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diócesis de istmina

Dom 26 Sep 2021

Iglesia lanza SOS por amenazas a comunidades en San Juan y litoral pacífico chocoano

Un nuevo llamado a la paz y la reconciliación hace el obispo de la Diócesis de Istmina-Tadó, monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez, quien advierte del peligro que corren las comunidades por el anuncio de posibles genocidios que podrían llegar a ocurrir en estos territorios del pacífico. “Se están moviendo aguas subterráneas en este San Juan, anunciando verdaderos genocidios que podemos evitar. Por favor, es inaplazable la atención inmediata, por las vías del diálogo y la concertación”. A través de un comunicado, el prelado urge la presencia del Estado y de organismos nacionales e internacionales, “cuyo razón de ser fundamental es la vigilancia y cuidado de los derechos humanos integrales”. Así como también, pide a la Iglesia, a través de la Santa Sede, de los episcopados europeo, estadounidense, de las Cáritas, e instituciones eclesiales para que constaten y tiendan la mano ante la situación compleja que viven estas poblaciones. “Unidos a todas las autoridades, tanto Estatales como Sociales, cuyo radio de acción son los municipios de Istmina, Medio San Juan, Litoral de San Juan y Bajo Baudó, en el Departamento de Chocó, Colombia, nuevamente, en nombre de la Diócesis de Istmina-Tadó, dirijo un nuevo llamado en bien de la paz y la reconciliación, camino hacia un humanismo integral, para estas comunidades de hermanos afrodescendientes, wounaán y mestizas”. Las anteriores advertencias, las soportan luego de una visita pastoral y humanitaria que realizaran los días 24 y 25 de septiembre, una comisión de Pastoral Social de la Diócesis de Istmina, haciendo equipo con las Alcaldías Municipales de Istmina y Medino San Juan, Defensoría del Pueblo, ACNUR, WOUNDEKO Consejo de Autoridades del Pueblo Wounaán de Colombia, donde constatan los acosos que sufren las comunidades indígenas Wouna++an de La Unión Chocó, San Cristóbal, Puerto Olave, La Lerma y Unión Wounaán, de manos de las AGC o Clan del Golfo y del ELN, por el dominio de territorios. Según las cifras presentadas, un total de 1.200 personas estarían desplazadas de sus territorios. En el municipio de Puerto Olave se han recepcionado 250 familias y se abrió un corredor humanitario, acompañando el traslado hacia otros lugares más seguros, de 584 personas Wounaán, reunidas en 118 familias. “La Iglesia de Istmina-Tadó, con la Iglesia Católica en general, no ceja en el empeño de ser voz y acción de todos los que, sin ninguna distinción, claman por la justicia y la verdad. Todo homicidio es un fratricidio y la sangre humana, derramada como consecuencia de la espalda que le damos a Dios”. Finalmente, el prelado anuncia que la semana del 11 al 15 de octubre, la diócesis de Istmina, en unión con la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano, CRPC, los Consejos Comunitarios Mayores y Menores, los Cabildos Indígenas de Istmina y Medio San Juan estarán visitando estas comunidades y socializando el PACTO POR LA VIDA Y POR LA PAZ, esta misma acción la realizarán el 2 de octubre, en Ciudad Mutis, municipio de Bahía Solano.

Mar 23 Feb 2021

Obispos acompañan a comunidades del Río Baudó, víctimas de disputa territorial

En un video-mensaje difundido este 22 de febrero, la Iglesia católica presente en la región de Antioquia y Chocó, representada en sus obispos, pide con claridad y contundencia al Gobierno Nacional que mire con mayor atención estos territorios tan golpeados por la violencia, especialmente a la subregión del Baudó. Desde el 22 de febrero y hasta el viernes 26 de este mes, monseñor Juan Carlos Barreto Barreto, obispo de Quibdó; monseñor Mario de Jesús Álvarez Gómez​, obispo de Istimina – Tadó, y monseñor Hugo Alberto Torres Marín, obispo de Apartadó, se encuentran realizando un acompañamiento de escucha a las comunidades del Río Baudó, que son víctimas de la disputa territorial entre el ELN y Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). “No podemos seguir arrastrando una historia de olvido y de desprecio que alimenta la violencia, la muerte, con todo lo que hay alrededor (…) La Iglesia quiere colaborar, quiere acompañar, pero le corresponde a los gobiernos nacional, departamental y local hacer lo propio, para que estas comunidades vayan resurgiendo y encuentren el camino de la redención”. Al lamentar el asesinato de la Indígena Luz Aida Concha, de la comunidad Miacora,los obispos hacen un llamado a los grupos al margen de la ley para que paren esta ola de violencia y miren el sufrimiento causado a las comunidades. Por su parte, monseñor Juan Carlos Barreto, en diálogo con el Departamento de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), señala algunos factores que siguen aterrorizando a las comunidades de estos territorios chocoanos: “asesinatos, minas antipersonales, reclutamiento de menores, desplazamiento, confinamiento, amenaza a líderes y comunidades”. Frente a este panorama, observa que la presencia de los obispos en estos territorios, “además de acompañar a las comunidades”, también permite “visibilizar la situación y hacer incidencia ante la Comunidad Internacional y el Estado colombiano. La respuesta que se pide es integral”.