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iglesia colombiana

Vie 11 Oct 2024

El poder de lo ordinario para salir en misión

Por Mons. Hugo Alberto Torres Marín - En la misa de clausura del XIII Congreso Nacional Misionero 2024, el cardenal Tagle resaltaba el “poder que los encuentros y acontecimientos humanos ordinarios tienen para entregar la Buena Nueva de Jesús”. Este principio lo reforzó con una anécdota simple. Le saluda una chica y él le pregunta si era religiosa, y ante el no, le dijo “todavía no”. Estas palabras desencadenaron la inquietud vocacional de la chica y como consecuencia ingresa a una comunidad de Benedictinas. El gran misionero San Pablo sí que aprovecha los acontecimientos ordinarios de su confrontada vida para entregar a Cristo y mantenerse en salida misionera, pide a los Colosenses que oren por él para que en la cárcel pueda “aprovechar toda ocasión para entregar el anuncio como es debido” y les recomienda que “no desaprovechen las ocasiones y lo hagan con un lenguaje agradable, sazonado con sal” (Col 4,4.6).El Papa Francisco, con su estilo pastoral y en su magisterio, es reiterativo al pedir a los agentes de la evangelización, todos los bautizados y, de modo especial, a los consagrados, que aprovechen todas las oportunidades y maneras de relacionamiento para salir de sí mismos al encuentro solidario con los otros para entregar el Evangelio, superando los miedos, los círculos cerrados, las relaciones impersonales a veces favorecidas por las tecnologías (EG 87).Reconoce el Papa que salir a la entrega del Evangelio en la cotidianidad de la vida diaria es siempre un riesgo; la presencia del otro con sus realidades, vivencias y necesidades, siempre interpela, pero a la vez contagia permitiendo experimentar la fuerza renovadora del encuentro interpersonal, este encuentro cuando es “sazonado con sal”, genera como el mismo lo expresa “la revolución de la ternura” (EG 88).El Octubre Misionero 2024 es un llamado “a ir e invitar a todos al banquete” (Mt 22,9) y para logarlo sí que hace falta recuperar el “Espíritu” que llama, unge y envía a la salida misionera. Esta salida no precisa tanto elaborar grandes parafernalias misioneras, pero sí recuperar la disponibilidad, la alegría, la creatividad y sagacidad para aprovechar los momentos ordinarios para la misión, para el encuentro personal con el Evangelio y para ser puente que facilita a otros, el encuentro transformador.Lo decía esta semana una de las madres participantes en la segunda sesión del Sínodo de la Sinodalidad: “El bautizado como el ministro ordenado, vive y confirma el bautismo para ser enviado a la misión, preocupa que muchos consagrados no viven el envío sino el contrato”. Qué peligro que las estructuras, las posiciones, las órdenes recibidas (obispo, presbítero, diácono, consagrado), los convenios para servicios misioneros, terminen obstaculizando la fuerza del envío recibido.Este mes misionero es una bella ocasión para hacer que las acciones misioneras ordinarias faciliten encuentros extraordinarios.+Hugo A. Torres MarínArzobispo de Santa Fe de Antioquia

Vie 11 Oct 2024

Luego, ven y sígueme

VIGÉSIMO ÓCTAVO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOOctubre 13 de 2024Primera lectura: Sb 7, 7-11Salmo: 90(89),12-13.14-15.16-17Segunda lectura: Hb 4,12-13Evangelio: Mc 10,17-30 (forma larga) o Mc 10, 17-27 (forma breve)I. Orientaciones para la PredicaciónIntroducción●Cristo, el Señor, ofrece a todos una vida plena, invitándonos a tomar la decisión de seguirlo como sus verdaderos discípulos. En este seguimiento del Maestro, hoy se destaca la necesidad de poner a un lado los bienes materiales, de desprenderse totalmente de ellos, para poder emprender el camino con Jesús. ●¿Cuál es la verdadera riqueza? La primera lectura nos presenta a un hombre que ha preferido la sabiduría por encima de los tesoros materiales, los cuales quedan en nada ante el valor de esta sabiduría que proviene de Dios. En ese sentido, el salmo le suplica al Señor un corazón sensato. ●La palabra de Dios es viva y eficaz, afirma la Carta a los Hebreos. Solo esta palabra puede llegar a lo más profundo de cada persona. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?Al rey Salomón se le atribuyen las palabras del libro de la Sabiduría. Dicha atribución se ha fundamentado en aquel momento en el que Dios le ofrece lo que quiera para su reino y él simplemente pide sabiduría: “concede a tu siervo un corazón atento para juzgar…”; por eso, Dios le concede “un corazón sabio e inteligente” (cf. 1R 3, 9-12). En este contexto se comprende mejor la perícopa que se nos anuncia en la primera lectura. En la Biblia de Jerusalén el v. 7 está antecedido por un título: “Aprecio de Salomón por la Sabiduría”. Lo que sucede es que el escritor de estas palabras, quien se ha presentado antes como un sencillo hombre mortal (cf. Sb 7,1-6), ahora relata su testimonio, su experiencia con la Sabiduría: él la ha preferido por encima de cualquier otro bien o privilegio. De manera poética este hombre va citando aquellas realidades que ha decidido dejar en segundo plano para anteponer su deseo de recibir de Dios la Sabiduría. Además, este pasaje evoca el otro beneficio de Dios: “También te concedo lo que no has pedido, riquezas y gloria” (1R 3,13). De eso también da testimonio el sabio: “Con ella a la vez me vinieron todos los bienes e incalculables riquezas en sus manos” (Sb 7,11).Desde el capítulo 3, el autor de la Carta a los Hebreos ha venido realizando una meditación sobre el Salmo 95 (94), refiriéndose a la incredulidad del pueblo de Israel en el desierto (cf. Sal 95, 7-11; Nm 13-14). Concretamente en el comienzo del c. 4, el autor de la carta alude a la actitud de los israelitas quienes recibieron la Palabra, pero no la aprovecharon (cf. Hb 4, 2). De esta manera, la Carta a los Hebreos se propone advertir a sus destinatarios acerca de las consecuencias de ser duros de corazón, concretamente la de poder quedar sin el descanso que promete el Señor. (cf. Hb 4, 3). De ahí la exhortación: “Esforcémonos, pues, por entrar en ese descanso, para que nadie caiga imitando aquella desobediencia (Hb 4,11)”. Precisamente este es el versículo que conecta con los dos versículos escogidos para la segunda lectura del domingo. La conclusión es el llamado a creer y obedecer a la Palabra de Dios que es viva y eficaz. Llama la atención la imagen de la espada (cf. Sb 18,15-16) que pretende significar la decisión y la contundencia con la que Dios pronuncia su Palabra y la establece como un decreto irrevocable. Como espada afilada esta Palabra puede penetrar y transformar el corazón de quien la escucha y la acepta como lo que es, como verdadera Palabra de Dios (cf. 1Ts 2,13).Alguien corrió a encontrarse con Jesús. Si se arrodilló ante Él es porque reconoció que viene de Dios, que es digno de ser adorado y que puede responder a sus preguntas ya que lo llama “Maestro”. En su cuestionamiento refleja una preocupación por la vida eterna. Parece que no tiene muy claro en qué consiste esta vida, pero quiere alcanzarla y por eso desea escuchar la enseñanza del Maestro. Cómo es clásico en algunos otros pasajes, Jesús responde con otra pregunta orientada hacia el tema de la bondad de Dios. No obstante, Jesús retoma el tema de la conversación y supone que este hombre es conocedor de los mandamientos. De manera ágil, como queriendo dar entender que merece una recompensa, el hombre responde que los ha cumplido desde su juventud. Esta respuesta es la oportunidad que aprovecha el Maestro para llevarlo hacia su principal instrucción, la cual se estructura en tres verbos: vender, dar y seguir. Vender implica una primera renuncia que consiste en deshacerse de bienes que quizá son de uso básico o que tienen un valor material y sentimental para quedar sin ningún elemento, pero sí con el dinero. Luego debe dar otro paso y en esto el hombre ya debe despojarse completamente de los beneficios materiales, aunque es con el fin de practicar la caridad con los más necesitados, acto de amor por sus hermanos realmente loable y elocuente. Es aquí cuando el hombre queda libre para seguir a Cristo y entrar a la comunidad de sus discípulos. Seguir a Cristo es el camino que lleva a la vida eterna y quien lo hace debe estar libre de todo afecto hacia lo material. Al final, este hombre se marcha triste y este desenlace contrasta con otros encuentros con Cristo en los que las personas realmente se han dejado transformar. La decisión de esta persona se convierte en la motivación para instruir a los discípulos acerca del peligro al apego a los bienes materiales.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?Hoy Jesús, el Señor, nos presenta su discipulado vivido a plenitud en la libertad como el camino hacia la verdadera meta de la existencia humana. Claro está que la vida eterna no es solo un objetivo por alcanzar, sino que también es un don del que se comienza a gozar desde aquí, cuando participamos de la gracia que el Señor nos comunica en los sacramentos, en coherencia con nuestra fe y nuestras obras en favor de los demás. La vida eterna es permanecer en Jesucristo, es unir la existencia al Maestro de manera radical para participar de la vida del mismo Dios. Vale la pena recordar esta enseñanza del papa Juan Pablo II en su carta Veritatis Splendor de 1993, en la que nos explica cómo el camino del seguimiento de Cristo le permite al ser humano encontrar su vocación y su dignidad: “Es necesario que el hombre de hoy se dirija nuevamente a Cristo para obtener de Él la respuesta sobre lo que es bueno y lo que es malo. Él es el Maestro, el Resucitado que tiene en sí mismo la vida y que está siempre presente en su Iglesia y en el mundo. Es Él quien desvela a los fieles el libro de las Escrituras y, revelando plenamente la voluntad del Padre, enseña la verdad sobre el obrar moral. Fuente y culmen de la economía de la salvación, Alfa y Omega de la historia humana (cf. Ap 1, 8; 21, 6; 22, 13), Cristo revela la condición del hombre y su vocación integral. Por esto, ‘el hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a sí mismo —y no solo según pautas y medidas de su propio ser, que son inmediatas, parciales, a veces superficiales e incluso aparentes—, debe, con su inquietud, incertidumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con su muerte, acercarse a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en Él con todo su ser, debe apropiarse y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la Redención para encontrarse a sí mismo. Si se realiza en Él este hondo proceso, entonces da frutos no solo de adoración a Dios, sino también de profunda maravilla de sí mismo” (VS 8). Además, en relación con la vida eterna, son muy propicias las palabras del papa Benedicto a los jóvenes en 2010: “¿qué es la ‘vida eterna’ de la que habla el joven rico? Nos contesta Jesús cuando, dirigiéndose a sus discípulos, afirma: ‘volveré a velos y se alegrará su corazón y nadie les quitará su alegría’ (Jn 16,22). Son palabras que indican una propuesta rebosante de felicidad sin fin, del gozo de ser colmados por el amor divino para siempre”.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?En el Prefacio de la Plegaria III para diversas circunstancias, expresamos nuestra fe en Jesucristo quien nos llama a seguirlo y nos colma de la vida plena que es la vida eterna. Al mismo tiempo, estas palabras se pueden convertir en un proyecto de vida para todo discípulo que responde a su vocación cristiana y se une vitalmente a Cristo: Porque creaste el mundo por medio de tu Palabray lo gobiernas todo con justicia.Nos diste como mediador a tu Hijo, hecho carne,que nos comunicó tus palabrasy nos llamó para que lo siguiéramos;Él es el camino que nos conduce a ti,la verdad que nos hace libres,la vida que nos colma de alegría.Por medio de tu Hijoreúnes en una sola familia a los hombres,creados para gloria de tu nombre,redimidos por su sangre en la cruzy marcados con el sello del Espíritu.II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos y hermanas: Nuestra verdadera riqueza es Cristo resucitado, a quien alabamos y adoramos en este día de luz, día de vida, día de la comunidad. Con el propósito de desprendernos de todo lo mundano, para seguir libremente al Señor, celebremos con gozo esta Eucaristía. Monición a la liturgia de la Palabra Permitamos que la Palabra del Señor hoy cumpla su cometido al hacerse vida en nuestros corazones. Que descubrimos que en ella se encuentra la Sabiduría que guía nuestros pasos y que se hace para nosotros sacramento de salvación en la Eucaristía. Escuchemos con fe.Oración Universal o de los Fieles Presidente: Queridos hermanos, desprendidos de todo y siendo dueños de nada, nos dirigimos a Dios Padre, con la seguridad de ser escuchados por Él y obtener su Sabiduría, diciendo:R/. A ti, Señor, lo pedimos con fe.1.Por el pueblo de Dios, conformado por el Papa, los obispos, presbíteros, diáconos, los religiosos y los laicos, para que actúen sin esperar más recompensa que la de obtener la vida eterna. Oremos.2.Por nuestros gobernantes, para que nunca pongan su corazón en los bienes materiales, sino que sepan distribuir mejor las riquezas y cuidar de cuanto se les confía para bien de sus ciudadanos. Oremos.3.Por los jóvenes y niños que se encuentran alejados y son indiferentes a los bienes de Dios, para que el testimonio de otros los atraiga y los conduzca al deseo de poseer, en definitiva, la vida eterna. Oremos.4.Por los pobres y marginados, para que la generosidad de otros los ayude a saciar sus necesidades espirituales y materiales. Oremos.5.Por cuantos conformamos esta asamblea litúrgica, para que la Sabiduría de Dios inunde nuestra vida y así podamos seguir fielmente a Jesús, quien nos hace libres frente a nuestras propiedades y pertenencias. Oremos.Oración conclusivaSeñor Dios, vuélvete sobre nosotrosy escucha las súplicasque te presentamos con fe y esperanza. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.

Jue 10 Oct 2024

Salud mental en las comunidades rurales: 'EscuchArte' es la apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali

Desde 1992, cada 10 de octubre, el mundo conmemora el Día de la Salud Mental, una fecha establecida por la Federación Mundial de la Salud Mental y promovida por la Organización Mundial de la Salud, para crear conciencia acerca de los problemas de salud mental que afectan a tantas personas de distintas edades y condiciones. En Colombia, una encuesta aplicada por el Ministerio de Salud en 2023, permitió identificar que más del 66% de los colombianos ha enfrentado algún problema de salud mental y que, en la mayoría de los casos, son los hogares los entornos donde más se generan. Sin duda, esta es una realidad que preocupa a muchos actores e instituciones en el país, entre ellos, a la Iglesia.En este contexto, el pasado mes de septiembre, la Arquidiócesis de Cali y la Alcaldía de Cali iniciaron la implementación de “EscuchArte”, un programa a través del cual realizan jornadas de apoyo psicosocial en los comedores comunitarios a través de los cuales la Pastoral Social, la Secretaría de Bienestar Social de Cali y miembros de la comunidad, alimentan diariamente a cientos de personas de escasos recursos económicos que habitan las zonas rurales.“En Cali estamos acompañando estos procesos porque como Iglesia es muy importante caminar de la mano de cada una de estas personas, porque es importante la salud integral de toda la persona. Jesús nos enseña eso, a recuperar a la persona como tal en todas sus dimensiones”, explica el padre José Luis Jaimes Ortiz, director del programa Comedores Comunitarios.La apuesta de la Iglesia y la Alcaldía de Cali en los comedores comunitarios va mucho más allá de brindar alimento físico a quienes más lo necesitan. Se trata de acercar la oferta de atención en salud mental a quienes tienen menos posibilidades de acceso a este servicio. Allí, tanto niños como adultos, participan en actividades pedagógicas asociadas a temas como gestión de las emociones, amor propio, importancia de la escucha, prevención de violencias y del suicidio y herramientas de autocuidado.“La idea de ir a corregimientos y veredas es llevar la oferta de salud mental de comedores comunitarios a esos territorios que son apartados, donde ellos no tienen mucha posibilidad de acceder a un psicólogo. Hay gente que no baja de allá, entonces estamos acercando esa oferta porque nos parece supremamente importante la salud mental y, además, también estamos bajando un poco el estigma de esta profesión que la gente no asiste porque dicen que es para un enfermo de salud mental y no es eso. Estamos haciendo mucha prevención”, comenta Claudia Vargas Hincapié, la líder del componente de Psicología de los Comedores Comunitarios.De los 759 comedores comunitarios que tiene la Arquidiócesis de Cali, en los que entregan 74.455 raciones diarias de comida, 42 están ubicados en estas zonas rurales, hasta la fecha, han realizado estas jornadas en los corregimientos de Pance, Saladito, Navarro, Felidia y Los Andes. Además, con estudiantes de algunos colegios aledaños y con sus padres han adelantado actividades formativas sobre como comunicación asertiva y el uso correcto de dispositivos móviles. Esperan hacerlo próximamente también con docentes.Justamente Nubia Lucumí, beneficiaria del programa en el comedor comunitario de Navarro, cataloga esta iniciativa como una bendición y reconoce su importancia en ese contexto:“Es tan importante que vengan acá, porque la verdad hay muchas personas que tienen muchas necesidades donde han perdido un ser querido, donde pasan situaciones duras de violencia, de maltratos en las casas, por las parejas”.Al tratarse de una iniciativa de la Iglesia, también con un alto componente espiritual, los psicólogos que hacen parte de este programa tienen claro que su labor va mucho más allá de aplicar los conocimientos y herramientas psicosociales propias de su formación; se convierte en una misión muy especial: prestar sus oídos y su corazón para llevar consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan, inspirados en la misión del mismo Jesucristo.“Escuchar a la gente nos recuerda la época donde Jesús asistía al pueblo, donde lo escuchaba, donde se sentaba en medio de mucha gente para atenderlos, para saber qué les pasaba, cuáles eran sus dolencias. Básicamente este ejercicio que hacemos como psicólogos nos permite dibujar un poco de lo que Jesús fue en ese entonces” narra Marco González, psicólogo que hace parte del programa.Vea el informe audiovisual a continuación:

Sáb 5 Oct 2024

La Iglesia colombiana inicia su preparación para el Jubileo de la Esperanza: entérese de las iniciativas

Con un encuentro virtual de los Vicarios de Pastoral y los delegados de liturgia de las 78 jurisdicciones eclesiásticas, el pasado 30 de septiembre, la Iglesia colombiana inició su camino de preparación para el Año Jubilar. En este espacio de escucha sinodal, liderado por el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), los Vicarios dieron a conocer las iniciativas que se han empezado a preparar en sus Iglesias locales.El Jubileo de la Esperanza iniciará el 24 de diciembre de este año con la apertura de la “Puerta Santa” de la Basílica Vaticana por parte del papa Francisco y, posteriormente, el 29 de diciembre, en todas las catedrales del mundo, con la celebración de la Santísima Eucaristía presidida por los obispos diocesanos. Su clausura será con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano, el 6 de enero de 2026, en la Epifanía del Señor (cf. Spes non Confundit, n. 6).El Santo Padre, sin desconocer los sufrimientos que padecen millones de personas a causa de las guerras, la pobreza, las enfermedades, el desempleo, las migraciones, la violencia en todas sus formas, etc., nos invita a poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia (cf. Ibid., n. 7).Para que la Iglesia colombiana se prepare de manera adecuada para el Jubileo del 2025, la Conferencia Episcopal ofrecerá este año tres asambleas catequéticas (en modalidad virtual): el 9 de octubre, el 13 de noviembre y el 11 de diciembre, todas en un mismo horario, de 7:00 a 8:30 p.m. Estos espacios, que se transmitirán a través de la página de facebook y el canal de YouTube de la CEC, serán conducidos por expertos que compartirán lo que significa el Jubileo, las indulgencias, las peregrinaciones, entre otros elementos propios de esta ocasión tan importante. Además, se darán a conocer los lugares de culto que los obispos colombianos señalarán para ganar el Jubileo.Junto a estas iniciativas, también desde la Conferencia Episcopal de Colombia, se ha elaborado la Novena de Navidad, titulada “Misioneros de la Esperanza entre los pueblos”. En esta oportunidad, se destacará en ella la vida de tantos misioneros o misioneras que, con su entrega, por amor a Cristo, se convirtieron en signo de esperanza para las familias, los niños, los jóvenes, los adolescentes, los abuelos y mayores, las mamás, los papás, los consagrados y los pobres, en los momentos más adversos de sus vidas. Como bien sabemos, la Novena de Navidad prepara a todo el pueblo católico para celebrar el nacimiento del Niño Dios. Es una oración que subraya el acontecimiento extraordinario por el que el Dios de la gloria se ha hecho niño en el seno de una mujer virgen, pobre y humilde. Es una expresión que alienta la fe del pueblo cristiano y que transmite, de una generación a otra, la conciencia de algunos valores del tiempo de la manifestación del Señor: Adviento, Navidad y Epifanía.En este sentido, los obispos de Colombia esperan que las reuniones familiares para rezar la Novena puedan ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9) a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).

Vie 4 Oct 2024

La Diócesis de Tumaco designó a su Administrador Diocesano: Pbro. José Ricardo Cruel Angulo

Tras el nombramiento y reciente posesión de monseñor Orlando Olave Villanoba como obispo de Ocaña, el Colegio de Consultores de la Diócesis de Tumaco eligió a su nuevo administrador diocesano. Se trata del padre José Ricardo Cruel Angulo, quien se venía desempeñando desde el año 2019 como Vicario General.La decisión por parte de este órgano diocesano, conformado por sacerdotes, se produce de acuerdo a lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico. Desde ahora, y mientras la sede esté vacante, es decir, hasta que el papa Francisco designe un nuevo obispo, el padre José Ricardo será el encargado de animar los procesos pastorales y custodiar la buena marcha de esta jurisdicción eclesiástica ubicada en el pacífico nariñense.En diálogo con la Oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia, el Administrador Diocesano manifestó su gratitud con sus hermanos sacerdotes y con el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, por la confianza que han depositado en él para llevar a cabo esa importante misión de liderazgo en la Diócesis de Tumaco. También, con los obispos, quienes le han expresado su cercanía, apoyo, solidaridad y disponibilidad para apoyar ese servicio.El padre José Ricardo afirmó que, aunque es consciente del desafío y la responsabilidad tan grande que significa el rol, confía en las oraciones y el apoyo de todos para sacarlo adelante; para seguir avanzando en los proyectos pastorales diocesanos, en función de la construcción del Reino en ese territorio, a partir de las realidades y necesidades de sus comunidades.“No nos queda sino ser fieles al Evangelio, al magisterio de la Iglesia y estar atentos, como dice el Papa Francisco, a escuchar las necesidades de nuestras comunidades y responder a ellas con generosidad; siempre buscando el bien común, el respeto por la vida y la construcción de paz. Esperamos que, con la ayuda de todos, caminemos juntos y podamos seguir creciendo como Iglesia particular de la Diócesis de Tumaco”, expresó.BiografíaEl padre José Ricardo Cruel Angulo nació el 28 de julio de 1961 en el municipio de Tumaco. Realizó sus estudios de primaria en el Colegio Divino Niño (1974) y secundaria en el Liceo Nacional Max Seidel (1980). Realizó su formación sacerdotal en el Seminario Intermisional “San Luis Beltrán” y la académica, en el Seminario Mayor Arquidiocesano San José de de Bogotá (Filosofía y teología,1981-1988).Fue ordenado sacerdote el 10 de diciembre de 1988 en la Catedral San Andrés de Tumaco (Nariño) por monseñor Gustavo Girón Higuita, obispo de Tumaco entre 1990 y 2015.Servicios parroquiales prestados:Parroquia San Juan Bautista de El Charco - Nariño:Vicario Parroquial: 1988 -1992Párroco: 1993Parroquia Catedral San Andrés de Tumaco - Nariño:Vicario Parroquial: 1994-2006Párroco: 2007-2012Vicario Parroquial Adscrito: 2020-2022Parroquia Santísima Trinidad de Tumaco - Nariño:Párroco: 2013-2019Parroquia Nuestra Señora de la Merced de Tumaco – Nariño:Párroco: 2023Servicios diocesanos prestados:Director Vicarial de Pastoral Juvenil: 1994-1998Coordinador de Proyectos Sociales: 1998-2019Vicario de Pastoral: 1995-2001Director Vicarial de Pastoral Social: 2001-2002Canciller Diocesano: 2017-2018Vicario General: 2019-2024

Vie 4 Oct 2024

La importancia de la familia, a propósito del mes de las misiones

Por Mons. Félix Ramírez Barajas - “La familia está llamada a ser una comunidad misionera, que anuncia el Evangelio y testimonia el amor de Dios” (Familiaris Consortio n. 53)La Iglesia, que es misionera por naturaleza, acoge a cada familia y en ella a sus miembros que, como bautizados también reciben la fe y se unen estrechamente a la misión evangelizadora de la Iglesia. Acogiendo la Palabra de Dios y haciéndola vida en el seno de la familia, está llamada a formar en los valores del Reino como fundamental tarea de su acción misionera.1. En este mes caracterizado por el esfuerzo misionero, la familia aparece como protagonista, en virtud de su vocación cristiana, se esfuerza por ser defensora de la vida en contra de tantas amenazas desde el vientre materno, la familia creyente es y debe ser defensora de este don inestimable. “La familia está llamada a ser un lugar de acogida y defensa de la vida” (Amoris Laetitia, n. 44) y a rodear el ambiente familiar siendo consciente de la dignidad de la persona. En la familia la acción misionera en favor de la vida ha de ser una bandera que se lleva en la mente y en el corazón para gritar al mundo que la vida es don de Dios.2. También en este mes misionero, la familia ha de recordar el compromiso por el valor de la verdad, en contra de tanta falsedad y engaño del mundo moderno, con una preocupación desde la fe para conocer más a Cristo Camino, Verdad y Vida, solo desde este principio la familia puede también ser misionera, pues la verdad desde Cristo la lleva a poder dialogar entre las generaciones (adultos, jóvenes y niños) y lograr así verdaderos consensos que lleven a la unidad familiar. “La familia es un lugar privilegiado para la formación en la verdad y la virtud” (Veritatis Splendor, n. 101).3. La familia es escuela de amor y caridad, pues es, en el seno del hogar, donde los niños y jóvenes adquieren conocimiento y entrenamiento en este valor fundamental que proyecta a la familia a la caridad con los más necesitados y en general al amor al prójimo. “La familia es un sujeto misionero, llamado a evangelizar y a testimoniar el amor y la caridad” (Amoris Laetitia n. 88). Esta fuerza del amor en familia es, en definitiva, lo que dispone al perdón y a la reconciliación, muchas veces sanando heridas aun generacionales y de toda índole para buscar la armonía entre sus miembros y ad extra con las demás personas con las cuales se interactúa. El amor y la caridad, en todo caso, dispone a la familia a la apertura a la acción del Espíritu Santo quien es el protagonista de la misión, y se convierte así en testigo de la fe y la esperanza, en medio de un mundo donde se necesita testigos creíbles, para que el Evangelio llegue, como nos recuerda el Papa Francisco, a todas las periferias y sobre todo, a las existenciales, donde falta el amor, la paz, la verdad, la justicia y la vida y pueda sanar y redimir al ser humano desde su condición de pecado y lograr integrarlo a la dignidad bautismal de hijo de Dios.4. Su compromiso social también se extiende a la vivencia del valor de la justicia, en contra de tantas situaciones injustas y estructuras de corrupción en la sociedad. La familia mediante la práctica de la justicia está llamada a educar a las nuevas generaciones en esta acción misionera, que le ayuda a responder a la invitación del Evangelio a ser buenos administradores de los bienes que el mismo Señor pone en las manos de los padres y madres de familia, en primer lugar, confiándoles la vida y también la misión de educar en los valores fundamentales a sus hijos. San Juan Pablo II recordaba que la “Familia es el lugar privilegiado para la formación en la justicia y la solidaridad” (Jornada mundial de las familias 2018).5. A la familia cristiana se le pide también el aporte efectivo en la construcción de la paz, esta acción misionera es y debe ser permanente, “Cristo es nuestra Paz”, la familia en el desarrollo de esta tarea busca desarmar el corazón de toda clase de violencia, odios y rencores, incoherencias e infidelidades y se dispone para que cada uno de sus miembros, pueda ser instrumento de paz, revisando las maneras de ser y actuar y mediante la corrección fraterna, como acción evangélica, pueda generar espacios donde se propicien relaciones muy justas que lleven a la vivencia de la paz: “la familia es la fuente de toda fraternidad, y por eso es también el fundamento y el camino primordial para la paz, pues, por vocación, debería contagiar al mundo con su amor” (Mensaje 47 Jornada Mundial de la Paz 2014).6. La vida sacramental en la familia que comienza por la preocupación en la iniciación cristiana y en los demás sacramentos que garantizan en la familia la búsqueda de la santidad. “La familia es una comunidad sacramental, llamada a vivir la vida de gracia y de amor” (Familiaris Consortio n. 11) En este mes de las misiones estamos todos convocados a renovar nuestra tarea evangelizadora dentro de cada familia. Que especialmente la reconciliación y la Eucaristía defiendan a la familia de todo mal y les conceda vivir la alegría de ser discípulos misioneros. María madre y reina de las misiones guie, acompañe y proteja a cada una de las familias.Mons. Félix Ramírez BarajasObispo de Málaga-SoatáComisión Episcopal de Matrimonio y Familia

Vie 4 Oct 2024

Misioneros hoy

Por Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Por tradición, octubre es un mes en el que se nos invita a reflexionar, orar y colaborar con la actividad misionera de la Iglesia católica.Pero, ¿De qué misión se trata y qué significa ser misioneros? San Pablo nos hace la síntesis básica de la misión que Jesucristo, el misionero del Padre, confió a los apóstoles y a los discípulos de ayer y de hoy. Dice así el Apóstol de los gentiles en una de sus cartas: “Ahora, hermanos, quiero recordarles el Evangelio que les anuncié, el que ustedes recibieron y en el que perseveran firmes, gracias al cual se salvarán si lo conservan tal como yo lo anuncié; de lo contrario, ¡habrán creído en vano! Porque se les transmitió en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras, que fue sepultado y que resucitó el tercer día, según las Escrituras, que se apareció a Cefas y, más tarde, a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez... Por último se me apareció también a mí… De cualquier modo, tanto ellos como yo, esto es lo que proclamamos, y es lo que ustedes han creído” (1Cor. 15, 1-8.11).La misión que el Señor Jesús nos ha confiado consiste esencialmente en darlo a conocer, y en su persona hacer posible que la humanidad conozca al Padre por la acción de Espíritu Santo. Quien ve al Hijo ve al Padre, lo dijo el mismo Jesús, y nadie puede hacer esta profesión de fe si no es por la acción del Espíritu Santo. También dirá, por ejemplo, que quien “reciba a un niño por amor a Mí, me recibe a Mí. Y el que me recibe a Mí, no me recibe a Mí, sino al que me envió” (Mc. 9, 37).Así pues, en un mundo sediento de Dios, la misión encomendada es hacer que todos se llenen de Dios, le abran las puertas de su corazón, y con la experiencia del encuentro personal con su Hijo Jesús, descubran el verdadero sentido a sus vidas.Sin duda que cuando se encuentra a Jesús y nos dejamos transformar por Él, la vida cambia, tomamos conciencia del llamado a una vida mejor, a una vida santa, y nos vamos convirtiendo poco a poco en misioneros, testigos, proclamadores de una verdad escrita en el corazón del mismo Dios, que es el amor. Y porque Dios es amor, anunciamos su misericordia y su perdón.De esta manera, la misión consiste en hacer presente la cercanía de un Dios que nos está diciendo que nos ama y que está junto a nosotros en medio de las adversidades. Por tanto, es una misión que tiene como fin también animar la esperanza de todos, de los que no creen para que descubran la fuerza en la lucha de la vida, y para los que creen, para que fortalezcan en ellos la esperanza. En todos es animar una vida signada por la fe en Dios, que lleva indudablemente a una fe en sí mismos.De esta manera, el misionero es la persona que, habiendo tomado conciencia de su bautismo, pone en práctica el sacerdocio común que le es propio, para anunciar a Jesús que pasó haciendo el bien y que venció la muerte con su resurrección.La misión es una tarea que no se limita a los pueblos donde por tradición no conocen a Jesús. Hoy, la misión es hace necesaria en nuestras casas, en nuestros barrios, en nuestras ciudades, en nuestro país. Colombia es un territorio de misión, ya porque crece el número de personas no bautizadas, ya porque muchos bautizados en la Iglesia católica se han alejado de ella o no ponen en práctica los principios cristianos, ya porque muchos pueden ser considerados “analfabetas” en lo que tiene que ver con las verdades esenciales del Evangelio y de Magisterio de la Iglesia. Hoy entonces, la misión se hace urgente.El domingo 20 de octubre es el Día de las Misiones. Los animo para que sean generosos en la oración por las misiones, los misioneros y misioneras, pero también con el aporte económico que se hace llegar al Papa para la misión que, en Colombia, él comparte con nuestros territorios de misión que son tan necesitados.Termino con un aparte de la Exhortación apostólica Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio) del Papa Francisco que describe una importante dimensión de la misión en la Iglesia:“Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con el gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios en medio de la humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en este mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas que alienten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino. La Iglesia tiene que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio” (n.114). El nuevo nombre de la Iglesia es misión.+Luis Fernando Rodríguez VelásquezArzobispo de Cali

Vie 4 Oct 2024

Lo que Dios unió, no lo separe el hombre

VIGÉSIMO SÉPTIMO DOMINGODEL TIEMPO ORDINARIOOctubre 6 de 2024Primera lectura: Gn 2,18-24Salmo: 126(127),1-2.3.4-5a.5b-6 (R. cf. 5)Segunda lectura: Hb 2, 9-11Evangelio: Mc 10, 2-16 (forma larga) o Mc 10, 2-12 (forma breve)I.Orientaciones para la PredicaciónIntroducciónEl hombre y la mujer que se entregan mutuamente en el sacramento del matrimonio llegan a ser una sola carne. Este ha sido el deseo de Dios, designio de amor que él mismo ha revelado desde el principio al crear al ser humano. ●Jesús les pide a los apóstoles que dejen que los niños se acerquen a él para bendecirlos. Al mismo tiempo, Jesús aprovecha para darnos una clave en nuestra búsqueda del Reino de Dios: hay que ser como niños. ●Aquel que ha padecido la muerte para bien de todos lo vemos ahora coronado de gloria y honor por su pasión y muerte. Él mismo que ha sido crucificado también ha sido glorificado. Él está en medio de nosotros en la celebración de la Eucaristía dominical. 1.Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura?La lectura del libro del Génesis nos revela al Dios creador que moldea y le da vida a la mujer a partir de la costilla del varón. El querer de Dios consiste en darle al hombre una verdadera ayuda. Al ver el resultado de la obra amorosa del Creador, el varón se maravilla y se emociona ya que, en la mujer, encuentra a alguien con quien entablar una relación realmente personal. Él la experimenta con parte de sí (precisamente ella ha salido de él) y por eso puede identificarse con ella y unirse a ella. Al final de esta perícopa, el hagiógrafo nos explica cuál deberá ser el destino del hombre y la mujer, presentados como la obra más perfecta de la Creación: se separarán de su familia de origen y llegarán a unirse (no solo en la relación sexual, sino en la construcción de un proyecto de vida juntos). Así, como meta definitiva del propósito divino, el hombre y la mujer llegarán a convertirse en una sola carne. Como respuesta a esta lectura se nos presenta el Salmo 127. Estamos ante una promesa para el hombre que teme a Dios y sigue sus caminos: su casa, él y su mujer, recibirán la bendición del Señor.A partir de hoy y durante varios domingos escucharemos algunos fragmentos de la Carta a los Hebreos. Particularmente en el segundo capítulo se comienzan a sentar las bases para fundamentar el discurso sobre el sacerdocio de Cristo. Desde el v. 5 el autor ha tomado como fuente de inspiración el Salmo 8 para aplicarlo al Hijo de Dios. En Él se cumple esta palabra: “lo hiciste poco inferior a los ángeles… todo lo sometiste bajo sus pies” (cf. Hb 2, 7; cf. Sal 8, 5-7). Esta última frase no aparece en el texto litúrgico de la segunda lectura de hoy, pero es la que conecta con los tres versículos escogidos para que ser proclamados en este domingo: Jesús ha sido coronado de gloria y todo ha sido puesto bajo su dominio, por haber padecido la muerte por nosotros. A partir de esta afirmación, queda manifestado y trazado el camino que deberán seguir los seres humanos para que puedan alcanzar la salvación (ser guiados a ella): muchos hijos serán santificados y llevados a la gloria, pero deberán pasar por la misma prueba de Cristo, el santificador, y deberán ser perfeccionados por el sufrimiento. Ante las preguntas maliciosas de los fariseos, Jesús reacciona con sabiduría y autoridad. Para responder a la cuestión Jesús contrapone la Ley de Moisés con el proyecto original de Dios (cf. primera lectura). La voluntad de Dios acerca del matrimonio está contenida en el Génesis, desde el comienzo de la Creación; y si la ley había permitido el divorcio es por la dureza del corazón, una actitud del pueblo de Israel que aparece cuando no es capaz de comprender ni aceptar los designios de Yahvé. Jesús afirma, sin dar lugar a otras interpretaciones que la unión del hombre y la mujer ha de ser indisoluble ya que ha sido Dios quien los ha unido. Además, el Maestro insiste en que ya no son dos y por eso repite: “una sola carne”. El proyecto original de Dios busca la igualdad de los cónyuges, la entrega total y duradera que unifica. La palabra “cónyuges” da lugar a una preciosa imagen: el hombre y la mujer se unen bajo el mismo yugo para avanzar juntos con un mismo objetivo: permanecer en el amor y fundar una familia.2.Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad?El sacramento del matrimonio encuentra su fundamento en el comienzo de la Creación como nos lo muestra Jesús en el evangelio. La palabra amorosa del Creador resonó en el principio del mundo para establecer que el hombre y la mujer han de unirse y entregarse el uno al otro de tal manera que los dos serán una sola carne, unión que no podrá ser separada por nadie ya que Dios, como autor de la Creación, es también autor de esta sagrada unión. Este es el fundamento del valor y de la belleza del matrimonio y de la familia según el querer de Dios. Sea esta la oportunidad para agradecer al Señor por tantas familias que, no sin dificultades, se esfuerzan día a día por mantenerse fieles a este designio divino de amor. Y sea también está la oportunidad para que resuene hoy en nuestra Iglesia colombiana y universal la Buena Noticia de la familia, para que muchos escuchen el llamado a vivir el amor según el plan de salvación, establecido por nuestro Padre y Creador.No podemos olvidar la valiosa enseñanza del papa san Juan Pablo II al proponer a toda la Iglesia la teología del cuerpo y por eso vale la pena que recordemos un poco de su doctrina, como ayuda para nuestra meditación. En la audiencia general del 13 de febrero de 1980 afirmaba el Santo Padre: “En el misterio de la creación, el hombre y la mujer han sido ‘dados’ por el Creador, de modo particular, el uno al otro, y esto no solo en la dimensión de la primera pareja humana y de la primera comunión de personas, sino en toda la perspectiva de la existencia del género humano y de la familia humana. El hecho fundamental de esta existencia del hombre en cada una de las etapas de su historia es que Dios ‘los creó varón y mujer’; efectivamente, siempre los crea de este modo y siempre son así. El Génesis 2, 24 constata que los dos, varón y mujer, han sido creados para el matrimonio: ‘Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos una sola carne’. De este modo se abre una gran perspectiva creadora: que es precisamente la perspectiva de la existencia del hombre, que se renueva continuamente por medio de la ‘procreación’ (se podría decir de la ‘autorreproducción’). Esta perspectiva está profundamente arraigada en la conciencia de la humanidad (cf. Gn 2, 23) y también en la conciencia particular del significado esponsalicio del cuerpo (cf. Gn 2, 25). El varón y la mujer, antes de convertirse en marido y esposa (en concreto hablará de ello a continuación el Gn 4, 1), surgen del misterio de la creación ante todo como hermano y hermana en la misma humanidad. La comprensión del significado esponsalicio del cuerpo en su masculinidad y feminidad revela lo íntimo de su libertad, que es libertad de don”. El ser humano de hoy necesita abrirse al plan de Dios a la hora de construir una familia, como ejercicio de su vocación natural al amor, inscrita precisamente por el Creador. Todo comienza a tener sentido cuando se comprende que el hombre y la mujer han sido creados el uno para el otro, tanto a nivel corporal como a nivel espiritual. Particularmente Juan Pablo II insiste en el significado esponsalicio del cuerpo: El cuerpo del varón está orientado para amar a la mujer y el cuerpo de la mujer está orientado para amar al varón.3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo?En la oración de bendición nupcial la Iglesia manifiesta su fe en el designio de amor del Dios Creador. Y es que desde el principio el Señor concedió a la unión del hombre y la mujer una bendición que no ha sido abolida, sino que se ha mantenido para aquellos que quieren vivir según la vocación matrimonial que, por medio del sacramento, los lleva a fundar una Iglesia doméstica: Oh Dios, que con tu podercreaste todas las cosas sacándolas de la nada,y que, desde el principio, todo lo ordenaste:Tú hiciste al hombre a tu imagen y semejanzay le diste por ayuda inseparable a la mujer,para que ya no fueran dos, sino una sola carne,enseñándonos así que nunca será lícito separarlo que tú mismo has querido unir.Oh Dios, que por medio de misterio tan excelso consagraste la unión conyugalde manera que en la alianza nupcialfuese prefigurado el sacramentode la unión de Cristo con la Iglesia.Oh Dios, por quien la mujer se une al varón,que concedes a esta unión,establecida desde el principio,la única bendición que no fue abolidani por la pena del pecado original,ni por el castigo del diluvio. II.Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Queridos hermanos: bienvenidos a esta fiesta de fe. Celebrar la Eucaristía dominical es festejar el amor divino manifestado en Jesucristo. Él ha elevado el vínculo matrimonial del varón y la mujer a la dignidad de sacramento y de esta manera, unidos en una sola carne, la familia cristiana se hace signo concreto de que es posible amar según Dios. Agradezcamos al Padre por todas nuestras familias y pidamos especialmente por ellas, en este día del Señor. Monición a la liturgia de la Palabra La Palabra de Dios en este domingo nos anuncia la Buena Noticia de la Familia, es decir, el proyecto que el Creador ha pensado para que se realice en la unión del hombre y la mujer. Escuchemos con atención para que nuestras familias descubran el querer de Dios y puedan vivir a plenitud el amor. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Agradecidos con Dios, que nos ha llamado a la vida y desde el principio ha querido la unión del varón y la mujer en una sola carne, presentemos nuestras súplicas por medio de Cristo, quien nos revela la plenitud del amor, y digamos:R/. Tú que eres nuestra vida, escúchanos, Señor.1.Por la Iglesia, sacramento del amor divino, para que el Espíritu Santo impulse cada día la tarea evangelizadora y, especialmente, la acción pastoral en favor de los laicos, las familias y las vocaciones. Oremos. 2.Por quienes tienen la responsabilidad de buscar el bien común desde sus respectivos campos de gobierno, para que promuevan valores que animen la formación de familias estables en el amor. Oremos.3.Por todos los que sufren, especialmente por las familias que experimentan la pobreza, la marginación, la violencia o la enfermedad. Que mantengan su mirada y confianza en el amor de Dios que permanece para siempre. Oremos.4.Por todos los desempleados, para que encuentren un lugar propicio donde desempeñarse y puedan llevar el sustento necesario a sus hogares. Oremos.5.Por nuestras familias, por todos los bautizados y por nosotros, participantes de esta liturgia, llamados a vivir en el amor. Que, escuchando hoy la Buena Noticia de la familia, seamos instrumentos de unidad, perdón y reconciliación en medio de nuestros hogares. Oremos.Oración conclusivaConcede, Señor, generosidad y fidelidad a los que llamas a ser tus testigospara que todos, al responder al amor de tu gracia,colaboremos para que venga y crezca tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.R/. Amén.