Pasar al contenido principal

iglesia católica

Jue 17 Nov 2022

23 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21,12-19

Todos los odiarán a causa de mi nombre, pero ni un cabello de su cabeza perecerá EN aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «les echarán mano, los perseguirán, entregándolos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndolos comparecer ante reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. 13 Esto les servirá de ocasión para dar testimonio. 14 Por ello, métanse bien en la cabeza que no tienen que preparar su defensa, 15 porque yo les daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario de ustedes. 16 Y hasta sus padres, y parientes, y hermanos, y amigos los entregarán, y matarán a algunos de ustedes, 17 y todos los odiarán a causa de mi nombre. 18 Pero ni un cabello de su cabeza perecerá; 19 con su perseverancia salvarán sus almas». Palabra del Señor.

Jue 17 Nov 2022

22 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21,5-11

No quedará piedra sobre piedra EN aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo: 6 «Esto que contemplan, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida». 7 Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?». 8 Él dijo: «Miren que nadie los engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayan tras ellos. 9 Cuando oigan noticias de guerras y de revoluciones, no tengan pánico. Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin no será enseguida». 10 Entonces les decía: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, 11 habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes. Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el cielo». Palabra del Señor.

Jue 17 Nov 2022

21 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21,1-4

Vio una viuda pobre que echaba dos monedillas EN aquel tiempo, Jesús, 1 alzando los ojos, vio a unos ricos que echaban donativos en el tesoro del templo; 2 vio también una viuda pobre que echaba dos moneditas, 3 y dijo: «En verdad les digo que esa pobre viuda ha echado más que todos, 4 porque todos esos han contribuido a los donativos con lo que les sobra, pero ella, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir». Palabra del Señor.

Mar 15 Nov 2022

19 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 20,27-40.

No es Dios de muertos, sino de vivos EN aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: 28 «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano”. 29 Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. 30 El segundo 31 y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. 32 Por último, también murió la mujer. 33 Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer». 34 Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, 35 pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos, no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. 36 Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. 37 Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. 38 No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos». 39 Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro». 40 Y ya no se atrevían a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

Mar 15 Nov 2022

18 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19,45-48.

Han hecho de la casa de Dios una ´´cueva de bandidos´´ EN aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oraciónˮ; pero ustedes la han hecho una “cueva de bandidosˮ. 47 Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, 48 pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándole». Palabra del Señor.

Mar 15 Nov 2022

17 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19,41-44.

¡Si reconocieras lo que conduce a la paz! EN aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía: «¡Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz! Pero ahora está escondido a tus ojos. 43 Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, 44 te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el tiempo de tu visita». Palabra del Señor.

Mar 15 Nov 2022

16 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19,11-28.

¿Porqué no pusiste mi dinero en el banco? EN aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida. 12 Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. 13 Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez onzas de oro, diciéndoles: “Negocien mientras vuelvo”. 14 Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo: “No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”. 15 Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. 16 El primero se presentó y dijo: “Señor, tu onza ha producido diez”. 17 Él le dijo: “Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno de diez ciudades”. 18 El segundo llegó y dijo: “Tu onza, señor, ha rendido cinco”. 19 A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”. 20 El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en un pañuelo, 21 porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”. 22 Él le dijo: “Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? 23 Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”. 24 Entonces dijo a los presentes: “Quítenle a este la onza y dénsela al que tiene diez onzas”. 25 Le dijeron: “Señor, ya tiene diez onzas”. 26 “Les digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. 27 Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, tráiganlos acá y degüéllenlos en mi presenciaˮ». 28 Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén. Palabra del Señor.

Jue 10 Nov 2022

15 noviembre | Lectura del santo Evangelio según san Lucas 19,1-10

El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido EN aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. 2 En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3 trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. 4 Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. 5 Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». 6 Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento. 7 Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». 8 Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». 9 Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. 10 Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido». Palabra del Señor.