la acogida al otro, de la disponibilidad para el servicio a las personas y comunidades, desde la opción de vida laboral o profesional que hayamos escogido; para que germinen en nosotros las palabras y obras que aporten verdad, justicia y solidaridad, como germina la semilla en tierra buena. _______________________ Recomendaciones prácticas: Se podría colocar en un espacio cercano al altar, la Biblia abierta, y a su alrededor, algunos testimonios de niños, jóvenes y adultos de la catequesis, los grupos juveniles y movimientos apostólicos compartiendo su experiencia de compromiso de fe e incluso algún informe pastoral de las obras parroquiales del año anterior y hacer alusión a ellos, durante la homilía. Nuestra Señora del Carmen. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Bienvenidos a este nuevo encuentro dominical con el Padre Celestial, con la Palabra que viene de su hijo único, con el Espíritu Santo que nos renueva su gracia sacramental y con nuestros hermanos y hermanas, con quienes compartimos la alegría de creer, la satisfacción de la lucha diaria por vivir en coherencia con nuestra fe y la esperanza por avanzar en la transformación de las realidades que niegan el reinado de Dios, por realidades que nos aproximan a ser cada día más humanos y humanitarios y por ende auténticos hijos e hijas de Dios. Participemos activamente. Monición a la Liturgia de la Palabra La palabra de Dios es Luz a nuestros pasos, escuchémosla con atención, meditemos la con devoción y apliquémosla con voluntad de fe comprometida. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Dirijamos nuestras suplicas a Dios clemente y misericordioso, por el bien de la humanidad, y digámosle con fe y esperanza: R. Padre todo bondadoso escúchanos. Por la prolongación viva de la humanidad del Señor que es la santa iglesia: Para que, desde el compromiso del Santo Padre, de todos los ministros ordenados; los consagrados en la vida religiosa y de todo su laicado; su palabra salvífica, se extienda por todo el mundo y el anuncio del Evangelio produzca frutos de justicia y paz, roguemos al Señor. Por la fecundidad de la tierra y del esfuerzo humano: para que ningún pueblo carezca de lo necesario para subsistir y se vele por el cuidado de los ecosistemas de nuestra casa común, roguemos al Señor. Por los indiferentes o que viven alejados del Evangelio: para que Dios suscite testigos valientes que les anuncien con sus vidas y les reiteren el llamando a muchos de estos hermanos al don de la fe, roguemos al Señor. Por todos nosotros: para que nuestro corazón acoja la Palabra de Dios y promueva frutos de fe, esperanza y caridad, roguemos al Señor. Por las personas que atraviesan por situaciones de desplazamiento forzado, o soledad, para que encuentren entre sus vecinos o conciudadanos, la acogida y solidaridad, roguemos al Señor. Oración conclusiva Dios Padre, cuyo poder radicar en el amor misericordioso, acoge las súplicas de tu pueblo. Por Jesucristo nuestro Señor. R. Amén.

Mar 27 Jun 2023

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES 29 de junio de 2023 Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 12,1-11 Salmo: 34(33),2-3.4-5.6-7.8-9 Segunda lectura: 2Timoteo 4,6-8.17-18 Evangelio: Mateo 16,13-19 ORIENTACIONES PARA LA PREDICACIÓN Introducción Pedro, en nombre de los discípulos, confiesa la fe en Jesucristo como Mesías e Hijo de Dios y por eso es constituido como la piedra en la que será edificada la Iglesia, la comunidad donde habita Cristo en medio de los creyentes. El Pueblo de Dios ora por el apóstol Pedro y el Señor lo rescata de las cadenas de la prisión que no pueden obstaculizar la misión evangelizadora de la iglesia apostólica. Se manifiestan el poder de Dios y la intercesión de los fieles. El apóstol Pablo da testimonio de su fidelidad al Señor desde que comenzó su camino de fe a partir del encuentro con Cristo resucitado. Consciente de la proximidad de su martirio, él confía en recibir la corona merecida pues el mismo Señor le dio fuerzas para evangelizar y lo libró de los peligros. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Ya no solamente son las autoridades religiosas quienes persiguen a los primeros cristianos, sino que también entra en escena la autoridad política, representada en la figura del rey Herodes. Parece ser que, para poner preso al apóstol Pedro, su única motivación es agradarle a la gente. Humana y físicamente hablando era imposible que Pedro saliera por sus medios de la cárcel pues la perícopa resalta el hecho de estar muy bien custodiado por cuatro piquetes de soldados y dormir encadenado entre dos soldados. No obstante, como ocurrió en otros momentos puntuales de la Historia de la Salvación, el Dios que hace obras admirables interviene para dar la libertad a sus hijos, a sus elegidos. Luego de que el ángel del Señor le ayudara a superar todas las barreras para salir de la prisión, se le abren los ojos a Pedro, quien, volviendo en sí, reconoce la obra de Dios y confiesa su fe: “el Señor ha enviado a su ángel para librarme”. Cabe subrayar el papel de la oración de la Iglesia: como respuesta a esta oración, el Señor envía a su ángel. “Para Lucas el episodio es importante no sólo porque revela el poder de la fe y la oración cristianas, sino la fidelidad de Dios que nunca abandona a sus elegidos” (J. Fitzmyer). Estando en la prisión, Pablo resume su vida en tres acciones: combatir bien el combate, correr hasta la meta y mantener la fe. Si en otro pasaje el apóstol exhorta a su discípulo Timoteo a combatir el buen combate de la fe (cf. 1Tm 6,12) es porque tiene toda la autoridad de vida para aconsejarlo. Podríamos decir que dicho combate por el Evangelio, pasando por cada prueba que tuvo que enfrentar, comenzó el día en que tuvo su encuentro con Cristo en el camino hacia Damasco y fue bautizado. Inmediatamente después de esto, san Pablo no vaciló en ponerse al servicio de la causa de Cristo, por encima de las dificultades, transformándose en el gran evangelizador de la primera generación de cristianos. Pablo experimenta la cercanía de lo que él llama “el momento de ser sacrificado”, dando a entender que entregará su vida como ofrenda sagrada, agradable para el mismo Dios. Consciente de la proximidad del final de su vida y su misión, Pablo evalúa su camino y lo compara con una carrera que él ha corrido completa, hasta la meta (no todos los corredores terminan una competencia). El apóstol ya había hecho esta comparación de la vida cristiana en otra de sus cartas, invitando a los discípulos a que, privándose de las cosas del mundo, no se cansaran de correr por el premio: una corona incorruptible (Cf. 1Cor 9,24-25). En ese orden de ideas, Pablo está tan convencido de haber cruzado la meta, que se expresa muy seguro a la hora de afirmar que simplemente aguarda la corona, el premio. De la misma manera, les da un mensaje de esperanza a todos aquellos que aspiran al premio eterno, si perseveran compitiendo hasta el final y aman la venida del Señor. Dos preguntas les hace Jesús a sus discípulos caminando por la región de Cesarea de Filipo (región claramente distinguida como pagana): una primera para conocer qué es lo que ellos han oído de la gente acerca de su maestro y para que den una respuesta sin comprometerse; otra, la segunda, para cuestionarlos directamente y saber si han descubierto quién es el “Hijo del hombre”, quién es el maestro con el que han compartido la vida, quién es el amigo que los ha guiado en el camino de discipulado. A la primera pregunta responden con las suposiciones del pueblo en general, con nombres de otros personajes proféticos que lo que dejan entrever no es otra cosa, sino la confusión de la gente con respecto a la identidad de Jesús. Y a responder la segunda pregunta se lanza Pedro, tomando la vocería, para declarar que Jesús es más que un profeta, es el Ungido prometido desde el principio, el Hijo del mismísimo Dios vivo, único y verdadero, Dios revelado a Moisés y a los israelitas como YHWH. Reconocer la condición divina de Jesús, es decir, su origen celestial, es un don recibido por parte del Padre celestial, lo que indica que todo discípulo que quiera reconocer a Jesús como el Hijo de Dios, debe abrirse al don que viene del Padre, el único que, por la acción del Espíritu, ilumina nuestro entendimiento y fortalece nuestra voluntad para conducirnos a la Verdad plena que es Jesucristo. En la misma línea teológica podemos afirmar que también Pedro recibe el don de ser piedra sobre la que Cristo edificará la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios, la comunidad de los bautizados que fundamentan su fe en el Resucitado. Pedro lo que ha hecho es expresar su fe personal, que a su vez es la fe de la comunidad apostólica. Sobre esa sólida fe que ha confesado la verdad de Cristo, sobre esa misma fe, es que se sostiene la vida de la Iglesia. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? En el contexto de este tiempo sinodal que vive la Iglesia escuchemos la siguiente reflexión del Papa Francisco en la Misa de la solemnidad de san Pedro y san Pablo del año 2022, tomando como referencia la primera lectura: “Los Hechos de los Apóstoles nos han relatado lo que sucedió la noche en que Pedro fue liberado de las cadenas de la prisión; un ángel del Señor lo sacudió mientras dormía y ‘lo hizo levantar, diciéndole: ¡Levántate rápido!’ (12,7). Lo despertó y le pidió que se levantara. Esta escena evoca la Pascua, pues aquí encontramos dos verbos usados en los relatos de la resurrección: despertar y levantarse. Significa que el ángel despertó a Pedro del sueño de la muerte y lo instó a levantarse, es decir, a resurgir, a salir fuera hacia la luz, a dejarse conducir por el Señor para atravesar el umbral de todas las puertas cerradas (cf. v. 10). Es una imagen significativa para la Iglesia. También nosotros, como discípulos del Señor y como comunidad cristiana, estamos llamados a levantarnos rápidamente para entrar en el dinamismo de la resurrección y dejarnos guiar por el Señor en los caminos que Él quiere mostrarnos. […] El Sínodo que estamos celebrando nos llama a convertirnos en una Iglesia que se levanta, que no se encierra en sí misma, sino que es capaz de mirar más allá, de salir de sus propias prisiones al encuentro del mundo. Con la valentía de abrir las puertas. […] Una Iglesia sin cadenas y sin muros, en la que todos puedan sentirse acogidos y acompañados, en la que se cultive el arte de la escucha, del diálogo, de la participación, bajo la única autoridad del Espíritu Santo. Una Iglesia libre y humilde, que “se levanta rápido”, que no posterga, que no acumula retrasos ante los desafíos del ahora, que no se detiene en los recintos sagrados, sino que se deja animar por la pasión del anuncio del Evangelio y el deseo de llegar a todos y de acoger a todos. No nos olvidemos de esta palabra, todos. ¡Todos! Vayan a los cruces de los caminos y traigan a todos: ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores, ¡a todos, a todos! Esta palabra del Señor debe resonar en la mente y en el corazón, todos, en la Iglesia hay lugar para todos. Muchas veces nosotros nos convertimos en una Iglesia de puertas abiertas, pero para despedir y para condenar a la gente. Ayer uno de ustedes me decía: ‘Para la Iglesia este no es el tiempo de las despedidas, es el tiempo de la acogida’. ‘Pero no vinieron al banquete’ — Vayan al cruce de los caminos y traigan a todos, a todos — ‘Pero son pecadores’ — ¡Traigan a todos!” 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Siguiendo el ejemplo de la Iglesia relatado en la primera lectura, hoy oremos por el sucesor del apóstol Pedro, el santo padre, el Papa Francisco. Contemplemos con gozo que la promesa del Señor se sigue cumpliendo: La Iglesia ha estado y sigue estando edificada sobre la roca de la fe del apóstol Pedro. Tengamos en cuenta que nuestra fe personal debe estar arraigada en la fe de toda la Iglesia, que es la fe de la comunidad de los bautizados. En nuestra vida se debe reflejar lo que decimos cada vez que recitamos el Credo: “Creo en santa Iglesia Católica”. Celebrar a los apóstoles Pedro y Pablo es una bella oportunidad para renovar nuestra fe en Dios uno y trino, nuestra fe en la resurrección y nuestra fe en la Iglesia. _____________________ Recomendaciones prácticas: Jornada del Óbolo de San Pedro. Se celebra la misa vespertina de la vigilia de esta solemnidad el día 28 de junio desde las 6 de la tarde en adelante. Esta misa tiene eucología menor y lecturas propias (cf. Misal, página 607). II. MONICIONES Y ORACIONES DE LOS FIELES Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos: celebramos hoy el testimonio de fe de los santos apóstoles Pedro y Pablo: la fe que confesó san Pedro, reconociendo a Jesús como el Mesías; la fe que confesó san Pablo para evangelizar y formar comunidades de cristianos. En esta fe se sostiene la fe de todos los miembros de la Iglesia, unidos a su cabeza que es Cristo. Por eso vivamos esta Eucaristía con la alegría de tener nuestra fe bien cimentada en la roca de los apóstoles. En este día oremos de manera especial por las intenciones del Papa Francisco. Monición a la Liturgia de la Palabra El mensaje que anunciaron los apóstoles Pedro y Pablo es la Buena Noticia de Cristo. Hoy este mensaje ha llegado a nosotros gracias a que se ha transmitido de generación en generación desde el tempo de los apóstoles hasta nuestros días. Entonces sintámonos privilegiados de escuchar la Palabra del Señor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Alegres por celebrar la solemnidad de los apóstoles San Pedro y San Pablo, presentemos al Padre, por medio de Cristo, nuestras oraciones por el mundo entero y digamos juntos: R. Padre de amor, escucha la oración de tu Iglesia. Oremos por la Iglesia Universal para que, permaneciendo fiel al fundamento apostólico, haga resonar la proclamación del Evangelio en todo el orbe. 2. Oremos por el Papa Francisco, sucesor de Pedro, para que, impulsado por el Espíritu Santo, siga confirmando en la fe a todo el pueblo de Dios. 3. Oremos por los gobernantes de las naciones, para que, buscando el bien de todas las personas, lleven a cabo su misión guiados por la caridad. 4. Oremos por los que sufren en el cuerpo y el alma, para que, con ayuda de sus hermanos encuentren fortaleza y consuelo. 5. Oremos por nosotros que participamos de esta celebración, para que, imitando el ejemplo de San Pedro y San Pablo, confesemos nuestra fe con convicción y seamos testigos valientes de Cristo Resucitado. Oración conclusiva Dios todopoderoso, por intercesión de tus santos apóstoles Pedro y Pablo no permitas que seamos perturbados por ningún peligro, tú que nos has afianzado sobre la roca de la fe apostólica. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. R. Amén