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Iglesia

Jue 6 Jun 2019

Encuentro con el Resucitado | Junio 09 de 2019

"Cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua" (Hch 2,11) TAREAS: 1. Haz una oración agradeciendo el Don del Espíritu Santo en tu vida 2. Apréndete los Dones del Espíritu Santo 3. Cuéntale a tu familia algo que el Señor haya hecho en tu vida [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ir a lista de reproducción[/icon]

Mar 4 Jun 2019

Acerquemos la Palabra de Dios, adquiere la Predicación Orante

La Conferencia Episcopal de Colombia, a través del Departamento de Liturgia, pone a disposición de ministros ordenados, religiosos y laicos laPredicación Orante de la Palabra y las Moniciones y Oración Universal de los Fieles. [tabs class="horizontal"][tab title="PRESENTACIÓN" icon="Icon name 1"] Estas orientaciones para La Predicación Orante de la Palabra y las Moniciones y Oración Universal, que presenta el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC), coordinado por el Departamento de Liturgai, están elaboradas siguiendo la forma comcreta de escuchar lo que el Señor quiere decir en su Palabra y permitir que el Espíritu Santo transforme a todo aquel que sea tocado por esta Palabra. Igualmente, motiva para que todo el que se acerque a este subsidio también ofrende un tiempo prudente de oración, a la lectura de la Palabra de Dios para que ella hiera al predicador y, a través de él, al pueblo de Dios que participa en la celebración litúrgica. Como tema de profunidazación sobre esta importancia y necesidad del encuentro privilegiado del ministro de la homilía con la Palabra que será proclamada y predicada, se ofrece la reflexión "Primero Comunicarnos con Dios, para luego Comunicarnos con la Asamblea". El II Tomo comprende desde el inicio de la Solemnidad de la Santísima Trinidad hasta la Solemnidad de Cristo Rey, con el que se cierra el Año Litúrgico del Ciclo C Departamento de Liturgia Conferencia Episcopal de Colombia [/tab][tab title="DETALLE" icon="icon name 2"] Autor(a): Departamento de Liturgia Catálogo: Liturgia Idioma: Español Número de Páginas:151 Editora: . Año de publicación:Mayo 2019 Dimensiones: 17cm x 24cm [/tab][tab title="COMENTARIOS" icon="Icon name 1"] [/tab][/tabs] Mayores informes: PBX: 437 55 40 Ext. 264 Correo electrónico: [email protected]

Mar 4 Jun 2019

Banco de Alimentos de Bogotá presenta campaña “Únete a los Héroes"

Bajo el lema “Únete a los Héroes”, el Banco de Alimentos Arquidiocesano de Bogotá lanzó una campaña para que personas e entidades se sumen a esta iniciativa que tiene como misión luchar contra el hambre en las poblaciones vulnerables. En una entrevista concedida al portal digital Aciprensa, el director ejecutivo de esta institución, padre Jaime Saldarriaga Molina, explicó que el objetivo de esta campaña es contar con el apoyo de más “héroes”, quienes pueden participar de diferentes maneras para detener el problema del hambre. “Nuestra campaña se llama ‘Únete a los Héroes’ porque identificamos como héroes a todos aquellos que quieren hacer algo por los que tienen necesidad de alimento”, explicó. Añadió que el banco considera “héroes” a todos aquellos “que se han preocupado en los sectores más pobres, por hacer lugares de acogida para la gente con necesidad, desde niños, adultos mayores, fármacos dependientes, personas necesitadas o con discapacidades”. A través de esta campaña la entidad recibe alimentos, productos de aseo e higiene personal, así como bienes y servicios, que son destinados y distribuidos a las ONG inscritas en el banco. Actualmente, asiste a más de 61 mil niños, 22 mil jóvenes, 24 mil adultos, 10 mil adultos mayores y 47 mil familias. Para recibir este apoyo, las ONG deben acreditar que trabajan con una población vulnerable, describiendo los beneficios alimentarios que brindan, y a su vez, deben estar legalmente constituidas. De acuerdo con el sacerdote, un héroe también es aquel que “en lugar de botar productos que no alcancen a comercializar, los entreguen para hacerlos llegar a organizaciones donde se pueden mejorar condiciones de vida y condición vulnerable”. En cuanto a la situación actual de las poblaciones con hambre en Colombia, el P. Saldarriaga explicó que hay dos fenómenos que encuentran en su labor diaria. “En nuestro país solo se logra aprovechar dos tercios de lo que llegamos a producir, cosechar, o comercializar, el resto se desperdicia. Es por ello que en Colombia estamos contribuyendo al número de gente con hambre”, advirtió. En ese sentido, con su campaña el banco también busca modificar tres puntos clave: modificar hábitos alimentarios, generar una cultura de la alimentación sana y saludable, y en tercer lugar, luchar contra la cultura de la mendicidad. “No es justo que estemos haciendo mendigos. Necesitamos calmar el hambre y luchar contra la pobreza. De lo contrario, seguimos haciendo obras que parecen muy interesantes, pero que no tienen la bondad con la que de verdad dignificamos esa calidad de vida a la gente que más necesita”, subrayó. El sacerdote, quien es director ejecutivo del Banco de Alimentos desde el 2001, enfatizó que “si damos las cosas fáciles a los pobres, no les estamos haciendo el bien que ellos requieren. No estamos haciendo la tarea bien hecha”. “Es importante que la gente se alimente bien y tenga una cultura de buenos hábitos, acompañar a los más pobres para que tengan escolarizados a los niños, así como también, ayudar a que los adultos mayores sean insertados en lugares donde puedan trabajar y sentirse útiles”, destacó el P. Saldarriaga. En ese sentido, destacó que muchas organizaciones han dejado de trabajar con ellos porque “se han vuelto sostenibles”, lo cual responde al objetivo de la campaña. En cuanto al trabajo de los jóvenes, comentó que se debe promover una dinámica de oportunidades que les permita “tener la ilusión de prepararse para el mundo del trabajo y engranarse con las economías”. Asimismo, recalcó el voluntariado que realizan los estudiantes a través de sus prácticas profesionales. “También son ‘héroes’ los estudiantes que realizan la práctica social que le exigen las universidades, ya que de esta manera interactúan con los emprendedores sociales y se hacen partícipes de la posibilidad de mejorar el mundo de esas familias que los necesitan”. El sacerdote comentó que en Estados Unidos y Europa se descubrió que “hay cosas que la gente hace que no es que tengan valor, sino que no tienen precio”. “Lo que hace un voluntario lo hace generando cambios y dando lugar a unas mejores oportunidades en la vida de la persona que lo necesita”, afirmó. El Banco de Alimentos de Bogotá es una fundación completamente autosustentable que nace en el 2001, con el objetivo de dar respuesta al llamado que el Papa Juan Pablo II realizó en la Carta Apostólica “Novo Millenio Ineunte”: una obra basada en la generosidad que beneficie a las personas más vulnerables de la capital colombiana. El banco tiene un grupo de 126 colaboradores que son “un puente” que los une a los más necesitados, y que les permite llegar a más de 313 mil personas en estado de vulnerabilidad en la capital colombiana.

Dom 2 Jun 2019

CEC lamenta fallecimiento del sacerdote Iván Darío Giraldo

La Conferencia Episcopal y el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano –SPEC- lamentan el fallecimiento de Mons. Iván Darío Giraldo Restrepo, sacerdote de la arquidiócesis de Medellín, quien sirvió al SPEC como Director de Catequesis y Secretario Adjunto durante varios años. El Episcopado recuerda a este insigne sacerdote como un hombre con alto sentido del servicio y apasionado por el tema de la catequesis, lo que le permitió hacer un gran aporte en este campo a la Iglesia en Colombia. Ora para que “el Señor le conceda la dicha eterna y pide para su familia y sus fieles la esperanza de la resurrección de Cristo”. Las exequias se celebrarán hoy domingo 2 de junio, a las 4:00 pm., en la parroquia de Nuestra Señora de Los Dolores de la América en Medellín, comunidad de la que era párroco.

Sáb 1 Jun 2019

Id al mundo entero y proclamad el Evangelio

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - Este domingo celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor. En los evangelios encontramos dos textos que nos relatan este acontecimiento de fe, 40 días después del domingo de la Resurrección. San Lucas en el capítulo 24 (Lucas 24, 50-53) y San Marcos en el capítulo 16 (Marcos 16, 19) nos relata este acontecimiento particular en el cual Jesús, acompañado de los 11 discípulos Asciende glorioso hacia el cielo. El relato de este acontecimiento de la vida del Salvador es presentado, con más amplitud de detalles, por San Lucas en el libro de los Hechos de los Apóstoles (Hechos 1, 9-11). En este relato, abunda en detalles y elementos precisos de este momento de la vida de Cristo y su despedida de esta tierra. En los relatos hay una clara y sentida realidad teológica: El envío de los Apóstoles a evangelizar y a predicar en toda la tierra. Es el mandato misionero de Jesús. Al oriente de la ciudad de Jerusalén, en la cúspide de una pequeña montaña, que comienza en el llamado Huerto de los Olivos, en el camino hacia Betania, se encuentra el monte de la Ascensión, donde el Señor vuelve al Padre, lugar significativo y de gran belleza, hoy ocupado por un lugar religioso de los musulmanes. Para nosotros es la oportunidad de celebrar esta Solemnidad en la liturgia, que trae a nuestra historia este hecho de la vida del Maestro. La Ascensión del Señor abre a la comunidad creyente las puertas de un bello y largo camino, el camino de la vida de la Iglesia y de la Evangelización, que terminará cuando se acabe esta historia dramática, llena de gozos y esperanzas, de pruebas y de dolor, en la que se mueve nuestra vida y la vida de la Iglesia. Dicen los Evangelios que Jesús fue preparando este momento de dos modos: En la Última Cena tras ofrecerse como alimento y vida de sus apóstoles, les prometió de diversos modos que cuando retornara al Padre les regalaría el don admirable del Espíritu Santo, como consta en los capítulos 14, 15, 16 del Evangelio de San Juan. Es la promesa del Consolador, del Paráclito, que nos servirá de abogado y que regala a la Iglesia la fuerza evangelizadora para predicar a Jesucristo como Salvador del mundo entero. En los Evangelios Sinópticos, en varias presencias suyas les anunció que el retorno al Padre era inminente y, finalmente los citó para despedirse y para enviarlos a anunciar la verdad y la vida a todos los pueblos. Podemos leer esto con atención y cuidado en el texto que hemos citado en los Hechos de los Apóstoles. Aquel día glorioso, la Ascensión, la celebrábamos en jueves, ahora, en la esperanza, el Domingo de la Ascensión nos centra en la familia que celebra la Pascua de Jesús, como cada semana, pero en el clima de envío y de misión que hace de los Bautizados. Un elemento central de esta fiesta y de los relatos de la Palabra de Dios, es que somos enviados a proclamar la vida de Jesús, a santificar la historia de la humanidad, a conversar con las culturas para hallar en cada pueblo las huellas del amor divino que el Espíritu Santo ha inscrito en cada ser humano. Estamos llamados a ANUNCIAR A JESUCRISTO, salvación y vida para todos los hombres y mujeres en la historia de la humanidad. Es aquí donde adquiere sentido la belleza de una Iglesia peregrina que proclama la fe, que muestra al mundo que Jesús, el Hijo de Dios, Dios verdadero, nos ha traído la misericordia que sana y salva, que ilumina y acompaña la vida. En esta fiesta tenemos que sentirnos comprometidos y, sobre todo, parte de la Iglesia que es misionera y anuncia una gran verdad, la Redención. Quiero resaltar esta dimensión, aquella jornada de la Ascensión inaugura la realidad misionera de una Iglesia que nació del costado traspasado del Señor para ser enviada al mundo, para ser puesta como la servidora más abnegada, más viva, más cercana al corazón de la humanidad, de una Iglesia en la que María sigue acompañando el camino de todos con la misma alegría con la que acompañó, en el cenáculo a los Apóstoles en la espera del Espíritu Santo (Hechos 2, 1-4). Este es el contexto de esta Celebración, de importancia litúrgica y misionera para nuestra Diócesis. Somos “Peregrinos” también en un mundo confuso en el que los enemigos de Cristo se empeñan en frustrar la obra de la salvación, en una sociedad sedienta de verdades auténticas, en una familia humana en la que, si bien no faltan los dolores, esta comunidad de creyentes que somos los Bautizados y Enviados, tiene la gloriosa tarea de ser el cuerpo vivo cuya cabeza, que es Cristo glorificado, ha abierto para siempre la puerta de la esperanza y tiene la perentoria indicación del Señor que la consagra como testigo del amor de Dios siempre, en todas partes, aun en medio de la adversidad. La Ascensión, con su carácter de SER ENVIADOS, es también día de oración por los comunicadores, para que, fieles a la verdad que salva, anuncien la esperanza, proclamen la paz, muestren cómo Dios sigue acompañando el camino de la historia y venciendo el poder de la mentira, del pecado, de la muerte, cada vez que se anuncia la salvación. Esta Solemnidad nos pone en la espera del don maravilloso del ESPÍRITU SANTO, que recibiremos en PENTECOSTÉS, donde el Don maravilloso de la fuerza de Dios vendrá para animarnos, fortalecernos y llevarnos a todos a dar testimonio de Cristo. Bautizados y Enviados, vayamos a ANUNCIAR A JESUCRISTO al mundo, a ser testigos del amor del Maestro, para dar vida a todos. + Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta

Jue 30 Mayo 2019

Predicación Orante - Junio 02 de 2019

Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 1,1-11 Salmo: 47(46),2-3.6-7.8-9 (R. cf. 6) Segunda lectura: Efesios 1,17-23 Evangelio: Lucas 24,46-53 Introducción Ideas temáticas que se pueden ofrecer de esta solemnidad: La Ascensión como evento final del paso de Jesús por esta tierra; el tiempo de la Iglesia; la síntesis de la obra de Jesús: una presentación general de su obra desde el inicio hasta la Ascensión, remarcando el tiempo y la acción de la Iglesia que se inicia con esta experiencia de la Ascensión. 1. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Los textos de este domingo, para acentuar la Ascensión, presentan de diversas formas la experiencia de Jesús, que ha de leerse en la globalidad de su vida, “todo lo que Jesús hizo y enseñó, desde el principio… hasta el día que fue levantado a los cielos” (Hch 1,1-2). Se da prioridad al acontecimiento pascual y las “pruebas de supervivencia”: “se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas que estaba vivo” (Hch 1,3). En el Evangelio, aparecen las últimas instrucciones de Jesús a sus apóstoles, a partir de hacerles comprender las Escrituras les expone lo relacionado con la experiencia de su muerte y resurrección, “está escrito que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día” (Lc 24, 45-46). En este período inmediatamente posterior a la resurrección se destacan unas enseñanzas. De forma global se dice que Jesús los instruyó sobre el “Reino de Dios” (Hch 1,3); la comunidad recordará temas particulares, como la renovación de la Promesa del Padre, es decir del envío del Espíritu Santo, del cual anuncia su inmediato cumplimiento (Hch 1,4; Lc 24,49), para lo cual insiste en permanecer en la ciudad de Jerusalén. El cumplimiento de la Promesa del Padre se realiza mediante una efusión del Espíritu Santo que se denomina: “seréis bautizados con Espíritu Santo” (Hch 1,5) o “revestidos de la fuerza de lo alto” (Lc 24, 49). El anuncio de una Fuerza de lo alto, marca la comunidad, de inmediato se indica el objetivo de esta fuerza, ella capacita para dar testimonio, “cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, recibirán una fuerza para ser mis testigos…” (Hch 1,8), “ustedes serán testigos de estas cosas” (Lc 24,48). Esta “fuerza” marca el inicio de un tiempo nuevo, es tiempo del testimonio, es tiempo de la acción evangelizadora, es tiempo de la “Iglesia en salida”, en este compromiso se entienden las palabras de los personajes vestidos de blanco que dicen “¿Qué hacen ahí plantados mirando al cielo?” (Hch 1,11). Concluido este periodo de enseñanza tenemos el grandioso acontecimiento de la Ascensión, que los Hechos llama “fue levantado”, el Evangelio de Lucas lo refiere como “se separó de ellos, subiendo hacia el cielo”, la segunda lectura, “sentándolo a su derecha en el cielo”. Los acontecimientos entre la resurrección y la ascensión son el objeto primordial de reflexión en este día, haciendo notar su efecto en la vida cristiana como lo hace la segunda lectura en la que se subraya la grandeza del “poder y la fuerza poderosa” que se ha desplegado en Cristo. Su comprensión se logra gracias a dones especiales del Espíritu Santo, que siempre está dispuesto a dar, “espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo… para comprender cuál es la esperanza” (Ef 1, 17-18 ). Todo ésta comprensión, del Señorío universal de Dios, se canta hermosamente en el Salmo. Allí vemos a Dios que asciende en un cortejo triunfal, en medio de expresiones y aclamaciones rituales; Dios preside desde su santuario y reina sobre todas las naciones. Por estas expresiones de ascensión, realeza y poderío de Dios este salmo adquirió en la comunidad cristiana un lugar para comprender y orar sobre la Ascensión de Jesús. 2. ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? La Sagrada Escritura me invita a comprender la vida completa de Jesús, a dar un espacio prioritario a su Pascua, es decir a su muerte, resurrección, ascensión y envío del Espíritu Santo. A reconocer que este es tiempo de “testimonio”, es tiempo de ponerme en camino para inundar con este mensaje salvador los diferentes espacios en los que el Señor me permite moverme. Es una llamada a reconocer la misión e importancia de la Iglesia. 3. ¿Qué me sugiere la Palabra, que debo decirle a la comunidad? El evento de la Ascensión como culmen del paso de Jesús por esta tierra pide a gritos que cada creyente conozca lo que hizo y enseñó Jesús desde su inicio hasta el momento en que “fue elevado a los cielos”, hay que invitar a la comunidad a la tarea de leer los Evangelios, conocerlos para poder vivirlos. El cristiano católico debe profundizar su encuentro personal con la Palabra de Dios y de manera especial con los Evangelios y la historia de la Iglesia naciente, es decir la lectura meditada del libro de los Hechos de los Apóstoles. En el crecimiento espiritual, cada bautizado o miembro de la Iglesia, debe reconocer que ha recibido una “fuerza de lo alto”, ha recibido el Espíritu Santo, la Promesa del Padre, por tanto está capacitado convenientemente para dar “Testimonio” convincente y con poder de manera que el Reino de Dios se extienda de manera maravillosa. La Palabra sugiere que hoy se recuerde y se empodere a la comunidad de este elemento evangelizador, ser Iglesia en salida, asumir la responsabilidad de la evangelización como tantas veces nos lo han recordado los sucesores de Pedro, y de manera especial el Papa Francisco que nos ha hablado de ser Iglesia en salida e ir a las periferias. No tener miedo de estar siempre en camino contamos con una fuerza del todo misteriosa y divina. Otro elemento que se debe indicar es la profundización del efecto de estos acontecimientos en la vida del bautizado. Los textos del Nuevo Testamento profundizan en todas estas relaciones, por ello es importante invitar a la lectura de estos escritos, a hacerlos momento de oración, no solo de satisfacer curiosidades sino fuentes de crecimiento espiritual. Hay que señalar la importancia de un camino o itinerario de crecimiento espiritual que permita alcanzar la santidad. Vivir en Iglesia, es claro que Jesús formó un grupo al que dio instrucciones, un grupo de “apóstoles”, de discípulos, de “testigos”, un grupo de seguidores a quienes en la Ascensión dio su bendición y ellos respondieron con la adoración, “se postraron ante Él”. Un grupo que según la Palabra de Dios es la Iglesia de la cual Cristo es su Cabeza, y ella es su cuerpo (Ef 1, 23). Un grupo que prontamente se llamó Iglesia católica porque en ella hay espacio para todos. 4. ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Mi encuentro con Cristo debe producir los efectos esperados. No distraernos con los detalles de la Ascensión, es necesario centrar la mirada. La resurrección de Jesús y su Ascensión lo ubican “sentado a la diestra de Dios”, se anuncia la victoria definitiva, lo cual exige una aceptación confiada de su mensaje y asumir la responsabilidad de este momento histórico: dar Testimonio. El Espíritu Santo obra en cada bautizado, capacita a la Iglesia para anunciar el Evangelio con fuerza transformadora. El efecto de mi misión no depende de mis flaquezas o debilidades, su éxito está asegurado porque depende de la eficacia del Espíritu Santo. Hay que asumir la evangelización y ver su realización con ojos de fe, con los ojos del resucitado. Mi encuentro con Jesús me hace sentir la importancia de estar en la Iglesia. Ella es instituida por Jesús para continuar su obra en el tiempo y el espacio, ella no es absoluta, ella está bajo su cabeza suprema, ella comunica la salvación, así lo quiso el Señor, no es invento ni prepotencia o arrogancia, es sencillamente como acontecen las cosas según el querer del Señor Resucitado. Decir: “creo en Jesús, pero no en la Iglesia” o “no necesito ir a la Iglesia, es sencillamente no conocer a Jesús”. La Iglesia es su obra, Él la creó, Él la modeló, Él sigue siendo hoy su Cabeza Suprema, por tanto despreciar a la Iglesia es despreciar a su Cabeza: a Jesús. Saber que está Iglesia la quiso el Señor me anima a vivir mi misión. ¿Cuál Iglesia? Pues la Católica, pues todo el mundo sabe que históricamente a ese momento no existía otra iglesia, las “otras iglesias” aparecerán cientos de años más tarde; por tanto con respeto, pero con claridad de los acontecido hay que afirmar que quienes estaban allí en ese momento en que reciben el mandato misionero, el envío y la Promesa del Espíritu es un puñado de creyentes de la naciente Iglesia del Señor, la Iglesia bajo el gobierno de Pedro, la Iglesia que unos años más tarde se le llamó Iglesia católica; la hoy pastoreada por el sucesor 266 de san Pedro: El Papa Francisco. Así de claro y sin ambigüedades. Les confieso: me siento orgulloso que Dios me haya dado el don de conocer y vivir en esta herencia que es su Iglesia. Orgullosamente católico. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Sería oportuno hacer hoy el Rito para la bendición y la aspersión del agua en memoria del Bautismo, que ocuparía el lugar del acto penitencial al comienzo de la Misa, siguiendo lo indicado en el Apéndice I, propio para la cincuentena pascual, Misal, p. 1058. 2. En este domingo se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales y el Papa Francisco propone el tema “Comunicación y Misericordia: un encuentro fecundo”.

Jue 30 Mayo 2019

Orientaciones para el fortalecimiento de la Religiosidad Popular

Al cierre del Encuentro Nacional de Liturgia, que tuvo lugar en la sede del Episcopado colombiano, el padre Juan David Muriel Mejía, de la Arquidiócesis de Medellín y docente en Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana, habló sobre las líneas de acción a seguir con respecto al tema que convocó: “Piedad popular y compromiso cristiano”. Explicó que la religiosidad popular se debe descubrir como una experiencia de encuentro con el Señor Resucitado. Planteó la necesidad de una orientación clara, donde “pastores y fieles sean obedientes a los criterios de la experiencia universal eclesial”, agregó, además, que se debe tener la capacidad de no “ser individuales, ni egoístas, sino ser amplios, universales, auténticos y libres”. En este sentido, precisó que la religiosidad popular implica tener unos criterios claros sobre la necesidad de una vinculación a la vida del Magisterio de la Iglesia, a una permeabilidad hacia la pastoral bíblica y un conocimiento del Señor desde la Sagrada Escritura. Al referirse al tema de los Santuarios, lugar de mayor afluencia de peregrinos y donde se vive de manera más cercana la religiosidad popular, el sacerdote dijo que estos espacios se deben fortalecer de manera especial con la celebración de los sacramentos y sacramentales, (el sacramento de la penitencia y la dirección espiritual), para que sean vividos de manera “digna, bella y noble”, acorde a la proclamación del Evangelio. “Se debe tener atención del peregrino en sus necesidades básicas, acompañamiento a la catequesis, tratar de orientar a la persona humana en sus necesidades: tener tiempo para la escucha, abrirse a experiencias humanas como la manufactura, asistencia social del trabajo y la generación de espacios donde el hombre pueda progresar y ser digno”, aseveró.

Jue 30 Mayo 2019

La voz del Pastor | Junio 02 de 2019

Reflexión del Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53