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monseñor omar sánchez

Jue 20 Mayo 2021

¡Queridos jóvenes, los queremos vivos!: Clamor del arzobispo de Popayán

La situación de orden público que se viene registrando desde el pasado viernes 14 de mayo en Popayán, no ha sido ajena para la Iglesia de esta región del Cauca; por eso, el llamado urgente del arzobispo de esta ciudad, monseñor Omar Sánchez, a un diálogo por la vida. El arzobispo, al lamentar estos hechos violentos que se registran, se solidariza con las familias de los jóvenes fallecidos Sebastián Quintero y Alison Ugus; al tiempo que valora la capacidad y el impulso que los jóvenes están impregnando en la transformación de un mejor futuro. “Nos duelen los jóvenes heridos, nos duelen los policías heridos, nos duelen todas las personas que han sido lesionadas y valoramos enormemente el sentido crítico y el interés de nuestros estudiantes y jóvenes por un país distinto”. En este sentido, monseñor Sánchez rechaza los enfrentamientos que se están realizaron al margen de un diálogo. Esto, señala el prelado, “es lo único que puede hacernos construir positivamente”, por lo que invita a los jóvenes a un diálogo abierto y constructivo, alejado del vandalismo. “Queridos jóvenes, los queremos vivos, los queremos sanos, los queremos produciendo la transformación de este país, de este Cauca (…) Desde Popayán, queremos invitarlos a un diálogo constructivo y abierto, y esperamos que podamos los adultos saberlos interpretar. Y quiero pedir, en nombre de Popayán y del Cauca, y de sus gobernantes, al gobierno nacional, que se acerque al Cauca que venga a Popayán y abra una mesa efectiva de diálogo”, reitera el prelado en un video mensaje.

Vie 2 Abr 2021

Arzobispo de Popayán: “Queremos vestir al Cauca de Blanco”

Frente a la compleja situación que se vive actualmente en el municipio de Argelia y otras regiones del Cauca, donde la violencia y el desplazamiento de la población no da tregua, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Sánchez Cubillos, ha convocado a todos los caucanos para que este domingo 04 de abril, se unan en un gesto de paz vistiendo prendas blancas, izando banderas blancas o portando un signo blanco. Monseñor Sánchez Cubillos, desde el municipio de Argelia, en visita pastoral para acompañar a las comunidades y a través de un video mensaje, hizo un llamado a sus sacerdotes y les animó para que promuevan en las comunidades esta expresión simbólica del uso del color blanco, que busca mostrar a todos los actores que en estos territorios se quiere la paz y la reconciliación. “A todo el presbiterio quiero extenderles desde aquí desde Argelia, en esta coyuntura dolorosa para Argelia, El Plateado, El Corinto y el Cauca, hacerles una invitación y llamarlos a una acción muy fuerte, queremos vestir al Cauca de Blanco, queremos mostrar a través de un signo que añoramos la paz, que tenemos derecho a ella y que invocamos por ella. El prelado al hacer esta invitación al clero, les exhortó igualmente para que animen y comprometan a las comunidades de las parroquias a que se hagan partícipes con este signo. “Esta es una iniciativa muy valiosa no podemos permitir que nuestro silencio, finalmente se vuelva resignación, hagamos este signo juntos (…) Que no nos de miedo decir que nuestros sueños tienen que ver con la paz”. A esta iniciativa se unieron igualmente Belsy Cerón Mosquera, gestora social de Argelia-Cauca, quien invitó a la solidaridad y a caminar en un proceso educativo por la paz; el padre Nilton Cesar Ramírez, párroco de Argelia, animó a trabajar unidos con las comunidades para fortalecer la paz; el padre Víctor Arboleda, párroco de El Plateado, invitó a mantener viva la esperanza y a mostrar un gesto de unidad; el padre Sebastián Barrera, sacerdote de la arquidiócesis, se dirigió a los sacerdotes que han pasado por estas tierras del Cauca, pidiéndoles seguir con el compromiso de continuar extendiendo la alegría del Evangelio; y finalmente Jhonnatan Patiño Cerón, Alcalde municipal de Argelia, quien afirmó “desde nuestro territorio queremos que en el Cauca y en todo Colombia resucite la paz”.

Mié 24 Feb 2021

Un acercamiento a la incidencia política de la Iglesia católica

El pasado 18 de febrero, se llevó a cabo el IV Foro de incidencia política y opinión pública, el cual tuvo como temática, ¿Cómo la Iglesia católica desarrolla procesos de incidencia a nivel regional, nacional e internacional? El evento fue transmitido de manera virtual por la página de Facebook del Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana (SNPS/CC) y los panelistas fueron: monseñor Héctor Fabio Henao, director del (SNPS/CC), monseñor Omar Alberto Sánchez, arzobispo de Popayán y la hermana Carmen Ugarte, coordinadora de Talitha Kum en México. El espacio se llevó a cabo en marco del Diplomado en Fe y Política implementado por la Escuela de la Caridad y organizado por la Fundación Universitaria Unimonserrate y por el SNPS/CC. El Padre Enán Xavier Humánez, subdirector del SNPS/CC, dio la bienvenida compartiendo una reflexión que invitó a la oración por los políticos y gobernantes de todas las naciones, para que puedan aplicar su vocación con dignidad y guiados por el Espíritu Santo. Durante la intervención de monseñor Héctor Fabio Henao, se planteó que como Iglesia se ha trabajado con el verbo incidir de forma transversal. Por un lado, desde la reflexión y oración para poner en las manos del Señor cada paso que se da en beneficio a los más vulnerables y, por otro lado, desde la educación, para conocer el trabajo de la justicia social desde el evangelio y poder trazar una estrategia con las personas que están involucradas de base en los problemas sociales. Durante la exposición, monseñor se refirió a la dignidad humana como hilo conductor de la presencia de la Iglesia, “es muy importante la incidencia en favor a la dignidad humana, hacer que sea el eje central de todas los planes y programas que se desarrollan a nivel del Estado y preguntarse sobre cómo trabajar para alcanzar niveles de vida dignos”, afirmó. Como respuesta a este tipo de necesidades, compartió que se acoge al mensaje del Papa Francisco quien ha caracterizado el proceso de atención y respuesta a la población migrante con los verbos: acoger, proteger, promover e integrar, procesos que también son aplicados para la construcción de paz, segundo tema referenciado durante el foro. La construcción de paz consiste en el esfuerzo por mantener las iniciativas locales de paz que se tienen alrededor del país y trabajar desde lo que monseñor Henao denominó, estrategia levadura, “consiste en entender el proceso como si se tratara de la transformación o el crecimiento producido por la levadura, lo que buscamos es que a partir de la incidencia se puedan trasformar las realidades y empiecen a crecer nuevas semillas gracias a todo un proceso de discernimiento, de trabajo con las comunidades y de impacto”. El Director cerró su intervención invitando al trabajo colectivo para la reconstrucción del tejido social por medio de la dignificación humana e insistió en que no es posible lograr cambios con acciones separadas, se trata de darle continuidad a las acciones para que se conviertan en políticas públicas estables y eficientes en los territorios. El segundo panelista fue monseñor Omar Alberto Sánchez, quien ha trabajado con distintos procesos comunitarios en sectores apartados del país. Planteó que desde su experiencia la Iglesia tiene un valor y rol en cada territorio, hay sectores en donde hay extrema ausencia por parte del Estado y es en esos lugares donde se tienen altas expectativas de las obras de la Iglesia. El arzobispo de Popayán considera que Iglesia es en términos generales un actor neutro que, al mismo tiempo, tiene la firmeza de estar al servicio del territorio. Por ejemplo, manifiesta que en el Catatumbo se han hecho esfuerzos para crear economías de paz y fortalecer las Juntas de Acción Comunal, proceso que le permite a la comunidad transformar sus realidades y afrontar las situaciones sociales. Durante su intervención hizo referencia a las distintas formas de leer la realidad. “La incidencia social dependerá del modelo, de la identificación de actores sociales involucrados en las situaciones y de la herramienta de lectura de realidad que tengamos para poder ser más asertivos”, aseguró el prelado. Finalmente compartió que en el territorio se está jugando el desarrollo y la paz del país, manifestó su preocupación por la multiplicación de grupos armados en todas las regiones, ya que, ellos tienen una apuesta de orden territorial, “estamos obligados a seguir construyendo de forma más inteligente y de apropiarnos de los territorios, no podemos pasar por alto estas realidades”, concluyó. La última intervención en el foro la realizó la hermana Carmen Ugarte, coordinadora de Talitha Kum en México, la red internacional de la vida consagrada en contra de la trata de personas. “Como Iglesia afirmamos que la trata de personas es una ofensa a la dignidad humana, los procesos de incidencia espirituales y políticos que hacemos desde Talitha Kum son desde lo personal y colectivo, porque nos interesa llegar a todas las personas: a las víctimas, a los tratantes, a toda la iglesia, a la sociedad civil y a los gobiernos”, afirmó la religiosa. Asimismo, manifestó su preocupación, ya que ha sido una de las economías ilícitas que más está teniendo fuerza en el territorio latinoamericano, “la trata de personas resulta ser una economía ilegal rentable, porque con el caso de la droga, se consume y se acaba, mientras que, una mujer la pueden explotar sexualmente una y otra y otra vez”, manifestó la coordinadora de Talitha Kum (México). Explicó que su accionar como red va dirigida a la atención a víctimas, a trabajos de educación y de prevención. A su vez, hizo referencia a que desde el 2014, como Iglesia se ha presentado especial atención al fenómeno de trata de personas, ya que, el Papa Francisco creó el grupo Santa Marta para la lucha contra la trata de personas, una asociación única y global entre las fuerzas del orden y la Iglesia católica. Cerrando el evento, los penalistas resolvieron alguna de las inquietudes de público y monseñor Héctor Fabio Henao se refirió a los tres principales ejes de incidencia que la Conferencia Episcopal de Colombia y el SNPS/CC ha pensado y desarrollado para el territorio nacional. En primer lugar, los procesos de incidencia para la recuperación del tejido social y económico por los impactos del Covid-19; en segundo lugar, la incidencia para la implementación de los Acuerdos de Paz y la protección a líderes sociales y a comunidades; y por último, la incidencia en la Amazonía y bosque tropicales, desde un enfoque de medio ambiente. Fuente: Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombia

Lun 14 Dic 2020

“Aquí estoy Señor en medio de tu pueblo”: Arzobispo de Popayán

Estas son las palabras que marcan el caminar del nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, pronunciadas el sábado doce de diciembre en la toma de posesión de su sede y en una fecha personalmente para él significativa, la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, emperatriz de América. “El Señor ha querido conducirme a esta Iglesia particular y confiarme la misión que le es propia a los apóstoles, entregándome el cuidado pastoral de este pueblo en su integridad, en esta hermosa y bendecida tierra del Cauca. Aquí estoy como el que obedece y acata la voluntad del Señor a través de las mediaciones de las que él se vale, con la confianza puesta justo en él, porque al final somos solo simples instrumentos en las manos de Dios”, afirmó. Cómo definir un pastor: "Siervo de Cristo, Cristo total" Durante su homilía ofreció algunos elementos que muestran el camino de la tarea que ha de seguir un pastor, o como él mismo lo señaló, lo que el pueblo de Dios esperaría de un ministro sucesor de los apóstoles de Jesús. “Un ministro es un pastor que está llamado a tener un corazón ancho y profundo para con amor servir al pueblo que se le confía, por lo cual ora y suplica siempre por su pueblo, al tiempo que le duele su dolor y le alegra su alegría”. Al considerar que es imposible que la tarea evangelizadora se cumpla no solo desde la cabeza del pastor, advirtió que esta es una misión que ha de ser compartida. Por tanto, no se “debe emprender en singular” y evocando al Papa Francisco afirmó: "Nadie puede pelear la vida aisladamente, se necesita una comunidad que nos sostenga y en la que nos ayudemos unos a otros a mirar hacia adelante. Somos uno en la misión”. Por lo anterior, apuntó que el obispo ha de realizar su tarea con el presbiterio, con la vida consagrada, con cada comunidad, con los grupos apostólicos, con los cientos o miles de fieles laicos maduros en su fe y, por supuesto, también “con todo hombre y mujer de buena voluntad, con quien compartiremos en muchos y variados escenarios, el verdadero interés y servicio por el bien del hombre”. Elogio y reconocimiento a los obreros de la mies Al resaltar las raíces profundas de esta Iglesia del Cauca, también exaltó el trabajo de tantos “obreros de la mies” que han pasado por esta Iglesia particular donando su trabajo con generosidad, sacrificio, audacia, esfuerzo y lucha, dejando sembrados unos cimientos que han seguido dando sus frutos. Reconoció el servicio y la entrega desde sus inicios al primer obispo de esta jurisdicción, monseñor Juan del Valle; a su obispo saliente, monseñor Luis José Rueda Aparicio, destacando su acertado liderazgo y humildad, así como también la tarea generosa que por más de dos décadas prestó monseñor Iván Antonio Marín López. Igualmente, resaltó la valiosa generosidad del presbiterio que ha pasado por esta Iglesia y de manera particular los actuales sacerdotes, quienes enfrentan un memento complejo en estos territorios; el aporte hecho por la vida religiosa, la vida contemplativa desde sus distintos carismas y, por supuesto, la participación de los laicos que animan y acompañan esta obra y misión de la Iglesia, resaltando el importante papel de la mujer como referente transmisor y de vivencia del evangelio. En este contexto, el prelado asintió que “el arzobispo es una discreta pieza en un gran engranaje de la Iglesia de Popayán. Ciertamente ahora no se trata de hacer cábalas de proyección, se trata más de disposición y docilidad a quien sabe darle continuidad, unidad y perfeccionamiento a la única misión que Dios tiene para esta Iglesia”. La tarea pastoral y evangelizadora exige una promoción integral de todo ser humano Advirtió que no pasará un día sin ocuparse, como lo ha venido haciendo esta Iglesia, en sembrar esperanza, respetando siempre a legitimidad autónoma de las distintas instituciones. “La Iglesia no se cansa de ofrecer la contribución de su enseñanza y experiencia a aquellos que pretenden servir a causa del hombre, del trabajo, del progreso, de la justicia social y de la paz”. “Su atención a los problemas sociales ha crecido a lo largo de los últimos tiempos, en una tarea exigente que la compromete en la salvaguarda de la dignidad del hombre y de las exigencias reales de la sociedad. Desde el corazón del Evangelio reconocemos la íntima conexión que existe entre la evangelización y la promoción humana, por tanto, como pastores tenemos el deber y el derecho de emitir opiniones sobre todo aquello que afecte la vida de las personas”, aseveró. Todos somos hojas de un mismo árbol “Por ahora lo importante, lo que interesa es continuar caminando juntos, déjenos acompañarlos a todos y, por su puesto, nos dejamos invitar de todos; nos haremos en adelante como el Señor en Emaús, los encontradizos, para poder devolvernos juntos la esperanza”. Sostuvo que es el momento de experimentarnos simplemente como hermanos y al mismo tiempo felizmente distintos, pero todos llamados a un único proyecto común, el servicio hacia los demás. “Todos somos hojas de un mismo árbol. Necesitamos soñar como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz”. Es una propositiva carta de navegación Frente a la presencia del nuncio apostólico, monseñor Luis Mariano Montemayor, agradeció sus palabras, que marcan, según lo expresó el prelado, la ruta propositiva de navegación que ha de seguir en su caminar pastoral. “Agradezco el análisis juicioso y profundo con la mirada aguda y exhaustiva del señor nuncio, con inteligencia y corazón de Iglesia universal y que, personalmente, esperaba con enorme interés, porque supuse pondría los puntos más relevantes de nuestra atención pastoral, dándole un claro orden que orienta la misión desde el inicio y nos determina en nuestras principales acciones de iglesia particular, ayudándonos a ser parte del propósito de sentirnos uno en la barca de Pedro”, puntualizó. El cambio de la sinodalidad, es el camino que Dios espera “Este camino de construir juntos en la Iglesia, hoy tiene un nombre y le decimos sinodalidad”. Resaltó que la renovación de la Iglesia será, sin lugar a dudas, la implementación de un camino sinodal donde la Iglesia enseña “el arte de la escucha con alta participación, generosamente abierta para llegar a un diálogo fecundo y continuo en todos los niveles”, advirtió. Por lo que llamó a “abrir las ventanas de la Iglesia para evitar el moho de la auto referenciación del clericalismo”, no solo con un cambio de mentalidad, sino de sinodalidad, aclarando que esto no puede quedase solo como una expresión de slogan sin contenido real. “Tenemos juntos que llenar de sentido vital esta esencial dimensión de la Iglesia para hacerla efectivamente sal y luz del mundo”. Aportes como provincia eclesiástica de Popayán Agradeció las manifestaciones de cercanía de los obispos que hacen parte de la provincia eclesiástica de Popayán y les expuso que todos como parte de este territorio de Iglesia caucana están llamados a actuar con convicción y pasión. “Como provincia eclesiástica tenemos un gran desafío que, estoy seguro por las grandes cualidades de sus pastores, podremos hacer un aporte significativo como región a la Iglesia colombiana y al país. Como obispos de esta región estamos llamados a ahondar en la sinodalidad con convicción y pasión para responder al audaz llamado del Papa Francisco a renovar la Iglesia”. Finalmente, pidió la intercesión de la Santísima Virgen y de San José para que este nuevo caminar esté guiado por ellos.

Vie 16 Oct 2020

Arzobispo electo de Popayán, entre la nostalgia y la alegría

Para monseñor Omar Sánchez Cubillos, arzobispo electo de Popayán, su nombramiento es un nuevo envío que el Señor le hace y lo recibe en obediencia. “Desde la perspectiva de la fe interpretamos el querer de Dios, porque cada nombramiento al servicio del pueblo de Dios es siempre una llamada, una renovación vocacional, un nuevo envío que el Señor nos hace (…) así que, el Papa Francisco expresa esa llamada en la tarea que hoy me encomienda y con obediencia la acepto”, aseveró. Reconoce el desafío que le espera, al aceptar con humildad y sencillez no tener mayor conocimiento de estos territorios payaneses y caucanos, diferente a lo que se habla de ellos a través de los medios de comunicación. “Tengo que ser franco, porque solo conozco lo que a través de los medios se percibe de Popayán y del Cauca; estoy seguro de la calidez de su gente, de su rica cultura, de todos los matices que tienen con las comunidades indígenas y el mundo afro y de esa expresión de fe tan honrosa y bella que hay en estos territorios”. En este contexto, admite su temor por empezar a caminar en estos territorios nuevos para él, pero pide la paciencia de cada uno de sus habitantes para irse adaptando y poder ofrecer así lo mejor de su servicio pastoral a las comunidades. “En obediencia al Papa Francisco estoy en disponibilidad para acompañar, hacer presencia y estar en medio de esa nueva comunidad que el Señor me confía, por lo cual suplico de todos ustedes su oración y paciencia para que podamos hacer las adaptaciones en el camino que iniciamos juntos(…)Tardaré un par de meses, pero nos daremos el espacio y el tiempo para conocernos, compartir y aprender a interpretar el territorio y poder desde lo que esté a mi alcance servirlo con todas mis fuerzas con el deseo de hacer la voluntad del Señor”. El prelado observa que este, como otros territorios en Colombia padece el dolor, mantiene problemasy situaciones complejas, pero también reconoce que hay grandes potenciales de los que dijo está ansioso de poder disfrutar “porque cada territorio tiene unas riquezas de las que uno se nutre y en las que seguramente se podrá aportar (…) Estaré en un territorio pluricultural, en un territorio con lesiones, como donde estoy viviendo actualmente, que tienen grandes ausencias de procesos sólidos, que van consolidando salidas a los problemas de manera pertinente (…) Espero pues que todo lo que pueda aportar sea de utilidad para este territorio del Cauca y para todo lo que significa esta arquidiócesis tan importante para el país”. Tender puentes de diálogo y escucha No se atreve a hacer aproximaciones de lo que podría faltarle al Cauca en materia de reconciliación, pues considera que hablar de un territorio supone haber vivido en él. Anota que prefiere percibirlo de quienes lo han trabajado, sufrido y construido. Además, apunta que desea primero llegar a escuchar y tender puentes de diálogo con el fin de poder ir leyendo e interpretando estas realidades. “Son muchas las heridas que los territorios con estas características deben sanar, por ahora solo me aproximo a un deseo muy grande de ayudar en lo que esté a mi alcance. Estoy seguro que tendremos que sumar en la dirección de lo que signifique reconciliar a este país y, por su puesto, si el Cauca hace su tarea, le suma muchísimo a un país que hoy mira hacia esta región con preocupación”, puntualizó. “Estoy en duelo de dejar una comunidad que aprendí a querer” Reconoce la tristeza que le da dejar los territorios de la diócesis de Tibú, que a lo largo de 9 años pastoreó, región que no es ajena a unas problemáticas sociales complejas y donde la violencia también se ensaña contra la población. Señala que extrañará su gente, sus comunidades, su clero ylos procesos que se vienen adelantando. “Por ahora estoy en el duelo de dejar una comunidad que uno aprende a querer a pesar de que tiene tantas dificultades, quizás por eso uno se apega o se aferra y de consecuencia también va a ser doloroso para mí partir de aquí, ya tendré el tiempo de recomponerme, de poner todo mi corazón y mis fuerzas en este nuevo caminar pastoral”. “Tengo la alegría de llegar a una Iglesia viva” Así mismo, expresa que lo llena de confianza y alegría el saber que llega a una jurisdicción donde hay una Iglesia viva en la fe y en procesos. “Tengo la alegría de saber que hay una Iglesia muy viva y pertinente en el territorio, eso me llena de confianza para poder empezar un ministerio tan exigente como el que el Papa me ha confiado. (…) Sé que hay un presbiterio muy comprometido, una Iglesia muy consolidada y unascomunidades muy fuertes, estoy seguro que tendremos que sumar fuerzas en la dirección de lo que signifique reconciliar esta región”. Finalmente, extendió un saludo y la bendición sobre todo el pueblo payanés, suplicando de ellos sus oraciones para que el tiempo que el Señor le tenga en estos territorios, sean fructíferos. “Un saludo muy especial a todo el pueblo payanés. Los abrazo desde Tibú con la esperanza de que al llegar nos podamos encontrar, sentirnos como un solo pueblo y que me hagan parte de sus comunidades. Suplico su oración por mí y mi ministerio, de mi parte pido a Dios que bendiga esa tierra del cauca y a Popayán”.

Mar 13 Oct 2020

"En esta casa caucana están sus hermanos en Cristo": Mons. Rueda Aparicio

Luego de conocer la noticia del nombramiento de monseñor Omar Sánchez Cubillos, como nuevo arzobispo de Popayán, moseñor Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, le envió un mensaje de cercanía ofreciéndole su oración y comunión permanente en este nuevo caminar pastoral que la Iglesia le encomienda. "Lo saludo con la Iglesia de Jesucristo el Señor que peregrina en Bogotá y en el Distrito Capital. Lo saludo misionero de la vida, la reconciliación y la paz, le ofrezco mi oración en el Santo Rosario, mi comunión en la Eucaristía diaria, y ruego para que la Palabra de Dios sea siempre fuente de sabiduría, fortaleza y alegría", señaló. Le recordó que ahora como nuevo pastor de esta Iglesia en el Cauca lo espera una nueva familia, no difrente a la familia con la que comparte actualmente en Tibú. "En esta casa caucana están sus hermanos en Cristo, hombres y mujeres de todas las edades, llenos de esperanza y comprometidos en la búsqueda del Reino de Dios presente en la historia personal y comunitaria". Le anticipó que le esperan con fe y amor fraterno, todos los fieles laicos, seminaristas, sacerdotes, religiosos (as), diáconos permanentes, hombres y mujeres que peregrinan en estos territorios, que por tantos años han sufrido el flagelo de la violencia. Así mismo le recordó que oran por él, quienes hancen parte de la Pronvincia Eclesiástica de esta región, conformada por los departamentos de Nariño y Cauca. Finalmente, pidió a la Santísima Virgen y a San José acompañen en este peregrinar misionero al nuevo arzobispo de Popayán.

Lun 12 Oct 2020

Nuevo Arzobispo de Popayán

El Papa Francisco ha nombrado como nuevo arzobispo de Popayán a monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, hasta el momento obispo de Tibú. BIOGRAFÍA DE MONSEÑOR OMAR ALBERTO SÁNCHEZ CUBILLOS Nació en Cogua-Cundinamarca, Diócesis de Zipaquirá, el 20 de septiembre de 1963; en su pueblo natal realizó sus estudios básicos de primaria y secundaria. Ingresó en la Orden de Predicadores, para la Provincia de San Luis Bertrán en Colombia el 7 de diciembre de 1982. Inició el noviciado el 1 de febrero de 1983. Hizo su primera profesión religiosa el 2 de febrero de 1984 y la profesión solemne, e12 de febrero de 1989. Adelantó su formación filosófica y teológica en el Studium Generale de la Orden Dominicana en Colombia. Fue ordenado sacerdote el 17 de febrero de 1990. Prosiguió sus estudios en la Universidad Santo Tomás de Bogotá, donde obtuvo la licenciatura en filosofía y ciencias religiosas y posteriormente se especializó en teología dogmática en la Pontificia Universidad Santo Tomás de Roma y en Gerencia de Instituciones de Educación Superior en la Universidad Santo Tomás de Bogotá. En sus 20 años de ministerio sacerdotal le han sido encomendadas las siguientes tareas y responsabilidades pastorales: Profesor de humanidades en la Universidad Santo Tomás (1997-1998); • Párroco de la Parroquia de San Luis Beltrán en Barranquilla (1999); Fundador de la Comunidad Dominicana de Villavicencio y director del Centro de Educación a Distancia en esa ciudad; • Presidente de la junta directiva de la ONG "Corporación Dominicana opción vida, justicia y paz" y vocal de la misma; • Consejero Provincial (1994-1998); • Prior del Convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y • Rector del Santuario Mariano Nacional (2003-2009); • Superior de la casa José de Calasanz Vela en Villavicencio (2010). • Miembro del Consejo Provincial; • Prior del Convento Cristo Rey en la ciudad de Bucaramanga y colaborador en la Universidad santo Tomás de Aquino en la misma. El Santo Padre Benedicto XVI, lo nombró como Obispo de Tibú el 7 de junio de 2011. Recibió su ordenación Episcopal del 8 de agosto de 2011 y tomó posesión canónica de la Diócesis de Tibú el 3 de septiembre del mismo año.

Mar 25 Feb 2020

"Pedimos soluciones de afuera y las merecemos, pero en ellas no están todas las salidas": obispo de Tibú

Ante la actual situación que afronta el Catatumbo, el obispo de la diócesis de Tibú, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, ofreció un mensaje a la comunidad de fe y a todos los que hacen parte de esta región del país, para que vean en esta crisis grandes oportunidades y actúen de manera particular como parte de la solución de los problemas. “Estamos unos y otros diciendo sobre nuestra realidad siempre lo mismo y culpando a los mismos (…) Si no somos capaces de leer correctamente lo que nos está pasando y nos quedamos atrapados en las coyunturas sin ir a la raíz de nuestros problemas, no sabremos apostar por una solución efectiva”, afirmó el prelado. Sostuvo que es importante conocer el territorio que se habita, sus dinamismos, sus intereses y protagonistas para no hacer lecturas básicas que arrojen soluciones erradas. “Creemos que conocemos nuestro territorio, pero puede ser que no sea así, no parece que nos esforcemos en relacionar todo lo que hay en él (…) Nuestro conocimiento es pobre si lo hacemos desde nuestros intereses particulares y limitados o simplemente desde lo que los otros nos dicen; tal vez no estamos haciendo el diagnóstico correcto y por eso nos enfocamos en soluciones erradas”. Monseñor Sánchez asintió que, si bien se tiene la potestad de exigir desde afuera a las instancias garantes por el respeto a los derechos de las personas, también es un hecho que esto ha permitido una parálisis y una justificación para no actuar internamente, por lo que animó a reflexionar en familia y a nivel comunitario en la construcción de un futuro compartido. “Queremos y pedimos soluciones de afuera y las merecemos, pero en ella no están todas nuestras salidas de fondo, nuestros problemas salen también de adentro (...) Los invito a pensar a cada uno en su futuro personal; aquí, en este territorio de bondades y dolores, pensemos en nuestro futuro con nuestra familia, para dónde vamos con ella, pensemos en nuestro territorio, qué futuro nos espera. Cada campesino humilde, cada comerciante, cada transportador, cada pobre y cada rico, el adulto y el joven, los doctos y los sencillos, tenemos que pensar en esto ahora sin buscar culpables que es lo más fácil y suele ser una trampa que nos impide mirar hacia adentro y hacia adelante”, aseveró. Al recordar, desde el cristianismo, que Dios siempre está con su pueblo y no lo abandona, que las soluciones no son simples porque los problemas son complejos y, por esto, “no hay que perder el aliento, la cordura, la sensatez ni el interés para seguir trabajando con persistencia y realismo contra todo lo que nos hace daño y particularmente a esta tierra bendita (…) Porque esta tierra necesita un proceso fuerte y claro para pasar de los criterios que nos están finalmente destruyendo a los criterios de Jesús que dan vida”. Finalmente, dijo que la crisis que vive actualmente el Catatumbo no es una crisis social sino humana, “no se trata de volver a esa normalidad por la que todos claman, que es dolorosamente anormal y, por tanto, no tiene ingredientes de solución plena para todos”. Aseguró que es importante ir a la raíz de los problemas donde se necesitará de la ayuda de todos para llegar a la verdadera libertad de los pueblos: “un pueblo de Dios que camina hacia la verdadera libertad, este es un pueblo valiente, trabajador, inquebrantable, capaz de levantarse siempre y de seguro que así saldremos adelante”.