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Via Crucis: Mons. Rueda invita a contemplar la verdad que pasa por la cruz
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Este Viernes Santo, 15 de marzo, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, presidió desde la Plaza de Bolívar el Via Crucis, cuyo tema central fue: “El camino de la cruz, camino sinodal y de esperanza”.
Durante su recorrido que inició a las 9:00 de la mañana, le acompañaron el padre Jorge Marín, párroco de la Catedral, los sacerdotes del arciprestazgo 1.1 de esta iglesia particular, diáconos, comunidades religiosas, periodistas, laicos y feligreses en general.
Primera estación: Jesús es condenado a muerte.
En el rostro de Jesús se refleja el rostro de tantos hermanos condenados por la injusticia humana, rostros de tantos que el mundo señala con odio y rencor, rostros de hombres y mujeres que han perdido la esperanza y la alegría, que claman misericordia, que esperan paz.
Pedimos perdón: Por no haber caminado al servicio de la justicia que Dios nos ha enseñado.
Segunda estación: Jesús carga con la Cruz.
Junto al dolor de Nuestro Señor, contemplamos el dolor del mundo, de los que han perdido el norte en sus vidas. Se tú, Jesús amado, la fortaleza en la que se puedan apoyar tantos seres humanos que sufren de soledad.
Pedimos perdón: por haber olvidado que la cruz es el altar en el que nuestro salvador se ofrece por amor y que ella es la escalera por la que se asciende a la verdad y a la vida.
Tercera estación: Jesús cae con la cruz.
Cuantos rostros miran hacia el vacío del mundo. Cuántas veces hemos olvidado el rostro misericordioso de Cristo vuelto hacia el pecador, el rostro sereno y bondadoso, inspirando la confianza necesaria para que el caído pueda levantarse.
Pedimos perdón: por las veces que hemos ignorado las caída de nuestros hermanos en este doloroso camino de la historia.
Cuarta estación: Jesús encuentra a su Santísima Madre.
En el camino de la historia encontramos rostros de madres, hijas, esposas, surcados por lágrimas y por el dolor. En esta estación, sale a nuestro encuentro la Virgen de la Esperanza. Sus ojos purísimos se vuelven fuentes de consuelo y de alegría.
Pedimos perdón: por no haber acogido el ejemplo de María, compañera de camino, nuestra Madre fiel, fuerte, generosa, llena de amor y de esperanza.
Quinta estación: El cireneo ayuda a llevar la cruz.
Ser hoy cireneo, es saber ser misericordia y esperanza que sostiene y alienta para avanzar en el camino de la fraternidad.
Pedimos perdón: por las veces que hemos pasado indiferentes ante el dolor humano.
Sexta estación: Jesús deja su rostro en el velo de la verónica.
Es el dolor humano en todas sus expresiones, enfermedades que son como espinas, guerras que son como bofetadas, violencias que son como lágrimas que ruedan por el rostro del Salvador.
Pedimos perdón: por tantas veces que no valoramos la entrega generosa de las mujeres, fieles servidoras de la esperanza en el camino de la fe.
Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.
Sentimos el dolor de tantos rostros angustiados de los más pequeños, de lo niños inocentes, niños desplazados, con falta de amor, de os que día a día son sometidos a la crueldad y a la inconciencia de la humanidad.
Pedimos perdón: por nuestra indiferencia y por las gravísimas omisiones ante tantos dolores del alma y del cuerpo que padecen los niños.
Octava estación: Jesús encuentra las mujeres de Jerusalén.
Admiramos y contemplamos la vida de tantas discípulas de Cristo que lo dejaron todo por seguir al maestro. Mujeres consagradas, unidas a la cruz del señor con persecuciones, martirios, incomprensibles.
Pedimos perdón: por no haber valorado la generosidad de tantas mujeres que han entregado su vida y su amor por el Evangelio, por no haber valorado su caminar por los senderos de la fe.
Novena estación: Jesús cae por tercera vez.
Contemplamos el dolor de Cristo, por salvar al mundo fue a buscar a quienes lo desprecian, para ofrecerles su amor. Tendamos la mano a tantos violentos y ayudemos para que puedan hallar oportunidades de reconciliación.
Pedimos perdón: por no haber agotado los esfuerzos en la búsqueda de la verdadera paz, por no haber trabajado con fe en la reconciliación de la humanidad.
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Vemos la vida de muchos despojados de sus derechos y valores por un mundo en el que se le arrebata a tantos su dignidad y su identidad.
Pedimos perdón: por las veces que hemos olvidado acompañar con nuestra solidaridad orante y nuestra generosidad gozosa la misión de tantos creyentes que anuncian la fe.
Undécima Estación: Jesús es clavado a la cruz.
En su crucifixión vemos la vida de todos los sacerdotes del mundo, invitados a realizar en plenitud las gracias de su sagrada misión, vemos el rostro se tantos pastores sacrificados hasta el martirio.
Pedimos perdón: por las veces en las que el Misterio Sagrado no ha sido vivido con la entrega y la fidelidad que espera el Pueblo Santo.
Decimosegunda estación: Jesús muere en la cruz.
Miramos las víctimas de la pandemia, los hermanos de todas las culturas que han sentido el impacto doloroso de la vida amenazada por la enfermedad.
Pedimos perdón: por no haber defendido la vida humana desde su comienzo hasta su final, escudos en el temor y en la cobardía.
Decimotercera estación: Jesús es bajado de la cruz.
Vivimos la comunión al avanzar por los caminos de la historia cuando sabemos valorar y agradecer el testimonio de la fidelidad de quienes hemos recibido aliento para avanzar, compañía para proseguir, esperanza para llegar con ellos a la meta de la fe.
Pedios perdón: por todas las ofensas a la memoria venerada de nuestros mayores con las que hemos interrumpido el camino del amor que nos ofreces.
Decimocuarta estación: Jesús es puesto en el sepulcro.
Que desde el corazón orante de la Iglesia brote un canto de esperanza para el mundo y una luz de fe que nos lleve a la verdad y ala paz iluminando el camino de fe de la humanidad.
Pedimos perdón: por no haber valorado la experiencia contemplativa de quienes lo dejaron todo por centrar su vida en la oración.
FUENTE: Of. de comunicaciones Arquidiócesis de Bogotá
FOTOS: Of. de comunicaciones Arquidiócesis de Bogotá
ENTREVISTA A MONSEÑOR LUIS JOSÉ RUEDA APARICIO
Al finalizar el recorrido por las 14 estaciones del santo Vía Crucis, monseñor Luis José Rueda, en el ámbito Nacional, recordó que nos hace falta salir de la indiferencia y trabajar unidos por la paz, buscar juntos las soluciones ante las cruces que lleva nuestro país. Se dirigió también al proceso electoral que vive en este momento Colombia y la violencia que se desata en el territorio nacional.


Política y ética
Mar 17 Jun 2025

“Hagan esto en memoria mía” (1Cor 11, 24)
Mar 17 Jun 2025

Lun 16 Jun 2025
Desarmar la palabra y rechazar la violencia: acuerdo asumido por los representantes de los poderes del Estado colombiano durante encuentro convocado por la Iglesia
En medio de un ambiente “de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones” y como signo histórico, doce altos representantes de las instituciones del Estado colombiano se comprometieron a desarmar la palabra y a rechazar la violencia; pidieron al país acoger esta misma invitación. El acuerdo se suscribió en la Curia Arquidiócesis de Bogotá, durante un encuentro convocado por la Iglesia Católica a través de la Conferencia Episcopal de Colombia. En torno a una mesa redonda y en medio de un ambiente de escucha y diálogo, tranquilo y respetuoso, doce representantes de los organismos estatales compartieron un almuerzo y se pusieron de acuerdo para firmar un compromiso urgente para el país:“En un contexto mundial, nacional y local, de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones, como ciudadanos, servidores y representantes de las Instituciones del Estado Colombiano, nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermanad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales.Elevamos una oración por la vida de Miguel Uribe Turbay, y por quienes en todos los rincones de nuestros territorios sufren hoy a causa de la violencia. Acompañamos a sus familias en este momento de dolor.Llamamos a mantener viva la esperanza en nuestro país e invitamos a que este tipo de encuentros se repliquen en los espacios donde sea necesario”.Los anfitriones del encuentro fueron el cardenal Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, monseñor Gabriel Ángel Villa Vahos, vicepresidente Conferencia Episcopal, monseñor German Medina Acosta, secretario general Conferencia Episcopal y el padre Hermann Rodríguez Osorio S.J., provincial de la Compañía de Jesús y representante de la Conferencia de Religiosos de Colombia.Como signo especial de fe, los representantes de la Iglesia entregaron a cada uno de los participantes un escapulario con la Cruz Tau y una estampa de la oración por la paz de San Francisco de Asís, que rezaron juntos al finalizar el almuerzo.Tras el encuentro, el cardenal Luis José y los miembros de la Comunidad de Presidencia de la Conferencia Episcopal ofrecieron una rueda de prensa. Los acompañó el Delegado para las Relaciones Iglesia-Estado, monseñor Héctor Fabio Henao. Véala a continuación:

Sáb 14 Jun 2025
El Papa León XIV designa Vicario Apostólico para Guapi: Pbro. Alfonso García López
El Papa León XIV designó al padre Alfonso García López, sacerdote de la Diócesis de Istmina–Tadó, como nuevo Vicario Apostólico de Guapi (Cauca). Su nombramiento se da tras una trayectoria de 27 años de servicio pastoral en diversas comunidades del sur del departamento del Chocó, experiencia en formación sacerdotal y una destacada trayectoria académica en diversas áreas teológicas y administrativas.El padre Alfonso García, nacido el 23 de febrero de 1971, fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998 por el entonces obispo de Istmina-Tadó, monseñor Alonso Llano Ruíz. Cursó sus estudios básicos en el Seminario Menor de Istmina y los superiores en el Seminario Mayor San Pío X de la misma diócesis.Su formación incluye una licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa (Universidad Católica de Oriente, 2000), una especialización en Pedagogía y Didáctica (2002), una especialización teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el Instituto Teológico-Pastoral para América Latina (2005), una maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales (Universidad Phoenix, EE. UU., 2011) y una especialización en Estudios Bíblicos (Universidad Uniclaretiana, 2012).En su labor pastoral, se ha desempeñado como párroco en varias comunidades la Diócesis de Istmina-Tadó, entre ellas, Santa Rita de Casia (Río Iró), San Roque (Juradó) e Inmaculado Corazón de María (Bahía Cupica). También ejecutó roles formativos: rector y vice-rector del Seminario Mayor San Pío X (2002-2003; 2006-2008), y responsable de Pastoral Universitaria (2009-2010). Fue párroco de la Catedral San Pablo Apóstol (2011-2018) y, recientemente, de la parroquia Espíritu Santo (2024).Desde 2018 hasta la actualidad, ejerció como vicario general, exorcista, moderador de la curia y delegado de Pastoral Sacerdotal en su diócesis.El Vicariato Apostólico de Guapi es una jurisdicción eclesiástica con amplia presencia de comunidades afrocolombianas e indígenas, así como con múltiples desafíos sociales vinculados al conflicto armado y la pobreza. La nueva misión episcopal encomendada por el Papa León XIV al padre García López, con amplia experiencia en zonas de difícil acceso y formación en gestión, podría representar un importante signo de esperanza para el fortalecimiento de la labor pastoral de la Iglesia Católica en esta zona del país.BiografíaEl padre Alfonso García López nació en Juradó (Chocó) el 23 de febrero de 1971.Fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1998, por S.E. Mons. Alonso Llano Ruíz, entonces Obispo de Istmina - Tadó.Cursó sus estudios de bachillerato en el Seminario Menor de Istmina, posteriormente filosofía y teología en el Seminario Mayor San Pío X de la Diócesis de Istmina – Tadó.Obtuvo la Licenciatura en Filosofía y Educación Religiosa en la Universidad Católica de Oriente - Rionegro, Antioquia - (2000); en el 2002 realizó la Especialización en Pedagogía y Didáctica de la misma Universidad; en el 2011 la Maestría en Administración de Empresas y Negocios Internacionales con la Universidad Phoenix, Arizona (EE. UU) y, en 2012, la Especialización en Estudios Bíblicos ante la Universidad Uniclaretiana.Ha tenido los siguientes encargos pastorales:-Párroco de Santa Rita de Casia, Río Iró (1998 - 2000).-Párroco de San Roque, Juradó (2000 - 2001).-Párroco del Inmaculado Corazón de María, Bahía Cupica, Bahía Solano (2001 – 2002).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X y, luego, Rector del mismo (2002 - 2003).-Estudiante de especialización Teológica con énfasis en Formación Sacerdotal en el ITEPAL (2004 – 2005).-Vice-Rector del Seminario Mayor Diocesano San Pío X (2006 – 2008).-Responsable diocesano de Pastoral Universitaria, Adscrito a la Parroquia de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2009 – 2010).-Párroco de la Catedral San Pablo Apóstol de Istmina (2011 – 2018).-Vicario General, Exorcista, Moderador de la Curia Diocesana, Delegado de Pastoral Sacerdotal y Formación Permanente del Clero, desde 2018 hasta la fecha.-Párroco de la parroquia Espíritu Santo de Istmina (2024).-El 14 de junio de 2025, el Papa León XIV lo nombra Vicario Apostólico del Vicariato Apostólico de Guapi.

Vie 13 Jun 2025
Catequistas del suroccidente colombiano profundizan en su misión frente a los desafíos actuales
En un ambiente de esperanza y compromiso, y a pesar de las tensiones sociales que se viven actualmente en el Valle del Cauca y el Cauca, 55 catequistas de la región suroccidente del país participaron en el primer Encuentro Regional de Catequistas del año, realizado los días 11 y 12 de junio en la casa de retiros Jesús Antonio Becerra, en la ciudad de Palmira.La jornada, convocada con el objetivo de fortalecer los lazos de comunión entre quienes tienen la misión de transmitir la fe, contó con la presencia de monseñor Rodrigo Gallego, obispo de Palmira, y del padre Francisco León Oquendo, director de Catequesis del Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC).Durante el encuentro, los participantes reflexionaron de manera sinodal sobre la aplicación del Directorio para la Catequesis en las prácticas pastorales de las distintas jurisdicciones eclesiásticas de la región, conformada por las provincias eclesiásticas de Cali y Popayán.¿Qué es el Directorio para la Catequesis?El Directorio para la Catequesis, aprobado por el Papa Francisco el 23 de marzo de 2020, continúa la línea de sus predecesores: el Directorio Catequístico General promulgado por Pablo VI en 1971 y el Directorio General para la Catequesis publicado por Juan Pablo II en 1997.Cada uno de estos documentos ha respondido a los desafíos de la catequesis en su respectivo contexto histórico, buscando actualizar el Magisterio de la Iglesia. Entre el primer y el segundo Directorio transcurrieron 26 años, y entre el segundo y el actual, 23. Esta secuencia refleja la necesidad de afrontar la dinámica cambiante de la historia, atendiendo especialmente a los desafíos contemporáneos.El nuevo Directorio pone especial énfasis en dos realidades culturales actuales: el impacto de la cultura digital y la globalización, que exigen una mirada renovada por parte de la Iglesia en su labor evangelizadora.Un llamado a la formación y al compromisoEl Departamento de Catequesis del SPEC ha identificado la necesidad urgente de retomar el estudio y difusión de este documento, tanto para iluminar los procesos formativos como para responder al desconocimiento que aún persiste entre muchos agentes pastorales responsables de la catequesis en las distintas jurisdicciones.Este departamento tiene como misión “promover procesos de iniciación cristiana para fortalecer el discipulado misionero, mediante el diseño de itinerarios formativos de inspiración catecumenal”, una tarea que requiere formación continua, discernimiento comunitario y apertura a los signos de los tiempos.

Vie 13 Jun 2025
"Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre”: Arzobispo de Popayán llama a la acción y a la unidad ante violencia en el suroccidente de Colombia
A través de un mensaje cargado de dolor pero también de esperanza, el arzobispo de Popayán, monseñor Omar Alberto Sánchez, se pronuncia sobre la grave crisis de orden público que vive el departamento del Cauca y el suroccidente colombiano, donde la escalada de violencia ha dejado víctimas mortales, heridos y comunidades en zozobra.El prelado hace un llamado a "despertar" como sociedad, sin acusaciones, pero con una clara convocatoria a la acción:"No es una voz de acusación, sino una voz que convoca a un despertar de una sociedad que tiene un compromiso pendiente con el futuro", afirmó.Un rechazo claro a la violenciaMonseñor Omar Sánchez es contundente al señalar que la violencia no es el camino: "Ninguna causa justa se ratifica a partir de la sangre. Una causa que tenga que pasar por lo violento y por la sangre es ya una causa muerta". Además, recuerda que el Cauca "está ávido de soluciones" y reafirma el derecho de las comunidades a la paz.Llamado a líderes y sociedad civilEl Arzobispo de Popayán dirige su mensaje a múltiples actores: desde las víctimas y sus familias –especialmente las de las siete personas fallecidas en los recientes hechos– hasta los líderes sociales, gobernantes y educadores, a quienes instó a no rendirse: "Necesitamos afirmarnos en la esperanza y en la necesidad de no quedar derrumbados, sino activos para el futuro".El prelado también pide una "acción humanitaria de alto nivel" y llama la atención sobre la indiferencia:"Si no alzamos la bandera por la vida, cualquier otra bandera parece posible. La bandera de la sociedad civil necesariamente debe ser la vida", enfatiza.Un mensaje para las víctimas: "No están solos"Monseñor Omar Sánchez se dirige directamente a quienes sufren las consecuencias del conflicto: "Siéntanse acompañados, no estamos derrotados en la esperanza". Asegura que, aunque el dolor es profundo, "en este territorio hay capacidad de poder seguir adelante".Vea el mensaje del Arzobispo de Popayán a continuación: