Pasar al contenido principal

papa francisco

Lun 30 Jul 2018

Cristianos santos y alegres (II)

Por: Mons. Víctor Ochoa Cadavid - Hemos iniciado hace algunos días, en las páginas de La Verdad, una presentación de la Exhortación Apostólica GAUDETE ET EXSULTATE (Alegraos y regocijaos) del Papa Francisco, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual. Con orden hemos repasado cómo la santidad es un llamado para todos los miembros de la Iglesia, que sigue a Cristo. La santidad es un camino para todos hacia Jesucristo en la vivencia y experiencia de su Evangelio. Deseo ahora continuar con esta reflexión y repaso de las enseñanzas del Santo Padre Francisco. El Papa Francisco nos llama la atención sobre dos falsas ideas de la santidad que son de gran actualidad. La primera falsificación a la cual se refiere el Obispo de Roma es la del “Gnosticismo” (Donde el conocimiento y el saber algo es fruto de la razón y de los sentimientos), donde nos limitamos a los conceptos, a las ideas, a una concepción de la santidad fundamentada solo en ideas y en estructuras de pensamiento. El Santo Padre nos invita a no olvidar tocar con nuestras manos la “carne sufriente de Cristo” (n. 37). Con esta afirmación plantea el peligro de que la espiritualidad y los principios que surgen del Evangelio, fundamenten solo una doctrina teórica. Esta forma indebida de espiritualidad aparece lejos de la realidad. Es la vía contraria a la oración, la devoción, la piedad que solo pone su fuerza en la doctrina. La segunda falsificación es la del “pelagianismo” (Una doctrina que no corresponde a la de la fe católica, que es una herejía, propuesta por Pelagio, entre los siglos IV y V; donde el pecado original no existe). Entonces, según Pelagio, la gracia de Dios, se alcanza sólo con la voluntad del hombre, confiando sólo en las propias fuerzas (n. 49). Parecería que el hombre es capaz de alcanzar sólo con su voluntad y decisión la santidad. La santidad sería sólo un esfuerzo humano, fruto de la aplicación y del trabajo virtuoso del hombre, sin la participación de Dios. El proceso que lleva a la Santidad pasa por el reconocimiento de los propios límites, la gracia y el don de ella presupone nuestra naturaleza. El Papa Francisco cita una frase que nos puede iluminar y que es tomada del libro del Génesis: “Yo soy Dios Todopoderoso, camina en mi presencia y sé perfecto” (Gen 17, 1). La santidad es una llamada a la perfección, en esta realidad el hombre alcanza la posibilidad de ser lo que Dios quiere (n. 51). El Papa nos recuerda la doctrina del Catecismo de la Iglesia Católica (Catecismo n. 1998): “El don de la gracia sobrepasa las capacidades de la inteligencia y las fuerzas de la voluntad humana” y, que frente a Dios, no hay ningún mérito del hombre. Una frase es bien clara: “Solamente a partir del Don de Dios, libremente acogido y humildemente recibido, podemos cooperar con nuestros esfuerzos para dejarnos transformar más y más” (n. 56). La santidad es asociada a la “pertenencia” a Dios, donde el hombre es propiedad de Dios, para mostrarle, amarle y servirle. Una llamada precisa y clara para cada uno de nosotros donde ponemos lo mejor de nuestras capacidades. La santidad es hacer crecer la vida de la gracia en nosotros y esto esta íntimamente ligado también al crecimiento de la caridad en cada uno de los hijos de la Iglesia. Esta llamada a la santidad es una llamada universal, una llamada que toca a todos y a cada uno de nosotros (no se puede llegar a que el Evangelio sea de unos pocos, de una clase muy selecta de cristianos). La santidad necesita del esfuerzo humano y de la doctrina, pero no es solamente esto, es una experiencia vivida y personal que cada hombre, cada miembro de la Iglesia debe realizar. La experiencia de la santidad es el seguimiento de Cristo, de sus enseñanzas, para toda la comunidad de los Discípulos del Maestro. El Papa Francisco nos invita a mirar el rostro de los hermanos que sufren, de los frágiles, de los indefensos y de los que muestran el dolor. Él nos pide revisarnos para evitar estas dos tentaciones de vida. No todo depende de nuestra voluntad, ni tampoco de un rígido modelo de vida que es sólo doctrina. Compartiendo con ustedes, queridos lectores, estas reflexiones, deseo invitarlos a reconocer que esta llamada es una invitación para todos, la comunidad de fe no puede abandonar a ninguno de los hermanos en la fe. Además, se encuentra una vía especial, la vía del servicio y de la entrega a los demás que suscita en nosotros la caridad de Cristo. Los invito a seguir a Dios, a servirlo, a amarlo y a mirar su presencia en los otros, especialmente los que sufren. + Víctor Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta [icon class='fa fa-download fa-2x'] LEA: Cristianos santos y alegres (I)[/icon]

Lun 16 Jul 2018

Sínodo de los jóvenes 2018: Francisco nombra a los Presidentes Delegados

Con vistas a la XV Asamblea General Ordinaria de Sínodo de los Obispos sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, el Papa ha nombrado Presidentes Delegados al cardenal Louis Raphaël I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Jefe del Sínodo de la Iglesia Caldea (Iraq); al cardenal Désiré Tsarahazana, arzobispo de Toamasina (Madagascar) y al cardenal Charles Maung Bo, S.D.B., arzobispo de Rangún (Myanmar). Funciones del Presidente Delegado En el II capítulo del Ordo Synodi Episcoporum, es decir, del Reglamento del Sínodo de los Obispos, en vigor desde el 29 de septiembre 2006, están descritas las tareas del Presidente Delegado: entre estas, aquella de presidir la Asamblea sinodal en nombre y por autoridad del Pontífice, por quien es nombrado. Su encargo cesa con la disolución de la asamblea para la cual ha sido nombrado y si, como en este caso, el Papa encarga a más de uno para que presida la asamblea, los Presidentes Delegados se suceden entre ellos en el mismo cargo, según el orden establecido por el Santo Padre. Es de competencia del Presidente Delegado guiar los trabajos de Sínodo, atribuir a algunos miembros, cuando se vea la necesidad, tareas particulares para que la asamblea pueda aplicarse a sus trabajos de mejor manera; finalmente, firmar los actos de la asamblea. Si hay varios Presidentes Delegados, todos firman los actos conclusivos de la asamblea. Colombia se prepara para estar en la JMJ En Colombia, la Conferencia Episcopal, a través del Departamento de Estado Laical, coordina una de las delegaciones del país en este encuentro multicultural y religioso. En este momento se encuentra en fase de inscripciones. la fecha límite para ser parte de la delegación es hasta el 10 de agosto. Para poder inscribirse los interesados deberán ingresar al siguiente enlace. (function() { var qs,js,q,s,d=document, gi=d.getElementById, ce=d.createElement, gt=d.getElementsByTagName, id="typef_orm", b="https://embed.typeform.com/"; if(!gi.call(d,id)) { js=ce.call(d,"script"); js.id=id; js.src=b+"embed.js"; q=gt.call(d,"script")[0]; q.parentNode.insertBefore(js,q) } })() powered by Typeform Fuente: Vatican News

Vie 13 Jul 2018

Aclaración de la Conferencia Episcopal de Colombia sobre videos en redes sociales

La Conferencia Episcopal de Colombia, en relación con algunos videos difundidos a través de las redes sociales con declaraciones del P. Ramiro Arango Escobar, se permite puntualizar: El P. Arango Escobar, como él mismo lo ha expresado en su último video, no pertenece a la Iglesia católica y romana, no está en comunión con el Papa Francisco y con los obispos católicos y, por lo mismo, no pertenece al clero de ninguna jurisdicción eclesiástica del país. Las afirmaciones y declaraciones del mencionado P. Ramiro no representan a la Iglesia católica en Colombia guiada por el Papa Francisco y por los obispos en comunión con la Sede Apostólica. La Conferencia Episcopal toma esta oportunidad para reiterar la invitación hecha al pueblo católico tras la CVI Asamblea Plenaria del Episcopado: “Queremos ser obreros decididos en la reconstrucción de la nación… Inspirados en el Evangelio, trabajamos sin descanso por sanar las heridas, tender puentes, encontrar la reconciliación y cultivar la cultura del encuentro fraterno”.

Jue 12 Jul 2018

Cristianos santos y alegres (I)

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - Deseo con Ustedes, queridos lectores, repasar un precioso regalo que nos ha hecho el Papa FRANCISCO, con la Exhortación Apostólica Gaudete et exsultate (Alegraos y regocijaos) publicada el 19 de marzo 2018. En este texto el Papa afronta el tema de la llamada a la Santidad en el mundo actual. El Santo Padre con un lenguaje muy sencillo y personal quiere mostrarnos la posibilidad de ser santos, como fuente de amor y del seguimiento del evangelio con gran alegría. Parecería un tema para élites teológicas, pero el Pontífice quiere hablarnos al corazón, a todo el pueblo de Dios y deseo llevar a ustedes estos argumentos para el crecimiento en la fe. Su Santidad pone de frente a nuestra reflexión una gran llamada a la santidad, en la expresión de la voluntad de Dios, el Todopoderoso que quiere que seamos santos, nos presenta una sencilla premisa que, para todos nosotros, debe ser de gran aliento. “Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada” (Cf. n. 1). El Santo Padre desea entrar en los medios de santificación, como llamada que es actual y posible para todos los hijos de la Iglesia. Nos presenta, cómo en el tiempo actual, con todos los riesgos y desafíos, las muchas oportunidades de ser santos (Cf. n. 2), algo que es alcanzable por todos y cada uno de nosotros. La santidad surge de Cristo, que nos manifiesta la voluntad de Dios Este es un “camino” que nos muestra la voluntad de Dios, la santidad es también una “misión”, un proyecto de vida que todos debemos emprender como discípulos de Cristo. Esta forma de vida surge del Evangelio y está vinculada a Él de forma insuperable (cf. n. 19). Esta forma de vida, la santidad, es una actitud que tiene de reflejarse en la vida ordinaria, en cada uno de los gestos y hechos de vida que nos tocan. El Papa FRANCISCO pone el ejemplo de pequeñas acciones que nos permiten experimentar ese camino de santidad: una señora que va al mercado y no acepta hablar allí mal de nadie; la madre que escucha con atención a su hijo, acerca de sus fantasías –con paciencia y afecto- con toda la atención; viviendo pruebas, orando con devoción a la Virgen; viviendo la caridad. Gestos, ofrendas, signos completos de santidad (Cf. n. 16). En la vida diaria, en sus desafíos, en el devenir de la vida diaria, es dónde Dios nos invita a “nuevas conversiones” para que la gracia de Dios se “manifieste mejor en nuestra existencia ‘para que participemos de la santidad (Hb. 12,10)’ “. La Santidad no es una forma de vida para unos pocos que pueden como aislarse del mundo, de las cosas de la vida, o que viven una vida lejana de los problemas de hoy. ¡No!, es una vida cercana, posible, en la cual cada persona, cada uno de nosotros en nuestras vidas experimenta al Señor. Hace una cita del Concilio Vaticano II, “Cada uno por su camino” (Lumen gentium, 11) para que pueda tocar a cada uno de nosotros y nuestra reflexión: la santidad es posible para todos en el camino de la propia historia, de los propios hechos y de la concreta realidad que vive (Cf. n. 11). Este don de la santidad es un don del Espíritu Santo a toda la Iglesia “El Espíritu Santo derrama santidad por todas partes, en el santo pueblo fiel de Dios” (Cf. n. 6). El Pueblo de Dios, cada uno de nosotros, tiene que vivir la santidad, como forma concreta de seguimiento del Señor y de su Evangelio. La comunidad humana está llamada a la santidad, en una dinámica del pueblo. Nos dice el Papa FRANCISCO: “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: a los padres que crían con tanto amor a sus hijos, en esos hombres y mujeres que trabajan para llevar el pan a su casa, en los enfermos, en las religiosas ancianas que siguen sonriendo. En esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. Esa es muchas veces la santidad de “la puerta de al lado”, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios, o, para usar otra expresión, “la clase media de la santidad” (n. 7). Con estas reflexiones, el Santo Padre quiere que seamos conscientes de esta llamada de Dios, en la posibilidad de caminar respondiendo a Dios. Esta santidad se construye en la propia historia (cf. n. 8). La santidad de los hijos de la Iglesia ayuda y estimula a otros a ser santos, a vivir en este estilo de vida y comportamientos que son signo claro de la opción por Jesús. “La santidad es el rostro más bello de la Iglesia” Es habitual que al entrar en los templos o en nuestra devoción personal tengamos la imagen de los santos. Desde hace algún tiempo, podemos tener fotografías de hombres y mujeres que con su vida siguieron y sirvieron a Dios (En Cúcuta, el Beato Luis Variara, salesiano -llamado el Santo de Cúcuta- que sirvió a los leprosos y murió en Cúcuta el 1 de febrero de 1923 y fue beatificado por San Juan Pablo II el 14 de abril de 2002; el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, Misionero Javeriano de Yarumal, muerto el 2 de octubre 1989 y beatificado por el Papa Francisco el 8 de septiembre 2017). Santos con rostro personal, humano. Esta llamada a la santidad es personal, directa, que exige de nosotros una respuesta y un compromiso concreto. Una respuesta y un compromiso en toda la acción pastoral de la Diócesis de Cúcuta, ella tiene un objetivo concreto, encontrar a Jesucristo, vivir el Evangelio y con nuestros comportamientos alcanzar una forma de vida, la santidad que es la llamada de Cristo. Esta llamada te toca a ti querido lector, toca tu vida, tu respuesta a Cristo. Termino con una profunda reflexión que nos hace el Papa: la santidad está profundamente unida a la humanidad. La santidad no entra en contradicción con la humanidad, la asume y la acoge en toda su profundidad. Con la santidad, la humanidad se hace fecunda (Cf. n. 33). En otro momento seguiremos repasando las enseñanzas del Papa FRANCISCO, sobre la santidad, dejémonos interpelar por esta invitación a la santidad, que no es otra que seguir a Cristo, entrar a la ESCUELA DE JESÚS. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta

Mar 10 Jul 2018

“Designios de paz y no de aflicción”

Por: Mons. Ismael Rueda Sierra - Con esta cita del profeta Jeremías, los obispos, reunidos en Asamblea Plenaria, enviamos un mensaje de paz, unidad y reconciliación al pueblo colombiano, en un momento sin duda, de tantas expectativas en relación con la inauguración del nuevo gobierno elegido, la ansiedad por el acierto en relación con la unidad, la paz, el desarraigo de las causas y mecanismos de la corrupción, la preocupación que generan los nuevos escenarios de violencia y la participación consciente, frente a la indiferencia y radicalismos polarizantes y, hacernos cargo todos los ciudadanos de la solución ponderada tanto de los problemas estructurales como de coyuntura de nuestro país. Lo hacemos como pastores, con la mirada puesta en Jesucristo, en los valores del Reino de justicia amor y paz que nos legó el Maestro, pero situados en una historia concreta que reconocemos en su pasado de luces y sombras, en un presente de retos y desafíos que obligan a un discernimiento serio y responsable y con la siempre confiada esperanza de poder contribuir en la construcción de una mejor sociedad para las nuevas generaciones. De este modo, estamos invitados a leer los signos de los tiempos manifestados en el acontecer diario, que vistos a la luz de la fe, se transforman en el lenguaje de Dios para sembrar caminos de salvación integral para todos. Con esta mirada, se afirma que la división no hace bien a ninguno. La unidad, en la diferencia de pareceres, pero con la voluntad de servir al bien común, será siempre un criterio válido de aplicación a cualquier forma de gobierno para el logro del bien integral de los ciudadanos. Es compromiso de todos. Pero el mensaje hace énfasis, por la preocupación primaria que significa, el fenómeno de la corrupción, enlazada en tantos otros males como lo son la inequidad, estadísticamente tan señalada en Colombia entre los demás países del mundo, el narco y micro tráfico, la pobreza y formas de violencia e ilegalidad. Esta toma de conciencia se convierte en la invitación a recordar y asumir las intervenciones proféticas y de llamado del Papa Francisco en su visita a Colombia, en particular la de no participar en “ninguna negociación que malvenda sus esperanzas”. Esto significa para los creyentes especialmente, conversión personal y comunitaria como la forma de construir la ética y moral bien cimentada en el Evangelio y que no desconoce las prácticas correctas que en su justa autonomía y fuero civil, en cuanto valores deseables y aplicables, inspiran las propuestas de gobierno y conducción de la sociedad. Por otra parte, en este punto del mensaje sobre la lucha contra la corrupción es importante destacar el criterio de “conocer y acoger las iniciativas que se juzguen válidas en el país para conbatir este flagelo, rechazar este tipo de prácticas corruptas y cultivar una cultura de la honestidad y la transparencia“(Cf. 2). Como es natural hay un llamado convencido a no desmayar en la búsqueda de caminos de paz, compromiso de todos y al que nadie se puede negar. Consternación por los nuevos registros de violencia y solidaridad con las victimas y sus familias. Y finalmente, entre otros relevantes aspectos, como la situación de los inmigrantes venezolanos; recordando las palabras de Jesús, “Ustedes son la luz del mundo y la sal de la tierra”, la invitación a trabajar como obreros decididos en la reconstrucción del país: “Inspirados en el Evangelio, trabajemos sin descanso por sanar las heridas, tender puentes, encontrar la reconciliación y cultivar la cultura del encuentro fraterno“(cf. 4). Importante convocación de esperanza. Con mi fraterno saludo y bendición. + Ismael Rueda Sierra Arzobispo de Bucaramanga

Lun 9 Jul 2018

El Papa Francisco oficializó visita a Panamá

La Oficina de Prensa del Vaticano anunció oficialmente la Visita Apostólica del Papa Francisco a Panamá para participar de la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en enero de 2019. El Pontífice visitará el país Centroamericano del 23 al 27 de enero de 2019 y sostendrá diversos encuentros con los jóvenes peregrinos del mundo que se congregarán en Panamá. “A toda la organización de la JMJ este anuncio nos causa una inmensa alegría, y nos anima la certeza de que el ‘Pedro’ que vendrá oficialmente a Panamá será el Papa Francisco”, señaló el Arzobispo de Panamá y Presidente del Comité Organizador Local de la Jornada Mundial de la Juventud, Panamá 2019, Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta. Según se informa en el sitio web de la JMJ, el Papa, además de participar en los actos centrales, consagrará la Catedral Basílica Santa María la Antigua, ubicada en el Casco Antiguo de la ciudad”, monumento colonial con más de 220 años de antigüedad y que ha sido sometido a restauración radical con apoyo del sector público. “Este será un momento muy especial para nuestra Iglesia local, en el que estaremos reunidos bajo el cuidado del Vicario de Cristo todo el clero nacional, religiosos y religiosas, los representantes de los movimientos laicales, así como agentes de pastoral de todas las parroquias de la Arquidiócesis”, explicó Monseñor Ulloa. Por su parte Víctor Chang, Secretario Ejecutivo del Comité Organizador Local de la JMJ —Panamá 2019— adelantó que se tiene previsto que el Santo Padre tenga un encuentro con obispos centroamericanos, autoridades de los tres poderes del Estado, representantes de la sociedad civil y líderes de las diversas comunidades de fe de Panamá. En esta etapa preliminar del diseño de la agenda también se está explorando la posibilidad de que el Papa Francisco tenga un gesto de atención con jóvenes que viven en marginalidad y enfermedad, y quienes por su situación no podrán participar de los actos centrales, apuntó Chang. Se prevé que el Papa se reúna en privado con un grupo representativo de jóvenes de los cinco continentes, con quienes dialogará sobre su visión del mundo y de la fe. Los detalles de la agenda del Papa Francisco en Panamá se darán a conocer de manera oficial en el mes de noviembre de este año. Durante el anuncio de la visita del Santo Padre, Monseñor Ulloa y el Presidente Varela presentaron a los integrantes de la comisión que por la parte panameña coordinará el viaje papal, y que cuenta con tres representantes de la Iglesia local (Víctor Chang, Secretario Ejecutivo de la JMJ, un sacerdote con estudios superiores en liturgia, y un periodista), y dos funcionarios estatales (uno especialista en protocolo y el otro en comunicación). Himno internacional El Comité organizador local no para los preparativos, en los últimos días, a través de diversos medios, estrenó la versión internacional del Himno de la JMJ grabada en los 5 idiomas oficiales (español, inglés, francés, italiano y portugués). El himno fue compuesto por el panameño Abdiel Jiménez será cantado y escuchado en los cinco continentes. Por ello, para lograr una adaptación que fuera honesta a la música de Jiménez, Guevara Mann contactó a varios compositores católicos de reconocimiento internacional para que ayudaran con las traducciones. Así, la versión italiana fue adaptada por el maestro Marco Frisina, quien es mejor conocido por su composición Jesus Christ You Are My Life, que fue estrenada para la JMJ Roma 2000, y se ha convertido quizás en el himno extra-oficial de todas las JMJs. La versión portuguesa fue traducida por Ziza Fernandes de Brasil. La de inglés fue trabajada por el P. Robert Galea de Australia, y la versión francesa por los talentosos músicos y compositores de la Comunidad Chemin Neuf en Francia. Colombia se prepara para estar en la JMJ En Colombia, la Conferencia Episcopal, a través del Departamento de Estado Laical, coordina una de las delegaciones del país en este encuentro multicultural y religioso. En este momento se encuentra en fase de inscripciones. la fecha límite para ser parte de la delegación es hasta el 10 de agosto. Para poder inscribirse los interesados deberán ingresar al siguiente enlace. (function() { var qs,js,q,s,d=document, gi=d.getElementById, ce=d.createElement, gt=d.getElementsByTagName, id="typef_orm", b="https://embed.typeform.com/"; if(!gi.call(d,id)) { js=ce.call(d,"script"); js.id=id; js.src=b+"embed.js"; q=gt.call(d,"script")[0]; q.parentNode.insertBefore(js,q) } })() powered by Typeform

Jue 5 Jul 2018

Papa Francisco nombra a responsable del Dicasterio para la Comunicación

El Papa Francisco ha nombrado Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano a Paolo Ruffini, hasta el momento director de la televisión de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) TV2000. El nuevo prefecto nació en Palermo el 4 de octubre de 1956 y se licenció en Jurisprudencia por la Universidad La Sapienza, de Roma. Desde 1979 es periodista y se casó en 1986. Ha trabajado en varios medios de comunicación, entre ellos en los periódicos “Il Mattino di Napoli”, “Il Messaggero di Roma”; en radio en “Giornale Radio Rai”, Radio 1, “Inblu Radio”, y en televisión en Rai3, La7 y en TV2000 desde 2014. Ha recibido además varios premios de periodismo y participado en numerosos congresos sobre el papel de los cristianos en la información, la ética de la comunicación y los nuevos medios de comunicación. El sábado 23 de junio la Oficina de Prensa del Vaticano había comunicado la decisión del Papa de transformar la Secretaría para la Comunicación del Santa Sede en el nuevo Dicasterio para la Comunicación. La Secretaría para la Comunicación del Vaticano se creó el 27 de junio de 2015 como una de las piedras angulares de la reforma de la Curia. En el Motu Proprio por el que se instituyó se establece que “el actual contexto comunicativo, caracterizado por la presencia y el desarrollo de los medios digitales, y por factores de convergencia y de interactividad, requiere repensar el sistema informativo de la Santa Sede”.

Mié 4 Jul 2018

Video del Papa: “Acompañar a los sacerdotes en sus momentos difíciles”

El Santo Padre hace un llamado “para que los sacerdotes de todo el mundo se sientan acompañados y apoyados en sus tareas” y lo hace través de la nueva edición de “El Video del Papa” de este mes de julio. ¿Qué pide el Papa en el mes de julio? En el video, Francisco remarca la variedad de actividades que realizan los sacerdotes y el cansancio que muchas de ellas pueden generar: “El cansancio de los sacerdotes... ¿Saben cuántas veces pienso en eso?”. También insta a ayudar a los sacerdotes en su trabajo: “Recemos juntos para que los sacerdotes que viven con fatiga y en la soledad el trabajo pastoral se sientan ayudados y confortados por la amistad con el Señor y con los hermanos”. Pero sobre todo pide apoyarlos en las situaciones de soledad: “En esos momentos es bueno que recuerden que la gente quiere a sus pastores, los necesita y confía en ellos”. Datos estadísticos del número de sacerdotes en el mundo Una Intención de Oración que recuerda a los 415.656 sacerdotes que hay actualmente en el mundo, según datos del último Anuario Pontificio, de los cuales, el 37,4% se concentran en América, seguida de Europa con el 31,6%, luego Asia con el 15,1%, África con el 13,4% y, por último, Oceanía con el 2,5%. Todos ellos deben desarrollar su trabajo pastoral para alcanzar a los más de 1.200 millones de católicos que se encuentran distribuidos en los cinco continentes. La Red mundial de Oración difunde las intenciones del Papa El Santo Padre confía cada mes a la Red Mundial de Oración una intención de oración que expresa sus grandes preocupaciones por la humanidad y por la Iglesia. Su director internacional, el padre Frédéric Fornos SJ, ha expresado a cerca de la intención de este mes que la misión que confía el Señor a sus pastores “implica una total entrega al servicio de los demás y a la misión”. Y se trata de una misión, la cual es “muy exigente” y no es posible “sin una profunda amistad con el Señor, sin oración, y sin el apoyo de una comunidad”. Fuente: Vatican News