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rubén salazar gómez

Dom 21 Abr 2019

"Aceptemos al Señor y vivamos intensamente la Pascua que hoy inicia”, Card. Salazar

E·l Cardenal colombiano, Rubén Salazar Gómez ofreció un saludo de Pascua a todo el pueblo católico y recordó el significado de esta palabra “La Pascua es el paso de la muerte a la vida”. El también Arzobispo de Bogotà, afirmó que desear felices pascuas significaba ser capaz de transformar la vida, “pasar de la muerte del egoísmo, del odio y del rencor, a la vida del amor, volver al perdón, la fraternidad y a la solidaridad”. Propuso a la comunidad cristiana ser capaz de transformar la propia existencia, el ambiente familiar, de trabajo, de las ciudades y en general del mundo entero, confiado a que estas acciones llevarán consigo al amor, la justicia, el respeto y el perdón.

Dom 14 Abr 2019

“Vivamos la Semana Santa como un tiempo de gracia y salvación”: Card. Salazar Gómez

El Cardenal colombiano, Rubén Salazar Gómez, recordó a los católicos que esta Semana Santa debe ser aprovechada para hacer un discernimiento personal, por lo que invitó al recogimiento y a la escucha de la palabra de Dios. “Dediquemos un poquito de tiempo al recogimiento, a escuchar la Palabra de Dios, a participar en las celebraciones litúrgicas, pero sobre todo a entrar en una profunda revisión de nuestra vida, para que de esa manera podamos celebrar dignamente estos misterios y llenarnos de la luz, de la fuerza, de la gracia que Él nos da”, afirmó el Prelado. El también presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano –CELAM- dijo, además, que estos son días que muestran de una manera absoluta y única el amor de Dios por los hombres. Por tanto, son acontecimientos que invitan a vivir a profundidad el amor a Dios, que tiene que manifestarse en el amor a los demás. “La Semana Santa, como lo dice la Palabra, es una semana especial en el contexto del año. Es una semana dedicada especialmente a Dios. ¿Para qué? Para llenarnos de su presencia, de su amor y por lo tanto poder vivir a lo largo del año llenos de esa presencia misericordiosa”. El Arzobispo de Bogotá recordó que los católicos celebran el misterio de la muerte y resurrección de Cristo “no como un misterio de algo que sucedió hace algún tiempo, ¡No! Es algo siempre actual, porque la Resurrección del Señor precisamente significa que Dios ha vencido definitivamente la muerte y nos ha dado la vida”, agregó, además, “que esa vida se debe manifestar en el amor especialmente a los demás, en la familia, en el trabajo, hacia los más pobres, los más necesitados, los que necesitan de nuestra ayuda”.

Jue 14 Mar 2019

Cardenal Rubén Salazar Gómez inauguró Reunión de Directivos del CELAM

El presidente del Consejo Episcopal Episcopal Latinoamericano CELAM, Cardenal Rubén Salazar Gómez, fue el encargado este martes de hacer la apertura oficial de la Reunión de Directivos y Secretarios Generales de las Conferencias Episcopales de América Latina y el Caribe, que se desarrolla en Bogotá del 12 al 15 de marzo. “Bienvenidos de corazón” fueron las palabras con las que el Cardenal expresó su acogida a los asistentes confiando en que sea una semana de trabajo y reflexión en torno al organismo colegiado y su misión pastoral en el continente, centrada en el acompañamiento a las Conferencias Episcopales y la formación de agentes de pastoral. La jornada se inició con la lectura orante de la Sagrada Escritura. El espacio destinado a la Lectio Divina tomó como base el texto de la primera carta al Apóstol Pedro “Apacentad la grey de Dios”, cuyo contenido fue meditado en silencio. Por su parte el Secretario General del Celam Monseñor Juan Espinoza, presentó el programa de lo que será la reunión en la que será vital el intercambio de experiencias y el discernimiento en torno a la misión del CELAM en la iglesia del continente. En esta línea los asistentes se reunieron por Departamentos con el fin de evaluar el trabajo efectuado entre los meses de agosto de 2018 a marzo de 2019 y revisar la programación del presente año. Con miras a la preparación de la edición número 37 de la Asamblea General Ordinaria del CELAM, se espera que la jornada se cierre con los aportes de los directivos en relación a los perfiles que deben caracterizar a las personas que ejercerán durante el próximo cuatrienio responsabilidades al interior del organismo en cargos como la Presidencia, Vicepresidencia, Secretaría General, el comité de asuntos económicos, la presidencia de los diferentes departamentos su comisión episcopal. Fuente: Of. de comunicaciones del CELAM

Vie 1 Mar 2019

«De lo que rebosa el corazón habla la boca» (Lc 6,39-45)

Reflexión del Evangelio del domingo 24 de febrero de 2019, por el cardenal colombiano Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia. «De lo que rebosa el corazón habla la boca» (Lc 6,39-45) [icon class='fa fa-download fa-2x'] Ir a lista de reproducciones[/icon]

Lun 4 Feb 2019

Acudir al Señor para suplicarle que nos cubra, sane y libere, pide cardenal Salazar

Durante su homilía al abrir la CVII Asamblea del Episcopado Colombiano, el Arzobispo de Bogotá Cardenal Rubén Salazar llamó la atención sobre demonios como el pelagianismo, el gnosticismo y el clericalismo y brindó reflexiones sobre la dimensión social de la evangelización. Inspirado en el evangelio de San Marcos, que relata como Jesús expulsa una serie de demonios y los envía a los cerdos y siguiendo enseñanzas del Papa Francisco, el Cardenal llamó a tomar conciencia de las características muy especiales que revisten en nuestra época estos demonios al interior de la Iglesia. Según el también expresidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, “el demonio que tenemos que descubrir y del cual tenemos que pedir al Señor que nos libre es el pelagianismo, es decir de creernos nosotros los salvadores, los mesías, los que vamos a poder, por nuestras propias fuerzas, ser liberados del pecado y de la muerte.” Al tiempo, también advierte de otro demonio, el gnosticismo, ”es decir pensar que todo puede ser doctrina y doctrina y solo doctrina, y pensar que solo los catecismos y muchos catecismos e insistir en la doctrina, que por ahí vamos a poder ser salvados.” Por otro lado, hizo énfasis en un tercer demonio que es “muy peligroso, muy sutil: el demonio del clericalismo; el creernos nosotros los dueños de la Iglesia, creer que somos nosotros los únicos depositarios de la salvación y por lo tanto no servir al pueblo de Dios, sino pretender ser servidos.” Para librarse de estos demonios, el cardenal propone acudir “al Señor Jesucristo para suplicarle que nos cubra, que nos sane, que nos libere, que nos haga auténticos instrumentos de su amor y de su misericordia”. Liberados de esta manera, se abre el camino para anunciar las grandezas y la misericordia del Señor. En torno a la dimensión social de la evangelización, Rubén Salazar dijo que es precisamente “un hacer posible que la salvación se concrete de una manera muy definida, muy clara en todas las situaciones del ser humano, el que va a ser salvado, aquel que es liberado de todos los demonios y del pecado (…). Allí es en donde el anuncio del evangelio tiene que iluminar, fortalecer, tiene que sanar, liberar y dar por lo tanto toda la fuerza y la luz que se necesita para seguir adelante en esa tarea.”

Lun 21 Ene 2019

"Fraternidad y solidaridad, salidas de los colombianos para derrotar la violencia"

Así lo expresó el cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, durante la eucaristía celebrada el pasado domingo en memoria de los uniformados que perdieron la vida en el atentado de la Escuela General Santander. "El estallido feroz del carro-bomba que sembró muerte y desolación nos ha hecho traer a la memoria todas las situaciones de violencia que vivimos en nuestro país (...) Violencia cuyo horror miramos hoy de frente al encogerse nuestro corazón con la muerte trágica de nuestros cadetes y el caos sembrado en una de nuestras instituciones más queridas". "El Señor nos pide que nos unamos profundamente como país, como nación, como Estado, para derrotar a la violencia con las armas de la justicia, de la igualdad, de la equidad, de la fraternidad, de la solidaridad" expresó el cardenal. Durante su homilía el prelado pidió hacer a un lado todo lo que "nos separa, nos enfrenta, nos divide, todos nuestros egoísmos, nuestras polarizaciones ideológicas y personalistas, que busquemos el interés de la Patria y el bien común de todos, sin distinciones de credo, raza, cultura, condición". Además, hizo un llamado a todos los violentos para que tengan un gesto de arrepentimiento sincero que "les permita cejar en su accionar destructor, aceptar el castigo merecido y reparar el daño causado". Finalmente, a las familias de los 21 cadetes que murieron en este hecho les dejó un mensaje de fortaleza y esperanza para seguir luchando por la paz en Colombia. [icon class='fa fa-download fa-2x'] Descargar homilía[/icon]

Mié 16 Ene 2019

Entrevista al Cardenal Salazar sobre temas nacionales

El Cardenal Rubén Salazar Gómez, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia, concedió recientemente una entrevista al periodista Gerardo Aristizabal para el programa 'Pregunta Yamid' de Canal 1, en la que tocó temas nacionales como el narcotráfico, la corrupción, la violencia y la pedofilia en la Iglesia, entre otros. Presentamos transcripción de la misma. Señor cardenal, ¿cuál es su mensaje en este nuevo año para los colombianos? Un nuevo año siempre abre la posibilidad de sentirnos un poco más esperanzados. El mensaje fundamental es de esperanza. Una esperanza que tiene que convertirse en un deseo sincero, por parte de cada uno de nosotros, de seguir colaborando desde donde estemos, en el trabajo, en familia, para que el país siga adelante, para que alcance la paz, la justicia, la igualdad, la fraternidad y la solidaridad. La construcción del país es tarea de todos y cada uno de nosotros. ¿Qué diagnóstico hace usted de la situación de la Colombia actual? Tenemos que situarnos, en primer lugar, en el panorama mundial, que no es que sea muy claro ni entregue mucha tranquilidad. Estamos viviendo una época de intranquilidad en todos los niveles, y en ese contexto se sitúa Colombia, que tiene una serie de problemas internos que son los más acuciantes y que son los que nos provocan la mayor incertidumbre y, por lo tanto, la mayor sensación de intranquilidad: el narcotráfico y la corrupción. El narcotráfico en el país se presenta como un agente perturbador y generador de violencia. Generador de todo tipo de crímenes porque, desafortunadamente, el narcotráfico no se reduce sólo al tráfico de drogas sino que con el tráfico de drogas va todo tipo de crímenes que uno se pueda imaginar, desde los más grandes crímenes hasta los mínimos. En el tema del narcotráfico, con la reinserción de las Farc han quedado muchas zonas a merced de los carteles de las drogas. Colombia ha tenido siempre un problema muy serio y es que el país, como geografía, es mucho más grande que el Estado. El Estado no llega a todas partes y eso significa que hay vastas zonas del país que no están sometidas al Estado de Derecho, ni al estado de represión legítima y castigo del crimen. Eso ha permitido que haya proliferado, en las periferias, una serie de bandas criminales que son las que tratan de imponer su ley y de someter a la población. Incluso con amenazas a religiosos, como lo denunció hace poco el obispo de Santa Rosa de Osos contra varios de sus párrocos… Eso no es nuevo, desafortunadamente, pero lo trágico es que siga presentándose, que siga habiendo este tipo de grupos criminales que intimidan a la población, que impiden el trabajo de la Iglesia, que tratan de controlar la vida de la gente. Ahí tenemos una de las fallas principales y fundamentales del país. Dijo usted, cardenal, que otro problema es el de la corrupción Ese es otro problema que tenemos en el país. Todos los días se destapan nuevos episodios de corrupción, y lo más grave es que no tenemos las armas jurídicas suficientes para castigar y hacer posible que se reprima la corrupción, que es rampante. De esa rampante corrupción la gente está asqueada… Sí, pero no pasa nada. No pasa nada. En Colombia como que hemos perdido la capacidad de protestar y de hacerlo de una manera efectiva. Permitimos que las cosas sigan y que la situación se prolongue. Por ejemplo, con las marchas de los estudiantes no creo que se haya logrado crear ese ambiente positivo de protesta. De vamos a protestar contra situaciones para logran que cambien sino que, generalmente, derivan estas marchas en actos de vandalismo, de violencia. Nos hemos acostumbrado a tener una serie de problemas serios y a soportarlos. Y seguimos adelante. Cada uno sigue en su pequeña tarea y no pensamos en el país como tal. No tenemos un sentido de responsabilidad y, por lo tanto, no tenemos un sentido de nuestra propia capacidad para ayudar a solucionar los problemas del país. ¿Somos una sociedad pasiva en lo colectivo? Me parece que sí. Criticamos todo lo que tú quieras. Hablamos todo lo que tú quieras, pero difícilmente pasamos a una protesta efectiva que lleve a la solución de los problemas. ¿Será porque existe incredulidad en las instituciones, incluida la Iglesia católica? Hoy se ve a diario cómo la población golpea a policías cuando llegan a atender denuncias, y así en todos los aspectos… La gente ha ido tergiversando la naturaleza del Estado. La gente no considera al Estado como algo positivo que busca el bien de la sociedad, sino que generalmente lo concibe como una fuerza represiva y explotadora. Hay un problema de credibilidad en las instituciones porque no hay confianza en el Estado. Y no hay confianza porque a lo largo de la historia, el Estado no ha llegado a todas partes, y cuando llega, no siempre llega de la debida forma porque a veces llega con medidas restrictivas, con medidas impositivas, e incluso, a causar violencia. Eso hace que las instituciones pierdan credibilidad y no sean miradas como aquellas que promueven el bien, sino como fuentes de corrupción, de represión y de intranquilidad para el país. Eso hace que no confiemos en las instituciones y ha venido pasando, en los últimos años, con la Iglesia, desafortunadamente. Usted hablaba de las marchas y protestas, qué piensa del plantón realizado contra el señor fiscal general Ese tipo de protestas es importante que se dé. Eso significa que la gente se expresa, que tengan razón o no la tengan es otra cosa, pero lo importante es que sean capaces de expresar sus puntos de vista y de manifestar lo que piensan. En el caso concreto este del plantón, pues que sean capaces de organizar un plantón indica qué hay mucha gente que no está contenta con la forma como el señor fiscal general está actuando en el caso específico de Odebrecht, así haya otro fiscal Ad Hoc. ¿Ante eso qué debería hacer el fiscal? Creo que él debe atender las razones que se le presentan permanentemente y que ponen en tela de juicio su capacidad para seguir siendo el fiscal general. Él debe mirarlas de frente y tratar de demostrar, si es el caso, que sí puede seguir siendo fiscal porque no hay algo que verdaderamente se lo impida. Usted es uno de los cardenales más cercanos al papa Francisco, ¿Qué opina del tema de la pedofilia, que es una de sus preocupaciones? Va a haber una reunión del 21 al 24 de febrero en Roma con los presidentes de todas las conferencias episcopales del mundo, precisamente, para tratar ese tema. En esa reunión voy a tener una conferencia en la que hablaré sobre la ‘Responsabilidad del Obispo’ en todo el tratamiento de abuso sexual que se presenta, se ha presentado y Dios quiera que no se vuelva a presentar en la Iglesia. Nosotros ya tenemos unas normativas claras de cómo proceder. Tal vez antes no las había con toda la precisión que en este momento existen. En el año 2011 la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó una especie de guía para que cada Conferencia Episcopal hiciera una propia para el tratamiento de estos casos. Cada diócesis debe hacer su protocolo, tener una ruta de atención y estar alerta para que no se vuelvan a presentar estos casos. En el caso de que haya una denuncia poder tratarla y llegar a fondo en el castigo del culpable y también con la reparación de la Víctima. En este caso, creo que nosotros hemos avanzando y, con la ayuda del señor, esperamos que no se vuelva a presentar nunca jamás en la Iglesia un caso de abuso. ¿Qué medidas específicas ha implementado usted en Colombia para combatir la pedofilia en la Iglesia? Hay un plan integral: acompañamiento a la víctima que denuncia, acompañamiento en el proceso que se sigue para determinar la validez de la denuncia, también para determinar la pena que debe recibir el que ha abusado. Eso lógicamente tiene que ir también a Roma. Los protocolos y rutas están plenamente establecidos para que este proceso sea lo más rápido y efectivo posible. No solamente la Iglesia está empeñada en reprimir los abusos para evitar que se vuelvan a presentar. Tenemos toda una política del menor. El papa Francisco utilizó una frase que nosotros hemos asumido: la Iglesia tiene que ser un lugar seguro, de tal manera que en las parroquias, en los colegios, en las guarderías, en toda institución de Iglesia, nosotros podamos tener la certeza de que nadie va a correr peligro. El papa habló de que los católicos son unos en la Iglesia y otros fuera de ella, ¿En Colombia son los católicos camanduleros y de doble moral? Ese es un problema que se ha presentado en toda la existencia de la Iglesia y que se presenta en todos los ámbitos de la vida religiosa. No podemos garantizar que una persona, por el hecho de rezar, de ir a misa, de confesarse de vez en cuando, sea una persona coherente. La coherencia es uno de los problemas más graves que tenemos en todas partes. La gente hoy se ha acostumbrado a la incoherencia. Una cosa es lo que dicen, otra cosa es lo que hacen… una cosa es lo que piensan. La cultura en la que vivimos tiende a fragmentar la vida de las personas. La persona puede vivir con muchas personalidades, con muchas identidades al tiempo. Una cosa es la personalidad que muestra en Facebook, otra la que presenta en Instagram, y otra cosa es la que muestra en la oficina, en la casa y en la Iglesia. Esa fragmentación de la personalidad trae un peligro gravísimo por la dificultad de que alguien así guarde coherencia. ¿Cómo analiza el mandato del presidente Duque? Creo que tiene una excelente voluntad. Él es un hombre de bien: honesto, honrado que quiere hacer las cosas bien hechas. Otro problema es que se las dejen hacer. Tenemos un Congreso muy fragmentado, muy complejo, un país muy difícil porque los problemas nuestros son sumamente serios. Lo único que uno puede pedirle al Señor es que lo ilumine y lo fortalezca para que él pueda seguir adelante y ayude al país a avanzar en la solución de sus grandes problemas. ¿Quién estaría interesado en que al presidente Duque le vaya mal? Hay mucha gente, mucha gente. No voy a entrar a hacer un análisis de la política en Colombia porque ese es un análisis sumamente complejo y que pisaría muchos callos que no es necesario pisar. ¿Cómo ve el tema de la consolidación en implementación de la paz? Es un tema muy complejo porque todo lo pactado en La Habana no era tan fácil de implementar por muchos motivos, pero creo que el Gobierno está haciendo un esfuerzo serio por consolidar la paz. Pero el único problema no es la ex guerrilla de las Farc. Tenemos el ELN, tenemos el EPL, que ahora ha ido recobrando fuerzas nuevas, tenemos bandas criminales, paramilitares o, sencillamente, de narcotráfico, que hacen muy compleja la situación del país. La implementación de la paz requiere un esfuerzo de todo mundo pero que no es fácil, sobre todo teniendo el combustible del narcotráfico. Nosotros vamos a tener que luchar, durante mucho tiempo más, con toda la problemática de la violencia en Colombia. ¿Cuál es su futuro dentro de la Iglesia? El futuro dentro de la Iglesia a nadie le debe preocupar porque nosotros no hacemos carrera. Nosotros estamos para servir. Pero yo ya renuncié como Arzobispo de Bogotá. ¿Y qué le dijo el papa Francisco? Me dijo “quédate quieto. Mientras estés bien no hay problema”. Vamos a ver hasta cuándo estoy bien y por lo tanto hasta cuándo el papa quiere tenerme.

Vie 9 Feb 2018

Cardenal invita a superar la “autoreferencialidad” para construir un país reconciliado

En su homilía durante la celebración eucarística de cierre de la Centésima Cuarta Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano, el Cardenal Rubén Salazar, Arzobispo de Bogotá y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), invitó a los colombianos a superar la “autoreferencialidad”, el estar solo centrados en sí mismos, pues esta actitud “nos aísla del mundo que nos rodea y entonces no escuchamos a Dios, nos volvemos absolutamente incapaces de escuchar la Palabra del Señor, que se vuelve un lenguaje vacío que no nos dice nada, no entra en el corazón para transformarlo. Y esa incapacidad de escuchar a Dios, nos lleva a la incapacidad de descubrirlo presente en el mundo”. En el contexto actual de “violencia, polarización, de un país que no sabe con claridad para donde va”, es fundamental, enfatizó el cardenal, “escuchar al Señor, escuchando los acontecimientos y las personas”. Si somos capaces de proclamar su presencia, agregó, “entonces vamos a contribuir realmente a que en Colombia haya un poco más de tolerancia, de respeto, de capacidad de darnos la mano, de reconciliarnos”. En este sentido, manifestó que es “triste constatar cuánto nos cuesta la reconciliación en el país”, ante lo que destacó la urgencia de “dejar a un lado nuestros propósitos personales y grupales para pensar en un programa de nación que nos permita vivir en paz”. Escuche la homilía completa aquí: