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Iglesia

Vie 15 Feb 2019

«Dichosos los pobres ¡Ay de ustedes los ricos!»

Reflexión del Evangelio del domingo 17 de febrero de 2019, por el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia. Evangelio: Lucas 6, 17.20-26 | «Dichosos los pobres ¡Ay de ustedes los ricos!» [icon class='fa fa-youtube fa-2x' link=''] Ir a lista de reproducción [/icon]

Vie 15 Feb 2019

Cien años bien vividos

Por: Mons. Libardo Ramírez Gómez - El 18-02-1918, nacía en Zapatoca (Sant.), el débil niño, como el mismo advierte en buen reportaje periodístico (11-02-19), el hoy Cardenal José de Jesús Pimiento Rodríguez. Secretos son los proyectos de Dios, y, a pesar de esos visos iniciales, después de una vida colmada de valiosas realizaciones, acaba de cumplir cien años, y, bien vividos. En medio de tanta superficialidad de millares de personas, qué importante encontrar vidas colmadas de méritos, llenas de acciones que han “dado fruto, y fruto abundante” (Jn. 10,26). Inició estudios en su acogedora población natal, bajo la guía de las Religiosas Bethemitas, fue monaguillo en su Parroquia y a los 12 años pasó a adelantar estudios en el Seminario de San Gil, en donde cursó Secundaria, Filosofía y Teología, que culminó en el Seminario de Bogotá con brillantes resultados. Ordenado Sacerdote (14-12-41), prestó diversos servicios de importancia en su Diócesis de origen hasta ser nominado Obispo (28-08-55). Ejerció como Auxiliar de Pasto por cuatro años, hasta su designación como residencial de Montería, jurisdicción que regentó por cuatro años, siendo trasladado a la Sede de Garzón en 1964. Honda huella ddejó en estas Diócesis, con avances notorios en distintos frentes, como impulso a organizaciones laicales y de labor social, creación de Parroquias, y debiendo afrontar la destrucción de templos en todo el Huila, causado por terremoto en 1967. Siendo Obispo de Garzón fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal (07-72), que ocupó, muy eficientemente, por dos periodos. Colaboró ese año en la creación de la Diócesis de Neiva, y, en 1975, fue designado Arzobispo de Manizales, sede que regentó con sabiduría, firmeza y prudencia, hasta el 1996 Pasó, por dos años, a colaborar como sencillo Cooperador en Parroquia de la Diócesis de Apartadó. Vivió, luego, por varios años en Foyer de Charité, cerca de Bucaramanga, de donde salió dos años y medio a regentar, como Administrador Apostólico, la Diócesis de San Gil, y promovió la fundación de la Diócesis de Vélez (2003). Fue sorprendido, en el 2015, con su exaltación a Cardenal, sorpresa que menguó su salud, pero, restablecido ha asumido con gran responsabilidad su misión del gran servidor del Papa en la orientación de la Iglesia, con confortantes llamados al Episcopado a afrontar, con valor y claridad, su misión magisterial. Bien ha hecho la prensa al destacar su vida y pensamiento, como el Nuevo Siglo con otros dos comentarios míos sobre él de años pasados, y de otros columnistas. De resaltar reciente entrevista, con el Tiempo (11-02-19), ya mencionada, en donde dio dicientes y magistrales respuestas. Clara y profunda a propósito de su longevidad: “larga o corta, la vida es un don de Dios, y, a cualquier edad, hay qué mirarla como un regalo del Señor”. En cuanto a ser dócil a la voz de Dios, manifestó: “Dios lo va llamando a uno, sin darse cuenta, a comprender que allí esta Él”. Qué verdad la dicha sobre el Vaticano II, y su aplicación: “Si se estuviera aplicando habría menos problemas en la Iglesia y en el mundo”. Sobre nuevo Concilio Ecuménico advirtió sobre la dificultad de otra convocatoria con más de 6.000 Obispos en el mundo, y, con gran propiedad, da valor a los Sínodos con representación mundial, creados por S. Paulo VI, así sean con carácter consultivo, que van supliendo la necesidad de un Concilio. Ante graves debilidades de la Iglesia, que trae honda preocupación y voluntad firme de superarlas, dice que se debe tener en cuenta “que la Iglesia es divina por el Fundador, pero es humana por nosotros y tiene todas flaquezas nuestras”. Sinceras sus respuestas ante la realidad de la muerte y el natural temor humano ante ella, pero, puestos en manos de Dios, tiene “confianza en que no va hacer una cosa atormentadora, sino algo con luz”. + Libardo Ramírez Gómez Obispo emérito de Garzón Email: [email protected]

Jue 14 Feb 2019

Entornos protectores para más de 1900 niños y niñas afectados por el conflicto

Con el fin de generar entornos protectores participativos para niñas, niños y adolescentes, con enfoque diferencial y atención especial a la situación de las niñas, Pastoral Social – Cáritas Colombiana en asocio con la Fundación PLAN han llegado en los últimos dos años a 13 municipios del país a 1.963 niñas y niños quienes han participado de los procesos formativos en derechos, protección y género. El 64% de niñas y niños que hacen parte del proceso reconocen que cuentan con entornos protectores. Se trata del proyecto Comunidades para la Paz financiado por la Unión Europea, el cual desarrolla 13 estrategias que favorecen la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes Quibdó (Chocó); Vista Hermosa, Granada, Villavicencio, Mesetas y Puerto Rico (Meta); El Tarra y Tibú (Norte de Santander); Buenos Aires, Suárez, Caloto, Miranda y Santander de Quilichao (Cauca). Estas estrategias han impactado a 3.000 núcleos familiares lo cual ha generado estilos de vida familiares constructivos y positivos,13 centros educativos trabajan en planes que permitan la protección de niñas, niños y adolescentes y pronto 13 iniciativas comunitarias llegarán a sensibilizar a más de 16 mil personas de las zonas mencionadas. En esta línea se buscará la vinculación activa de familias y comunidad. De igual manera, 1.188 padres, madres y cuidadores han sido formados en pautas de crianza positiva, derechos y construcción de masculinidades no violentas. Los 13 municipios que hacen parte del proyecto cuentan con mecanismos comunitarios de protección, se ha trabajado articuladamente con servidores públicos de los 13 municipios y 150 docentes han sido sensibilizados para el fortalecimiento de las instituciones educativas como “Escuelas protectoras”. Además, se ha participado en espacios de discusión e incidencia como el Foro de la Orinoquía, la toma de poder a la Alcaldía Municipal de Mesetas (Meta), visita de reporteritos comunitarios al Congreso de la República, Foro de Violencias Juveniles y el Foro de Derechos en el departamento del Chocó. Con estos resultados seguimos trabajando para generar más entornos protectores que garanticen los derechos de nuestras niñas, niños y adolescentes en todo el territorio colombiano. Fuente: Of. de comunicaciones de Pastoral Social

Jue 14 Feb 2019

El hombre que pone su confianza en Dios, recibe como recompensa el reino de Dios

Primera lectura: Jeremías 17, 5-8 Salmo: Sal 1, 1-2.3.4+6 (R. cf. 39,5a) Segunda lectura: 1Corintios 15, 12.16-20 Evangelio: Lucas 6, 17.20-26 Formar parte de los bienaventurados, es experimentar y participar de la felicidad otorgada por Dios por hacer su voluntad. El hombre que pone su confianza en Dios, recibe como recompensa el reino de Dios, donde la fe juega un papel importante, que nos debe llevar a acoger y vivir los valores y principios como espíritu del evangelio. Descubrimos en el sermón del monte, en cada una de las enseñanzas de las bienaventuranzas, un signo de Cristo y una pista de su tarea en la vida de sus discípulos. Hoy en día, por las diversas culturas que ofrecen felicidades intermitentes y pasajeras, muchas personas fácilmente optan por poner su corazón y sus intereses en lo transitorio, pasando las bienaventuranzas y el Evangelio a un segundo plano. El evangelio de las bienaventuranzas, nos invita a vivir desde dentro hacia afuera, nos hablan de un mundo interior, hoy, es un desafío, pasar de vivir desde lo superficial y lo externo a una vida coherente desde los valores evangélicos. Es claro el Evangelio, cuando dice que la verdadera felicidad es obra del Espíritu Santo: Bienaventurados, dichosos, regocijaos los que trabajan por el Reino de Dios: serán consolados, saciados, experimentaran compasión, serán hijos de dios y verán a Dios…. 1. ¿Qué dice la Sagrada Escritura? Es importante recordar que las bienaventuranzas son textos que mejor expresan la radicalidad del Evangelio; es una forma literaria, frecuente en los salmos y en algunos libros del Antiguo testamento, para mostrarnos a Jesús, rodeado de muchos de sus seguidores de la región de Judea, de Jerusalén y de la Costa de Tiro y Sidón, muchos acudían a ÉL, para que los sanara, los curara y otros para escucharle, Jesús aprovecha la oportunidad y se pone a enseñarles algunas máximas del Evangelio y del camino a partir de la realidad de salir de la dinámica del consumismo egoísta y entrar en la dinámica del compartir para lograr ser felices. Esta reflexión nos abre a una perspectiva nueva, donde siempre existe una relación entre ambas situaciones. Las bienaventuranzas quieren decir: • Es mejor ser pobre, que ser rico opresor. • Es mejor llorar que hacer llorar al otro. • Es mejor pasar hambre, a ser causa de que otros mueran de hambre. • Alégrense no por ser pobres, sino por no ser ricos egoístas. • Alégrense no por ser oprimidos, sino por no ser opresores. Porque la clave está: el valor supremo no está en lo externo sino, dentro del hombre, en lo interno. 2. ¿Qué me dice la Sagrada Escritura? Las bienaventuranzas, nos quieren enseñar un camino para hacernos partícipes de la pertenencia del reino de Dios, son un proyecto de vida, con una meta muy clara, Él nos garantiza la felicidad eterna. Esta enseñanza de Jesús brota de su corazón, es lo que lo embarga y apasiona, podemos decir que las bienaventuranzas son signos del reino de Dios, siendo Ël, el signo por excelencia del Reino. Mi tarea, nuestra tarea es aprender de Jesús a reconocer el reino de Dios en mi alrededor, está en los pobres, afligidos, tristes, en los que lloran, en fin. El Reino de Dios está en las realidades que no fácilmente las reconocemos, por la responsabilidad que éstas nos exigen en cuanto trabajo, compromiso y solidaridad que claman. Las bienaventuranzas son un camino para vivir nuestra fe, la cultura continuamente nos está invitando a lo fácil y mediocre, a aférranos a las cosas del mundo, las bienaventuranzas nos invitan a vivir desapegados de las cosas y felicidades que nos ofrece el mundo, para darnos la felicidad eterna y verdadera que nos ofrece Dios. Sólo quien pone su corazón y su confianza en Dios, puede asumir con alegría el reto de vivir las bienaventuranzas, hacer que su vida sea dichosa y bienaventurada por dejar a Dios actuar en su propia vida. 3. ¿Qué me sugiera la Palabra que debo decirle a la comunidad? Todos estamos invitados a ser pobres de espíritu, es decir, a poner toda nuestra confianza en las manos de Dios, no en los bienes materiales. Las imágenes del hambre y la sed, son expresiones con un sentido espiritual, hambre y sed de Dios, para sentirnos fortalecidos por Él en las alegrías y dificultades adversas de nuestra vida. El mundo celebra y tiene sed de la cultura de los antivalores, que degeneran de una u otra manera la dignidad del ser humano, rechazando el Evangelio, dándole la espalda a Dios, ignorando las bienaventuranzas, es por esto que muchos en el mundo no conocen, ni se dan la oportunidad de experimentar la verdadera felicidad. La Iglesia trabaja por rescatar de las culturas, los verdaderos valores, afianzando así esa primera bienaventuranza; Dichosos los pobres de espíritu, porque ellos verán a Dios. Si no somos realmente pobres ante Dios, nuestra autosuficiencia no dejará que se haga realidad en nosotros, ni en los otros, el Reino de Dios. Que nos dejemos tocar por el Evangelio, que nos sintamos llamados a tener la mejor actitud, para reconocer en nuestra propia vida y en la de nuestros hermanos, una posibilidad de ser para ellos, una bendición. ¡Dichosos los que trabajan por el Reino de Dios, porque ellos verán a Dios! 4. ¿Cómo el encuentro con Jesucristo me anima y me fortalece para la misión? Todos estamos llamados a escuchar con atención las invitaciones que Jesús nos hace a través del encuentro con Dios en la Palabra. Nos anima y fortalece, clarificar una vez más, que es necesaria la humildad, el abandono y la confianza en Dios, para experimentar la alegría de pertenecerle a Él, de tener todos los días la insistencia por parte de Dios, de trabajar y servir incondicionalmente por los pobres más cercanos. Nos fortalece la certeza de la presencia de Dios y de su espíritu en la misión confiada. Seguirle a Él, implica sacrificio, humildad, valentía, creatividad y todo esto sin dudarlo, me y nos hará dichosos, felices, recompensados por Él, y nos da la vida, la misión, la familia, la comunidad y una realidad para hacer allí vida las Bienaventuranzas... Nos alienta y nos llena de esperanza, que la recompensa por vivir los valores evangélicos desde su palabra, me y nos la dará Él, haciéndonos merecedores del amor y la felicidad eterna, es decir la salvación. RECOMENDACIONES PRÁCTICAS: 1. Convendría hacer una cartelera en la que se precisen y destaquen las Bienaventuranzas, con el título de la respuesta del Salmo 1°: “Dichoso el hombre que pone su confianza en el Señor”. 2. Insistir en el tema la esperanza cristiana se desarrolla en el anuncio de las Bienaventuranzas (CEC 1820) 3. Sería oportuno hacer hoy el Rito para la bendición y la aspersión del agua en memoria del Bautismo, que ocuparía el lugar del acto penitencial al comienzo de la Misa, siguiendo lo indicado en el Apéndice I, FormularioII. del Misal, pág. 1056. 4. Podría recitarse el credo o profesión de fe según el esquema Niceso- constantinopolitano (versión larga). 5. Se sugiere el Prefacio y la Plegaria Eucarística para diversas circunstancias IV, “Jesús, que pasó haciendo el bien”, Misal,, pág. 529, ya que nos invita a dar gracias por todas las personas de bondad y porque su Reino, que Jesús nos anuncia, se hace ahora presente al permitirnos participar de la vida que él mismo nos ha alcanzado con su muerte y resurrección.

Jue 14 Feb 2019

ABACO lidera lucha contra la pérdida de alimentos en el país

“En colombia se están botando 9,7 millones de toneladas de alimentos al año, es decir se está dejando de alimentar a 8 millones de colombianos”, así lo aseguró Juan Carlos Buitrago, Director Ejecutivo de la Red Nacional de Banco de Alimentos (ABACO), en el marco del encuentro nacional de esta Institución que se desarrolla por estos días en Bogotá. El directivo manifestó que este espacio que congrega a los 18 bancos de alimentos distribuidos por varias regiones del país, ha sido una oportunidad para socializar los resultados del trabajo realizado durante el año 2018. Se han planteado además retos para seguir creciendo en la recuperación de excedentes agrícolas, uno de los públicos donde más se desperdician los alimentos. “El año pasado se cerró con un balance positivo, recuperando 24 millones y medio de kilos de alimentos; sin embargo, lo que se recuperó es menos del 1% de lo que se vota en Colombia. Estamos atendiendo más de medio millón de colombianos, se sigue votando mucha comida”. “Nos proponemos un reto y es el de seguir creciendo en la recuperación de excedentes agrícolas, de los 9.7 millones de toneladas que se votan, el 40 % son en el campo, en la producción agropecuaria. Estamos creciendo en este proyecto, necesitamos más logística, gestionaremos con diferentes donantes, con operación internacional, necesitamos tener más camiones para poder llegar al campo y salvar esos alimentos”, dijo. Un reto a corto plazo que se plantean desde ABACO es poder crear el banco de alimentos en la diócesis de Riohacha “conocemos la situación de desnutrición que se vive en esta región del país, por eso este año trabajaremos en la implementación de un banco de alimentos en esta ciudad". El funcionario de ABACO, aseguró que cada vez hay más sensibilización frente al tema del NO desperdicio de alimentos. Las campañas promovidas a través de medios y redes sociales ha permitido crecer en aliados que le apuestan a esta causa contra el hambre. “Se han hecho alianzas con sectores de agricultores, hoteles, industria de alimentos, centrales de abastos, Retail, restaurantes, con todos ellos se tienen programas distintos y se invitan para que no voten la comida que no logran comercializar o excedentes de producción. Se les pide que lo donen a los bancos de alimentos y con éstos se está atendiendo aproximadamente a 584 mil personas en situación de vulnerabilidad. Finalmente, advirtió que se tiene la ilusión para que en el Congreso de la República se apruebe un proyecto de Ley, que ya pasó a segundo debate, donde se generen unas políticas públicas contra la pérdida y desperdicios de alimentos en el país. Las empresas, asociaciones y personas naturales que deseen sumarse al rescate de alimentos, lo pueden hacer a través de los teléfonos: (1)4029305 – 3132457978, ingresando a nuestra página web www.abaco.org.co, o escribiendo al mail de [email protected].

Mar 12 Feb 2019

Religiosos y religiosas consagraron su servicio a la Virgen de Chiquinquirá

Más de 200 religiosos y religiosas de todo el país peregrinaron a Chiquinquirá para consagrar su vida religiosa ante la virgen del Rosario de Chiquinquirá en el Centenario de su Coronación como Reina y Patrona de Colombia. Comunidades religiosas masculinas y femeninas como las hermanas de la Caridad de Santa Ana, Salesianas, Vicentinas, Hijas de Iglesia, Nazarenas y los hijos e hijas de Santo Domingo de Guzmán y San Francisco de Asís, cumplieron la cita y se congregaron en la capital mariana de Colombia para celebrar el día de la vida consagrada. El acto celebrativo dio inicio este domingo a las diez de la mañana con el rezo del Santo Rosario desde la parroquia de la Renovación hasta el auditorio Juan Pablo II de la diócesis de Chiquinquirá, donde posteriormente se realizó una Master Class a cargo de dos frailes dominicos. Fray Diego Serna, O.P, actual Prior Provincial de los dominicos en Colombia y quién recientemente fue elegido por la comunidad, fue el encargado de dar la bienvenida a los peregrinos religiosos. “Hemos venido a ponernos a los pies de la virgen del Rosario de Chiquinquirá para decirle que también queremos renovar nuestro corazón, renovar nuestras comunidades, renovar nuestra iglesia. La vida religiosa siempre ha sido signo de renovación en la Iglesia porque ha estado presente en momentos importantes de dificultad”, señaló fray Diego. Por su parte, Fray Carlos Mario Álzate, O.P, a través de la charla <La figura de la virgen del Rosario de Chiquinquirá en la gesta libertadora con motivo del Bicentenario>, les recordó a los asistentes la importancia de esta figura mariana en la historia de nuestro país, narrando acontecimientos históricos como los que se presentaron en la gesta de la independencia cuando los frailes dominicos donaron a Simón Bolívar las joyas del Santuario con el fin de apoyar económicamente al ejército libertador. Otra de las intervenciones estuvo a cargo de Fray William Vásquez Alarcón, O.P, fraile peruano, quien explicó la importancia de la figura de María en la vida consagrada, haciendo un breve recorrido por momentos bíblicos que resaltan el significado de la vida consagrada y de servicio. Finalmente, la jordana cerró con la Eucaristía Solemne de consagración que tuvo lugar en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, presidida por Monseñor Leonardo Gómez Serna, O.P y obispo emérito de Magangué. “Nos hemos consagrado en este Santuario Mariano de Chiquinquirá. Contenta de poder ir descubriendo a través de la figura de la virgen María, el mensaje de renovación al que Jesús nos está invitando porque todos, especialmente los colombianos, necesitamos ir renovándonos a imagen e Ella”, resaltó Yuly Suarez, hermana de la caridad de Santana, asistente al evento. Esta actividad, que hace parte de la agenda de los actos conmemorativos que los frailes dominicos han preparado para conmemorar el Centenario de la Coronación de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como Reina y Patrona de Colombia, fue un trabajo en conjunto con la Conferencia de Religiosos de Colombia, quienes se sumaron a esta gran celebración. Con esta peregrinación, ya son más de diez los actos realizados desde la Basílica para esta celebración. El próximo evento se realizará en las diócesis de Duitama –Sogamoso, Málaga – Soatá, Nueva Pamploma, Cúcuta, Ocaña y Tibú, donde llegará la visita de los frailes del Convento de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá para llevar un mensaje de renovación.

Lun 11 Feb 2019

La dimensión social de la evangelización

Por: Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid - En estos días hemos estado reunidos los obispos católicos de Colombia para la realización de la 107ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia, en ella nos hemos encontrado los pastores de la Iglesia colombiana para reflexionar y compartir en torno a un gran tema: La dimensión social de la evangelización y el compromiso socio-político del cristiano. Los Arzobispos, Obispos y Vicarios Apostólicos han llegado desde los distintos rincones de Colombia, de las grandes ciudades y de los territorios más alejados, de contextos urbanos o rurales. Como pastores del Pueblo de Dios, nos hemos propuesto reflexionar sobre la situación y compromiso que la Iglesia tiene para afrontar la realidad social de nuestra Patria. El tema afrontado es bien importante, pues la Iglesia realiza su tarea de anuncio del Señor en medio del mundo y, además pastores y fieles viven y están insertos en una realidad social concreta a la cual tienen que aportar necesariamente en su condición de ciudadanos. La fe nos lleva a mirar a Cristo y a responderle con generosidad en hechos concretos de nuestra realidad diaria. Necesariamente la aceptación del mensaje de salvación nos lleva a dar generosamente a otros ese mensaje de vida, mostrando que Cristo es el camino, la verdad y la vida. La tarea de la Iglesia es el anuncio alegre de Cristo, que no es otra cosa que la evangelización, dar razón de la buena noticia del maestro. Esta tarea fue recibida de Cristo: Id al mundo entero y predicad el evangelio (Marcos 16, 15). Es la buena noticia de Dios que se nos manifiesta en Jesús, una nueva perspectiva de lo social y del mundo que está contenida en la Doctrina social de la Iglesia. San Pablo, en la Carta a los Gálatas (1, 16) nos presenta cómo hay que dar razón de esa buena noticia del Señor a todos los hombres. Esta tarea evangelizadora quiere hacer participar del mensaje salvador a los hombres y mujeres de todo el tiempo y en condiciones muy diversas. La evangelización es hacer participar de esta buena noticia, de vida eterna a todos los hombres. La acción evangelizadora se realiza en el mundo, en la historia, en las condiciones concretas de los hombres y mujeres. La aceptación del mensaje de Cristo, comporta también una adecuación de los comportamientos y formas de vida a las enseñanzas del Maestro. El texto del Evangelio de Mateo en el capítulo 28, nos da claridad sobre esto: “Vayan, pues, a las gentes de todas las naciones, y háganlas mis discípulos; bautícenlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Por mi parte, yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 18-20). Esta invitación es a participar en la misión, con la generosidad para ir a todos los rincones de la tierra, con una verdadera generosidad y esfuerzo, como lo ha hecho la Iglesia y sus misioneros. También el mandato del Maestro comporta el “hacer los discípulos” llevándolos a vivir según este modelo particular de vida. En tercer momento es necesario enseñar a obedecer al Señor, poniendo en la vida, en los hechos y en la acción diaria de los cristianos, sus palabras. El trabajo de nuestra Conferencia Episcopal nos llevó en estos días a poner la atención en la realidad del país, como lo ha hecho siempre en su historia, en las realidades del nuevo contexto social en el cual nos movemos. Un análisis profundo y serio que se refleja en el mensaje que ha sido publicado. Son muy grandes los retos de este momento, para la construcción de la paz, para el análisis de grandes temas que ocupan el panorama nacional: la corrupción, el narcotráfico, el micro-tráfico, la pobreza, la urgencia del fenómeno migratorio de los venezolanos, la crisis educativa. Algunos elementos son parte de nuestro análisis de la realidad social, llevándonos a leer en clave evangelizadora: las referentes a la economía, la evangelización de la política, el cuidado del mundo y del entorno en el cual vivimos. La palabra de la Iglesia quiere iluminar la realidad social con la luz del Evangelio de Cristo, llevando a que la experiencia del Maestro marque profundamente la forma con la cual se analice, cuide y explicite la construcción de un mundo en el cual se cumpla el plan de Dios para la historia humana. Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid Obispo Diócesis de Cúcuta

Lun 11 Feb 2019

El Catatumbo, realidad de la Colombia profunda

Temor, miedo, zozobra y convivir con la cultura de la muerte es el pan de cada día de más de un millón de personas que habitan a lo largo y ancho de la región del Catatumbo en nuestro país. Las extensas siembras y cultivo de la planta de coca es la bandera que marca este territorio, regido además, por toda clase de acciones ilícitas y desorden moral. Conviviendo con esta realidad, la presencia de la Iglesia no está al margen. Todo lo contrario. Su trabajo es relevante pero prudente y laborioso. A través de sus representantes los obispos y presbíteros escuchan, ven y tienden puentes de diálogo entre las partes enfrentadas, como el ELN y el EPL, entre otros grupos armados vigentes en esta zona. Atienden a la sociedad civil y pastorean a una comunidad que vive entre la incertidumbre por sobrevivir y el miedo. Paciencia activa La Iglesia también proporciona esperanza en este territorio donde la tensión es continua, que sueña que el Catatumbo algún día pueda vivir en paz. Son muchos, también, los actores que intervienen para aportar un cambio positivo y de renovación en estas tierras, como la cooperación de organismos internacionales como la OEA, las Naciones Unidas, embajadas, organizaciones campesinas, entre otros. Y, por supuesto, animan a que el Estado, fije sus ojos en esta cruda realidad y se logre un cambio en este territorio. Recordemos que el Catatumbo o Región del Catatumbo, como también se le conoce, pertenece al departamento de Norte de Santander, en el noroccidente de Colombia y se extiende hasta la zona de Maracaibo en la República Bolivariana de Venezuela, por lo que se considera una región “transfronteriza”. Cuenta con 33 municipios y una población con alrededor de 1.200.000 habitantes. El obispo de la diócesis de Tibú, Ómar Alberto Sánchez Cubillos, perteneciente a la orden de los dominicos, concedió a la oficina de comunicaciones de la arquidiócesis de Bogotá una entrevista y describe con sus palabras la realidad de esta región del país. Fuente: Of. de comunicaciones arquidiócesis de Bogotá