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Pastoral Social

Vie 11 Jun 2021

Asistencia en salud, agua, saneamiento e higiene a familias venezolanas

Desde el 2015, Venezuela viene enfrentando una crisis económica, social y política debido a varios factores que han desencadenado un desplazamiento masivo de ciudadanos venezolanos durante los últimos años. Según Migración Colombia, hasta el 31 de enero de 2021, en el país se encontraban 1.742.927 migrantes venezolanos, de los cuales 759.584 se encuentra en condición regular y 983.343 en condición irregular. El ambiente en el que vive gran parte de la población migrante en Colombia es lamentable, esta situación está catalogada a nivel mundial como crisis humanitaria. Además de la falta de acceso a ofertas de empleo, a la vivienda digna y a la alimentación básica; se suman las dificultades para acceder a la atención en salud y a elementos de higiene básicos, aspectos que han acentuado la crisis migratoria por la que están atravesando. La situación en Colombia Aunque varios departamentos del país cuentan con una presencia significativa de migrantes venezolanos, las zonas fronterizas de Arauca, Vichada y Nariño (frontera con Ecuador), llaman especialmente la atención, ya que, a diferencia de otros territorios nacionales, por décadas estas regiones han tenido que padecer un sin número de desafíos económicos estructurales, desastres naturales y conflictos violentos. Migración Colombia reporta que, hasta el 31 de enero de este año, 44.851 migrantes se encontraban en Arauca, 14.523 en el departamento de Nariño, seguido de Vichada con 4.555. Por lo cual, estas zonas se enfrentan a mayor presión sobre sus recursos y servicios limitados al intentar cubrir las necesidades de la población migrante con intención de permanencia, población en tránsito, colombianos retornados y otras comunidades en situación de vulnerabilidad. La situación es aún más problemática en estos momentos de emergencia sanitaria por COVID -19, agravante de la salud pública a nivel mundial. Según la información recolectada en la línea de base del proyecto Asistencia en Salud y WASH a Familias Afectadas por la Crisis Migratoria Venezolana en Colombia, realizado por el Secretariado Nacional de Pastoral Social-Cáritas Colombiana (SNPS-CC), se entrevistaron a 210 familias (766 personas) de estas tres regiones del país y se evidenció que la población migrante enfrenta grandes barreras en de acceso a salud, agua, higiene y saneamiento básico, aspectos que impiden que mejore su calidad de vida y digna expuestos a riesgos que atentan contra su salud física y emocional. Barreras para los migrantes y refugiados Atención en salud El acceso a un sistema de salud que pueda satisfacer las necesidades básicas de migrantes y refugiados, es un derecho que está tipificado en diferentes constituciones a nivel mundial y en todos los convenios internacionales de protección a la población migrante. Colombia no es ajena a este tipo de reglamentaciones, pues como Estado perteneciente al DIH tiene como obligación velar para que este derecho se cumpla a cabalidad. Sin embargo, dentro de la información suministrada por el SNPS-CC, se encontró que el 78% (163) de las familias encuestadas en los tres territorios, mencionó haberse encontrado con barreras para la atención en salud, de las cuales el 53% (113) reconoció que fue por falta de documentación, el 39% (81) por falta de dinero y el 27% (56) por falta de acceso a transporte. Los datos revelan que, en Arauca (39) y Nariño (47) la dificultad con mayor incidencia es el dinero, esto es asociado a la distancia a los centros de atención desde las comunidades, mientras que en Vichada identificaron la documentación como barrera principal (43), ya que, el sistema de salud colombiano solo permite una atención a los migrantes indocumentados por urgencias. Por último, cabe resaltar que el 73% (154) de las familias encuestadas comentó no estar afiliada al sistema de salud colombiano, el 21% (45) tiene uno o varios familiares afiliados, y sólo el 5% (11) registro estar todo el grupo familiar dentro del sistema de salud. Salud ambiental, higiene y saneamiento básico. Si bien el acceso a salud es una limitante para la población migrante, esta se podría evitar si no padecieran de distintos tipos de enfermedades que, en su gran mayoría, dependen de sus condiciones de habitabilidad, pues un alto porcentaje de familias venezolanas no cuentan con acceso a agua potable para consumo humano, con un servicio de recolección de basuras por parte de empresas públicas y desconocen que un mal manejo de residuos sólidos puede provocar la proliferación de vectores que transmiten enfermedades e infecciones a la población. El 32% (68) mencionó haberse encontrado enfermo por dolor de estómago y diarrea, y el 2% (4) haber contraído enfermedades transmitidas por vectores, como chikungunya, zika, malaria, entre otros. El 47% (99) de las familias encuestadas reportaron no tener acceso a agua las 24 horas del día los 7 días de la semana, de estos el 70% (69) reportó consumir agua del grifo y el 30% (30) comentó extraerla de pozos profundos. Es cierto, que el panorama para los más de 60.000 migrantes venezolanos que se encuentran en estas tres regiones del país es desolador, también es cierto que desde diferentes organizaciones e instituciones se está trabajando en conjunto para romper esas barreras que les impide tener una mejor calidad de vida. Acciones solidarias y trabajo en equipo para una mejor calidad de vida Teniendo en cuenta esta realidad, desde febrero de 2019 la Iglesia Católica en Colombia a través del SNPS-CC en conjunto con la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero USAID/OFDA, inició la implementación de un programa propuesto en dos fases de intervención. Durante la primera Fase se atendieron a más de 12,000 migrantes venezolanos en 4 departamentos del país con asistencia en salud, dinero en efectivo y agua, saneamiento e higiene (WASH). Ahora, el proyecto Asistencia en salud y agua, saneamiento e higiene a familias afectadas por la crisis migratoria venezolana en Colombia en su segunda fase y en apoyo con la agencia BHA/USAID, tiene como objetivo, al finalizar el mes de agosto de 2021, llegar a más de 10.500 personas, facilitando el acceso a servicios de salud y mejorando las prácticas de higiene de la población migrante venezolana, colombianos en situación de vulnerabilidad y las comunidades de acogida. Acciones como la remisión a servicios médicos mediante la gestión de casos y vías de remisión eficaces, entregas de subsidios de transporte para el traslado a los centros médicos, campañas de salud ambiental y talleres en promoción de la higiene donde se sensibiliza a la población sobre las consecuencias del mal manejo de las basuras y su adecuada gestión, reciclando, reutilizando y reduciendo, son algunas de las acciones que ya se están implementado en estos tres departamentos. Se debe seguir trabajando para romper barreras A la falta de acceso a un sistema de salud y de un ambiente de habitabilidad digno que pueda evitar la generación de enfermedades, hay que sumarle que la población venezolana se enfrenta a otras problemáticas como explotación sexual, explotación laboral, convivencia familiar, desescolarización, regularización, entre otras, información arrojada por el estudio en terreno realizado por el SNPS-CC. Por esta razón, la Iglesia Católica colombiana seguirá uniendo esfuerzos en pro de darle continuidad a las acciones humanitarias que contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de la población migrante que se encuentra en el territorio nacional, pues vivir en condiciones dignas en otro país es un derecho que por inherencia les pertenece. Finalmente, el SNPS-CC invita a todas las instituciones, organizaciones y entidades locales, gubernamentales, nacionales e internacionales, a continuar trabajando no sólo por los migrantes y refugiados, sino por la población colombiana en condición en vulnerabilidad, para romper esas barreras que les impiden gozar de un ambiente de vida dingo e igualitario.

Mié 2 Jun 2021

Migrantes venezolanos en Puerto Carreño necesitan de manos solidarias

Puerto Carreño-Vichada, el lugar donde nace el sol que alumbra a Colombia, como lo dicen sus habitantes. Es uno de los lugares del país que cuenta con el mayor número de migrantes venezolanos en tránsito, es decir, que entran y salen constantemente del territorio nacional debido a la extensa frontera entre los dos países. Según lo registran autoridades de Puerto Carreño, aproximadamente entre 300 y 500 ciudadanos venezolanos están circulando diariamente por el municipio en búsqueda del sustento diario y/o permanencia. Según Migración Colombia, a 31 de enero de 2021, el departamento contaba con 4.555 ciudadanos venezolanos distribuidos de la siguiente manera: el municipio de Santa Rosalía con 10 migrantes, seguido de La Primavera con 116 y Cumaribo con 352, por último, la capital del departamento, Puerto Carreño, cuenta con la población venezolana más alta, 4,077 ciudadanos. El padre Gabriel Flórez, director de la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Puerto Carreño, manifiesta que la situación de la población migrante en la jurisdicción es crítica. El municipio no sólo cuenta con la presencia de ciudadanos venezolanos raizales, sino con comunidades indígenas del vecino país que se han asentado en las periferias del territorio en condiciones lamentables, pues se encuentran viviendo en casas improvisadas construidas por ellos mismos en materiales como plástico, tabla o lata de zinc, expuestos a las inclemencias del clima y a una serie de factores que afectan su salud. Ninguno de estos hogares cuenta con acceso a los servicios básicos de agua potable, servicio de recolección de basuras o alcantarillado, que les permitan tener una condición de vida digna. A causa de esto, la gran mayoría de los migrantes, especialmente los niños y niñas presentan todo tipo de enfermedades, entre ellas diarreicas e infecciosas. “Muchas familias migrantes llegan a este municipio fronterizo en condiciones de vulnerabilidad altísimas. Con muy poco dinero, sin un documento de regularidad que les permita trabajar para poder sostener a sus familias, que incluyen niños y bebés de brazos. Adicionalmente su estado de habitabilidad es el principal generador de enfermedades físicas y psicológicas, lo que agudiza aún más su situación crítica”, manifiesta Reynaldo Díaz Alarcón, coordinador y promotor WASH del proyecto Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria en Colombia. Un proyecto solidario La Iglesia Católica en Colombia, a través de la Pastoral Social en Puerto Carreño, desde el año 2017, ha trabajado arduamente en pro del bienestar de la comunidad migrante venezolana con el fin de disminuir las barreras que les impiden tener una mejor calidad de vida. Al igual que en Arauca y Pasto, el proyecto Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria en Colombia, ha identificado hogares en condición de vulnerabilidad para beneficiarlas en dos sectores de atención: el primero es salud, que busca facilitar el acceso a información, remisión de casos a entidades sanitarias y la entrega de subsidios de transporte para el desplazamiento a citas médicas por enfermedad, controles prenatales, controles de crecimiento, odontología, entre otros servicios. El segundo sector comprende agua, saneamiento e higiene (WASH) que ha venido realizando diferentes talleres enfocados en promoción de la higiene, desinfección y almacenamiento de agua, control de vectores y manejo de residuos sólidos. De los cuales se estarían realizando alrededor de 30 talleres que tienen el objetivo de mejorar las condiciones de higiene de las familias a través de proveerles conocimientos en las temáticas mencionadas. A la fecha, aproximadamente 1.800 migrantes venezolanos entre niños, hombres, mujeres y adultos mayores, se han visto beneficiados a través de estos dos sectores de atención del proyecto. En temas relacionados con atención a salud han sido atendidas 600 personas y en línea WASH 400 individuos han logrado participar activamente de los talleres en promoción de la higiene. La Pastoral Social de Puerto Carreño continuará con la ejecución del proyecto hasta el mes de agosto. Durante estos meses seguirá con la realización de talleres, atención en salud y, se espera para el mes de mayo, la entrega de kits de higiene a la población priorizada. Se debe seguir trabajando, sirviendo y acogiendo El padre Flórez hace especial énfasis sobre la grave situación por la que están atravesando la gran mayoría de ciudadanos venezolanos, especialmente aquellos que se encuentran en las zonas rurales del municipio, y aunque el proyecto ha contribuido en gran medida a mitigar su condición de vulnerabilidad, la situación continúa siendo crítica y lamentable. Asimismo, señala que es urgente pensar en la implementación de soluciones de fondo para que la población migrante, particularmente la que se encuentra en el Departamento de Vichada pueda acceder a mejores condiciones de vida. Como es una vivienda digna que cuente con los servicios básicos que permitan mejorar su calidad de vida y de esta manera reducir su vulnerabilidad. Por su parte, la Iglesia Católica en Colombia, a través de la Pastoral Social de Puerto Carreño y en trabajo conjunto con diferentes instituciones y organizaciones nacionales e internacionales, continuará sirviendo y acogiendo a la población venezolana con el fin de brindar una mano solidaria que contribuya a proveer asistencia humanitaria. Fuente: Of. de comunicaciones del Secretariado Nacional de Pastoral Social SNPS

Mar 25 Mayo 2021

Conversatorio: "Diálogo para la amistad social a la luz de Fratelli Tutti"

En medio de la crisis que enfrenta el país y atendiendo el llamado que el papa Francisco hace para construir Diálogo Social, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), a través del Secretariado Nacional de la Pastoral Social – Cáritas Colombiana (SNPS-CC), realizó el conversatorio: "Diálogo para la amistad social a la luz de Fratelli Tutti". Este evento donde participaron de manera virtual más de 400 personas, es el inicio de un proceso que se multiplicará luego en las diferentes Jurisdicciones Eclesiásticas en Colombia, con el fin promover diálogos regionales que contribuyan a la paz. Este espacio fue fruto de la construcción de una propuesta metodológica y conceptual que será enriquecida durante el proceso, con las experiencias que se irán desarrollando en los diferentes lugares. Para este primer conversatorio, se contó con la presencia de Monseñor Fabio Suescún Mutis, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa CEC, Monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la CEC, Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), Juan Roberto Vargas, director de Noticias Caracol, doctora Susana Nuin, directora de CEBITEPAL-CELAM y Diego Bautista, fundador de la plataforma Diálogos Improbables. Monseñor Fabio Suescún Mutis, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa CEC,fue el encargado de dar apertura al evento, explicando que la cultura del diálogo ha sido propuesta por el papa Francisco a la Iglesia y a la sociedad de manera particular en la encíclica Fratelli Tutti, como una estrategia en la promoción de la fraternidad. Adicionalmente, consideró que esta cultura puede contribuir en estos tiempos que Colombia clama por la justicia y la paz. Además, planteó que la teología del sumo pontífice está enmarcada en una profunda reflexión sobre el ser humano, ya que, “ha buscado llegar con su mensaje evangelizador a sectores sociales y de la Iglesia que se habían alejado de la visión misericordiosa y amorosa de Dios". Por tanto, agregó que "la gran tarea en la evangelización es tener un diálogo honesto, directo y, ante todo, generador de paz y justicia para todos; esto es construir fraternidad”. Por su parte, monseñor Elkin Álvarez Botero, resaltó que el papa Francisco ha aclarado que el diálogo no es simplemente poner a hablar a cada persona desde su propia perspectiva. Se trata más bien del esfuerzo por encontrarse, para que haya una verdadera escucha y una actitud dispuesta al encuentro con el otro. Explicó que el diálogo implica estar dispuestos a renunciar a aspectos que se centren en la perspectiva propia, ya que, el diálogo es una acción que recoge todos los puntos de vista. Preguntas iluminadoras A partir de este contexto, en el evento se manejaron tres preguntas orientadoras: ¿qué papel juegan los medios de comunicación y las redes sociales en esta realidad?, ¿qué factores facilitan el diálogo o contribuyen a la polarización en Colombia? y ¿cuáles son los desafíos en la acción eclesial en Colombia a la luz de Fratelli Tutti? Para dar respuesta al primer interrogante, el periodistas Juan Roberto Vargas, realizó su intervención planteando que actualmente existen dos principales problemáticas en la sociedad contemporánea. Una de ellas es la desigualdad, se refirió a que en tiempos de pandemia los índices de pobreza se han incrementado, dejando a millones de personas sumamente vulnerables. En segundo lugar, consideró que la polarización es otro factor problemático, ya que, la política y todas sus etapas no se hacen ni en las plazas públicas, ni en los medios de comunicación, se hacen en las redes sociales, haciendo que las personas observen solo una parte de toda la información y crean que esa es la verdad. En este contexto, propuso salidas desde el periodismo como la empatía, “significa oír y tratar de descifrar el porqué de una situación, esto implica cercanía, ser más cercanos con los problemas de la gente, entenderlos. He comprendido que detrás de cada hecho hay rostros, historias, personas, escenarios que valen la pena contar. Tenemos que tener caridad para entender qué es lo que pasa en una comunidad, para mostrarlo. Y, sobre todo, tenemos que contar la verdad”, compartió el director de Noticias Caracol. Por otro lado, teniendo en cuenta la segunda pregunta orientadora, Diego Bautista, fundador de Diálogos Improbables, inició su intervención explicando que Diálogos Improbables es una iniciativa que nace al ver la fragmentación durante los Diálogos de Paz en la Habana Cuba. Se trata de una plataforma que convoca a personas de los territorios con intereses y derechos diversos; con el fin de llegar a concesos básicos sobre el futuro, sobre la convivencia y la fraternidad de sus territorios. Esto, implica que las personas de los territorios asuman responsabilidades de liderazgo. El directivo asintió que gracias a esta plataforma ha comprendido que el diálogo con los políticos es insuficiente y que este país necesita que toda la sociedad civil empiece a aprender a conversar con personas que piensen distinto. “Hemos hecho un ejercicio muy interesante en el Cesar, Meta y Caquetá, reunimos un conjunto de personas completamente opuestas, por ejemplo, promotores del “No” en el plebiscito y promotores del “Si”. Yo creo que las personas están dispuestas a construir soluciones constructivas desde el diálogo”. Al mismo tiempo, manifestó su preocupación por el desprestigió del diálogo, ya que, afirmó “en Colombia existen más de 200 acuerdos regionales incumplidos por parte del Gobierno, esto implica que la gente deje de confiar en los espacios de diálogo para la resolución de sus conflictos”. Cerró su intervención sugiriendo que debemos cuidar la palabra, no todo diálogo es una negociación, hay diálogos que buscan solo consensos. “El diálogo es un proceso que requiere de un método -una preparación, unas metas a corto, mediano y largo plazo y un diseño- y es un esfuerzo de largo aliento para realmente generar cambios sostenibles de manera permanente”, afirmó Diego Bautista. Frente a este aporte, monseñor Héctor Fabio Heno recordó que en la encíclica Fratelli Tutti se hace énfasis en sostener el dialogo con palabras cargadas de verdad, pues, la intención es construir un mundo mejor y avanzar como sociedad. En esta misma línea, la doctora Susana Nuin, directora de CEBITEPAL-CELAM, manifestó que el diálogo es una cultura, no es un accesorio más. El diálogo puede generarse en diversos espacios a favor del bien común, es decir, no solamente debe darse en los momentos de crisis. Igualmente, se refirió al papa Francisco para explicar que nosotros construimos el diálogo desde nuestras propias identidades, “somos los que somos y desde allí debemos componer el diálogo, sin duda, para eso es necesario reconocer la capacidad de los otros, debemos derribar los prejuiciosos”, compartió la especialista. A partir de estas tres perspectivas y los aportes de cada uno de los panelistas, se presentaron algunas iniciativas de diálogo lideradas por el movimiento juvenil JAFET y posteriormente se coordinaron mesas de trabajo específicas para el encuentro con las distintas regiones que estaban haciendo parte del evento. Fuente: Of. de comunicaciones del SNPS Puede encontrar el video completo de la actividad aquí:

Mié 12 Mayo 2021

“Momento clave para fortalecer capacidad de encuentro”: Vocero de la CEC

Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, dijo que se ha dado inicio a un proceso exploratorio y se continúan los acercamientos, con el acompañamiento de la ONU, el otro mediador, para llegar a una negociación con ideas y propuestas claras que lleven a la solución del paro nacional. Luego de dos días de conversaciones entre el Gobierno Nacional y el Comité Nacional del Paro, monseñor Henao Gaviria, vocero de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en este tema, dijo que la Iglesia ha estado acompañando y recomendado a las partes tener persistencia y mantener siempre la capacidad de diálogo. “Este es un momento clave para fortalecer nuestra capacidad de encuentro, aquí el reencuentro es una clave sustancial; pero también es un momento muy importante para fortalecer la capacidad de escucha, de entendernos y de construir acuerdos”, expresó. Monseñor Henao, quien asumiría como delegado de la CEC ante un proceso de negociación entre las partes implicadas, manifestó que es importante que se dé un enfoque sobresaliente para atender a las comunidades más necesitadas, no solo por parte del Estado, sino también de las organizaciones que tienen algún papel frente a esta responsabilidad. Llamado a una negociación pacífica Igualmente, reiteró el clamor de la Iglesia y del pueblo colombiano, para que se abran caminos hacia una negociación pacífica: “Las vías pacíficas son realmente las más indicadas para abrir los caminos hacia una negociación que sea transformadora ante las difíciles situaciones que hoy se viven en materia de inequidad, violencia, pobreza extrema y marginación de regiones enteras”, enfatizó el vocero de la CEC. Salir al encuentro de los jóvenes Finalmente, al reconocer que los jóvenes han sido los principales protagonistas en estas jornadas de las movilizaciones, monseñor Henao afirmó que se debe salir al encuentro de los jóvenes “que hoy están reclamando tener acceso a los beneficios de esta sociedad en clave de equidad social”.

Jue 6 Mayo 2021

Iglesia católica en Colombia continúa apoyando crisis migratoria en Arauquita

Con el fin de acoger y apoyar a la población migrante venezolana desplazada en el municipio de Arauquita, la Iglesia católica en Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social – Cáritas Colombiana y la Pastoral Social en Arauca, continúa realizando acciones solidarias para solventar la crisis migratoria. El pasado 21 de marzo en horas de la madrugada, se registró el desplazamiento masivo de ciudadanos venezolanos provenientes del Estado de Apure. El río Arauca fue testigo del paso de más 5.000 migrantes que se vieron obligados a dejar su país a causa de los disparos y las detonaciones de artefactos explosivos que se desencadenaron en el territorio, producto de un enfrentamiento armado entre la Fuerza Aérea Nacional Bolivariana y contra un Grupo Delictivo Organizado (GDO). Según lo reportó el Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos en su último informe entregado el 23 de abril, a la fecha se registran 5.409 migrantes que han ido llegando al territorio y que han sido alojados en tres grandes albergues, cada uno con capacidad aproximada para unas 500 personas. Otra parte de la población se encuentra en alojamientos satélites (casas de familias) donde han sido acogidos por los habitantes del municipio, quienes, en un gesto de solidaridad, han compartido sus hogares para afrontar la situación que están viviendo. “Yo me encontraba viviendo en la Victoria, Estado de Apure. Por la situación, ya llevo un mes en Colombia, específicamente en Arauquita, en el asentamiento los Vencedores donde un pariente muy amablementenos brindó un apoyo; a raíz de la situación en la que nos encontrábamos salimos de allá con máxima urgencia. En la casa donde estamos vivimos cinco familias sin enseres, ni siquiera una colchoneta, pero por lo menos con un techo donde cobijarnos, aunque con muchas necesidades. No nos podemos regresar porque no nos dan garantías de estar en nuestro territorio, por eso debemos permanecer aquí, en Colombia”, señala Esperanza González, migrante venezolana. La Iglesia católica, a través de la Pastoral Social – Cáritas Arauca, ha estado continuamente trabajando en conjunto con instituciones locales, nacionales e internacionales para ayudar a esta población que recientemente ha llegado a Arauquita. A pesar del apoyo, la emergencia social aún persiste y puede ir en aumento. “Desde que inició esta situación concreta de la migración masiva a causa de este conflicto armado en el Estado de Apure, nosotros hemos estado apoyando a las instituciones en el sentido de tratar de focalizar o caracterizar a la población migrante que está llegando al país para determinar en qué lugares están, cuál es la situación en la que se encuentran, qué necesidades prioritarias existen y poder así canalizar esas necesidades hacia las instituciones”, manifiesta el Padre Laureano Daza– director de la Pastoral Social – Cáritas Arauca. Esta no es la primera vez que la Iglesia ha estado presente en acciones en pro del bienestar de la población migrante en el municipio. La Pastoral Social – Cáritas Arauca, en respuesta a esta situación, ha contado con el soporte del proyecto “Asistencia en Salud y WASH a familias afectadas por la crisis migratoria venezolana en Colombia”, financiado con recursos de BHA/USAID. En una primera jornada se han priorizado sectores como Vencedores y Bella Vista, lugares donde se albergan más de 120 familias migrantes. Durante el mes de abril se ha brindado atención en salud donde se realizaron 80 referenciaciones y se entregaron auxilios de transporte con el fin de facilitar el acceso a dicho sistema. Estas jornadas han contado con la participación de adultos mayores, niños menores de 3 años, mujeres embarazadas y lactantes, atendidos por parte de personal médico en servicios como salud oral, atención psicológica y medicina general. Así mismo, se dio inicio a una estrategia de Promoción en la Higiene, donde ya se han realizado tres talleres, con la participación de 30 personas por jornada, durante los cuales se trabajaron temas relacionados con la gestión y manejo de residuos sólidos comunitarios, lavado de manos y manipulación de alimentos, almacenamiento y tratamiento de agua, medidas de prevención y uso de elementos para disminuir los riesgos de contagio por COVID-19, prevención de enfermedades asociadas. Todo esto con el fin de generar un impacto positivo que permita crear una concientización a fin de mejorar la calidad de vida de las comunidades intervenidas. Otras de las acciones que están por realizarse desde la Pastoral Social en Arauquita ante esta crisis migratoria, es la distribución de artículos de higiene que van a ser entregados de acuerdo a la edad y la necesidad de la población. La estrategia de la Iglesia a través del SNPS-CC para dar respuesta a la Emergencia Desde que inició la emergencia, la Pastoral Social – Cáritas Arauca, ha promovido acciones para acompañar a la poblacióna través de las tres parroquias que se encuentran en Arauquita, impulsando campañas de sensibilización con la comunidad para la recolección de ropa en buen estado, productos agrícolas y ayuda monetaria. “Nosotros a través de los campesinos y con la ayuda de estos comités parroquiales, hacemos llegar estas ayudas a cada uno de los albergues. Esas donaciones que se han recibido por parte de los habitantes de las zonas rurales son de gran apoyo para el sostenimiento de las familias, ya que esto nos permite complementar en cierta medida las acciones para dar respuesta a la emergencia humanitaria”, Padre Laureano Daza el director de la Pastoral Social – Cáritas Arauca. Además, desde el SNPS-CC se han gestionado acciones para dar respuesta a la emergencia a través del Servicio Nacional de Emergencias y otros aliados, con el fin de brindar kits de albergue, alimentación, cash y otras ayudas prioritarias. Se tiene previsto que la emergencia se extenderá, por esta razón la Iglesia motiva a las organizaciones para que sigan dando respuesta a aquellas personas que se encuentran en el departamento de Arauca. Con el fin de seguir sustentado a las familias migrantes, las personas que deseen sumarse a esta acción solidaria, pueden acercarse a las parroquias o la Diócesis de Arauca a través del señor Obispo, apoyando esta labor humanitaria llevando ropa en buen estado, comida, productos agrícolas o apoyo monetario para continuar con el sostenimiento de los albergues. La Iglesia continuará haciendo un llamado a la solidaridad en apoyo a la causa de la situación de emergencia que están viviendo las familias en Arauquita. Fuente: Oficina de comunicaciones de SNPS

Lun 5 Abr 2021

SNPS anima a la solidaridad con migrantes venezolanos y con la Iglesia de Arauca

La Iglesia colombiana como lo ha hecho siempre a través de la historia y lo seguirá haciendo, acompaña los procesos sociales y caritativos que benefician de manera particular a las comunidades más vulnerables. Es el caso particular del momento, que se vive ahora en el municipio de Arauquita, por la continua llegada de migrantes venezolanos al departamento de Arauca. Para hablar de este tema, el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal, sostuvo un diálogo con monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), quien presenta un panorama de esta triste realidad; hace un llamado a las diferentes instancias de ayuda nacional e internacional; y recuerda la solidaridad que debemos tener como colombianos para con los hermanos migrantes venezolanos. Fue declarada la calamidad pública en Arauca por la difícil situación humanitaria que se vive con la llegada de casi 5.000 desplazados por la violencia del estado de Apure en Venezuela. ¿Qué decir frente a esta problemática social? MHFH:El flujo migratorio que ha pasado la frontera entre Venezuela y Colombia a raíz de una serie de acontecimientos y choque que ha habido entre el Estado Apure, ha creado una verdadera crisis humanitaria tanto en Arauca como en Arauquita, allí tenemos personas que requieren protección internacional y personas que son colombianos que retornan después de haber vivido por años en Venezuela. Para nosotros como Iglesia estas atenciones humanitarias claman por una atención integral por parte del Estado, claman también por una atención desde la comunidad internacional y también claman para que la sociedad entera nos sintamos hermanos y hermanas de aquellos que tienen que cruzar la frontera. Recordemos los cuatro verbos con los cuales el Papa nos insiste, son ellos el de acoger, proteger, promover e integrar a las familias migrantes. Aquí estamos hablando de un número bien importante de familias que han estado cruzando la frontera durante el mes de marzo y que sienten urgente necesidad de que se les brinde mecanismo de integración desde la sociedad colombiana, se trata de una crisis humanitaria de grandes proporciones. ¿Qué llamado hacer al Estado para que se atienda con mayor celeridad a estas personas en condición de vulnerabilidad? ​MHFH:Indudablemente la protección de personas provenientes de Venezuela es una obligación del Estado colombiano ante todo. Los estándares internacionales que regulan el tratamiento a personas solicitantes de asilo o refugio o a personas necesitadas de protección internacional, muestran claramente como los Estados asumen una responsabilidad de garantizar vida con dignidad para esas personas que están en unas condiciones de vulnerabilidad tan altas. Colombia ha hecho un gran esfuerzo que ha sido altamente reconocido por el mundo, por el Papa Francisco, al decretar el Estatuto Temporal de Protección a Migrantes provenientes de Venezuela. Estamos en la tarea de apoyar ese esfuerzo del gobierno colombiano, pero al mismo tiempo sabemos que aún quedan unos nuevos retos de personas que están ingresando después de que ese estatuto fue lanzado y que esta población va a requerir una atención urgente. Así que invitamos a las autoridades de todos los órdenes, particularmente del orden nacional, a salir al encuentro de estas personas tan necesitadas y sobre todo con un enfoque: Son hermanos y hermanas miembros de la misma familia humana, miembros de una misma gran nación a través de la historia, que hoy requieren protección y atención particular de parte del Estado colombiano. Un llamado a la solidaridad con la Iglesia de Arauca ​MHFH:Todo el país debemos solidarizarnos con la iglesia de Arauca. En la Diócesis de Arauca se están haciendo esfuerzos muy grandes desde todos los niveles, liderados por el obispo de esta zona, monseñor Jaime Abril González, esto con el fin de salir al encuentro de los hermanos migrantes, ojalá tengamos la generosidad de interesarnos y conocer lo que la Iglesia está haciendo en esta región con tantos esfuerzos, con limitaciones, pero también con una gran generosidad, con la convicción de que está de por medio la supervivencia de hermanos y hermanas que están en condiciones muy difíciles. Al entender y comprender mejor la posición de la Iglesia de Arauca tengamos toda la disponibilidad, el deseo y el valor de contribuir con esa obra maravillosa que la Iglesia en esta zona del país viene adelantando desde hace varios años, no es nuevo ese ministerio de acogida a los migrantes, solo que hoy adquiere una faceta muy particular. Desde el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS) qué gestión de apoyo se está brindando a la población migrante ​MHFH:Los Obispos de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), han hecho hasta ahora un esfuerzo grande para brindar elementos urgentes de ayuda, como son kits de aseo y elementos para resolver las necesidades de seguridad alimentaria a la población proveniente de Venezuela; así también se han ofrecido elementos de bioseguridad y medicina para poder fortalecer ese trabajo que ya se viene haciendo en esa labor de unidad de toda la Iglesia colombiana en torno a la Diócesis de Arauca, Hemos lanzando la campaña "Tiende la mano a quienes lo necesitan”, a través de ella buscamos animar a todas las personas de buen corazón a que se sumen para hacer más fuerte la respuesta de la Iglesia, así como un gran cuerpo, como una gran Iglesia podremos salir al encuentro de las necesidades de nuestros hermanos migrantes provenientes de Venezuela, Dios quiera que podamos contar con la solidaridad de todo el pueblo colombiano en esta gran labor. Campaña: "Tiende la mano a quienes lo necesitan” En atención a los migrantes venezolanos y colombianos, que huyen producto de los enfrentamientos armados en la frontera con Venezuela, el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), ha iniciado esta campaña que busca "Tender la mano a quienes lo necesitan". “Necesitamos tu ayuda para "Tender la mano a quienes lo necesitan". Que este tiempo de reflexión y oración nos motive a ser generosos para que estas familias desplazadas puedan recibir apoyo de alimentación, higiene, agua potable y alojamiento temporal”. Únete a la campaña, a través de 4 acciones: 1. Dona directamente a la misma a través de la cuenta corriente del Banco de Bogotá No. 081-37334-2 a nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana", con Nit 860.039.273-3. O por el botón electrónico que está en la página web, en el siguiente enlace: https://caritascolombiana.org/donar/ 2. Ora por las personas que están atravesando por esta situación y por todos los sacerdotes, religiosas y laicos que en todo el país están comprometidos con acompañar y servir a quienes lo necesitan. 3. Comparte la imagen de donación a todas las personas que conozcas, para que otros puedan ayudar. 4. Coloca las imágenes en tus redes sociales y/o estados de Whatsapp.

Vie 26 Mar 2021

Iglesia construye memoria histórica, reconciliación y paz en comunidades del Cesar

Gracias a una iniciativa apoyada por la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) y la Embajada de Noruega en Colombia, entre los meses de diciembre de 2020 y marzo de 2021, la Diócesis de Valledupar, a través de su equipo de Pastoral Social, acompañó las comunidades de Guacoche y Guachochito en el departamento del Cesar, buscando aportar, mediante espacios de encuentro, apoyo pastoral y psicosocial y fortalecimiento cultural, la construcción de memoria histórica y los procesos de reconciliación y paz con enfoque medioambiental que se vienen adelantando en este territorio, ubicado junto al río Cesar, que ha sido profundamente golpeado por el conflicto armado. Durante la puesta en marcha del proyecto, denominado “Reconstrucción histórica afrodescendiente a través del diálogo de saberes para la reconciliación y la paz en Guacoche y Guacochito”, participaron niños, jóvenes y adultos. En él, la comida típica, las danzas folclóricas y la cultura tinajera (propia de la zona) fueron los principales elementos de cohesión social, a través de los cuales se buscó también aportar al fortalecimiento del tejido social. En el desarrollo de la iniciativa participaron sacerdotes, agentes de pastoral, psicólogos y trabajadores sociales. De acuerdo con monseñor Óscar Vélez Isaza, Obispo de esta jurisdicción, “afianzar todos los procesos de recuerdo y de memoria histórica va dando raíces a las comunidades, y cuando una comunidad tiene raíces, puede soportar muchos vientos y dificultades”. El prelado afirmó también que la pastoral ecológica, a través de la cual se trabaja en torno a la reconciliación con la casa común, otra de las líneas abordadas a través de este proyecto, “es un campo importante en el que la Diócesis continuará trabajando fuertemente”. Fuente: Oficina de comunicaciones de la CCN

Vie 19 Mar 2021

Iglesia en Mocoa lamenta asesinato de lideresa indígena

Luego que el pasado 17 de marzo fueran asesinadas en el municipio de Orito, Putumayo, la lideresa indígena María Bernarda Juajibioy y su nieta de tan solo un año y cinco meses, la Diócesis de Mocoa, a través de la Pastoral Social, rechazaron estos lamentables hechos. En un comunicado firmado por el padre Luis Hernán Miramag, director de la Pastoral Social de esta jurisdicción eclesiástica, se hizo un llamado a los grupos al margen de la ley para que respeten la vida y la dignidad de toda persona humana, a la vez que se les exhortó a un diálogo “para que prevalezca la defensa de los DDHH por encima de todo”. Así mismo, se pide al Estado y a las instituciones encargadas de trabajar en la defensa de la vida y de los DDHH, para que asuman un mayor compromiso y logren ofrecer resultados concretos frente a estos hechos violentos. “Los invitamos y les exigimos mayor compromiso y resultados, para que cesen los asesinatos, no queden impunes estos hechos criminales y prevalezca la justicia para bien del pueblo putumayense”, señala el mensaje.