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sínodo

Lun 6 Feb 2023

Obispos de Colombia dan inicio a la Asamblea Plenaria del Episcopado

En la mañana de hoy, monseñor Luis José Rueda Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, instaló la asamblea plenaria de obispos, que llega a su versión ciento catorce y que en esta ocasión tiene por título: "Iglesia que vive la comunión y la participación". En sintonía con el proceso Sinodal que vive actualmente la Iglesia Universal y luego de haber trazado tres “Opciones para caminar juntos” proyectándose hasta el 2024, los obispos, en un ambiente de oración y discernimiento, se dedicarán durante cinco días a escuchar los actuales clamores recogidos en las etapas nacional y continental del Sínodo sobre la Sinodalidad. Los jerarcas reflexionarán sobre el estilo sinodal y corresponsable que deben tener los organismos de participación eclesiales a nivel parroquial y diocesano, sobre todo en la vinculación de los laicos, especialmente de las mujeres y los jóvenes. Ecos del discurso inaugural Monseñor Luis José Rueda Aparicio, inició su discurso inaugural observando que todos llegan a la Asamblea llenos de experiencias y de esperanzas, con el ánimo de compartir los aprendizajes y afianzarlos con el anhelo de servir a todo el pueblo colombiano. "Con la participación generosa de todos, viviremos este tiempo de gracia en el contexto del camino sinodal que estamos transitando, en comunión plena con el sucesor de Pedro, el papa Francisco". Durante su intervención advirtió como algunos sectores quieren hacer ver a una Iglesia dividida, donde les aplican “categorías socio políticas” o les encasillan como obispos “de izquierda” o “de derecha”, a esto, pidió el prelado, estar atentos y no caer en la trampa. "Todos los aquí presentes sabemos bien que, algunos observadores y algunas visiones sobre la Iglesia y sobre nuestra misión episcopal, pretenden muchas veces fracturarnos (...) En el fondo de estas clasificaciones, hay un intento de división: quieren poner la cizaña de la polarización entre los servidores del Señor (...) Estemos muy despiertos y no caigamos en esas trampas del mal". Frente a esto, les pidió a sus hermanos en el episcopado, propiciar espacios de espiritualidad sinodal dejándose guiar por el Espíritu Santo. "El Santo Espíritu nos conduce a la verdad plena, la verdad de la comunión que se origina en medio de la diversidad -y que el mundo necesita- y nos lleva por sendas de unidad misionera, de fraternidad y de amistad social". "Iglesia que vive la comunión y la participación" Por otra parte, al adentrarse al tema que les convoca de la sinodalidad recordó que es importante volver al magisterio conciliar, este, dijo: "es luminoso y desafiante" y permite redescubrir las fuentes de la espiritualidad sinodal que rejuvenece a la Iglesia fortaleciéndola y agregó "es una antorcha viva en el camino evangelizador de la Iglesia en Colombia". El también arzobispo de Bogotá, invitó a volver a las fuentes conciliares para encontrar allí las raíces de la espiritualidad sinodal y subrayó cuatro dimensiones importantes: Somos Pueblo de Dios “Preguntémonos si la espiritualidad de Pueblo de Dios recibe de nuestro ministerio apostólico el impulso permanente; si estamos en constante siembra, dispuestos a jugarnos la vida por ser testigos y promotores de una forma de ser Iglesia, germen del Reino de Dios. Esto es, una Iglesia acogedora, capaz de integrar los diversos carismas. En definitiva, preguntémonos, si estamos luchando para que cada día brille el rostro de una Iglesia Pueblo de Dios, cercana a cada ser humano; una Iglesia sabia y humilde, confortada y guiada por el Espíritu Santo”. La Palabra de Dios en la vida de su Pueblo “Habrá sinodalidad si todos los miembros de la Iglesia estamos en actitud permanente de acogida, oración y anuncio de la Palabra de Dios. Para que se consolide la espiritualidad sinodal, los obispos estamos llamados a renovarnos en la docilidad a Jesús que nos llama y nos envía a anunciar la Buena Nueva en todo tiempo, lo cual nos exige ser obispos oyentes, custodios y servidores auténticos de la Palabra de Dios, predicadores con las palabras y con el ejemplo de nuestra vida en todos los ambientes culturales”. La sagrada liturgia en el camino del Pueblo de Dios “La sagrada liturgia, en nuestros procesos evangelizadores, ¿contribuye eficazmente a que los fieles vivan su condición de Pueblo de Dios y se consoliden en la espiritualidad sinodal? Cuando asumimos el espíritu conciliar de la sagrada liturgia encontramos la posibilidad de ser Pueblo de Dios que descubre la fascinante cercanía del misterio pascual y la profunda trascendencia de la realidad cotidiana”. El Pueblo de Dios, fermento en el mundo “Servir a la amistad social nos permite ser fermento, con humildad y acogida, en medio de la multiétnica realidad de Colombia (...) El servicio fraterno de la Iglesia con frecuencia se ve amenazado por diversas formas de fundamentalismo, que son formas farisaicas de ser Iglesia, que nos distancian, muchas veces, de los clamores humanos”. DESCARGAR DISCURSO INAUGURAL AQUÍ

Vie 3 Feb 2023

Episcopado colombiano se prepara para celebrar la 114 Asamblea Plenaria

Del 6 al 10 de febrero de 2023 estarán reunidos en Bogotá los obispos de Colombia para celebrar su 114 Asamblea Plenaria, donde seguirán avanzando en la reflexión del Sínodo de la sinodalidad convocado por el Papa Francisco, además analizarán aspectos de la realidad del país. En sintonía con el Proceso Sinodal que vive actualmente la Iglesia Universal, la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), ha trazado tres “Opciones para caminar juntos”, la primera de las cuales tiene que ver con la Iglesia que vive la comunión y la participación: “Optamos por ser Iglesia en Colombia que escucha, discierne y decide como Pueblo de Dios, bajo la guía del Espíritu Santo, para ser signo de esperanza”. En sintonía con lo anterior, durante cinco días los obispos escucharán los actuales clamores recogidos en las etapas nacional y continental del Sínodo sobre la Sinodalidad y reflexionarán sobre el estilo sinodal y corresponsable que deben tener los organismos de participación eclesiales a nivel parroquial y diocesano, sobre todo en la vinculación de los laicos, especialmente de las mujeres y los jóvenes. Además, durante la agenda de esta Asamblea Plenaria, habrá un especial encuentro de los señores obispos con la junta directiva de la CEAMA (Conferencia Eclesial de la Amazonía), presidida por el señor Cardenal Pedro Barreto, arzobispo de Huancayo (Perú), quien desarrollará el tema de la articulación de la Conferencia Episcopal Colombiana con este importante estamento de participación eclesial. Igualmente, la junta directiva de la REPAM (Red Eclesial Panamazónica) hará presencia durante la Asamblea. Las otras dos “Opciones para caminar juntos” serán desarrolladas en las siguientes Asambleas Plenarias. En julio de 2023 se tratará el tema de la Iglesia Misericordiosa con la perspectiva del compromiso en el desarrollo humano integral, la defensa de la casa común y la búsqueda de la reconciliación y la paz. Finalmente, en la Asamblea CXVI de febrero de 2024 se abordará el tema de la Iglesia Misionera, en consonancia con el Año Misionero en Colombia que conmemorará los cien años del Primer Congreso Misionero (1924-2024) y que preparará al Congreso que sobre la materia se llevará a cabo en Bogotá, en el mes de octubre de 2024. Compromiso por la búsqueda de la paz Los prelados quienes siempre han manifestado su compromiso de seguir trabajando por la paz y la reconciliación acompañando a las comunidades en los distintos territorios, abordarán temas importantes sobre la realidad social del país.

Jue 2 Feb 2023

Un año sinodal

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - De nuevo mi saludo en el inicio del año 2023. Deseo a todos lo mejor de lo mejor. Dios los acompañe. Como dice el salmo 36, “encomienden sus caminos al Señor, confíen en Él y él actuará”. En general cuando se da inicio a un nuevo año son muchas las ilusiones, los proyectos, los deseos que pasan por las mentes de todos. Ese “confiar en el Señor” es clave para entender que nuestro destino está en las manos de Dios, y él no nos deja solos. Sin duda que el contexto actual en el que nos encontramos no es fácil. Si hablamos de lo económico, los índices de pobreza son altos, la afectación que tendrá el incremento de los salarios, para muchos, es grande. Nadie puede negar que todo sube y los aumentos de los salarios rápidamente se esfuman. Por otro lado, la problemática social también es compleja. Muertes, violencia, abusos de toda índole, desempleo, desplazamientos y otros fenómenos hacen parte de las noticias cotidianas. En lo político, seguimos confiando en la consolidación de los programas prometidos en orden a la paz, la justicia social, la erradicación de la corrupción y la protección de la dignidad humana de hombres y mujeres de todas las edades. A todo lo anterior, hay que agregar la afectación negativa que ha tenido en la economía local y nacional la ola invernal con los desastres que han ocasionado, que ha llevado, como bien se sabe, a la declaración de la calamidad pública por parte de las administraciones civiles ante la evidencia de las vías cerradas, deslaves que destruyen casas, familias que han perdido todo por las inundaciones, carestía de los alimentos, etc. Sin que cerremos los ojos a estas realidades, debemos recordar lo que el Señor nos dice en su evangelio: “Todo es posible para quien tiene fe”. Así es. Los invito para que el nuevo año no sea el de la desesperanza, sino el de la esperanza. Si sabemos que Dios está con nosotros, vale la pena tener presente lo que durante la pandemia el papa Francisco nos decía cuando nos invitaba a remar juntos, a sentirnos parte de la misma barca. Nadie se salva solo, lo ha dicho el Papa en varias ocasiones. Así, nadie piense que solo va a salir airoso de lo que estamos viviendo. Necesitamos poner en práctica la sinodalidad. Es necesario repetirlo una y mil veces, que la clave para lograr superar las adversidades es estar unidos, caminar juntos, sentir que estamos participando todos de una misma realidad que estamos llamados a convertirla en oportunidad de vida. Por eso este año será el de la sinodalidad, no solo desde la perspectiva eclesial, sino desde lo social. Cuando como ciudadanos aprendamos a vivir sinodalmente, seguro que todo va a ser mejor. Este es el aporte que la Iglesia siempre ha hecho, es el aporte que ahora queremos hacer todavía más visible. Para la Arquidiócesis también será el año de la sinodalidad. Varios eventos vamos a tener en esta línea: pre-sínodos con los jóvenes, con las familias y las parroquias. Una gran asamblea sinodal arquidiocesana tendremos en el segundo semestre, en consonancia con el Sínodo que el papa ha convocado en Roma, que tendrá como tema "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión". Oremos para que dejándonos guiar por el Espíritu Santo, seamos capaces de aprender a desaprender, y caminemos sinodalmente, mirando el futuro con ilusión. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Arzobispo coadjutor de Cali

Mar 20 Dic 2022

Navidad sinodal

Por: Mons. Luis Fernando Rodríguez Velásquez - Durante el año 2022 hemos sido convocados por el Papa Francisco a apropiarnos de un estilo particular de vida que es la sinodalidad. Si partimos del significado de la palabra sínodo, que es “caminar juntos”, el tiempo de adviento y de navidad recogen buena parte de sus características, pues son días en los que la familia se reúne, los sectores en los barrios y comunidades territoriales se congregan, y en las parroquias se promueve el rezo de la novena de preparación para el nacimiento del Niño Dios en la que participan fieles de todas las edades. La sinodalidad implica estar juntos, caminar juntos, tener sentimientos comunes, mirar el futuro con esperanza, porque sabemos que está siempre en las manos de Dios. Pero este año estos tiempos litúrgicos llegan en contextos históricos muy complejos. A nivel mundial, incrementos de acciones bélicas, guerra entre Rusia y Ucrania que no termina, etc. A nivel local también estamos pasando por situaciones de aumento de la pobreza, de la violencia y de la incertidumbre en buena parte de la población. Esto puede hacer pensar que no hay motivos para celebrar el adviento y la navidad. Por el contrario, el adviento habla de esperanza. Para el que tiene fe, las situaciones de adversidad pasarán. Esperamos los cielos y tierra nuevos que se nos han prometido, por lo que no podemos dejar de vivir plenamente este tiempo, que finalmente, es tiempo de gracia. Y para vivir mejor el adviento, que nos prepara para la navidad, es necesario volver a casa, restablecer los vínculos rotos, ser solidarios con los pobres y acompañar a los que están o se sienten solos. Es la manera como la sinodalidad se vuelve acto concreto. Son los sentimientos de gozo que se comparten y hacen posible que los tristes recobren la alegría, y los que anidan en sus corazones la desesperanza reconozcan que Dios no ha abandonado a su pueblo. La invitación es clara: ¡a vivir en su auténtico significado el adviento y la navidad! Dios, que por amor asume nuestra condición humana, y nace en el portal de Belén, haga posible que los sueños y anhelos que tenemos se cumplan. Los invito a vivir el adviento y la navidad 2022 en clave de sinodalidad, para que escuchemos la voz de la Iglesia y para que escuchemos también lo que el Espíritu nos dice. Para ello, la Arquidiócesis publica el texto de las reflexiones para la novena de navidad de este año. Otra forma de vivir la sinodalidad es sentir que vale la apena dar gracias. ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, él ser humano para darle poder?, dice el salmo 8. ¿Quiénes somos nosotros para que Dios se haga hijo de hombre, y se “abaje”, asumiendo nuestra condición humana? En realidad, no somos nada, no merecemos tan grande distinción. Dios, en su infinita misericordia, nos envió a su Hijo para que tuviéramos vida. Esa es la navidad. Por esto no nos queda sino dar gracias a Dios y con el coro de los ángeles, glorificar por siempre a Dios y suplicar de él su paz. Esos sentimientos de gratitud son los que tenemos en la Arquidiócesis por la vida y el ministerio de Mons. Darío de Jesús Monsalve Mejía, quien nos ha acompañado por más de doce años, poniendo al servicio de esta Iglesia particular de Cali toda su persona y todo su ser. Esta edición de la Voz católica quiere ser un signo más del aprecio y gratitud al arzobispo saliente. Baste solo con que cada uno de los lectores haga un recuento de las experiencias vividas con Mons. Darío, para descubrir como el Señor ha hecho grandes maravillas a través de su persona. Como su sucesor, me llena de satisfacción haber podido compartir con él más de ocho años de ministerio episcopal en Cali, por lo que puedo dar fe de sus desvelos, de su entrega, de su persistencia, de su amor de Iglesia y de la incansable búsqueda para hacer de Cali un pueblo que camine de la mano de Dios y que se comprometa a sanar heridas y vivir en paz. Ni las dificultades, ni las limitaciones propias del ministerio, ni los fracasos en algunos proyectos emprendidos, ni los inexorables años que llegan le quitaron la alegría de saberse servidor, pastor y guía. Con toda la comunidad arquidiocesana, damos gracias a Dios por su vida y la obra que realizó en medio de nosotros. Imploramos sobre él su abundante bendición. + Luis Fernando Rodríguez Velásquez Arzobispo de Cali

Mar 22 Nov 2022

Cúcuta celebra Asamblea Diocesana 2022: El compromiso de caminar juntos

Después de realizar el último encuentro en el año 2019, enfrentar la pandemia de la COVID-19, y poco a poco, retomar las acciones pastorales y evangelizadoras, de la mano del obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, el pueblo de Dios que peregrina en esta zona de frontera se dio cita nuevamente en una asamblea diocesana. La actividad que se realizó el pasado 12 de noviembre, convocó a más de 1.500 personas de delegaciones de las vicarías de esta Iglesia Particular, entre sacerdotes, religiosos, seminaristas y movimientos apostólicos, atendieron la invitación en el coliseo Toto Hernández, para examinar las rutas que se han tomado y fortalecer la acción misionera, impulsada desde el Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (P.E.I.P.). El gran evento organizado por la Vicaría de Pastoral de la Diócesis de Cúcuta, convocó a los representantes de las fuerzas vivas de la Iglesia -signo de una Iglesia que camina unida-, para que se manifestara el ardor misionero, con el objetivo de proclamar la fe en Jesucristo y adquirir el compromiso de caminar juntos, para continuar la evangelización en esta Iglesia diocesana. El sacerdote Fredy Ramírez Peñaranda, Vicario de Pastoral, presentó los elementos constitutivos del plan pastoral 2023, hizo énfasis en la misión y señaló los frutos que se esperan alcanzar “caminando juntos”. Así mismo, Monseñor José Libardo, afirmó que, en este día, “nos reunimos, como hijos de un mismo Padre, con la fuerza de su Espíritu, en torno al Señor Jesús, para evaluar el camino recorrido, mejorar y seguir adelante, fortaleciendo los consejos pastorales, las comisiones diocesanas y las visitas pastorales que estoy realizando en toda la Diócesis”. Al finalizar la asamblea, el Obispo encendió una vela, como signo de la luz de Cristo, que es el camino que esta Iglesia está dispuesta a recorrer; esta luz fue compartida por el obispo con el Vicario de Pastoral y él con los Vicarios Episcopales, quienes encendieron las velas de los sacerdotes de sus decanatos y estos, llevaron la luz a los seminaristas; todo un momento celebrativo y de oración. Expresó el presbítero Fredy Ramírez, que este es un “signo comunitario” de la decisión de caminar juntos, “oramos juntos, aceptando la propuesta de ser hermanos que comparten la misma mesa, la vida y el camino”. “¿Caminan acaso dos juntos, sin haberse puesto de acuerdo?” (Am 3, 3) Al iniciar el año litúrgico 2022-2023, en la Diócesis de Cúcuta, se promulgará el lema: “Caminemos juntos”, iluminados por el profeta Amós; este el compromiso con el cual se va a fortalecer el P.E.I.P., el cual proyecta a los fieles bautizados a encontrarse con Jesucristo, consolidando su acción misionera, que procura la conversión, el servicio, la unidad y la fraternidad de los fieles del campo y la ciudad. De acuerdo con el contexto del Sínodo de la sinodalidad, convocado por el Papa Francisco, para ser una Iglesia en comunión, participación y misión, mes a mes se vivirá este lema, para que todas las comunidades convivan como hermanos en Cristo, que se comprenden y llegan a acuerdos; trabajando juntos, para facilitar que el Reino de Dios se instaure en esta Iglesia Particular. Fuente: Centro de comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta

Vie 11 Nov 2022

INFORMATIVO: Iglesia en Tumaco vivirá la XXX Asamblea Diocesana

Con el fin de seguir afrontando los retos pastorales que le plantea la sociedad a la Iglesia Tumaqueña, del 11 al 13 de noviembre se realizará en esta ciudad, la XXX Asamblea Diocesana, evento enmarcado en el Sínodo de la Sinodalidad al que invita el Papa Francisco. Esta Asamblea será un espacio para revisar, analizar y proyectar el trabajo que en esta porción de Iglesia nariñense se adelanta a través del “Proceso de Evangelización de Iglesia Particular” (PIP). Monseñor Orlando Olave Villanoba, obispo de la Diócesis de Tumaco, señaló que esta “Asamblea es la manera de recoger el camino recorrido durante este año, se hace una vez al año y recogemos el material, la vida, la experiencia de esta iglesia particular en cada uno de sus ámbitos, en las parroquias, las comisiones, las delegaciones y en las distintas instancias que nosotros tenemos, pero también proyectamos nuestro siguiente año de Pastoral”. Para conocer más detalles de esta Asamblea la Diócesis de Tumaco ha elaborado el informativo: “Así va la Asamblea Diocesana”.

Mar 1 Nov 2022

CELAM presentó Documento de la Asamblea Eclesial de América Latina y Caribe

Durante una rueda de prensa, realizada este 31 de octubre, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) presentó oficialmente el documento de la Asamblea Eclesial “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias. Reflexiones y propuestas pastorales a partir de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe”, celebrada en Ciudad de México en noviembre de 2021. Un Documento ya en manos del Papa Un Documento en seis idiomas presentado al Papa Francisco por la presidencia del Celam este 31 de octubre, que consta de tres partes: los signos de los tiempos que nos interpelan y alientan; una Iglesia sinodal y misionera al servicio de la Vida plena; y Desborde creativo en nuevos caminos a recorrer. Como recoge el texto, el deseo es “ofrecer un aporte significativo a la reflexión y al caminar de las comunidades en nuestro continente, con la certeza de que ‘todos somos discípulos misioneros en salida’”. Y hacerlo “partiendo de las tradiciones y culturas del continente para traducir el único Evangelio de Cristo al estilo latinoamericano y caribeño, en una sinfonía donde cada voz, cada registro, cada tonalidad enriquece la experiencia de ser discípulo-misionero”. La presidencia del Celam, a quienes se ha sumado el teólogo italiano Gianni La Bella, ha dado a conocer el documento en una rueda de prensa realizada en la Sala Marconi, en el Edificio de Radio Vaticana, en la que han participado de modo presencial y virtual, que no olvidemos fue una de las grandes apuestas de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, decenas de periodistas. Un laboratorio práctico de sinodalidad Como señaló Mons. Miguel Cabrejos, uno de los grandes incentivadores de este momento inédito que vivió la Iglesia del continente, “un laboratorio práctico de sinodalidad”, fue algo que levantó “con valentía y de manera profética una barrera, porque en adelante, progresivamente, no será posible evitar la participación del Pueblo de Dios en las diversas decisiones de la Iglesia”, lo que en palabras del presidente del Celam, “favorece la corresponsabilidad, pero al mismo tiempo plantea desafíos”. Entre ellos mencionó el actuar siempre desde la misericordia, la coherencia entre discurso y práctica, leer adecuadamente los signos de los tiempos, escucha, diálogo y discernimiento como proceso, comunicación más empática, habitar el «continente digital», acoger la diversidad, integrar a la mujer en espacios de decisión y ver siempre en el prójimo la imagen de Dios. Desafíos que afectan al clero y Vida Religiosa, en relación con su formación en un mundo plural, su modo de vida, más sencilla, austera y mística, trabajar en sinodalidad, promover y acompañar al laicado. Estos son llamados a caminar juntos, avanzar en una sólida formación, una praxis coherente, y asumir la Doctrina Social de la Iglesia. Una Iglesia que “ha de construir puentes, derribar muros, integrar la diversidad, promover la cultura del encuentro y el diálogo, educar en el perdón y la reconciliación, el sentido de la justicia, el repudio de la violencia y el coraje de la paz”, concluyó Mons. Cabrejos. En el lugar de las preguntas y de la construcción colectiva A los presentes en la Sala Marconi se sumaron testimonios llegados desde diferentes puntos de América Latina. Uno de ellos fue el la Hna. Liliana Franco, que reflexionó sobre el tema: “Desborde creativo en nuevos caminos por recorrer: perspectivas desde la Vida Religiosa Latinoamericana”. Según la religiosa estamos en un momento esperanzador, que ha llevado a ubicarse “en el lugar de las preguntas y de la construcción colectiva”, a cuestionarse “por el querer de Dios”, para desde ahí acercarse a la realidad. Una Vida Religiosa que, según su presidenta en el continente, apuesta por “una Iglesia en perspectiva misionera, a la salida como la condición para la fecundidad apostólica”. Por eso, desde la escucha a los clamores, apostar por nuevos modos relacionales, dejando claro que, en contextos tan complejos, “los creyentes estamos llamados a ser signo, expresión de un estilo y de unos valores contraculturales y elocuentes”. Un desborde creativo que “no será posible sin la participación de las mujeres, los laicos y los jóvenes” y que desafía a “abrirle boquetes al Espíritu”. Desborde y escucha Una Asamblea que en palabras de Gianni La Bella fue «ante todo una verdadera y feliz experiencia de sinodalidad, en la escucha mutua y el discernimiento comunitario, sugerido por el Espíritu«, que considera “un puente ideal entre el Sínodo Panamazónico y el próximo Sínodo Universal sobre la Sinodalidad, experimentando sobre el terreno un nuevo enfoque conceptual de la eclesiología de comunión”. El teólogo italiano recordó las dos palabras en las que el Papa insistió en relación con la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe: desborde, para así “superar las divisiones y a encontrar soluciones creativas e innovadoras”, y escucha, a Dios y los clamores. Desde ahí fue mostrando la importancia de “los signos de los tiempos» y cómo fueron surgiendo los desafíos que nacieron de la Asamblea, que buscan “ofrecer una serie de sugerencias prácticas para releer y actualizar los contenidos y el espíritu de aquella Conferencia de Aparecida”. Ser santos de jeans y zapatillas En los diferentes testimonios Mons. José Luis Azuaje, presidente de Caritas América Latina y Caribe, la Hna. Laura Vicuña, de la CEAMA, y la joven Paola Balanza, de la Pastoral Juvenil, fueron mostrando elementos presentes en la Asamblea Eclesial. Una Asamblea que muestra una Iglesia más renovada, que salga a las periferias, samaritana, al servicio de la vida, sobre todo de los más pobres, una Iglesia que construye la fraternidad, sustentando en el amor a quien más sufre, según Mons. Azuaje, que insistió en ser “una Iglesia cercana que se construya como misericordiosa y promueve la cultura de la ternura”. No se puede ignorar que la participación sinodal requiere “una escucha atenta del Espíritu, un diálogo abierto y fecundo y un discernimiento eclesial”, según la Hna. Laura Vicuña. La religiosa insistió en que todos somos Pueblo de Dios que camina juntos, con una misma dignidad bautismal. Una Iglesia que en la Amazonía quiere ser ministerial, inculturada, teniendo en cuenta la ecología integral, en un proceso de conversión. La representante de los jóvenes les llamó a “ser santos de jeans y zapatillas”, a compartir el amor de Dios, dado que son “sujetos fundamentales dentro de la Iglesia, sujetos de comunión, de participación, de misión”. Desde ahí, Paola Balanza desafió a la Iglesia a escucharlos y ser tomados en cuenta, llamando a que el documento sea conocido y practicado. La relación de la Asamblea con el espíritu de Aparecida La Asamblea General del Celam realizada en Tegucigalpa en 2019 reflexionó y aprobó la necesidad de una VI Asamblea General del Episcopado, según el cardenal Odilo Scherer, que recordó que al presentar la idea al Santo Padre vio mejor volver al Documento de Aparecida y aconsejó otro tipo de iniciativa manteniendo como referencia ese documento, lo que hizo surgir la Asamblea Eclesial, con la participación de todos lo miembros del Pueblo de Dios. El vicepresidente del Celam recordó las tres recomendaciones del Papa en aquel momento: evaluar los frutos de Aparecida, analizar las lagunas y ver los nuevos retos. El arzobispo de São Paulo insistió en que, durante la Asamblea Eclesial, “el desarrollo de las reflexiones no se fijó tanto en Aparecida, sino que se miró a los nuevos retos y problemas no resueltos desde Aparecida”. Eso en un evento nuevo, diverso, único, en cuanto a las dimensiones y participación, que despertó gran interés en otros continentes. Y con una metodología sinodal que estuvo muy clara, algo nacido en Aparecida e impulsado por el Papa Francisco en los últimos años. El desborde evangelizador del Pueblo de Dios en clave sinodal También en ese ser una nueva experiencia insistió el cardenal Leopoldo Brenes, algo “que hizo a los obispos latinoamericanos sentirse felices y orgullosos de pertenecer a esta Iglesia”, no instalada y sí en salida, en misión permanente. El segundo vicepresidente del Celam destacó el empeño del Santo Padre en celebrar un proceso y no un acontecimiento, y en la deuda con Aparecida. Del mismo modo, reafirmó la riqueza de las aportaciones de miles de personas, “que nos dio lo que hoy estamos presentando, como reflexiones y propuestas, como algo que viene a dinamizar y dar un nuevo impulso a toda nuestra labor pastoral”. En ese sentido, el arzobispo de Managua llamó a los medios de comunicación a ayudar a que este documento llegue a través de ellos a la gente sencilla, “un documento que trae lo que a Aparecida le estaba faltando, con el que vamos marcando pautas para otros continentes”. Propuestas pastorales y líneas de acción Estamos ante un texto que recoge los 4 sueños del Papa Francisco en Querida Amazonía, afirmó Mons. Jorge Eduardo Lozano. El secretario general del Celam señaló que “se nos ofrecen 6 líneas de acción pastoral que pretenden abarcar las diversas dimensiones de la acción pastoral con diversos desafíos fruto de los trabajos de todo el proceso vivido, recogidos por el equipo de reflexión teológica”. Desde ahí, llamó a emprender un proceso de apropiación para que este texto pueda ir entrando capilarmente en nuestras comunidades. También destacó que no es un documento del Magisterio Episcopal de América Latina, tampoco la reflexión de un grupo de amigos o la conclusión de un congreso, ni la reflexión de un equipo de peritos en el ámbito académico. Estamos ante un documento, insistió Mons. Lozano, que “recoge la reflexión del Pueblo de Dios conformado por las diversas vocaciones y asistidos por el Espíritu Santo. No es fruto de una iniciativa particular y sí de la convocatoria del Santo Padre, que nos puede renovar en el impulso evangelizador y misionero”. DESCARGAR DOCUMENTO AQUÍ FUENTE: ADN Celam

Lun 31 Oct 2022

Sínodo: Vaticano publica documento para la Fase Continental

El Vaticano publicó este jueves 27 de octubre el Documento para la Etapa Continental (DEC) del “camino sinodal” iniciado por el papa Francisco en 2021. El texto es el resultado de los resúmenes resultantes de la consulta del Pueblo de Dios en la primera fase del proceso sinodal y será la base del trabajo y “marco de referencia” para “el tiempo de escucha, diálogo y discernimiento de las Asambleas sinodales continentales (enero-marzo 2023)”. La presentación del documento tuvo lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede y estuvo a cargo de los cardenales Mario Grech, secretario general de la Secretaría General del Sínodo; Jean-Claude Hollerich SJ, arzobispo de Luxemburgo y relator general de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (en conexión remota); Anna Rowlands, profesora asociada de Pensamiento y Práctica Social Católica de la Universidad de Durham; el padre Giacomo Costa SJ, consultor de la Secretaría General del Sínodo y monseñor Piero Coda, secretario general de la Comisión Teológica Internacional. Entre los temas centrales del documento se destacan: la acogida de las personas LGBT, el escándalo de los abusos, los desafíos del racismo y del tribalismo, la guerra y la violencia. Desde la Secretaría General del Sínodo subrayaron que el texto que "no es conclusivo, porque el proceso está lejos de finalizar". En la introducción del documento se subraya que en la primera parte de la fase consultiva, “millones de personas de todo el mundo se implicaron en las actividades del Sínodo: algunas participando en las reuniones a nivel local, otras colaborando en la animación y coordinación de las actividades en los distintos niveles, otras ofreciendo el apoyo de sus oraciones. Los verdaderos protagonistas del Sínodo son todas estas personas que participaron […] la sinodalidad dejó de ser un concepto abstracto y adquirió el rostro de una experiencia concreta; saborearon su sabor y quieren seguir haciéndolo”. En términos de números, la participación “superó cualquier expectativa”. Se recibieron las síntesis de 112 de las 114 Conferencias Episcopales y de todas las 15 Iglesias Orientales Católicas, además de las reflexiones de 17 de los 23 dicasterios de la Curia Romana, así como las de los superiores y superioras generales, los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, las asociaciones y movimientos de fieles laicos. Se recibieron además más de 1.000 contribuciones de particulares y grupos, así como las opiniones recogidas a través de las redes sociales gracias a las iniciativas del “Sínodo Digital”. En el documento se afirma además que ningún texto “podría condensar la profundidad de la fe, la vitalidad de la esperanza y la energía de la caridad que desbordan las aportaciones recibidas. Detrás de ella se vislumbra la fuerza y la riqueza de la experiencia llevada a cabo en las diferentes Iglesias, al ponerse en camino y abrirse a la variedad de las voces que han hablado. El sentido del proceso sinodal es el de permitir este encuentro y diálogo, cuya finalidad no es producir documentos, sino abrir horizontes de esperanza”. En este camino, el DEC encuentra su sentido. Este documento “reúne las esperanzas y preocupaciones del Pueblo de Dios disperso por toda la tierra” y ofrece a las Iglesias locales “la oportunidad de escucharse entre ellas en vista de las Asambleas Continentales de 2023, cuya tarea es elaborar un elenco de prioridades, sobre las que operará el discernimiento de la Primera Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar del 4 al 29 de octubre de 2023”. Desde la Secretaría General del Sínodo subrayan que este documento “no es conclusivo, porque el proceso está lejos de finalizar; no es un documento del Magisterio de la Iglesia, ni el informe de una encuesta sociológica; no ofrece la formulación de indicaciones operativas, de metas y objetivos, ni la elaboración completa de una visión teológica, aunque incluye el precioso tesoro teológico contenido en el relato de una experiencia: la de haber escuchado la voz del Espíritu por parte del Pueblo de Dios, permitiendo que surja su sensus fidei. Pero también es un documento teológico en el sentido de que está orientado al servicio de la misión de la Iglesia: anunciar a Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo”. Fuente: Agencia AICA DESCARGAR EL DOCUMENTO AQUÍ