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Lectio Dominical

Vie 29 Sep 2017

Con humildad sigamos los caminos hacia la paz

Esta semana el Papa Francisco nos muestra unos caminos para reconciliarnos y por otro lado se nos invita a construir paz desde la humildad y el sacrificio. Estas son las propuestas que Oro por la Paz te ofrece. En una nueva edición de Encuentros con el Resucitado se nos recuerda que la rivalidad, la ambición y la vanagloria destruyen la paz y los ambientes de fraternidad. Por eso, como nos enseña san Pablo, construir paz es trabajar con humildad, lo que significa asumir responsablemente nuestras tareas, obrar en ellas con responsabilidad, amor y poner empeño en realizarlas bien porque allí encontramos la salvación. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por otro lado, el Papa Francisco en su visita a nuestro país nos mostró tres caminos para lograr la reconciliación, elemento central para conseguir la paz. Con base a la sagrada familia, el Papa nos invita a recorrer estos caminos. Finalmente, esta semana pidamos la intercesión de nuestra madre y juntos hagamos el Salve.

Lun 25 Sep 2017

"No te dejes vencer por el mal, más bien: vence el mal con el bien..."

Somos pecadores a quienes Dios misericordioso llama a la conversión. Escuchemos su Palabra para que abandonemos los vicios y pecados y logremos mantenernos unánimes y concordes como hermanos que somos en la fe, en el culto y en la caridad. Primera lectura: Ez 18,25-28 Salmo: Sal 25(24),4-5ab.6-7.8-9 (R. cf. 6a) Segunda lectura: Flp 2,1-11 (forma larga) o Flp 2,1-5 (forma breve) Evangelio: Mt 21,28-32. CONTEXTO BÍBLICO ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Profecía de Ezequiel nos enseña la responsabilidad personal del hombre ante Dios. Dios es justo y así juzga por lo que hace cada uno usando de su libertad; pero también es misericordioso y acepta al pecador convertido. En el Evangelio de Mateo el Señor Jesús insiste en la responsabilidad ante lo mandado. Dios premia al que se convierte, y castiga al que no cumple pero cree que no necesita conversión. “La Parábola de los dos hijos, con la sentencia de Jesús acerca de Juan Bautista, tiene lugar cuando la disputa de Jesús y los jefes judíos alcanza el nivel más intenso. Israel es el primer hijo, el que dijo SÍ a la ley pero no aceptó la voluntad de Dios; el otro hijo representa a aquellos pecadores que dicen NO al plan de Dios, pero después se arrepienten y, siguiendo el camino de Dios testimoniado por Juan Bautista, aceptan al Mesías. (Biblia de la Iglesia en América, PPC). Está parábola es propia de Mt y, junto con otra (20, 1-16, los trabajadores de la viña), refleja la situación y los celos de la comunidad cristiana procedente del Judaísmo ante la comunidad procedente del paganismo. CONTEXTO SITUACIONAL ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Los “primeros y los últimos” del texto evangélico, persisten en nuestra Iglesia y sociedad de hoy. El Papa Francisco nos lo expone y nos amonesta a buscarle solución a la injusta y estéril situación. “A los que están heridos por divisiones históricas, les resulta difícil aceptar que los exhortemos al perdón y la reconciliación, ya que interpretan que ignoramos su dolor, o que pretendemos hacerles perder la memoria y los ideales. Pero si ven el testimonio de comunidades auténticamente fraternas y reconciliadas, eso es siempre una luz que atrae. Por ello me duele tanto comprobar cómo en algunas comunidades cristianas, y aun entre personas consagradas, consentimos diversas formas de odio, divisiones, calumnias, difamaciones, venganzas, celos, deseos de imponer las propias ideas a costa de cualquier cosa, y hasta persecuciones que parecen una implacable caza de brujas. ¿A quién vamos a evangelizar con esos comportamientos?”. Después invoca el Papa la Palabra de Dios: “No te dejes vencer por el mal, más bien: vence el mal con el bien. No nos cansemos de hacer el bien. No nos dejemos robar el amor fraterno” (EG, 101, Rom 12, 21, Gal 6,9). CONTEXTO CELEBRATIVO ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La Palabra de Dios nos enfrenta a evaluar la responsabilidad de nuestro pecado personal. En la oración de todos los días aumentemos la fe al decir “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos”. Y en la Misa démosle mayor valor al acto penitencial con el cual la comenzamos. Tomemos la resolución de contribuir a acabar con las divisiones que de hecho aparecen en la propia familia y en el vecindario, en el lugar del trabajo y en las instituciones eclesiásticas. Demos a la Iglesia el consuelo y la alegría de mantenernos unánimes y concordes, humildes y sencillos, como lo pide Pablo en la epístola de hoy (Fil 2, 1-4). Sabemos que nuestra conversión está suscitada y patrocinada por la Misericordia divina; acudamos con la confianza al trono de la gracia (Hb 4,16) pues donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia (Rm 5, 20). RECOMENDACIONES PRÁCTICAS Comienza el mes de octubre, dedicado a las Misiones y la Propagación de la fe. Preparemos nuestra participación en la colecta mundial del DOMUND el domingo 22 de octubre, y organicemos para estos días la oración por las Misiones. Damos inicio al Mes del Rosario y el próximo sábado es la memoria litúrgica de la Virgen del Rosario. Fomentar la oración del rosario en familia y en las instituciones con intención misionera. Hoy conviene usar el Prefacio Dominical VII: "La Salvación por la obediencia de Cristo", p. 390 del Misal. Imagen tomada de Internet

Vie 22 Sep 2017

Orar por la paz es saludar y trabajar para el Señor

Trabajar para el Señor y cultivar el valor del saludo, son las dos propuestas que te ofrece la aplicación Oro por la Paz para esta semana. "Construir paz significa abandonar y construir algo. Isaías nos dice que abandonemos lo malo, los planes y los caminos errados, pero que nos dediquemos, según Jesús, a trabajar en su viña", nos recuerda el padre Jorge Bustamante en Encuentros con el Resucitado. Descarga la aplicación Oro por la Paz Por otro lado, la Campaña Dejémonos Reconciliar por Dios- Felices los que trabajan por la Paz, nos recuerda que una manera de construir paz es a través de pequeñas y sencillas acciones como es el saludo. "Saludemos con alegría a las personas que vemos a diario" Tanto dolor, desesperanza y desconsuelo hay en el mundo. Orar por la Paz es acoger la tristezas de nuestros hermanos y pedir para ellos y nosotros la protección de Nuestra Madre Eterna. Te invitamos a que esta semana oremos: Bajo tu protección. Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todo peligro, ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!

Mié 20 Sep 2017

Los caminos de Dios son distintos de los caminos del hombre

En la Palabra que escuchamos con fe en cada Misa, el Señor nos traza el Camino que nos conduce a la Verdad y nos brinda la verdadera Vida. Escuchemos atentos. Lecturas [icon class='fa fa-play' link='']Primera lectura: Is 55,6-9[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Salmo: Sal 145(144),2-3.8-9.17-18 (R. 18a)[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Segunda lectura: Flp 1,20c-24.27ª[/icon] [icon class='fa fa-play' link='']Evangelio: Mt 20,1-16.[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] Qué dice la Sagrada Escritura? Para este Domingo XXV la Liturgia nos propone una reflexión sería sobre los planes de Dios y los planes de nosotros, sus hijos, “Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos” (Is. 55,8). Así nos dice el Señor en Isaías; y por otra parte, Jesús mismo utiliza una contabilidad, una aritmética que no es la nuestra (Mt 20, 1-15). La razón que ofrece la Palabra para afirmar lo primero es la misma que emplea para lo segundo: “que el malvado regrese al Señor, y Él tendrá piedad” (Is. 55,7); “¿Vas a tener envidia tú, porque yo soy bueno?” (Mt 20,16). Por otra parte, el Señor va más allá de lo que nosotros deseamos o experimentamos; es Él quien mide nuestra capacidad, juzga nuestra labor y nos asigna la tarea. “Si el malvado abandona su camino y regresa al Señor, Él lo perdona (Is. 55,7); “Quiero dar a este último igual que a ti” (Mt 20,14); “Lo importante es que lleves una vida del Evangelio de Cristo (San Pablo a los Filipenses, 1,27). “Mi juez es el Señor” (1 Cor 4,4), “El Señor llegará con fuego y sacará a la luz la obra de cada uno” (1 Cor 3, 13) “Ni siquiera yo mismo me sé juzgar; es el Señor quien juzga. En la alternativa: gozar de Cristo o servir a la comunidad, (cfr. Filipenses 1, 23). Los caminos de Dios son distintos de los caminos del hombre; el tiempo de Dios no es igual, ni corre paralelo al tiempo del hombre. La obra mala del hombre suscita en Dios perdón (Is. 55,6); la obra buena del hombre suscita envidia en otro hombre (Mt 20, 15). La envidia es un pesar del bien ajeno (Astete), Es “vicio capital” es “sentir tristeza por el bien ajeno con inmoderado deseo de hacerlo suyo” (Cat. Igl. Cat, 2539). La envidia comenzó temprano en la Biblia: “Por la envidia del Diablo entró la muerte en el mundo” (Sab. 2, 24). Y se extendió o contagió: a Caín que mató a Abel (Gen 4, 3-8); a Esaú (Gen. 27, 41); a los hermanos de José (Gen 37,4); a Saúl que persiguió a David (1 Sam. 18, 7); hasta llegar al Nuevo Testamento, a los sacerdotes que entregaron a Jesús (Mc. 15,10). Dentro de los apóstoles (los discípulos buenos de Jesús) también se generó la envidia. La escena que en Mt sigue inmediatamente a la que leemos hoy, contrasta radicalmente con ella (Mt. 20, 20): “Los últimos serán primeros y los primeros serán últimos” y enseguida los Zebedeos buscan los primeros puestos. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? En tiempo de Nuestro Señor, al igual que en nuestro siglo, los dones de Dios son repartidos en diversa forma a unos y a otros. Queda claro que el Señor da a cada individuo según su capacidad (Mt 25,15). Pero la capacidad no es según lo que nosotros pensemos, sino de acuerdo con la respuesta (la responsabilidad) personal de cada uno. (“Servidor bueno y fiel,” “Siervo malo y perezoso” Mt 25, 23-26). Hoy día también la sociedad es exigente con los que ejercen autoridad. Y cada individuo, dentro de las comunidades humanas (familia, asociación, Iglesia) tiene su modo de exigir y, así, la motivación puede ser injusta y se generan las envidias. Se producen así conductas que son bien conocidas en nuestra tierra, que son antievangélicas y en mucho ilegales: arribismo, corrupción, desigualdad social. Vivimos en una sociedad cada vez más alejada de Jesús y del Evangelio. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Si en algún lugar se aprecia la desigualdad en el intercambio de dones es en la Eucaristía. Nosotros, los convertidos a Cristo, ofrecemos lo mejor que tenemos, “un sacrificio de alabanza, fruto de los labios que confiesan Su nombre” (Hb. 13,15), pero a pesar de nuestra sinceridad, la oblación no es nada junto al Don de Dios, su propio Hijo. Y aunque seamos los más santos ofreciendo a Dios nuestra vida, siempre la recompensa no será proporcional al trabajo realizado; es Dios quien mide y quien se excede, en forma infinita en su donación. Pero el Señor se complace en premiarnos no tanto los méritos sino la actitud de conversión con que nos acogemos a la llamada de Jesús. Lo dice Pablo en la epístola de hoy: “Lo que importa es que llevéis una vida digna del Evangelio” (Fil 1,27). [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link='']RECOMENDACIONES PRÁCTICAS[/icon] Insistir en la expresiones: los planes de Dios no son los planes humanos, "El Señor está cerca de los que lo invocan" Convendría emplear la Plegaria eucarística para diversas circunstancias I: “La iglesia en camino hacia la unidad”, p. 514 del Misal. Al final de la Misa puede hacerse la fórmula de Bendición solemne: En el Tiempo Ordinario V, p. 477 del Misal. Como una actividad de pos visita del Papa Francisco convendría seguir las orientaciones y materiales que estará ofreciendo el Comité encargado de la visita, además de todos los esfuerzos de iniciativas locales al respecto. Recordar que: Hoy 24 para nosotros católicos, es la fiesta de María de las Mercedes y Día Nacional del Recluso. Nuestra oración por todos los que están privados de la libertad y sufren. También es día mundial del turismo. El viernes 29 es la fiesta litúrgica de los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael. El próximo domingo se inicia el mes de octubre, dedicado especialmente al rezo del Santo Rosario y a oración y ayuda a las Misiones.

Vie 15 Sep 2017

No podemos pretender el perdón del Señor si no perdonamos al hermano

El mensaje de la Palabra hoy es fuerte y nos pide un compromiso decidido: no podemos pretender el perdón del Señor si no estamos dispuestos a perdonar a nuestros hermanos. Así nos lo anuncia el mismo Jesús con una parábola que conocemos bien, pero que en este día debe tocar nuestro corazón e impulsarnos a la reconciliación, al perdón y a la fraternidad. Primera lectura: Sir 27,30 - 28,7 Salmo: Sal 103(102),1-2.3-4.9-10.11-12 (R. 8a) Segunda lectura: Rm 14,7-9 Evangelio: Mt 18,21-35. 1. Contexto bíblico ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La parábola que nos propone el Señor en el Evangelio es supremamente clara y elocuente; está inserta, por demás, en el llamado “Discurso Eclesial”, donde el Señor nos revela el modo como debe vivir la comunidad de discípulos, la Iglesia. El desarrollo mismo de la historia conduce a una sola conclusión: es un imperativo el perdón de las ofensas que recibimos de los hermanos como condición para recibir el perdón del Señor por nuestras propias faltas. Así nos ha enseñado el Señor a orar en el Padre Nuestro. Conviene, para comprender mejor el mensaje, resaltar algunos detalles de la parábola: Sorprende la respuesta del Señor a Pedro: perdonar “setenta veces siete”, lo que en la práctica significa “siempre”. El perdón ilimitado es también un antídoto contra la venganza que quiere tomar más de lo que es justo. En la parábola se subraya la enorme diferencia que existe entre la inmensa cantidad que debe el empleado al rey y la pequeñísima suma que le adeuda el compañero al mismo empleado. La compasión del rey es un anuncio de la misericordia de Dios, que va siempre mucho más allá, tanto que el siervo no recibe un plazo para pagar la deuda, sino el perdón de todo. La actitud del siervo con su compañero contrasta fuertemente con la del rey. Se mencionan acciones bastante duras: lo agarró por el cuello, lo ahogaba, lo estrangulaba. También es duro el “no quiso” que se refiere a la no escucha de las súplicas del compañero, que son una copia exacta de las mismas que él presentó al rey. Los “compañeros se entristecieron”: es una alusión de la preocupación fraterna de la comunidad por quien es víctima del maltrato y de la injusticia. La lectura del Eclesiástico nos presenta el mismo mensaje del Evangelio desde la perspectiva sapiencial. Su proclamación invita a una actitud de vida llena de la sabiduría del Señor, que sabe y práctica el perdón a los semejantes como camino seguro para tener el propio perdón. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? El perdón de las ofensas que sufrimos de parte de nuestros hermanos no es tarea fácil, pero la Palabra nos invita a vivir el perdón como camino de encuentro con Dios y con los hermanos, como ideal de la comunidad de los discípulos de Cristo, como signo de reconocimiento de las propias faltas y de la misericordia que el Señor nos prodiga abundantemente. El cristiano no puede vivir en la lógica de la venganza, que es destructiva y termina por ser la mayor injusticia. La lógica del discípulo, su justicia superior, es la del perdón y la reconciliación. La reconciliación es urgente, porque es el camino para alcanzar los bienes mesiánicos o la reconciliación que Cristo nos alcanzó con su muerte en la cruz. Sólo es posible vivir la reconciliación con los demás cuando tenemos conciencia de la misericordia de Dios con nosotros. Esto significa, que el perdón sólo es posible cuando acudimos a motivaciones de fe, esto es, cuando dirigimos nuestra mirada al Señor El perdón está en el corazón de la vida cristiana: me hace hijo del Padre y hermano de mis semejantes, en comunión con Dios y con los hombres. El perdón no niega la realidad del mal, sino que la supone. Pero precisamente en ella se celebra el triunfo del amor gratuito e incondicional. Un amor que no perdona, no es amor. 2. Contexto situacional: ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Necesitamos escuchar el mensaje del Evangelio de este día y acogerlo con fe, pidiendo al mismo tiempo la fuerza para vivirlo. Es la hora del perdón y de la reconciliación en nuestro país, en nuestros hogares, en nuestras comunidades. Tenemos que pensar en el perdón que el Señor nos regala cada día frente a nuestros propios yerros y dar el paso para perdonar a nuestros semejantes. Necesitamos experimentar la libertad que nos otorga saber perdonar a los demás. Conviene hacer una invitación especial a la reconciliación en el país, que será un don de Dios para todos, después de tanta violencia, destrucción y muerte, cuando estemos dispuestos a dejarnos transformar todos por la lógica del amor que Cristo nos enseñó. 3.Contexto celebrativo: ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La Eucaristía es el banquete del perdón, porque es el sacrificio que Cristo ofrece al Padre para reconciliarnos con él. En este sagrado banquete tomamos, además, el alimento que nos fortalece para vivir en la dinámica de la reconciliación y del perdón. Recomendaciones prácticas: Puede colocarse en cartelera o lugar visible la frase del Padre Nuestro: "Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden". Para el acto penitencial de la Misa se puede seguir el Formulario 3, eligiendo una invocación para el Tiempo Ordinario, p.p. 344 -345 del Misal. Se puede hacer la Plegaria Eucarística "de La Reconciliación" I, p. 501 del Misal. Como actividad de pos visita, conviene recordar en este día algunos de los mensajes que ha dejado el Papa Francisco al pueblo colombiano, especialmente los relacionados con el camino de nuestra nación hacia la paz. Tener presente que: Hoy es el día del Migrante, se recomienda orar por ellos en la Oración de los Fieles. El jueves 21 septiembre, es la fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista. El próximo domingo que es día del recluso sería oportuno motivar para que se presenten dones para cubrir necesidades de las familias de los hermanos que se encuentran en las cárceles.

Mié 30 Ago 2017

Toma tu cruz y sigue el Señor

Jeremías, Pablo, Pedro y los otros discípulos escuchan la palabra de Dios y se disponen a seguirle sin condiciones. También hoy los verdaderos discípulos del Maestro escuchamos la invitación a negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirle. No hay mensaje diferente. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Jr 20,7-9[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Salmo: Sal 63(62),2.3-4.5-6.8-9 (R. 2b) [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 12,1-2 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 16,21-27[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? El ministerio de Jeremías duró más de cuarenta años, marcado por momentos fuertes de persecución. El profeta ha sido elegido por Dios para “arrancar, arrasar, destruir, demoler, edificar y plantar” (1,10); su misión, en pocas palabras, consiste en reconstruir la vida de la nación en un momento crítico de la historia y el medio para lograrlo no es otro sino denunciar la corrupción y el pecado, especialmente de los gobernantes; pero esto no le ha traído sino burlas, persecuciones y decepciones. No fue nada fácil todo lo que debió afrontar, y él mismo sintió momentos de profundas crisis y desánimos. En el Salmo proclamamos una solemne oración pronunciada en el templo de Jerusalén y que celebra el absoluto abandono en Dios, fuente de auxilio y seguridad. El orante asocia su búsqueda de Dios con la sed, dando a entender que se trata de una gran necesidad y que sólo es posible saciarla en un lugar concreto: el templo (v. 3). Allí canta la felicidad de estar junto a Dios, se goza contemplando su fuerza y su gloria. En el Evangelio del domingo anterior, Pedro confesaba a Jesús como Mesías, Hijo de Dios vivo (Mt 16, 13-20), pero una vez el Maestro anunciaba la entrega de su vida, el Apóstol trata de persuadirlo, en primer lugar porque no alcanzaba a comprender la idea de un Mesías sufriente, y además de este detalle, por el simple hecho de que él, como seguidor suyo, no quería sufrir. Llama la atención como pasa a ser de “Roca” ahora es “escándalo”, porque ha puesto su pensamiento en criterios humanos: “Piensas como los hombres, no como Dios”. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Los textos de la liturgia de este domingo invitan a los cristianos a emprender el camino de Jesús, negándonos a nosotros mismos y llevando la cruz cada día. Mensaje central del texto del Profeta Jeremías es que fue capaz de renunciar a sus propios intereses, renunció a sí mismo y, dejándose seducir por Dios, perseveró en su misión de anunciar su Palabra en medio de la prueba y el dolor. Pablo, en la Carta a los Romanos, inicia una serie de exhortaciones en las que invita a los creyentes a no quedarse en simples palabras, sino que ha de reflejarse en un estilo de vida propio. Ellos no están llamados a cumplir los sacrificios de víctimas animales que exigía la ley, sino que deben aprender a hacer de su propia vida una ofrenda agradable a Dios. Se entiende así por qué Pablo insiste en la necesidad de no separar la fe de la vida cotidiana, tema ampliado en el Evangelio de hoy: los creyentes no pueden acomodarse a los criterios de este mundo (v. 2), sino que están llamados a un buen discernimiento de aquello que Dios quiere en cada momento de la existencia. En el Evangelio, Jesús establecerá tres condiciones para quien quiera ser su discípulo: 1. Ha de renunciar a sus propios intereses vitales, ha de expropiarse de sí mismo, convenciéndose de que no se sigue al Maestro para buscar beneficios personales. 2. Ha de cargar la propia cruz, signo, no de un sufrimiento sin sentido, sino de la entrega generosa y alegre por los demás. 3. Ha de saber que no sigue sus propios parámetros, sino un camino que ya ha recorrido y enseñado el Salvador, que no es otro, sino el de la donación total de la vida. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Con frecuencia sucede que nos cuesta entender el plan de Dios: en la vocación cristiana está primero la obediencia a la palabra de Dios, antes que mis capacidades y modos de pensar y obrar. Llevado por el cariño de Pedro hacia Jesús trató de apartarlo del camino de la cruz: Pedro mira con ojos humanos la misión de Cristo en la tierra y no comprende la voluntad de Dios para llevar a cabo la obra de la salvación. Muchos cristianos andan como enemigos de la cruz, nos previene el Apóstol Pablo (cfr. Filp. 3, 17-19). La fe enseña que sin sacrificio no hay amor, no hay alegría verdadera, no se purifica el ama. El camino de la santidad va acompañado de la cruz y toda misión apostólica va fundamentada en este misterio de cruz, donde Cristo nos invita a llevarla cada día. Si deseo imitarlo, debo recorrer el camino que me ha indicado: “cargue con su cruz”. Es necesario llevarla con amor. Unidos a ella, participaremos del dolor de Cristo, en este mundo, pero también de la alegría serena que proporciona la práctica de la virtud, a la espera de la eterna felicidad. “Quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por Mí, la encontrará”. Nos invita el Señor a negarnos, es decir, renunciar a todo lo que nos ata a este mundo y nos aleja de Dios, para vivir una entrega completa, sin reservas. Para qué tantos afanes y apegos a las cosas del mundo, si no llevan a la salvación. Si dejamos a un lado tantos placeres del mundo y aceptamos la cruz, encontraremos la verdadera felicidad. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La liturgia invita a vivir de acuerdo con la fe en obediencia al plan de Dios: evitar el apego a las riquezas y a lo efímero, el afán de posición social, y aceptar la invitación de Dios a llevar la cruz, dejarnos seducir por Él, como Jeremías. Este primer anuncio de la pasión de Jesús a los suyos es la motivación a comprender mejor la misión que le ha sido confiada, pero más aún es entender que la última palabra no la tiene la muerte sino la resurrección y la glorificación. La fuerza de la ola materialista, la ideología hedonista y otras corrientes más que buscan invadirlo todo, día a día ahogan la vida del cristiano y desvirtúan el sentido religioso de las comunidades de fe, oponiéndose a la doctrina de Cristo, quien una vez más nos dice: “El que quiera ser mi discípulo, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y sígame”. No podemos quedarnos sólo contemplando la cruz, sino hacerla real: el discípulo moldea su vida en la dinámica del seguimiento, con la cruz a cuestas y con la certeza de resurrección. [icon class='fa fa-play' link=''] Recomendaciones prácticas[/icon] Motivar a los fieles con una catequesis sencilla sobre la necesidad de aprender a llevar la cruz cada día: la cruz camino de santidad. Invitación a recuperar los verdaderos valores cristianos (vida, justicia, amor, verdad, paz) para evitar quedarnos en los ídolos del mundo (poder, riqueza, éxito, orgullo, mundanidad, placer). En lugar del acto penitencial se puede hacer la bendición y aspersión del agua en memoria del Bautismo (formulario II), como aparece en el Apéndice I del Misal, p. 1056. Puede emplearse el Prefacio Dominical IV: "La historia de la salvación", p.386 del Misal, por hacer relación a Cristo que nos dio nueva vida y nos abrió el camino del reino. La inminente visita del Papa Francisco, el miércoles, debe animar la vida de cada bautizado a comprender mejor la misión que le ha sido confiada. Al final de las Eucaristías es bueno invitar a la comunidad a hacer la oración por la visita apostólica del Papa Francisco a Colombia. Tener presente que: Hoy comienza la semana por la paz en Colombia (03 – 10 septiembre) Hoy es día de Oración Compartida entre las Iglesias Hermanas de Aquisgrán y Colombia. El viernes 08 septiembre, es la fiesta de La Natividad de La Santísima Virgen María. El sábado 09 septiembre, celebramos en Colombia a San Pedro Claver, presbítero, día de los Derechos Humanos.

Vie 25 Ago 2017

La paz se construye desde el deporte y la amabilidad

Esta semana la aplicación Oro por la Paz te ofrece una experiencia donde se demuestra que la paz se puede construir a través del deporte y por otro lado una nueva reflexión en un Encuentro con el Resucitado que nos recuerda que el Señor nos brinda las llaves para construir la paz. El capítulo Semillas de Paz del programa de televisión Gente Solidaria se presentatres historias que muestrancómo un grupo de jóvenes del municipio de Chiquinquirá ha encontrado en prácticas deportivas y de formación una mejor opción para no caer en el consumo de sustancias psicoactivas y escapar de la violencia. Descarga la aplicación Oro por la Paz En el Encuentro con el Resucitado las llaves que el Señor nos brinda debe abrir el corazón a través de respuestas sencillas, amables, llenas de alegría y cuando acogemos al otro con amor. Como lo recuerda el Papa Francisco cuando nos dice: saludar, agradecer y pedir perdón.

Mar 22 Ago 2017

Sólo desde la experiencia de la fe podemos conocer bien a Jesús

Frente a quienes no han descubierto quién es Jesús, Pedro da la respuesta clara y segura sobre la persona y la misión de Jesús, revelando lo íntimo de su ser: el Mesías prometido, el Hijo de Dios. Al participar también nosotros hoy del Sacrificio de la Eucaristía, hacemos, unidos a Pedro, la confesión de fe. Lecturas [icon class='fa fa-play' link=''] Primera lectura: Is 22,19-23 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Sal 138(137),1-2a.2bc-3.6+8bc (R. 80[79],18)[/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Segunda lectura: Rm 11,33-36 [/icon] [icon class='fa fa-play' link=''] Evangelio: Mt 16,13-20[/icon] [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO BÍBLICO[/icon] 1. Contexto bíblico 1.1 ¿Qué dice la Sagrada Escritura? La Palabra escuchada nos permite centrar la mirada en el diálogo de Jesús con sus discípulos. Plantea un interrogante fundamental: ¿Quién es Él para la gente? y ¿Quién es Él para aquellos que lo han seguido durante algunos años? Casi todo el mundo pensaba que Jesús era un profeta, pero Pedro va más allá y lo reconoce como el Mesías, Hijo de Dios vivo. El profeta Isaías ofrece un oráculo contra Jerusalén (c. 22), dentro del cual el Señor reprende a Sobná, mayordomo del palacio (vv. 15 – 18), al mismo tiempo que anuncia su destitución y el llamado de un siervo fiel, llamado Eliacín (vv. 19 – 25). Centremos nuestra atención en la expresión “la llave de la casa de David” (v. 22), ya que es similar a lo que dice Jesús a Pedro en el Evangelio: en esta frase se afirma simbólicamente la autoridad sobre todo lo que había en el palacio real. La misión de Eliacín como nuevo mayordomo ha de entenderse como el más alto cargo que existía después del monarca; este personaje, al “tener las llaves del palacio”, tendrá la potestad de permitir que el reino fuese para el pueblo lo que verdaderamente debía ser: un referente para encontrar a Dios y hacer su voluntad, aun cuando los enemigos estuviesen asediando el país. Al inicio del capítulo 16 de San Mateo aparece nuevamente la hostilidad de las autoridades judías hacia Jesús y se acentuará especialmente durante la última semana del Salvador en Jerusalén. El Maestro va preparando su camino hacia la Cruz y va dejando a sus discípulos el “testamento espiritual” indicándoles qué han de hacer para prolongar su presencia en la historia. El texto que nos ofrece la liturgia de hoy plantea un interrogante fundamental: ¿Quién es Él para la gente y quién es Él para aquellos que lo han seguido durante algunos años? Casi todo el mundo pensaba que Jesús era un profeta (v. 14), pero Simón va más allá y lo reconoce como el Mesías, Hijo de Dios vivo, como el salvador esperado, concepción a la que llega gracias a una revelación divina (v. 17): el Padre le había concedido la gracia de ver a su Hijo como quien realmente era; faltaba, sin embargo, mirar si el Apóstol estaba dispuesto a configurar su vida con Él, si estaba dispuesto a aceptar su propuesta. 1.2 ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Sólo desde la experiencia de la fe podemos conocer bien a Jesús. La vida de Jesús transcurrió con normalidad sus primeros años. Luego, como narran los Evangelios, inicia su predicación en toda Galilea, su fama se difunde a través de sus predicaciones y milagros; unos lo reciben bien, otros lo rechazan. Los discípulos fueron privilegiados en la cercanía con Jesús y fueron comprobando cómo su Maestro era alguien fuera de lo común. Pero es gracias a la revelación del Padre hacia Pedro que pueden llegar a la confesión plena: “Eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Pedro fiel a la inspiración divina confiesa su fe; el Maestro responde destacando su misión, que es a su vez la misión de la Iglesia: “Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. Ahora será clara la misión después de conocer la identidad del Maestro: anunciar a todo el mundo que Jesucristo es el Señor, Dios y hombre verdadero. [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO SITUACIONAL[/icon] ¿Qué me sugiere la Palabra que debo decir a la comunidad en su realidad concreta? Las palabras de Cristo a Pedro le dan un poder divino, inquebrantable para sustentar a la Iglesia. Dos mil años después, pasando por grandes tormentas, la Iglesia continúa en pie y, pase lo que pase, permanecerá firme hasta el final. Animada por el testimonio de los profetas, los mártires, las vírgenes, los confesores y todos los bautizados, llevará el mensaje de la salvación a todos los hombres en el mundo entero. Llama la atención la absoluta confianza que deposita Jesús en Simón y de ello darán cuenta los vv. 18 y 19: En primer lugar, su nombre es complementado con la alusión a la firmeza de la roca, firmeza que le vendrá, tal como en el caso de su confesión, por gracia divina: Pedro, como veremos el próximo domingo, era profundamente débil, pero precisamente aquí se evidencia que el valor y la fuerza le serán dados. La Iglesia, fundada sobre esta roca, será capaz de tapar las puertas del reino de los muertos y de las sombras y en eso consistirá precisamente su misión: mostrar que Dios reina derrotando las fuerzas del mal; es aquí donde se inscribe la frase alusiva a las llaves de dicho Reino en cuanto posibilidad de abrir sus puertas a los hombres y mostrar así que Dios gobierna amando. Finalmente, la mención al “atar – desatar” revela aquella costumbre de los rabinos consistente en “prohibir – permitir”: Pedro se transforma así en el responsable de enseñar qué está de acuerdo con el Reino y qué se aleja de este proyecto de Jesús, tanto a nivel doctrinal como disciplinario. Estando próximo el viaje de Jesús a Jerusalén para vivir su Pascua, quiere saber si los discípulos tienen conciencia de entender a quién están siguiendo y, a pesar de que en los capítulos siguientes tendrá que purificar su terquedad, asegura en la persona de Pedro a todos ellos su profunda confianza: efectivamente Él será capaz de fundar su Iglesia sobre roca firme, de modo que cumpla la misión de hacer actual y vivo el Reino de los Cielos en la medida en que rechaza las fuerzas del Hades y permite que los hombres, descubriendo la soberanía de Dios (llaves), aprendan cómo responder con fidelidad en cada momento de la vida (atar – desatar). [icon class='fa fa-arrow-circle-right fa-2x' link=''] CONTEXTO CELEBRATIVO[/icon] ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? La celebración litúrgica de este domingo afirma la actitud que debemos tener hoy los católicos, como lo insiste la confesión de fe de Pedro y el texto de Pablo en la Carta a los Romanos. Ante Dios, una postura de humildad, reconociendo su grandeza y omnipotencia: “¡Qué abismo de riqueza, de sabiduría y de conocimiento el de Dios! ¡Qué insondables sus decisiones y qué irrastreables sus caminos! Porque de Él, por Él y para Él existe todo”. Ante los hombres, haciendo la profesión de fe de Jesús como verdaderos discípulos y testigos, sin temor a las persecuciones. Quizá sea también la oportunidad para hacer un examen de conciencia: ¿Quién es Jesús para mí? ¿Cómo lo confieso ante los demás? Como lo enseñan hoy Pedro y Pablo, ¿estoy dispuesto a dar respuesta firme ante el mundo o prefiero huir ante los cuestionamientos y persecuciones? ¿Busco un Salvador de acuerdo a mis aspiraciones y deseos, sin escuchar la llamada del Señor a llevar la cruz cada día? Finalmente, animados por la Palabra, es necesario afirmar la unidad de la Iglesia en el amor y respeto al Santo Padre, quien como Pedro es la Roca sobre la que se edifica la Iglesia. Una antigua fórmula resume la doctrina acerca del Romano Pontífice: “Donde está Pedro, allí está la Iglesia, allí encontramos a Dios” (San Ambrosio, Comentario al Salmo XII). Como Vicario de Cristo lleva la alegría del Evangelio al mundo entero, en el mensaje de justicia, amor y paz. [icon class='fa fa-play' link=''] Recomendaciones prácticas[/icon] En ferviente oración seguiremos preparando a la visita del Santo Padre a Colombia, quien nos anima a confesar la fe en Jesucristo. Resaltar el significado y misión que en la Iglesia tiene el Santo Padre como Vicario de Cristo en la tierra y sucesor del apóstol Pedro. Reflexionar en la misión hoy de la Iglesia que edificada sobre Cristo, anuncia la salvación (atar y desatar). Profundizar en nuestra vida de bautizados y en la llamada a confesar la fe: como a Pedro, también el Señor nos concede gracias maravillosas. Tener presente que: El 29 de agosto, con motivo del martirio de san Juan Bautista, es la Jornada Nacional de Oración por los Cristianos Perseguidos. El sábado 2 de septiembre, con motivo de la ya cercana visita del Papa Francisco, se programa para toda Colombia una vigilia de oración, que se puede realizar según el material que ofrece el Comité para la visita del Papa Francisco. Participar de la jornada nacional de celebración penitencial del 1° al 5 de septiembre, motivando su realización en cada parroquia según conveniencias. El domingo 03 septiembre, se da inicio a la semana por la paz en Colombia.