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Actualidad

Sáb 9 Sep 2017

“La renovación no nos debe dar miedo”

Así lo señaló el Pontífice en la Eucaristía celebrada este sábado en la ciuddad en Medellín, en su cuarto día de peregrinaje por el país. El Papa Francisco centró su reflexión en proponer las tres actitudes que deben caracterizar a un verdadero discípulo: Ir a lo esencial, renovarse e involucrarse. Al referirse a “Ir a lo esencial” dijo que esto significaba ir a lo profundo, a valorar la vida. "La relación con Dios no puede ser un apego frío a normas y leyes, ni tampoco al cumplimiento de ciertos actos externos que no llevan a un cambio real de vida”. Además, recordó que el discípulo debe estar en continuo movimiento hacia Cristo. "El discipulado (...) no es el apego a la explicitación de una doctrina, sino a la experiencia de la presencia amigable , viva y operante del Señor (...) por medio de la escucha de su Palabra". Renovación. El Vicario de Cristo dijo que, la Iglesia debe ir por una continua renovación, atendiendo a los cambios que el mundo de hoy le exige, manteniendo siempre firme y renovada su fe. “La renovación supone sacrificio y valentía, no para considerarse mejores o más pulcros, sino para responder mejor al llamado del Señor. (..) la razón de ser de todos nuestros mandatos y prescripciones, nos invita a ponderar lo normativo cuando está en juego el seguimiento; cuando sus llagas abiertas, su clamor de hambre y sed de justicia nos interpelan y nos imponen respuestas nuevas. Y en Colombia hay tantas situaciones que reclaman de los discípulos el estilo de vida de Jesús, particularmente el amor convertido en hechos de no violencia, de reconciliación y de paz”, expresó el obispo de Roma. Por último, reflexionó sobre la tercera actitud: Involucrarse. Al respecto, afirmó que son muchos los que tienen sed de Dios y hambre de dignidad por causa del despojo, por lo que invitó a involucrarse y dar a conocer más a Dios. “No podemos ser cristianos que alcen continuamente el estandarte de «prohibido el paso», ni considerar que esta parcela es mía, adueñándome de algo que no es absolutamente mío”. “La Iglesia no es nuestra, es de Dios; Él es el dueño del templo y del sembrado; todos tienen cabida, todos son invitados a encontrar aquí y entre nosotros su alimento. Nosotros somos simples «servidores» (cf. Col 1,23) y no podemos ser quienes impidamos ese encuentro”, aseveró. Al finalizar su homilía el Papa Francisco recordó que vino a Colombia a confirmar en la fe y la esperanza del Evangelio e invitó a seguir a Jesús, conocerlo y dejarse instruir por Él para anunciarlo con mayor alegría.

Sáb 9 Sep 2017

Obispo Castrense presenta al Santo Padre su comunidad cristiana

El día de ayer el Santo Padre saludó a un grupo de soldados y policías heridos en combate, igual que a la señora Emperatriz Castro, mamá del señor Mayor Julián Ernesto Guevara Castro asesinado en cautiverio a finales de enero de 2006. El Papa Francisco resaltó la importante misión que desempeñan los que defienden la seguridad y la Paz del pueblo colombiano, al finalizar su saludo impartió la bendición apostólica para todos los miembros del Sector Defensa. El Director de la visita del papa a Colombia Monseñor Fabio Suescún Mutis, presentó al Santo Padre el personal del Ministerio de Defensa que hace parte de su comunidad de la diócesis Castrense. Este momento ocurrió en el Comando Aéreo de Combate (CATAM) en momentos previos a que el sucesor de Pedro tomara su vuelo para Villavicencio. El Vicario de Cristo pronunció un corto saludo a la delegación del Ministerio de Defensa donde asistieron el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Guillermo Escobar, autoridades y uniformados de las Fuerzas Militares, Policías, personal del Obispado Castrense y héroes de la patria. “Quiero agradecer lo que han hecho y lo que hacen por La Paz. Es como lo que hizo Jesús, puso en juego su vida y nos la entregó para salvarnos (…) Gracias de corazón por todo eso. Ojalá puedan ver consolidada la paz que la merecen” expreso el Obispo de Roma. Para finalizar el encuentro el Sumo Pontífice pidió rezar en silencio por todos los caídos y heridos que ofrecieron sus vidas.

Vie 8 Sep 2017

¡Colombia déjate reconciliar!

En presencia de unas seis mil personas y luego de escuchar cuatro testimonios de víctimas de la violencia en el Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, el Papa Francisco dijo a Colombia: “Abre tu corazón de pueblo de Dios y déjate reconciliar. No temas a la verdad, ni a la justicia”. “Queridos colombianos: No tengan temor a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias”. “Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”, dijo el Santo Padre. “La verdad no debe, de hecho, conducir a la venganza, sino más bien a la reconciliación y al perdón. Verdad es contar a las familias desgarradas por el dolor lo que ha ocurrido con sus parientes desaparecidos. Verdad es confesar qué pasó con los menores de edad reclutados por los actores violentos. Verdad es reconocer el dolor de las mujeres víctimas de violencia y de abusos”. El encuentro de oración se desarrolló en el parque Las Malocas en Villavicencio, con víctimas de la violencia y miembros de la guerrilla; con la imagen del Cristo de Bojayá, imagen que recuerda la muerte de más de 100 personas al interior del templo de Bojayá, luego que las guerrillas lanzaran un balón de gas en 2 de mayo de 2002. La ceremonia contó con la presencia del Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y comenzó con las palabras de perdón, reconciliación y paz del Arzobispo de Villavicencio, Mons. Óscar Urbina. “En esta tarde queremos, en un gesto sencillo, descubrir que la reconciliación entre los colombianos es un proceso, no solo una meta o un estado perfecto porque nunca podremos afirmar que hemos llegado a él y menos que no podremos alcanzarlo. Es el sentido itinerante de la reconciliación”, dijo Mons. Urbina. “El anhelo del pueblo colombiano de superar los sufrimientos causados por las distintas formas de violencia como el secuestro, la extorsión, el desplazamiento, la desaparición forzada, el reclutamiento forzoso, las amenazas contra la vida, los asesinatos, han destruido los proyectos de vida de miles de familias y de comunidades. Rehacer la vida de tantas víctimas requerirá tiempo”, agregó. Posteriormente, el Santo Padre realizó una oración y la coral de la Corporación Universitaria Unimeta, la Banda Musical de Santa Cecilia de Villavicencio y el grupo de teatro estudiantil de la Universidad Santo Tomás realizaron un acto alusivo al Salmo 85. El primer testimonio fue el de Juan Carlos Murcia Perdomo, que permaneció por 12 años en las FARC. Le siguió el relató de Deisy Sánchez Rey, reclutada para las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En tercer lugar, Luz Dary Landazury contó las consecuencias de la explosión de un artefacto explosivo en su cuerpo y cómo continuó con su vida. Por último, Pastora Mira García a quien la guerrilla mató a varios de sus familiares y en la ayuda a los mismos asesinos personas que sufren las consecuencias de la guerra ha encontrado la sanación y el perdón. Al concluir el relato encendieron una vela ubicada junto al Cristo de Bojayá y el Santo Padre realizó el gesto de la paz saludando a quienes contaron sus historias y otros presentes. En su discurso el Papa Francisco destacó las historias presentadas y dijo que al mirar la imagen al Crucificado de Bojayá, “contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas y tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios”. “Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela”. “Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia”. “Gracias Señor por el testimonio de los que han infligido dolor y piden perdón; los que han sufrido injustamente y perdonan. Esto sólo es posible con tu ayuda y presencia. Eso ya es un signo enorme de que quieres restaurar la paz y la concordia en esta tierra colombiana”. Dirigiéndose a Pastora les dijo: “tú lo has dicho muy bien. Quieres poner todo tu dolor, y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio, y la muerte más muerte”. "Con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva. Gracias, Pastora, qué gran bien nos haces hoy a todos con el testimonio de tu vida”. "Nos conmueve también lo que ha dicho Luz Dary en su testimonio: que las heridas del corazón son más profundas y difíciles de curar que las del cuerpo. Así es. Y lo que es más importante, te has dado cuenta de que no se puede vivir del rencor, de que sólo el amor libera y construye". “Y de esta manera comenzaste a sanar también las heridas de otras víctimas, a reconstruir su dignidad. Este salir de ti misma te ha enriquecido, te ha ayudado a mirar hacia delante, a encontrar paz y serenidad y un motivo para seguir caminando”. “Ciertamente es un reto para cada uno de nosotros confiar en que se pueda dar un paso adelante por parte de aquellos que infligieron sufrimiento a comunidades y a un país entero. Es cierto que en este enorme campo que es Colombia todavía hay espacio para la cizaña. Ustedes estén atentos a los frutos, cuiden el trigo y no pierdan la paz por la cizaña”. El Papa Francisco, encabezó la Oración de San Francisco por la Paz, rezó el Ave María y para finalizar, unos niños presentaron unos árboles pequeños que serán plantados como signo de la reconciliación en la selva. Fuente: ACIPRENSA

Vie 8 Sep 2017

Demos el primer paso hacia la reconciliación y la paz: Mons. Urbina

“El Señor nos permita recibir de su corazón una antorcha luminosa que guíe nuestros pasos para que todos seamos artesanos comprometidos y valientes del perdón, la reconciliación y la paz”. Estas fueron algunas de las palabras que monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, pronunció durante el encuentro de oración por la reconciliación nacional que se adelantó como parte de la agenda. Allí tuvo la oportunidad de comentarle que, durante 30 años, por iniciativa de la Conferencia Episcopal y el apoyo de diversas organizaciones de la sociedad civil, Colombia ha celebrado la Semana por la Paz, que este año coincide con la visita del Pontífice bajo el lema ‘Muchos pasos por la paz y la Reconciliación” haciendo eco al mensaje del Papa Francisco y lema de su visita: ‘Demos el primer paso”. Descargar primer intervención Mons. Oscar Urbina Ortega “Hoy ha sido un tiempo de reflexión para nuestra Nación. Hemos sido invitados a reconciliarnos con Dios, con los colombios y con la creación. Esto nos ha hecho comprender esta mañana que la verdadera conversión del corazón produce resonancias sociales y políticas. Por eso la reconciliación se ofrece a todos”, dijo monseñor Urbina, luego de agradecer la presencia del Papa Francisco en Colombia y sus mensajes de perdón, de esperanza y de reconciliación, así como su invitación a “volar alto y soñar en grande”. Monseñor Urbina, también destacó la importancia de “descubrir que la reconciliación entre los colombianos es un proceso” así como “anhelo y el empeño del pueblo colombiano para superar las divisiones y las luchas que permitan consolidar una nueva nación”, y retomando las palabras del Papa Francisco, precisó que “lo que cuenta es dar el primer paso que ahora es posible realizar”, y esto incluye “estar unidos, dialogar, escucharnos, perdonarnos, intentar una y otra vez comprendernos y aceptar a los demás, como hermanos, para poder colocar las bases de la comprensión mutua entre todos nosotros y generar una auténtica cultura del encuentro”. Descargar segunda intervención Mons. Oscar Urbina Ortega

Vie 8 Sep 2017

Papa Francisco ora por afectados de terremoto en México y huracán Irma

Una vez concluida la Eucaristía de beatificación en Villavicencio, el Papa Francisco elevó sus oraciones por los afectados del terremoto en México y por cuantos sufren los embates del huracán Irma. El Pontífice manifestó su “cercanía espiritual a todos los que sufren las consecuencias del terremoto que ha azotado a México la noche pasada, provocando muertos y cuantiosos daños materiales. Mi oración por los que han perdido la vida y también por sus familias”, indicó. Así mismo dijo que sigue “de cerca el desarrollo del huracán Irma que está golpeando el Caribe, dejando a su paso cuantiosas víctimas e ingentes daños materiales, como también está causando miles de desplazados, los llevo en mi corazón y rezo por ellos”. “A ustedes les pido que se unan a estas intenciones y por favor no se olviden de rezar por mí”, finalizó. Cabe recordar que esta madrugada un terremoto de 8,1 grados afecto la costa sur de México. Así mismo el huracán Irma, que ya ha golpeado algunos lugares en el Caribe como San Martin y las Islas Vírgenes, amenaza aún el estado de la Florida en Estados Unidos; mientras que otras naciones como Cuba también se preparan para su embate.

Vie 8 Sep 2017

Monseñor Emilio Jaramillo y el Padre Pedro Ramírez ya son beatos

Al inicio de la Eucaristía celebrada este viernes en la ciudad de Villavicencio, el Papa Francisco realizó la ceremonia de beatificación de monseñor Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos, párroco de Armero. Una vez leídas las biografías de los siervos de Dios, el Papa Francisco señaló que, de acuerdo a la solicitud hecha por el actual obispo de Arauca, monseñor Jaime Muñoz Pedrosa y por Fabio Duque Jaramillo, obispo de Garzón, de los obispos del país, fieles y la Congregación de la Causa de los Santos, declaraba como beatos a estos dos miembros de la iglesia católica. “Con nuestra autoridad apostólica declaramos que los venerables Siervos de Dios, monseñor Jesús Emilio Jaramillo, del Instituto de misiones extranjeras de Yarumal y obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos, sacerdote diocesano, párroco de Armero, mártires que como pastores según el corazón de Cristo y coherentes testigos del Evangelio derramaron la sangre por amor a la grey que les fue confiada, de ahora en adelante serán llamados beatos”. Por su parte, el arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Oscar Urbina Ortega, agradeció al Santo Padre el haberlos proclamados Beatos a estos venerables siervos de Dios “Beatísimo padre en nombre de todos los obispos del episcopado colombiano y en especial de los obispos de Arauca y Garzón y de todo el pueblo colombiano, agradezco de todo corazón a Su Santidad haber proclamado Beato a los venerables siervos de Dios Jesús Emilio Jaramillo, obispo de Arauca y el padre Pedro María Ramírez Ramos”, agradeció el arzobispo. Tras la proclamación, las reliquias de ambos beatos fueron expuestas para su veneración. En el calendario litúrgico de la Iglesia el 3 de octubre será la memoria del beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, obispo y mártir y el 24 de octubre la del beato Pedro María Ramírez Ramos, Presbítero y mártir.

Vie 8 Sep 2017

La reconciliación es abrir puertas a quienes han vivido el conflicto

El Papa Francisco invitó a los colombianos a decir sí a la verdad, la bondad y la reconciliación. Así lo manifestó durante la Eucaristía celebrada este viernes en el parque CATAMA en Villavicencio ante más de 500 mil personas. Inspirado en el Evangelio, el obispo de Roma señaló que Colombia es un pueblo con una genealogía de amor y bondad, pero también de desencuentros y muerte. En este panorama preguntó ¿cuáles serán los caminos para que en el país entren los caminos de la luz y la reconciliación? El Sumo Pontífice aseguró que la única vía para superar los desencuentros entre los colombianos, al igual que Jesús lo hizo, es abrazar y asumir la historia completa del país. DESCARGA LA HOMILÍA El Papa recordó que la reconciliación no es una palabra abstracta y advirtió que si fuese así solo traería esterilidad. “La reconciliación es abrir la puerta a cada una de las personas que han vivido el conflicto. Cuando las víctimas vencen la venganza se convierten en los protagonistas más creíbles en la construcción de la paz”, señaló el Papa. El Papa animó a todos los colombianos a dar el primer paso hacia la reconciliación. “Basta una persona buena para que haya esperanza. Cada uno de nosotros puede ser esa persona. Esto no significa desconocer los conflictos. No es legitimar las injusticias. El recurso a la reconciliación no puede servir para acomodar a situaciones de injusticia, es un encuentro entre hermanos para superar el egoísmo y la seudo justicia, es fruto de sentimientos nobles, para instaurar el respeto por cada individuo”, afirmó el Santo Padre. Finalmente, el Papa exhortó para que la reconciliación se concrete y consolide con el aporte de todos los colombianos. “Todo esfuerzo de paz, sin un compromiso serio de reconciliación será un fracaso”, advirtió.

Vie 8 Sep 2017

Villavicencio acoge Cristo de Bojayá junto con víctimas del conflicto armado

“Hermanos, reunidos acogemos la peregrinación con el Cristo de Bojayá que simboliza la vida, el significado de emprender un nuevo camino y sobre todo el reto que plantea la visita del Papa: Dar un paso hacia la reconciliación,” así lo dijo Monseñor Héctor Fabio Henao en encuentro simbólico de reconciliación en la Catedral Nuestra Señora del Carmen en Villavicencio. El Cristo de Bojayá y sus acompañantes a pesar de las dificultades consiguen llegar a Villavicencio, ciudad que los acoge a las 4:30 am. El trayecto a la catedral fue un emotivo acto simbólico en el que se tomaron las calles de la ciudad, donde un vehículo trasportaba en su techo al Cristo de Bojayá y detrás un grupo de mujeres víctimas de esta masacre, entonaban alabaos que decían: “la guerra no es nada buena, lo que trae es destrucción, desarmemos los corazones y no más repetición” invitando a reconciliación del pueblo colombiano. En la movilización participaron también, las mujeres del Costurero de la Memoria, las madres de Soacha, que sufrieron la barbarie de los falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales junto con delegaciones de víctimas de desplazamiento interno, despojo de tierras, desaparición forzada, provenientes de diversas partes del territorio nacional. Compartieron mensajes sobre la importancia de rescatar la memoria y pasar la página de esta guerra que nos ha hecho tanto daño. La comitiva a su llegada al santo recinto fue recibida por Carlos Eduardo Quintero, Vicario General de la Arquidiócesis de Villavicencio, Carlos Alberto Ricardo, director de la Pastoral Social de Villavicencio y Monseñor Héctor Fabio Henao, Director del Secretariado Nacional Pastoral Social, quien presidió la ceremonia del Rito de acogida al Cristo de Bojayá. En el acto Moseñor Héctor Fabio, expresó: “Aunque esta mutilado, el Cristo camina, en medio de su dolor, hacia la reconciliación. Así como el Cristo herido, el encuentro con el Papa nos renueva la fe de que podemos vernos como seres humanos y de que esa polarización que existe en el país se diluya y nos concentremos en lo que debe ser, que es construir la paz con justicia social”. Luego reconoció la relevancia de la congregación de las víctimas y de la visita del Santo padre a Villavicencio frente al momento histórico que atraviesa el país. Este evento alimentó las expectativas de la comitiva de las víctimas y de en general del pueblo colombiano, ante el encuentro de mañana en el parque las Malocas con el Santo Padre, para seguir construyendo un camino de perdón, paz y reconciliación en nuestro país. Descargar comunicado de prensa