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solidaridad

Lun 31 Mayo 2021

Pensar y gestar un mundo abierto

Por: Mons. Juan Carlos Cárdenas Toro - Tomo el título que el papa Francisco da al capítulo 4º de la Encíclica “Hermanos todos”, como base de discernimiento para no desistir en la búsqueda de salidas al momento que estamos asistiendo y explorar caminos para construir, desde la oportunidad que genera la crisis, una nación que nos dé espacio, dignidad, respeto y posibilidad de desarrollar los proyectos de vida a cada uno de quienes la habitamos. El primer punto que nos plantea el Papa Francisco es que «no hay vida cuando pretendemos pertenecer sólo a nosotros mismos y vivir como islas» (n. 87). ¿No tendríamos que convencernos de que buscar el bien de todos, finalmente redunda en el bien propio? Los dramáticos índices de inequidad y pobreza evidencian que nuestro país necesita trabajar muchísimo en esto. Una manera de romper esa tendencia comienza por dejar atrás el individualismo como estilo de vida personal y social para cultivar una auténtica cultura de la solidaridad, del encuentro. El segundo punto es visibilizar las “otras ciudades” que habitan dentro de un mismo territorio. Vivimos con el espejismo de ser sociedades abiertas, pero el estallido social en que nos encontramos nos dice otra cosa. Hay muchas “áreas invisibles”, periferias existenciales que reclaman ser dignificadas. Esto implica trabajar para ampliar nuestro círculo, para llegar a aquellos que «espontáneamente no siento parte de mi mundo de intereses, aunque estén cerca de mí» (n. 97). Sobre este particular, el Santo Padre nos anima a emprender la fatigosa tareas de que esos «exiliados ocultos» sean realmente parte activa de la «comunidad civil y eclesial» (n. 98). El tercer punto es: “incluir, no homogeneizar”. El Papa nos advierte del peligro de creer que eliminar las diferencias soluciona, los problemas, pues esto en realidad «Ese falso sueño universalista termina quitando al mundo su variado colorido, su belleza y en definitiva su humanidad». E insiste en que el futuro no puede ser «monocromático», que un futuro más realista «es posible si nos animamos a mirarlo en la variedad y en la diversidad de lo que cada uno puede aportar. Cuánto necesita aprender nuestra familia humana a vivir juntos en armonía y paz sin necesidad de que tengamos que ser todos igualitos» (n. 100). Finalmente, promover a las personas. Los sueños que cada ser humano tiene, cuando no se cumplen por culpa de un estilo social no incluyente, se vuelven frustraciones, rabia. Ante esto el Papa nos propone «percibir cuánto vale un ser humano, cuánto vale una persona, siempre y en cualquier circunstancia», pues «el solo hecho de haber nacido en un lugar con menores recursos o menor desarrollo no justifica que algunas personas vivan con menor dignidad» (n. 106). + Juan Carlos Cárdenas Toro Obispo Diócesis de Pasto

Jue 12 Nov 2020

¿Cómo resucitar del Covid?, la apuesta de la Iglesia por los más vulnerables

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social/ Cáritas Colombia (SNPS/CC), como resultado del trabajo realizado durante los meses de aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno Nacional, con el fin de prevenir el aumento del contagio de la Covid 19, presenta un informe detallado de la realidad social que vivió el país a causa de este asilamiento y las tareas realizadas por la Iglesia católica en el acompañamiento a la población afectada por la crisis sanitaria. Cómo resucitar del Covid: contagiarnos de esperanza, solidaridad y fraternidad, es el título que encabeza el documento en el que lpastoa Iglesia católica colombiana da a conocer la síntesis de su trabajo realizado en diferentes territorios del país durante la cuarentena obligatoria, así como los compromisos que deben ejercer algunos sectores, tanto públicos como privados del ámbito nacional, con el fin de ayudar a mitigar la tragedia que deja la pandemia en el país y que aún no cesa. “La gestión de estos meses al servicio de los hermanos necesitados en Colombia, se ha hecho atendiendo la invitación del Papa Francisco: ¡Frente al temor la esperanza para no claudicar en la indiferencia, el egoísmo, la división y el olvido! A la Luz del Evangelio tenemos en estas claves un verdadero plan para resucitar y salir más que a una nueva normalidad, a una nueva humanidad” señala el SNPS/CC. Uno de los aspectos que presenta la revista, es el relacionado al panorama social colombiano, pues según lo vivido desde las diferentes oficinas de Pastoral Social de las jurisdicciones eclesiásticas, la emergencia evidenció las problemáticas socio-económicas que enfrenta el país, los obstáculos de millones colombianos, población migrante, refugiada y solicitante de asilo. El derecho a la salud paso a ser un punto clave de la agenda pública, pues el Gobierno Nacional tuvo que incrementar la capacidad de los centros de atención en salud, en donde se identificó que en algunas partes del territorio colombiano era muy limitada o nula. Así como otros aspectos de la realidad social que se encuentran en el documento. Por esta razón, desde las pastorales sociales de las Arquidiócesis, Diócesis, Vicariatos y parroquias, bajo el acompañamiento del Secretariado Nacional de Pastoral Social /Cáritas Colombiana, se desarrollaron acciones que ayudaron a que personas en situación de calle, desempleadas, con trabajo informal, migrantes, víctimas del conflicto armado o en condiciones de pobreza, enfrentaran la crisis y evitaran un posible contagio del virus Covid-19. En articulación con las administraciones gubernamentales, departamentales, locales, organizaciones, fundaciones e instituciones, la Iglesia logró entregar diversos tipos de ayuda como: mercados, kits de aseo, comida preparada, apoyo económico, hospedaje, apoyo psicosocial y acompañamiento espiritual. Como invitación final, el documento llama a la unidad y al trabajo en equipo para que, desde el Gobierno Nacional, la empresa privada, la academia, entre otros sectores, se unan esfuerzos en pro del bienestar de quienes están padeciendo las consecuencias de esta crisis sanitaria desde diferentes áreas. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar el documento[/icon]

Mié 2 Sep 2020

Jornada de Oración por la hermandad entre las Iglesias de Aquisgrán y Colombia

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del departamento de Ministerios Ordenados y Vida Consagrada, como signo de comunión entre la Iglesia Católica de este país y de Aquisgrán, y en gratitud por cerca de 60 años de apoyo en la formación sacerdotal y el acompañamiento a comunidades vulnerables, llevará a cabo el próximo domingo, 6 de septiembre 2020, una jornada de oración. Para ello, ha desarrollado un insumo dirigido a obispos, rectores, jóvenes en formación de los Seminarios Mayores de Colombia y agentes de pastoral, que se han beneficiado con las ayudas económicas provenientes de Alemania. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargue el material aquí[/icon] ¿Cómo nace esta hermandad? Después del Concilio Vaticano II, la Iglesia en los países europeos, se comprometió a apoyar económicamente la formación de los futuros sacerdotes en los países del llamado tercer mundo. Alemania se comprometió a colaborar, apoyando a los seminarios de América latina; la Iglesia de Aquisgrán, por su parte, decidió apadrinar los seminarios de Colombia. En este contexto se generó el llamado “Gemelage Aachen-Colombia”. Es así como hace más de 50 años las Iglesias de Aachen (Aquisgrán) y Colombia, se convirtieron en Iglesias gemelas (de ahí la palabra “gemelage”), para apoyarse mutuamente: Colombia con la oración y el compartir de sus experiencias en el campo pastoral y de la misión y Aquisgrán con la oración y el apoyo económico, a favor de los seminarios y de algunas actividades sociales. La idea del “Gemelage” fue sugerencia del Dr. August Peters, responsable, durante unos 40 años, de este intercambio, por parte de la Iglesia de Aquisgran: él quiso que no se hablara de una Iglesia madrina, sino de Iglesias hermanas y gemelas, que se apoyarían mutuamente. Como un signo de comunión, se estableció un día de oración compartida entre las Iglesias hermanas de Aquisgran y Colombia. Se escogió el primer domingo de septiembre por la cercanía con la fiesta de San Pedro Claver, misionero español que entrego su vida, en nuestro país, sirviendo a los esclavos negros procedentes de África.

Dom 2 Ago 2020

Colombia: Solidaria con Iglesia de Nicaragua

Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Colombia rechazaron y condenaron el atentado perpetrado el pasado 31 de julio en la Capilla de la Sangre de Cristo de la Catedral de Managua, calificando este hecho como una acción vandálica. "Manifestamos nuestra cercanía, solidaridad y unión de oración a Su Eminencia el Señor Cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, Arzobispo de Managua, y a los hermanos obispos; a los sacerdotes, religiosos y fieles laicos". [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado[/icon]

Mié 10 Jun 2020

Bancos de Alimentos de la Iglesia han entregado más de 15 millones de kilos de víveres durante pandemia

En medio de la pandemia, los bancos de alimentos han sido una herramienta fundamental en la labor que desarrollan las Diócesis para asistir a las familias en estado de vulnerabilidad. El objetivo es ayudar a disminuir el hambre en las personas de más bajos recursos de las comunidades que conforman cada una de estas jurisdicciones eclesiásticas. Las arquidiócesis de Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartagena, Ibagué, Manizales, Medellín, Villavicencio y las diócesis de Cúcuta, Cartago, Pasto, Pereira, Neiva, Montería, Sincelejo, Santa Marta y La Guajira, quienes hacen parte de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (ABACO), han llegado a diferentes lugares del territorio colombiano entregando alimentos a fundaciones, organizaciones y comunidades que se han visto afectadas por la emergencia sanitaria. Del 30 de marzo al 26 de mayo, han entregado 15 millones 217 mil 366 kilos de comida, atendiendo así a un millón 449 mil 274 personas. Los Bancos de Alimentos funcionan por medio de donaciones que realizan personas o empresas, estas pueden ser dinero o alimentos como tal. Es importante resaltar que esta labor se ha intensificado dada la situación de crisis por la que atraviesa el país. “Desde que inició el aislamiento preventivo obligatorio, por instrucción de nuestro arzobispo Omar de Jesús Mejía Giraldo, se empezó un trabajo arduo convocando a la solidaridad mediante el Banco de Alimentos, tenemos un centro de acopio en donde recibimos toda clase de ayudas de los mismos comerciantes y gente sencilla. Ha habido donaciones desde 1 libra de arroz, hasta una arroba de arroz, incluso, hay comerciantes que nos han regalado una tonelada de comida”, asegura Miguel Floriano Carrera, director del Secretariado Diocesano de Pastoral Social de la arquidiócesis de Florencia. En el caso de Bogotá, el Banco Arquidiócesano cuenta con gran experiencia y capacidad en gestión de ayudas humanitarias y lo realiza de diferentes formas: 1. Aportes de alimentos a fundaciones, parroquias y organizaciones de acción social, producto de donación de empresas. 2. Campaña de donaciones de alimento o dinero, que ha permitido la entrega de kits de alimento y aseo a la población necesitada. 3. Siendo mediador y garante de ayuda, a través de la recepción y remisión de donaciones con destino a los proyectos humanitarios de la Alcaldía Mayor. Entregar estas ayudas alimenticias no es solo un ejemplo de amor por el prójimo, sino también de solidaridad y trabajo en equipo, ya que es un trabajo conjunto en el que participan los donantes, Agentes de Pastoral, voluntarios, miembros de la Policía y demás organizaciones que deciden vincularse para que todo sea posible. Tomado de: caritascolombiana.org

Lun 27 Abr 2020

Con serenidad, solidaridad y confianza

Por Mons. Libardo Ramírez Gómez - Qué importante tener atinadas indicaciones para salir adelante en una difícil travesía. Pues en este difícil caminar, con invisible pero tan peligroso enemigo, presente hoy en todos los lugares del planeta, es importe compartir prudentes recomendaciones entre las cuales están: afrontar esta travesía con serenidad, solidaridad y confianza. Cómo necesitamos asumir esta época con serenidad. “Angustiarse no sirve ni para superar angustias”, nos dijo hace años caricaturista Nieves. Entonces, en medio de las dificultades, cómo es de práctico y saludable conservar la serenidad. Los creyentes recordamos en los peligros el llamado de Jesús a sus discípulos en medio de fuerte tempestad en el Tiberíades: “¿por qué tenéis miedo?”, y, enseguida, muestra su poder para ayudar a cuántos acudan a Él en cualquier tempestad, calmándola (Mt. 8, 26). Qué grande y práctica, luego, la advertencia de afrontar estos momentos de peligro en ambiente de “solidaridad”. Es algo que tenemos para todo momento por mandato de Jesús, como manifestación de creer en Él y testimonio para suscitar verdaderos discípulos suyos (Jn. 17,21). Gracias a Dios, con pocas excepciones de ciegos sectarismos o torcidos sentimientos de algunos que buscan aprovecharse del momento para ventajas personales, hemos visto de otros hermosos testimonios con heroicas y generosas actuaciones como médicos, personal de salud, guardianes del orden, empresarios y gobernantes, desde la Presidencia y otros cargos, entregados de lleno a tomar las medidas que se estime más conveniente para encauzar batallas por la salud y la economía tan golpeadas. Los pastores de la Iglesia, de todos los credos, se han sumado a buscar los medios para que el invaluable mensaje religioso conforte y oriente a los humanos, y, a colaborar en programas de ayuda a los millares de necesitados que arroja este momento. De las dos recomendaciones anteriores surge la tercera, como es la de cultivar la confianza, y no estar a cada paso dudando de las ayudas humanas y divinas. “Dios quiere a los humanos y no al virus”, se ha dicho con razón en estos días de calamidades, que no son fruto de descomposiciones de la materia creada pero sí castigo de desvíos de los humanos de las leyes naturales y preceptos explícitos de Dios. La ciencia va dando medios de superación a esos males y el Creador está listo a dar visiblemente la mano cuando se acude a Él con confianza. Me ha confortado encontrar, en estos días, escritores creyentes, muchos no pastores religiosos, recordando textos bíblicos como el Cap. 38,1 del Eclesiástico, que pide honor al médico en su labor pues es querida por el Señor y Creador. Me conforta que desde el Presidente de la Republica y dirigentes de todo orden y categoría pongan su máxima confianza en Dios. También me llenó el ánimo la voz del joven Jorge Celedón con sus canciones a través de la televisión como aporte alegre en medio de las penas colectivas, como solidaridad con todos los sufrientes, y por su testimonio de que su alegría, serenidad y calma, las apoya en la fe en el Dios de las bondades. En principios superiores se cimenta, firmemente, una actitud serena y confiada, en ambiente de solidaridad ante las grandes calamidades que siembran incerteza. Se refuerza todo con el testimonio de pequeños o grandes, ricos y pobres que ofrecen a la humanidad generosos y variados aportes. Qué bien evaluar salidas de superación con servicios prestados en alegría y esperanza, aspirando a una nueva Pascua de Resurrección, libres de egoísmos, llegando a nueva etapa de una humanidad reconciliada. +Por Mons. Libardo Ramirez Gómez,Obispo Emérito de Garzón.

Vie 28 Feb 2020

Iglesia colombiana presenta campaña nacional de Cuaresma 2020

Bajo el lema “Corren ríos de solidaridad, germina la esperanza” (Salmo 1,3), la Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), presentó la campaña de Cuaresma o campaña de Comunicación Cristiana de Bienes (CCCB) con la que por más de 39 años ha brindado atención y acompañamiento a poblaciones en condición de vulnerabilidad. “Se trata de ser efectiva la solidaridad, compartir con esos hermanos más necesitados que se encuentran en situaciones que reclaman un socorro inmediato”, explicó monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, secretario general del episcopado colombiano. Retomando el mensaje de Cuaresma 2020, el prelado recordó que, en este año, el Papa ha insistido en la necesidad de reconciliación y en la caridad. El papa nos dice, agregó: “el compartir siempre enriquece, siempre ayuda a construir en una sociedad más humana (…) En cambio, el egoísmo y buscar los intereses personales, cierra posibilidades”. Retomando el lema de la campaña, explicó que este “recoge dos actitudes: La primera es la disposición a ayudar a los otros. Es un llamado a hacer efectiva la solidaridad; y, en segundo lugar, es un horizonte de esperanza, que tanto lo necesitamos, porque parecería que las circunstancias del día a día nos cierra a un destino de no posibilidad”. En este sentido, “el llamado del episcopado es a que todos los católicos compartamos. La Palabra del Señor nos dice: si compartimos el pan con el hambriento, entonces veremos la salvación de Dios, se acabará la oscuridad. Cuando vivimos el compartir le estamos abriendo al mundo un horizonte de esperanza, de luz, de encuentro y ¡tanto que necesitamos hoy esto!”, insistió. Áreas de intervención Monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del SNPS, durante la rueda de prensa de presentación de la CCCB, se refirió a los frentes de acción principales que se atienden con los recursos logrados a partir de la campaña: - Desplazamiento forzado. En Colombia ésta es una realidad que sigue presente, teniendo efecto en numerosas comunidades del país y, por eso, parte de los recursos de esta campaña se ha destinado a atender poblaciones desplazadas principalmente en Mitú (Vaupés), donde tuvimos el año pasado un proceso de desplazamiento muy doloroso para un grupo de familias. - El segundo bloque que requiere atención humanitaria urgente tiene que ver con situaciones que se han presentado por la emergencia invernal. Reconocemos que muchas comunidades no tienen capacidad de enfrentar las consecuencias de los desastres. Los aportes han ayudado a construir su proyecto de vida, a recuperar la esperanza. - El tercer grupo humanitario identificado tiene que ver con el confinamiento de comunidades. Sabemos que el desplazamiento en algunos sectores baja, pero el confinamiento ha reaparecido. Sabemos que el año pasado fue muy critica la situación en Bojayá. - Desbordamiento de ríos y desastres naturales. En distintas zonas del país se ha brindado atención a poblaciones afectadas. - Ayuda por situaciones alimentarias. Hay unas poblaciones que tienen carencias alimentarias muy grandes. Dramáticamente en Colombia, mientras en los sectores urbanos tenemos niveles de vida bastante aceptables, en las zonas rurales se registran grandes carencias, dificultades, alimentarias. Además de la situación humanitaria interna, monseñor se refirió a la migración venezolana. “La Iglesia en el país ha querido estar muy presente en el tema migratorio y hemos identificado unas 15 líneas de atención en las que estamos trabajando, entre ellas: agua, saneamiento básico, entrega de alimentos, alojamiento temporal, dinero multipropósito y transporte”. “(…) Hemos logrado llegar a 214.901 personas, es una cifra que está muy lejos de cubrir la totalidad de la población migrante pero que ha tenido un impacto importante (...) La atención se ha hecho a lo largo del país, desde la Guajira hasta Ipiales, donde tenemos una obra muy importante de la Iglesia con centros de acogida y lugares de paso en los que la gente puede bañarse, tener un espacio humano y donde reposar”. ¿Cómo apoyar esta iniciativa? - Donaciones en las alcancías y sobres, debidamente identificados, que fueron distribuidos en parroquias, colegios y familias. - A través de la cuenta corriente # 081-33959-0 del Banco de Bogotá, a nombre del Secretariado Nacional de Pastoral Social. Descargue piezas audiovisuales de la campaña

Lun 18 Nov 2019

“Los pobres nos facilitan el acceso al cielo al revelar la riqueza que nunca envejece”

Así lo aseguró el Papa Francisco al insistir en que los pobres son preciosos a los ojos de Dios porque no hablan la lengua del yo; no se sostienen solos, con las propias fuerzas, necesitan alguien que los lleve de la mano (…) Nos recuerdan que el Evangelio se vive así́, como mendigos que tienden hacia Dios. La presencia de los pobres nos lleva al clima del Evangelio, donde son bienaventurados los pobres en el espíritu”. En este sentido y en el contexto de la Tercera Jornada Mundial de los Pobres, el Papa señaló que “Los pobres nos facilitan el acceso al cielo (…) porque nos revelan la riqueza que nunca envejece, la que une tierra y cielo, y por la cual verdaderamente vale la pena vivir: el amor”. Refiriéndose al evangelio de este penúltimo domingo del Tiempo Ordinario, el Santo Padre dijo que el Señor “explica que lo que se derrumba, lo que pasa son las cosas penúltimas, no las últimas: el templo, no Dios; los reinos y los asuntos de la humanidad, no el hombre. Pasan las cosas penúltimas, que a menudo parecen definitivas, pero no lo son”, advirtió. Ante esta realidad, agregó, es fundamental rescatar los valores de la perseverancia y la solidaridad. Aceptar la invitación a “seguir adelante cada día con los ojos fijos en aquello que no pasa: el Señor y el prójimo” y animó a pedir “por cada uno de nosotros y por nosotros como Iglesia para perseverar en el bien, para no perder de vista lo importante”. Finalmente, señaló: “¡Qué hermoso sería si los pobres ocuparan en nuestro corazón el lugar que tienen en el corazón de Dios! Estando con los pobres, sirviendo a los pobres, aprendemos los gustos de Jesús, comprendemos qué es lo que permanece y qué es lo que pasa”. Foto: L'Osservatore Romano