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Iglesia

Jue 26 Sep 2019

Cáritas Colombia realizó foro “Cultura del encuentro y de la hospitalidad”

En el marco de la celebración de la 105° Jornada Mundial del Migrante y Refugiado a la que el Papa Francisco ha convocado para el próximo domingo, 29 de septiembre, el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS), realizó este jueves 26 de septiembre el Foro: “Cultura del encuentro y de la hospitalidad”. El espacio busco sensibilizar y concienciar a los animadores parroquiales sobre la situación migrante y de refugiados que impacta en las diferentes parroquias y otros espacios eclesiales, por lo que se propusieron herramientas de apoyo, orientación y acompañamiento desde la Integración. El foro, que contó con la asistencia de más de 100 personas, se desarrolló en tres bloques temáticos: La primera parte a cargo de Manuel Oviedo, en representación de ACNUR Colombia, quien hizo la presentación del Pacto Global de Refugio. Un segundo momento, fue un panel integrado por Diana Olaya, subdirectora de identificación, caracterización y relaciones de la Secretaría de Integración de Alcaldía de Bogotá, Juan Thomás Ordoñez, investigador del Semillero de migración de la Universidad del Rosario, y la religiosa Scalabriniana Teresinha Monteiro, secretaria ejecutiva del Centro de Atención del migrante de la Arquidiócesis de Bogotá, quienes presentaron sus experiencias de aprendizajes en la Cultura del Encuentro y la Hospitalidad. El tercer bloque fue protagonizado por migrantes de Siria, Angola, Irak y Nicaragua, quienes bajo el lema del papa Francisco “No se trata solo de migrantes, se trata de no excluir a nadie” hablaron de sus vivencias y testimonios sobre su proceso de integración en Colombia. Durante los espacios de integración se realizaron actividades culturales a cargo del grupo de música venezolano Alma Llanera y el equipo de animación sociocultural del Servicio Jesuita a Refugiados. Los asistentes recibieron el subsidio pedagógico “No son solo migrantes, son personas”, una publicación de Cáritas Colombia, editado con el objetivo de “Edificar la ciudad de Dios y de la persona humana desde acoger, proteger, promover e integrar a las comunidades migrantes, refugiados, desplazados y víctimas de trata” en el país. Este evento fue una iniciativa del Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombia, junto con la comisión Arquidiocesana de Movilidad Humana, miembros de la Red Clamor –Capitulo Colombia y el programa Puentes de Solidaridad.

Mié 25 Sep 2019

La Iglesia en lo social: Aporte al desarrollo humano integral

Por: Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria - La Iglesia colombiana ha estado presente en las realidades sociales del país desde su inicio. Cada población, cada corregimiento tiene la huella de la obra de sacerdotes, religiosos y laicos que, movidos por el deseo de hacer presente a Dios en medio de su comunidad, promovieron la construcción de obras de infraestructura, carreteras, hospitales, viviendas, sitios de atención a los más vulnerables, instituciones de capacitación para trabajadores como es el caso del SENA. Pero no han sido obras aisladas, se ha tratado de todo un movimiento de largo plazo que ha buscado no solo atender con las obras de misericordia a quienes sufren sino crear el ambiente para que “pasen de condiciones menos humanas a condiciones más humanas”, tal como lo señala el Papa san Pablo VI. Para promover, acompañar y coordinar estas acciones, la Conferencia Episcopal creó el Secretariado Nacional de Pastoral Social / Cáritas Colombiana y cada Diócesis ha creado un Secretariado Diocesano de Pas-toral Social / Cáritas y, a su vez, las parroquias cuentan con el Comité Parroquial de Pastoral Social, conformando una red enorme de misericordia. Son muchos los documentos de la Conferencia Episcopal que reflejan el compromiso de la Iglesia colombiana en materia social. Estos muestran que una línea central de su accionar es la evangelización de lo social, lo cual significa que se tiene como meta hacer presente los valores del Evangelio en las relaciones sociales. Los documentos hacen referencia permanente a la presencia de Dios en la historia de nuestro país, iluminando y guiando a su Iglesia en el compromiso con las poblaciones vulnerables. Dan testimonio de la forma como la caridad y la acción en favor de los más necesitados han estado en el corazón de la Iglesia colombiana a lo largo del tiempo. En los años recientes una parte muy importante de la actividad social se ha centrado en el compromiso por salvar vidas en medio de los grandes desastres y emergencias que se viven en las comunidades. Para lograrlo, la Conferencia Episcopal creó hace más de 30 años la Campaña de Cuaresma: Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes, que se hace en todas las parroquias del país para fortalecer su compromiso con obras concretas diocesanas o parroquiales y aportar a un fondo nacional de emergencias que atiende poblaciones alejadas que han sido golpeadas por calamidades naturales o producidas por el ser humano. Este compromiso permite que las comunidades locales expresen el amor de Dios a los más necesitados en forma cercana y como respuesta a sus necesidades inmediatas. Se trata de ¨trabajar juntos¨ haciendo que sean los afectados por los desastres quienes se conviertan en protagonistas de la construcción de alternativas y salidas frente a las crisis que les afectan y más adelante puedan re-construir sus vidas y su tejido social. En este campo ha habido enormes proyectos como los desarrollados para aportar a la reconstrucción después de grandes terremotos como el que afectó al Eje Cafetero hace algunos años. Una de las cosas que más valoran los que reciben este apoyo de la Iglesia es el ¨habernos reconocido como personas y hacernos parte de la solución desde nuestra cultura y nuestras aspiraciones¨. Salvar vidas muchas veces incluye el proteger a las personas que pueden ser reclutadas o explotadas a causa de la vulnerabilidad que sufren después de una emergencia. En este sentido, se trata de una atención integral a las familias y a la comunidad afectadas. Así se ha hecho en un programa de mucho impacto que se ha desarrollado en favor de la población desplazada y víctima del conflicto armado. Fue la Iglesia la primera institución en el país que llamó la atención en el año 1994 sobre el drama del desplazamiento mediante una investigación nacional y luego siguió con programas de atención a esta población. La llegada reciente de población venezolana que busca protección en Colombia ha movido la solidaridad de la Iglesia bajo el lema de acoger, proteger, promover e integrar a las familias y a los migrantes en general. La Iglesia en Colombia tiene una larga experiencia de décadas apoyando a los migrantes y solicitantes de refugio la cual se pone hoy en marcha en favor de esta necesitada población. Una segunda gran línea de la Iglesia en Colombia es aportar a la reducción de los niveles de pobreza, en particular la pobreza extrema que golpea a una parte de nuestra población. Se trata de proyectos productivos y de generación de me- dios de vida en las comunidades más afectadas. Desde las regiones más alejadas se hacen trabajos con campesinos en la adopción de medidas para aumentar su capacidad de obtener los pro- ductos necesarios, y tener acceso al mercado para sus productos. El aporte para la superación de la pobreza implica también acciones de educación como camino clave para el avance en el mediano plazo, y la capacitación inmediata para el empleo o para obtener medios de subsistencia; en ambos casos está comprometida la Iglesia con numerosas Diócesis y organismos parroquiales. En algunos casos estos ejercicios exigen tomar medidas para la adaptación al cambio climático; de hecho, hay varios proyectos en ejecución con comunidades que viven los efectos de la deforestación y de la degradación de sus territorios. Se trata de comunidades con condiciones de pobreza muy complejas donde las Diócesis hacen esfuerzos para acompañarles en este caminar. Indudablemente, un componente importante de estos proyectos es el de construcción de forma de convivencia pacífica entre los habitantes y superación de conflictos y formas de violencia que hacen más pesadas las condiciones de la pobreza que viven las poblaciones. La Iglesia en Colombia comprende que sus esfuerzos por el desarrollo y la paz deben ir unidos, haciendo un gran programa que abra caminos integrales para la vivencia de la dignidad de las personas. En este sentido hay más de cien iniciativas locales de paz en que las Diócesis acompañan a las comunidades para que por medio del diálogo encuentren soluciones a conflictos locales y aseguren el desarrollo de la comunidad como tal. El acceso a alimentos es un desafío para los más vulnerables de la sociedad. Para garantizar el derecho a una alimentación de calidad la Iglesia ha creado varios programas e instituciones, entre los que están los Bancos de Alimentos que conforman una gran red en todo el país. En esta línea no se puede desconocer el enorme aporte de parroquias, congregaciones religiosas y movimientos de laicos que se esfuerzan por hacer realidad la ayuda a quienes padecen por limitaciones alimentarias. Un sondeo de todas las instituciones de Iglesia comprometidas en con el tema nos permite afirmar que el aporte de la Iglesia es verdaderamente significativo y que muchas personas padecerían enormes limitaciones con impactos muy serios en el desarrollo humano integral, si esfuerzo no existiera. Los programas de carácter ambiental están teniendo mayor impacto en el periodo reciente gracias al llamado del Papa Francisco al “cuidado de la casa común”. Bajo ese lema la Iglesia colombiana está desarrollando un programa de gran alcance desde la Red Eclesial Panamazónica, que promueve las comunidades de la Amazonía y la Orinoquía y que además se compromete con el cuidado de todos los bosques en Colombia con la perspectiva de asegurar condiciones de vida digna para los pobladores. Hay poblaciones especialmente vulnerables que requieren el acompañamiento y presencia de la Iglesia, estamos hablando de las personas privadas de la libertad hacia quienes se tiene un programa integral de atención a ellos y sus familias para aliviar su situación, e igualmente los enfermos hacia quienes no solamente se tienen instituciones de atención médica sino equipos de acompañamiento y de cercanía en medio del sufrimiento. Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria Director del Secretariado de Pastoral Social de Cáritas Colombiana *Publicación original ‘Periódico La Verdad’ – Diócesis de Cúcuta.

Mié 25 Sep 2019

Iglesia busca fortalecer procesos de maduración en la fe desde la niñez

Durante el acto inaugural del Encuentro Nacional para la Infancia y la Niñez, que se desarrolla por estos días en Bogotá, el secretario general de la Conferencia Episcopal de Colombia –CEC-, monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, presentó en nombre de los obispos su saludo de bienvenida y agradeció a los asistentes por la constancia y el trabajo realizado en favor de los niños, reconociendo que este será un espacio de esperanza. “Me atrevería a decir que este encuentro representa esperanza porque toca un área que de por sí tiene que despertar el anhelo de un mañana mejor para la sociedad y la Iglesia (…) Todos los encuentros son muy importantes, pero este es un escalón más por lo que representa para el futuro pastoral de la Iglesia; por eso, en nombre del episcopado yo quiero dar las gracias a todos ustedes que están empeñados en el trabajo pastoral con los niños y preadolescentes”. Afirmó que el trabajo de los agentes de la pastoral de infancia y niñez debe ir marcados en la perspectiva de potencializar la dimensión religiosa de los niños desde muy temprana edad, diseñándose estrategias que ayuden a cultivar un proceso de maduración y crecimiento en la fe. “¿Cómo hacer que la inclinación natural del niño a la vida en la fe, a la creencia en Dios, sea realmente cultivada y que después fructifique en una vida cristiana madura?”. Perspectivas para el trabajo de la Infancia y la Niñez 1. Atención integral en la fe Se hace imperativo que, atendiendo los signos de los tiempos, la Iglesia pase de una catequesis pre-sacramental a un trabajo más activo; es decir, una convocatoria para atender integralmente las necesidades y potencialidades del menor, esto ayudará a desarrollar unos buenos procesos educativos en la fe y el crecimiento humano e integral de los niños. Esta es la misión común de la Iglesia y para cumplir este objetivo se requiere sumar fuerzas. 2. Protección de los niños en los ambientes eclesiales Este tema tiene que ser asumido a conciencia por todos los que hacemos parte de la Iglesia. Se debe encontrar acogida en todos los proyectos que se realicen implementando programas del buen trato para con los niños, niñas y adolescentes. La Iglesia colombiana ha venido trabajando sobre el tema de abuso de menores. Esto tenemos que fortalecerlo en consonancia con todas las políticas diocesanas que existen en las comunidades. 3. Necesidad de crear verdaderos procesos Cuando se trata de la infancia y la niñez es necesario que el proceso se lleve a largo plazo. Urge pasar de acciones puntuales a procesos pastorales. No podemos dejar que los niños se queden en la Iglesia solo hasta la confirmación y después los perdamos. Desde las primeras etapas es necesario alimentar la procesualidad en los niños y jóvenes, estar dispuestos a enganchar las acciones con las que pueden venir después, inclusive alcanzarlas a prever o sugerir para que los procesos pastorales abarquen toda la vida de la persona. El evento que finaliza este jueves 27 de septiembre, ha marcado como objetivo: “Conocer las características, experiencias y necesidades del niño en la infancia y la niñez e invitar a los agentes de pastoral infantil a descubrir en su quehacer cómo satisfacer las necesidades y exigencias del niño, para que la evangelización en este período de vida sea eficaz y fecundo”. ALBUM FOTOGRÁFICO

Mar 24 Sep 2019

Si no se protege a la familia, la sociedad se destruye

Ha insistido monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira y presidente de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al referirse a los desafíos que afronta la estructura familiar en el contexto actual, marcado por el influjo de las tecnologías y la relativización de los valores. Ante esta realidad, el prelado afirmó que es urgente que la Iglesia, a través de la Pastoral de Matrimonio y Familia, ofrezca respuestas oportunas de acompañamiento a las familias a lo largo de su itinerario (noviazgo, primeros años de vida matrimonial, llegada de los hijos, madurez en la pareja y partida de los hijos, etc.). Bajo esta perspectiva, se busca que la pastoral vaya más allá de atender el sacramento del matrimonio; planeándose un plan de formación integral para los agentes que acompañan la pastoral. “Nosotros queremos decir que ahora la pastoral matrimonial y de familia se encarga de hacer un acompañamiento a lo largo del itinerario del amor y comienza con los niños, con los jóvenes, los adolescentes, los novios, el día del matrimonio, en su aniversario, cuando nacen sus hijos, cuando tienen alguna circunstancia especial; es decir, un acompañamiento permanente”, explicó el prelado. Luego se refirió al tema de la formación en valores, indicando que estos comienzan “por casa, en la básica primaria, secundaria y universitaria. Entonces toda la educación de la Iglesia católica tiene también esta tarea, nosotros al mismo tiempo que educamos a nuestros niños, jóvenes y adolescentes, tenemos que ilustrarlos para que conozcan cuál es la verdadera antropología cristiana para que aprendan a vivir en familia y educarlos para que vivan en una sociedad sana”. Observó como la familia hoy se está viendo amenazada por el tema de la ideología de género, donde dos personas del mismo sexo se pueden casar. “Tenemos situaciones preocupantes porque están atacando la realidad propia del matrimonio y la familia (…) porque si cada uno, según ellos, pueden elegir su género, entonces este es el final de una propuesta antropológica cristiana que nosotros tenemos desde que comenzó el mundo, porque Dios nos creó hombre y mujer (…) Las redes y la cuarta revolución nos está haciendo creer que todo es relativo, que cada uno puede pensar qué es bueno o malo, que es verdadero o falso y que cada uno es señor y dueño de su propia verdad, este es un gran desafío que debemos afrontar como Iglesia”. Por otra parte, destacó la labor que están adelantando algunos movimientos y asociaciones en Colombia, quienes se han organizado para trabajar en favor de la familia “debemos valorarlos y apoyarlos porque nos están ayudando a mantener lo que llamamos la belleza de la familia”. También hizo algunas recomendaciones a aquellas parejas que se están preparando para recibir el sacramento del matrimonio, invitándolas a tener una verdadera preparación “esto significa examinar la madurez de las diferentes dimensiones de la persona humana, psicológica, física, social, intelectual, ética, moral y religiosa (…) Tienen que prepararse espiritualmente para aceptar con fe las exigencias propias del sacramento como Dios lo quiere (…) No queremos más matrimonios a la carrera”. Contó, además, cómo desde el Departamento de Matrimonio y Familia se viene trabajando en la formación de parejas que prestan el servicio de consejería matrimonial y de familia desde las parroquias. “Queremos que haya parejas que ayuden en sus parroquias a la consejería familiar, lugares donde las parejas puedan ir, ser escuchadas, se les oriente y les ayuden”. ¿QUÉ VIENE PARA LA PASTORAL FAMILIAR Y DE MATRIMONIO? Día del Agente de Pastoral FamiliarComo mandato de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia de la CEC, cada 22 de octubre, a partir de este año, se celebrará en Colombia el día del Agente de Pastoral Familiar. “Se trata de darle relevancia a la tarea de estos agentes, son parejas que ya se han comprometido, que quieren trabajar y de hecho ya lo están haciendo en sus parroquias para ayudar a otras parejas. El 22 de octubre es el día de San Juan Pablo II, un papa que se dedicó mucho a la familia, por ello celebraremos esta jornada”. Bodas de Oro de la Comisión Episcopal de Matrimonio y Familia El año 2020 marca una fecha especial para esta dependencia, se celebrarán los 50 años de haber sido constituida como Comisión, para celebrarlo se está trabajando desde ya en la organización de un Encuentro Nacional con los diferentes agentes de pastoral, donde se revisará el camino recorrido y se proyectarán nuevas propuestas de trabajo. Semana de la familia Cada 15 de mayo la Iglesia católica celebra la Semana de la Familia, que coincide con el Día de la Madre y el Día Universal de la Familia propuesto por la ONU. Para animar esta Jornada la Conferencia Episcopal ha elaborado un subsidio que consta de 10 talleres prácticos, con temas precisos referentes a la familia y el respeto a la vida; este material se comparte con los agentes de pastoral de las Jurisdicciones, parroquias y movimientos apostólicos. Publicaciones Con el ánimo de ofrecer un apoyo a los agentes de pastoral de las jurisdicciones y organizaciones que trabajan el tema de la familia, el Departamento de Matrimonio y Familia de la CEC, ha elaborado una serie de publicaciones, entre las que se encuentran: ‘Mes del cuidado y protección de la vida’ (14 fascículos de formación y sensibilización frente al tema de vida); ‘talleres de reparación inmediata al matrimonio’ (consta de 12 temas que se proponen para trabajar en cualquier curso prematrimonial); folleto ‘Perfil del agente de pastoral familiar’ (cómo debe ser la pareja que desee trabajar en una parroquia para ayudará a otras parejas); ‘Expediente Matrimonial’ (una ayuda para aplicar antes de que la pareja se vaya a casar. Es un insumo que tiene el sacerdote para tener un diálogo personal con la pareja y los testigos antes de contraer el matrimonio). Estructura organizativa del departamento de Matrimonio y Familia La estructura organizativa de este departamento está integrada por ocho obispos, presidiendo la misma, monseñor Édgar de Jesús García Gil, obispo de Palmira. Durante la pasada Asamblea de Obispos, que se desarrolló en julio de este año, fue designado como director del departamento, el padre Juan Carlos Liévano, y le asiste en esta área la señora Martha Rocío Morales Heredia. Sobre los desafíos que representa para el nuevo director, este nuevo servicio que presta a la Iglesia católica, el sacerdote Juan Carlos Liévano, doctor en Bioética, reconoció que hay una difícil situación que está afrontando hoy la familia. Dijo que es importante abrir la capacidad de escucha para entender la realidad que están viviendo las parejas. “Todos queremos tener una familia unida, pero hay muchos conflictos laborales, sociales, entre otros, que afectan directamente a la familia y a veces no saben a quién acudir y se sienten ahogados en problemas que tienen una solución”. Expuso que hay que seguir las recomendaciones del Papa Francisco, en atención a las familias, que consisten en acogerlas, comprenderlas, formarlas y orientarlas, es decir una “Iglesia de puertas abiertas” que ayude a reconocer las realidades propias de ella. “Nos proponemos hacer un acompañamiento en todas las etapas de la familia, desde que empieza hasta que finaliza, que no sea solamente en las etapas de crisis sino en todo momento”, aseveró el sacerdote. El padre Liévano, quien estuvo durante dos años como Notario del Tribunal Eclesiástico en la diócesis de Neiva, hizo un llamado a las parejas que desean emprender el camino de constituirse como familia, así como aquellas que ya lo son, pero enfrentan problemas, para que descubran o redescubran el sacramento del matrimonio como un proyecto de vida que dura para siempre. “Yo he acompañado las catequesis prematrimoniales durante unos 30 años y he visto muchos tipos de parejas, las que están iniciando su relación o aquellas que llevan muchos años de unión, desde la óptica del sacramento, es descubrir que esto no es un sacramento más, sino que es el elemento que enriquece y fortalece la unidad familiar. Vale la pena luchar por la familia, porque cuando lo hacemos estamos no solamente realizando nuestro proyecto de vida, sino también ayudando a salvar la humanidad”, precisó.

Mar 24 Sep 2019

Iglesia en Buga dialogó con candidatos sobre temas de desarrollo rural y urbano

Este lunes 23 de septiembre, en la Casa Episcopal de la Diócesis de Buga, la Comisión de Conciliación Regional (CCR) de ese municipio, facilitó un espacio de reflexión, diálogo y generación de propuestas concretas sobre temas como desarrollo rural y urbano, integración regional,reconciliaciónypaz, con loscandidatosa las alcaldías de los municipios deBugayTuluá. Al evento, presidido por monseñor José Roberto Ospina, Obispo de la Diócesis de Buga, fue invitado el P. Darío Echeverri, Secretario General de la Comisión de Conciliación Nacional, quien invitó a los candidatos a no dejar que a sus comunidades les roben laesperanza; pensar y hacer que la paz sea posible, desde la generación de verdaderas oportunidades de desarrollo; y a trabajar desde sus planes de gobierno porque sea posible una reconciliación basada en la sanación de heridas desde laverdad. A partir de la metodología conocida como Café del Mundo, los candidatos asistentes, en compañía de miembros de la CCR que facilitaron y realizaron la relatoría en cada grupo de trabajo, los candidatos reflexionaron y generaron propuestas sobre temas como: oportunidades y desafíos para una integración regional; el desarrollo rural y urbano como una oportunidad para construir paz; cómo articular el campo y la ciudad; y la importancia de implementar la Política Pública de Desarrollo Rural Integral aprobada en 2018 para el municipio de Guadalajara de Buga, gracias a la unión del sector rural y al apoyo de la Comisión de Conciliación Regional. Con la actividad, la Iglesia buscó facilitar un espacio de encuentro fraterno y diálogo, hacer un llamado al trabajo colectivo entre instituciones y municipios, comprometer a los candidatos en el desarrollo rural integral de la región a partir del trabajo de nodos y sensibilizarlos frente a su importante rol en la tarea de construcción de paz en sus territorios desde un verdadero liderazgo político pensado a partir del bien común. Durante el espacio, los miembros de la Comisión de Conciliación Regional dieron a conocer a los candidatos la iniciativa de nodos de desarrollo rural, creada como una plataforma para avanzar en los procesos de construcción de paz territorial, para que pueda ser tenida en cuenta en sus planes de Gobierno. Al encuentro también fueron invitados como panelistas Erminsu Ivan David Pabón, Director del Instituto Mayor Campesino, Wilder López, Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Buga, y Miguel Ángel González, Presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Tuluá. Esta actividad fue realizada gracias al apoyo solidario de la Embajada de Noruega en Colombia y en el marco de la línea de trabajo sobre incidencia política que desarrolla la Comisión de Conciliación Nacional (CCN) en representación de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). Fuente: Oficina de comunicaciones Comisión de Conciliación Nacional

Vie 20 Sep 2019

La catedral de Jericó celebra 50 de consagrada

Este viernes 20 de septiembre la catedral Nuestra Señora de las Mercedes en Jericó (Antioquia), cumplió 50 años de consagración y celebró su aniversario con actos culturales y religiosos, donde hicieron presencia delegaciones de las 32 parroquias que conforman esta Diócesis. La fiesta estuvo animada con un desfile de silleteros que salió desde el Seminario San Juan Eudes, llegando al parque principal municipal. Así mismo acompañó esta caminata un escuadrón de banderas pontificias y de los distintos municipios que conforman esta región de Antioquia. El acto central de esta celebración estuvo enmarcado por una eucaristía presidida por el obispo de esta Jurisdicción, monseñor Noel Antonio Londoño Buitrago, a la que asistieron obispos de los departamentos de Caldas y Chocó, las principales autoridades del municipio, la policía Nacional, el clero, religiosos (as) y los fieles, rindiendo un homenaje a Nuestra Señora de las Mercedes, patrona del municipio y a la madre Laura, la primera santa colombiana. Hace cincuenta años, en 1969, Monseñor Augusto Trujillo Arango consagró la nueva catedral de la Diócesis de Jericó, en el suroeste antioqueño. La primera piedra del templo, traída del municipio de San Pedro de los Milagros, se puso el 1 de enero de 1949 con la inscripción: “el Señor de los Milagros obsequia la primera piedra para la catedral de Jericó”. Fotos: Of. de comunicaciones Diócesis de Jericó

Vie 20 Sep 2019

Llamados y enviados a la Misión

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Animación Bíblica, en el contexto de la celebración del mes de la Biblia, ha elaborado la cartilla “Llamados y enviados a la Misión”. Este documento propone 10 encuentros, que están orientados a la preparación bíblica del mes misionero extraordinario, convocado por el Papa Francisco para el próximo mes de octubre del 2019.

Vie 20 Sep 2019

La voz del Pastor | Septiembre 22 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según San Lucas16, 19-31