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Iglesia

Jue 23 Ago 2018

Construimos paz sirviendo al Señor

Servir al Señor de manera concreta, vivir con Él, ofrecer parte de nuestro tiempo para servir en la Iglesia, compartir nuestros bienes con la acción evangelizadora de la Iglesia, ofrecer algo para ayudar a la Iglesia, hacer que nuestra familia sirva al Señor; es decir, que reciba los sacramentos: bautismo, primera comunión, confirmación; que los enfermos prontamente reciban el sacramento de la unción y el matrimonio. Esto es servir al Señor. Servir al Señor no es una "frase" para decirla, es ponerla en práctica. De esa manera decimos que el Señor es nuestro Dios. O como lo dirá Pedro en el evangelio: A quién vamos a ir Señor, si tú tienes palabras de vida eterna. Esa es la paz que se construye, esa es la paz de la familia y de la Iglesia. Tareas: Analizar y ver si cada uno y su familia de verdad sirven al Señor. Analizar y ver cómo se están viviendo los sacramentos en su familia para servir al Señor. Si Usted o alguien en su familia carece de algún sacramento, es hora de hacer la preparación para celebrarlo con gusto.

Jue 23 Ago 2018

Equipo humanitario de la Iglesia se desplaza con ayudas a Chocó

En respuesta a la situación de confinamiento y riesgo de desplazamiento que están padeciendo las comunidades ubicadas en el municipio de Carmen del Darién, Departamento del Chocó, se trasladó hoy una comisión de ayuda humanitaria, que la conforman la Pastoral Social Nacional y miembros de la diócesis de Apartadó. Estas comunidades están compuestas principalmente por población indígena y algunas familias afro (Mamey Dipurdu, Zokerre, Embera Limón, Unión Chogorodó, La Madre y Chicao). Las mismas recibirán alimentos, agua, elementos de aseo y atención psico-social. Igualmente, en los próximos días se movilizará una nueva comisión a las comunidades ubicadas en la cuenca del Rio Truando en el municipio de Riosucio, donde brindarán ayuda humanitaria y acompañamiento a las familias que están sufriendo el flagelo del desplazamiento por causa de los enfrentamientos entre grupos armados. Esta acción se da gracias al apoyo solidario de la Cancillería Alemana y la Oficina de ayuda Humanitaria de la Comisión Europea. Por su parte, Amnistía Internacional señaló que hay desabastecimiento de alimento y falta de acceso a servicios básicos y que estos enfrentamientos ponen a los pueblos afectados en un estado de vulnerabilidad y desprotección inaceptable. Las autoridades nacionales, departamentales y municipales deben adoptar acciones integrales e inmediatas para garantizar sus derechos humanos ante esta situación.

Jue 23 Ago 2018

Pilar Arango y Jesús Magaña: “Llevamos a Dublín la voz de la familia colombiana”

Los esposos José de Jesús Magaña y Pilar Arango (tercero y cuarta en la foto, respectivamente, de izquierda a derecha), coordinadores del movimiento Unidos por la Vida, en Colombia, participan hoy, 23 de agosto, en uno de los paneles principales del Encuentro Mundial de las Familias (EMF) en Dublín, que lleva por títlulo: “la dignidad y la belleza del amor sexual: encontrar un lenguaje nuevo para verdades antiguas”. Jesús fundó en 1985 Vive, el primer movimiento pro-vida colombiano. Pilar, por su parte, hace parte de la red Familia Colombiana, una ONG que defiende los derechos de los padres, de cara al impacto de la ideología de género. La familia, un patrimonio de la humanidad PREGUNTA.- ¿Qué significa para ustedes participar en el EMF? PILAR.- Es un honor y una gran responsabilidad. Llevamos a Dublin la voz de la familia colombiana, la familia latinoamericana. La voz de un continente que tiene sabor de familia y que lo vive en sus tradiciones, en su cultura, en sus valores. Un continente que cree que la familia vale la pena, que es un tesoro, un patrimonio de la humanidad, y que merece ser cuidada, promovida y protegida por todas las instituciones gubernamentales. P.- Las tentativas de legalizar el aborto en los países no cesan, ¿qué papel juegan las familias católicas de cara a esta realidad? JESÚS.- Las familias son la fortaleza más grande para acabar con esta plaga moderna del aborto. En ellas nace y se cultiva la vida. Es el lugar privilegiado en donde Dios muestra su amor creador que sustenta el universo. Entrega total, apertura a la vida y placer P.- ¿Cómo asumir la dimensión erótica del amor en estos tiempos sin caer en “una negación del valor del sexo humano”, como propuso en su momento Juan Pablo II? PILAR.- La sexualidad, su belleza y dignidad es, simplemente, la continuación de un proceso de maduración integral y sana del ser humano. Es la llave de la vida y vínculo de unidad, en la que Dios Padre hereda a sus hijos, en la figura de los esposos, su esencia creadora en la procreación. Vivir una sexualidad en Dios es tomar y aceptar este estandarte con respeto y gratitud, y vivirlo en plenitud. Es entender que para vivirlo de manera que dignifique al ser humano, debe entenderse desde el concepto físico y espiritual en la figura de un trípode, que sería: entrega total, apertura a la vida y placer. Cuando se elimina uno de estos tres aspectos, el sentido de la sexualidad queda incompleto, se desdibuja de su verdadero fin. Es allí cuando puede caerse en el reduccionismo físico del placer como meta y fin último de la sexualidad, olvidándose que el placer es medio y no meta. Cuando la sexualidad se cierra a la apertura a la vida, anulamos nuestra capacidad procreadora dada como tesoro por Dios Padre, según su imagen y semejanza, a cada hombre y mujer. Cuando la sexualidad deja de ser medio de unión e intimidad exclusiva entre los esposos, se rompe el vínculo fuerte de unidad sellado con el sacramento del matrimonio y la bendición divina, vínculo necesario para enfrentar los desafíos de la vida matrimonial, su fortaleza será heredada como legado de amor a la estabilidad emocional de los hijos. Sexualidad y cuerpo P.- ¿La Iglesia y, en particular, las familias católicas, han dado a la sexualidad el lugar que le corresponde? JESÚS.- Yo creo que desde siempre en la Iglesia la sexualidad ha sido tratada con la delicadeza y la importancia que merecen. Ante la propuesta cátara que condenaba la sexualidad y el cuerpo humano, la Iglesia con mucha fortaleza afirmó la dignidad e importancia de estos en el plan de salvación de nuestro Señor. En nuestra época se ha dado un trabajo incesante con aportes tan significativos como los de la encíclica Humanae vitae, del beato Paulo VI, o la Evangelium vitae, de San Juan Pablo II. Los aportes de los laicos también han sido muy importantes, por ejemplo, en el terreno de la fertilidad, tenemos a los doctores Billings o los aportes del gran científico católico Jérôme Lejeune. Hace falta mucho todavía. Los desafíos son muy grandes por la gran confusión que el mundo moderno dentro de su inmanentismo está generando y que se han sintetizado en la ideología de género que ha sido desenmascarada y combatida muy eficazmente por la Iglesia a través de sus laicos. Mostrar la belleza del amor P.- ¿Qué avances se han logrado con Amoris Laeticia? JESÚS.- Creo que como toda encíclica está asimilandose por el pueblo de Dios. La encíclica hace una radiografía muy acertada de la situación actual e invita a una nueva evangelización de la familia y desde la familia para mostrar al mundo la belleza y el gozo del amor con métodos nuevos y cercanos a la gente en especial a los jóvenes. Por: Portal Vida Nueva Digital en Colombia

Mié 22 Ago 2018

IX Encuentro Mundial de Familia con participación colombiana

Bajo el lema “El Evangelio de la Familia: Alegría para el Mundo”, arrancó este martes en Dublín el IX Encuentro Mundial de Familia. Con una participación récord de más de 37.000 personas de 116 países, por su parte la delegación colombiana está conformada por monseñor Edgar de Jesús García Gil, presidente de la Comisión Episcopal de Familia, padre Daniel Bustamante Goyeneche, director del Departamento de Matrimonio y Familia del Episcopado y la pareja de esposos Pilar Arango y José de Jesús Magaña Martínez. Este evento católico contará con la presencia del Papa Francisco, quien viajará el próximo 25 de agosto a Dublín para clausurar el Encuentro que se inauguró el martes 21 de agosto y que concluirá el próximo domingo 26. El Pontífice pidió oraciones por los frutos de este viaje a Dublín, Irlanda, “Rezad también por mí para que el próximo viaje a Dublín, el 25 y 26 de agosto, con ocasión del Encuentro Mundial de las Familias, sea un momento de gracia y de escucha de la voz de las familias cristianas de todo el mundo. ¡Dios os bendiga a todos!”, fueron las palabras pronunciadas por el Papa durante la Audiencia General de este miércoles 22 de agosto en el Aula Pablo VI. Puede seguir cada momento de este Encuentro Mundial de las Familias a través del sitio web destinado por sus organizadores https://www.worldmeeting2018.ie/es/ [icon class='fa fa-download fa-2x']Programa del Encuentro Mundial de las Familias 2018[/icon] Video Mensaje del Papa: IX Encuentro Mundial de las Familias

Mar 21 Ago 2018

“Éste debe ser un día para atrevernos a soñar que será posible otra Ocaña”

Con estas palabras el obispo de Ocaña, monseñor Gabriel Villa Vahos, animó a la comunidad a vivir la fiesta patronal de la diócesis, en la advocación de Nuestra Señora de Las Gracias de Torcoroma. Dijo que es válido soñar por un mejor Catatumbo. Tomando las lecturas del Evangelista Juan en el pasaje de la boda de Caná, el obispo mencionó como María sigue diciéndole hoy a su Hijo: “no les queda vino”. “Pero ¿de qué vino se trata? Les falta el vino de la fe, de presencia de Dios en muchas vidas. Les falta el vino de la esperanza, del amor. En muchos hay indiferencia y olvido de Dios. Y el olvido de Dios deshumaniza”, afirmó. El prelado recordó como en el transcurso de este año, el Catatumbo ha seguido siendo referenciado por noticias tristes como son: los paros, enfrentamientos, amenazas, desplazamientos, masacres, entre otros. Ante esta realidad, hizo un llamado a la comunidad a no ser indiferentes. “La celebración de nuestra fiesta patronal diocesana debe ser una oportunidad para reflexionar y hacer propósitos que nos lleven a aportar en la implantación de una paz duradera, la que brota de un corazón convertido a Dios, al Evangelio”. Se refirió al papel de las familias para que sean verdaderas escuelas de amor, comunión y servicio. Formando esta unidad matrimonial entre un varón y una mujer, según el designio de Dios. “Les falta el vino del diálogo, la paciencia, el perdón y por esta razón abunda en muchos hogares la violencia intrafamiliar”. Hizo también mención al tema de la corrupción, hecho que deteriora el tejido social y lleva al empobrecimiento. “Muchos hermanos carecen de lo indispensable para vivir dignamente. Les falta empleo, vivienda, salud y con todo ello viene la violencia. Les falta el vino de la honestidad y ronda como cáncer la corrupción en muchos niveles”, aseguró. Recordó además las palabras del Papa Francisco donde afirma que la “política es una alta forma de caridad cuando es vivida como verdadera búsqueda del bien común y no para buscar beneficios personales”. Al respecto el prelado exhortó para que “se administren con transparencia los recursos que son de las comunidades y se procuren destinarlos a satisfacer las necesidades básicas de la población, “no se dejen tentar por el cáncer de la corrupción que tanto daño ha hecho a este país y a nuestra región”, puntualizó. Finalmente, pidió de la Virgen y Madre de Torcoroma, patrona de la diócesis su ayuda para “resplandecer en el testimonio de la comunión, del servicio, de la fe comprometida, de la justicia y el amor a los más necesitados, de ir a las periferias”. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar Homilía[/icon]

Mar 21 Ago 2018

La vida consagrada colombiana, tras las huellas de Medellín

Por estos días la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada en Medellín (Colombia) hace 50 años (1968), ocupa un lugar prioritario en la agenda de la Iglesia en América Latina y el Caribe. Aunque a lo largo del año ya se han venido realizando no pocos eventos académicos y pastorales, por todo el continente, en torno a la actualidad de este ‘hito’ eclesial, amén de publicaciones y números monográficos alusivos a la efemérides, este mes de agosto concentra buena parte de las actividades que buscan “hacer fluir la riqueza de tal patrimonio”, como pidió el papa Francisco a las directivas del CELAM, durante su visita a Colombia el año pasado. Memoria y perspectivas de futuro Con este telón de fondo, el Congreso Internacional organizado por la Conferencia de Religiosos de Colombia (CRC), justamente en la ciudad de Medellín, ha convocado durante este fin de semana (18 y 19 de agosto) a 220 religiosas y religiosos, muchos de ellos jóvenes, aunque también participan algunos laicos consagrados, miembros de institutos seculares, laicos comprometidos, seminaristas y sacerdotes diocesanos, para poner la mirada en los 50 años de Medellin como memoria y perspectivas de futuro para la vida consagrada. Metodológicamente, se ha conservado la propuesta que ha identificado el quehacer teológico y pastoral de la Iglesia latinoamericana a lo largo de cinco décadas, como explicitó la Hna. Gloria Liliana Franco, presidenta nacional de la CRC, en sus palabras de apertura: “En este congreso queremos hacer memoria de la II Conferencia del Episcopado Latinoamericano y eso nos desafía a asumir nuestra existencia en torno al ver, juzgar y actuar”. El propio Bergoglio, en su paso por Medellín hace casi un año (el 9 de septiembre de 2017), destacó la necesidad de formar discípulos misioneros “que saben ver, sin miopías heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí la juzgan. Y que arriesgan, actúan, se comprometen”. “Queremos que el legado de Medellín llegue a las nuevas generaciones” En ello también ha insistido el presidente de la seccional de la CRC en Medellín, Carmelo Carmelo Prestipino, Josefino de Murialdo, quien lidera el equipo organizador del evento: “Queremos que el legado de Medellín llegue a las nuevas generaciones de la vida consagrada y, por eso, este congreso no solo quiere asumir la memoria de la II Conferencia, sino que también se orienta a desatar nuevas miradas y compromisos, prospectivamente”. Ciertamente, en un tiempo en el que la vida religiosa experimenta su pequeñez y fragilidad, como recordó el pasionista Tarcisio Gaitán durante la lectio divina, se hace necesario volver a las fuentes, a la esencia del ‘acontecimiento Medellín’ para comprender su significado y su alcance hoy. Fue así como, a lo largo de la primera jornada, en el auditorio del colegio María Auxiliadora –en la zona céntrica de la ciudad–, los participantes tuvieron la oportunidad de interactuar con los ponentes invitados quienes, al tiempo que postularon sus miradas, reflexiones y análisis, provocaron profundas interpelaciones de cara al imperativo de la opción por los pobres. La ciudad y la montaña ‘Medellín 1968: La ciudad y la montaña’ fue el título de la conferencia del Dr. Óscar Calvo Isaza, profesor asociado del departamento de historia de la Universidad Nacional de Colombia, en la que compartió algunos de los hallazgos publicados en su obra Medellín (rojo) 1968 –en co-autoría con Mayra Parra Salazar–, sobre la protesta social, la secularización y la vida urbana que rodearon las jornadas de la II Conferencia, hace 50 años, destacando el protagonismo de algunos sacerdotes, religiosas y religiosos que, para ese tiempo, se adelantaron a dar vida a una Iglesia pobre y para los pobres, en las zonas marginales de Medellín. Enseguida, Nancy Fretes, de la Compañía de María, ahondó en la relevancia y actualidad de las intuiciones de Medellín. “En Medellín la Iglesia se había preguntado a sí misma quién es para este pueblo oprimido y marginado” –planteó la religiosa–. “Finalizado el discernimiento, a la luz de la Palabra que es Cristo y de la fuerza del Espíritu, se definió como la Iglesia de los pobres, profética y liberadora”. De ahí que la Iglesia latinoamericana, si pretende ser fiel a las mociones del Espíritu del Vaticano II, decantadas en Medellín, deberá dejarse afectar por el sufrimiento de los pobres. Ello “implica, ante todo, una actitud de humilde solidaridad”, aseguró Fretes, pero “supone, al mismo tiempo, confrontarse, sin temor, con las estructuras injustas que, interconectadas entre sí, trascienden fronteras y universalizan situaciones infrahumanas”. Vida consagrada y opción por los pobres A lo largo de estas últimas cinco décadas, la opción por los pobres preconizada en Medellín ha sucitado, en la vida consagrada, acciones concretas y radicales que pasan por decisiones personales y comunitarias, a fin de abrazar, efectivamente, los clamores de las periferias sociales y existenciales. Sobre este asunto recabó el franciscano Juan Jairo Rendón en su discertación sobre ‘Justicia, paz y vida consagrada’. “En la óptica de Medellín, la opción por los pobres pone en primer lugar no a los pobres, sino a la propia Iglesia que debe asumir tal opción”, aseveró Rendón, defendiendo que “los pobres, en [el documento de] Medellín, son tratados como sujetos”. Los frutos de Medellín Esta perspectiva, según el fraile franciscano, dio lugar a las comunidades eclesiales de base que “nacieron abiertas al mundo e interesadas en él”, donde se acentuó la necesaria tensión entre fe y política en la que también se suscribió la teología de la liberación que, dicho sea de paso, “antes de una teoría teológica fue una práctica pastoral”. Al final de la tarde, las densas ponencias de Calvo, Fretes y Rendón, dieron paso a talleres intergeneracionales que buscaron decantar el impacto y la trascendencia de Medellín en la vida consagrada. Esta primera jornada concluyó con una eucaristía, presidida por el presidente de la seccional de Medellín de la CRC. Para el día de hoy, cuando se ahondará en el horizonte profético de Medellín y sus perspectivas de futuro, se espera un pronunciamiento, a modo de compromiso. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Lea también: A 50 años de Medellín, las nuevas generaciones de la vida consagrada abrazan su legado[/icon] Tomado de: Vida Nueva Digital

Mar 21 Ago 2018

Carta del Papa al Pueblo de Dios

Este 20 de agosto el papa Francisco publicó una carta dirigida al pueblo de Dios en la que manifiesta el dolor de la Iglesia ante “el sufrimiento vivido por muchos menores a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas.” Como Conferencia Episcopal de Colombia, sintiéndonos parte del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, acogemos el sentir del Santo Padre y reiteramos nuestro compromiso de aunar esfuerzos para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones se repitan, sean encubiertas y continúen. Descargue aquí texto completo de la carta.

Mar 21 Ago 2018

El reto de la verdadera educación

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - Amigos lectores, deseo con ustedes afrontar un tema de vital importancia en el momento actual: el valor de la educación en la formación y crecimiento de nuestros niños y jóvenes. Vivimos un tiempo complejo, sometido a profundos cambios de orden cultural y tecnológico. En los últimos decenios la humanidad ha sufrido cambios inmensos en las capacidades tecnológicas y también de la comunicación. El hombre por la ciencia va teniendo cada vez más capacidades para enfrentar el mundo y disponer de bienestar, pero también ha entrado en una profunda crisis de valores y de falta de consistencia moral en sus hechos y comportamientos. El campo de la formación de los jóvenes y de sus principios de vida ha preocupado siempre a la Iglesia y ha comprometido en su tarea a los seguidores de Jesús, para fortalecer la escuela católica. La educación de los hijos hace parte de las tareas que no se pueden delegar ni entregar a otros sin asumir la propia responsabilidad de los esposos. En la transmisión de la vida, en la formación de una comunidad de vida en la mutua colaboración y en la educación de los hijos se concretan los altos valores a los cuales están llamados los esposos. Hoy hay muchas líneas o lecturas de la realidad social que busca arrancar a los esposos esta tarea de la educación de los hijos, entregando sus ideales, sus valores y líneas al Estado o a unos principios de presunta civilidad. La educación da razones de esperanza. El aprender las letras, los conocimientos, el saber humano no es el mero fundamento de la educación, no es el mero saber, es -sobre todo- el conocer a Dios y entender su respeto y el amor y la veneración que debemos darle. Enseña el libro de los Proverbios: “El inicio de la sabiduría es el temor de Dios” (Sap 9, 10). La primera verdad a la cual se enfrenta el hombre, desde niño, es la aceptación de Dios como creador y salvador del hombre, este es el gran reto que tienen quienes aplican las modernas teorías pedagógicas para educar y transmitir las verdades. El hombre creado por Dios, a su imagen y semejanza, está dotado de capacidades intelectuales y conocimiento que le permiten conocer y entender el plan de Dios para su existencia y, especialmente, para enfrentar el mundo con su discernimiento. El conocimiento y la ciencia son la base también del bienestar que debe procurar para su existencia. El saber, el conocer la naturaleza humana exclusivamente no son la base del conocimiento, el hombre está llamado también a conocer y amar los valores, las dimensiones trascendentes de la persona humana, que pasan más allá de lo que es meramente material. La Educación es una responsabilidad de los padres: A veces olvidamos esta verdad y este principio; la formación de los niños y de los jóvenes depende de sus padres, ellos son los primeros responsables de conocer la forma, el contenido, los métodos que se apliquen para la formación de los niños. No puede entregarse a otros esta tarea, si bien tiene que respetarse el trabajo de los profesores, los contenidos, la orientación, las grandes ideas y contenidos de la formación de los jóvenes tiene que ser supervisada con mucho cuidado por los padres. La educación comienza en los hogares, con la transmisión de los valores de la autoridad, de la honestidad, de los principios que rigen la vida de los hombres. El educar a los niños y jóvenes tiene que superar lo meramente humano, el solo conocimiento de las cosas de este mundo (sea la ciencia, sean las relaciones espacio corporales del hombre, sean las relaciones sociales entre las personas). El conocimiento hoy es inmenso, el hombre conoce tanto como nunca ha podido conocer y esta sabiduría está al alcance de todos con las modernas tecnologías. Es allí donde está el gran reto para la educación, una formación para asumir con libertad y en el respeto de la voluntad de Dios la vida y sus realidades. La escuela es uno de los dones preciosos de la comunidad humana. De la educación y de su calidad, de sus principios altos de moralidad y ética, depende el futuro de la humanidad y de nuestra comunidad concreta: Esta es la razón de la presencia de muchas comunidades religiosas y de la Iglesia misma en la tarea educativa. Hacer resplandecer el alto valor y los principios de la humanidad, de la alta dignidad de la persona humana. El gran reto está en buscar que las actividades que se realicen en la educación fortalezcan valores humanos y espirituales, que lleven a que el hombre busque siempre los bienes supremos de su existencia, que de verdad asuman los grandes principios de la existencia. Preguntémonos cuales son los valores que hoy se transmiten a los jóvenes y niños: ¿De verdad prevalecen los grandes valores?, ¿Prevalece la dimensión espiritual sobre lo material y el mero bienestar humano? Es real que tenemos una gran crisis de valores, tenemos situaciones de inmoralidad y de incoherencia en nuestra sociedad en los momentos actuales, busquemos todos fortalecer la comunidad humana desde los grandes valores de la fe. ¿Cómo son formados nuestros jóvenes? En nuestra Diócesis, estamos en la ESCUELA DE JESÚS, una escuela que nos lleva a la verdad, que nos muestra el camino de Dios, un camino donde conocemos a Dios por su PALABRA y comprendemos la Buena Noticia del Evangelio. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de Cúcuta