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Paz

Lun 6 Jun 2022

¡Ya está al aire la más reciente emisión de CCN Noticias!

Con el propósito de informar sobre los principales acontecimientos de la acción de la Iglesia Católica, en materia de reconciliación y paz del país, la Comisión de Conciliación Nacional, ofrece una edición más de su informativo CCN Noticias. En esta entrega se presentan tres temas relevantes que marcan la agenda del momento: • El importante llamado que hace la Iglesia Católica desde la Conferencia Episcopal de Colombia, de cara a la segunda vuelta de elecciones presidenciales en el país. • Los avances de la iniciativa de 'Renovación de Mínimos para la Reconciliación y la Paz' que la CCN ha venido impulsando en el país, en articulación con las jurisdicciones eclesiásticas y gracias al aporte que líderes y actores claves en los territorios han hecho en los diferentes espacios de participación ciudadana para la concertación social que ya se han desarrollado en más de 25 regiones. • Detalles del libro "Conflicto armado y acciones de reconciliación y paz en Colombia', la más reciente publicación de la CCN, producto de una investigación desarrollada entre 2020 y 2021, que ya se encuentra disponible a través de la página web institucional.

Mié 1 Jun 2022

Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo; reciban el Espíritu Santo

DOMINGO DE PENTECOSTÉS Junio 05 de 2022 Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 2, 1-11 Salmo: 104(103), 1ab y 24ac.29bc-30.31 y 34 (R. cf. 30) Segunda lectura: 1Corintios 12, 3b-7.12-13 Evangelio: Juan 20, 19-23 I.Orientaciones para la Predicación Introducción Esta solemnidad que concluye el gozoso tiempo pascual ofrece varios elementos para el crecimiento personal y comunitario, de la Palabra de Dios, destacamos tres. • El primero lo sintetiza Jesús así: “Reciban el Espíritu Santo”, como se observa Dios envía su Espíritu y todo aquel que lo recibe renueva su vida personal y comunitaria. • En segundo lugar, Jesús indica claramente que somos enviados, en efecto, afirma: “Como el Padre me ha enviado, así os envío yo”. Desde los inicios del cristianismo este mandato del Señor es un imperativo que no pasa de moda, por ello, la insistencia del Papa Francisco de ser “una Iglesia en salida” que no cesa de anunciar el amor del Padre en Cristo. • Finalmente, se destaca en la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios, cómo el Espíritu Santo presente en la Iglesia en general, está también en cada uno de los creyentes en particular: “en cada uno se manifiesta el Espíritu para bien común”, esta afirmación se refiere a los carismas del Señor que cada creyente recibe y que en este tiempo en el que el Papa Francisco está invitando a reflexionar en la sinodalidad de la Iglesia, reviste singular importancia. Se profundizará especialmente en este tercer elemento. 1. Lectio: ¿Qué dice la Sagrada Escritura? “En cada uno se manifiesta el Espíritu para bien común”: Esta afirmación de la segunda lectura expresa explícitamente que el Espíritu Santo está en la Iglesia en general, pero también está en cada creyente en particular que con fe y devoción lo recibe, esto fue lo que experimentaron los primeros cristianos que, como dice el libro de los Hechos de los Apóstoles “se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras”. El hablar en lenguas y “oirlos hablar de las maravillas de Dios en la propia lengua”, indica cómo el evangelio llega a varios lugares del mundo, por lo que muchas son las lenguas de la Iglesia, aunque todas profesan la misma verdad, la única fe en el Señor Jesús. Esta experiencia, no se reduce sólo al pasado, en el presente el mismo Espíritu sigue actuando y es enviado a cada creyente, como dice Jesús en el evangelio según san Juan: “Reciban el Espíritu Santo”, hoy la Iglesia sigue acogiendo esta presencia “espiritual” de Jesús que renueva todo creyente y no sólo a los seres humanos, sino como dice el Salmo 103 a toda la creación: “Envías tu Espíritu, Señor, y renuevas la faz de la tierra”. 2. Meditatio: ¿Qué me dice la Sagrada Escritura y que me sugiere para decirle a la comunidad? El Espíritu Santo es la presencia espiritual de Jesús resucitado en la Iglesia, presencia que la anima y sin la cual no pudiera existir. Sin esta presencia el ser humano es nada, como dice la secuencia litúrgica: “Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías su aliento”. Sin el Espíritu Santo, la Iglesia, es nada, no pasaría de ser una institución humana, al estilo de una empresa, o de una ONG, pero en el fondo estaría vacía. El Papa Francisco ha venido insistiendo sobre la necesidad de una Iglesia sinodal, es decir, una Iglesia que camina unida, dando cabida a todos, respetando los carismas y dones de cada uno y construyendo con ellos la unidad. Sin duda, la solemnidad de Pentecostés es una buena oportunidad para comprender esta realidad, pues los carismas que el Espíritu Santo ha dado a todos como pueblo de Dios, favorecen en medio de la singularidad de cada uno, la unidad del cuerpo de la Iglesia que tenemos la responsabilidad de seguir construyendo. Pablo enseña en la primera carta a los Corintios que “en cada uno se manifiesta el Espíritu para bien común”: junto a esto que podemos llamar un “don particular” que reciben todos los bautizados, se advierte que, este carisma es para el bien común, por lo que también hay un “don común” a todos los creyentes que, en el mismo texto, a continuación, se refiere a los sacramentos del bautismo: “Todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu” y de la eucaristía: “Y todos hemos bebido de un solo Espíritu”. Unido a estos dos sacramentos, está el de la reconciliación, referido por el evangelio según san Juan: “A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados”. La relación entre el “don particular” que recibe cada creyente y el “don común” que recibe todo el cuerpo de la Iglesia, la realiza el Espíritu Santo; en efecto, el Espíritu “sopla donde quiere” (Jn 3,8) y, por ello, se observa cómo este mismo Espíritu sorprende a muchos con el don dado a algunos, porque la manifestación libre del Espíritu no está condicionada por nada, ni por nadie; no obstante, el Espíritu se dona a través de gestos instituidos por Cristo y regulados por la mediación de la Iglesia, pero se trata siempre del mismo Espíritu como subraya el apóstol: “Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo; diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios que obra en todos” (1Cor 12,4-6). Los carismas son dones dados a cada uno de los fieles “don particular” para enriquecer y santificar a la Iglesia, esto tiene que descubrir el camino sinodal que se está realizando en la comunidad eclesial; por otra parte, los sacramentos son dones dados a la Iglesia “don común” para enriquecer y santificar a cada uno de los fieles. Hay pues, una armonía y una reciprocidad completa entre el “don particular” y el “don común”; atentar contra este equilibrio, sería empobrecer la Iglesia como misterio de fe y cuerpo de Cristo y empobrecer a cada uno de los fieles, alejándolos de la comunidad. Quedarse sólo con el “don común” sería simple sacramentalismo, quedarse sólo con el “don particular” sería espiritualismo vacío, sin Iglesia. El Concilio Vaticano II resume esta enseñanza con estas palabras: “el mismo Espíritu Santo no sólo santifica y dirige el Pueblo de Dios mediante los sacramentos y los misterios y le adorna con virtudes, sino que también distribuye gracias especiales entre los fieles de cualquier condición, distribuyendo a cada uno según quiere (1Cor 12,11) sus dones, con los que les hace aptos y prontos para ejercer las diversas obras y deberes que sean útiles para la renovación y la mayor edificación de la Iglesia, según aquellas palabras: «A cada uno... se le otorga la manifestación del Espíritu para común utilidad» (1Cor 12,7)” (Lumen Gentium 12). 3.Oratio y Contemplatio: ¿Qué suplicamos al Señor para vivir con mayor compromiso la misión? ¿Cómo reflejo en la vida este encuentro con Cristo? Es esta una oportunidad para agradecer a Dios por la acción del Espíritu Santo en la vida personal y en la vida de la Iglesia. Gracias Jesús por enviar tu Espíritu Santo a la Iglesia que renueva la vida personal y comunitaria. Gracias Espíritu Santo, don del Padre y del Hijo, porque habitando en los creyentes, suscitas la unidad y la armonía en la vida eclesial. Ilumina esta etapa de sinodalidad que la Iglesia vive y ayuda a todos los bautizados a hacerla realidad en la relación con los hermanos y con los hombres y mujeres que encuentran en el camino de la vida. Un compromiso práctico que puede dejar la Palabra de Dios en la vida es preguntarse cómo favorezco la unidad y armonía en la comunidad en la que vivo, cómo aporto desde el “don particular” que he recibido, al bien común de los hermanos, pues el Espíritu Santo une y lleva a la unidad, por ello, la Iglesia es un misterio de comunión entre los hermanos, para la misión. El mejor testimonio que un creyente puede dar es la unidad, recordemos lo que dice Jesús: “En esto sabrán los hombres que son mis discípulos, en que sea aman los unos a los otros” (Jn 13,35). ____________ Recomendaciones prácticas: • Hoy termina el Tiempo Pascual. Después de la última misa, en la noche, se apaga el Cirio pascual y se retira del presbiterio. Conviene colocarlo decorosamente en el bautisterio para que arda durante la celebración del Bautismo y poder encender en él los cirios de los bautizados. • Motivar la semana de oración por la Unidad de los cristianos. • Día del Campesino. II. Moniciones y Oración Universal o de los Fieles Monición introductoria de la Misa Reunidos en comunión de fe, hemos venido al banquete de la Palabra y la Eucaristía para conmemorar con gozo pascual que la promesa de Cristo de enviar al paráclito se ha cumplido en la Iglesia. Celebramos hoy la Solemnidad de Pentecostés; el Espíritu Santo ha venido a llenar nuestros corazones con la gracia de su amor y colmarnos con sus dones. Nosotros, animados por este misterio, participemos con fervor de este encuentro con el Señor y con los hermanos. Monición a la Liturgia de la Palabra La liturgia de la Palabra de este domingo nos muestra que la Obra de Cristo en el mundo, se prolonga a través de la acción del Espíritu Santo quien sigue iluminando con sus dones y carismas a la Iglesia, para anunciar al mundo el perdón y la Paz que vienen del Señor. Escuchemos con atención. Oración Universal o de los Fieles Presidente: Oremos hermanos a Dios nuestro Señor, para que acoja con amor las súplicas que, confiados le presentamos como hijos de un mismo Padre, y digámosle con fe: R. Padre Santo, escucha nuestra oración. 1. Padre Bondadoso, mira al papa Francisco y a los demás Obispos de tu Iglesia y dales la Sabiduría de tu Espíritu para que, dando testimonio de tu amor, guíen a tu pueblo por los caminos del bien que conducen a tu Reino. 2. Padre todopoderoso, que gobiernas el mundo con santidad y justicia, infunde en nuestros gobernantes tu Espíritu de Ciencia para que sepan gobernar a los pueblos con equidad, velen por cumplir los derechos de los marginados y los pobres y busquen siempre el bien de los ciudadanos. 3. Padre amable, que caminas junto a tus hijos, te pedimos por una Iglesia que celebra, para que nuestro camino juntos en los próximos meses se base en la escucha conjunta de la Palabra de Dios y en la celebración de la Eucaristía en la comunión del Pueblo de Dios. 4. Padre misericordioso, que te apiadas de tus hijos, mira con amor a los que sufren, dales el Espíritu de fortaleza para que puedan superar las adversidades con valentía, que tu Espíritu les otorgue la Salud de alma y cuerpo y sean testimonio de fe y esperanza para los cristianos. 5. Padre Santo, mira a esta asamblea aquí reunida compartiendo el Pan y la Palabra; danos el Espíritu de piedad y de tu Santo Temor para que continuemos alabando tu Nombre. Danos la gracia de verte siempre en los hermanos y que, a ejemplo de los primeros cristianos, vivamos unidos en fe y amor. Oración conclusiva Padre que tanto nos amas, atiende compasivo las oraciones que con fe te presentan tus hijos movidos por tu Santo Espíritu. Por Jesucristo Nuestro Señor. R. Amén.

Mié 1 Jun 2022

Mons. Rueda propone ejercicio de discernimiento antes de la segunda vuelta electoral

Con tres verbos: ver, juzgar y actuar, el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Luis José Rueda Aparicio, ofrece un ejercicio, a la luz de la fe, que permitirá discernir el momento que vive Colombia en materia de elecciones presidenciales para esta segunda vuelta. Acompañado de textos bíblicos, el prelado plantea varias preguntas que permitirán al ciudadano analizar y sugerir respuestas propias sobre el aporte que puede dar en la construcción de una sociedad más justa y reconciliada. Además, el ejercicio anima a leer y analizar el texto del Evangelio de Mateo 20, 25-28 y el numeral 186 de Encíclica Fratelli tutti. A partir de estos textos plantea dos grandes interrogantes: ¿Qué nos dice el texto del Evangelio y la Encíclica Fratelli tutti sobre nuestra realidad política? ¿Qué esperanzas tengo frente a las propuestas de los candidatos? [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar documento[/icon]

Dom 29 Mayo 2022

¡Bienvenida Democracia!

Por: Mons. Carlos Arturo Quintero Gómez - Hoy es el día de la democracia, de las decisiones. Los colombianos podemos ir a las urnas a expresar nuestra opinión, votando en conciencia, sin imposiciones ni presiones, pensando en el bien común. Bienvenida democracia, la voz del pueblo se oirá en todos los confines de Colombia como una plegaria de reconciliación; será como un poema a la libertad, una canción a la verdad, una obra de arte para dirigir los pueblos, una melodía de paz, una sinfonía a la justicia, una conquista de la fraternidad. Bienvenida democracia, te queremos sin ropajes de colores, vestida del color de la bondad, ceñida con el cinturón de la caridad, revestida con la túnica de la esperanza, cubierta con el velo de la honestidad. Bienvenida democracia, para muchos una utopía, para otros, falsedad, para los ciudadanos convencidos, el camino a la libertad, la justicia y la paz. Te queremos democracia, sin maquillaje, sin doblez, sin demagogia, sin pesimismo, sin vanaglorias humanas, sin esclavitudes ni discriminaciones, sin exclusiones ni arrogancia. Bienvenida democracia, te aceptamos con las cicatrices que recuerdan las diferencias, las heridas del pasado, la violencia, la pobreza y la desigualdad; bienvenida democracia con la pulcritud que te debe caracterizar, con la transparencia que te ha de embellecer; no dejaremos que se empañe tu esbeltez con las impurezas de la corrupción, la presión de los politiqueros y la desfachatez de los embaucadores. Bienvenida democracia, en la que la libertad de los seres humanos se manifiesta en el respeto por la vida, la tolerancia como aceptación de las diferencias, el entusiasmo por la inversión en la justicia social, la valentía para combatir la delincuencia, el dinamismo para generar bienestar, la creatividad para solucionar los conflictos y las divisiones sociales, la inspiración para garantizar los derechos de los ciudadanos, la confianza para generar consensos y procesos de convivencia pacífica, la perseverancia para luchar contra los grupos al margen de la ley y aquellos que intentan imponer su yugo, la capacidad para promover y aceptar la ley. Bienvenida democracia, con el ímpetu de ser la señora de la casa, que ordena las cosas, que dispone las normas y leyes al servicio de los ciudadanos, que ondea la bandera de las libertades, que se preocupa por la educación y el bienestar, que forma en los valores, que promueve la ciencia, el arte, el deporte, el civismo, la cultura y la academia. La señora de la casa que no le teme al disenso, que busca consensos y que se abre al debate, que armoniza relaciones y no teme al compromiso. La señora de la casa que incentiva el cumplimiento de los deberes y privilegia el respeto de los derechos, que estimula la calidad de vida y simpatiza con la verdad, que se niega a anquilosarse o a dejarse mancillar por la esclavitud y la opresión. Bienvenida democracia, señora de la casa, que escucha la voz del pueblo, que anima a hombres y mujeres a formarse en la sana política con la posibilidad de elegir y ser elegidos, que se quiebra ante la politiquería y se debilita ante la terquedad de quienes la sienten y la ven obsoleta, en desuso o envejecida. Usted es la señora de la casa, bien vestida y arreglada con las joyas de la corona de la paz. Muchos soñamos con un país armonioso, que sea habitable, en el que todos nos sintamos sujetos de derechos y deberes y, ese país, que llamamos ‘Colombia’, necesita de ti, de mí, de todos, para que, en medio del dolor y la alegría, la violencia y la indulgencia, la pobreza y la bonanza, la guerra y la paz, el odio y la indulgencia, el bien germine ya, la luz sea invencible y salgamos victoriosos construyendo una hermandad. En esta Colombia que grita exultante de alegría, la fe es nuestro sello y Dios nuestro Baluarte, que nos llama a apreciar la belleza de la vida misma y a cuidar juntos nuestra casa común. Bienvenida democracia. + Carlos Arturo Quintero Gómez Obispo de Armenia

Jue 12 Mayo 2022

Arquidiócesis de Medellín anima Jornada de Oración por Colombia

El próximo 13 de mayo en memoria de Nuestra Señora de Fátima, la Arquidiócesis de Medellín realizará en todas las parroquias una Jornada de Oración por Colombia, la invitación la hizo el arzobispo de esta Jurisdicción, monseñor Ricardo Tobón Restrepo. “Colombia necesita nuestra oración por eso nos vamos a concentrar en nuestras parroquias el próximo 13 de mayo, para pedirle a Dios que tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y que nos ayude a construir un futuro en paz, en justicia social y solidaridad entre todos”, afirmó. El prelado indicó que será un momento para realizar la consagración de Colombia al Sagrado Corazón de Jesús, por medio del Corazón Inmaculado de María. Esta jornada dará inicio con una eucaristía vespertina, con el rezo del Santo Rosario y se prolongará con un espacio de oración ante el Santísimo Sacramento.

Mié 4 Mayo 2022

“Es momento para desactivar odios, venganzas y abrirse a la justicia y a la verdad”

Así lo expresó monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), en entrevista con Vatican News. Durante el diálogo que se dio en el marco de la Jornada Nacional de Reconciliación, animada por la CEC, cada 03 de mayo, Día de la Santa Cruz, el prelado se refirió a varios aspectos de interés nacional relacionados con el momento electoral y la situación de conflicto. LEA LA ENTREVISTA COMPLETA Colombia Mons. Rueda: El proceso electoral es un momento para tender puentes “La invitación a los colombianos es a que miremos a Jesús clavado en la cruz como signo de la reconciliación de la humanidad entera y de todos nosotros con el amor de Dios, nuestro Padre”. Así lo explica a Vatican News, monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al hablar de la V Jornada Nacional de Reconciliación, que se celebra cada año en la Fiesta de la Exaltación de la Cruz. Sanar heridas Con motivo de la visita apostólica del Papa Francisco a Colombia y del Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, en septiembre de 2017, los obispos de Colombia acordaron instituir el Día Nacional por la Reconciliación. A cinco años de ese primer encuentro, monseñor Rueda considera que aún hay mucho por hacer. “Hemos dado pasos, pero nos falta todavía. Este es tiempo para que sanemos heridas. Este es tiempo, en el 2022, en medio de una campaña política, en medio de los pasos que hemos dado, en medio de este proceso electoral, para tender puentes”, subraya Mons. Rueda. Perdonar y tender puentes Para el Primado de Colombia, el momento electoral y la situación de conflicto que se vive en el país, es un momento también para “desactivar” odios y venganzas y abrirse a la justicia y a la verdad. Un perdonar y tender puentes al que Colombia necesita llegar. “Las dos cosas son difíciles”, constata el presidente de la CEC. “Pedir perdón, porque sería reconocer que tenemos parte y somos culpables de todos los sufrimientos de nuestras regiones, de nuestros territorios de nuestros connacionales”. “Pedir perdón – agrega - necesita un grado profundo de humildad para reconocer que tenemos parte y responsabilidad en estas situaciones dolorosas de la historia, reciente y lejana de nuestro país”. En su reflexión, monseñor Rueda agrega que “ofrecer el perdón” también es difícil porque sería reconocer al otro y tomar conciencia de que la venganza no llevará a ninguna parte. Entonces, las dos cosas, las dos tareas, pedir perdón y ofrecer el perdón son bien difíciles”. 20 años de la masacre de Bojayá Precisamente, al hablar del perdón, el arzobispo colombiano recordó que hoy es el vigésimo aniversario de la Masacre de Bojayá. El 2 de mayo de 2002, un centenar de personas que se refugiaban en la Iglesia de ese poblado para huir del fuego encontrado entre guerrilleros y paramilitares, murieron tras la explosión de un cilindro bomba lanzado por las FARC contra el templo. “Cuando celebramos la Exaltación de la Cruz, cuando recordamos los 20 años de la Masacre de Bojayá y cuando recordamos tantas situaciones difíciles, estamos diciendo que no se trata de que olvidemos las situaciones que nos han pasado, se trata de que manifestemos la verdad y nos lancemos unidos caminando juntos por caminos de reconciliación de verdad, porque la reconciliación necesita la verdad para que no haya una repetición”, advierte el prelado. Ucrania es una herida para todos Interpelado sobre la invasión de Rusia a Ucrania, una guerra que entra en nuestras casas a través de los medios de comunicación y las redes sociales, en la que los intentos de diálogo fracasan mientras aumentan las víctimas, monseñor Rueda enfatizó que “lo que está pasando en ese conflicto ruso con Ucrania nos afecta a todos, nos pone en un camino de preguntas sobre lo que estamos haciendo en distintos continentes y si estos nos llevan realmente por caminos de desarrollo humano, por camino más humanos cada día”. Al recordar las palabras del Papa Francisco sobre la deshumanización de la guerra, una guerra que es un retroceso en la historia de la humanidad, el arzobispo de Bogotá indica que lo que está pasando en Ucrania no es solamente de los ucranianos, es parte de la humanidad. “La humanidad está herida, cuando un país está herido por la guerra”. Una gótica de paz Por último, el Primado de Colombia reiteró que se necesitan “artesanos de paz dispuestos a generar procesos de sanación, de reencuentros, se necesita creatividad e ingenio como nos ha dicho el Papa en Fratelli tutti, audacia, para anunciar y para vivir la paz”. Pero también, añadió monseñor Rueda, vivirla en los pequeños círculos familiares y sociales. “Así como la guerra nos afecta a todos, una gótica de paz y de reconciliación en el ambiente familiar, regional o social, ayuda al redescubrimiento de los caminos de la reconciliación y del diálogo para toda la humanidad”, sugiere el presidente de la CEC. “La verdad los hará libres” “La verdad los hará libres” (Jn 8,31) se titula le mensaje de los obispos colombianos en esta Jornada Nacional de Reconciliación. Un mensaje, en el que recuerdan las palabras pronunciadas en Colombia por el Papa Francisco, para luego invitar al pueblo colombiano a seguir dando pasos en esta dirección y mantener la mirada fija en el Señor Jesús. “Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Francisco. Villavicencio- Colombia. 08 de septiembre de 2017”. Fuente: Agencia católica Vatican News

Mar 3 Mayo 2022

Mensaje de los obispos para la quinta “Jornada Nacional de Reconciliación”

En el marco de la quinta “Jornada Nacional de Reconciliación”, que se desarrollará este 3 de mayo, día de la “Exaltación de la Santa Cruz”, los obispos han enviado un mensaje al pueblo colombiano para que "con empeño y oración, se mantenga el compromiso de ser artesanos del perdón, la reconciliación y la paz". Con esta jornada indican los prelados "celebramos los pasos que, como sociedad colombiana, hemos dado en la construcción de la reconciliación y la paz" y observan que sigue siendo un reto, "para cada uno, confiar en que se pueda dar un paso más en este camino que nos conduce a reconocer la centralidad liberadora que conlleva la verdad". Al evocar las palabras del Papa Francisco, durante su visita a Villavicencio, en septiembre 8 de 2017: “Queridos colombianos: no tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno”, invitan a los ciudadanos para que continúen dando pasos en esta dirección. El comunicado está firmado por monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC); monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, OP., arzobispo de Popayán y vicepresidente de la CEC; y monseñor Luis Manuel Alí Herrera, obispo auxiliar de Bogotá y secretario general de la CEC. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar comunicado AQUÍ[/icon] “Jornada Nacional de Reconciliación” En la asamblea plenaria extraordinaria de noviembre de 2017, cuando se reunieron los obispos para profundizar y aplicar el Magisterio del Papa Francisco con ocasión de su reciente visita a Colombia, se aprobó por unanimidad el “Día Nacional por la Reconciliación”, para que se desarrollara el 3 de mayo de cada año en la celebración de la fiesta de la “Exaltación de la Santa Cruz”. Claves para vivir la jornada de la Reconciliación Desde aquel primer Día de la Reconciliación, en 2018, se mantienen vigentes las cuatro claves propuestas por la Conferencia Episcopal de Colombia para vivir de forma activa esta jornada. Ellas son: 1. Tenemos necesidad de reconciliación; 2. No nos cansemos de orar por la reconciliación; 3. Hagamos un compromiso serio de reconciliación; 4. Cultivemos, cuidemos y promovamos los valores que nos disponen a vivir la reconciliación. Encuentra también Subsidio: “Día Nacional por la Reconciliación”[icon class='fa fa-download fa-2x'] AQUÍ[/icon]

Jue 28 Abr 2022

Subsidio: Iglesia anima “Día Nacional por la Reconciliación”

Con motivo de la visita apostólica del Papa Francisco a Colombia y del Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional, en septiembre de 2017, los obispos de Colombia acordaron instituir el Día Nacional por la Reconciliación, el tres de mayo, Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, Según lo ha expresado el episcopado, este será un espacio "para que, a través de la oración, la reflexión y el encuentro, los colombianos propiciemos experiencias de amor y misericordia de Dios Padre que nos reconcilia con Él mismo, con los hermanos, con la naturaleza y con nosotros mismos y, así́, nos convirtamos en protagonistas más creíbles de procesos de construcción de paz". Para animar esta celebración el Departamento de Liturgia, del Secretariado Permanente del Episcopado (SPEC), ha elaborado un subsidio que facilitará la vivencia de este momento especial durantela eucaristía o en grupos pastorales. Este año el subsidio se articula en cuatro partes: la primera, guía para la celebración de la Santa Misa; la segunda, la oración de los fieles; la tercera, una oración por la paz de Colombia; la última, esquema para el ejercicio de los mil Jesús. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar SUBSIDIO[/icon] “Día Nacional por la Reconciliación” En la asamblea plenaria extraordinaria de noviembre de 2017, cuando se reunieron los obispos para profundizar y aplicar el Magisterio del Papa Francisco con ocasión de la visita que hizo el Pontífice a Colombia, se aprobó por unanimidad el “Día Nacional por la Reconciliación”, para que se desarrollara el 3 de mayo de cada año en la celebración de la fiesta de la “Exaltación de la Santa Cruz”. Valga este día para recordar el gran “Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional” que tuvo lugar en Villavicencio, el 8 de septiembre de 2017. Allí, el Santo Padre exclamó en su discurso: “Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos, no tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor”. Claves para vivir la jornada de la Reconciliación Desde aquel primer Día de la Reconciliación, en 2018, se mantienen vigentes las cuatro claves propuestas por la Conferencia Episcopal de Colombia para vivir de forma activa esta jornada. Ellas son: 1. Tenemos necesidad de reconciliación; 2. No nos cansemos de orar por la reconciliación; 3. Hagamos un compromiso serio de reconciliación; 4. Cultivemos, cuidemos y promovamos los valores que nos disponen a vivir la reconciliación.