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monseñor juan carlos barreto

Lun 25 Abr 2022

Monseñor Juan Carlos Barreto nuevo obispo de la Diócesis de Soacha

Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, fue nombrado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la sede vacante de Soacha, en el departamento de Cundinamarca, convirtiéndose en el tercer prelado desde que se fundó la diócesis en el 2003. Este jerarca sucederá a monseñor José Daniel Falla Robles, quien el primero de mayo de 2021, falleciera a causa de complicaciones por coronavirus. Biografía de monseñor JUAN CARLOS BARRETO BARRETO Nació en el Guamo (Tolima) el 26 de diciembre de 1968. Ordenado sacerdote el 30 de enero de 1993, para la Diócesis de El Espinal Cursó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Misionero del Espíritu Santo de la Ceja (Antioquia). En la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual. En la Fundación Universitaria Católica del Norte obtuvo la licenciatura en filosofía y educación religiosa yy la maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía en la Corporación Universitaria Minuto de Dios. Ha ocupado los siguientes cargos pastorales: Párroco en el Divino Niño y en la parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, delegado diocesano para la Infancia Misionera; formador y rector (2009-2021) del Seminario Mayor La Providencia. El 30 de enero de 2013, el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de la Diócesis de Quibdó. El 9 de marzo de 2013 en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario de El Espinal, recibió la ordenación episcopal. El 16 de marzo de este mismo año toma posesión de la sede en Quibdó. En julio de 2021, fue elegido por la CXI Asamblea Plenaria del Episcopado, como presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social - Caritas Colombia. El 25 de abril de 2022, el Papa Francisco lo nombra obispo de la Diócesis de Soacha.

Mar 5 Oct 2021

Iglesia lidera misión humanitaria en Bojayá - Chocó

Desde el pasado martes 5 y hasta el 10 de octubre, como ya se había anunciado, se está adelantando la misión humanitaria por las comunidades indígenas y afrocolombianas ubicadas sobre las cuencas de los ríos Bojayá. Esta gestión, según lo ha manifestado monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, obedece a un plan sistemático de visitas que se han programado a algunos municipios del departamento del Chocó. El reclutamiento forzado, la soberanía alimentaria, la desnutrición infantil, la falta de oportunidades para la población, son entre otros, los problemas que tienen que afrontar a diario los indígenas y afros en esta región del país. En este contexto, el obispo en un mensaje ha resaltado que el objetivo de esta misión es “acompañar a las comunidades afectadas por el abandono estatal y el conflicto armado, visibilizar su situación y realizar una agenda de incidencia con miras a la solución de sus problemáticas”, así lo registró el obispo en un mensaje enviado a los medios. De otra parte, del 5 al 7 octubre, se llevará a cabo una reunión entre representantes de las comunidades de Bojayá, con Organizaciones Etnicoterritoriales del San Juan y el Baudó, con las Diócesis de Quibdó, Istmina-Tadó y Apartadó, la Pastoral Social Nacional, la Coordinadora Residente de Naciones Unidas, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, la JEP, la Comisión de la Verdad, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, Embajadores de varios países, la Coordinación Regional del Pacífico, la Federación Luterana Mundial, Swefor, la Cocomacia, la Mesa Departamental Indígena, el Foro Interétnico, así como también están invitados la Gobernación, los Alcaldes, Personeros y Presidentes de Consejos municipales de Bojayá y Vigía del Fuerte. Los promotores de esta iniciativa han informado que serán más de cincuenta personas las que estarán distribuidas por sectores, visitando las poblaciones de los ríos: Bojayá, Cuia, Napipí, Opogadó, Murrí y Buchadó, con el fin de escuchar y llevar ayudas a estas comunidades, que por años ha venido sufriendo el flagelo del abandono. Por último, el obispo de Quibdó pide la oración y la solidaridad de los colombianos en miras a lograr que esta misión deje los frutos esperados en beneficio de la población.

Mar 22 Jun 2021

Obispo de Quibdó preocupado por situación de pandemia en su territorio

En coherencia con la situación de emergencia sanitaria que se vive en el Departamento del Chocó, la Diócesis de Quibdó, presidida por monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, ha tomado algunas medidas de prevención, que van en concordancia con el respeto a la vida de las personas que promulga la Iglesia Católica. 1. Desde el lunes 21 de junio hasta el domingo 4 de julio, los templos parroquiales del territorio diocesano estarán cerrados. La comunidad católica podrá participar de la Santa Misa a través de las transmisiones virtuales y de los medios de comunicación. 2.Los sacerdotes se abstendrán de realizar reuniones y de visitar comunidades rurales durante este tiempo. 3.De acuerdo a lo indicado en otros momentos, las exequias no se podrán celebrar en las casas ni en las calles. (...) En la ciudad de Quibdó, la celebración de exequias se realizará solamente en la Catedral San Francisco de Asís. En caso de que las familias no valoren estos criterios, los sacerdotes se verán en la obligación de negarse a la celebración de las exequias. En un comunicado, suscrito por monseñor Barreto, el prelado manifiesta la preocupación por el alto porcentaje de los contagios de la Covid 19."Hemos constatado que los casos son cada vez más frecuentes, y las actividades de prevención y atención son escasas". Frente a esta realidad, observa que son“incoherentes”las últimas medidas tomadas a nivel institucional, pues pueden llevar a agravar la difícil situación de salud y mortandad que se viene presentando. Agrega que, a esto, se le aumenta el mal manejo que un sector de la población está dando a la pandemia con el uso irresponsable del autocuidado. "La Diócesis de Quibdó renueva su opción por la vida e invita a personas e instituciones a comprometerse más decididamente con la protección de todas las vidas". En su mensaje, el prelado hace algunas recomendaciones a las autoridades sanitarias y de gobierno, entre ellas que se ofrezcan medidas integrales y programas pedagógicos visibles a la población; hacer cumplir estrictamente los protocolos para la inhumación de las personas que fallecen por la Covid-19; y fortalecer la estructura asistencial para responder al momento actual y salvar vidas. Finalmente, hace un llamado especial a la población para que descarten“las actitudes desafiantes”que han venido mostrando algunos frente a la pandemia, asistiendo a eventos sociales que están llevando de manera irresponsable al aumento de los contagios. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Vie 30 Abr 2021

Indignación sí, pero no así

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Los recientes acontecimientos que ha vivido nuestra patria, y dolorosamente también en Pasto, no nos pueden ser indiferentes. Por un lado, es comprensible el malestar general por una reforma triburtaria en tiempos de crisis humanitaria. Y tal vez la molestia no viene de la reforma en sí misma sino del modo como esta ha llegado a perfilarse. Es claro que el Estado también sufre las consecuencias de la pandemia y debe buscar maneras para fortalecer su economía, siempre y cuando esta se ordene estrictamente a atender mejor las crecientes necesidades de una población más empobrecida. Una señal positiva y de conexión con el pueblo habría sido dar el primer paso implementando un serio programa de austeridad pública. Sin embargo, cualquier reforma debería salvaguardar la protección de los más vulnerables, librándolos de llevar sobre los hombros una carga impositiva sobre lo que les representa su seguridad alimentaria y vital. El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI) sostiene que «Una Hacienda pública justa, eficiente y eficaz, produce efectos virtuosos en la economía, porque logra favorecer el crecimiento de la ocupación […] y contribuye a acrecentar la credibilidad del Estado» (n. 355). Justicia, eficiencia y eficacia, credibilidad, son premisas clave que deben tenerse en cuenta. Por otro lado, es positivo apreciar a las jóvenes generaciones más conscientes de su país y partícipes activos en las decisiones de la nación. La protesta social, garantizada constitucionalmente es un derecho inalienable y laudable, cuando se hace con plena responsabilidad y honestos y nobles ideales fundados en el derecho fundamental a la vida, la dignidad y el bien común. En la mayoría de los jóvenes, las comunidades étnicas y organizaciones populares pueden confirmar estos ideales – yo mismo pude ver el jueves, mientras regresaba de Tumaco a Pasto, la manera respetuosa y pacífica como los indígenas Awá se manifestaron en la zona de El Diviso. Pero desde otra perspectiva, la legitimidad de la protesta social se ve gravemente comprometida cuando la violencia se vuelve la protagonista. Respetuosamente, creo que la responsabilidad de tutelar que este tipo de manifestaciones se den en paz no es sólo de las autoridades (de ellas lo es principalmente, por supuesto), sino también de los organizadores y participantes, impidiendo que unos pocos desnaturalicen lo que se quiere construir: «La violencia no constituye una respuesta justa […] La violenica es un mal […] la violencia es indigna del hombre […] La violencia destruye lo que pretende defender: la dignidad, la vida, la libertad del ser humano» (CDSI, 496). Bienvenidas iniciativas vividas con creatividad y responsabilidad. Nunca más escenas donde el protagonista es el caos y la anarquía en contra de los propios hermanos. +Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Mié 17 Mar 2021

Angustioso llamado de obispos por situación de habitantes de Murindó

Durante una rueda de prensa, convocada este 17 de marzo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia, en la que estuvieron presentes monseñor Luis José Rueda, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia; monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, y monseñor Hugo Alberto Torres, obispo de Apartadó, junto con Germán Valencia, representante de la Organización Nacional Indígena (ONIC) y Amelicia Santacruz, de la Organización Indígena de Antioquia (OIA), se denunció la grave situación humanitaria que viven las comunidades indígenas asentadas en el municipio de Murindó, Antioquia. Según lo expresaron, lo expuesto refleja las conclusiones de la misión humanitaria que realizaron al municipio de Murindó, del 7 al 11 de marzo, donde asistieron las delegaciones de las diócesis de Quibdó y Apartadó, el Consejo Comunitario Mayor de la Organización Campesina Integral del Atrato (Cocomacia), el Cabildo Mayor de Murindó y la Coordinación Regional del Pacífico. Informaron que durante su visita a los cabildos de La Isla y Turriquitadó Llano, constataron que tanto el grupo guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN) como los paramilitares autodenominados “Autodefensas Gaitanistas de Colombia” (AGC), se disputan territorialmente la región, haciendo esto que cometan graves violaciones al derecho internacional humanitario y afectando también los derechos humanos de las comunidades. Frente a esta realidad hacen un llamado al Estado para que dé respuesta a estas afectaciones en contra de la población indígena que habita en estos territorios. "Se requiere la intervención estatal garantizando derechos sociales, la ayuda humanitaria urgente, el desminado territorial y la protección colectiva que les permita gozar de tranquilidad en sus entornos culturales", anotan en el comunicado que se leyó en la rueda de prensa convocada para la mañana de hoy. "A todos los organismos del Estado, incluyendo el Gobierno Nacional, la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Murindó y los órganos de control y judicialización, se les exige el cumplimiento de sus compromisos constitucionales y la intervención adecuada y oportuna en esta coyuntura y en las situaciones estructurales que se viven en la región". Igualmente, dirigieron un mensaje a los grupos armados "con el objetivo de que reconozcan que su accionar es absolutamente nocivo para la población civil. Mientras avanzamos en procesos sólidos de paz, deben observar el derecho internacional humanitario y no deben afectar el discreto goce de derechos humanos que tienen las comunidades". Finalmente, se comprometieron a continuar acompañando a las comunidades afectadas por la violencia, animándolas a no abandonar sus territorios y "a perseverar en la exigencia de los derechos que les otorga la constitución nacional". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Lun 4 Ene 2021

Diócesis de Quibdó agradece por ayuda humanitaria

La diócesis de Quibdó, en un comunicado suscrito por su obispo Juan Carlos Barreto Barreto, expresa su agradecimiento a los benefactores que durante el tiempo de pandemia y en consecuencia de la ola invernal apoyaron a las comunidades. Además, se presenta un balance de estas ayudas humanitarias. "En esta época de Navidad y finalización del 2020, la diócesis de Quibdó expresa un agradecimiento sincero a todas las personas, instituciones y organizaciones, que han confiado en la diócesis para llevar a cabo este compromiso humanitario (...) quienes hicieron y están haciendo un aporte solidario para mitigar las angustias de muchas familias en el contexto de la pandemia del Covid 19 y de la ola invernal". Según lo informa la misiva, las acciones solidarias durante el año 2020 estuvieron enfocadas a ofrecer la ayuda en tres momentos específicos: La Gran Donatón Chocó, la atención a familias vulnerables en la época más crítica de la pandemia y la atención a los afectados por el invierno. A partir de las diferentes donaciones, se lograron distribuir 13.000 mercados, de los cuales, diez mil fueron por gestión propia de la diócesis, y tres mil en una campaña junto con la Cruz Roja. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 2 Dic 2020

Campaña diócesis de Quibdó: “Tiende tu mano al pobre" (Si 7,32)

Ante las fuertes lluvias que siguen azotado el territorio chocoano, dejando a su paso un gran número de familias damnificadas y más de 10 municipios en estado de emergencia, la diócesis de Quibdó presidida por su obispo, Juan Carlos Barreto Barreto, ha prendido las alarmas para solicitar el apoyo de las personas de buen corazón. Para ello se está emprendiendo la campaña: “Tiende tu mano al pobre" (Si 7,32), que busca recolectar ayudas en especie y económicas en favor de las personas que lo han perdido todo y que viven en condición de vulnerabilidad. Según lo han manifestado, se requiere en donación: Alimentos no perecederos (arroz, granos, pastas, azúcar, panela, aceite, harina, atún, entre otros); ropa en buen estado, colchones, productos de aseo personal, elementos de bioseguridad (tapabocas, alcohol y gel antibacterial). Las personas podrán hacer llegar estas ayudas al Centro de acopio dispuesto para ello en el edificio El Convento (Cra. 1 No. 26-91, Barrio Roma, en la ciudad de Quibdó. Igualmente se podrán realizar aportes económicos a través de Bancolombia Cuenta de ahorros No. 53600002300 a nombre de Pastoral Social - Diócesis de Quibdó Nit: 900242658 Las donaciones serán destinadas a personas y familias damnificadas en el área de influencia de la diócesis de Quibdó. Para mayor información pueden comunicarse al número de celular 323 2292452

Lun 26 Oct 2020

Colectivo «Habla Quibdó» pide construir plan estructural

Carta abierta del colectivo ciudadano «Habla Quibdó», del cual hace parte la diócesis de Quibdó. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]