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iglesia católica

Jue 7 Nov 2019

Defendamos la vida humana

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - «Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jeremías 1, 5). La vida humana es sagrada siempre, toda, en todas partes, para todos. Aparece nuevamente en el horizonte de nuestra comunidad el delicado tema de la VIDA HUMANA. Se ha presentado por parte del Ministerio de Salud y Protección Social, el proyecto de una resolución sobre la “Interrupción Voluntaria del Embarazo” -que no es otra cosa que el aborto- en Colombia, mostrado antes de su firma a la comunidad. También en el Congreso se ha expuesto y aprobado en primer debate, un proyecto de ley que reglamenta la eutanasia, que no es otra cosa que un atentado a la vida humana. Se pone pues ante nuestros ojos un delicadísimo tema, el irrespeto y el ataque a la vida humana desde sus primeros momentos de existencia -la concepción- hasta su término natural con la muerte. La humanidad, sobre todo en las últimas décadas, tiene una rara tendencia al desprecio de la vida. Esta es una constante que ha ido creciendo progresivamente. También entre nosotros, se ha abierto esta puerta con algunas sentencias de la Corte Constitucional, despenalizando el aborto y abriendo la puerta para su realización. Justamente cuando los adelantos de la ciencia han descubierto la admirable maravilla de la vida humana en todas sus facetas, se genera un movimiento que ataca y destruye la grandeza de la existencia humana, que niega el derecho natural a la vida, que atenta contra los que empiezan o contra los que, por una u otra razón, están ante el drama de la muerte, pretendiendo legislar y normativizar acerca de un derecho inalienable e indeclinable como es el de la existencia. Es oportuno que nosotros, como católicos, reflexionemos profundamente sobre este tema, que es fundamental y toca lo más sagrado de la existencia humana. Todos, tendríamos que entrar profundamente en el misterio de la vida, de sus fundamentos y realidades, en la dimensión de profundo valor que posee y, sobre todo, entrar claramente en su defensa. Se está tocando lo más fundamental de cuanto el hombre tiene, como regalo del Creador. La esencia misma de la fe, la misma naturaleza humana nos pide defender la vida en su totalidad. En la Sagrada Escritura encontramos claramente el precepto de Dios: “No matarás” (Éxodo 20, 13). El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña: “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente” (Número 2258). Los primeros cristianos, desde los primeros años, entraron claramente a defender la vida humana, respetando este don de Dios. Incluso, en la primera literatura cristiana, al comenzar la predicación del Evangelio, se nos ofrecen ejemplos de esta defensa autorizada de la vida en su origen mismo. En los dos primeros siglos encontramos esta enseñanza: «No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido» (Didajé, 2, 2; cf. Epistula Pseudo Barnabae, 19, 5; Epistula ad Diognetum 5, 5; Tertuliano, Apologeticum, 9, 8). Estas referencias no son únicamente una erudición, nos muestran que la lucha por la vida y su defensa hacen parte de la doctrina misma de los Santos Padres. Nos extraña profundamente que el mismo Estado, en sus autoridades del poder ejecutivo y del legislativo, tome estas decisiones que atentan contra la persona humana. Es claro que nuestra Constitución, respeta claramente la vida (Artículo 11 de la Constitución) el mismo que argumenta ampliamente la defensa de la vida, que en muchísimos apartes de la Constitución se defiende la existencia humana. Es doloroso, y creo que contra el espíritu de la misma y de los constituyentes, que se vaya abriendo la puerta a un verdadero crimen agravado por la plena convicción que dicen tener quienes proponen la destrucción de la vida, argumentando que la vida puede ser interrumpida, tanto en el momento mismo del nacimiento, como terminarla antes de su término natural. La gravedad del deseo de reglamentar lo que en mala hora fue aprobado por personas que, sobrepasando los límites de la autoridad, permitieron la práctica del aborto, instruyendo sin cansancio sobre la necesidad de generar leyes en las que se termina abusando de la propia libertad, de la libertad de los demás, de la libertad de la criatura que se está formando y que está en estado absoluto de indefensión. La Iglesia, Madre solícita, tiene el deber y la obligación de enseñar y actuar, por lo que nos enseña en la ‘Instrucción Donum Vitae’: “Cuando una ley positiva priva a una categoría de seres humanos de la protección que el ordenamiento civil les debe, el Estado niega la igualdad de todos ante la ley. Cuando el Estado no pone su poder al servicio de los derechos de todo ciudadano, y particularmente de quien es más débil, se quebrantan los fundamentos mismos del Estado de derecho [...] El respeto y la protección que se han de garantizar, desde su misma concepción, a quien debe nacer, exige que la ley prevea sanciones penales apropiadas para toda deliberada violación de sus derechos” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Donum Vitae 3). Por ello, los estados no pueden, por principio, negar el común criterio de defensa de la vida, legislando acerca de cómo suprimirla, extinguirla, suspenderla, negarla. Las leyes emanadas en tal sentido, incluso las propuestas que permitirían el Aborto, son intrínsecamente lesivas de la dignidad humana, ya que no pueden destruir lo que dicen defender, ni negar el derecho a vivir especialmente a los más vulnerables. El ABORTO, incluso si le cambian el nombre o definición a esta acción inhumana, es un homicidio en toda su realidad, agravado porque se comete contra quien no se puede defender y porque una legislación que va contra el principio fundamental de la vida, contra la vida misma, no es humana y pierde todo el sentido de su autoridad al propiciar la muerte, el dolor, la negación de la vida misma. La EUTANASIA, el suicidio asistido, es un atentado a la vida humana, una negación del derecho fundamental a la vida, que tiene cada persona y que es inviolable. Con estas decisiones se está destruyendo y atacando algo que es fundamental para los derechos de la persona humana, su derecho fundamental a la vida y a la existencia. No dejemos de pensar en la belleza de la persona humana, en la ternura de un niño, en la bondad y alta carga ética de valor de la vida humana. Somos hoy muy sensibles a los derechos de la persona humana, decimos todos defenderlos y promoverlos. Empeñémonos todos en la defensa de la vida humana en todos los momentos de su existencia. En esta edición de LA VERDAD encontrarán algunos elementos que entran claramente en estos temas, concretamente la Carta que la Conferencia Episcopal de Colombia ha escrito al Señor Ministro de Salud, sobre este delicado argumento. Gritemos y manifestemos claramente nuestra posición, con un ¡SÍ A LA VIDA! + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Jue 31 Oct 2019

Iglesia católica celebra solemnidad de todos los Santos

La Iglesia católica cada primero de noviembre celebra la solemnidad de todos los Santos, un momento para recordar todas aquellas personas que han consagrado su vida a Dios, así nos lo recuerda el padre Juan Carlos Liévano, Director del Departamento de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia. “Esta fiesta recoge lo que decimos en el Credo ‘la comunión de los santos’, en este sentido todos los bautizados estamos llamados a la santidad y cada cristiano está invitado a vivir la santidad a través del ejercicio de las virtudes y el encuentro con el otro. Pero, sobre todo, este es un momento para traer a la memoria a aquellas personas que en la tierra han vivido una vida ejemplar y ya gozan de la presencia de Dios en el cielo”, observó el sacerdote. Así mismo, recordó que esta no debe ser una celebración más, por el contario invitó a vivir esta solemnidad de una manera distinta, donde cada católico se pregunte qué hacer para llegar a la santidad “qué tengo que hacer para ser Santo, no un santo de imagen como el que vemos en los altares, sino llevar una vida ejemplar donde pueda reconocer que tengo una misión en la tierra, pero que mi destino final está en el cielo”. Es importante recordar que el Papa Gregorio III, durante su mandato en la Iglesia, entre los años 731 y 741, escogió el 1 de noviembre para la conmemoración de la vida de los santos. Luego, en el siglo IX, el papa Gregorio IV extendió esta festividad a toda la iglesia universal.

Mié 16 Oct 2019

20 de octubre: Domingo Mundial de las Misiones

Las Obras Misionales Pontificias de Colombia (OMP) invitan a apoyar el servicio de los misioneros comprometidos con el anuncio de Jesucristo en territorios de complejo acceso, donde su aporte contribuye a la formación en la fe, la promoción de las vocaciones y el mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades. Para estos fines, cada año, en el mes de octubre, dedicado a las misiones, se promueve la colecta del Domund en el penúltimo domingo del mes, día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con esta obra.“Renovamos la llamada inicial de Cristo y así se despierta de nuevo nuestra conciencia misionera universal”. El lema para esta jornada en Colombia es: ‘Cada uno de nosotros es una misión’, teniendo en cuenta que “en virtud de nuestro bautismo estamos llamados a ser misioneros, a colaborar en la evangelización, para que Jesús sea conocido en todo el mundo", han explicado los promotores de la campaña. “El Papa Francisco nos ha invitado a celebrar de manera especial el Mes Misionero Extraordinario. Todo octubre está dedicado a despertar una mayor conciencia misionera ad gentes y a promover el espíritu misionero en todos los bautizados”, agregaron. Sobre la jornada, la Santa Sede ha difundido un video del Papa Francisco en el que animó a colaborar con las Obras Misionales Pontificias y aseguró que “la oración es la primera obra misionera”. “Con este breve mensaje me gustaría presentaros una realidad importante, pero poco conocida, para la misión de la Iglesia: las Obras Misioneras Pontificias”, comenzó señalando el Santo Padre en su mensaje. “Desde los primeros tiempos el apoyo recíproco entra las Iglesias locales, comprometidas en anunciar y testimoniar el Evangelio, ha sido un signo de la Iglesia universal. Efectivamente la misión, animada por el Espíritu del Señor Resucitado, amplía los espacios de la fe y de la caridad hasta los extremos confines de la tierra”. Conoce detalles de la campaña en Colombia y haz tu aporte a través de: https://ompdecolombia.org/donaciones

Mar 15 Oct 2019

Iglesia invita a jornada por la vida y la paz en el pacífico y suroccidente del país

Ante la compleja situación humanitaria, social y ambiental que afrontan las comunidades del pacífico y suroccidente de Colombia, distintas fuerzas vivas de la región, entre las que se encuentra la Iglesia Católica, convocan a la Jornada por la vida y por la paz: ¡Los pueblos buscan unidad!, que se llevará a cabo el próximo miércoles 16 de octubre. La iniciativa, han explicado sus promotores, busca: - Exigir la inclusión territorial con enfoque social y ambiental, a partir del cumplimiento de los derechos constitucionales y los acuerdos con sectores cívicos de la región. - Expresar el rechazo a las economías ilegales y a la corrupción administrativa. - Manifestar un NO contundente a la presencia de los actores armados ilegales y a la violación del DIH por parte de miembros de la Fuerza Pública. - Demandar la efectiva implementación del acuerdo de paz y la búsqueda de la transformación del conflicto armado a través de mecanismos de negociación. Según lo manifestó el arzobispo de Popayán, monseñor Luis José Rueda Aparicio, desde la región del pacífico y suroccidente de Colombia, la Iglesia se unirá con diferentes signos que “nos ayudarán a reforzarnos en la esperanza y en el compromiso de defender la vida, la reconciliación y la paz". Dentro de principales problemáticas que afronta esta zona y son objeto de denuncia por parte de sus habitantes, quienes reclaman acompañamiento y soluciones estructurales se encuentran: Abandono estatal, pobreza monetaria, desigualdad social, corrupción administrativa, narcotráfico, minería irresponsable, control territorial por parte de los grupos armados ilegales, violación del DIH por miembros de la fuerza pública, confinamiento, desplazamiento, asesinato de líderes sociales, reclutamiento de menores, secuestro. La jornada por la vida y la paz es convocada por: Organizaciones sociales, campesinas, indígenas y afrodescendientes; la Iglesia Católica presenta en la zona: Arquidiócesis de Cali y Popayán, Diócesis de Apartadó, Istmina, Quibdó, Palmira, Buenaventura, Guapi, Tumaco, Ipiales, Pasto y Mocoa-Sibundoy; sectores académicos; medios de comunicación; otras iglesias y confesiones religiosas. Acciones de la Iglesia durante la Jornada Estas son las Jurisdicciones que se harán presentes en esta Jornada por la vida y por la paz: Popayán: Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción (Eucaristía y lucernario - Hora: 6:00 p.m.) Cali: Concentración en la Plazoleta de la Gobernación (9:30 a.m. a 12 m.) Quibdó: Concentración y marcha - Parque Manuel Mosquera Garcés (8:00 a.m.) Istmina: Marcha homenaje a líderes y lideresas desde el colegio diocesano San José (3:00 p.m.) Mocoa-Sibundoy: Marchas y eucaristía en Parroquias y centros misionales. Palmira: Jornada de Oración - Lucernarios en las parroquias - Acto simbólico parque Simón Bolívar (5:00 p.m.) Buenaventura: Catedral de San Buenaventura - Procesión, acto penitencial y eucaristía. (7:00 p.m.) Ipiales: Concentraciones y eucaristías en las parroquias. Congreso por la vida y la paz Pasto: Santo Rosario al parque (jueves 17 de octubre plaza de Nariño) y eucaristías Santuario Nuestra Señora de La Merced (5:00 p.m); procesión con la imagen de Nuestra Señora de La Merced (6:30 p.m.). Tumaco: Concentración en el Puente del Morro (30 de octubre)

Jue 12 Sep 2019

Iglesia católica colombiana anima Encuentro Interreligioso

El Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo realizó, el día de ayer, 11 de septiembre, un encuentro interreligioso para promover la “cultura del Encuentro”, propiciar un acercamiento, conocimiento y aunar esfuerzos en la construcción de una sociedad más justa y fraterna. Participaron diversas comunidades o espiritualidades que respondieron a la invitación: cristianos de diversas denominaciones tanto Iglesias históricas como las nuevas realidades eclesiales cristianas; también hicieron presencia delegados de las comunidades Musulmana, Hare Krishna, Budista tibetana y de Scientology. En un ambiente fraterno compartieron el interés por trabajar juntos en bien de las diversas realidades que vive nuestro país. En este encuentro el Departamento para la Promoción de la Unidad y del Diálogo, de la Conferencia Episcopal de Colombia, socializó el documento “La fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común”, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, el pasado 4 febrero de 2019, en su visita apostólica a los Emiratos Árabes Unidos; a cada participante se le hizo entrega un ejemplar de este documento. El resultado del encuentro se valoró en términos positivos, se destacó el aporte que hacen las diversas espiritualidades en la construcción de una sociedad más interesada, en la dignidad de la persona humana y el cuidado de la creación.

Lun 9 Sep 2019

Iglesia en Colombia anima a asumir el camino hacia la paz definitiva

Al conmemorarse el segundo aniversario de la Visita Apostólica del Papa Francisco al país, los obispos de la Iglesia Católica han reiterado el llamado a “asumir y urgir el camino hacia la paz definitiva, la reconciliación personal y social, el rechazo a la violencia (…) la consolidación de la unidad y de la institucionalidad”. Haciendo eco a las palabras del Santo Padre en Villavicencio: “Es la hora para desactivar los odios, renunciar a las venganzas y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en una verdadera cultura del encuentro fraterno”, los prelados convocaron a los sectores de la sociedad colombiana a “acrecentar el esfuerzo y la dedicación para lograr la reconciliación tan anhelada”. Para ello, insistieron, es preciso “superar las diferencias políticas, ideológicas, culturales y económicas, dejar intereses y propósitos individualistas”. Tras ratificar el llamado por la defensa de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural y rechazar todo hecho de violencia, recordaron que en el camino para la reconciliación es fundamental el diálogo, la honestidad, la cooperación, la justicia social, el respeto de los derechos humanos y el acceso a las víctimas a la justicia, verdad y reparación. Finalmente, afirmaron que “estamos llamados a apoyar a quienes han dejado las armas para reincorporarse a la vida política, económica y social”. “A quienes permanecen en los Espacios de Reintegración y Capacitación, les expresamos nuestra cercanía y apoyo para el logro de las metas trazadas en el marco de la convivencia pacífica y la participación en la vida democrática”, manifestaron. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar comunicado[/icon]

Vie 6 Sep 2019

"El cristianismo bien vivido es una verdadera revolución social"

Primera lectura: Sb 9,13-18 Salmo: Sal 90(89),3-4.5-6.12-13. 14+17 (R. cf. 12b) Segunda lectura: Flm 9b-10.12-17 Evangelio: Lc 14,25-33 Introducción A la luz de los textos se pueden desarrollar temas como: • La fragilidad del ser humano. • La fuente del conocimiento del hombre es la sabiduría de Dios. • Evidenciar que, a la luz de la realidad humana y la sabiduría de Dios, los planes del hombre, sin el concurso de Dios, no son más que ignorancia. • La vida cristiana como un gran aporte a la transformación de la sociedad. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? En todas las lecturas se evidencia la condición limitada del hombre. El ser humano no logra conocer por simple reflexión (1 lectura), es un ser de polvo muy efímero (Salmo), a tal punto que se sigue que puede ser reducido a la prisión, a la esclavitud (2 lectura); está apegado a mil cosas que, si no son bien usadas, solo lo atan y no le permiten desarrollar su verdadera condición (Evangelio). En todo ello interviene Dios dándole el don de la Sabiduría que le concede ver las cosas con otra mirada, sin esta ayuda divina, todos los planes del hombre no son más que fracasos, tanto para esta vida, como para la eterna. En La primera lectura, del libro de la Sabiduría, se nos muestra que en la vida experimentamos que no es suficiente con adquirir conocimientos de tipo intelectual, el más versado en él, siente vacíos y ansias de algo más, de algo que le dé sentido a sus acciones. La respuesta está en la Sabiduría, que abre al hombre a su dimensión trascendental, a su verdadero destino, al encuentro con Dios, a su dimensión religiosa. Los versículos 13-18 que se han proclamado, son la parte final de una bellísima oración para pedir el don de la Sabiduría (Sb 9, 1-18). Ojalá todos la aprendieran desde la Biblia y oraran con ella. La lectura, Inicia planteando con dos interrogantes sobre ¿quién conoce el designio de Dios o lo que el Señor quiere? A ellos responde con una reflexión en 6 sentencias, en las que queda claro que los pensamientos del hombre son frágiles e inseguros, que su condición de creatura terrena le oprime y no le permite fácilmente ese tipo de conocimiento; a lo máximo, con fatiga medio vislumbra lo que está a su alcance. Esta reflexión viene seguida de nuevas preguntas de corte retórico, pues en ellas mismas se descubre la respuesta; sin la Sabiduría y el Espíritu Santo es imposible llegar a descubrir el sentido de los designios de Dios. En la conclusión final se presentan los beneficios de adquirir este don. En efecto, el don de la Sabiduría, permite enderezar las sendas, descubrir lo que le agrada a Dios y encontrar la salvación. El salmo 90 (89), es una reflexión de carácter sapiencial que coloca en paralelo la eternidad de Dios y la precariedad del ser humano. El salmista trae a la oración la experiencia cotidiana de lo corta y frágil que es la vida terrena, ella es como una “vela nocturna”, “un sueño”, como “la hierba”, a esta realidad se le agrega que el hombre no tiene la capacidad de calcular ni siquiera los años de su existencia. El orante no se detiene en estos rasgos desconsoladores, sino que se lanza confiadamente a la voluntad de Dios; Él es “nuestro refugio”, Él da valor a nuestra existencia, él concede el corazón sensato, sacia de misericordia y compasión a sus siervos, haciendo que la vida sea alegría y júbilo, y las obras de nuestras manos estén marcadas por la prosperidad. En Filemón, llamada “la Carta del Corazón”, por tratarse de un asunto muy personal que Pablo refiere en un corto mensaje dirigido al Cristiano Filemón, en lo concerniente al esclavo Onésimo que ahora ha aceptado la vida en Cristo, Pablo lo asume como su hijo. No entra en polémicas sobre lo legal o no, sino que apela a un cambio de visión y nuevas relaciones, gracias a la condición de la vida en Cristo y al profundo amor y fraternidad cristiana que los une. En el esclavo, el amo, Filemón, está llamado a recibir el propio corazón de Pablo (v.12), Pablo deseaba la ayuda de Onésimo, pero no quiso proceder sin el consentimiento de Filemón, por ello lo deja en libertad de decidir (v. 14); le pide que reciba a su esclavo no como esclavo sino como hermano, como si fuera el mismo Pablo. Todas las relaciones y “responsabilidades” desde la condición de cristianos quedan transformadas. En el evangelio de hoy, Lucas nos presenta las condiciones para seguir a Jesús, camino que teológicamente llamamos discipulado. Ciertamente, el camino de la fe se inicia con un enamoramiento inicial que se va per- feccionando en el camino. El texto tiene dos partes: la primera, vv. 25-27, donde encontramos unas exigencias de renuncia y desprendimiento. Estas junto a la imagen de “cargar la cruz” no suponen un peso adicional a las realidades sobrecogedoras de la vida, sino un estilo de vivir la cotidianidad a la luz del mensaje salvador y del amor transformador de Dios. Estas exigencias no son una renuncia de “olvido”, sino de libertad y de un asumir las realidades desde la condición del amor cristiano, algo así como lo que Pablo planteó a Filemón, quien ya no debe recibir a un esclavo sino a un hermano. La vivencia del discipulado en estos términos no es otra realidad que la concretización del primer mandamiento: “Amar a Dios sobre todas las cosas”, incluido papá, mamá, hermanos, familia. etc. La segunda, que la componen los vv. 28-34, describe la necesidad del discernimiento para la realización de este proyecto, que pide confiar en la ayuda de Dios, porque si solo se confía en las fuerzas humanas, no experimentaremos más que las burlas de los demás y que nos traten de locos. El discernimiento supone oración y suplica para recibir la ayuda de la sabiduría divina. El v. 35 concluye evidenciando que la confianza no pude estar en los bienes materiales porque eso nos hará indignos del nombre de discípulos del Señor. El discipulado se caracteriza por su libre y absoluta confianza en los planes de Dios. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y qué me sugiere para decirle a la comunidad? ¿Cuánto cuesta seguir a Jesús o ser un hombre de fe auténtica? En verdad, no cuesta nada, es cuestión de amor, de entrega radical, porque en últimas quien más gana es quien invierte en este seguimiento, encuentra la salvación y hace su mayor aporte a la transformación de la sociedad. Ciertamente, para que esas condiciones se den es necesario tener una auténtica vida cristiana y no solo de nombre. Esta es auténtica cuando se ha crecido en el camino del discipulado, en el encuentro y la formación con Jesús. La verdadera vida cristiana busca descubrir cuál es el querer de Dios para ponerlo por obra y no proceder por caprichos personales. En esta dinámica, la oración es una condición fundamental para recibir la sabiduría que nos permite saber lo que le agrada a Dios, para ello es necesario reconocer la caducidad del ser humano y tener un corazón humilde y sencillo, con la capacidad de confiar en Dios y pedir a él los dones necesarios para ver y descubrir su querer en medio de las realidades terrenas. El cristianismo bien vivido es una verdadera revolución social. El evangelio lo transforma todo. He aquí la importancia de incidir en la sociedad con los valores del Reino, la urgencia de compartir este valor inmenso de confiar en Dios, ponernos en camino y ser en verdad “bautizados y enviados” para callejear la fe y con ella transformar nuestras tristes realidades sociales. En este tiempo en que estamos en plena marcha en la realización del Mes Misionero Extraordinario, al que nos ha convocado el Papa Francisco, todos estamos llamados a activar la misión, comunicando la alegría transformante del Evangelio de Jesús de Nazaret; debemos colocar todas nuestras fuerzas y recursos para antojar del amor de Dios a otros, ponernos en modo “salida”. Como Jesús, “Ve y haz tu lo mismo” (Lc 10, 37). Como Él ponte en camino y comunica el amor de Dios. 3. Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es necesario, de manera individual y eclesial, orar todos pidiendo al Señor el don de la sabiduría para conocer lo que Él quiere que hagamos. Orar y preparar a los misioneros de la parroquia y disponer los diversos espacios para que esta acción de la Iglesia Universal y, de manera particular, el compromiso de la Iglesia Católica en Colombia, para que cuente con la ayuda de Dios y este “Mes Misionero Extraordinario” sea todo un éxito que desate procesos de verdadero camino discipular. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Podría ponerse en cartelera el verso del salmo: “Danos, Señor, un corazón sensato, para saberte escuchar”. 2. Se podría emplear el Prefacio Dominical IX: La acción del Espíritu Santo en la Iglesia, que presenta la acción poderosa de Dios que dirige sabiamente la nave de la iglesia asistiéndola con su Espíritu Santo. 3. Del 8 al 15, se celebra en Colombia la Semana por la Paz. Durante la semana se puede organizar temática y acciones por la paz con grupos pastorales parroquiales, tanto de la zona urbana como rural; el jueves convendría realizar una Hora Santa suplicando a Dios el don de la paz del país.

Vie 30 Ago 2019

“La implementación de los acuerdos de paz nunca ha parado”: Mons. Henao

¿Volverá Colombia al conflicto o seguirá la ruta de la paz que a la que con tanto esfuerzo se llegó? Para entender este dilema, Vida Nueva ha conversado con monseñor Héctor Fabio Henao, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombia, cuya labor por la paz es reconocida en el país desde los años 90, y participó de los recientes procesos de negociaciones entre las FARC y el gobierno, que llevaron a la firma de los acuerdos de paz. Acuerdos de paz en marcha Cuando toda la Iglesia se prepara para celebrar la semana por la paz del 2 al 9 de septiembre, este baldazo de agua fría ha caído sobre los colombianos, no obstante Henao ha asegurado que “la implementación nunca ha parado, la implementación de los acuerdos siempre ha continuado y siempre ha estado avanzando”. También ha admitido que el ritmo de implementación ciertamente ha disminuido, pero no se ha arruinado. “En particular la implementación se está ejecutando en el campo de la reintegración de los excombatientes de las FARC, lo cual es bastante positivo. Hay unos desafíos grandes que el gobierno ira abordando progresivamente y uno de ellos tiene que ver con la Reforma Rural Integral que está también en los acuerdos”. Para el presbítero la implementación de estos acuerdos debe darse de manera integral, porque “allí hay puntos que son de mediano y largo plazo que requieren ser siempre ser puestos en camino para que la implementación no se centre solamente en unas partes”. Violencia por control territorial Por otra parte, Héctor Fabio Henao ha mencionado que la situación del país es compleja. “Sabíamos que la etapa posterior a la firma de los acuerdos de paz iba a ser difícil, que debía haber muy pronto un ocupamiento del Estado con sus distintos organismos sociales para satisfacer las necesidades de la población de manera muy rápida para asegurar que esos mismos territorios no fueran cooptados por otros actores ilegales”. Entre estos actores irregulares que han sembrado el miedo en los territorios desmovilizados están – ha dicho –, los grupos herederos del paramilitarismo, el ELN o nuevos grupos armados, principalmente por el control territorial para el tráfico de drogas: “Todo eso lamentablemente ha tenido un impacto muy fuerte con consecuencias humanitarias enormes”. Si bien a juicio del sacerdote la criminalidad en el país ha disminuido en cuanto al número de homicidios, todavía persisten temas relacionados con el asesinato y amenazas a líderes sociales, defensores de derechos humanos y líderes indígenas por “relaciones particularmente sensibles a los compromisos de derechos comunitarios sigue siendo tema mucho cuidado y motivo de mucha preocupación”. En diálogo permanente La Iglesia persistirá en su labor de la implementación de la paz, el perdón y la reconciliación, por ello desde distintas instancias han sostenido diálogos muy cercanos con organizaciones sociales, plataformas de derechos humanos y con organizaciones que están trabajando en el campo del acompañamiento a las personas amenazadas y “en ese diálogo hacemos parte de la Mesa por la vida que lidera la Procuraduría General de la Nación”. Desde estos espacios se han creado una serie de pasos colectivos para “hacer seguimiento y ayudar a que el Estado defina cada vez más la política de protección y active todos los mecanismos que existen y ejerza una coordinación interinstitucional que dé una respuesta efectiva a la implementación de los acuerdos de paz”. La reconciliación abrirá puertas La paz se logrará cuando se empiece a combatir la inequidad, por ello ha recomendado al gobierno aunar esfuerzos para generar acciones más contundentes para equilibrar el desarrollo entre las distintas regiones. Para la población en general ha animado a seguir el compromiso ciudadano de adoptar todos los mecanismos de participación, donde “la voz ciudadana pueda ser escuchada para alimentar y agilizar lo que es el trámite de las aspiraciones de las comunidades”. “Estamos en un momento en el cual es muy importante mantener una visión de mediano y largo plazo, en la que seamos capaces de identificar cuáles son los grandes aportes que la ciudadanía puede hacer y de esa manera seguir trabajando de la mano, porque se han dado logros se deben sustancialmente a la participación ciudadana activa en distintos momentos”, acotó. Además, ha pedido involucrar los valores de la fe en la perspectiva nacional que estamos construyendo, “eso significa dar mayor fuerza al trabajo por la reconciliación, el cual abrirá las puertas a muchos otros logros”. Fuente: Portal Vida Nueva