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iglesia colombiana

Mié 23 Abr 2025

Con Eucaristía presidida por el cardenal Rueda, Colombia agradeció y oró por el Papa Francisco

Este miércoles, 23 de abril, en la Catedral Primada, se celebró la Eucaristía central en acción de gracias por la vida y el ministerio del Papa Francisco; y por su testimonio de amor a la Iglesia y a Colombia. La emotiva celebración fue presidida por el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y concelebrada por el cardenal Jorge Enrique Jiménez, arzobispo emérito de Cartagena; el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia; monseñor Germán Medina Acosta, obispo de Engativá y secretario general de la Conferencia Episcopal.Esta fue la tercera Eucaristía en memoria del Santo Padre, celebrada en la Sede Primada. Contó con la presencia de varios obispos del país, sacerdotes, religiosos, religiosas, diplomáticos y autoridades gubernamentales de Colombia, entre ellos, la vicepresidenta Francia Márquez. Además, cientos de fieles se congregaron nuevamente para rendir homenaje al Papa Francisco.Durante su homilía, el cardenal Rueda destacó el legado de cercanía y esperanza que deja el Papa Francisco a la Iglesia Universal. Recordó que hasta el final, enfrentando complejas condiciones de salud y en medio de las apariciones que realizó durante la celebración de la Semana Santa en el Vaticano, fue testimonio de entrega y fidelidad a Cristo.Citando el Evangelio de Lucas, el purpurado afirmó: “Jesús se acerca a los caminantes de Emaús para hacerles la terapia de la esperanza. Así también lo hizo el papa Francisco con nosotros durante 12 años de pontificado”.Relacionando este texto con el testimonio vida y misión del Santo Padre Francisco, evocó tres pasos fundamentales en esa “terapia de la esperanza”:1. Cercanía: “El Papa se nos acercaba con ternura, en oración, con los pobres, con los excluidos. Fue una bendición para la humanidad.”2. Diálogo y escucha: “El Papa nos enseñó a encontrarnos y escucharnos; a valorar al otro y construir una Iglesia de la escucha, que camine en sinodalidad.”3. Entrar y cenar: “Como Jesús entró a la casa de los discípulos, el Papa entró en nuestros corazones, en nuestro dolor, en medio de la pandemia. Nos animó cuando más lo necesitábamos.”El cardenal Rueda valoró la presencia miembros de distintas vocaciones, autoridades civiles y representantes del cuerpo diplomático en la celebración: “Cristo nos une junto al altar, nos hace una sola familia”, afirmó.En medio de la tristeza que vive la Iglesia por la pérdida, el Primado de Colombia convocó a la esperanza y manifestó su gratitud al Santo Padre por siempre llevar en su corazón al país: “Gracias, Papa Francisco por visitar nuestro país, por estar pendiente de nuestros pasos, por anunciarnos que Jesús está vivo, que Él es nuestra Pascua y nuestra verdadera esperanza...Gracias papa Francisco por amar a Colombia”.Tras celebrar esta Santa Misa, el cardenal Luis José Rueda, tomó un vuelo hacia Roma para acompañar las exequias del Papa Francisco y, posteriormente, participar en el Cónclave que elegirá al nuevo Sucesor de Pedro a quien, de acuerdo con el purpurado, la Iglesia está lista para "rodear".Durante estos días, las demás jurisdicciones eclesiásticas del país, también han estado celebrando Eucaristías y convocando jornadas de oración en memoria del Santo Padre.Vea a continuación el informe audiovisual con emotivos testimonios e imágenes de la solemne celebración:

Mar 22 Abr 2025

En memoria del Papa Francisco: los colombianos ya pueden dejar sus mensajes en el Libro de Condolencias

Desde este martes 22 de abril, la Nunciatura Apostólica en Colombia tiene dispuesto el Libro de Condolencias para que los fieles que deseen, dejen allí sus mensajes de afecto y gratitud por el Papa Francisco. En actitud de profundo respeto y oración, colombianos de diferentes edades ya se han acercado a dejar sus palabras en memoria del Santo Padre.El libro, que reposa junto a un sencillo retrato del Papa Francisco y a un crucifico, estará disponible en la sede de la Nunciatura, en Bogotá, los días martes 22, jueves 24 y viernes 25 de abril, en el horario de 10:00 a.m. a 1:00 p.m. y de 3:00 p.m. a 6:00 p.m.La sede diplomática está ubicada en la carrera 15 #36-33, barrio Teusaquillo.Todos los mensajes que se reciban serán enviados a la Santa Sede.Vea el comunicado oficial de la Nunciatura aquí.

Mar 22 Abr 2025

El cardenal Rubén Salazar exalta el legado del papa Francisco como testigo de la misericordia de Dios

Durante la segunda eucaristía celebrada en la Basílica Metropolitana – Catedral Primada de Colombia en memoria del papa Francisco, el cardenal emérito de Bogotá, monseñor Rubén Salazar Gómez, ofreció una profunda y emotiva homilía, en la que destacó la figura del Santo Padre como un testigo excepcional del amor y la misericordia de Dios.La celebración eucarística, al mediodía, congregó a la comunidad eclesial, incluyendo fieles laicos, sacerdotes, religiosos, diáconos y autoridades civiles, en una sentida acción de gracias por la vida y ministerio del papa Francisco, en medio de corazones llenos de tristeza por su muerte, pero también llenos de gozosa esperanza y de profunda gratitud.La resurrección: fundamento de la misericordiaEl cardenal Salazar centró su reflexión en el mensaje pascual, recordando que la resurrección del Señor es el punto de partida para el encuentro con Dios Padre. “La misericordia del Señor viene a la tierra”, afirmó, destacando que para que este anuncio se arraigue en el corazón humano, es necesario contar con testigos que lo proclamen.Así como Pedro y María Magdalena fueron testigos de la resurrección, también hoy los cristianos están llamados a proclamar: “He visto al Señor”, explicó resaltando que el Papa fue uno de esos testigos privilegiados, cuya vida reflejó la presencia viva del Señor.El papa Francisco: testigo valiente y coherentePara el cardenal emérito, el Santo Padre encarnó, como pocos en la historia reciente, el testimonio valiente y coherente del Evangelio. Desde el inicio de su pontificado, cuando afirmó que “Dios es misericordia”, su vida fue una proclamación continua de ese mensaje, a través de sus palabras, sus gestos y su entrega incansable.“El Papa fue un hombre que vivió lo que predicó”, subrayó monseñor Rubén. Muchos de sus gestos causaron sorpresa, incluso incomprensión, pero en retrospectiva revelan una profunda coherencia con el mensaje de amor de Cristo. Fue un pastor que no se reservó nada y que se entregó por completo al servicio de Dios y de su pueblo.La valentía del Evangelio en tiempos difícilesEl prelado también destacó la valentía del Santo Padre al anunciar el Evangelio en medio de un mundo marcado por la polarización y el conflicto. “Anunció el Evangelio con una valentía impresionante”, dijo, recordando cómo afrontó la crítica y el rechazo sin dejar de proclamar la verdad del amor misericordioso de Dios.El último acto público del Papa, el Domingo de Resurrección, lo describió como un gesto de profunda entrega: “Enfermo como estaba, me atrevería a decir: muriéndose, recorrió la Plaza de San Pedro, porque quería ser testigo del amor de Dios hasta el último momento”.Un legado de paz y fraternidadFinalmente, el cardenal compartió que en el testamento del papa Francisco se expresa su deseo de ofrecer los sufrimientos de sus últimos años por la paz del mundo y la fraternidad de todos los pueblos. Esa intención, afirmó, resume el sentido fundamental de su vida: permitir que la misericordia de Dios transforme la historia, derrote el odio y construya un mundo de hermanos.“Ojalá lo acojamos plenamente en el corazón”, concluyó el cardenal, “porque su vida y su palabra nos remiten al Evangelio que salva: el Evangelio del amor; el Evangelio de la misericordia; el Evangelio de la fraternidad; el Evangelio de Cristo resucitado, vencedor del pecado y de la muerte”.Vea a continuación, homilía del Cardenal Emérito Rubén Salazar, en la eucaristía por el eterno descanso del papa Francisco:Fuente fotos y texto: Oficina Arquidiocesana de Comunicaciones de Bogotá.

Dom 20 Abr 2025

Vio y creyó

DOMINGO DE PASCUAEN LA RESURRECCIÓN DEL SEÑORAbril 20 de 2025Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 10, 34a.37-43Salmo: 118(117),1-2.15c y 16ª y 17.22-23 (R. 24)Segunda lectura: Colosenses 3,1-4 o bien 1 Cor 5,6b-8Evangelio: Juan 20,1-9I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónLa liturgia de la Pascua resplandece en la comunidad cristiana como experiencia comunitaria y la Misa del día de pascua convoca al júbilo de los bautizados que se renuevan en el encuentro con la experiencia de la resurrección. Conviene desarrollar estas ideas como telón de fondo de la liturgia del día:•La experiencia de la resurrección exige una confesión de fe histórica: el hoy salvífico de Dios: “Somos testigos de esto…”•Si se proclama la lectura de Colosenses, la idea que resuena es la estar con Cristo y descubrir que en la esperanza la fe trae la victoria del resucitado para todos los sumergidos en su misterio. Si se usa el texto de 1 Corintios, la experiencia de la resurrección genera la novedad de vida que implica limpiar todo lo vetusto y anquilosado del pecado en la propia vida y en la vida de la comunidad.•La resurrección es una experiencia nueva y genera la invitación a ver y creer, porque no es una idea que invade inconsciente sino una realidad transformante: Él debía resucitar de entre los muertos.1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El día de la Pascua nos congrega en torno a una tumba vacía que tiene evidencias de que algo extraordinario ha ocurrido y de nuevo aparece el domingo como día de esta experiencia (el primer día de la semana).Como en la vigilia pascual cuando se escuchaba el evangelista Lucas, ahora nuevamente una mujer está en el testimonio pascual.El juego literario de la carrera y la entrada de Pedro y el discípulo amado refleja que las comunidades joánicas acataban a Pedro, pero le daban un realce particular a la figura del discípulo amado como el primero en haber creído.¿Por qué cree el discípulo amado al ver los lienzos? Los cadáveres eran envueltos en un lienzo (sábana) y se utilizaba un sudario para cubrir la cabeza, que se envolvía de manera independiente, rodeándola muy bien. Cuando el discípulo amado entra, ve los lienzos colocados en su propio sitio (de esta manera podría traducirse) y pareciera como si se hubieran desinflado (eso deja ver el texto griego).La cuaresma nos llevó en ascenso a la montaña santa de la pascua y en la vigilia nos dimos cuenta de que hay una historia de salvación en la que Dios ha ido dando vida al mundo, pero hoy la experiencia de la pascua nos hace gritar de júbilo porque verdaderamente ha resucitado Cristo, nuestra esperanza.La resurrección reclama testigos y el testimonio implica una vivencia y una experiencia del Resucitado, como transmite la predicación petrina del texto de los Hechos de los Apóstoles.La resurrección reclamas también un estilo de vida que implica la novedad y el horizonte de una vida cristiana transformada, como dejan ver las dos opciones para la segunda lectura del día.Esencial a este día y a toda la octava de la pascua es proclamar que hoy es el día en que actuó el Señor y por eso cantamos su bondad.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? A la Iglesia peregrina de esperanza y en proceso permanente de sinodalidad la Palabra de Dios la convoca de manera especial a la contemplación, a salir de los presupuestos de la razón y de la comprensión humana para entrar en el ámbito del misterio y de la mirada sobrenatural.A una Iglesia en camino esta Palabra le habla al corazón y le recuerda la esencia de su ser:•En primer lugar: Una Iglesia peregrina sabe salir permanentemente en búsqueda de los hermanos y sabe reconocer el papel que cada uno debe jugar en la comunidad cristiana. Iglesia peregrina con palabras oportunas y anuncios transformadores.•Una Iglesia peregrina de esperanza sabe reconocer el hoy salvífico de Dios y sabe cantar la bondad y la misericordia de Dios en el día a día de la comunidad. Iglesia peregrina en reconocimiento del don. •Una Iglesia peregrina se reconoce en camino y en proceso permanente de conversión, para poder fermentar adecuadamente la masa del mundo. Iglesia peregrina en conversión personal y pastoral.La Palabra de Dios habla al corazón de cada uno de nosotros y habla de manera directa al corazón de la comunidad cristiana. Hoy hay un llamado para que la comunidad experimente un proceso de fe muy concreto:•Es necesario tener el encuentro personal y comunitario con Jesús.•Vale la pena dar el salto de nuestra vida: hay que dejar los miedos y seguridades falsas, para arriesgarlo todo en la aventura de la fe que nos propone Jesús.•Es necesario abrir los ojos para ver a Jesús en el rostro del otro, para poder callejear la fe, en palabras del Papa Francisco y así ser coherentes.•Por último, es necesario meterse en el camino, hacerse discípulo y no dejar enfrías la fuerza y la alegría del encuentro. Cuando el encuentro ha sido verdadero, los efectos deben notarse en el compromiso discipular.Quien se hace discípulo sabe escuchar y sabe obedecer, quien se hace discípulo sabe tomar el riesgo y emprender la carrera a su propio ritmo pero siempre en camino; quien se hace discípulo sabe que nunca se detiene y sobre todo recuerda que después de contemplar y vivir la experiencia de la resurrección siempre es necesario volver a la comunidad y allí transmitir y vivir la fe.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? En la Bula de convocación al Jubileo del 2025, el Papa Francisco expresaba: “Este entretejido de esperanza y paciencia muestra claramente cómo la vida cristiana es un camino, que también necesita momentos fuertes para alimentar y robustecer la esperanza, compañera insustituible que permite vislumbrar la meta: el encuentro con el Señor Jesús” (Spes non confundit 5). Este camino es siempre un camino que en la incertidumbre del mundo nos convoca a dar razones de nuestra esperanza y de nuestra fe. Esta tarea nos saca de la comunidad, nos lleva a contemplar el rostro del Resucitado en circunstancias muy concretas y nos devuelve a la comunidad para experimentar que la comunidad es “discípulo amado” que corre, que ve y cree y es capaz de permanecer junto a la Cruz y es capaz de contemplar el misterio infinito del amor hasta sus últimas consecuencias.Esta liturgia pascual no necesita muchas palabras, exige contemplar los símbolos y el lenguaje del amor: Un Cirio pascual, un agua bautismal, una comunidad celebrante, un pan y un vino que se eucaristizan por amor…La misión brota de la contemplación. Sólo es misionero quien ha sabido ver y creer, quien ha sabido acercarse a la tumba vacía en su tiempo y en su espacio.Una Iglesia peregrina en año jubilar comprende que no puede guardarse este gozo y sabe comunicarlo para que otros sigan corriendo en todos los tiempos a la tumba vacía.Las acciones concretas están en consonancia con la cuaresma que ha pasado: no puede haber pascua sin camino de conversión, no puede haber pascua sin camino de amor y compañía en la experiencia de la conversión.El Resucitado nos reenvía a la comunidad, a los que se han adherido permanentemente a la persona de Jesús por la acción del creer.La mejor oración en el tiempo de Pascua es la contemplación de los signos y símbolos de la pascua._______________________Recomendaciones prácticas:•25 – 27 de abril. Jubileo de los Adolescentes.II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Hoy como Iglesia peregrina, como comunidad en camino venimos a reunirnos en torno al altar para participar de la Eucaristía y celebramos el gozo de la Pascua. Abrimos los ojos para ver y creer, nos detenemos para contemplar el don de Dios y cantamos las maravillas que siguen aconteciendo por su bondad en nosotros. Ha resucitado Cristo, nuestra esperanza y estamos alegres.Monición a la Liturgia de la Palabra La comunidad del discípulo amado convocada a la escucha de la Palabra y en el seno de la gran comunidad de la Iglesia, hoy puede ver y creer. Dejemos que esta palabra resuene en nuestra asamblea y experimentamos el gozo de los discípulos, el gozo de la Iglesia que junto a la tumba vacía confiesa su fe en el Resucitado.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Al Padre de la vida, que nos convoca hoy a celebrar la pascua con la sinceridad y la verdad, acudamos llenos de fe.R/. Dios de la vida, escúchanos.1.Tú que nos has regalado en la resurrección tu Hijo la esperanza firme para caminar en comunidad, acompaña la Iglesia en este jubileo de la esperanza y haz que ministros y fieles seamos levadura para el mundo. Oremos.2.Tú que nos has encomendado dar testimonio al pueblo, acompaña la misión de los gobernantes para que trabajen por la paz y la justicia entre los hombres y busquen caminos para erradicar l aguerra y la desigualdad. Oremos.3.Tú que has puesto en camino a la Magdalena y a los discípulos, mueve a la peregrinación existencial a la comunidad cristiana para ir al encuentro del resucitado en el rostro del pobre y del necesitado. Oremos.4.Tú que nos has llamado a la Iglesia, has que podamos buscar siempre los bienes de arriba y ser buena levadura en medio de la masa del mundo. Oremos.5.Tú que deseas que todos gocemos de la vida eterna, haz que todos aquellos que participan en el Jubileo de los Adolescentes, sepan descubrir en la sencillez de la vida, el verdadero gozo pascual. Oremos.Oración conclusivaDios y Señor de la vida, que nos has mostrado que tu misericordia es eterna, atiende las súplicas y oraciones de tu pueblo. Por Jesucristo nuestro SeñorR. Amén.

Vie 18 Abr 2025

En la Cruz, la Esperanza florece: Obispos colombianos profundizan en los desafíos del país desde las Siete Últimas Palabras de Cristo

En el contexto de este Viernes Santo 2025 y desde el ‘Sermón de las Siete Palabras’, siete obispos colombianos comparten reflexiones que conectan el dolor de Cristo Redentor con las heridas del país. Desde el pacífico hasta El Catatumbo, vinculan las últimas frases de Cristo en la Cruz con realidades latentes en los territorios que pastorean: la violencia persistente, la inequidad, la corrupción, el papel de la familia y la sed espiritual de una nación en la que urge la reconstrucción.Además, inspirados en el Jubileo de la Esperanza que vive este año la Iglesia, los prelados proponen caminos concretos de reconciliación, justicia y fraternidad para una Colombia aún con heridas, necesita seguir luchando contra la violencia, la desigualdad y la polarización.1. "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen": El perdón como camino.MonseñorWiston Mosquera,obispo de Quibdó, recuerda que Jesús,"el inocente condenado a muerte", intercede por sus verdugos. Citando al Papa Francisco, pide"recuperar el sentido de la fraternidad nacional"y examinar la conciencia:"Si creemos en Él, ¿cómo le hacemos daño a otros?".El prelado reconoce la crudeza del momento: “el Chocó, el Catatumbo y el Cauca siguen regados de sangre (..) ¿De qué sirve rezar el Viernes Santo si no cambiamos los hábitos que matan?". Invita a guerrilleros, políticos y ciudadanos a"deponer el odio", recordando que"nadie gana con la violencia; todos perdemos hasta el último pedazo de humanidad".2. "Hoy estarás conmigo en el Paraíso": La vida eterna, la esperanza más allá de la materialidad.Monseñor Rodrigo Gallego Trujillo, obispo de Palmira, contrasta la"cultura del descarte"con la promesa de eternidad:"En un país obsesionado con el poder y el dinero —raíz de nuestra corrupción—, Cristo nos recuerda que la vida plena no cabe en una cuenta bancaria".El prelado afirma que el egoísmo"nos encierra en nosotros mismos", mientras que la Eucaristía es"la montaña para contemplar a Dios". Invita a vivir comoluz, sal y fermentoen un mundo fugaz y recuerda que “la Eucaristía es el Paraíso en la tierra; allí Cristo sacia nuestra sed de infinito".3. "Mujer, ahí tienes a tu hijo": Las madres, creadoras de esperanza.Monseñor Juan Manuel Toro, obispo de Girardota, eleva a María como"madre de los nuevos hijos de Dios"y modelo para las mujeres colombianas.En el Año Santo, monseñor Toro afirma que acoger a María es aprender a decir ‘hágase’ frente a la desesperanza. Subraya su papel en la Anunciación, la Cruz y Pentecostés, y desafía a los fieles:"¿Cómo vivir hoy como hijos de María? Haciendo lo que Él nos diga".4. "Dios mío, ¿por qué me has abandonado?": El grito de los sufrientes y de las regiones olvidadas.Monseñor Orlando Olave, obispo de Ocaña, vincula el clamor de Jesús en la Cruz con el tantas personas que sufren a causa de la violencia, el abandono, el desplazamiento y la corrupción en Norte de Santander, como en otras regiones del país:"Miles en el Catatumbo claman como Jesús: ante el abandono estatal, los cultivos ilícitos y la violencia que no cesa…Es un grito que confía en Dios, no de desespero", afirma, citando el Salmo 22.Ese grito de dolor de Jesús es también el grito de los hombres y las mujeres en la historia. También hoy, comoA propósito del Jubileo, el prelado recuerda que "Dios no abandona: la Iglesia en Ocaña es ‘peregrina de esperanza’, llevando alimentos y acompañamiento espiritual". Al tiempo, llama a ser"peregrinos de la esperanza"que escuchen"el lamento de quienes se sienten abandonados".5. "Tengo sed": Los que claman la esperanza y la justicia, desde la “Colombia profunda”.Monseñor Dimas Acuña, obispo de El Banco, es contundente:"La sed de Cristo es la de los niños wayúu sin agua, los campesinos sin tierra y los jóvenes sin oportunidades".El prelado explica que la sed de Cristo simboliza"su amor por la salvación de la humanidad". Se refiere a la pobreza y el abandono en su diócesis, y recordó que la Iglesia debe ser"un oasis de esperanza"."Responder a esta sed implica compromiso con los más vulnerables", enfatiza, citando Mt 5,6:"Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia", particularmente en este Año Jubilar que convoca a vivir con mayor profundidad la misericordia.6. "Todo está cumplido": El creyente, portador de esperanza en Colombia.Monseñor Edgar Mejía, obispo auxiliar de Barranquilla,aclara que esta frase de Jesús en la Cruz no es de derrota, sino deltriunfo de la luz sobre la oscuridad. Desafía:"Cristo no murió en vano; nos legó una tarea: ser ‘fermento’ en una sociedad corroída".Además de referirse a la crudeza y el dolor que producen realidades como el narcotráfico y la corrupción, monseñor Mejía anima a los fieles aser por sí signos de esperanza con acciones concretas:"¿Podemos decir al final del día: ‘hice el bien’?".7. "En tus manos encomiendo mi espíritu": La esperanza radical en Cristo.Finalmente, monseñor Edwin Vanegas, obispo auxiliar de Bogotá, afirma que Jesús no clama en derrota, sino que"manifiesta el sentido profundo de la esperanza...Puesta en la mano misericordiosa del Padre", subraya. Este acto de entrega total, explica, es"el último y definitivo sí"de Cristo a la voluntad del Padre, y a la vez"la puerta que abre la resurrección".En su reflexión, y desde la realidad de los distintos sectores de la capital colombiana, espejo de las múltiples realidades del país, el Obispo evoca dos clamores concretos y urgentes para que Colombia experimente la esperanza: la reconciliación ante la fragmentación que tanto hiere yla solidaridad fraterna con los más necesitados, como profecía en medio un mundo individualista.“Ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza que podemos ofrecer a nuestro mundo, por medio de la acogida del migrante que ha dejado su tierra y busca un mejor futuro; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando asistimos con caridad a quienes sufren hambre, habitan las calles o están en las cárceles; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando podemos ver al otro a la cara libres de los prejuicios y la superioridad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando acompañamos a nuestros adultos mayores para que no vivan esta etapa de sus existencias en soledad; ser fraternos y solidarios es una señal de esperanza cuando cuidamos de nuestros niños y niñas para que no sufran heridas irreparables y puedan soñar con un mundo nuevo y armonioso”.Vea las palabras a continuación:Para descargar las palabras en formato escrito, haga clic aquí.

Vie 11 Abr 2025

La Voz del Pastor | 13 de abril de 2025

Reflexión del cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia: Lectura del Santo Evangelio según San Lucas 19, 28-40

Jue 10 Abr 2025

Obispos colombianos exhortan a los sacerdotes a promover la confesión durante esta Semana Santa 2025

A tres días de dar inicio a la Semana Santa 2025 con el Domingo de Ramos, los obispos de Colombia dirigen una carta a todos los sacerdotes del país, invitándolos a intensificar su disponibilidad para el sacramento de la confesión, con el fin de que los fieles experimenten "la gracia y el poder de la misericordia divina" en estos Días Santos y para que, en el contexto del Jubileo de la Esperanza, tengan la oportunidad de ganar la indulgencia plenaria.En el mensaje, firmado por los integrantes de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal, se resalta el confesionario como un espacio sagrado donde nace "un hombre reconciliado, un mundo reconciliado", citando las palabras de San Juan Pablo II. Además, los prelados hacen un llamado a practicar la "pastoral del oído", siguiendo el llamado del papa Francisco: "Se necesita escuchar a la gente, de modo que cada hermano tenga la posibilidad de experimentar la ternura de Dios".Reconciliación e indulgencia plenariaEn el contexto del Jubileo de la Esperanza que vive la Iglesia Universal en este 2025, los obispos recuerdan que la confesión es una vía para que los fieles obtengan la indulgencia plenaria, un "don inmenso para su vida espiritual". Los exhortaron a invitar a los creyentes "a tiempo y a destiempo" (2Tim 4,2) y a acogerlos con generosidad, reflejando así "el rostro misericordioso del Padre".El documento también incluye un mensaje personal para los sacerdotes, animándolos a acercarse ellos mismos al sacramento "con sincero deseo de conversión", reconociéndolo como uno de los "dones más hermosos de la gracia".Gratitud y llamado a la misiónLa carta concluye con palabras de agradecimiento por la labor pastoral de los sacerdotes, a quienes definen como "faros que iluminan el camino de muchos". Los obispos piden que continúen con "generosidad y pasión pastoral", siendo "ese eco de la voz de Dios que llama a la conversión".Vea a continuación el mensaje leído por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Francisco Múnera:También le puede interesar:Para conocer cómo ganar la indulgencia durante este Jubileo 2025, haga clic aquí.

Jue 10 Abr 2025

El papa Francisco designa a monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos

Este jueves, 10 de abril, la Santa Sede dio a conocer el nombramiento de monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve como nuevo obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Osos, por parte del papa Francisco. El prelado, nacido en Fredonia (Antioquia), venía pastoreando la Diócesis de Mocoa-Sibundoy desde diciembre de 2015. Desde el 8 de julio de 2023, tras la inesperada partida de monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, esta jurisdicción eclesiástica, que comprende 29 municipios del departamento de Antioquia, es sede vacante. El presbítero Luis Alfonso Urrego Monsalve ha venido ejerciendo como administrador diocesano, por designación de sus hermanos sacerdotes a través del Colegio de Consultores.Biografía:Monseñor Luis Albeiro Maldonado Monsalve nació en Fredonia (Antioquia), el 20 de enero de 1958, en el hogar conformado por Luis Carlos Maldonado y Mercedes Monsalve. Tiene nueve hermanos.Después de realizar los estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal, ingresó al Seminario Mayor de Medellín. Frecuentó los cursos de Filosofía y Teología en la Universidad Pontifica Bolivariana en Medellín. Después de su ordenación sacerdotal obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Pontificia Universidad Gregoriana.Fue ordenado sacerdote el 5 de julio de 1986 por San Juan Pablo II y se incardinó en la misma Arquidiócesis de Medellín.En el ejercicio del ministerio sacerdotal ha desempeñado los siguientes oficios:- Formador en el Seminario Mayor de Medellín (1988 y 1990-1991).- Administrador Parroquial de la Parroquia San Simón Apóstol - Medellín (1991).- Párroco en San Rafael - Envigado (1992-1994).- Director espiritual en el Seminario Mayor, Profesor y Capellán en la Universidad Pontificia Bolivariana, Colaborador en la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores - Medellín (1996).- Párroco en la Parroquia La Sagrada Familia - Medellín (1998).- Párroco en Santa Ana - Sabaneta (1999-2010).- Miembro del equipo de pastoral sacerdotal (2005-2015).- Administrador General de la Fundación Autónoma Sacerdotal Padre Arcila (2007).- Párroco en Nuestra Señora del Rosario - Bello (2011-2015).- Vicario Episcopal de la Zona Norte (2011-2015).- Miembro del Consejo presbiteral, del Colegio de Consultores y del Consejo de Gobierno de la Arquidiócesis de Medellín (2011-2015).El 15 de octubre de 2015 el Papa Francisco lo nombró Obispo de la Diócesis de Mocoa–Sibundoy. El 3 de diciembre de 2015 recibió la Ordenación Episcopal y el 15 de diciembre del mismo año tomó posesión canónica.El 10 de abril de 2025 el Papa Francisco lo nombró Obispo de Santa Rosa de Osos.