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paro cívico

Mié 10 Ene 2018

Ubicación de peajes sí afecta bolsillo de la gente: “Obispo de Apartadó"

El obispo de Apartadó, monseñor Hugo Torres Marín, se refirió a la difícil situación que se está viviendo en el Urabá antioqueño por cuenta del cobro de tres peajes que se ubicarán en la región. En una entrevista concedida a la Revista Semana el obispo de esta zona del país afirmó que el cobro de dichos peajes, afectará a los ciudadanos más pobres del Urabá y cree que es mejor reubicar esos puntos de cobro. El siguiente es el texto de la entrevista realizada por este medio de comunicación. El Urabá antioqueño aún está sumido en la tensión porque no se define qué pasará con los tres peajes que se ubicarán en la región. De momento, estarán suspendidos durante un mes, mientras se realizan estudios técnicos que determinen cuál es la mejor ubicación para las casetas —una de las cuales fue destruida durante manifestaciones—. En una zona donde el 80 por ciento de la población se ubica entre los estratos cero, uno y dos, para la comunidad es difícil aceptar el cobro de tres peajes, cada uno a 8.100 pesos. SEMANA habló con monseñor Hugo Torres, obispo de Apartadó, quien se ha encargado de acompañar a las comunidades en una petición que le parece justa. Semana.com: ¿Qué opinión le mereció el primer llamado de los comerciantes al paro cívico? Monseñor Hugo Torres: Habíamos escuchado varias veces la invitación de los comerciantes, del llamado Comité Cívico, invitando para la expresión popular de inconformidad sobre los peajes, nos pareció normal. No nos pronunciamos ni apoyamos porque no es nuestra tarea, pero sí vimos la cosa como oportuna, justa entre comillas, y vimos muy bien el desarrollo la jornada del 27 de diciembre, todo se logró en paz. Luego, cuando dijeron que saldrían a protestar el 3 de enero, también lo vimos como normal, era lo justo. Semana.com: ¿Por qué dice que era una causa justa entre comillas? M.H.T.: Uno quisiera que esos paros cívicos unificaran todo el sentir de las comunidades y descubrimos que estaban solo los comerciantes y otros sectores estuvieron indiferentes. No fue un sentido común. De hecho, algunos gremios como el de los transportadores estuvieron al margen. Semana.com: ¿Los peajes si afectan a la población? M.H.T: Aquí hay mucha gente que tiene su transporte y sus carros de negocio, carros del diario, con los que trabajan, entonces van dos y tres veces de un pueblo al otro, porque esto es como un área metropolitana; hay muchos buses y busetas, cada minuto de la terminal sale un bus para cualquiera de los lugares, entonces eso sí encarece el transporte porque cualquier 50 o 100 pesos que le aumenten hacen la diferencia. Y aquí hablamos de tres peajes cada uno a 8.100 pesos. El lugar donde están los peajes sí afecta el bolsillo de mucha gente porque una cosa es pasar a Necoclí esporádicamente, como hace un turista, y otra tener que trabajar y vivir en diferentes municipios. Semana.com: ¿Por qué cree que la protesta se salió de orden? M.H.T.: Porque el Gobierno se mantuvo en esa posición de cobrar y no reubicar, todo lo contrario, al sentir de la gente. La ciudadanía debió estar informada, pero no fue escuchada, ni siquiera se pronunciaban en los medios, y lo que empezó como un instrumento de protesta legal luego fue aprovechado por otras fuerzas para entrar como autores de la inconformidad. Yo creo que hay una reacción muy retrasada del Gobierno. Desde hace mucho tiempo se estaba pidiendo que la institucionalidad se hiciera presente, dialogara aquí con los líderes y eso no se hizo. Y se cancelaban las reuniones. Se dejó que las decisiones las tomara el Ministerio con las alcaldías, pero ya sabemos que a las alcaldías no les cumplieron las promesas. No aceptaron razones. Semana.com: Se habló de que la protesta se la tomaron las pandillas, ¿quiénes son esos jóvenes que conforman esas pandillas? M.H.T.: Yo entiendo aquí, por lo que hemos analizado, que hay un gran problema de deserción escolar. Son muchos los jóvenes que se matriculan en los colegios y dejan de ir. Estos son muchachos que, por carecer de la presencia de papá y mamá en la casa, porque muchos de ellos trabajan en las bananeras, se quedan sin Dios y sin ley, desescolarizados, muchos de hogares disfuncionales, los agarra el microtráfico y el consumo de estupefacientes y como consecuencia vienen todos estos atropellos y robos y desórdenes. Uno puede pensar que estos son jóvenes que no tienen oportunidades, que sufren el abandono del Estado. Semana.com: El Urabá es una región que tiene mucha inversión para los próximos años, ¿es eso suficiente? M.H.T.: Hace falta todo el desarrollo que viene con el puerto y las autopistas, eso activa la economía macro, pero veo que aquí hay una inequidad social muy grande. La riqueza está muy mal repartida. Hay mucho terrateniente, hay empresas ya muy establecidas, hay mucha tierra en manos de nadie, mucha utilización del espacio para lo ilícito, entonces los distintos sectores sacan tajada de la realidad y no se piensa en la zona como una región. Necesitamos que se invierta en la gente, que realmente se responda a los problemas sociales: educación, deporte, cultura, trabajo diferente al banano. No todo el mundo quiere trabajar en las bananeras, y a veces nos ilusionan con los puertos, pero todo se queda en eso, en ilusiones. Nos falta dirigencia. Aquí no tenemos quien nos represente políticamente". Semana.com: ¿Qué hay que hacer con los peajes? M.H.T: Necesitamos unas carreteras excelentes y eso exige aceptar los peajes, pero no de cualquier manera, hay que conversar con toda la sociedad para determinar cuántos peajes y dónde se ubican. Fuente: Revista Semana Foto: Revista Semana

Dom 21 Mayo 2017

Iglesia: Paro cívico del Pacífico es justificado

En un comunicado de prensa emitido por los obispos de las jurisdicciones eclesiásticas que integran la región de la Costa Pacífica, exigieron al Gobierno Nacional que cumpla con los acuerdos anteriormente firmados y así se respete los derechos de los ciudadanos. La Iglesia en esta región del pacífico cree justificada las protestas que se adelantan en el departamento del Chocó y en la ciudad de Buenaventura, por considerar, que estas zonas del país siempre han sido territorios abandonados por el Estado. Los prelados rechazaron las acciones violentas cometidas por algunos vándalos que desprestigian el fin de las protestas pacíficas, donde la población reclama sus derechos. Igualmente hicieron un llamado a la Fuerza Pública para que no se extralimite con sus funciones. Por último, los obispos pidieron a los organismos de Derechos Humanos para que estén atentos a velar y garantizar la protección de los civiles, denunciando cualquier abuso que se presente durante estas protestas. El mensaje fue emitido por el arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, los obispos de Buenaventura, monseñor Héctor Epalza Quintero, monseñor Juan Carlos Barreto Barrerto; monseñor Carlos Alberto Correa Martínez; monseñor Orlando Olave Villanoba y monseñor Julio Hernando García Peláez. DESCARGA COMUNICADO Foto tomada de REMAP / Red de medios alternativos y populares

Mié 10 Mayo 2017

Diócesis de Quibdó se solidariza con el paro cívico en Chocó

Cierre de iglesias y reducción de acciones litúrgicas son algunas de las manifestaciones de la Diócesis de Quibdó para expresar su solidaridad con las movilizaciones que desde el día de hoy tienen lugar en Chocó con el fin de exigir, una vez más, soluciones de raíz a los problemas de la región. El paro cívico convocado por el comité cívico por la salvación y dignidad de Chocó pretende protestar por el incumplimiento del Gobierno Nacional frente a los acuerdos con los cuales se levantó un paro llevado a cabo nueve meses atrás. Según los voceros del comité, el 95% de lo pactado en aquella ocasión sigue sin cumplirse. Por eso el pliego de la movilización de este año mantiene puntos del pliego anterior, en el cual se exigía, entre otras cosas, construcción de un hospital de tercer nivel, garantía de acceso a servicios públicos y conexión vial entre Quibdó, Medellín y Pereira. Preocupa, de forma particular, la agudización del conflicto armado en el departamento. Con la salida de las FARC de algunas zonas se han intensificado los combates entre la guerrilla del ELN y grupos paramilitares, para hacerse con el control territorial, sin que la Fuerza Pública logre garantizar la seguridad de la población civil. Se multiplican las amenazas y los desplazamientos forzados. Nuevamente se están minando territorios de comunidades étnicas. La Iglesia local ha hecho un llamado para que los habitantes de Chocó exijan respuesta a sus derechos “dando signos de su tradición pacifista y evitando, consecuentemente, cualquier acto de violencia”. Para la Diócesis, la situación que vive la región hunde sus raíces en el abandono estatal y en prácticas de corrupción en los niveles nacional, departamental y municipal. Fuente: Revista Vida Nueva Foto: Tomada de Internet