Pasar al contenido principal

Iglesia

Mar 16 Feb 2016

Manifiesta “FETOFOBIA”

Por Mons. Libardo Ramírez Gómez: No desperdician ocasión defensores de la matanza de niños en crecimiento en el vientre materno. Apenas hay asomo dé que se de alguna de las circunstancias en las que la poderosa Corte Constitucional despenalizó el aborto (no lo legalizó), están listos a promover campañas para invitar a madres gestantes a convertirse en asesinas de sus hijos. Se ha extendido, con razonada alarma el número de personas afectadas por el “zika”, con posibilidad de que en mujeres embarazadas haya repercusiones graves en niños en gestación que como “microcefalia”. Entonces, los adalides del aborto lo primero que recomiendan es practicarlo en esas indefensas creaturas. Esta bien la preocupación general por ese flagelo, está bien buscar, afanosamente, medios para contrarrestarlo. Es lo necesario, como en todos los casos en que están en peligro la madre y el niño en gestación, buscar cómo salvar a los dos, deber de la ciencia médica y de dignos discípulos de Hipócrates. Personas de gran sentido humano, defensores del don sagrado de la vida, no piensan con ligereza en que la solución frente a problemas sea la de matar una creatura humana, ni proponerlo como primera solución con más empeño aún que en fumigar los insectos trasmisores del contagio. Con gran satisfacción, encontramos científicos y médicos que cumplen con su deber de defender la vida buscando efectivos correctivos a las complicaciones que se produzcan en esos niños y no entrar a asesinarlos porque la Corte haya despenalizado esa rudimentaria e inhumana actuación. En el solo campo de la ciencia es de tener presente cuanto afirma, con asentimiento de muchos científicos, el médico con más de cuarenta años de experiencia de labor, Dr. John C. Wilke. Es su documentada conclusión que desde el momento en el cual se ha realizado plenamente la concepción pocas horas después de la fertilización, ya hay una vida humana completa, hay “un ser humano completo del que se irán luego desarrollando sus incipientes miembros. Complementa lo anterior cuando, al referirse al ovulo fertilizado, afirma que no es un ser humano en potencia, es un ser humano con basto potencial, que una vez que se completa la concepción, llega a ser un ser “humano actual” (Cf. “El aborto, Dr. Wilke y Señora, Ricardo Gaitán editores pags. 72-74). Ese ser humano completo e irrepetible es el que recomiendan algunos matar con máxima facilidad antes que buscar otros recursos ante una dificultad que se presente. Reconocen honestos médicos que no es fácil detectar si el niño en gestación haya alguien realmente microcefalia por el contagio de zika, por lo que es apenas una probabilidad y no certeza, por lo que no se puede considerar caso despenalizado. Además, es de destacar cómo padres y madres de hondo sentimiento humano aceptan con edificante amor a un niño limitado antes que sentenciarlo a muerte. Tantas veces se convierten, en hogares de nobles sentimientos, en centro cariñosa de unidad familiar el atenderlo. Desde la revelación divina, no opuesta a la ciencia ni a las correctas costumbres humanas sino sapiente inspiración y ayuda, hay repetidos llamados al respeto a toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. “No mataras” (Ex. 20,13), “la sangre de tu hermano clama a mi desde el suelo” (Gen. 4,10); “cuanto hicisteis a uno de estos hermanos más pequeños ami me lo hicisteis”. (25,40). Allí están esas enseñanzas científicas y bíblicas, defensoras de la vida de los niños y de la dignidad de las madres para de no ser asesinas de sus hijos. Principios y reflexiones que han de llevar a evitar el exterminio de esas débiles sino propiciar, buscar otras salidas a problemas vitales. Es urgente afrontar pandemias como la que ha traído el zika, pero buscando caminos distintos a recomendaciones fruto de delictuosa “fetofobia”. +Mons. Libardo Ramírez Gómez Obispo Emérito de Garzón Email: [email protected]

Mar 16 Feb 2016

La labor de iglesia debe ser reconocida, Mons. Castaño Arbeláez

Durante el discurso de recopilación de los temas de las 100 asambleas plenarias de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor José Alejandro Castaño Arbeláez, obispo de la diócesis de Cartago, resaltó los aspectos más significativos que han marcado la historia de la iglesia colombiana en el país. Por esta razón, monseñor Castaño Arbeláez hizo un llamado especial para que se reconozca la labor que los miembros de la iglesia han hecho a través del tiempo, “pues la iglesia en Colombia cuenta con hombres verdaderamente prominentes casi heroicos, donde presidentes de la Conferencia Episcopal han asumido momentos muy trágicos de la patria, y sin embargo, han sabido responder, han sido verdaderamente héroes, hombres de mostrar en cualquier carátula, de cualquier periódico del mundo, ellos son gestores de la paz y gestores de la armonía, son artesanos de este país”, aseveró el prelado. Así mismo, el obispo de Cartago destacó que estas 100 asambleas representan el caminar de la iglesia a través de los 108 años de historia con todas las vicisitudes propias que ha tenido la nación, con los cambios que ha tenido el mundo y con los acontecimientos históricos que se han padecido. Por último, invitó a las nuevas generaciones a reconocer que iglesia está al tanto del correr de los días y de las necesidades históricas del pueblo colombiano. “Los jóvenes deben saber que la iglesia siempre ha estado presente, trabajando al lado de la justicia social, promoviendo la dignidad del ser humano y haciendo que en todos los lugares haya paz y orden. Rompiendo la inequidad y la injustica, de tal manera que la iglesia, siempre ha trabajo por el bien del pueblo Colombiano y eso es innegable, afirma monseñor Castaño Arbeláez. [icon class='fa fa-download fa-2x']Descargar discurso completo[/icon]

Lun 15 Feb 2016

Paz y Papa Francisco, retos de la Iglesia en Colombia

En el marco de la realización de la Asamblea Episcopal número cien, monseñor Luis Augusto Castro Quiroga, Arzobispo de Tunja y presidente de la Conferencia Episcopal, hizo referencia a varios temas de coyuntura nacional.En primer lugar, resaltó esta celebración como solemne y propicia para darle gracias a Dios por todos éstos años de servicio a la Iglesia en el Episcopado. “El episcopado celebra el hecho de que nos hemos reunido cien veces a lo largo de una historia, desde cuando empezó esta la Conferencia Episcopal, afirmó el prelado. Proceso de paz Al referirse sobre el proceso de paz que avanza en la Habana, Monseñor Castro Quiroga resaltó la importancia de que los colombianos identifiquen la función que cumple la justicia transicional dentro de un proceso de paz e insiste en que la justicia transicional no es para tiempos de paz, sino para tiempos de conflicto. “Es una justicia que el mundo se ha inventado para poder pasar de la orilla de la guerra a la orilla de la paz. No es igual a la justicia penal. Pero aquí está el problema, nosotros los colombianos hemos vivido siempre tratando de entender que es la justicia penal y sufrimos sus consecuencias o las vemos de tantas formas”, aseveró el prelado. Visita de Papa Francisco A propósito de la visita del Papa Francisco, el arzobispo de Tunja reiteró en que el Santo Padre ha manifestado su decisión de venir a Colombia, se haya o no firmado el proceso de paz, pues su deseo es el de venir a hacer una visita pastoral como la que ha realizado en sus últimos viajes. Monseñor Castro Quiroga manifestó la importancia de distinguir entre un deseo y una condición. "El Papa no puso como condición de que Colombia este en paz, él viene a hacer una visita pastoral. Si tiene que venir a animarnos para que sigamos trabajando por la paz muy bien, pero si tiene que venir a felicitarnos por que alcanzamos una meta, también”, afirmó el prelado. El ELN En cuanto a las celebraciones que el ELN está realizando en conmemoración de su aniversario, el presidente del episcopado no comparte que un acto del pasado se esté celebrando con secuestros y actos de guerra.“De todas maneras creo que ELN tiene que recapacitar y esta no es la mejor manera de celebrar las cosas". El obispo animó a que este grupo decida pasar de la fase privada a la fase pública de los diálogos y que "ojalá le añadieran a eso un cese el fuego unilateral”, precisó monseñor Castro Quiroga. El obispo pidió que lo más justo sea que el ELN empiece los diálogos públicos para crear un clima diferente en el país y aseguró que a Camilo Torres no le gustaría que lo estuvieran recordando de esta manera.

Jue 11 Feb 2016

Nuncio Apostólico reitera respaldo a proceso de paz.

En el marco del tradicional saludo de año nuevo que el Cuerpo Diplomático, acreditado en Colombia, da al presidente Juan Manuel Santos, el nuncio apostólico en Colombia, Monseñor Ettore Balestrero, manifestó su respaldo y atención al proceso de paz que se adelanta en el país desde hace tres años. En su discurso monseñor enfatizó que este proceso de paz ha contado, desde sus inicios, con la cooperación de varios países y organismos internacionales, labor que seguirán ejerciendo según las capacidades de cada uno. “Somos conscientes que esto representará un proceso largo y con altos costos, y para financiar los mismos hay países, instituciones y organizaciones internacionales, aquí representados, que desean contribuir según sus capacidades, de manera que la escasez de recursos no favorezca la ilegalidad y la violencia las cuales pondrían en peligro la paz misma”, aseguró el representante del Vaticano en Colombia. Monseñor Balestrero, quien se desempeña también como Decano del Cuerpo Diplomático acreditado en Colombia, le manifestó al presidente Juan Manuel Santos que él ha abierto nuevos caminos hacia la paz en circunstancias nada fáciles de las cuales son testigos privilegiados con deseo de contribuir al triunfo de “la paz en el respeto a la verdad y justicia para consolidar la institucionalidad colombiana y libertades de las personas”. “Quedan tramos delicados y cruciales por recorrer sin embargo gracias a su liderazgo y al apoyo de la comunidad internacional se han logrado acuerdos fundamentales y temas de alta complejidad venciendo dificultades que parecían casi insuperables”, aseveró el nuncio. Seguido a esto, destacó que este año es importante para Colombia y para la comunidad internacional que con mucha expectativa sigue los esfuerzos. “Así mismo afirmó que: “esperamos que en este nuevo año Colombia se encuentre más unida que nunca en la consecución de una paz sostenible sin rencores respetuosa del derecho nacional e internacional una paz que refuerce la institucionalidad la democracia y ofrezca nuevas oportunidades de desarrollo económico y social”. Cabe resaltar que el respaldo del cuerpo diplomático al proceso de paz se produjo luego de que el presidente recibiera las cartas credenciales de los embajadores en Colombia de El Salvador, Francisco Galindo Vélez; Japón, Ryutaro Hatanaka; China, Li Nianping; Reino Unido, Peter Tibber y de la Unión Europea, Ana Paula Zacarías. Estas cartas son el documento oficial que los diplomáticos presentan al mandatario como símbolo de su representación por parte de sus países y al aceptarlas, el presidente avala y recibe su rol en territorio colombiano.

Jue 11 Feb 2016

Cuaresma tiempo para vivir la Misericordia

Con el lema "La caridad está en ti, aporta para ayudar a tus hermanos que sufren", el Secretariado Nacional de Pastoral Social - Cáritas Colombiana presentó en Bogotá la Campaña Comunicación Cristiana de Bienes. Durante una rueda de prensa monseñor Fabio Suescún Mutis, Obispo Castrense de Colombia y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, recordó que la Cuaresma es el tiempo de volver a Dios. El prelado indicó que esta campaña quiere resaltar de manera especial la problemática de la escasez del agua que se está viviendo en todo el país, por lo que hace un llamado a cuidar este preciado líquido. “Dios hace llover sobre buenos y malos y el agua es un gran don de Dios que no puede convertirse en un producto de comercio, porque todos tenemos derecho a este líquido. En este momento en que escasea el agua, todos tenemos que valorarla y ahorrarla para que sirva a los demás, no debemos impedir que el agua le llegue a todos”. “La Iglesia invita a no derrochar el agua, para que no le haga falta a mi hermano que necesita el líquido que da la vida y que le es cegado”, afirmó el obispo. El prelado aclaró además que la Campaña de Comunicación Cristiana de Bienes invita a las personas a no olvidar y practicar la misericordia “hay tanto dolor en Colombia, gente que sufre víctimas de tantas catástrofes, de nuestra violencia, nosotros no podemos tener un corazón duro, sino un corazón de carne para ayudar al hermano”. Al referirse a la problemática que padece la población de la Guajira el jerarca invitó a todos los colombianos a salir del egoísmo, y “tener entrañas de misericordia, no para delegar en otros, sino para comprometernos también nosotros en estas carencias”. Por su parte monseñor José Daniel Falla Robles durante su intervención exhortó para que cada uno desde su corazón se comprometa a tender la mano al más necesitado. “Debemos ser solidarios con todos los que sufren cualquier tipo de dolencia, no podemos ser indiferentes ante el dolor de nuestros hermanos, la Cuaresma nos invita a vivir las obras de misericordia”, aseveró el Obispo. Audio: Rueda de prensa presentación Campaña

Mié 10 Feb 2016

“Estaba en la cárcel, y vinisteis a verme”

Por: Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía – Llega la Cuaresma 2016, en el marco del Año de la Misericordia. Desde el miércoles de ceniza, empezamos la colecta de COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES. Y por cinco años, hasta 2020, Dios mediante, estará dedicada en nuestra arquidiócesis de Cali a la fundación y financiación de LA PARROQUIA PERSONAL DE LAS CÁRCELES. Será uno de los más significativos frutos de este año, cuya sexta obra corporal de misericordia reza: “visitar a los presos”. Villahermosa, Jamundí (hombres y mujeres), las cárceles de menores en Cali, la cárcel de Yumbo, las URI y demás entes similares, albergan una gran población e involucran en este drama a las familias, al personal de guardia (INPEC), al personal administrativo y, de alguna ,manera, a las comunidades y escenarios de influencia de las personas encarceladas. Situaciones de hacinamiento, de reincidencia sistemática, de difícil convivencia, de mercado de armas y drogas, de extorsión, de asistencia humanitaria y jurídica, de vacío educativo y de reeducación, de oportunidades laborales, de un post-penado con condiciones de reintegración afectiva y social, son previsibles en la cotidianidad de los penales. La Iglesia en Aparecida (Brasil), denunció esta difícil realidad (DA427) y llama a los Estados del continente a que se planteen “con seriedad y verdad la situación del sistema de justicia y la realidad carcelaria” y a que apoyen la labor formativa ética y de valores (DA428). Pero, ¿qué pasa en el campo religioso, de espiritualidad y asistencia pastoral, de evangelización e iniciación cristiana, de formación de internos para la labor apostólica, de solidaridad eclesial con las familias, de vinculación de reclusos a la reconciliación y la paz? ¿Cómo se está dando la labor de Iglesia, de los capellanes y la pastoral penitenciaria católica, de otras organizaciones laicales? ¿Cómo esta población debería ser destinataria de esa “responsabilidad social” educativa, desde alfabetización y escuelas digitales hasta grados y postgrados, y de la formación cristiana y de agentes pastorales que ofrece la Iglesia, aprovechando mejor su condición de internado? ¿Cómo podrían los creyentes cristianos y católicos de las cárceles ser formados en la espiritualidad de la intercesión a Dios como camino de reconciliación y sanación, de rehacer los vínculos inexistentes, heridos o rotos? “La Iglesia agradece a los capellanes y voluntarios que, con gran entrega pastoral, trabajan en los recintos carcelarios. Con todo, se debe fortalecer la pastoral penitenciaria, donde se incluyan la labor evangelizadora y de promoción humana por parte de los capellanes y del voluntariado carcelario. Prioridad tienen los equipos o Vicarías de Derechos Humanos que garanticen el debido proceso a los privados de libertad y una atención muy cercana a la familia de los mismos” (DA429). “Se recomienda a las Conferencias Episcopales y Diócesis fomentar las comisiones de pastoral penitenciaria, que sensibilicen a la sociedad sobre la grave problemática carcelaria, estimulen procesos de reconciliación dentro del recinto penitenciario e incidan en las políticas locales y nacionales, en lo referente a seguridad ciudadana y a la problemática penitenciaria” (DA430). La tarea que asumimos como Arquidiócesis, de crear desde lo existente, y en cooperación de Iglesia y con las Instituciones pertinentes, la PARROQUIA PERSONAL DE LAS CÁRCELES, la encomendamos muy especialmente a Nuestra Señora de Las Mercedes, primer rostro de María que conoció América desde el descubrimiento, Patrona liberadora de los cautivos y prisioneros y faro de la justicia y libertad que el Señor Jesús anunció en el comienzo de su misión pública (Lucas 4,18-19): “Me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos”. Que el reclamo de Jesús Preso no nos encuentre vacíos. Que no le suceda hoy a Jesús “el abandono” de los suyos cuando fue detenido en Getsemaní: “Y, abandonándole, huyeron todos” (Mc14, 50). Los bendigo en esta Cuaresma 2016 con el Abrazo de la Misericordia que nos arropa a todos. + Darío de Jesús Monsalve Mejía Arzobispo de Cali

Mar 9 Feb 2016

El rostro de la Misericordia

Por Mons. César Alcides Balbín«Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre» (MV 1). Es esta la frase que encabeza el Motu Proprio con el que el Santo Padre Francisco, convoca el año de la misericordia (11 de abril de 2015), y que va desde el 8 de diciembre de 2015, hasta el 20 de noviembre de 2016. El mundo de hoy, el hombre de hoy, la cultura actual, están necesitados, urgidos, de comprender el significado de la misericordia. «Misericordia quiero y no sacrificios», (Os. 6,6), estamos a punto de escuchar, justo el día que comencemos el tiempo de la cuaresma, que será según también el querer del Papa Francisco, el que mejor debemos aprovechar, para poner en práctica la misericordia. En el origen etimológico de la palabra misericordia encontramos dos expresiones, que son miser: miseria, desdicha, y cor, cordis: corazón. Entonces misericordia es la capacidad de sentir, (con el corazón), las desdichas de los demás. Tener piedad, si nos atenemos a la expresión latina misere, piedad, de los demás. Nosotros somos muy esquivos y sensibles a la expresión lástima, porque pareciera que cuando decimos que alguien nos causa lástima, nos estamos colocando en una posición superior a aquel por quien la sentimos, y que de alguna manera estamos manifestado que estamos mejor que él. Sentimos lastima por los que están abajo, y sentimos compasión por los que están al mismo nivel. Un acercamiento a Lucas 10, 33 – 37, en el pasaje del buena samaritano aparecen claras las dos expresiones: compasión y misericordia: «…Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión», no lástima. Y a la pregunta de Jesús: «Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?», a lo que el maestro de la ley le respondió: «El que practicó la misericordia con él.» Y Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.» Tenemos ya, entonces, todo un derrotero, un mandato claro del Señor, para este año de la misericordia: «Vete y haz tú lo mismo.» En la bula de convocación del año de la misericordia, en el nro. 15, el Papa Francisco nos recuerda para su vivencia y puesta en práctica, la obras de misericordia, las espirituales y las corporales, y nos pide tenerlas claras. Vivir el año de la misericordia es, entonces, acercarse al otro, al sufre, al necesitado, al que está en la periferia, tomando también una expresión de Francisco. Después de un año de reflexión y de vivencia de la misericordia, nuestra vida, la vida de nuestra familia, la de nuestras comunidades, no podrá seguir siendo la misma, si realmente hemos sido tocados por la llamada del Papa y por la acción del Espíritu Santo, que nos invitan a este cambio profundo de vida, porque tendremos que quedar impregnados permanentemente de actitudes de verdadera misericordia. El mundo, la Iglesia, nuestra patria, nuestras comunidades y nosotros mismos, seremos los primeros beneficiarios. Un mundo misericordioso que desplace a una sociedad egoísta, egocéntrica y egolátrica, donde cada uno se mira a sí mismo y desprecia al que camina a su lado. Seamos nosotros, los creyentes, quienes demos siempre el primer paso, y demos testimonio de la misericordia del Padre que es infinita, y que se nos ha manifestado a través de su Hijo, que es el rostro de la misericordia del Padre. + César Alcides Balbín Tamayo Obispo de Caldas

Lun 8 Feb 2016

Sentido bíblico – litúrgico de la cuaresma.

Por Prbo. Jorge Enrique Bustamante Mora: La Cuaresma (latín: quadragésima, Cuadragésimo día, antes de la Pascua) es el tiempo litúrgico de conversión, destinado por la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia y especialmente a los 40 días que Jesús vivió en el desierto. El Catecismo nos dice: “La Iglesia se une todos los años, durante los cuarenta días de Cuaresma, al Misterio de Jesús en el desierto” (CEC 540). Las referencias bíblicas al número cuarenta o a éste acompañado de otros ceros, es abundante, para descubrir su significado respecto al tiempo, nos fijaremos en su uso para referirse a días, y años, haciendo notar las acciones propias que identifican dicho tiempo: 40 días… 1. 40 días duró el diluvio (Gn 7, 4.12.17; 8,6); una acción purificadora que buscó poner fin a la violencia del hombre ya que lo único que ideaba era el mal de continuo (Gn 7, 5.17), y al mismo tiempo sirvió para establecer una alianza con Noé y su familia, varón justo y cabal de su tiempo (Gn 7, 8-9. 18). 2. 40 días de encuentro de Moisés con Dios en la experiencia del Sinaí y la entrega de las tablas de la Ley (Ex 24,18; 34,25); tiempo durante el cual Moisés estuvo sin comer ni beber. En el libro del Deuteronomio encontramos a Moisés haciendo 40 días de ayuno, oración e intercesión por su pueblo (Dt 9, 9.18.25; 10,10). 3. 40 días duró la exploración de la tierra prometida y al cabo de ellos pueden decir “Fuimos al país que nos enviaste y en verdad que mana leche y miel” (Nm 13,25-27). 4. 40 días es el camino del profeta Elías hasta llegar al el monte de Dios, el Horeb, para encontrarse con Dios (1 Reyes 19,8). Hablando de Jesús, quien marca esta experiencia, los evangelistas nos dicen: “después de hacer un ayuno de cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre” (Mt 4,2), “permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían (Mc 1,13), “durante cuarenta días, tentado por el diablo. No comió nada en aquellos días y, al cabo de ellos, sintió hambre (Lc 4,2). Jesús pasó estos cuarenta días en el desierto antes de iniciar su vida pública, y después de haber sido manifestado en el Bautismo como Hijo de Dios. Después de su muerte y resurrección, Jesús se apareció durante 40 días a sus discípulos dándoles pruebas de su resurrección y hablándoles del Reino de Dios (Hch 1,3) Concluyendo, la Cuaresma fundamenta su experiencia en la fuerza e importancia de cuarenta días en la Biblia. Tiempo fuerte para colocar en marcha las acciones purificadoras de manera que se ponga fin al mal, que a veces, nos domina de manera continua; tiempo para re-establecer la alianza con el Dios de la vida, tiempo para vivir la experiencia de encuentro con Dios en su Palabra, orar, ayunar e interceder; tiempo para explorar, mediante las diversas prácticas de este tiempo, la riqueza de la tierra prometida y poder reconocer como “mana leche y miel”; Tiempo para ponernos en camino al encuentro con Dios y vivir de manera especial esta particular experiencia. Tiempo para redescubrir el Misterio de nuestro Bautismo y nuestro seguimiento de Jesús, reconocer y profundizar nuestra identidad profunda de hijos de Dios, tiempo que prepara la etapa publica de nuestra vida de dar testimonio de nuestra condición de cristianos católicos, reconociendo que siempre aparecerá la tentación pero que sostenidos por la gracia de Dios es posible vivir y dar testimonio del buen olor de Cristo. Son 40 días para descubrir la novedad y el Misterio de la persona de Jesús de Nazaret, para poder aceptarlo de manera personal y definitiva, y/o renovar nuestra entrega total a su amor. Analizando el Sermón 42 de San León Magno, la Cuaresma es “un retiro colectivo de cuarenta días, durante los cuales la Iglesia, proponiendo a sus fieles el ejemplo de Cristo en su retiro al desierto, se prepara para la celebración de las solemnidades pascuales con la purificación del corazón y una práctica perfecta de la vida cristiana”. Claridad bíblica de los 40 días… ¿Cómo vas a vivir estos cuarenta días de la cuaresma del año de la misericordia? ¡No dejes pasar el tiempo, vive intensamente la cuaresma! Prbo. Jorge Enrique Bustamante Mora Director del Departamento de Biblia Conferencia Episcopal de Colombia