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Tras invitar a emprender “sin miedo la tarea común que nos espera: la reconciliación", el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y Arzobispo de Villavicencio, monseñor Oscar Urbina Ortega, se refirió al desafío actual de la sociedad colombiana: "la novedad liberadora del perdón y la reconciliación, que parte de un trabajo serio con y por las víctimas”. En la instalación del VIII Congreso Nacional de Reconciliación que se desarrolla en Bogotá, el prelado manifestó: "No podemos permanecer prisioneros del pasado, el perdón nos ayuda a purificar la memoria (…), no se trata de olvidar el pasado sino releerlo con ojos nuevos”, al tiempo que señaló la urgencia de promover la verdad como fuerza de la paz y compañera inseparable de la justicia, la misericordia expresada en el perdón, y la reconciliación, “que nos hace dar un paso en la construcción de consensos en torno a un proyecto común de país". En este sentido, enfatizó en que los cambios estructurales son urgentes y necesarios. “Este proceso debe ir simultáneamente desde el centro hacia las periferias y desde las periferias hacia el centro. El compromiso de los líderes nacionales en el campo político, económico, educativo y social debe encaminarse hacia la reconciliación, teniendo por horizonte el bien de todos”. “El éxito de una Colombia nueva depende de la manera como logremos articularnos todos los niveles de la sociedad para producir cambios que ayuden a superar la violencia que hemos vivido y las que pueden surgir”. Finalmente, animó a generar y proyectar acciones significativas y actos simbólicos que se multipliquen en todas las esferas de la vida social, para ayudar a superar el odio, la desconfianza y la desesperanza. "Estamos en un momento clave para desatar en todas las organizaciones y sectores sociales, esfuerzos para superar las divisiones (…) No debemos temer asumir un trabajo en favor de la reconciliación, la superación de la estigmatización de quienes trabajan por la paz y la defensa de la dignidad humana”. El VIII Congreso Nacional de Reconciliación, que se desarrolla hasta este viernes en el hotel Casa Dann Carlton de Bogotá, cuenta con la participación de más de 500 personas y de ponentes nacionales e internacionales.

El Secretariado Nacional de Pastoral Social –SNPS- organiza el VIII Congreso Nacional de Reconciliación que se desarrollará del miércoles 11 al viernes 13 de octubre, en el hotel Casa Dann Carlton de Bogotá (Calle 93B No. 19 – 44). El objetivo de este evento, enmarcado en la coyuntura de post acuerdo de paz que vive el país, es “contribuir al posicionamiento de la relevancia espiritual, social y política del perdón y la reconciliación, desde el encuentro fraterno entre diferentes actores, para la construcción de una paz sostenible”, manifestó monseñor Héctor Fabio Henao, Director del SNPS. Es así como, el primer día, se disertará sobre la necesidad de animar la apropiación de la cultura de la no violencia como modelo de vida en la construcción de la reconciliación y la paz en el país. El día jueves se resaltará la importancia del desarrollo humano integral en la consecución de una paz sostenible. Y, el tercer día, se reconocerá el valor de la memoria histórica en los procesos de verdad, justicia y reparación integral. DESCARGA EL COMUNICADO El acto de instalación del congreso está programado para mañana martes a las 9:00 a.m., y estará a cargo de monseñor Óscar Urbina Ortega, Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia –CEC-, quien al finalizar su intervención ofrecerá declaraciones a la prensa. Este evento será transmitido por Internet. Sigue esta emisión por: www.facebook.com/pastoralsocialc I www.facebook.com/episcopadocol I www.caritascolombiana.org I www.cec.org.co Mayor información puede contactar a Angélica Molina, coordinadora de comunicaciones del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cel: 312 4754390 [email protected]. DESCARGA LA AGENDA

La Pastoral Social colombiana, en unión del Grupo de Trabajo por Colombia (GTC), integrado por la red Cáritas de la Iglesia Católica europea (Alemania, Francia, Suiza, Inglaterra y Escocia), visitaron por estos días algunas zonas del Chocó y en un mensaje final pidieron al Gobierno y a los grupos armados aceptar el acuerdo humanitario suscrito en este Departamento para proteger a la población civil. “Pedimos se acepte en su integridad el acuerdo humanitario propuesto el pasado 18 de agosto por la Iglesia Católica, las organizaciones sociales y étnico-territoriales del Chocó, el cual contempla exigencias al Gobierno colombiano y a la guerrilla del ELN para poner en marcha acciones que solucionen definitivamente la crisis humanitaria, establezcan el respeto y la protección de la población civil, así como el cese de todo ataque contra las consejos comunitarios, defensores/as de derechos humanos, y líderes/as sociales”. Así mismo, denunciaron que "ha habido una gran falta de derechos civiles en esta área por el abandono histórico por parte del Estado y las acciones de los grupos armados". Exhortaron la continuación del alto al fuego con el Eln y el progreso del acuerdo firmado con las Farc, exigiendo una presencia más fuerte del Estado. El grupo de trabajo resaltó la labor que la diócesis de Istmina ha venido adelantando en defensa de las comunidades étnico territoriales y en la protección de sus territorios. Por su parte, el director del Secretariado Nacional de Pastoral Social, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, durante una conferencia de prensa celebrada en Istmina, dijo que "la situación humanitaria en Chocó es la peor en el país, el desplazamiento forzado de las poblaciones de sus comunidades, ha sido aquí el doble que el resto del país. Caritas tiene contacto con el Gobierno y levanta la voz a favor del pueblo". Intervención rueda de prensa: Mons.Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Esta delegación estuvo reunida en Istmina – Chocó durante los días 4 y 5 de octubre, para “impulsar acciones en favor de la construcción de paz en Colombia y profundizar sobre la realidad de esta población que ha sido afectada gravemente por la situación humanitaria“. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon] Fuente: Con información y fotos de las Oficinas de comunicaciones Pastoral Social y Diócesis de Istmina - Tadó

Luego del devastador paso del Huracán María que afectó seriamente a República Dominicana y Puerto Rico, el episcopado colombiano invitó al “despertar” de todos los cristianos para escuchar el “llamado clamoroso” de los hermanos de esas naciones y así poder expresar “una ayuda eficaz y oportuna”. “La angustia y la miseria que se viven actualmente en estos países por el paso del huracán, constituyen un llamado clamoroso a la solidaridad de todo el mundo en favor de las víctimas”, señala el comunicado difundido este jueves. DESCARGA EL COMUNICADO En esta tónica, el episcopado expresa su solidaridad y cercanía con las víctimas. “Ofrecemos una voz de aliento a las hermanas Iglesias de Puerto Rico y República Dominicana, para que mantengan encendida la fe y la esperanza de sus comunidades.” Finalmente, los obispos colombianos elevan sus oraciones por el eterno descanso de las personas fallecidas y expresan su consuelo y fortaleza para todas las personas que se han visto afectadas por esta tragedia.

El episcopado colombiano lamenta el fallecimiento del padre Abelardo Muñoz Sánchez, sacerdote de la Diócesis de Girardota, quien perdió la vida este martes 3 de octubre luego de ser víctima de un asalto a la altura de San Antonio de Pereira (Rionegro, Antioquia). Los obispos del país expresan su voz de aliento y cercanía a la familia del padre Muñoz Sánchez, a monseñor Guillermo Orozco Montoya, obispo de la diócesis de Girardota, y a toda la comunidad de esta jurisdicción. Así también, rechazan éste y todo acto de violencia. Los obispos oran por la paz y la reconciliación entre los colombianos. Obispo de Girardota: Rechaza y protesta por asesinato de sacerdote En un sentido mensaje el obispo de Girardota, monseñor Guillermo Orozco Montoya, manifestó su voz de rechazo y protesta por el asesinato del sacerdote Abelardo Muñoz Sánchez, miembro del presbiterio de esta jurisdicción. El prelado recordó y resaltó la labor pastoral de este sacerdote, quien se desempeñaba como Vicario del templo de Cisneros en el noreste de Antioquia. Así mismo, el jerarca expresó su saludo de solidaridad a la familia, y al clero diocesano quien hoy llora la partida de este hermano sacerdote. Las exequias del padre Abelardo Muñoz se realizarán este miércoles 4 de octubre a las 3:00 p.m. en la Catedral San Nicolás de Rionegro. Su velación se está llevando a cabo en la Funeraria Medellín de Rionegro. El sacerdote, de 41 años, por estos días se encontraba visitando a su familia. Al promediar las 10:50 a.m del martes 3 de octubre se movilizaba en un taxi que cubría la ruta Rionegro-La Ceja. El sacerdote fue interceptado por dos hombres que iban en motocicleta y que intentaron robarle un bolso. En medio del forcejeo dispararon al presbítero causándole la muerte, según reportó la policía.

“La Iglesia Católica en Colombia mira con esperanza, pero también con preocupación el cese al fuego bilateral y temporal que empieza a regir desde este 1 de octubre entre el Gobierno Nacional y el ELN”, así lo manifestó monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó y miembro de la comisión de la Iglesia para la facilitación de los diálogos con este grupo armado. "Aquí se abre un camino hacia el fortalecimiento del fin del conflicto armado y esperamos que sea un paso para avanzar hacia su terminación", señaló el prelado. El obispo expresó que las preocupaciones van en la línea de lo que pueda ocurrir en el camino de este proceso. "Esperamos realmente que todos los frentes del ELN y el Gobierno Nacional tengan este compromiso que han manifestado (cese bilateral y temporal) que nos parece muy oportuno e importante para que los pobladores de las regiones puedan respirar un ambiente de paz", señaló. En relación a la posición de uno de los frentes más duros del ELN, ubicados en el Chocó, y el cese, el prelado manifestó que desde la mesa de Quito se ha pedido que todos los frentes, comandantes y todos los mandos intervengan. "El frente del Chocó debe dar ese paso", señaló. La Iglesia Católica por pedido de la ‘Mesa de Quito’ colaborará con los mecanismos de veeduría. Monseñor Barreto explicó que se cuentan con tres niveles de acción: uno nacional, presidido por el presidente del episcopado y un equipo técnico; otro regional, integrado por los obispos de las regiones y, finalmente, una comisión en cada diócesis que trabajará en conjunto con la ONU para hacer el acompañamiento a las comunidades y prevenir e informar de los incidentes que se puedan dar. Son 20 diócesis en donde se hará esta labor de veeduría. Estas declaraciones fueron brindadas luego del anuncio por parte del máximo jefe del ELN, Nicolás Bautista, que dio la orden de cesar todas las acciones ofensivas para dar inició al cese bilateral del fuego que comienza este domingo primero de octubre y finaliza el 12 de enero de 2108. El pronunciamiento se dio en el marco del cuarto encuentro de agentes de reconciliación y paz, que se desarrolló hasta hoy en Bogotá, bajo la coordinación de la Comisión de Conciliación Nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia.

Así lo señaló Monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó y miembro de la comisión de la Iglesia para la facilitación de los diálogos con el ELN, al precisar que “la Iglesia colombiana ha querido participar a nombre de la sociedad civil en este proceso de acercamientos entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), para ayudar a encontrar caminos que aseguren esa paz que sea sólida e integral”. El prelado agregó que “Colombia busca la paz a través del diálogo para hacer que las comunidades afectadas por lo duro del conflicto puedan tener nuevas perspectivas, una esperanza de paz, de construir un mundo diferente al que han vivido durante tanto tiempo”. Finalmente, sobre la situación de Chocó, manifestó que este departamento “ha sido uno de los más afectados por el conflicto armado, allí han estado presentes todos los actores armados (…) Con el proceso de desarme de las Farc ha venido un alivio muy grande para la sociedad civil y esperamos que se pueda concretar también este cese bilateral con miras al desarme del grupo ELN”. El pronunciamiento se dio en el marco del cuarto encuentro de agentes de reconciliación y paz, que se desarrolla en Bogotá, bajo la coordinación de la Comisión de Conciliación Nacional.

Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, obispo de Cúcuta, rechazó el atentado al oleoducto de Caño Limón Coveñas, en Norte Santander, e hizo un llamado al ELN para que “entre de verdad a un proceso serio de paz y reconciliación”. Así lo manifestó, ante los medios de comunicación, en el marco del IV Encuentro de Agentes de Reconciliación y Paz en ZVTN y ECTR que se celebra en Bogotá y que es organizado por la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) a través de la Comisión de Conciliación Nancional. “Siento que este atentado es una estrategia por parte del ELN, por lo que es un hecho reprochable. Hay muchas personas afectadas, los campesinos son los que sufren , han sido tocadas las fuentes de agua y los cultivos de las comunidades; por ello nuestra tarea es hacer respetar y cuidar la naturaleza”, señaló. Recordó que la Iglesia está preparando su aporte para acompañar el proceso de negociación con el ELN a través de una comisión de obispos, ubicados en las zonas donde está presente este grupo. Encuentro de agentes de reconciliación y paz Frente al tema que convoca este primer momento del encuentro, que consiste en evaluar los alcances realizados entre el Gobierno y las Farc, luego de la firma de los acuerdos, el jerarca dijo que la paz es un tema irreversible para Colombia y que ha ido avanzando, por lo que exhortó a todos a estar atentos para aportar en este camino. “Es urgente crear procesos de justicia social, de inserción de muchos colombianos que están en situaciones de dificultad y pobreza y colombianos que también tienen que convertirse al tema de la paz”, puntualizó. Dijo además que la justicia especial debe responder a una necesidad de verdad, justicia, reparación y reconciliación, donde deben estar todos los actores que han estado involucrados en el conflicto. “Hay que empezar por conocer la verdad, conocer lo que pasó en el conflicto, por ello la figura del papa francisco ante el Cristo mutilado de Bojayá, recuerda a las víctimas que fueron y siguen siendo afectadas. Es necesaria la verdad y la justicia que responda a las situaciones y a los hechos que se vivieron en su momento. Finalmente, aseguró que después de la visita del Papa Francisco es momento de trabajo, de grandes gestos y gran empeño para lograr la paz que todos los colombianos deseamos. En el encuentro participan más de 100 sacerdotes, religiosos, religiosas, comunicadores de Iglesia y otros agentes de pastoral que presentan sus experiencias de acompañamiento a las comunidades, que desde el inicio de este año acogen en las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ahora: Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación) a ExGuerrilleros de las FARC.