Pasar al contenido principal

SISTEMA INFORMATIVO

Ubicación de peajes sí afecta bolsillo de la gente: “Obispo de Apartadó"

Mié, 10/01/2018 - 21:49 editorCEC1

Tags: paro cívico apartadó monseñor hugo torres pobreza peajes

El obispo de Apartadó, monseñor Hugo Torres Marín, se refirió a la difícil situación que se está viviendo en el Urabá antioqueño por cuenta del cobro de tres peajes que se ubicarán en la región.

En una entrevista concedida a la Revista Semana el obispo de esta zona del país afirmó que el cobro de dichos peajes, afectará a los ciudadanos más pobres del Urabá y cree que es mejor reubicar esos puntos de cobro.

El siguiente es el texto de la entrevista realizada por este medio de comunicación.

El Urabá antioqueño aún está sumido en la tensión porque no se define qué pasará con los tres peajes que se ubicarán en la región. De momento, estarán suspendidos durante un mes, mientras se realizan estudios técnicos que determinen cuál es la mejor ubicación para las casetas —una de las cuales fue destruida durante manifestaciones—. En una zona donde el 80 por ciento de la población se ubica entre los estratos cero, uno y dos, para la comunidad es difícil aceptar el cobro de tres peajes, cada uno a 8.100 pesos. SEMANA habló con monseñor Hugo Torres, obispo de Apartadó, quien se ha encargado de acompañar a las comunidades en una petición que le parece justa.  

Semana.com: ¿Qué opinión le mereció el primer llamado de los comerciantes al paro cívico?

Monseñor Hugo Torres: Habíamos escuchado varias veces la invitación de los comerciantes, del llamado Comité Cívico, invitando para la expresión popular de inconformidad sobre los peajes, nos pareció normal. No nos pronunciamos ni apoyamos porque no es nuestra tarea, pero sí vimos la cosa como oportuna, justa entre comillas, y vimos muy bien el desarrollo la jornada del 27 de diciembre, todo se logró en paz. Luego, cuando dijeron que saldrían a protestar el 3 de enero, también lo vimos como normal, era lo justo.

Semana.com: ¿Por qué dice que era una causa justa entre comillas?

M.H.T.: Uno quisiera que esos paros cívicos unificaran todo el sentir de las comunidades y descubrimos que estaban solo los comerciantes y otros sectores estuvieron indiferentes. No fue un sentido común. De hecho, algunos gremios como el de los transportadores estuvieron al margen. 

Semana.com: ¿Los peajes si afectan a la población? 

M.H.T: Aquí hay mucha gente que tiene su transporte y sus carros de negocio, carros del diario, con los que trabajan, entonces van dos y tres veces de un pueblo al otro, porque esto es como un área metropolitana; hay muchos buses y busetas, cada minuto de la terminal sale un bus para cualquiera de los lugares, entonces eso sí encarece el transporte porque cualquier 50 o 100 pesos que le aumenten hacen la diferencia. Y aquí hablamos de tres peajes cada uno a 8.100 pesos. El lugar donde están los peajes sí afecta el bolsillo de mucha gente porque una cosa es pasar a Necoclí esporádicamente, como hace un turista, y otra tener que trabajar y vivir en diferentes municipios. 

Semana.com: ¿Por qué cree que la protesta se salió de orden?

M.H.T.: Porque el Gobierno se mantuvo en esa posición de cobrar y no reubicar, todo lo contrario, al sentir de la gente. La ciudadanía debió estar informada, pero no fue escuchada, ni siquiera se pronunciaban en los medios, y lo que empezó como un instrumento de protesta legal luego fue aprovechado por otras fuerzas para entrar como autores de la inconformidad. Yo creo que hay una reacción muy retrasada del Gobierno. Desde hace mucho tiempo se estaba pidiendo que la institucionalidad se hiciera presente, dialogara aquí con los líderes y eso no se hizo. Y se cancelaban las reuniones. Se dejó que las decisiones las tomara el Ministerio con las alcaldías, pero ya sabemos que a las alcaldías no les cumplieron las promesas. No aceptaron razones. 

Semana.com: Se habló de que la protesta se la tomaron las pandillas, ¿quiénes son esos jóvenes que conforman esas pandillas?

M.H.T.: Yo entiendo aquí, por lo que hemos analizado, que hay un gran problema de deserción escolar. Son muchos los jóvenes que se matriculan en los colegios y dejan de ir. Estos son muchachos que, por carecer de la presencia de papá y mamá en la casa, porque muchos de ellos trabajan en las bananeras, se quedan sin Dios y sin ley, desescolarizados, muchos de hogares disfuncionales, los agarra el microtráfico y el consumo de estupefacientes y como consecuencia vienen todos estos atropellos y robos y desórdenes. Uno puede pensar que estos son jóvenes que no tienen oportunidades, que sufren el abandono del Estado. 

Semana.com: El Urabá es una región que tiene mucha inversión para los próximos años, ¿es eso suficiente?

M.H.T.: Hace falta todo el desarrollo que viene con el puerto y las autopistas, eso activa la economía macro, pero veo que aquí hay una inequidad social muy grande. La riqueza está muy mal repartida. Hay mucho terrateniente, hay empresas ya muy establecidas, hay mucha tierra en manos de nadie, mucha utilización del espacio para lo ilícito, entonces los distintos sectores sacan tajada de la realidad y no se piensa en la zona como una región. Necesitamos que se invierta en la gente, que realmente se responda a los problemas sociales: educación, deporte, cultura, trabajo diferente al banano. No todo el mundo quiere trabajar en las bananeras, y a veces nos ilusionan con los puertos, pero todo se queda en eso, en ilusiones. Nos falta dirigencia. Aquí no tenemos quien nos represente políticamente".

Semana.com: ¿Qué hay que hacer con los peajes?

M.H.T: Necesitamos unas carreteras excelentes y eso exige aceptar los peajes, pero no de cualquier manera, hay que conversar con toda la sociedad para determinar cuántos peajes y dónde se ubican. 

Fuente: Revista Semana
Foto: Revista Semana


 

Compartir

Más noticias de Episcopado al día
VER TODO

Mar 23 Mayo 2023

Obispos rechazan masacre de los cuatro menores en el Putumayo y piden mayor protección para las comunidades

Ante los hechos presentados recientemente en diferentes regiones del país en materia de conflicto armado, y de manera especial, frente al reclutamiento y lamentable asesinato de cuatro menores de edad en el departamento del Putumayo, presuntamente, por parte del grupo ilegal denominado EMC-Farc, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través de un comunicado rechaza categóricamente estas acciones, las califica como inaceptables y recuerda que el Estado colombiano está en la obligación de “velar por la protección de los niños, niñas y adolescentes, saldando la deuda histórica que ha tenido con ellos”. Al tiempo, expresa su solidaridad con los familiares y miembros de las comunidades a las que pertenecían estos menores, integrantes del pueblo indígena Murui. En el mensaje, los obispos piden, una vez más, respetar toda vida humana y recuerdan que la muerte no puede seguir siendo un instrumento “para lograr intereses mezquinos particulares”. Asimismo, describen como “escandalosa y cruel” la práctica del reclutamiento y uso de menores para la guerra; afirman que esta problemática indica el “alto nivel de degradación del conflicto armado en el país”. Los prelados recuerdan también en el comunicado que la “la búsqueda de la paz basada en el respeto por la vida, la dignidad humana y el diálogo, es el camino para superar las múltiples violencias del país”, por lo que invitan al pueblo colombiano a no desistir en el compromiso de la transformación social, a través de la no violencia, así como a seguir perseverando en la oración por esta importante causa. Lectura del comunicado por parte del padre Martín Sepúlveda, Director de Comunicaciones de la CEC:

Vie 19 Mayo 2023

“Seguimos siendo obispos preocupados por el pueblo de Dios”: monseñor Iván Marín

Tras el encuentro de veinticinco de los cincuenta obispos eméritos que actualmente tiene la Iglesia colombiana, sostenido los días 15 y 16 de mayo en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Jorge Jiménez Carvajal, arzobispo emérito de Cartagena y Cardenal del país, monseñor Iván Marín López, arzobispo emérito de Popayán y monseñor Leonardo Gómez Serna, obispo emérito de Magangué, compartieron algunas impresiones sobre esta reunión, a la que fueron invitados por el arzobispo de Bogotá y presidente del episcopado colombiano, monseñor Luis José Rueda Aparicio. De acuerdo con los prelados, se trató de un encuentro muy especial. “Han sido días muy plenos porque hemos tenido ocasión de compartir con los demás lo que ha sido nuestra vida, particularmente, una vez que hemos cumplido con la misión apostólica en las diócesis a las que nos han asignado”, afirmó monseñor Gómez Serna, quien es obispo emérito desde hace 11 años. Asimismo, refiriéndose a sus experiencias, manifestó la alegría de estar durante este tiempo en el convento de los frailes dominicos en Boyacá. Al respecto, dijo: “es una bendición de Dios para nosotros los obispos religiosos, al terminar nuestra misión, retornar a la comunidad, al convento donde uno quiera y, naturalmente, que yo volví a la casa materna: Chiquinquirá”. De acuerdo con monseñor Marín, durante el encuentro compartieron también sus reflexiones y posturas sobre algunas de las situaciones difíciles que vive el país actualmente y que la Iglesia acompaña, de manera especial, en términos sociales y humanitarios; “seguimos siendo obispos preocupados por el pueblo de Dios”, agregó el prelado. Sobre dichos temas asociados a la coyuntura del país que fueron protagonistas durante la reunión, el obispo emérito de Magangué afirmó que la paz fue uno de ellos, “insistimos en que la paz sigue siendo un don de Dios y por lo mismo, hay que orar para que el Señor nos dé la paz. Pero como la paz es también conquista humana, el compromiso de trabajar por la paz es de todos”. En este sentido, recordaron la importancia que tienen para la Iglesia los diálogos pastorales, tema en el que monseñor Gómez Serna ha profundizado por muchos años. Varios de los pastores eméritos de Colombia aún siguen apoyando, de manera activa, distintas actividades de evangelización y formación de la Iglesia en diferentes jurisdicciones eclesiásticas, instituciones y comunidades religiosas. Al respecto, el Cardenal Jiménez manifestó: “¡Qué bueno poder seguir colaborando con la Iglesia! Pues ella tiene tantos lugares donde podemos prestar un servicio así de tantas necesidades del mundo de hoy. Qué bueno que el Señor nos regale salud, alegría y entusiasmo para seguir sirviendo”. Cabe precisar que la Iglesia Católica fija la edad de 75 años para que los obispos presenten la solicitud de renuncia al Papa de su encargo episcopal, que puede aceptarla de inmediato o pospuesta, de acuerdo a las necesidades pastorales. Para conocer más detalles del encuentro, vea el video:

Mar 2 Mayo 2023

Tres signos concretos para vivir la jornada por la reconciliación 2023

En el contexto del Día Nacional por la Reconciliación que se llevará a cabo en Colombia mañana miércoles 3 de mayo, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), propone a todo el pueblo de Dios tres maneras concretas para vivir esta jornada animada por los obispos del país desde el año 2018, tras la visita apostólica del Papa Francisco: “Primero, que ponga la cruz en un sitio visible de su casa, como para decir que su casa, su hogar, es un lugar y una escuela de reconciliación verdadera en Cristo Jesús. Segundo, que usted haga signos de reconciliación expresos con personas que están a su lado, con personas con las cuales trabaja o estudia. Y tercero, que oremos el 3 de mayo para que Colombia encuentre caminos de reconciliación, y para que toda la humanidad encuentre a Cristo Jesús que nos reconcilia con el Padre y que nos convierte en instrumentos de reconciliación, de paz y de vida nueva”. Conozca el mensaje: Para saber más detalles de esta jornada, ingrese AQUÍ.

Vie 28 Abr 2023

Fallece madre de monseñor Juan Carlos Barreto Barreto

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Luis José Rueda Aparicio, en nombre de todos los obispos del país, expresa sus más sentidas condolencias por el reciente fallecimiento en el municipio del Guamo (Tolima) de la señora Blanca Aurora Barreto, madre de monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de la Diócesis de Soacha y Presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social. Al tiempo, pide orar por monseñor Juan Carlos y por toda su familia. Brille para ella la Luz Perpetua. Comunicado de condolencias por parte de los presbíteros, religiosos, religiosas y comunidad de fieles laicos de la Diócesis de Soacha. .